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‘HARVEY SN gr Resistance, Rebelo, and Consciousness iy th Andean Peasant or 8th 10 20th Centuries, The University of Wisconsin Press, Madison. emo” La Congubte de YAmerque: La Question de Yet, De Sui, Paris MNOS The invention Culture Englewood Cif, New Jersey: Prentice-Hal, LAS COMPARSAS COMO FORMAS DE CREACION DE Inc. NUEVAS IDENTIDADES: LA POPULARIDAD DE LAS DANZAS ALTIPLANICAS EN EL cusco / ZOILA MENDOZA-WALKER INTRODUCCION | \. popularidad de ciertas formas de expresién piiblica, en este caso la popularidad de algunas danzasaltiplénicas™ entre los jovenes del Cases oe Streee un Arabitoprivilegiado para analizar procesos socioculturales, y nas oo Ea analizar la perspectiva de los actores que participan en estos proceso La Beene gecucion de ciertas danzas altiplénicas en el Cusco, por parte elon Benes cusqueiios. nos unreflejoo epifensmeno de una realidad soviocaltaral, satan Activa de esta realidad. Mas ain, es parte importante, porque es enece Smmbito de expresi6n publica en ei que se generan conflctos abvertos ca cl que partes tan elimitan identidades, y en el que se hace ejecicio del poder for Parte de los diferentes sectores sociales. uugeinterés por estudiar més de ceca el endmeno que aquinos ocupa Surgid del abierto enfrentamiento que se suscit6 en la ciudad Gel Cusco on 199 Kaba sehel cual ciertossectorescitadinos cusquefios acusaronalos purenosde Raber “invadido” su émbito con danzas y misica del altiplano. Eto, pare oe pentose habria demostrado fehacientemente por la presencia central que | B§danzasaltiplénicas habian comenzacioa tener enel Corpus hristidel Cus De fata llamada “invasion” se ocuparon medios de comunicacion localey, gutoridads, miembros de instituciones cuturales del Estado y privadas y og general las personas que de una u otra manera, en la ciudad, son coneideree cspecialistas en materia de cultura, Evidentemente, los eventos del Corpus Proporcionaron un punto aglutinador alrededor del cual se comensarch (Las dancas que nos ocupan deben ser Uamodas altiplénicas ya que son de origen | boliviano pero recreacias por los punefios — MENDOZA.WALKER _—_- generar una serie de discusiones y enfrentamientos a diferentes niveles. Estas Iuchas, legitimadas de alguna manera en base a la discusién “oficial” que se + generé en el Cusco, se comenzaron a dar también en los distritos vecinos, en algunos de los cuales las danzas altiplénicas ya eran parte integrante de las fiestas locales, Sobre el caso de uno de ellos, San Jer6nimo, nos ocuparemos. Era evidente que detrés de Ia oposicién cusquefia a la presentacién de danzas altiplénicas en la ciudad estaba fa preocupacién de que su popularidad entre los jévenes cusquerios tomase una fuerza dificil de controlar. En el Cusco, tanto como en el Peri en general, la poblacién mayoritaria es joven. En la zona urbana de la provincia del Cusco, 56% de la poblacién fluctiia entre los 0 y 20 afios de edad, y el 71.5% esta entre los 0 y 30 afios®, Es pues de esperar que lo que los sectores jSvenes encuentran como centro de su actividad expresiva se haga evidente en la mayor‘a de Ambitos puiblicos festivos. Si bien la presencia y el arraigo que ciertas danzas altiplinicas tienen actualmenteentrela joven gencracidn cusquefiaesté ligadoalarribode migrantes puneiios a'Cusco, este fendmeno es parte integral de un proceso mas global de tedefinicién de identidad en un contexto de migraciones intenas dentro del departamento del Cusco, intercambio comercial, urbanizacién, expansi6n del sistema educativo, de vias y medios de comunicaci6n, y participacién activa de nuevos grupos en los rituales. En este contexto, los jvenes mestizos tienden a abandonar sentimientos localistas, ~abriendo fronteras hacia lo regional, nacio- nal e internacional-, y a romper antiguos lineamientos que no hacian mas que limitar su creatividad y posibilidad de construccién de nuevas identidades. EL Ambito que nos interesa analizar més de cerca es aquel en el que todos. Jos jévenes son cusquenos y no abstante lo cual ciertas danzas altiplanicas han ganado un lugar privilegiado. Este fenémeno implica un rechazo al modelo predominante de “tipicidad” o “tradicién” cusquefa por el cual la nueva generaci6n ha perdido interés. También implica Ia atribucién de una serie de significados a ciertas danzas altipldnicas. Es necesario, pues, indagar en dos direcciones por lo menos. Por un lado averiguar por qué entre los jévenes ‘mestizos urbanos, que han tenido acceso a mayaresniveles de educacién qite sus padres, no existe un interés por lo queesconsiderado tipico desu tierra. Poratro lado, examinar los motivos por los que ciertas danzas altiplinicas les atrae tanto, Si analizamos el fenémeno a nivel de los distritos vecinos a la ciudad del ‘Cusco, se hace aiin més evidente que la popularidad de las danzas altiplanicas no se debe a una invasién de los punefios. Alli se trata claramente del resultado deuna basqueda de nuevos elementos culturales que se identifiquen mas con la nueva realidad que viven dichos jévenes. Datos CEDUR-Ununchis, 1990, 24s —______________LAS. COMPARSAS. COMO FORMAS DE.CREACION Estudiaremos el caso especitico del distrito de San JerSnimo, pero antes analizaremos algunos elementos que nos ayuden a entender la falta de interés de los jovenes mestizos citadinos por las danzas locales, y la capacidad de difusiGn que tienen las danzas altiplénicas. También nos referiremos a algunos estudios que, en la lea del presente, han contribuido a probar que la musica y Jadanza, juntocon toda la organizacién y actividad social quela prictica de estas formas conlleva, pueden ser 4mbitos centrales dle aecion social FOLKLORE, TRADICION ¥ MESTIZAJE Muchos estereotipos sobre las sociedades tradicionales han surgido de disciptinas como la antropologia y otras cioncias humanas, que desarrollaron sus métodos en un coniexto y mentalidad colonialistas, evolucionistas y ahistéricas®, de ahi generaimente deviene la difusion de nociones que oscure- con el conocimicnto de dichas sociedades. Estas se vuelven curiosas y exéticas, y muchas veces estudiadas fuera del contexto histdrico de su formacién. Tomo por caso la nocién de folklore. En el medio mestizo citadino cusquetio, folklore trae consigo la idea de que la llamada “cultura tradicional” viveen algiin lugar, en el aire, quie viene de “mentalidades colectivas” (para usar un término antropol6gico muy popular), que nadie sabe cémo se crean ni obmo se mantie- nen, pero que tienen que estar alli y manifestarse de cuando en cuando. Tiene que ser andnimo y hasta cierto punto incomprensibie o irracional, y, claro esta, tiene que ser “antiguo”, Ahora bien, ser antiguo es algo muy relativo. Muchos pobladores del sur andino y de otras zonas del Perit consideran antiguos y lipicos de sus pueblos elementos introducidos o creados no hace mis de cinco © seis décaclas La necesidad de “patentizar” elementos culturales y convertirlos en indi- cadores de lo auténtico o tipico ha surgido en el Perda iniciativa de movimientos ‘mestizos intelectuales indigenistas y neo-indigenistas, verbi gratia en ciudades, como Puno y Cusco. Si se trata de incorporar algo en un periodo posterior al de Ja “patentizaciSn” ya no seré considerado por ciertos grupos ni auténtico ni tipico, y peor sise puede ubicar quién y dedénde lo introdujoolocred. Entonces, segiin los especialistas, ya no es ni folklore ni tradicién. Por lo general, es mas facil en la cultura mestiza ubicar de donde vienen los elementos que van con- formando dicha cultura porque su historia esta mejor documentada, Lamenta- blemente, en los Andes poco ha sido el interés hasta ahora de estudiar la cultura mestiza, porque muchas veces se la considera como algo “contaminado”. © En a antropotogia estos parsmetros vienen siendo uestionados, ver por ejemplo: Oriner Sherry, “fheoryin Anthropology since theSbxtes”Comparation Studien Sasety and Hiory, 26126 66, y Mareus, George & Fisher, Michael, Antiropalgy as 4 Calle! Critique, University of Chicago Prose, Chicago. 1986

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