Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
_________________________________________________________________________________________
UNIDAD IX
Se definen como efectos hidrodinámicos aquellos movimientos del agua que pueden
afectar la operación de las embarcaciones, los procesos de carga y/o descarga en los
puestos de atraque, las estructuras portuarias y la estabilidad de las costas y riberas.-
Las ondas, a su vez, pueden ser de tres tipos según sus orígenes:
En el primer caso, es decir las ondas, es necesario proteger a las embarcaciones para
que puedan concretar las diferentes operaciones de carga y/o descarga, así como los
ingresos, atraques y egresos, a cuyos efectos se construyen diques dispuestos
transversalmente a la acción de los oleajes, y tal cual se describe en el Capítulo II los
mismos se agrupan en aquellos de muro vertical y los denominados trapezoidales.-
En lo que se refiere al primer grupo, tal cual se detallará más adelante, las
embarcaciones necesitan estar lo menos expuestas posibles a las acciones de los oleajes,
tanto durante los fondeos, como en los accesos al área portuaria, las diferentes maniobras
de atraque y desatraque, y, por supuesto, durante los procesos de carga y/descarga.-
Es por ello que, en primer lugar, y durante las etapas concernientes a la localización
de los puertos, se tratan de detectar conformaciones geomorfológicas naturales que por sus
propias características tengan la facultad de proteger todas las actividades náuticas
señaladas precedentemente (ver Capítulo III).-
Es por ello que, en definitiva, siempre hay preveer diseños de obras de abrigo que
reduzcan a niveles aceptables los efectos generados por las acciones hidrodinámicas
prevalecientes.-
Las consecuencias más nocivas provocadas por las olas se producen cuando el buque
se encuentra en proceso de atraque, ya que a la propia inercia de la embarcación se pueden
sumar los empujes provocados por las primeras, exigiendo un análisis detallado cuando se
diseñan las defensas de los muelles (ver Capítulo VIII).-
Existen cargas sensibles a tales evoluciones, como es el caso de los contenedores, que
al ser izados o descendidos dentro de las bodegas están sujetos al riesgo de sufrir golpes
con las demás cargas o la propia estructura de las embarcaciones si la acción de los oleajes
fuera desmedida (9).-
A ello debe sumarse, tal cual se analizó en el Capítulo IV, que en función del costo de
las embarcaciones, no es aconsejable ni razonable aplicar suspensiones en la manipulación
de las cargas en situaciones extremas; aparte de que se disminuiría el ritmo de rotación de
los buques, vital en la economía del transporte.-
Es por ello que la ejecución de obras de abrigo siempre formaron parte de las
construcciones portuarias, incluso cuando las características de las embarcaciones y el
volumen de las cargas eran muchos menores a las que se movilizan actualmente, tal cual se
puede observar en la Fotografía Nº IX.1, donde existe un eficiente doble sistema de
protección para el aquietamiento de las aguas.-
FOTOGRAFÍA Nº IX.1
Puerto de Alicante (España) a principios del siglo XX
Más hacia atrás, se destaca, a título de ejemplo, el Puerto Claudio, una de las
mayores obras de ingeniería del Imperio Romano, iniciado precisamente por el Emperador
Claudio en el año 42 d.C. y finalizado en el año 64 d.C.-
Entre ambos extremos se construyó una pequeña isla que servía de faro y que
generaba una doble bocana para ordenar el tráfico de entrada y de salida del puerto. El
resultado fue una superficie cercada de mar que hasta hace poco se calculaba en 70
hectáreas, y que según las últimas excavaciones realizadas entre 2000/2007 se han
aumentado a más de 200 hectáreas. El frente portuario formaría dos sectores de 1600x
1200 metros de lado, mitad playa y mitad muelles, pórticos y almacenes.-
Para asentar los cimientos se ejecutó una base mediante el hundimiento de grandes y
viejas naves de transporte hasta 15 metros de profundidad, cargadas de cajones de piedra
hasta emerger sobre la superficie del agua. Cuando ya fue posible construir sobre seco, se
ejecutó un muro de escollera.-
FIGURA Nº IX.1
Esquema del Puerto Claudio sobre la desembocadura del Tíber
con sus correspondientes obras de abrigo
Aún así, el puerto todavía estaba muy expuesto a las tempestades, y ya en el año 62
d.C., antes de acabar los trabajos de construcción, una tempestad hundió a 200 navíos.
Además su mantenimiento era muy costoso, porque se producía una alta sedimentación de
arena.-
Rolido (roll)
Cabeceo (pitch)
Giro (yaw)
Según (9)
FIGURA Nº IX.3
g.- Condiciones geotécnicas: tipos y características físicas de los suelos y/o las
rocas, así como su capacidad portante;
h.- Erosión y sedimentación: procesos vinculados a las corrientes del litoral y/o
fluviales;
∙ Es esencial determinar la rotura de las olas, sobre la base de la relación entre las
alturas de las mismas y las pendientes de fondo de las zonas de emplazamiento de
las obras de abrigo, teniendo en cuenta su influencia sobre la estabilidad de estas
últimas.-
∙ Teniendo en cuenta que a diferencia de las olas que son detenidas en su avance por
las obras de protección, las corrientes del litoral son desviadas, pudiendo generar
efectos colaterales, como ser socavaciones de las bases de asiento de las obras de
abrigo o depósitos de materiales en los accesos portuarias que luego deben ser
dragados permanentemente.-
Incluso tales desvíos pueden generar efectos molestos en los sectores de acceso a
las superficies acuáticas interiores.-
∙ Las condiciones geotécnicas sobre las cual se apoyarán las obras de abrigo podrán
exigir el mejoramiento de las mismas a través de diferentes alternativas posibles y
probadas en modelos y a escala real.-
A tal efecto, una de las cuestiones a tener en cuenta se vincula a la batimetría de toda
el área de influencia, con el objetivo de lograr determinar los fenómenos de refracción de
las olas. Ello implica establecer aquellas zonas donde al acercarse a las costas, la energía de
las olas tienda a reducirse o disiparse lo más posible por unidad de ancho de frente de
ataque, en contraposición a aquellas condiciones donde puedan producirse concentraciones
que signifiquen mayor cantidad de energía por unidad de frente de ataque (8).-
contrafuerte de hormigón
manto de defensa
espacios rellenos de hormigón primario (de rocas o
elementos artificiales)
cajones prefabricados
bloques de piedra
bloques de
piedra
FOTOGRAFÍA Nº IX.2
Cajón flotante prefabricado para dique de muro vertical
Puerto de Santa Cruz de Tenerife
FOTOGRAFÍA Nº IX.3
Construcción de una obra de abrigo con bloques de
hormigón yuxtapuestos – Puerto Sagunto (Valencia)
Merecen una análisis particular los cajones flotantes (Figura Nº IX.2), los cuales
constituyen estructuras de grandes dimensiones, que por su sección transversal aligerada
(multicelular) pueden flotar una vez terminadas.-
En los dos primeros casos, es decir los cajones y los bloques, se requieren de bases de
apoyo con la capacidad portante suficiente para soportar las importantes cargas que suelen
generar, así como superficies adecuadamente niveladas para lograr la necesaria verticalidad
de los paramentos.-
Por otra parte, tratándose de cajones o bloques, las condiciones de la base de asiento
deben ser lo más homogéneas posibles a efectos de evitar asentamientos diferenciales que
puedan desacomodar la estructura, incluso con roturas en el contrafuerte o la estructura
corrida de hormigón que suelen ejecutarse en la parte superior (Figura Nº IX.4).-
Es por ello que la evaluación de las condiciones de las bases de asiento es un requisito
inicial e indispensable, debiendo ser mejoradas en aquellos casos en que sus condiciones
no cumplan con las exigencias que los proyectos determinan, mediante alguna de las
siguientes alternativas (8):
∙ Una capa sobreelevada de arena, grava y/o piedra, o con bolsas rellenas con
hormigón pobre encargadas de distribuir las solicitaciones (Figura Nº IX.4).-
∙ El reemplazo de de la capa superior por materiales más acordes para soportar las
solicitaciones, como ser la arena o la grava.-
En los diseños con bloques y cajones deben contemplarse los efectos de socavación
que pueden producir las olas reflejadas y/o las corrientes de deriva litoral; razón por las
cuales es necesario ejecutar las correspondientes protecciones, normalmente consistentes
en la colocación de bloques de piedra u hormigón al pié de las obras de abrigo (Figura Nº
IX.4).-
núcleo de rocas
tal cual sale de las
canteras o refulado
de arena
manto de defensa
secundario (de rocas)
FIGURA Nº IX.6
Ante la falta de materiales rocosos, se suele utilizar la alternativa de diseñar las obras
de abrigo con un núcleo compuesto con refulado de arena o incluso suelos cohesivos, con
una capa exterior conformada con rocas de menor tamaño ligadas con algún producto
asfáltico o de características equivalentes.-
FOTOGRAFÍA Nº IX.4
Sistema CODE – Se colocan FOTOGRAFÍA Nº IX.5
por encastramiento Colocación de elementos CODE sobre
membrana de geotextil
FOTOGRAFÍA Nº IX.6
Elementos de tetrápodos – Son estructuras FOTOGRAFÍA Nº IX.7
formadas por cuatro ejes, reposando siempre sobre Tetrápodos colocados en una obra
tres de ellas, formando composiciones de gran de abrigo trapezoidal
capacidad para absorber energía
FOTOGRAFÍA Nº IX.8
Elementos de dolos – Son estructuras
formadas por cuatro ejes, reposando siempre sobre
tres de ellas, formando composiciones de gran FOTOGRAFÍA Nº IX.9
capacidad para absorber energía Dolos colocados en una obra
de abrigo trapezoidal
FOTOGRAFÍA Nº IX.14
Colocación de elementos de protección cúbicos FOTOGRAFÍA Nº IX.15
Elementos de protección doloses
En estos casos las pendientes suelen más tendidas, generalmente menores a 1:7,
debiendo tenerse en cuenta que tal capa exterior no sea deteriorada por subpresiones que
puedan acontecer en las condiciones prevalecientes entre la acción de las olas y las
características de las obras diseñadas, razón por la cual suelen utilizarse en sectores de
poca profundidad (9).-
Contrafuerte y calzada de
hormigón
obra de
abrigo
trapezoidal
FIGURA Nº IX.6
El objetivo es que la parte inferior tenga una altura suficiente para atenuar la acción de
las olas sobre la estructura vertical reduciendo los efectos de reflexión, pero sin alcanzar un
altura tal que la haga absorber casi la totalidad de la energía.-
La elección del tipo de obra de abrigo para un determinado puerto depende de una
serie de factores, los cuales deben analizarse y ponderarse en lo que respecta a los niveles
de incidencia.-
Ello permite definir su vida útil, sus roles y si estarán sujetas a cargas adicionales.
Para el caso de obras de gran envergadura, se agrega la necesidad de analizar los
niveles de riesgo, que implica definir las características del trazado y la
composición de las estructuras (9).-
Tales aspectos deben ser analizados en función del diseño de las estructuras que
finalmente se adopte, ya que cada una de ellas tendrán necesidades y exigencias
diferentes, todo lo cual quedará a su vez sujeto a las condiciones geotécnicas,
normalmente cambiantes a lo largo de la traza.-
Dicha situación puede acontecer incluso durante el período de vida útil de las
obras, estando en condiciones de producir desacomodamientos en el perfil de las
estructuras, los cuales, incluso, pueden propiciar colapsos o condiciones no
compatibles con las finalidades para las cuales fueron diseñadas. En otras alcanza
con la simple reposición de los perfiles mediante el agregado de materiales.-
∙ Momentos de volcamientos
∙ Tendencias de deslizamientos en la base
∙ Solicitaciones en las bases de asiento
FOTOGRAFÍA Nº IX.16
Fisuras en la estructura de hormigón de un dique trapezoidal
A las situaciones anteriores deben sumarse los pesos propios que obviamente se
transmiten a las bases de asientos y que, por estar situados sobre una menor
superficie que las obras de abrigo trapezoidales, obviamente transmiten mayores
esfuerzos, los cuales deben ser contenidos adecuadamente teniendo en cuenta las
condiciones intrínsecas de rigidez, que conllevan el riesgo de rupturas ante los
posibles asentamientos diferenciales (9).-
Teniendo en cuenta tales escenarios, los cajones flotantes por su gran tamaño
(Fotografía Nº IX.2) son menos sensibles a los asentamientos diferenciales, ya que
permiten una mejor distribución de las cargas ante eventuales
deshomogeneidades en las bases de asiento.-
Las soluciones para mejorar las condiciones de las fundaciones de las obras de
abrigo de paramento vertical, son las mismas que para el caso de las estructuras
de talud tendido.-
En lo que respecta a las obras de abrigo mixtas, deben aplicarse los conceptos
señalados precedentemente, en cuanto a que la parte trapezoidal tiene que estar
en condiciones de soportar adecuadamente la parte superior constituida por una
estructura de paramento vertical y, por supuesto, la base de asiento en el lecho
marino debe estar adecuada para sostener todo el conjunto así diseñado.-
FOTOGRAFÍA Nº IX.17
Carga de materiales rocosos sobre pontones a pié del yacimiento
FOTOGRAFÍA Nº IX.18
Abatimiento de un pontón para descarga de piedras
Los materiales utilizados para las bases sobre las cuales se fundan tales obras,
exigen menores condiciones que las restantes, no obstante lo cual deben
contemplarse cuestiones tales como los posibles procesos de disgregación y
meteorización a lo largo de su vida útil.-
Por la cantidad y las características de los materiales a ser consumidos, así como
por la necesidad de trabajar en los sectores acuáticos y a distintas profundidades,
los equipamientos esenciales para la totalidad de los trabajos previstos (desde la
obtención de los materiales en cantera, pasando por el transporte y colocación en
los sitios asignados) deben reunir en su mayoría características especiales,
algunos de los cuales se pueden observar en las Fotografías Nº 17 a Nº 20.-
FOTOGRAFÍA Nº IX.19
Ejecución de una obra de abrigo de talud tendido
Dicha cuestión debe ser analizada, no solamente por el Contratista, sino también
por el Comitente, quién en algunas circunstancias diseña ciertos tipos de
estructuras que exigen la disponibilidad de equipamientos difíciles de conseguir
habitualmente en el mercado, debiendo ser obtenidos en otros lugares, lo cual
puede terminar distorsionando inadecuadamente el costo final de la obra.-
FOTOGRAFÍA Nº IX.20
Gabarra para la ejecución de pilotes de refuerzo
de las bases de asiento de las obras de abrigo
FOTOGRAFÍA Nº IX.21
Dique flotante para fabricación de cajones para obras de abrigo
Puerto de Santa Cruz de Tenerife
FOTOGRAFÍA Nº IX.22
Remolque de un dique flotante para obras de abrigo
e.- Daños en las obras de abrigo: A pesar de las experiencias producto de las
innumerables obras de abrigo ejecutadas en todo el mundo, así como de los
múltiples métodos de diseños y cálculos, siempre existen situaciones que
conllevan el riesgo de daños parciales (Fotografía Nº IX.23) o colapsos de gran
magnitud.-
En el caso de las obras de abrigo de talud tendido, las mismas están sujetas a
procesos de degradación y fuga de materiales que exigen un continuo
mantenimiento a efectos de mantener el gálibo proyectado.-
Por otra parte, los daños o roturas suelen producirse en tramos parciales, lo cual
permite en la mayoría de los casos su recuperación sin mayores inconvenientes,
siendo necesario, por supuesto, actuar rápidamente.-
Ante solicitaciones extremas los colapsos suelen ser instantáneos, siendo muy
difícil recuperar los tramos deteriorados, razón por la cual la solución más
frecuente es la de ejecutar en tales sectores un dique de escollera.-
FOTOGRAFÍA Nº IX.23
Rotura de un tramo de obra de abrigo de escollera - Tenerife
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que una obra de abrigo de talud tendido
tiene la característica de poseer bajos coeficientes de reflexión, ya que se diseñan
para absorber la mayor cantidad posible de la energía que generan las olas
(Fotografía Nº IX.24; en cambio una obra de abrigo de paramento vertical, cuya
condición es la de reflejar a las olas, suelen generar como consecuencia una gran
agitación de las aguas que pueden dificultar localmente la construcción de las
partes componentes de la misma (Fotografía Nº IX.25).-
En todos los casos deben evaluarse la calidad de los mantos rocosos en relación a
los costos, no solamente de explotación, sino de transporte cuando los
yacimientos se encuentren alejados.-
Para el caso de ser necesarios por las exigencias dinámicas de las olas bloques de
tamaños mayores a las 10 toneladas, es necesario recurrir a los elementos de
hormigón, ya que es muy difícil lograr a partir de la voladura de los mantos
rocosos.-
4 d 15 < D 15 < 4 d 85
Las agresiones físicas y mecánicas son aquellas que se producen por la abrasión
de los materiales granulares o impactos de bloques que se encuentran en el agua,
la cavitación originadas por las olas, el permanente accionar de desgaste de las
aguas, o el congelamiento/descongelamiento de las aguas que se introducen en
los vacíos (Fotografía Nº IX.26).-
FOTOGRAFÍA Nº IX.26
Deterioro del hormigón por agresión de factores marinos
En cambio los ataques químicos se originan por reacciones químicas de los áridos,
a raíz del magnesio y el sulfato que suelen contener las aguas marinas, así como
por los elementos provenientes de los desechos industriales y/o domésticos que
puedan descargarse en el mar.-
Las obras de hormigón se encuentran relacionadas con el agua del mar de acuerdo
a tres modalidades específicas:
Evidentemente, para las estructuras de hormigón las dos últimas son las más
comprometidas y, por lo tanto, las que exigen un análisis más particular.-
Las normas aconsejan una resistencia de las probetas a los 28 días que no sea
inferior a los 300 kg/m 3, pero sin superar los 500 kg/m 3 a fin de evitar
fisuramientos o roturas de origen térmico, a cuyos efectos es necesario un
porcentaje de cemento mayor que las obras de ingeniería no expuestas a tales
condiciones extremas (9).-
Debe prestarse atención al tipo de cemento a utilizar, ya que debe ser resistente a
los sulfatos, siendo recomendable que el contenido de aluminato tricálcico sea
bajo (9).-
En lo que respecta a los agregados, los mismos, en principio, deben cumplir los
mismos requisitos de cualquier hormigón: granulometría, dureza, forma y
limpieza.-
El agua debe ser dulce y sin componentes de ninguna naturaleza. Mientras que la
relación agua-cemento debe ser lo más baja posible pero compatible con una
adecuada trabajabilidad, no debiendo superar los 0,50 para hormigones armados
y los 0,65 para los bloques u hormigones masivos sin armaduras (9).-
c.- Acero: Los aceros utilizados en las estructuras de hormigón sufren una fuerte
afectación en función de las características de las aguas del entorno sobre las
cuales se encuentran emplazadas las obras de abrigo, específicamente cuando
entran en contacto con las mismas a raíz de fisuras, disgregaciones o cavitaciones
en la capa superficial de tales estructuras.-
En función de los costos, las alternativas más utilizadas son las pinturas y los
revestimientos. En cualquiera de los casos deben aplicarse sobre superficies
limpias de óxidos y, además, el hincado de las mismas debe concretarse con
mucho cuidado a efectos de evitar que los rozamientos y/o golpes eliminen parte
de tales aplicaciones.-
Las ondas exhiben propiedades que dependen fundamentalmente de los factores que
las originan, siendo una de tales características el período oscilatorio, elemento que suele
utilizarse para su clasificación.-
Teniendo en cuenta la diversidad de causas que generan las ondas del mar, también
son múltiples los períodos oscilatorios, de manera tal que puede establecerse la siguiente
clasificación (Figura Nº IX.7) (6):
Las ondas capilares se identifican como rizos, las cuales se producen principalmente
por la tensión superficial de las aguas que actúan como fuerzas restitutivas del estado de
equilibrio de la superficie (Fotografía Nº IX.26). Tienen un período inferior a 0,1 segundo,
una longitud de onda menor a los 2 centímetros y una muy pequeña altura, siendo su
velocidad de propagación mayor cuando menor es su período, pero siendo siempre superior
a los 23 centímetros por segundo (Figura Nº IX.7).-
FOTOGRAFÍA Nº IX.27
Ondas capilares – Mar rizado
FOTOGRAFÍA Nº IX.28
Mar de viento
∙ olas o mar de viento: cuando se encuentran en las zonas donde son generadas por
los vientos y aparecen simultáneamente a los vientos que la han formado, o que la
están formando (Fotografía Nº IX.28).-
En la mar de viento hay olas de todos los tamaños y todas las longitudes de onda. Se
propagan en direcciones diferentes; las crestas son cortas y se entrecruzan unas con
otras. Todo ello es debido a que las olas son engendradas continuamente (unas van
creciendo mientras que otras ya son grandes) por el viento instantáneo real que se
sabe que es rechazado, variando continuamente en dirección y fuerza.-
En estas situaciones casi siempre es posible ver unas características y una dirección
de propagación dominantes. La tendencia es a fijarse en las olas más altas,
prescindiendo de los pequeños rizos que también coexisten.-
Por tal razón se define como altura significativa de la mar de viento (Hs) al
promedio de las alturas del tercio de olas que son más altas. Es a la altura
significativa a la que se refieren los partes meteorológicos mientras no se
especifique lo contrario.-
Entre la altura significativa (Hs), la altura media verdadera (Hm) (promedio de todas
las olas, tanto grandes como pequeñas), y la altura máxima (Hx), de un mar de
viento, existen las siguientes relaciones:
Hs = 1,6 Hm = 0,7 . Hx
En la mar de viento la complejidad es tal que debería considerarse que cada ola se
propaga por su cuenta, a la velocidad dada por la ecuación de la ola simple.
No hay duda de que es el viento el que engendra el oleaje, aunque hay alguna
laguna en el conocimiento teórico detallado del mecanismo.-
Al principio la altura de la ola progresa más deprisa que su longitud, por lo que se
encrespa y la pendiente se hace mayor. Después de un cierto límite empieza a
ocurrir al revés. Sigue creciendo la longitud de onda, pero la altura aumenta cada
vez más despacio, de modo que la ola va haciéndose más suave.-
c/W H/L
0,2 6
0,4 9
0,5 10
0,6 8
0,8 6
1,0 4
1,4 2,5
El oleaje tiende a adquirir gran parte de sus características, tales como la altura, el
periodo, la longitud y la velocidad, en función de la velocidad del viento generador.-
Las olas del mar de fondo se caracterizan por su período regular y sus crestas
suaves. La longitud de la onda es muy superior a su altura, presentando crestas
redondeadas que no rompen nunca en alta mar. La altura de las olas es
sensiblemente igual y su perfil tiende hacia la forma sinusoidal.-
Las olas pequeñas, que enmascaran a las más grandes en la mar de viento,
desaparecen muy pronto, después de que han abandonado el área generadora,
quedando sólo las de mayor longitud de onda, pues el amortiguamiento es tanto
más rápido cuanto menor es la longitud de onda. Esto hace más fácil la distinción
de las características o parámetros de la mar de fondo que la de estos parámetros
en la mar de viento.-
Todo lo anteriormente expuesto tiene validez solamente en alta mar (olas de aguas
profundas, definidas con la condición de que su longitud de onda sea menor que el
doble de la profundidad).-
FOTOGRAFÍA Nº IX.29
Mar de fondo
FOTOGRAFÍA Nº IX.30
Mar de leva
La mar de fondo, después de un largo recorrido sólo contiene olas con líneas de
crestas muy largas, de poca pendiente (poca altura y mucha longitud de onda).
Cuando el oleaje se aproxima a una playa la ola empieza a deformarse en cuanto el
fondo marino está a una profundidad igual a su longitud de onda; a partir de
entonces el perfil de la ola se hace asimétrico con la cara delantera
progresivamente más vertical, hasta que el agua de la cresta cae por delante en
rociones, rompiendo a veces en forma violenta.-
FOTOGRAFÍA Nº IX.31
Rompientes
Las olas o mar de viento, la mar de fondo, la mar de leva y las rompientes son en la
práctica cuatro etapas o procesos en la vida de un mismo fenómeno, que se presenta
progresiva y continuamente cambiante durante su propagación desde la región en que se
generan hasta las costas donde finalizan su proceso.-
Las ondas de largo período actúan con períodos que van desde los 15 a los 20
minutos, y con una altura no mayor de los 5 centímetros. Han sido correlacionadas con la
situación meteorológica prevaleciente, pero sin que hasta ahora se tenga absoluta
seguridad respecto a su origen (Figura Nº IX.7).-
Nivel de equilibrio
Depresión hidrostático
Elevación
Elevación ONDA ESTACIONARIA DE DOS NODOS
Presión atmosférica
Depresión
FOTOGRAFÍA Nº IX.32
Efectos de la depresión de un seiche – Puerto de Palma de Mallorca
Período (T) = 2L
√ gh
donde:
L: es la longitud de la superficie acuática;
h: la profundidad promedio del cuerpo de agua;
g: la aceleración de la gravedad.-
FOTOGRAFÍA Nº IX.33
Olas sísmicas
En relación con los fenómenos sísmicos o volcánicos submarinos, existen ondas con
períodos de entre los 10 a los 20 minutos, que se denominan olas sísmicas (Figura Nº
IX.7).-
Tienen una gran longitud y alta velocidad de propagación, del orden de los 200
kilómetros y los 150 mts./seg., respectivamente, y cuando llegan a las costas se elevan
entre 10 1 20 metros, produciendo inundaciones con consecuencias desastrosas (6)
(Fotografía Nº IX.33).-
FOTOGRAFÍA Nº IX.34
Bajamar en el Golfo de Vizcaya – Embarcaciones asentadas sobre el lecho
Cuando se propagan hacia las costas se levantan unos 5 metros o más, causando
graves daños, como los que provocan las ondas de tormenta producidas por los vientos
fuertes de los ciclones que se encuentran en el mar.-
Las olas se desplazan más lentamente a medida que es menor la profundidad del
agua y en masas acuáticas de profundidad variable; es por ello que aquellas situadas en
aguas menos profundas disminuyen de velocidad, mientras que las que se hallan en aguas
más profundas la aumentan.-
Las olas que tienden hacia las aguas menos profundas al sufrir el proceso de frenado
por las condiciones prevalecientes en el lecho desvían su trayectoria original tendiendo a
disponerse paralelas a las costas, dando lugar a un proceso denominado com0 refracción
(Fotografía Nº IX.35).-
Debido a las distintas profundidades del fondo del océano, las trayectorias de la
refracción de olas pueden ser muy complicadas. Además las olas que llegan a las islas
pueden ser refractadas y después reflejadas en una dirección completamente distinta
(Fotografía Nº IX.35).-
FOTOGRAFÍA Nº IX.35
Ondas de refracción
El fenómeno de la difracción puede ser comparado con lo que ocurre con la luz,
ya que se trata del fenómeno mediante el cual si en una habitación oscura hay un orificio
en una pared, se observa desde dentro la luz exterior desde cualquier lugar en que se
pueda divisar el agujero, aunque no se esté enfrente de él.-
FOTOGRAFÍA Nº IX.36
Ondas de difracción en la entrada a una bahía
Como esto se produce en ambos extremos de la entrada, las dos ondulaciones que
penetran al interior se interfieren entre sí pudiendo llegar a agitarse las superficies
acuáticas internas si es importante el oleaje que procede desde mar adentro (Fotografía Nº
IX.36).-
Pero esas olas generadas por difracción también son emitidas hacia el exterior del
puerto, interfiriéndose con el oleaje que llega; y si este último es suficientemente uniforme
puede llegar a surgir un fenómeno definido como olas estacionarias, siendo esta una
ondulación que no se propaga, por lo que sus crestas y senos aparecen siempre en los
mismos lugares.-
Tratándose de una isla, el oleaje que llega se divide a barlovento (lugar desde donde
viene el viento), en dos brazos o conjuntos de ondas distintos que rodean el obstáculo,
volviéndose a reunir a sotavento (lugar hacia donde va el viento), donde se interfieren,
pudiendo dar lugar a un oleaje más alto que el de cada uno de tales grupos de ondas por
separado. Eso ocurre especialmente si la isla o la interferencia no presentan en sus
contornos salientes pronunciadas.-
Para tener una situación de la ganancia en altura que adquieren las olas en estos
casos, basta tener en cuenta que sólo con que la corriente marina contraria sea de 2 a 5
nudos de velocidad, la altura de las olas aumenta entre un 50 y un 100 por ciento. Así por
ejemplo, si la altura del oleaje es de alrededor de 3 metros, una corriente contraria de 2 a
5 nudos le hace aumentar hasta alcanzar valores entre 4½ y 6 metros.-
En consecuencia, basta que este bajando la marea, para que las olas que llegan a la
costa aumenten notablemente de tamaño.-
Por el contrario, en el caso de que el oleaje alcance un área donde haya una corriente
marina de su misma dirección y sentido, las olas adquieren una velocidad de propagación
mayor, se hacen más rápidas, aumentan su longitud y disminuyen su altura, haciéndose
menos abruptas, más tendidas y por tanto más estables.-
De esta forma, el oleaje que se propaga hacia la costa se hace más tendido, más
largo y menos veloz durante la pleamar.-
En las Figuras Nº IX.9 y Nº IX.10 se pueden visualizar los elementos que se utilizan
para definir e identificar a las olas.-
∙ Altura (H): incumbe a la distancia vertical entre la cresta y el seno de una ola.-
NIVEL u
DEL MAR
w
v
A = amplitud H = altura de la ola
d = profundidad
del fondo SENO
L = Longitud de la ola
FIGURA Nº IX.9
∙ Longitud de de la ola (L): atañe a la distancia entre dos crestas o dos senos.-
∙ Período (T): concierne al intervalo de tiempo que transcurre entre dos apariciones
sucesivas por un determinado punto fijo de dos crestas o dos senos.-
∙ Velocidad (C): es aquella a la que se traslada sobre la superficie del mar una fase
de la ola, ya sea de crestas o senos.-
∙ Edad (β): corresponde a la relación entre la velocidad de la ola y la del viento que la
genera,-
∙ Velocidad orbital (v): concierne a la que tienen las partículas del agua en virtud de
la existencia del movimiento ondulatorio de la ola, siendo igual a la suma vectorial
de la velocidad orbital (u) y la velocidad orbital vertical (W) (Figura Nº IX.9).-
Cuando la profundidad relativa es mayor de 0,5 se considera que las olas están en
aguas profundas, y cuando tal relación es menor que 0,5, que están en aguas
poco profundas.-
Diagrama idealizado de una ola oceánica no rompiente que muestra los componentes básicos, así
como el movimiento de las partículas de agua en las profundidades. A una profundidad igual a la
mitad de la longitud de onda, esto es L/2 (nivel de línea punteada), dicho movimiento es
despreciable.-
FIGURA Nº IX.10
Las olas originadas por los vientos comienzan a formarse cuando los mismos
alcanzan a soplar con una velocidad de aproximadamente 110 centímetros por segundo
(alrededor de los 3 km/h), a partir del cual las primeras tienden a crecer de tamaño debido
a una doble acción transmisora de energía por parte de los vientos a las aguas en las cuales
actúan: en la forma de presión normal a las ondas y mediante arrastre friccional (6).-
Por razón de los factores de duración e intensidad de los vientos, las olas así formadas
aumentan en altura y acrecientan su período, longitud y velocidad, hasta adquirir límites
determinantes de un estado de equilibrio que depende también de la extensión del mar
sobre la cual actúan los primeros, y que se identifican como alcance de los vientos.-
La energía que contienen las olas de una determinada agrupación producidas por una
cierta perturbación eólica, se propaga en el mar a una velocidad que se define como
velocidad de grupo, siendo igual, en aguas profundas, a la mitad de la velocidad de las
olas individuales.-
Dicha velocidad de grupo aumenta a medida que disminuye la profundidad del fondo
hasta ser, en aguas poco profundas, igual a la velocidad de las olas.-
Tal cual ya fuera mencionado, las fuerzas que intervienen en la generación de las
ondas en las masas acuáticas provienen de la presión atmosférica, la gravedad, la rotación
terrestre, la tensión superficial y la fricción interna; sin embargo para el análisis de las olas
producidas por el viento suelen no tenerse en cuenta las tres últimas por su relativamente
baja incidencia (6).-
Sin embargo, el movimiento circular disminuye hacia la parte inferior hasta que, a
una profundidad igual a aproximadamente la mitad de la longitud de ola medida desde el
nivel de aguas tranquilas (d = L/2), el movimiento de las partículas de agua resulta
despreciable. Esa profundidad es conocida como base del oleaje.-
En las aguas profundas, esto es d > 0,5 L, la velocidad de propagación depende sólo
de la longitud de la ola, que a su vez depende únicamente del período, según la siguiente
relación:
C 0 = √ g x L 0 /2 x Π
donde:
C0 : velocidad de propagación de las olas en aguas profundas
L0 : longitud de las olas en aguas profundas
C 0 = 156 x T
L 0 = 156 x T 2
Tal cual se puede observar en la Figura Nº IX.10, las órbitas circulares de las
partículas van decreciendo hacia el fondo, de modo que a una distancia de la superficie
igual a la mitad de la longitud de onda (L/2), no existe casi movimiento porque su
diámetro es 23 veces menor (6).-
En las aguas muy poco profundas, donde la profundidad relativa (d/L) es menor de
0,05, la velocidad de las olas depende solamente de la profundidad del fondo, siendo igual
a:
C=√ g xd
donde:
C : velocidad de propagación
g : aceleración de la gravedad
d : profundidad
Las olas pueden recorrer grandes distancias a través de las cuencas oceánicas. En uno
de los tantos estudios, se siguió el movimiento de las ondas generadas cerca de la
Antártida durante su desplazamiento a través de la cuenca del Océano Pacífico. Tras más
de 10.000 kilómetros, las olas acabaron disipando su energía una semana después en la
línea de costa de las islas Aleutianas de Alaska.-
La observación de un objeto que flote sobre las olas revela que no sólo se mueve
hacia arriba y hacia abajo, sino que también tiene un ligero movimiento adelante y atrás
con cada ola sucesiva.-
FIGURA Nº IX.11
Cuando las olas están en zonas de aguas profundas no se ven afectadas por las
profundidades de las mismas; sin embargo, cuando se aproximan al litoral, los calados
van disminuyendo e influyen en el comportamiento de las mismas (Figura Nº IX.12).-
A medida que las olas avanzan hacia el litoral, las mismas actúan ligeramente más
rápidas, produciéndose un efecto de lanzamiento hacia delante y una reducción de la
longitud (L).-
Mientras que las velocidades y las longitudes de las ondas disminuyen, estas últimas
aumentan sus alturas; alcanzando por último un punto crucial cuando las olas se disponen
con un porte fuertemente empinado para mantenerse en tales condiciones, de manera tal
que los frentes de las mismas se desploman y rompen, dando lugar a un avance de las
aguas sobre las áreas continentales (Figura Nº IX.12).-
Cambios que se producen cuando las olas se desplazan sobre el litoral. Las mismas tocan el lecho
cuando se encuentran con profundidades de agua inferiores a la mitad de la longitud de onda. Las
velocidades de las olas disminuyen y se amontonan contra el litoral, haciendo que las longitudes
de las ondas disminuyan, lo cual resulta en un aumento de la altura de las olas hasta el punto en el
que en función de los necesarios equilibrios caen hacia adelante y rompen en la zona de arrastre.-
FIGURA Nº IX.12
El agua turbulenta creada por las olas rompientes se denomina arrastre. En las
superficies tierra adentro de las zonas de rompientes, las láminas turbulentas de las aguas
creadas por las masas que ascienden por las pendientes de las playas se denominan
batidas. Cuando la energía de la batida se ha disipado, el agua vuelve desde las playas
hacia la zona de rompiente, en un proceso que se identifica como resaca.-
Cuando el tiempo es relativamente calmo, las acciones de las olas son mínimas. Sin
embargo, durante las tormentas las energías suelen ser de gran magnitud, dando lugar a
que cada ola implique el lanzamiento de miles de toneladas de agua hacia las costas o los
elementos artificiales que se encuentren en su trayectoria; y cuyas presiones pueden llegar
a superar varios miles de kilogramos por metro cuadrado.-
El agua es forzada al interior de cualquier abertura, lo que hace que el aire contenido
en las grietas se comprima por el empuje de las olas, y cuando las mismas se retiran dicho
aire se expande rápidamente, desarrollando fragmentaciones de las estructuras sólidas,
aumentando de tamaño las grietas y extendiendo las fracturas.-
Tal cual se manifiesta en la Figura Nº IX.12, la rotura de las olas se pone de manifiesto
por el cambio de forma y el posterior colapso de las mismas, liberando energía que afecta a
las estructuras naturales y/o artificiales sobre las cuales actúa.-
En función de ello, en los diseños y en los cálculos es necesario conocer en que estado
actuarán las olas a lo largo de las trazas adoptadas; es decir si las olas serán normales, si se
estarán deformando o si corresponderán a rompientes.-
En aguas relativamente profundas, donde la relación d/L supera el valor de 0,50, las
olas rompen cuando su pendiente H/L supera un determinado valor, que según Mitchell
sería de H/L = 0,1418, o sea aproximadamente de 1/7, en cuyo caso adoptan la forma
que muestra la Figura Nº IX.13.-
L= 7 H
Perfil de las olas de altura moderada y grande cuando tienen la máxima pendiente teóricamente posible de 1/7
FIGURA Nº IX.13
Las roturas de las olas, ya sea por superar la pendiente máxima admisible o por
ingresar a los sectores de rompientes, pueden adquirir tres modos diferentes, según lo
definido por Patrick y Wiegel, cuales son el spilling, el plunging y el surfing; a lo cual se
suma el collapsing establecido por Galvin (9) (Figura Nº IX.14), cada una de las cuales
responde a las siguientes características:
∙ Plunging: es la forma más contundente de rotura del oleaje. La cresta de la ola gira
sobre misma y luego se desploma hacia su pié, creando una considerable
salpicadura. Tiende a producirse en playas con pendientes relativamente
pronunciadas.-
∙ Surging: este tipo de rotura se da en playas muy empinadas, en la cual la ola avanza
sin llegar a romper, deformándose y alisándose desde el fondo. El frente de de la ola
avanza hacia la cresta, produciéndose un proceso de reflexión.-
Según las evaluaciones realizadas por Patrick y Wiegel, el modo de rotura de las olas
depende fundamentalmente de la relación entre las alturas y las longitudes de las mismas
(H/L), así como del gradiente del fondo (i), y cuyos valores corresponden a (9):
FIGURA Nº IX.14
La profundidad del agua está determinada por su nivel de equilibrio (Figura Nº IX.9) y
a su vez, por supuesto del estado de las mareas.-
H b / d b = 0,78
donde:
Hb: altura de la ola en el momento de la rotura (Figura Nº IX.16)
db : profundidad del agua en el lugar que transcurre la ola (Figura Nº IX.16)
Entre las condiciones de rotura para aguas profundas (primera descripción) y las de
aguas poco profundas (segunda descripción), existe una zona de transición en la cual la
rotura de una ola se produce cuando la tangente hiperbólica (tanh) es igual a (9):
H b = 0,14 tan h ( 2 Π d )
Lb Lb
Las curvas que se presentan en las Figuras Nº IX.17 y Nº. IX.18 permiten establecer el
valor de H b, esto es la altura de rotura de una determinada ola, en función de H 0, L 0, T e i
(Figura Nº IX.14).-
De igual manera, las curvas de la Figura Nº IX.19 relacionan los valores de H’ 0 con H b,
T e i, mientras que las representaciones de la Figura Nº IX.20 acoplan las estimaciones de
H b con d b, i y T; teniendo en cuenta que H’ 0 corresponde a la altura de una ola en aguas
profundas que se encuentra en aguas no profundas, y bajo el supuesto de que la misma
solo ha sufrido modificaciones en la altura por efectos de los menores calados, no así como
consecuencia de la refracción (9).-
H0 / g T 2
H0 / L0 =
0,1
transición
0,01 ROTURA
Hb /db = 0,78
NO ROTURA
0,001
0,0001
aguas
aguas profundidad profunda
bajas de transición
s
0,001 0,01
d / g T2
0,1
según (9)
FIGURA Nº IX.15
Xb = L / 2
Con tal expresión, y estableciendo la profundidad de las aguas al pié de las obras de
abrigo, esto es d s (Figura Nº IX.16), puede determinarse la profundidad a la cual comenzaría
a producirse la rotura de las olas (Figura Nº IX.16 y gráfico de la Figura Nº IX.21):
db = ds + L . m
2
Ds + 6 Hb . m < db < ds + 7 Hb . m
En ambos casos H b se puede obtener de la Figura Nº IX.20, aplicando sucesivos
cálculos hasta obtener el valor que se corresponda con el período T de la ola utilizada para
el diseño (9).-
Xb
Hb
Obra
ds
de abrigo
db
1
gradiente (i)
l
según (9)
FIGURA Nº IX.16
Para el caso de las olas de mayor rompiente, tal es el caso de las plunging, Galvin,
Goda e Iversen proponen las siguientes condiciones (9):
X b = (4 – 9,25 . i) . H b
d b = d s + (4 – 9,25 . i) . H b . i
DETERMINACIÓN DE Hb SEGÚN: i - H0 - L0
2,2
zona de SURGING
2,0
1,8
transición a PLUNGING
Hb / H 0
1,6 zona de PLUNGING
1,4
transición a SPILLING
1,2
i = 0,100 – 1:10
i = 0,100 – 1:10
1,0
i = 0,100 – 1:10
zona de SPILLING
i = 0,100 – 1:10
0,8
0 0,01 0,02 0,03 0,04 0,05 0,06 0,07 0,08 0,09 0,10
según (9) H0 / L 0
FIGURA Nº IX.17
DETERMINACIÓN DE Hb SEGÚN: i - T
3,0
2,5
2,0
Hb / H 0
1,5 i= 0,100
i = 0,050
1,0 i = 0,033
i = 0,020
0,5
0,0004
0,0002
0,001
0,002
0,004
0,006
0,02
0,03
0,01
H0 / g T 2
según (9)
FIGURA Nº IX.18
2,8
2,4
2,0
Hb / H´0 1,6
i = 0,100
1,2 i = 0,050
i = 0,035
i = 0,020
0,8
0,6
0,0004
0,0002
0,001
0,002
0,004
0,006
0,02
0,03
0,01
según (9)
H0 / g T 2 FIGURA Nº IX.19
2,0
i = 0,05 – 1:20
1,4
i = 0,07 – 1:14
i = 0,10 – 1:10
dB / Hb
1,2 i = 0,15 – 1:6,7
i = 0,20 – 1:5
1,0
0,8
0,6
0,002
0,004
0,006
0,008
0,010
0,012
0,014
0,016
0,018
0,020
0
según (9)
HB / g T 2 FIGURA Nº IX.20
3,5
3,0
2,5
i = 0,10 – 1:5
2,0
i = 0,07 – 1:14
Hb / ds i = 0,05 – 1:20
1,5
i = 0,03 – 1:33
i = 0,02 – 1:50
1,0 i = 0,01 – 1:100
i = 0,0 – 1:∞
0,5
0
0,010
0,012
0,002
0,004
0,006
0,008
0,014
0,016
0,018
0,020
0
según (9)
ds / g T2 FIGURA Nº IX.21
Para lograr una adecuada determinación del efecto de rotura de la ola de diseño sobre
una obra de abrigo, es fundamental haber analizado adecuadamente cual es la altura de la
ola H 0 en aguas profundas que deberá adoptarse para los correspondientes cálculos y
proyectos.-
Las evaluaciones deben apuntar a establecer las condiciones de oleajes más críticas,
ya que basta que ocurran sola vez en el período de vida útil considerado para que se
produzcan deterioros e incluso colapsos en las estructuras.-
Hb . (ft /sec2) / g . T2
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7
1,75
1,5
1,25
i = 0 – 1:0
db / Hb i = 0,03 – 1:33
0,75
i = 0,05 – 1:20
i = 0,070 – 1:14
0,5 i = 0,10 – 1:10
i = 0,20 – 1:5
0,25 β = d 0 / H0
0
0,002
0,004
0,006
0,008
0,010
0,012
0,014
0,016
0,018
0,020
0
según (9)
Hb / g . T2 FIGURA Nº IX.22
X = Tp . H b
Comienzo de la
rotura
Hb
(db) máx. =α . Hb
(db) m-in. =β . Hb
gradiente i l
según (9)
FIGURA Nº IX.23
Tal cual se pueden observar en las Figuras Nº IX.5 y Nº IX.6, las estructuras se
componen por materiales de diferentes tamaños, siendo la capa exterior en contacto con
los oleajes una conformación de bloques de rocas de gran tamaño o elementos
premoldeados como los que se pueden visualizar de las Fotografías Nº IX.4 a la Nº IX.15,
cuya finalidad es la resistir y disipar la energía cinética de los mismos.-
Los datos necesarios para el diseño de una obra de abrigo de talud tendido
corresponden a (9):
a.- El nivel de protección que se desea alcanza en los espacios internos del puerto,
de acuerdo a los criterios sustentados en el ítem IX.2.- Movimientos admisibles
de las embarcaciones;
d.- Los niveles del mar en condiciones de reposo, teniendo en cuenta las acciones
de las mareas y otros factores que puedan ser determinantes en los sectores en
evaluación;
f.- El peso específico de los materiales a ser utilizados en la capa exterior, ya sean
los bloques de piedra extraídos de canteras o los elementos de hormigón
premoldeados;
g.- El tamaño máximo de los bloques de piedra que pueden obtenerse de la o las
canteras dispuestas al respecto;
Por naturaleza, quienes que se encargan del relevamiento de las olas ponen más
atención en aquellas de mayor envergadura, razón por la cual el reporte de las mismas
normalmente suele aproximarse al valor de la altura significativa.-
C (velocidad) = 3,03 T
L (longitud) = 1,56 T2
siendo: C en nudos, L en metros y T en segundos.-
Para mayor seguridad, en la elaboración de los proyecto de las obras de abrigo suelen
adoptarse las olas con máximas alturas H máx. , o para los valores H 1/10 yH 1/100 .-
H = 0,64 H 1/3
Las olas pueden provenir de diferentes direcciones, debiendo tenerse en cuenta que
aquellas que actúan normalmente serán indudablemente las que contendrán mayor energía
cinética a ser disipada por los elementos de los taludes.-
Entre los múltiples métodos existentes y utilizados para el cálculo de las obras de
abrigo de talud tendido, uno de los más aplicados corresponde al procedimiento
desarrollado por Hudson en el Waterways Experiment Station (WES) del Cuerpo de
Ingenieros del Ejercito de los Estados Unidos; sobre la base de experimentaciones
realizadas con modelos reducidos y obras a escala real.-
La expresión que determina el cálculo de los elementos naturales y/o artificiales a ser
utilizados en la capa de protección exterior de tales obras de abrigo, se corresponde a:
W = ɣ r . H 3/ K Δ . (S r – 1) 3 . cotg α
en la cual:
VALORES DE KΔ, ke y p
FIGURA Nº IX.24
Del análisis de la tabla de la Figura Nº IX.24 se puede concluir que los coeficientes K Δ
disminuyen para los estados de rotura de ola y también para los extremos libres de una
obra de abrigo; lo cual significa que los elementos necesarios en la capa de protección
deberán ser de mayor peso que las necesarias para las otras condiciones.-
Es fácil advertir la razón de la necesidad de elementos de mayor peso para los estados
de rotura de ola, sin embargo los requerimientos en los extremos surgen en principio por
su forma usualmente cónica, de manera tal que al menos parte de su talud es
permanentemente sobrepasado por las olas (Fotografía Nº IX.41).-
FOTOGRAFÍA Nº IX.41
Obra de abrigo de talud tendido con extremo cónico
Por otra parte dichos extremos no solo reciben las acciones de las olas en un ángulo
de 90º según las condiciones impuestas en la Fórmula de Hudson, sino además en
diferentes direcciones, que en algunas circunstancias pueden acontecer la coincidencia de
crestas o sobreelevaciones de olas en la parte exterior con senos en el sector interior, lo
cual tiende a producir presiones hidrostáticas con el consiguiente flujo de las aguas a través
de los vacíos de la estructura adoptada, dando lugar a mayores solicitaciones que las que se
producen en el tramo (Fotografía Nº IX.41).-
Los valores de los coeficientes K Δ son independientes del ángulo α del talud, en la
medida que cotg. Α sea mayor a 1,5 e inferior a 5. Sin embargo en la tabla de la Figura Nº
IX.24 se encuentran incorporadas dependencias de dicho ángulo a efectos de ser utilizadas
en los extremos de las obras de abrigo, que como se vio precedentemente soportan
mayores solicitaciones.-
FIGURA Nº IX.25
En todos los casos tales valores deben ser utilizados con adecuados criterios y
análisis, fundamentalmente cuando la relación altura máxima de las olas/altura de ola de
daño cero supera los 1,10, ya que suelen existir factores aleatorios que pueden potenciar
los daños.-
De todas maneras es sabido que las seguridades de las obras de ingeniería están
finalmente ligadas al costo que se está en condiciones o se desea asumir. A mayor inversión
obviamente es menor el riesgo de alguna falla o colapso.-
El límite de trabajo suele ser identificado como aquel en la cual una rotura, falla o
desplazamiento de algunos elementos de la capa de protección exterior no ponen en
situación de colapso de la obra ni condicionan la prosecución de las actividades portuarias
ante una eventual mayor agitación de las aguas internas.-
Dichos límites están vinculados, por un lado a la adopción de la ola de diseño lo más
adecuada posible a las condiciones prevalecientes en el sector.-
El rozamiento y la trabazón entre los elementos son tan decisivos como el peso
propio, ya que permite lograr precisamente la estabilidad de la capa, y no solamente de
cada bloque en forma aislada.-
Ello es así, porque el agua penetra aleatoriamente a través de propia su inercia por los
huecos que conforman el manto de protección, cuyas solicitaciones no son uniformes, de
manera tal que cuando se concentran en un sector, el rozamiento y la trabazón permite la
colaboración de los elementos aledaños.-
Como bien lo señala Schawartz (9), cada elemento de la capa exterior tiene por su
posición, ya sea la disponible cuando es inicialmente colocada o después la acción de las
olas, un grado de estabilidad en vinculación a las demás unidades de su entorno que nunca
llega al 100 de la inmovilidad considerada como óptima.-
Ello trae aparejado el movimiento de bloques, cuyos resultados varían según sus
características y conformación.-
No ocurre lo mismos con los elementos de hormigón cuya trabazón se produce según
las características del diseño adoptado, en función del cual la remoción de alguno de ellos
quita sostén a los restantes con los que se intervincula, propagándose tal efecto hacia su
alrededor, con la potencialidad de producirse un efecto en cadena, fundamentalmente ante
la acción de oleajes de gran magnitud.-
Como conclusión, se puede establecer que en el caso de los elementos cúbicos, existe
una gran separación entre el límite de trabajo y el límite último, la cual se achica para los
elementos de hormigón de configuración abierta (9).-
Es por ello que, cuando no existe certeza respecto al comportamiento del mar y
específicamente respecto a la adopción de la ola de diseño, es aconsejable utilizar
elementos cúbicos; destinando aquellos de configuración abierta para contextos donde
existe certeza respecto a los parámetros utilizados para definir los oleajes.-
Sin embargo las observaciones a escala real permiten afirmar que ante
mantenimientos no adecuados o deficientes, las capas de protección con elementos cúbicos
ofrecen mayor capacidad de adecuación que las construidas con elementos de hormigón de
configuración abierta (9).-
Es por ello que ante las acciones aleatorias de los oleajes, y teniendo en cuenta que la
destrucción o el daño de una obra de abrigo depende de tales eventos, es necesario
efectuar el análisis mediante métodos estadísticos; teniendo en cuenta las siguientes
cuestiones para su mejor determinación (9):
Tal cual lo señala A. Schwars (9), definido el tiempo de vida útil otorgado a la obra, la
probabilidad de riesgo puede determinarse por dos procesos:
R 1 = 1 – (1 – 1) L
T
▪ Aplicando todos los eventos que exceden cierta magnitud (valor de diseño):
R2 = 1 – e –L/T
donde:
- L : vida útil de la obra bajo análisis
- T : período de retorno de las condiciones críticas
- R : riesgo de ocurrencia de las condiciones críticas durante la vida útil
A partir de de dicha capa exterior se aplican hacia el interior otras capas, las cuales
pueden adoptar diferentes configuraciones, tal como los ejemplos de los esquemas que se
muestran desde las Figuras Nº IX.26 a Nº IX.28, recomendadas por el Cuerpo d Ingenieros
de los Estados Unidos (9).-
Obviamente que las condiciones estructurales mejoran si se diseñan con más tres
capas, pero a mayor cantidad de tamaños de piedras los costos de elaboración de los
materiales y la propia ejecución de la obra se incrementa.-
ancho de cresta
LADO
coronamiento CONTINENTAL
LADO MAR
W
Nivel máximo
diseño
Nivel mínimo
diseño
W/2 W/2
H
1,5 H W/10
W/20
0
W/15
W/15 W/30 W/30
5´ 0 0
mín. W/6000
La relación fundamental entre los tamaños de las rocas que integran los diferentes
mantos, es la de evitar que se produzca el arrastre de aquellas de menor tamaño a través de
los vacíos que conforman las de mayor dimensión.-
expresado en pesos:
De manera tal que denominando los pesos de los elementos que integran los
diferentes mantos como W, W1, W2, W3, y así sucesivamente, se deduce que:
W 1 = W ; W 2 =( 1 ) 2 . W ≅ W ; W 3 = ( 1 ) 3 . W ≅ W
14 14 200 14 2.700
W/10
a W/300
5´ W/15
W/200 a W/6000
mín.
e = n . k e ( W ) 1/3
ɣr
A = n . k e ( W ) 1/3 siendo n ≥ 3
ɣr
Se considera conveniente que el ancho mínimo sea igual a tres elementos colocados
uno al lado del otro; valor que puede ser incrementado por las siguientes razones:
W/10
W/200
5´
mín.
1,3 H W/4000
N = S. n . k e . (1 – p ) . ( ɣ r ) 2/3
100 W
En la cual:
- S: superficie del talud de la obra de abrigo
- P: porosidad (según tabla de la Figura Nº IX.22)
- N: número de elementos por unidad de superficie
De manera tal que el peso total de material por unidad de superficie resultará:
Ws = W . N
W/10
5´
mín.
1,3 H W/200 a W/4000
Por lo tanto, el remonte del oleaje (wave rup-up) es la cota que alcanza el oleaje al
incidir sobre una estructura respecto el nivel del mar en reposo. Este fenómeno se produce
después de que se origina la rotura de la ola, provocando el movimiento hacia delante de la
masa de agua hasta que la energía de la ola que no ha sido disipada en el proceso de
ruptura se invierte en subir por el talud.-
De manera tal que resulta imprescindible determinar la altura R en función del run-up
(Figura Nº IX.30), el cual depende tanto de las características de las olas como el de la obra,
así como de la profundidad al pie de la estructura y la pendiente del lecho marino; aunque
su precisión resulta dificultosa, siendo por lo tanto aconsejable en la medida de las
posibilidades comprobar mediante ensayos físicos a escala (9).-
run-
LADO MAR up
LADO
CONTINENTAL
Ru
FIGURA Nº IX.30
R u = H 1/3 . 0,7
R 2% = 0,45 . ξ 1/3
H 1/3
Donde en este caso R 2% es el nivel del remonte excedido un 2%; y ξ 1/3 = tan. α .-
√ H/L 1/3
A la altura R 2%, debiera sumarse el efecto denominado set-up, que es aquel que se
produce cuando las olas al romper en contacto con el lecho del mar provocan el
incremento del nivel medio del mar, el cual tiene lugar en la zona de rompientes y consiste
en una pendiente ascendente del agua en la dirección hacia el continente, siendo la misma
inferior a la del fondo, con lo que el agua intercepta la superficie del lecho en un punto de
ésta.-
TIPO DE SUPERFICIE fr
Plana, impermeable 1
Losas de hormigón 0,9
Pavimento de bloques de piedra u hormigón 0,85 a 0,9
Cesped sobre arcilla 0,85 a 0,9
Pedregullo 0,8
Piedras acomodadas 0,75 a 0,8
Piedras lanzadas 0,6 a 0,65
Rip-rap 0,5 a 0,6
Tetrapodos 0,5
FIGURA Nº IX31
Cuando las alturas del oleaje incidente alcanzan valores muy importantes, como
suele ocurrir durante las tormentas, el set-up puede adquirir valores que aumentan la
probabilidad de rebase de una obra de abrigo.-
Existen algunas ecuaciones para predecir el valor de la máxima elevación del set-up,
y que dependen esencialmente de las condiciones del oleaje y de la pendiente media del
lecho del mar.-
Rt 2% = η máx. + R 2%
En algunas circunstancias el arrastre de arena por parte de las olas que superan el
coronamiento de las obras de abrigo de talud tendido, con la capacidad de producir
importantes depósitos en las áreas protegidas, también es un factor que puede inducir a
una mayor elevación del coronamiento.-
A diferencia de las obras de abrigo de talud tendido, las olas chocan directamente
sobre el paramento vertical, de manera tal que parte de la energía es absorbida como
solicitación horizontal y otra cantidad es reflejada al mar, razón por la cual estas obras
también son identificadas como diques reflejantes.-
Es por ello que una de las características esenciales son los pesos con las cuales se
diseñan, ya que de esa manera reaccionan para no ser desplazadas o volcadas ante acciones
extremas del mar.-
Para lograr la merma de tales derivaciones, también suelen utilizarse cajones con
paramentos perforados o con aberturas que permiten el ingreso parcial de las aguas a
cámaras disipadoras de la energía, siendo múltiples los diseños y las patentes, algunos de
cuyos casos se presentan en las Fotografías Nº IX.42 y Nº IX.43. Dichas aberturas o
perforaciones se efectúan solamente en la parte superior, según la altura de las olas que
actuarán sobre el paramento,-
FOTOGRAFÍA Nº IX.42
Cámaras curvilíneas perforadas en la parte superior a modo de ventanas
Puerto de Tanger (Marruecos)
FOTOGRAFÍA Nº IX.43
Vista esquemática del dique antirreflejante de cámara cilíndrica
del Puerto de Nagashima (Japón)
Como se verá más adelante, las formas y dimensiones de las obras de abrigo de
paramento vertical se obtienen por sucesivas interacciones, hasta lograr aquella que más se
ajustaría a las condiciones prevalecientes.-
0,75 H
1,2 a
1,5 H
0,5 H nivel máx.
H
nivel mín.
H
0,15 H
a ≥ 0,8 d
d ≥ 1,5 H
según (9)
FIGURA Nº IX.32
Para la elaboración del proyecto de una obra de abrigo de paramento vertical, los
datos necesarios corresponden a:
a.- El nivel de protección que se desea alcanza en los espacios internos del puerto,
de acuerdo a los criterios sustentados en el ítem X.2.- Movimientos admisibles de
las embarcaciones;
d.- Los niveles del mar en condiciones de reposo, teniendo en cuenta las acciones
de las mareas y otros factores que puedan ser determinantes en los sectores en
evaluación;
K r =H r´ / H i´
siendo:
- Hr ´: altura de la ola reflejada
- Hi´: altura de la ola incidente
De manera tal que si la ola reflejada fuese igual al de la ola incidente, el coeficiente
de reflexión será igual a 1. En estas condiciones, como las características de la olas
reflejadas se pueden considerar aproximadamente iguales a las incidentes (cuestión que
depende de un conjunto de factores, entre ellos la conformación del paramento vertical
como acontece con los ejemplos de las Fotografía Nº IX.42 y Nº IX.43), suele producirse
olas de igual longitud y período que las incidentes, pero del doble de altura si se consideran
las condiciones en los puntos de paso de la cresta de uno y el seno del otro(Figura Nº
IX.33).-
Hi´
2 H´
Hr´
OLA INCIDENTE
OLA REFLEJADA
según (9)
FIGURA Nº IX.33
Obtenida la solicitación horizontal (en nuestro caso por el método de Sainflou), tal
cual fuera mencionado, la estructura predimendionada debe ser verificada en cuanto a si
responde a las condiciones de estabilidad con la aplicación de los coeficientes de seguridad
que correspondan; siendo las comprobaciones sobre la base de establecer los posibles
deslizamientos y volcamientos (Figura Nº IX.34).-
SOLICITACIÓN
HORIZONTAL (Fh)
MOMENTO DE
VOLCAMIENTO
Fh
Fv
Como se puede observar en la Figura Nº IX.34, la fuerza que actúa sobre la base F b
surge de la acción del peso propio de la estructura F v y de la solicitación horizontal F h.-
Estructuras como las que se muestran en las Fotografías Nº IX.43 y Nº IX.44 permiten
también resolver los efectos de tales factores.-
Existen diversos métodos para el cálculo de las obras de abrigo de paramento vertical,
cuyos resultados han sido verificados a través del análisis del comportamiento de las
múltiples estructuras construidas en diversas partes del mundo.-
d >2
H 1/3
Otra de las hipótesis surge de la expresión anterior, en la cual Sainflou adopta como
parámetro de diseño la altura de ola significativa.-
- Para el límite de trabajo: H 1/10 y ζ – Expresando H 1/10 el promedio del décimo de olas
más altas que sobrepasan el nivel de aguas quietas y que solamente pueden ser
excedidas en un período de recurrencia igual a ζ.-
nivel de reposo
HD
S1 S1
h0 ´
S2 HD
´
h 0 = π . H D´ 2 .cos (h . 2πd)
L L
en la cual:
- L : longitud de la ola
sobre una misma línea se suman las fuerzas de atracción de la luna y el sol, por lo
que se producen las pleamares de mayor valor, y en consecuencia también las
bajamares son inferiores al promedio, a lo cual se denomina como mareas de
sicigias (Figura Nº IX.36).-
Dentro de las mareas de sicigia hay dos con valores máximos, y son las que se
producen en los equinoccios de otoño y primavera, cuando el sol y la luna se
encuentran sobre el ecuador.-
FIGURA Nº IX.36
Alineación de la tierra, la luna y el sol
(Caso conjunción)
p1 = γ . H D´
Cos h . (2 . π . d / L)
p 2 = (p 1 + γ . d) . [ H D´ + h 0 ]
h 0 + H D´+ d
HD
presión
´
p2 hidrostática por
h0
HD aguas en reposo
presión de
d
la ola
p1
γ. p1
d
HD
´
presión
HD h0 hidrostática por
p3
´ aguas en reposo
presión de
d
la ola
p1
γ. p1
d
▪ Por acción de la cresta de las olas, en función del choque que producen las mismas
(Figura Nº IX.37).-
▪ Por acción del seno de las olas, producto del efecto inverso que producen las
mismas al retirarse (Figura Nº IX.38), en cuyo caso, a diferencia de la ocurrencia
anterior, en la parte superior se produce una presión p 3 igual a:
P 3 = γ (H D´ - h 0)
Tal cual se había señalado al principio del presente ítem, inicialmente el método de
Sainflou fue previsto para su aplicación cuando en el paramento vertical actuase una ola
estacionaria.-
Sin embargo es más común que las olas estén sujetas a una rotura al menos parcial,
razón por la cual surge la necesidad de prever tales efectos, agregando un diagrama de
presiones en la cresta identificado como p b = 1,5 . γ . H D, dando como resultado una
distribución como la que se representa en la Figura Nº IX.39. La aplicación sigue siendo
válida siempre y cuando d/H 1/3 < 2.-
nivel de
reposo (NAR)
H D´+h 0
HD
P2
h0 ´
HD
´
p1
pb
según (9) FIGURA Nº IX.39
nivel de
reposo (NAR)
H D´+h 0
p2
p1
Para tales condiciones, la fuerza horizontal resultante será igual a (9) (Figura Nº
IX.37):
Fh = F1 + F2
F 1 = P 2 . H D´+ h 0
2
F2 = P1 + P2 . d
2
Mv = M1 + M2
M1 = F1 . [ d + H + h0 ]
3
M2 = d2 . [ p2 + p1 ]
3 2
En la primer hipótesis a, se adopta una subpresión igual a cero, ya que se estima que
la obra de abrigo se encontraría totalmente sumergida en las situaciones críticas, por lo que
el peso propio de la estructura por metro lineal es igual a (9):
P v = V . (ɣ estruc. – γ agua )
pu = ɣa . HD
cos h . (2.Π.d/L)
p u =1,25 . ɣ .H D
nivel de
reposo (NAR)
HD F1
ɣ
P2
h0
Fh ɣ´
F2 P
d
t
punto de
giro
Hp
Fs
P1
pu
Mp = P . t
Fs = ½ . p u . b
M s = Fs . 2/3 . b
▪ Equilibrio al deslizamiento
F h ≤ λ d . μ .[P - F s]
▪ Equilibrio al volcamiento
M h ≤ λ v . [M p - M s]
Nv = P - Fs
M = P . s - [F h . h + F s . r]
s
Fh
Fs r
1,0
b
a
-
σ2
Tensiones de signo +σ 1
contrario
a/3
según (9)
FIGURA Nº IX.42
S W b b2
De acuerdo al diseño estructural y a la acción de las solicitaciones, en algunas
circunstancias puede ocurrir que las tensiones σ 1 y σ2 tengan signos diferentes (Figura Nº
IX.42), lo cual implica un diagrama cruzado y, obviamente, la fusión entre la estructura y la
base de asiento no puede absorber esfuerzos de tracción; razón por la cual la aplicación de
las solicitaciones se transforman en (Figura Nº IX.42):
e = M
N
σ1 = 2 . N
a
Como por razones de equilibrio la resultante de las tensiones y N deben ser iguales y
además actuar en la misma recta de acción, se obtiene la condición (9):
a/3 = b/2 – e
a.- Superficies planas que se vinculan al pie frontal de la estructura, en cuyo caso
los correspondientes análisis se fundamentan en la fricción interna de los materiales que
conforman la base de asiento, debiéndose analizar varios planos hasta determinar aquel
que ofrezca la menor resistencia, con el cual se establece el coeficiente de seguridad (Figura
Nº IX.43).-
DESLIZAMIENTO EN SUPERFICIES
PLANAS
I
II
DESLIZAMIENTO EN SUPERFICIES
CURVAS
II
según (9)
FIGURA Nº IX.43
Para llevar a cabo los correspondientes cálculos, se utilizan las metodologías que
surgen de la aplicación de los principios de la mecánica de suelos y fundaciones.-
Es por ello que un Plan de Ejecución de las obras de abrigo debe contener toda la
información necesaria para ejecutar cada una de las partes de forma adecuada y en el plazo
requerido.-
A tal efecto, el Comitente suele exigir que su elaboración por parte del Contratista se
componga como mínimo de los siguientes documentos:
- Memoria constructiva
- Asignación de medios
- Programa de trabajos
- Procedimientos de ejecución
- Sistemas de seguimiento y control
La memoria constructiva debe explicar cómo se van a ejecutar las obras y debe
constar de los siguientes apartados:
El PLAN DE EJECUCIÓN debe considerar todas las actividades que afectan o forman
parte de la obra. Entre las actividades que se pueden presentar en estos tipos de obras, se
destacan:
Contractuales:
Licencias:
Permisos:
El Plan de Seguridad y Salud tiene que estar aprobado antes de la apertura de los frentes de trabajo,
por lo que condiciona de forma absoluta la ejecución de la obra. Además, si se modifica alguno de
los procesos constructivos previstos en el Proyecto de la Obra, es necesario proceder a la adaptación
de los diferentes planes, redactándolos de nuevo y sometiéndolos a aprobación.-
b.2.- Instalaciones
- Disponibilidad de terrenos.-
- Superficies necesarias para el montaje de instalaciones, acopio de materiales,
adecuaciones de los accesos y otras demandas de espaciod que no estén incluidas
entre las que el Comitente facilita al Constructor.-
- Instalaciones de agua, energía, saneamiento y comunicaciones.-
- Instalaciones de oficinas, talleres, almacenes, vestuarios, comedores, etc.-
- Apertura de préstamos y canteras.-
- Preparación de zonas destinadas a vertederos.-
- Construcción de muelles auxiliares, cargaderos (Fotografía Nª IX.17), obras de
abrigo provisionales y puerto auxiliar.-
- Construcción de encofrados de bloques, hormigón sumergido, viga cantil, espaldón, etc.-
- Taller de elaboración de armaduras.-
- Equipos de dragado. A veces es necesario modificar alguno de los elementos de las dragas para
adaptarlos a los trabajos que se van a realizar. Por ejemplo, puede ser necesario variar la
longitud de la escala o tubos de las dragas de succión, sustituir los cangilones en las dragas con
tales equipamientos, transportar e instalar la tubería en las dragas de cortador, etc.-
- Gánguiles para transporte y vertido de materiales.-
- Grúas flotantes y cabrias.-
- Cajoneros (Fotografía Nº IX.44). Además de la movilización y del montaje del
cajonero (Fotografía Nº IX.45), se debe tener en cuenta la implantación de las
instalaciones auxiliares.-
- Equipos para enrasar.-
- Grúas terrestres. En ocasiones son de gran porte y requieren elementos
específicos de izado que tienen que ser diseñados y construidos al efecto.-
FOTOGRAFÍA Nº IX.44
Cajonero para la construcción de cajones flotantes
b.4.- Contrataciones
FOTOGRAFÍA Nº IX.45
Remolcador en situación de transporte de cajones flotantes
- Consolidación de rellenos.-
- Adquisición de resistencia de los hormigones.-
El montaje de las instalaciones puede llegar a presentar tanta dificultad como la misma obra y, de
forma particular, en aquellas obras de mucha envergadura como es el caso de:
Se debe tener en cuenta que las cantidades de obra que se ejecutarán pueden ser
distintas de las que figuran en los computos del Proyecto, dependiendo fundamentalmente
de la forma que se ha definido el precio de la unidad.-
A cada una de las actividades se le asigna una cantidad de recursos económicos que
permite realizar los trabajos encomendados.-
- Mano de obra
- Maquinaria
- Materiales
- Instalaciones
- Subcontratos
- Varios
Una vez dimensionados los equipos de producción por los recursos asignados
deberán estimarse, para cada actividad, los correspondientes rendimientos, debiendo
tenerse en consideración los condicionantes que pudieran haber. Además, se tendrá que
determinar la duración de las actividades una vez conocidas las cantidades de obra a
ejecutar por cada uno de los equipos.-
ANTECEDENTES BIBLIOGRÁFICOS
(2) CARREIRO POUSADA, Manuela – Sobre la respuesta estática de suelos finos blandos bajo
diques verticales – Universidad Politécnica de Madrid - 2007
(3) CHAPAPRÍA, Vicent Esteban – Obras marítimas – Editorial Universidad Politécnica de Valencia –
España - 2004
(4) COPEIRO DEL VILLAR MARTINEZ, Enrique – GARCÍA CAMPOS, Miguel Ángel – Diques de
escollera: elementos del cálculo resistente y de la estimación del oleaje – Diz Santos Ediciones
– España – 2008
(5) MACIÑEIRA, Alonso – La estabilidad de los morros en los diques en talud – Universidad de la
Coruña – España – 2004
(7) ROMANOVSKY, V. – Física del océano – Ediciones Martinez Roca, S. A. – Barcelona - 1968
(10)UNCTAD (Naciones Unidas) - Desarrollo portuario - Manual de planificación para los países en
desarrollo - Nueva York – 1984
(11) VALLECANTOS, Vicente Negro – Diseño de diques rompeolas – Librería de Ingeniería y Arte –
España -2012