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*E-mail: hbiberpo@gmail.com
| Cátedra Villarreal | lima, perú | V. 1 | No. 2 | 189 - 193 | julio-diciembre | 2013 | issn 2310-4767 189
Arquitectura contemporánea en el Perú
mismo nombre por varios distritos para hacer “boom” de la anchoveta. De igual manera, po-
más interesante la búsqueda de una calle o demos explicarnos el despliegue de Petroperú
avenida y no caer en lo monótono. en su edificio, planteado en la necesidad de re-
afirmar la recuperación de los yacimientos de
No sé quiénes recuerdan cómo era antes de petroleros del norte y la nacionalización del pe-
que se convirtiera en el muestrario de edificios tróleo. Veamos entonces como en la obra arqui-
que es en la actualidad dicha avenida. Todas tectónica se puede a través de sus realizaciones,
eran residencias de máximo dos pisos con a reafirmar objetivos que se sintetizan en símbo-
veces un altillo, jardines, cercos vivos, etc. y los permanentes ante los usuarios. Si vamos al
lógicamente desiguales pero armónicas. Hoy campo de lo privado, no es otra cosa el desplie-
los edificios tienen cada uno su altura, sin re- gue necesario en los edificios bancarios, al igual
lación alguna con el vecino de al lado o del que las compañías de seguros, etc.
frente, amén de otros “pecadillos”, lo cual se
traduce en un caos formal. Inclusive en el aspecto deportivo, recrea-
cional, etc., se puede apreciar que el aspecto
Sigamos desplazándonos y veamos el Cen- formal responde igualmente a ese carácter
tro Comercial Saga de San Isidro, cuyo espacio necesariamente expresado para ser entendido
urbano de tres pisos correspondía al antiguo como el mensaje a la sociedad a que pertene-
edificio de Sears, cuya altura guardaba ar- ce. Si aún existiese alguna duda al respecto,
monía con todo el resto. Hoy aparecen torres tomaríamos como ejemplo a los edificios de
como si hubieran sido desparramadas aquí y carácter religioso, los cuales habrán logrado
allá, sin orden ni conciliábulo… ¿Es qué la for- su cometido en la medida de que al observar-
ma de un obra es solo el edificio en sí? ¿Acaso los se nos transporte espiritualmente según la
se ve solo el edificio o su contorno-entorno? creencia de cada cual.
Bajo este punto de vista, apreciamos que nues-
tra arquitectura contemporánea es marcada- Resumiendo, tengamos presente al referir-
mente individualista, pero no denominamos nos al aspecto formal, que es el que más apre-
de “tendencia socialista”… cia el observador-usuario, que la envolvente
no solo debe expresar lo envuelto (contenido)
Hay otro aspecto de este enfoque sobre lo sino que debe “comunicar” el mensaje que el
formal que considero interesante y que sí creo propio edificio en su origen, desea transmitir
que se cumple bastante acertadamente, por lo al observador (contexto) y del resultado de la
menos en muchos casos, sino en todos y es en lectura de ese mensaje, o sea, la interpretación
cuanto a lo que podríamos denominar el “ca- que haga de lo que dicha envolvente le exprese
rácter” de la obra. Por ejemplo, es posible que y de ese resultado comprobatorio, resultará el
se critique la construcción del Ministerio de éxito y logro del creador.
Pesquería (hoy Museo de la Nación), en cuan-
to a que siendo un país sin grandes recursos se Concordamos con lo expresado por el ar-
debería hacer un edificio menos ostentoso y quitecto Luis Miró Quesada Garland, la arqui-
costoso, así como que refleja nuestra realidad y tectura teóricamente es la disciplina abocada
sea expresión del ideal socialista tan preconiza- a definir, organizar y formalizar espacios con
do. A ello, con las reservas del caso, se podría destinos y finalidades. (Miró Quesada, 2000)
contestar que todo edificio público pretende
expresar obligatoriamente la necesidad de im- Es por ello que también se puede hablar de
primir un “carácter” que podríamos definir la arquitectura como instrumento de poder y
como la “expresión del poder” y la reafirmación opresión, o de democracia y libertad.
de un principio enunciado dentro de la política
de un gobierno…Recuérdese que se acababan En cuanto al tercer aspecto, los estructura-
de estatizar las pesqueras y se estaba en pleno les, que pueden orientarse, ya sea hacia la téc-
nica constructiva o hacia lo organizativo o so- será esta por cuanto es su reflejo y no es ni
cial, podemos apreciar que ello se cumple con será jamás un producto aislado o impersonal.
acierto en algunos casos, siendo recientemen- Responsabilizar a los arquitectos como únicos
te en mayor grado, quizás porque nuestra téc- autores, es olvidarse que ellos también forman
nica constructiva ha mejorado enormemente parte de la misma sociedad que los usuarios y
en estos últimos años. que quizás, están más sometidos aún que mu-
chos otros, a las presiones que determinan las
En lo organizativo o social, se aprecia esa soluciones arquitectónicas existentes.
diversidad que es la característica de nuestra
tan diversificada estratificación social, a la vez Vemos así como muchas obras de gran
que contradictoria. De todo lo que se ha ex- mérito plástico y formal son obras que en paí-
puesto y que lógicamente, solo se ha enuncia- ses y continentes altamente industrializados y
do tangencialmente, dada la complejidad del tecnificados (Estados Unidos, Japón, Europa,
tema y que no es la intención de plantear en un etc.) serían fiel expresión de una realidad que
solo espacio algo tan profundo y contradicto- en nuestro país no lo es y que se explican en
rio, ¿podemos entonces hablar de arquitectura nuestro medio por la enorme contradicción
contemporánea en nuestro medio? existente entre lo que aspiramos a ser y lo que
somos, entre lo que se nos afirma como expre-
Difícil respuesta para el crítico en arquitec- sión de progreso técnico y material y nuestro
tura por cuanto como hemos visto el problema desarrollo en formación. ¿Y este resultado, es
no es tan sencillo y por lo tanto su respuesta culpa de la arquitectura? NO, la arquitectura,
tampoco lo es. Pero podemos plantear que si de la cual el arquitecto es su intérprete y ex-
aceptamos que la arquitectura es el reflejo de presión de su realidad, solo la reafirma con sus
una época, de la sociedad a la que pertenece y obras, cuales mudos testimonios que en todo
de la situación social imperante, no tenemos caso deberían llevar al usuario a participar en
arquitectura contemporánea nacional porque los proceso de cambio y reafirmación.
en arquitectura, al igual que muchas otras ex-
presiones y situaciones actuales, también esta- En buena cuenta, la arquitectura es el re-
mos en crisis. sultado, no de los arquitectos, quienes solo in-
terpretan los deseo y aspiraciones del usuario,
Nos encontramos entre continuas con- sino justamente de este, llámese cliente priva-
tradicciones y el público o usuario, alienado do, entidad pública, cooperativa, etc.
también por todas las corrientes consumistas,
tradicionalistas o progresistas, ideologías im- Resumiendo criterios de autores como Hé-
portadas que no entiende por no corresponder ctor Velarde, en los que conceptualiza seis fac-
a nuestra realidad, etc., tampoco se encuentra tores principales que actúan en la formación
a sí mismo con autenticidad. Si queremos que de una arquitectura: el geográfico, el climato-
nuestra arquitectura sea auténtica, mientras lógico, el geológico, el religioso, el social y el
nosotros, todos, no lo seamos, tampoco lo histórico. (Velarde, 1946).
Referencias
Miró Quesada, L. (1947). Principios de la agrupación Espacio. Perú: Manifiesto.
Miró Quesada, L. (2000). Introducción a la Teoría del Diseño Arquitectónico. Lima: Universidad
Nacional de Ingeniería.
Velarde, H. (1946). Arquitectura Peruana. México: Fondo de Cultura Económica.