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GUADALUPE.

Quetzalcóatl y Cihuacòatl eran la deidad de los antiguos mexicanos, representan


el origen de la vida y de todas las cosas, son inseparables, aparecen ligados como
las dos caras del principio dual, hembra y macho creador universal, Cihuacòatl
mejor conocida por los mexicanos como tonantzin es la parte femenina, la
llamaban mujer de la culebra.

Los nativos de esta tierra rendían culto en el cerro del tepeyac a la diosa
Cihuacòatl. Según Fray Bernardino de Sahagún, significa nuestra madre. La
Virgen María de Guadalupe se aparece en el cerro del Tepeyac, para significar,
que es la nueva Tonantzin, la verdadera Madre de los Mexicanos.

Después de las apariciones de la Virgen a Juan diego, vino un proceso de


adoctrinamiento, los evangelizadores construyeron templos Católicos sobre los
que consideraban paganos.

Utilizaron las costumbres paganas con fines de devoción cristiana. Así, los lugares
de peregrinación se conservaron y solamente sustituyeron la imagen pagana con
una cristiana, es decir, en vez de la deidad tonantzin, pusieron la de la nueva
Tonantzin (la de la virgen de Guadalupe).

La imagen de la Virgen de Guadalupe, se convirtió en objeto de devoción oficial en


la nueva España: como se le aparece a un indio, representa la incorporación de
esa raza excluida, por los recién llegados a la nueva España. Criollos, Mestizos,
Indios, se unen a la devoción común eliminando las diferencias de castas.

María de Guadalupe es portadora de atención privilegiada a los marginados,


promotora de la dignidad de los indígenas y de la mujer, es Madre que va al
encuentro de los pobres, es por eso, que se aparece en las afueras de la ciudad,
en el lugar de los débiles, es clara la preferencia por los pobres, mas no excluye a
nadie.

El portador del mensaje es débil y humilde, es un hombre tenido por ignorante,


además vive fuera de los centros del poder, vive en la periferia. No vive en
Tenochtitlán-Tlatelolco, sino en Cuautitlàl-Tepeyac. Pertenece a la raza derrotada,
sometida y menospreciada.

El mensaje va dirigido a la autoridad y al poder, no para confirmarlo, sino para


sacarlo de ellas. La conciencia del poderoso, es la que sabe, puede y tiene al débil
por ignorante. Ahora es invitado a aprender del ignorante, a creer por medio de él;
y si llega a creer, tendrá que salir del centro del poder para ir a la periferia, a la
sede del pobre y menospreciado, e ir, no como quien tiene la solución y va a
implantarla, sino como peregrino que se pone en búsqueda para aprender, como
necesitado de una conversión profunda. Así, el obispo es invitado a creer por
medio de Juan Diego, saliendo de Tlatelolco para ir al Tepeyac.

En 1648, Miguel Sánchez, predicador y Teólogo le da sustento Teológico


basándose en el Ap. 12, 1-2. “Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer,
vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su
cabeza. Está embarazada y grita de dolor, porque le ha llegado la hora de dar a
luz”.

Hay dos fechas significativas, en 1629 se apareció en una catástrofe por lluvias y
en 1737 hay apariciones imprevistas y misteriosas y se logra ganar la batalla
contra la peste de aquel entonces.

Juan Diego nace 1474 en Cuautitlàn, su nombre indígena fue Cuauhtlatoatzin en


el lenguaje Náhuatl, que significa el que habla como águila, se cuenta que se fue a
vivir a Tulpetlac, se le conoce como el humilde mensajero del Tepeyac, nace en
1474 y muere aproximadamente en 1548.
Se casó con Malìntzin, la cual, después de ser Bautizada se hizo llamar María
Luisa y él Juan Diego; al morir Malìntzin se dedica por completo al cuidado de la
Hermita de su querida virgen, esto fue por 17 años. La tradición cuenta que la
virgen le anuncio su cercano tránsito al cielo y muere en 1548.

El 6 de Mayo de 1990, en la Basílica de nuestra Señora de Guadalupe, fue


Beatificado por el Papa Juan Pablo II junto con los tres niños Mártires de Tlaxcala
y el 31 de Julio del 2002 lo Canonizó.

VECA
6 de diciembre de 2012 a las 8:52

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