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Expediente 133-2011 1

APELACIÓN DE SENTENCIA DE AMPARO

EXPEDIENTE 133-2011
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, trece de octubre de dos mil once.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de cuatro de
noviembre de dos mil diez, dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo
y Antejuicio, en la acción constitucional promovida por el Estado de Guatemala, por
medio de la abogada de la Procuraduría General de la Nación, Karla Mariela Martínez
Marroquín, contra la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión
Social. El postulante actuó con el patrocinio de la abogada mencionada. Es ponente en
este caso la Magistrada Vocal IV, Gloria Patricia Porras Escobar, quien expresa el parecer
de este Tribunal.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el quince de julio de dos mil diez, en la
Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio. B) Acto reclamado:
sentencia de veinte de abril de dos mil diez, dictada por la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, que revocó la emitida el treinta de noviembre
de dos mil nueve, por el Juez Décimo Tercero de Trabajo y Previsión Social de la Primera
Zona Económica, que declaró sin lugar la demanda ordinaria laboral de reinstalación y
pago de prestaciones, promovida por María Raquel Soto Arias contra el postulante. C)
Violaciones que denuncia: al derecho de defensa y a los principios jurídicos de
legalidad y debido proceso. D) Hechos que motivan el amparo: lo expuesto por el
postulante se resume: D.1) Producción del acto reclamado: a) en el Juzgado Décimo
Tercero de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica, María Raquel Soto
Arias promovió juicio ordinario laboral de reinstalación y pago de prestaciones contra el
amparista, manifestando que fue destituida injustificadamente y encontrándose en
período de lactancia, del cargo que desempeñaba como asistente jurídico del despacho
superior de la Dirección General de Aeronáutica Civil; b) el treinta de noviembre de dos
mil nueve, el Juez de Primera Instancia declaró sin lugar la demanda y absolvió al Estado
de las pretensiones de la demandante, argumentando que: b.1) no obstante haberse
suscrito contratos administrativos de servicios técnicos, bajo el renglón presupuestario
cero veintinueve (029), se dieron los elementos necesarios para la existencia de una
relación laboral entre la actora y el demandado; sin embargo, a la fecha en que la misma
alega que fue destituida, la relación mencionada había finalizado, por haberse rescindido
previamente y de mutuo acuerdo el contrato respectivo; b.2) a partir del uno de febrero
de dos mil ocho, la trabajadora inició una nueva relación laboral con la Organización de
Aviación Civil Internacional, cuyo plazo vencía el veintiuno de junio del mismo año, con lo
cual se confirmó el hecho que, al momento en que alega que fue destituida (veintidós de
mayo del año indicado), no existía relación alguna con el demandado; y b.3) la actora no
cumplió con dar el aviso respectivo a su nuevo patrono, en relación a su estado (de
conformidad con lo establecido en el artículo 151, inciso d) del Código de Trabajo), por lo
que no era procedente su reinstalación; y c) la demandante apeló, y la Sala recurrida al
resolver revocó la sentencia impugnada -acto reclamado- y declaró: c.1) con lugar la
reinstalación solicitada; c.2) condenó al Estado al pago de los salarios dejados de percibir,
desde la fecha del despido correspondiente, y de los daños y perjuicios ocasionados; y
c.3) lo absolvió del pago de las demás prestaciones reclamadas. D.2) Agravios que se
reprochan al acto reclamado: denuncia el postulante que la autoridad impugnada, al
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dictar el acto reclamado, le produjo agravio porque no tomó en cuenta que: a) la


demandante suscribió un contrato de servicios técnicos, bajo el renglón presupuestario
cero veintinueve (029), omitiendo analizar la verdadera naturaleza de ese tipo de
contratos, los cuales son de carácter temporal, por lo que en el presente caso
simplemente se dio una finalización o rescisión del contrato relacionado, sin que exista
responsabilidad alguna para el amparista; b) no existió una relación de carácter laboral,
ya que la actora no gozaba de la calidad de servidor público, la remuneración recibida era
en concepto de honorarios y la actividad desempeñada era temporal, por lo que no le
asiste el derecho a ser reinstalada; c) a la fecha en que la trabajadora alega que finalizó
su relación laboral (veintidós de mayo de dos mil ocho), no existía vínculo jurídico con el
postulante, ya que el contrato respectivo suscrito con la entidad nominadora, se rescindió
de mutuo acuerdo a partir del uno de noviembre de dos mil siete, según consta en la
resolución trescientos dos - dos mil siete, del treinta y uno de octubre del mismo año; y
d) el último contrato de la trabajadora, no fue suscrito con la Dirección General de
Aeronáutica Civil, sino con la Organización de Aviación Civil Internacional del Proyecto
GUA cero cinco / ochocientos uno (GUA 05/801), según consta en el Acuerdo de Servicios
Especiales “C” puesto número trece punto doscientos noventa y uno (13.291), con la cual
pactó un contrato de servicios técnicos, con vigencia del uno de febrero al treinta de abril
de dos mil ocho, por lo que no hubo continuidad con relación a los contratos
administrativos previamente suscritos, para que con base en ello se argumente la
existencia de una relación laboral y, por lo mismo, la demandante no goza de la
estabilidad absoluta que establece el artículo 151 inciso c), del Código de Trabajo. D.3)
Pretensión: solicitó que se otorgue el amparo promovido y, como consecuencia, se deje
sin efecto el acto reclamado y se le restituyan los derechos violados. E) Uso de
recursos: ninguno. F) Casos de procedencia: invocó los contenidos en los incisos a),
b), c), d) y h) del artículo 10 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad. G) Leyes violadas: citó los artículos 12 y 154 de la Constitución
Política de la República de Guatemala; 3, 18, 25, 78, 84 y 86 del Código de Trabajo; 2 y 4
de la Ley de Servicio Civil; 1, 12 y 17 del Reglamento de la Ley de Servicio Civil; 4 de la
Ley de Salarios de la Administración Pública; 75 de la Ley Orgánica del Presupuesto; 4 de
la Ley del Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal
dos mil nueve; 44, 47, 48, 49, 65 y 69 de la Ley de Contrataciones del Estado; y 1, 3 y 4
de la Ley de Probidad y Responsabilidad de Funcionarios y Empleados Públicos.
II. TRÁMITE DEL AMPARO
A) Amparo provisional: no se otorgó. B) Terceros interesados: a) María Raquel
Soto Arias; b) la Dirección General de Aeronáutica Civil; y c) la Inspección General de
Trabajo. C) Remisión de antecedentes: a) copia certificada parcial del juicio ordinario
laboral mil ochenta y ocho - dos mil ocho - trescientos ochenta y nueve (1088-2008-389),
del Juzgado Décimo Tercero de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica;
y b) copia certificada del expediente de apelación J - setenta y nueve - dos mil diez (J-79-
2010), de la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. D)
Pruebas: se relevó. E) Sentencia de primer grado: la Corte Suprema de Justicia,
Cámara de Amparo y Antejuicio, consideró: “…La Corte de Constitucionalidad dentro del
expediente cuarenta guión dos mil siete, en sentencia de fecha siete de agosto de dos mil
siete, señalo: „En el mismo sentido que la norma internacional se pronuncia el Código de
Trabajo, que en su artículo 151, inciso c) preceptúa: „Se prohíbe a los patronos (…) c)
Despedir a las trabajadoras que estuvieren en estado de embarazo o período de
lactancia, quienes gozan de inamovilidad…Como se puede advertir, la normativa descrita
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precedentemente ha establecido una protección especial para aquellas trabajadoras que


se encuentran embarazadas o en período de lactancia. Por ende, aparte de la prohibición
que tiene el empleador de despedir a las trabajadoras embarazadas o en período de
lactancia – salvo el caso de la comisión de una falta grave, respecto de los deberes
originados en el contrato de trabajo, según los artículos 151 y 77 del Código de Trabajo-,
también se le otorgó el derecho a toda aquella mujer que es despedida en contra de lo
regulado en el artículo 151 mencionado, a ser reinstalada en el puesto que desempeñaba,
con el pleno goce de todos sus derechos, limitando, así, el régimen de libre despido pues
aunque la trabajadora incurriese en una falta grave, el patrono, debe obligatoriamente
gestionar su despido ante los Tribunales de Trabajo. Esta Corte destaca que la regulación
especial del Código de Trabajo, busca la tutela directa de la mujer en su condición de
madre; estableciéndose, por ello, la prohibición de ser despedida, salvo que sea por
causa justificada. De esa manera, lo que la norma, pretende es impedir la discriminación
de la mujer, sólo por su condición de embarazada o por estar en período de lactancia.
Entonces, debe quedar claro que tal protección se estableció para evitar la discriminación;
por lo que ello no obsta para que la relación de trabajo puede concluirse debido a la
comisión de una falta grave por parte de la trabajadora o bien por cualquier otro motivo
objetivo y legítimo que imposibilite la continuación del contrato; porque, claro está, no se
trataría entonces de un acto discriminatorio. De esa manera, queda prohibida la
discriminación de la mujer por el hecho del embarazo o de la lactancia, pero la normativa
no garantiza una inamovilidad absoluta…‟La cita hecha por la autoridad impugnada en la
sentencia de segundo grado es congruente con los principios generales del derecho del
trabajo, así lo señaló la Corte de Constitucionalidad en la sentencia dictada el veinticinco
de marzo del dos mil nueve dentro del expediente doscientos veintiocho guión dos mil
nueve donde declaró: „… Su finalidad es proteger la dignidad del trabajador y proyectar
su eficacia, tanto al iniciarse el vínculo laboral, como durante su desarrollo y al momento
de su extinción. Sirven también como una especie de filtro para la aplicación de normas
ajenas al derecho del Trabajo. (Julio Armando Grisolía, „Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social‟, Decimoprimera Edición ampliada y actualizada, Lexis Nexis, 2005,
Buenos Aires, Argentina.) Entre los principios mencionados, en el derecho guatemalteco
se encuentra el de realidad o primacía de la realidad como se conoce en otros países, el
cual se encuentra reconocido en el inciso d), cuarto considerando, del Código de Trabajo.
Este principio otorga prioridad a los hechos, es decir, a lo que efectivamente ha ocurrido
en la realidad, sobre las formas o apariencias o lo que las partes han convenido. El
contrato de trabajo es un „contrato realidad‟, que prescinde de las formas para hacer
prevalecer lo que efectivamente sucede o sucedió. Por lo tanto, a diferencia de lo que
ocurre en el derecho civil, que le da especial relevancia a lo pactado por las partes (a
quienes entiende libres para disponer de sus derechos), en el derecho del trabajo, en
caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de documentos
suscritos por las partes o acuerdos celebrados entre ellos (lo que se pactó o documentó),
se debe dar preferencia a los hechos. En aplicación de este principio, el juez debe
desentrañar las verdaderas características de la relación que unió a las partes, por sobre
los aspectos formales de la misma…‟, el artículo 19 del Código de Trabajo establece:
„…Para que el contrato individual de trabajo exista y se perfeccione, basta con que se
inicie la relación de trabajo, que es el hecho mismo de la prestación de los servicios o de
la ejecución de la obra...‟. En el mismo sentido de las resoluciones citadas por el máximo
tribunal en materia Constitucional, es necesario citar lo plasmado en los artículos 106 de
la Constitución Política de la República y 12 del Código de Trabajo, los cuales determinan:
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„…serán nulas ipso jure y no obligarán a los trabajadores, aunque se expresen en un


contrato colectivo o individual de trabajo, en un convenio o en otro documento, las
estipulaciones que impliquen renuncia, disminución, tergiversación o limitación de los
derechos reconocidos a favor de los trabajadores en la Constitución, en la ley, en los
tratados internacionales ratificados por Guatemala, en los reglamentos u otras
disposiciones relativas al trabajo‟. En virtud de lo anterior, se desprende que cuando la
autoridad impugnada resolvió que era procedente la reinstalación y el pago de las
prestaciones por el tiempo dejado de laborar, actuó conforme a Derecho, en
consecuencia, no provocó el agravio denunciado por el postulante. Lo anteriormente
señalado evidencia la inexistencia de agravio al accionante, que deba ser reparado por
esta vía, razón por la cual, el amparo planteado deviene improcedente y debe denegarse.
Entrar a conocer el fondo del asunto, como se pide implicaría sustituir a la autoridad
impugnada en el ámbito de su competencia, interviniendo en las funciones que
corresponden con exclusividad a la justicia ordinaria y no a un tribunal del orden
constitucional. Por tales razones el amparo interpuesto deviene improcedente, tal como
se declarará al hacerse los demás pronunciamiento de ley, sin hacerse especial condena
en costas al postulante, ni imponerse la multa a la abogada patrocinante por haber
actuado en representación y defensa de intereses del Estado (…)”. Y resolvió: “… a)
Deniega, por falta de agravio, el amparo planteado por el Estado de Guatemala, a través
de la Procuraduría General de la Nación; b) no se condena en costas al postulante, ni se
impone a la abogada patrocinante multa alguna por actuar en defensa de interés del
Estado; …”.
III. APELACIÓN
El amparista apeló y señaló que del contenido del contrato suscrito con la Organización
de Aviación Civil Internacional, se establece que para la ejecución del mismo, la
demandante recibía órdenes del Coordinador Internacional del Proyecto correspondiente,
y que el hecho que dicho ente decidiera que la actora prestara sus servicios en la
Dirección General de Aeronáutica Civil, no implica vínculo o nexo que genere obligación
alguna a cargo del Estado de Guatemala. Además, indicó que la actora no fue designada
por ninguna autoridad competente del amparista, para prestar sus servicios en la
Dirección relacionada, y que no recibió ningún tipo de salario que estuviera contemplado
en el presupuesto de ingresos y egresos de la Nación, por lo que quedó demostrado que
la demandante no era una servidora pública, y que el postulante no era su patrono, lo
cual imposibilita cumplir con la orden de reinstalación decretada, al no existir un puesto
de trabajo para el efecto. Solicitó que se tenga por interpuesto y se otorgue el recurso de
apelación relacionado.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) El postulante reiteró los argumentos del escrito inicial de amparo, especialmente lo
relativo a que en la fecha en que la trabajadora alega que fue destituida, no existía
vínculo jurídico con el Estado de Guatemala, lo cual resulta evidente al verificar el plazo
del nuevo contrato de servicios técnicos que suscribió con la Organización de Aviación
Civil Internacional del Proyecto GUA cero cinco / ochocientos uno (GUA 05/801). Solicitó
que se declare con lugar el recurso de apelación respectivo y, como consecuencia, se
revoque la sentencia impugnada y se otorgue la protección constitucional promovida. B)
La Dirección General de Aeronáutica Civil, tercera interesada, se limitó a indicar
que se adhería a los argumentos expuestos por el amparista. Solicitó que se declare con
lugar el recurso de apelación interpuesto. C) La autoridad impugnada, María Raquel
Soto Arias y la Inspección General de Trabajo, terceras interesadas, no
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alegaron. Y D) El Ministerio Público manifestó que comparte el criterio del Tribunal de


Amparo de primera instancia, porque la autoridad impugnada actuó de conformidad con
las facultades legales que le confiere el artículo 372 del Código de Trabajo. Además,
indicó que la pretensión del postulante es convertir el proceso de amparo en una tercera
instancia que revise lo resuelto por la jurisdicción ordinaria, lo cual está prohibido por la
ley. Solicitó que se declare sin lugar el recurso de apelación interpuesto y, como
consecuencia, se confirme la sentencia impugnada.
CONSIDERANDO
-I-
El agravio es un elemento esencial para la procedencia del amparo y, sin su
concurrencia, no es posible el otorgamiento de la protección que la mencionada acción
conlleva, sobre todo cuando la autoridad impugnada, al momento de emitir el acto que se
denuncia como agraviante, ha actuado en el ejercicio de sus atribuciones y funciones
reconocidas por la ley, lo que no conlleva violación de alguno de los derechos
fundamentales garantizados por la Constitución Política de la República, los tratados
internacionales y las leyes.
-II-
En el presente caso, el Tribunal a quo denegó el proceso de amparo promovido,
aduciendo que la autoridad impugnada actuó de conformidad con las facultades que le
confiere la ley, y aplicó el criterio sostenido por esta Corte en relación al principio de la
primacía de la realidad en materia laboral.
Al efectuar el análisis de las constancias procesales, este Tribunal considera que la
autoridad impugnada, al emitir la resolución que por esta vía se enjuicia, no ocasionó
agravio alguno al amparista, ya que luego de analizar los autos y los argumentos
expuestos, estimó de manera correcta que: a) en el presente caso, con base en el
principio de primacía de la realidad, se estableció la existencia de una relación laboral
entre la trabajadora y el amparista, ya que sin importar la denominación que se la haya
dado al contrato respectivo, se cumplió con los cinco elementos indispensables para la
existencia de una relación de esa naturaleza, los cuales son: un vínculo económico-
jurídico, la prestación personal del servicio, dependencia, dirección y retribución; y b) al
analizar la prueba documental aportada al proceso, se determinó que existió continuidad
en la relación de trabajo, puesto que la misma no fue para un plazo determinado, sino
que se renovaba anualmente, por lo que revocó el fallo de primera instancia y ordenó la
reinstalación de la trabajadora, al concluir que al momento de su despido gozaba de la
protección establecida en la ley, por encontrarse en período de lactancia.
Finalmente, en cuanto al argumento del postulante en relación a que no existía
vínculo jurídico con el Estado de Guatemala, en la fecha en que la demandante alega que
fue destituida, por el hecho de haber suscrito un nuevo contrato de servicios técnicos con
la Organización de Aviación Civil Internacional, esta Corte estima que, tal y como
consideró la autoridad impugnada, con la prueba documental aportada al proceso, entre
la que se encuentra el oficio de veintiuno de mayo de dos mil ocho, emitido por el
Director General de Aeronáutica Civil y dirigido a la encargada de personal del Proyecto
OACI (que obra a folio 36 del antecedente de primera instancia, y que no fue redargüido
de nulidad o falsead por el amparista), quedó establecida la continuidad de la relación
laboral y la rescisión del contrato de la trabajadora, por convenir a los intereses de la
entidad patronal, a partir del veintidós de mayo de dos mil ocho, por lo que la
demandante gozaba del derecho de inamovilidad que establece el artículo 151 inciso c),
del Código de Trabajo, por encontrarse en período de lactancia (situación que no fue
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objetada ni impugnada por el solicitante), y por lo mismo su relación de trabajo no podía


darse por terminada sin contar previamente con la autorización judicial respectiva.
Los motivos señalados ponen de manifiesto la inexistencia de agravio que haya
lesionado derechos y garantías constitucionales del solicitante, razón por la cual el
amparo planteado deviene improcedente y, siendo que el tribunal de primer grado
resolvió en igual sentido, procede confirmar la sentencia apelada, pero por las razones
aquí consideradas.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265, 268 y 272, inciso c), de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 1º., 5º., 6º., 8º., 60, 61, 62, 63, 64, 66, 67, 149, 163, inciso c),
y 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad y 17 del Acuerdo
4-89 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas, al
resolver declara: I) Sin lugar el recurso de apelación y, en consecuencia, confirma la
sentencia venida en grado. II) Notifíquese y, con certificación de lo resuelto, devuélvanse
las piezas de amparo de primer grado.

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE


PRESIDENTE

MAURO RODERICO CHACÓN CORADO HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA


MAGISTRADO MAGISTRADO

ROBERTO MOLINA BARRETO GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR


MAGISTRADO MAGISTRADA

JUAN CARLOS MEDINA SALAS CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES


MAGISTRADO MAGISTRADA

MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ


SECRETARIO GENERAL

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