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Historias sobre un rosa amanecer: El movimiento homosexual y la transición


democrática en Chile, 1990-2000

Article · April 2018

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1 author:

Juan Carlos Garrido


University of Chile
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Narrativas de una transición. Discursos, homofobia y violencia de género en el Chile postdictatorial, 1990-2000 View project

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R E V I S TA

Año IV
Número 4
AÑO IV | NÚMERO 4 | OCTUBRE 2017 ISSN 0719-5168

ACCIÓN POLÍTICA

Revista
Antonio Correa DESDE ABAJO

HISTORIA en MOVIMIENTO
Expresiones de lucha de grupos
Carlos Plazas Díaz subalternos en América Latina
Eduardo Garín Abarzúa (ss. XX y XXI)
Eduardo Godoy Sepúlveda
Ivanna Margarucci

Acción Política Desde Abajo: Expresiones de lucha de grupos subalternos en América Latina
Gina Inostroza Retamal
J. Carlos Garrido
Lautaro Losino Demarchi
Natalia Villalba Reichert
Rafael Antonio Rodrigues
Tito Tricot
José Vega Ortega
Ramiro Rodríguez Lincoñir
Pedro Canales Tapia
Cristian Olivares Gatica
Jaime Navarrete Vergara
ISSN 0719-5168
REVISTA
HISTORIA en MOVIMIENTO
Acción política desde abajo: Expresiones de lucha de
grupos subalternos en América Latina (ss. XX y XXI)

AÑO IV | NÚMERO 4
PUBLICACIÓN ANUAL | OCTUBRE 2017
Concepción - CHILE

Inscripción Nº
ISSN 0719-5168

DIRECTOR-EDITOR
Cristian Suazo Albornoz

CONSEJO EDITORIAL
Eduardo Fierro Pezo
Yerko Aravena Constanzo
Gonzalo Soto Godoy
José Carvajal Arenas
Ramiro Rodríguez Lincoñir

COMITÉ CONSULTOR
Igor Goicovic Donoso
Pedro Canales Tapia
Sebastián Leiva Flores
Mario Valdés Vera
Pablo Alejandro Pozzi
Tito Tricot Novoa

CONTACTO
historiaenmovimientoconcepcion@gmail.com

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Leticia Zapata Galdames
leticiazapatag@gmail.com

IMPRESIÓN
Dimacofi
Noviembre, 2017
Santiago, Chile
INDICE

7 | PRESENTACIÓN

ARTÍCULOS
15 | El movimiento obrero frente a la educación Chile, 1898-1922
Antonio Correa
30 | Por unas condiciones dignas de trabajo, ¡Estalla la huelga en Acerías Paz
del Río! 1979, Boyacá, Colombia
Carlos Plazas Díaz
46 | Dos sacerdotes franceses en Población La Victoria: André Jarlan y Pierre
Dubois y la No-Violencia activa durante la dictadura militar (1983-1986)
Eduardo Garín Abarzúa
57 | El Centro de Estudios Sociales La Brecha y el internacionalismo ácrata en
el Norte Grande (Chile, 1922-1924)
Eduardo Godoy Sepúlveda | Ivanna Margarucci
70 | “Ser de izquierda”: Socialización política en la construcción de identidades
de izquierda de mujeres militantes del Gran Concepción en la década del 60’
Gina Inostroza Retamal
94 | Historias sobre un rosa amanecer. El movimiento homosexual y la transición
democrática en Chile, 1990-2000
J. Carlos Garrido
109 | El Movimiento Cocalero Boliviano: ¿Un Movimiento en el Poder? Reflexiones
en torno a la categoría de Movimientos Sociales
Lautaro Losino Demarchi
126 | “Salimos el primero de enero para hacernos escuchar”. El movimiento
zapatista en primera persona
Natalia Villalba Reichert
136 | Exterminio o Transformación ¡Matar o Morir! La antropología y el lugar del
indio en la nación mexicana posrevolucionaria
Rafael Antonio Rodrigues
149 | La contra-violencia política mapuche ante la violencia estatal chilena
Tito Tricot
ENSAYOS
166 | La miserable hoja seca arrebatada por el vendaval. Desilusión y resignación
en Los de Abajo, novela de la revolución mexicana, de Mariano Azuela.
José Vega Ortega
180 | Deuda histórica y falsificación. Una respuesta al trabajo de Leonardo León y
su interpretación liberal de la historia mapuche
Ramiro Rodríguez Lincoñir

ENTREVISTA
194 | “Las luchas del pueblo mapuche, sobre todo en los años ochenta, marcan un
hito funfamental”. Reflexiones y proposiciones del historiador Mario Garcés
Pedro Canales Tapia

COMENTARIOS DE LIBROS
210 | La escuela en nuestras manos (2014), Leonora Reyes Jedlicki
Cristian Olivares Gatica
216 | La constituyente revolucionaria. Historia de la fundación del MIR chileno
(2015), Marco Alvarez Vergara
Jaime Navarrete Vergara
HISTORIAS SOBRE UN ROSA
AMANECER
El movimiento homosexual y la transición democrática
en Chile, 1990-20001
J. Carlos Garrido2

E l 2 de marzo del 2012, Daniel Zamudio fue víctima de un ataque propinado por una
agrupación neonazi en Chile, la cual culminó con su fallecimiento. Esta situación se
transformó en el símbolo de la discriminación hacia las personas LGBT en el país,
demostrando la ausencia de una legislación que sancionara la homofobia3. La conmoción
que generó tanto a nivel nacional y mundial, permitió que organizaciones por la diversidad
sexual plantearan la necesidad de políticas focalizadas a detener este tipo situaciones,
surgiendo de esta manera la primera Ley de Antidiscriminación, denominada “Ley Zamudio”,
la cual permite establecer medidas frente a las prácticas discriminatorias, intentando instalar
un mecanismo judicial frente a este tipo de actos4. A pesar de que este logro fue en el año
2012, la situación de los derechos LGBT en Chile se comenzó a plantear desde los años ’90,
principalmente tras la aparición del Movimiento de Liberación Homosexual en el 1992 (Movilh
Histórico)5. Esta organización tuvo como principal objetivo, enfrentar la discriminación que

1 Este artículo corresponde a un capítulo de mi tesis de licenciatura Narrativas de una transición: Discursos, homofobia y vio-
lencia de género en el Chile postdictatorial, 1990-2000¸ realizada en la Escuela de Historia de la Universidad Diego Portales,
y financiado por el proyecto Fondecyt N°1130088. Las entrevistas utilizadas para este artículo (y que formaron parte de mi
investigación de pregrado) fueron realizadas durante el año 2014, y he contado con la autorización de las personas para llevar a
cabo este estudio.
2 Licenciado en Historia, Universidad Diego Portales (Santiago, Chile). Correo: carlosgarridogamboa@gmail.com
3 Las siglas LGBT hacen referencia a Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales. Este término comienza a usarse principalmente
desde los años ’90, pero en los últimos años, se ha incorporado otras siglas como Q (queer), I (intersexual), y la A (asexual). Para
la presente investigación, sólo utilizaremos los términos LGBT para hacer referencia a las personas gays, lesbianas y transexu-
ales.
4 CHILE. Ministerio Secretaría General de Gobierno. 2012. Ley N° 20.609. Código Penal. Ley que establece medidas contra la
discriminación.
5 El Movilh Histórico es la primera agrupación por la diversidad sexual que aparece públicamente en los años ’90. Tras la
división y fraccionamiento del grupo en el año 1997, diversas agrupaciones surgen desde este movimiento social, entre ellas, el
Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS), Acciongay, y el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Mov-

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vivía la población LGBT, pero principalmente, la derogación del artículo N°365 del Código
Penal, el cual penalizaba la sodomía –o la práctica sexual entre hombres- ley que representaba
la criminalización estatal hacia la homosexualidad.
Junto con el surgimiento de agrupaciones por la diversidad sexual como el caso del Movilh
Histórico, también aparecieron las primeras discusiones y debates sobre la homosexualidad
en la esfera pública chilena: en la prensa, televisión, y programas de radio, los activistas
comienzan a hacer referencia al activismo homosexual que nacía en Chile, como también a la
necesidad de una despenalización de la sodomía, la cual, en diversas ocasiones, justificaba las
violencias homofóbicas en el país. Sin embargo, en estos debates sobre la homosexualidad, la
Iglesia Católica también asumió una autoridad moral importante, teniendo un mayor peso en
temáticas sobre género y sexualidades. Principalmente frente al tema de la homosexualidad,
la institucionalidad planteaba un rechazo total hacia la diversidad sexual, al asociarla a un
peligro para la familia –desde una visión cristiana–6. De esta manera, y en pleno contexto
de retorno a la democracia, se situaba a la familia como un elemento importante para una
nación en plena reconstrucción, y también como base de toda sociedad occidental7; por lo
mismo, la homosexualidad, y debates parlamentarios sobre el aborto, el divorcio, y las pastillas
anticonceptivas, entre otros, estarían generando la denominada “crisis de la familia” en Chile,
o también, una “crisis moral”8.
Los discursos eclesiásticos hacia la homosexualidad, también se centró en asociar las prácticas
homosexuales con el pecado de la sodomía, siendo un concepto basado en el relato bíblico
de Sodoma y Gomorra, pero que en el siglo XIX, se interpretó dicha historia como un “castigo
divino” tras la supuesta decadencia moral y existencia de prácticas homosexuales y pederastas
en dichas localidades9. En este mismo siglo, las ciencias crearon imaginarios que se centraron
en una mirada patologizadora y medicalizadora, al categorizar las prácticas no heterosexuales
como desviaciones psicológicas y degeneración sexual, y por lo tanto, situar la homosexualidad
como patología médica10. Con estos discursos científicos y eclesiásticos, los imaginarios sobre la
homosexualidad contribuyeron muchas veces a la criminalización estatal como también desde
la sociedad civil en el siglo XIX y durante el siglo XX. En el caso de Chile, esta criminalización se
reflejó en dos leyes del Código Penal: la ley N°365 de penalización de la sodomía, y la ley N°373
que condena en cualquier modo el pudor, moral y buenas costumbres, ambas publicadas en
el Código Penal desde 1874, y en donde sólo se ha logrado derogar la ley N°365 en 199911.
Frente a este contexto de “crisis moral” que planteaba la Iglesia Católica, junto con los discursos

ilh). Es importante diferenciar el Movilh Histórico del Movilh actual, ya que el actual sfue fundado por una parte de los activistas
del Movilh Histórico (como el caso de Rolando Jiménez), al igual que otras organizaciones como MUMS y Acciongay. Respecto a
la historia del movimiento LGBT en Chile, y sus conflictos desde los años ’90: Robles, Víctor Hugo, Bandera Hueca. Historia del
movimiento homosexual en Chile, Santiago, Editorial ARCIS/Cuarto Propio, 2008.
6 La visión cristiana de “familia”, se basa principalmente en la triada madre-padre-hijo/hija. Brito, Eugenia, “Roles sexuales:
Diversas escenas”. En Grau, Olga, Riet Delsing, Eugenia Brito y Alejandra Farías, Discursos, género y poder. Discursos públicos:
Chile 1978-1993, Santiago, Editorial LOM, 1997.
7 Delsing, Riet, “La familia: el poder del discurso”. En Grau et. al., op. cit.
8 Brito, Eugenia, “El discurso sobre la “crisis moral”. En Grau et. al., op. cit.
9 Hopman, Jan, “La sodomía en la historia de la moral eclesial”. En Olavarría, José y Rodrigo Parrini (eds.), Masculinidad/es.
Identidad, sexualidad y familia. Primer encuentro de estudios sobre masculinidades, Santiago, FLACSO-Chile/Universidad
Academia de Humanismo Cristiano/Red de Masculinidad, 2000.
10 Cornejo, Juan Rolando, “Configuración de la homosexualidad medicalizada en Chile”, Sexualidad, Salud y Sociedad. Revista
Latinoamericana, N°9, diciembre 2011.
11 Actualmente, la penalización de la sodomía sólo se aplica cuando un hombre accediere carnalmente a un menor de edad
(menos de 18 años). Esto es penado con reclusión menor en su grado mínimo a medio.

Acción política desde abajo: Expresiones de lucha de grupos subalternos en América Latina 95
desde las ciencias, y las leyes que criminalizaban la homosexualidad desde el Código Penal,
resulta interesante pensar cómo el Movilh Histórico enfrentó este contexto, y las formas en que
intentó visibilizarse en la esfera pública. A partir de esto, nos preguntamos, ¿De qué manera el
movimiento LGBT en Chile enfrentó estos discursos durante los años ’90? ¿Cuáles fueron los
obstáculos y conflictos que surgen en este movimiento al momento de enfrentar este contexto?
El presente artículo analiza las dificultades que enfrentó el movimiento homosexual en Chile
durante la transición democrática, centrándonos en el caso del Movilh Histórico en Santiago.
Desde nuestra perspectiva, a pesar de que la agrupación planteó una preocupación por la
discriminación hacia la “diversidad sexual”, sus luchas concentradas en la despenalización de
la sodomía, generó que su visión de violencia se focalizara más en la homofobia más que otras
prácticas como la lesbo y transfobia, excluyendo, por lo tanto, la situación de mujeres lesbianas
y transexuales dentro de la agrupación. Las exclusiones y poca visibilización de estos temas,
sería principalmente por la posición conservadora que asume esta organización LGBT frente
a temáticas como el VIH-Sida, o la situación de la población trans y lesbianas. La reticencia
desde el Movilh Histórico hacia estas problemáticas, se puede entender tras los intentos de
este movimiento para alcanzar una mayor visibilización en el espacio público, y poder derogar
la ley de penalización de la sodomía en Chile, existiendo mayores dificultades para tratar la
situación de mujeres lesbianas y transexuales –quienes no eran afectadas directamente por la
penalización de la sodomía–.
Para desarrollar nuestra hipótesis, el análisis se basa en la literatura existente sobre la historia
del Movilh Histórico, como también en el testimonio de ex activistas de dicha organización,
quienes también nos permiten analizar las memorias existentes sobre el movimiento
homosexual en Chile. Paralelo a esto, también usaremos archivos de prensa nacional, como
también prensa LGBT, y así contrastar los diversos discursos que emergieron desde estos
espacios en el Chile de los ’90.

UN ROSA AMANECER EN LOS ’90. EL SURGIMIENTO DEL ACTIVISMO LGBT


EN CHILE
El Movilh Histórico, primer paso hacia la articulación del movimiento LGBT en el país, se creó
en 1991 dentro del taller de Derechos Civiles organizado por la Corporación de Prevención
del Sida, espacio cuyo objetivo fue orientar y ayudar a personas seropositivas, quienes
sufrían constantemente de discriminación laboral, de salud, y social entre otros12. Siendo el
primer espacio que permitió un diagnóstico de la discriminación por orientación sexual en
Chile, también abrió puertas para discusiones ideológicas y políticas respecto a una posible
liberación homosexual13. Una vez organizado como movimiento homosexual, sería en 1992
la primera aparición pública del Movilh Histórico en plena marcha de conmemoración del
Informe Rettig, y en donde se presentarían con el lema “POR NUESTROS HERMANOS
CAÍDOS, MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN HOMOSEXUAL”14.

12 Robles, op. cit.


13 Ídem.
14 Ídem.

96 Historia en Movimiento Año IV · Número 4 · 2017


Durante la dictadura militar, existieron algunos colectivos que expresaron sus resistencias
hacia el conservadurismo de la época, reflejados principalmente en el colectivo Ayuquelén
y las Yeguas del Apocalipsis. El colectivo lésbico creado tras la muerte de Mónica Briones15,
fue uno de los primeros intentos por crear un ambiente político lésbico y con la intención
de crear una conciencia local y santiaguina a través del debate entre las mismas mujeres;
de esta manera, Ayuquelén y otros colectivos de lesbianas, también establecían lazos con
el movimiento feminista de los años ’80 y ‘9016. En el caso de las Yeguas del Apocalipsis,
agrupación compuesta por Pedro Lemebel y Francisco Casas, apostaron por mostrar un
activismo desde las expresiones artísticas y culturales para visibilizar el tema de la disidencia
sexual en Chile, junto con desarmar las ideas de masculinidad y feminidad a través de su
performatividad, intentando resignificar de esta manera la homosexualidad –siendo una de
las primeras performances queer en Chile–17. A pesar de estos intentos de activismo desde
la disidencia sexual, los años ’80 no logró ser un contexto ideal para la creación de un
movimiento social y político como sí lo fue los años ’90, década en donde, tras las diversas
transformaciones sociales, políticas y culturales, lograron abrir un pequeño espacio para la
diversidad sexual en el país.
En el resto de América Latina, en países como Argentina y México, existieron organizaciones
por la diversidad sexual con más trayectoria histórica que Chile. El caso argentino presenta
la primera experiencia de activismo homosexual en la región, reflejado en la agrupación
“Nuestro Mundo” que surge en la década de los ’70, y posteriormente, el Frente de Liberación
Homosexual (FLH); en esta organización, se llevarían a cabo diversas discusiones políticas
vinculadas con los debates de izquierda en dicho país, dialogando con corrientes ideológicas
como el comunismo, socialismo y trotkismo entre otras cosas18. En otros lugares como
México, las primeras movilizaciones lésbico-gay comenzarían en 1978: la influencia de
discursos de liberación homosexual de Estados Unidos y países europeos, sería un aspecto
que incentivaría este tipo de organizaciones en el país mesoamericano19. En el resto de
los países del continente, a pesar de que cada uno enfrentó distintos contextos, los años
’90 significó un espacio para una mayor visibilización de los colectivos LGBT: el escenario
post Guerra Fría y post-dictatorial, permitió un contexto de nuevos movimientos sociales,
protagonizados por indígenas, mujeres, estudiantes, y la comunidad LGBT entre otros20. En
el caso del movimiento LGBT, los procesos de redemocratización permitió la aparición de
nuevos debates relacionados con el género y sexualidades, como también el establecimiento
de luchas contra la discriminación y reconocimiento de nuevas identidades sexuales y de

15 El caso del asesinato de Mónica Briones es relativamente conocido en Chile. Mónica, fue una mujer lesbiana que, según el re-
lato policial y del Servicio Médico Legal, fue atropellada accidentalmente el 9 de julio de 1984. Sin embargo, según el testimonio
de sus propias amigas que se encontraban en el lugar, fue víctima de una fuerte golpiza e insultos propinados por un hombre
“a lo militar” ese mismo día. Su muerte quedó en la memoria de sus compañeras, e incentivó a la creación del primer colectivo
lésbico-feminista: Ayuquelén. Montesinos, Erika, “La verdadera historia de un crimen lesbofóbico” (on line) http://www.rompien-
doelsilencio.cl/la-verdadera-historia-de-un-crimen-lesbofobico/ [consultado el 6 de marzo del 2015].
16 Respecto a los vínculos que se establecieron entre el movimiento feminista y los colectivos lésbicos. CALLES CAMINADAS
(documental)/ dirigida por Eliana Largo Verónica Quense (Santiago, Chile) [2006], formato digital (78 min.), son., col.
17 Franco, Jean, Marcar diferencias, cruzar fronteras (ensayos), Santiago de Chile, Editorial Cuarto Propio, 1996.
18 Rapisardi, Flavio, “Escritura y lucha política en la cultura argentina: Identidades y hegemonía en el movimiento de diversi-
dades sexuales en 1970 y 2000”. Revista Iberoamericana, Vol. LXXIV, N°225, Octubre-diciembre, 2008.
19 Diez, Jordi. “La trayectoria política del movimiento lésbico-gay en México”. Estudios Sociológicos, Vol. 29, N°86, Mayo-agosto,
2011.
20 Respecto a la trayectoria histórica Tilly, Charles, Los movimientos sociales, 1768-2008: desde sus orígenes a Facebook.
Barcelona, Crítica, 2010.

Acción política desde abajo: Expresiones de lucha de grupos subalternos en América Latina 97
género21. Paralelo a esto, la aparición del VIH-Sida en los años ’80, también determinó el estilo
de estas organizaciones desde esta década, pero con más fuerza en los ’90, tras los procesos
de transiciones democráticas y la aparición de diversas organizaciones de prevención del
VIH-Sida, siendo organizaciones que pedían cooperación internacional, y también del propio
Estado para enfrentar la discriminación y establecer políticas para ayudar a las víctimas del
virus22. Estas mismas luchas, posteriormente, crearían redes internacionales a nivel mundial
(como el International Lesbian and Gay Asociation, ILGA) y latinoamericano (es el caso de la
Asociación Internacional de Lesbianas y Gays de Latinoamérica y el Caribe, ILGALAC).
En el caso de Chile, el Movilh Histórico respondió a la emergencia de transformaciones sociales y
culturales que se gestaban en pleno contexto de transición democrática. Esta agrupación no sólo
logró consolidarse como un primer espacio para compartir experiencias sobre discriminación,
sino que también fue una instancia para la sociabilización gay, en donde muchos activistas
encontraron sus primeras amistades y amores, en tiempos en donde la homosexualidad
seguía siendo un estigma social tras temas como el VIH-Sida23. En otros lugares fuera de
Santiago, como Rancagua y Concepción, no se logró consolidar un movimiento político como
el Movilh Histórico durante los años ‘90, sin embargo, agrupaciones de prevención del VIH-
Sida, se transformaron en organizaciones que abordaron temáticas como la homofobia y la
homosexualidad. En el caso de Concepción, la agrupación Pos Pos (Positivamente Positivo)
que funciona desde 1994, sería una de las primeras organizaciones de prevención del virus en
dicha ciudad, y al mismo tiempo, la primera agrupación que logró reunir a homosexuales, por lo
mismo, aparte de tratar el tema de la enfermedad, también se discutía situaciones relacionadas
con la homosexualidad y la homofobia24. Tal como nos comentaba Guillermo Moscosso, ex
colaborador de esta organización en los años ’90, en Pos Pos se acogió y ayudó a personas
seropositivas, las cuales eran discriminadas socialmente y excluidas del sistema de salud
pública, aumentando los niveles de discriminación en caso de que el afectado era homosexual.
Tras tener pocas herramientas para enfrentar este tema, para Guillermo, el acogimiento hacia
personas seropositivas fue el principal logro de esta organización:

Siempre les preguntábamos, ¿Con quién vives? ¿Cómo vives? ¿Tu familia sabes que
vives con el VIH? Necesitábamos saber en qué contexto vivían. Preguntábamos,
¿Tomaste desayuno? ¿Almorzaste? Era así. Era una comunidad de autoayuda, de
apoyo entre pares, y de educación para encontrar respuesta a esa tecnocracia del
médico con delantal blanco y dioses del saber. Al final era una instancia de buscar
conocimiento.25

De esta manera, este tipo de organizaciones abordaban temáticas sobre discriminación, y por lo
tanto, resultaron ser espacios alternativos para la comunidad LGBT, al igual que organizaciones

21 Figari, Carlos. “El movimiento LGBT en América Latina: Institucionalizaciones oblicuas”. En Massetti, Astor, , Ernesto Vil-
lanueva y Marcelo Gómez (comps.), Movilizaciones, protestase identidades políticas en la Argentina del bicentenario, Buenos
Aires, Nuevo Trilce, 2010.
22 Ídem.
23 Durante la década de los ’90, temas como la desviación sexual y el virus del VIH-Sida, eran los principales imaginarios que
existían sobre la población homosexual, y promovidos por espacios como los medios de comunicación. Guajardo, Gabriel,
“Homosexualidad masculina y opinión pública chilena en los noventa”. En Olavarría y Parrini (eds.), op. cit.
24 Guillermo Moscoso, entrevista personal, Concepción, 13 de diciembre del 2014.
25 Ídem.

98 Historia en Movimiento Año IV · Número 4 · 2017


feministas; ejemplo es el caso de LEA (Lesbianas En Acción) de Concepción, y que se centró
en abordar el feminismo y lesbianismo como posición política, tomando más fuerza desde
el año 2000 al articularse con las organización pro aborto gratuito y seguro de Concepción26.
Situación similar sucedió en otras ciudades como Rancagua, en donde no existen registros
claros de una organización LGBT, sino hasta el 2007, año en que se funda la organización
de transexuales OTD (Organización de Transexuales por la Dignidad). Sin embargo, y al igual
que Concepción, en Rancagua comenzó a figurar los primeros espacios para homosexuales
en las campañas de prevención del VIH-Sida que inició el Hospital Regional de Rancagua
desde 1997. Estas campañas se dedicaron a colaborar con las personas víctimas del virus
dentro del servicio público de la ciudad, visibilizando de esta manera la necesidad de un
fondo de medicamentos, como también la emergencia de crear circulares para enfrentar los
prejuicios sobre el tema27. Estas campañas iniciadas en ciudades como Santiago, Rancagua
y Concepción, enfrentaron grandes obstáculos tras la poca información que existía sobre la
enfermedad en el Chile de los ’90, principalmente desde el Ministerio de Salud, el cual había
realizado pocos estudios sobre el tema, por lo que se abrían espacios para diversos prejuicios
respecto al virus, y vinculando la enfermedad con la población homosexual28.
Los discursos desde el Estado y la Iglesia Católica respecto a temáticas de género y sexualidades
durante los años ’90, reflejaron el lado más conservador de la transición democrática: un
contexto con discursos claros sobre el componente de género, el rol de la familia, y la autoridad
masculina dentro del ámbito privado29. Paralelo a esto, la aparición del VIH-Sida también
significó un obstáculo para la visibilización de agrupaciones como el Movilh Histórico en Chile,
y de organizaciones de prevención del virus tanto en Santiago como en regiones. Frente a esto,
las diferencias al interior del Movilh Histórico durante esta década, reflejaría los intentos por
asumir una posición “moderada” frente a la diversidad sexual, y de esta manera, alcanzar una
mayor visiblización durante los años ’90.

CONFLICTOS EN EL MOVILH HISTÓRICO: MUJERES LESBIANAS Y TRANS


EN UN MOVIMIENTO DE HOMBRES
En 1991, Pedro Lemebel leyó en el encuentro de Féliz Guattari con estudiantes de la Universidad
Arcis, su escrito llamado “loco afán”. En dicha lectura, haría referencia a los obstáculos que
estaba enfrentando la revolución sexual a nivel mundial, enmarcada un contexto conservador
cuyo reflejo sería la presencia de la Iglesia Católica en temas sobre la sexualidad, como
también a la aparición del virus del VIH: “Porque la revolución sexual hoy reenmarcada al
estatus conservador […] y la paranoia sidática echó por tierra los avances de la emancipación
homosexual”, sería la frase de Lemebel al lamentarse de los fracasos de dicha revolución. “Ese
loco afán por reivindicarse en el movimiento político que nunca fue, quedó atrapado entre
las gasas de la precaución y la economía de gestos dedicados a los enfermos”, al afán por

26 Zicri Orellana, entrevista personal, Concepción, 14 de diciembre del 2014.


27 Victoria Yáñez, entrevista personal, Rancagua, 11 de octubre del 2014. Victoria fue colaboradora de las primeras campañas de
prevención del VIH en el Hospital Regional de Rancagua
28 Carmon, Mauricio y Cynthia del Valle, Sida en Chile: La historia desconocida, Santiago, Editorial Andrés Bello, 2000.
29 Htun, Mala, Sexo y Estado. Aborto, divorcio y familia bajo las dictaduras y democracias en América Latina, Santiago de
Chile, Ed. Universidad Diego Portales, 2010.

Acción política desde abajo: Expresiones de lucha de grupos subalternos en América Latina 99
consagrar un movimiento político que sólo quedaría en utopías, sería lo que mencionaría el
autor al momento de situar su obra30.
El Movilh Histórico, a pesar de no ser un movimiento con gran número de personas, fue
una agrupación que se insertó dentro del escenario público a través de los medios de
comunicación, participación en algunas movilizaciones e instancias culturales. A pesar de que
sus objetivos apuntaban a visibilizar la diversidad sexual en Chile, el movimiento se concentró
principalmente en la derogación del artículo 365 del Código Penal, que penalizaba la sodomía
y que representaba la criminalización estatal hacia la homosexualidad; sin embargo, sería
una ley que afectaba exclusivamente a la población homosexual, y en menor medida, a la
población transexual (quienes eran más afectadas por el artículo N°373 que condenaba el
atentado a la moral y las buenas costumbres)31. Paralelo a estas luchas concentradas en la
derogación de la penalización de la sodomía, situaciones como el VIH-Sida y la participación
de personas transexuales al interior de la organización, generó grandes controversias al interior
del movimiento, y posteriormente, divisiones dentro del mismo movimiento desde 1997,
reflejando de esta manera el quiebre del Movilh Histórico hacia finales de los años ’90, y la
división del movimiento homosexual como consecuencia32.
Frente al tema de la discriminación, principalmente en hombres homosexuales, el Movilh
Histórico fue un espacio para compartir y evaluar la homofobia en Chile. Activistas de dicha
organización, escuchaban constantemente testimonios de discriminación, de violencia
homofóbica, y de los miedos por asumir públicamente su sexualidad tras las consecuencias
laborales y sociales que esto podría significar33. Sin embargo, el tema de la discriminación,
asociada principalmente con la existencia del artículo que penalizaba la sodomía, muchas
veces se centró más en la homofobia, en vez de otros tipos de violencia como la lesbo y
transfobia, reflejándose esto en las distintas experiencias que tuvieron activistas gay del
Movilh Histórico, en comparación con activistas lesbianas y trans. Marloré Morán, ex activista
de la organización, nos comentaba: “si sufrías discriminación, no había nada que hacer”34,
pensando la incapacidad del Movilh Histórico por atender los casos de lesbofobia, situaciones
que eran invisibilizadas en comparación con otras violencias como la homofobia.
Diversos ex activistas del Movilh Histórico entrevistados durante el año 2014, señalaban que
esta agrupación estaba compuesta mayoritariamente de hombres, intentando representar la
homosexualidad masculina, y no la diversidad sexual propiamente tal. En el caso de las mujeres
lesbianas, el poco espacio que generó dicho movimiento para temáticas como lesbianismo y
feminismo, demostró el carácter machista que muchas veces adaptaba dicha organización,
y la poca preocupación hacia la situación de las lesbianas. La compleja relación entre el
Movilh Histórico y el lesbianismo, generó que muchas activistas lesbianas que participaron
en organizaciones feministas durante los años ’80 –y que posteriormente ingresaron al

30 Lemebel, Pedro, Poco hombre: Crónicas escogidas, Santiago, Ed. Universidad Diego Portales, 2013, p. 165.
31 Los artículos 365 y 373 del Código Penal, reflejaron la discriminación estatal hacia la comunidad LGBT. Sin embargo, el artíc-
ulo 373 que condenaba el atentado al pudor, moral y buenas costumbres, permitía la detención desde Carabineros, aplicando
dicha ley a trabajadoras y trabajadores sexuales, vagabundos, personas trans, besos y/o caricias entre hombres, y en general,
apariencia y gestos que se les pudiera atribuir a “una conducta moral reprochable”. Araya, Cornejo et. al, Informe de Derechos
Humanos 1990-2000, Santiago, LOM, 2001. Revisar específicamente el apartado “Los derechos humanos y la transición”.
32 Robles, op. cit
33 Fernando Muñoz, entrevista personal, Santiago, 30 de septiembre del 2014.
34 Marloré Morán, entrevista personal, Santiago, 7 de octubre del 2014.

100 Historia en Movimiento Año IV · Número 4 · 2017


movimiento de la diversidad sexual–35, retomaran contactos con el movimiento feminista, y
desde ahí iniciar un activismo centrado en la situación de la mujer en general, independiente
de su orientación sexual. En el caso de Marloré Morán y Kena Lorenzini, ambas ex activistas del
Movilh Histórico, y anteriormente, activistas de movimientos de mujeres durante los ’80, se
vincularon a finales de los años ’90, a organizaciones como la Casa de la Mujer “La Morada”, y
otras como Mujeres por la Vida, organizaciones que lucharían por la integración de las mujeres
desde los años ’90. Posteriormente, en el año 1998, comenzarían a participar en el espacio
radial Rompiendo el Silencio, espacio que se transformaría en la primera organización lésbica
en el año 200236. En ese sentido, para algunas activistas lesbianas, el feminismo se transformó
en un “armario más grande para las lesbianas”, en donde se abordaría luchas como el aborto
y la visibilización de la violencia hacia la mujer (sin importar su orientación sexual).37
El movimiento feminista de los años ’80, se centró en generar un movimiento social de
mujeres, asumiendo una doble lucha: por un lado, como oposición a la dictadura militar, y
por otro, una crítica al sistema patriarcal que las afectaba38. Posteriormente, en la década
de los años ’90, este movimiento se enfrentaría a diversos obstáculos en términos de su
organización y consolidación como movimiento político. Dos obstáculos importantes que
enfrentó dicho movimiento se reflejó, en primer lugar, tras la aparición del Sernam y las
nuevas políticas públicas asociadas a frenar la violencia contra la mujer (a través de una Ley
de Violencia Intrafamiliar), espacios que contribuyeron a que diversas feministas terminaran
trabajando en estas nuevas políticas39, y en segundo lugar, tras el rol de la Iglesia Católica en
debates sobre derechos sexuales y reproductivos, teniendo más peso esta institución que
el movimiento feminista frente a temáticas asociadas a la mujer40. Para algunas autoras, el
debilitamiento del movimiento feminista en el contexto de la transición democrática, reflejó
un “silencio feminista” durante este período, tanto en las discusiones teóricas como en la
práctica41. En otras ciudades como Concepción, a pesar de no tener agrupaciones LGBT en
los ’90, sí aparecieron pequeños colectivos de diversidad sexual, como el caso de Lesbianas
en Acción (LEA), organización que adoptó un discurso con un carácter feminista más que
de diversidad sexual, con la finalidad de visibilizar a las mujeres lesbianas en Concepción, y
enfrentar el conservadurismo en dicha ciudad42. A pesar de este debilitamiento y dificultad
para generar activismo y espacio desde el feminismo, aun así fue un espacio en donde se logró
acoger a distintas activistas lesbianas, frente a la existencia de un movimiento homosexual
que se centró en la figura del hombre homosexual.

35 Largo, Eliana, Calles caminadas: anverso y reverso, Santiago, Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Centro de Investi-
gación Diego Barros Arana, 2014.
36 Marloré Morán, entrevista personal, Santiago, 7 de octubre del 2014, y Kena Lorenzini, entrevista personal, Santiago, 23 de
octubre del 2014.
37 Marloré Morán, entrevista personal, Santiago, 7 de octubre del 2014.
38 Gaviola, Eda, Eliana Largo y Sandra Palestro, Una historia necesaria. Mujeres en Chile: 1973-1990, Santiago, Aki & Ahora,
1994.
39 Respecto a las políticas públicas hacia la mujer, y los discursos pro-familia desde el Sernam durante los años ’90, revisar:
Hiner, Hillary, “Mujeres entre <<la espada y la pared>>. Violencia de género y Estado en Chile durante los ‘90”. En Figueroa, Con-
suelo (ed.), Chile y América Latina. Democracias, ciudadanías y narrativas históricas, Santiago, RIL Ediciones, 2013.
40 Morán, José Manuel, “Feminismo, Iglesia Católica y derechos sexuales y reproductivos en el Chile postdictatorial”, Estudios
Feministas, Florianópolis, N°2, Mayo-agosto, 2014.
41 Ríos, Marcela, Lorena Godoy y Elizabeth Guerrero, ¿Un nuevo silencio feminista? La transformación de un movimiento social
en el Chile postdictadura, Santiago, Cuarto Propio/ Centro de Estudios de la Mujer, 2003.
42 Zicri Orellana, entrevista personal, Concepción, 14 de diciembre del 2014.

Acción política desde abajo: Expresiones de lucha de grupos subalternos en América Latina 101
La situación entre el Movilh Histórico y las mujeres lesbianas, fue parecida, o incluso más compleja,
en relación con la situación de la población trans43, quienes resultaron ser más vulnerables
frente a la discriminación y violencia. Al ser el Movilh Histórico la organización homosexual más
importante de Santiago –y de Chile en general–, muchas personas trans acudían a dicho lugar
para solicitar ayuda. Tal como nos comentó Claudia Rodríguez, ex activista del movimiento:
“venían con mucha necesidad y sin aportar nada a la organización”, comentando dicha situación
al explicar por qué habían pocas activistas trans al interior del movimiento, y por qué, dentro de
algunas explicaciones, no eran aceptadas. Por otro lado, los imaginarios de la época respecto a
las “travestis” durante los años ’90, se vinculaba directamente con el comercio sexual y el VIH-
Sida44, y por lo mismo, la violencia transfóbica muchas veces fue justificada por la ley de Ofensas
al Pudor, Moral y Buenas Costumbres, o simplemente, por ser consideradas como personas
con “agentes patógenos”45. Esta situación respecto a la población trans, fue un problema que
el Movilh Histórico no asumió completamente durante sus primeros años de lucha, al igual que
otros temas como la prevención del VIH-Sida46. Claudia, quien participó en el Movilh Histórico
en los ’90, y posteriormente, en campañas de prevención del VIH, comentaba su experiencia
de trabajar en una organización por la diversidad sexual y en un contexto democrático, pero
al mismo tiempo, lo complejo que fue abordar temáticas relacionadas con el VIH-Sida y la
transfobia, tanto en la sociedad civil como en el mismo Movilh Histórico47.
La situación de la población trans en los años ’90, se relacionaba directamente con la falta de
educación y pobreza en la cual vivían muchas de estas personas, y por lo mismo, la necesidad
de ejercer el comercio sexual. En palabras de Claudia: “Una organización principalmente de
hombres, con experiencia política, hombres con trabajo, con seguridad social, y yo era travesti,
marginal, entonces provocó problemas, me provocó problemas para seguir desarrollándome
en la organización”48. Tal como nos comentaba, los contextos de vida que diferencia a
hombres homosexuales de las mujeres trans, influenciaba en quiénes podían participar y
quiénes no dentro del Movilh Histórico. Esto provocó que muchas de las mujeres trans que
ingresaban a dicho movimiento, se retiraban luego de un corto período de participación en la
organización tras las reticencias que provocaba la participación de estas mujeres en el Movilh
Histórico49, e incluso, los intentos por expulsarlas de dicho movimiento tras la poca claridad
de cómo abordar temáticas como la transfobia50. En ese sentido, la experiencia de Claudia
al interior del movimiento, demuestra los miedos que tuvo el Movilh Histórico para trabajar

43 Hoy en día, es difícil da una definición exacta a “transexualidad” y “transgénero”, incluso, muchas activistas trans se con-
sideran “transexuales”, pero también “heterosexuales”. Frente a esto, utilizaremos simplemente a “personas trans” para hacer
referencia a este sector de la población.
44 Respecto a los imaginarios sobre la población trans en la prensa de los años ’90, se puede revisar el primer capítulo de mi
tesis de pregrado. Garrido, Juan Carlos, Narrativas de una transición. Discursos, homofobia y violencia de género en el Chile
postdictatorial, 1990-2000. Tesis para optar al grado de Licenciado en Historia. Profesora guía: Hillary Hiner. Santiago, Chile:
Universidad Diego Portales, Facultad de Ciencias Sociales e Historia, Carrera de Licenciatura en Historia, 2015.
45 En el año 1997, René Cárdenas (se desconoce su nombre social), trabajadora sexual de Valdivia, y categorizada como “trav-
esti” por el cuerpo policial, fue detenida tras ejercer el comercio sexual, y atentar contra la “moral, pudor y buenas costumbres”.
Paralelo a esto, y más una investigación realizada por carabineros, también se le acusó por propagación de gérmenes patóg-
enos (principalmente por ser portadora del VIH). Este caso, como varios otros reflejados en la prensa, reflejan cómo se asoció a
la población trans con el virus del VIH, y en general, con ser propagadoras de enfermedades de transmisión sexual. “Travesti con
Sida tras las rejas”, El Diario Austral, Valdivia, 2 de junio de 1997.
46 Robles, op. cit., p. 50.
47 Claudia Rodríguez, entrevista personal, Santiago, 17 de diciembre del 2014.
48 Claudia Rodríguez, entrevista personal, Santiago, 17 de diciembre del 2014.
49 Ídem.
50 Robles, op. cit.

102 Historia en Movimiento Año IV · Número 4 · 2017


con temas vinculados con la población trans y el también con la prevención del VIH-Sida: la
misma experiencia de Claudia, activista quien partió en el Movilh trabajando en el área de
prevención del virus, vio obstaculizado su trabajo tras los problemas que provocó su condición
de “travesti” (tal como eran denominados las mujeres trans en los años ’90) y su vínculo con
los trabajos de VIH. En palabras de Claudia: “las travestis siempre contaminábamos lo que
ellos querían instalar, que era una homosexualidad masculina”51. En ese sentido, era distinto
la recepción de un homosexual víctima de discriminación, en comparación de una mujer trans
que había sido víctima de violencia transfóbica.

CONFLICTOS EN EL MOVILH HISTÓRICO: EL VIH-SIDA Y LAS DIVISIONES


DEL MOVIMIENTO
La distancia que tomaría el Movilh Histórico del VIH-Sida, y las fuertes diferencias que este tema
marcó al interior del movimiento, fue otro factor que culminó con la expulsión de las activistas
trans de la organización. Tras las condiciones sociales y económicas de las mujeres trans, y la
dificultad para poder insertarse en el área laboral en los años ’80 y ’90, varias de ellas optaron
por el comercio sexual como fuente de ingreso, y por lo mismo, más expuestas a enfermedades
de transmisión sexual como el VIH52. En la misma área laboral, la discriminación se expresó en
personas portadoras del virus y homosexuales, los cuales eran despedidos de sus lugares de
trabajo por “necesidades de la empresa” e incluso sin pago de indemnizaciones53. Al interior
del Movilh Histórico, la existencia del virus también generó ciertos conflictos y oposición a
trabajar en temas como la prevención, reflejando otro de los puntos que marcó la división
del movimiento; tal como se retratan en el libro Bandera Hueca de Víctor Hugo Robles y
en Nación Marica de Juan Pablo Sutherland, fue clara las dos posturas al interior del Movilh
Histórico, principalmente tras temas como el VIH: una más conservadora e institucional,
liderada por Rolando Jiménez, y otra más progresista, en donde Robles y Sutherland tendrían
mayor participación54. Desde activistas como Jiménez, su posición frente al virus sería: “Este
es un tema que nos marca una vez más como enfermos y no podemos luchas para cambiar
las concepciones sociales erróneas respecto a los homosexuales, si seguimos asociando dos
temas distintos”55. Los intentos por separar el activismo LGBT y el VIH durante los años ’90,
respondía también a los intentos por mostrar una diversidad sexual que no estaba vinculada
con enfermedades de transmisión sexual ni con la promiscuidad –al cual se asociada el virus–,
siendo estos discursos como los de Jiménez, intentos por mostrar una visión higienizada de
la homosexualidad en Chile.

51 Claudia Rodríguez, entrevista personal, Santiago, 17 de diciembre del 2014.


52 En Chile, son pocos los estudios sobre discriminación por orientación sexual y/o identidad de género, sino hasta el año
2002, cuando el Movilh comienza a publicar el Informe anual de derechos humanos de la diversidad sexual en Chile. A pesar
de estos estudios, es poca la cantidad de denuncias que pasan por el Movilh, y por lo tanto, son datos que no revelan la reali-
dad chilena frente a este tema. De hecho, para el año 2014, sólo hubo 12 denuncias por discriminación laboral, en donde una
corresponde a una mujer trans.
53 Respecto a la discriminación laboral hacia personas homosexuales y portadoras de VIH. Araya et. al., op. cit. Revisar el apar-
tado “discriminación a las minorías sexuales”.
54 Ambos autores, coinciden en que Rolando Jiménez, ex líder del Movilh Histórico y actual presidente del Movimiento de
Integración y Liberación Homosexual (Movilh), tenía una postura más institucional y normalizadora, representando también
una posición burguesa desde un sentido moral y político. Sutherland, Juan Pablo, Nación Marica. Prácticas culturales y crítica
activista, Santiago, Ripio Ediciones, 2009.
55 Cita del diario La Nación, junio de 1995. Extraído de Robles, op. cit., p. 67.

Acción política desde abajo: Expresiones de lucha de grupos subalternos en América Latina 103
Tras las dificultades que el Movilh Histórico presentó para trabajar con las activistas trans
y apoyar las campañas de prevención del VIH, las diferencias provocadas culminó con la
expulsión de activistas trans, y a las personas seropositivas de dicha organización, provocando
también la retirada de las personas que trabajaban en el área de prevención del virus56. Con
esta situación, la misma área de prevención del virus crearía el Centro Lambda en 1995:
organización que se centró en trabajar temáticas asociadas al VIH dentro de la comunidad
LGBT, y que comenzaría a publicar la revista Lambda News, con el propósito de informar
sobre el virus, métodos de prevención, y las políticas que se estaban tomando en Estados
Unidos y Europa frente a este problema.
A diferencia del Movilh Histórico, el Centro Lambda se concentró en trabajar en la prevención
del virus y en el apoyo de personas seropositivas57. En el caso de activistas como Claudia, en
esta organización encontró un espacio para desarrollar talleres relacionados con la prevención
sobre el VIH, asumiendo el rol de educar más que solamente responsabilizar al Estado y la
salud pública sobre la situación58. La misma revista Lambda News, principal aporte del Centro
Lambda, entregaba información respecto al virus, los avances medicinales a nivel mundial,
pero también información sobre los avances en derechos LGBT a nivel mundial, o los debates
en el congreso sobre la despenalización de la sodomía. Principalmente sobre el VIH-Sida, la
revista tenía una visión crítica respecto a cómo se trataba el tema en Chile:

El miedo y el prejuicio generado por una pandemia como el Sida se sobreponen


a toda lógica y razón, haciendo renacer fobias y culpabilizaciones, así, a pesar de
vivir la modernidad, se revive el linchamiento moral y físico contra las personas
viviendo con el VIH, culpabilizándolas directo o indirectamente de los efectos
devastadores de la pandemia.59

El cuestionamiento hacia los prejuicios existentes sobre esta enfermedad, sería uno de
los objetivos principales de Lambda News, principalmente al vincularlo con la homofobia
existente en Chile. Paralelo a esto, desde el Centro Lambda, se comenzó a generar conciencia
respecto a la vulnerabilidad de la población con VIH-Sida, tanto por la falta de información
como también de políticas públicas para enfrentar este tema. Frente a este problema, el
Centro Lambda establecería lazos con la Comisión Nacional del Sida (CONASIDA), comisión
creada por el Ministerio de Salud en 1996, y con el objetivo de elaborar, coordinar y evaluar
el Programa de Prevención y Control del Sida en Chile, y desde 1997, de las infecciones y
enfermedades de transmisión sexual (ETS)60. Con el vínculo establecido entre CONASIDA
y el Centro Lambda, la revista Lambda News facilitaba información respecto a las dudas
sobre el VIH, en lo relacionado a las formas de contagio, prevención y los derechos a los
cuales podían apelar las personas viviendo con VIH-Sida61. Para esto, una de las informaciones

56 Robles, op. cit.


57 Ídem.
58 Claudia Rodríguez entrevista personal, Santiago, 17 de diciembre del 2014.
59 “Sida: Síndrome de la culpa”, Lambda News, Santiago, 16 de diciembre de 1996, p. 2.
60 Principalmente en los años ’90, la CONASIDA se dedicó a investigar la cantidad de infectados como también de víctimas del
virus. Estos estudios reflejaban el aumento progresivo de infectados, a pesar de las primeras campañas de prevención iniciadas
desde el Ministerio de Salud. Carmona y Del Valle, op. cit.
61 “Algunas preguntas y respuestas sobre nuestros derechos como personas viviendo con VIH-Sida”, Lambda News, 20 de
noviembre de 1997.

104 Historia en Movimiento Año IV · Número 4 · 2017


que se entregaban constantemente, era respecto a los servicios existentes para información
y consejería sobre el virus, como por ejemplo, la existencia del Fonosida, cuyo objetivo fue
atender consultas sobre la enfermedad y brindar orientación y apoyo a quienes lo necesiten62.
Este trabajo respecto a las herramientas de prevención, como de apoyo e información respecto
al VIH, se realizó en contraposición con la manera de abordar esta temática en la prensa
nacional, la cual, generalmente, entregaba información respecto a la cantidad de contagiados,
número de víctimas, como también proyecciones sobre la enfermedad en Chile63. La falta de
información y preocupación que surge desde los medios de comunicación en los años ’90,
generó que en el virus, más que un problema médico, se despertaran diversos miedos, fobias
y prejuicios a partir de las conductas sexuales de las personas64. En el año 2001, aparece la
ley N°19779 que: “establece normas relativas al virus de inmuno deficiencia humana y crea
bonificación fiscal para enfermedades catastróficas”, o más bien, llama “ley del Sida”, y que
creó un fondo de financiamiento para cubrir el tratamiento para personas víctimas del virus65.
La dificultad por parte del Movilh Histórico para abordar temáticas como el VIH-Sida, u otras
problemáticas como la lesbo y transfobia, no sólo reflejó los discursos conservadores que
estuvieron presentes en dicha organización, sino que la dificultad que implicó visibilizar
estas temáticas en los años ’90, en pleno contexto de transición democrática en Chile. Sin
embargo, esta situación no sólo se produjo en el caso chileno: principalmente tras la aparición
del “cáncer rosa”66, la visibilización de la homosexualidad, como también la estigmatización
de las conductas sexuales, se transformó en un verdadero obstáculo para los movimientos
LGBT como los de Argentina y México –en donde se puede apreciar un activismo con más
presencia en la historia en comparación con otros casos latinoamericanos–67; en el caso
argentino, el VIH y la situación de las activistas trans, también generó rupturas y diferencias
al interior del movimiento LGBT durante los años ’90, principalmente en pleno contexto en
donde las políticas neoliberales de Carlos Menem, prometía la posibilidad de “inclusión”
para todos los sectores sociales68. En otros países como México, el movimiento lésbico-gay
iniciaría sus actividades desde 1978, pero la aparición del VIH-Sida a mediados de los ’80,
obstaculizaría sus intentos de visibilización y sus discursos por promover los derechos de la
población homosexual, dirigiendo sus objetivos a educar y prevenir el virus al interior de la
comunidad LGBT en la década de los ’9069. En estos tres casos (Chile, Argentina y México),
podemos apreciar que, a pesar de que los movimientos LGBT apuntaron a plantear demandas
asociados a la no discriminación y derechos para la comunidad, existieron problemáticas
que estas organizaciones no supieron enfrentar, o simplemente, no quisieron abordarlas
por miedo a promover más la discriminación desde el Estado y la sociedad civil. En el caso
específico de Chile, tras la existencia de estas dificultades al interior del Movilh Histórico,

62 “Fonosida”, Lambda News, Santiago, 16 de abril de 1997, p. 31.


63 En el año 1994, el diario Las Últimas Noticias entregaría cifras respecto al incremento de los casos de Sida en Chile (en un
35%). Al mismo tiempo, mostraría pronósticos sobre la enfermedad en Chile hacia el 2005: “Si esta cifra le parece alarmante,
preocúpese: para el 2005 están pronosticados 3.586 enfermos. Este año la cifra bordea los 247 registrados”. Revisar: “35%
aumentaron los casos de Sida”, Las Últimas Noticias, Santiago, 7 de abril de 1994, p. 3.
64 Contardo, Óscar, Raro. Una historia gay de Chile, Santiago, Planeta, 2011.
65 CHILE. Ministerio de Salud. 2001. Ley N°19770. Establece normas relativas al virus de inmuno deficiencia humana y crea
bonificación fiscal para enfermedades catastróficas.
66 “Cáncer rosa”, “peste rosa”, o simplemente, la “enfermedad gay”, fueron los nombres que recibió el VIH-Sida tras ser una
enfermedad que asoció a la homosexualidad en los años ’80 y ’90.
67 Figari, op. cit.
68 Rapisardi, op. cit.
69 Diez, op. cit.

Acción política desde abajo: Expresiones de lucha de grupos subalternos en América Latina 105
agrupaciones de mujeres y/o feministas, como también organización de prevención del VIH-
Sida, fueron algunos de los espacios alternativos al Movilh Histórico, para abordar temáticas
que el movimiento homosexual en Chile no logró enfrentar durante los años ’90.

REFLEXIONES FINALES
La transición democrática en Chile fue un contexto que abrió espacios para nuevas discusiones
desde los movimientos sociales, focalizados desde el discurso de los derechos humanos.
El Movilh Histórico respondió a este contexto de redemocratización de los años ’90, pero
teniendo diversas paradojas al enfrentar diversas dificultades y problemas entre sus mismos
activistas, principalmente en temas como el VIH-Sida, el lesbianismo y la transfobia, reflejando
esto la existencia de un discurso de liberación homosexual en Chile, pero con obstáculos para
abordar otras problemáticas asociados a activistas trans, lesbianas y seropositivos. Diferencias
y problemas que harían del Movilh Histórico un “loco afán”, tal como señala Pedro Lemebel:
un afán por reivindicarse como movimiento político, pero que, finalmente, se estancaría en
sus propias diferencias.
Tal como señalamos en este artículo, fueron varios activistas quienes se retiraron del
Movilh Histórico para, posteriormente, sumarse a organizaciones de prevención del VIH,
u organizaciones feministas. El Centro Lambda, que luego pasaría a llamarse Movimiento
Unificado de Minorías Sexuales (MUMS), también fue otro reflejo de cómo las diferencias al
interior del Movilh Histórico abrió otros espacios de activismo LGBT en Chile como el caso
de los grupos de prevención y organizaciones feministas: agrupaciones que no tuvieron una
relación directa con la diversidad sexual, pero que sí abrieron espacios para abordar estas
temáticas. A partir de esto, resulta interesante pensar cómo estos movimientos sociales
tuvieron disputas entre sí, principalmente tras la necesidad de visibilizar la diversas sexual en
un contexto transitorio y conservador. Ante los intentos por consolidar un proyecto político
basado en la diversidad sexual, pero con las exclusiones mencionadas en este trabajo,
las reflexiones propuestas en este trabajo nos permite analizar el rol que tuvo el Movilh
Histórico como movimiento social en el Chile de los ’90, y principalmente, como movimiento
homosexual o de la diversidad sexual. Bajo este argumento, es importante incorporar el rol
que tuvieron otras organizaciones como las feministas y de prevención del VIH dentro de
estas luchas contra la discriminación, y especialmente si estamos pensando en una historia
del movimiento LGBT en Chile, y en América Latina.
El movimiento de la diversidad sexual hacia finales del siglo XX, tuvo dificultades al momento de
pensar un proyecto político concreto, en una América Latina marcada por el conservadurismo
y el machismo desde la historia, siendo el siglo XXI el contexto que nos abriría nuevos debates
sobre los derechos LGBT tanto en Chile, como en el continente en general. En el caso del
Movilh Histórico, su rol frente a la discriminación se concentró en tratar la homofobia, y no
tanto así la trans y lesbofobia, excluyendo a un sector de sus activistas durante los años ’90,
y lo que culminaría con el posterior fraccionamiento del Movilh Histórico (derivando de esta
manera, organizaciones como MUMS). A pesar de que el machismo y conservadurismo, son
elementos que debemos considerar para entender estas exclusiones, otros aspectos como
las dificultades que tuvo esta organización para visibilizarse en el espacio público, también

106 Historia en Movimiento Año IV · Número 4 · 2017


es un factor que debemos considerar, considerando las negligencias y discriminación desde
el Estado y la sociedad civil, y que forzaron al Movilh Histórico a asumir una posición más
moderada frente a su “liberación homosexual”, concentrando sus luchas en la despenalización
de la sodomía –ley que representaba la criminalización estatal hacia los homosexuales–, y
que afectaba principalmente a la población gay. La crisis de VIH, y la situación de la población
lésbica y trans, fueron temas que el Movilh Histórico tuvo reticencias al momento de
abordarlos, culminando con la crisis del mismo movimiento, pero también reflejando cómo
un movimiento social se adaptó a las posibilidades entregadas por un Estado –en este caso, la
despenalización de la sodomía–, pero no de un Estado que se adaptó a las demandas de un
movimiento social. De esta manera, esta liberación homosexual que vio Chile en 1992, en la
primera aparición pública del Movilh Histórico en la marcha del Informe Rettig, se vio opacada
por las dificultades que tuvo el movimiento para enfrentar temas complejos para la época.
En la actualidad, Chile ha avanzado en derechos para la población LGBT, quedando pendiente
temas como la discriminación (social, económica, laboral, entre otros), y una participación
proporcional entre gays, lesbianas y personas trans dentro del mismo movimiento LGBT. De
todas maneras, conocer la historia del movimiento LGBT en nuestro pasado reciente, nos
permite pensar en qué hemos avanzado, y en qué no, reconocer violencias del pasado para
entenderlas en el presente. Son estas historias de un “rosa amanecer” que apareció en Chile
en plena transición democrática, que nos abren preguntas de cómo pensar este movimiento
social desde la historia, y desde las paradojas que significaron las transiciones democráticas
en Chile y América Latina.

Acción política desde abajo: Expresiones de lucha de grupos subalternos en América Latina 107

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