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MÉXICO RURAL ANTE LOS

RETOS DEL SIGLO XXI

MERCADOS AGRÍCOLAS
GLOBALIZADOS
Armando SÁNCHEZ ALBARRÁN
Estela MARTÍNEZ BORREGO
Coordinadores

V I
mo
To

Jesús Antonio MADERA PACHECO Nohora GUZMÁN RAMÍREZ


Olivia María GARRAFA TORRES Hernán SALAS QUINTANAL
Coordinadores de la colección
MÉXICO RURAL ANTE LOS
RETOS DEL SIGLO XXI

Jesús Antonio MADERA PACHECO Nohora GUZMÁN RAMÍREZ


Olivia María GARRAFA TORRES Hernán SALAS QUINTANAL
Coordinadores de la colección
VI
m o
To

MERCADOS AGRÍCOLAS
GLOBALIZADOS
Armando SÁNCHEZ ALBARRÁN
Estela MARTÍNEZ BORREGO
Coordinadores
México rural ante los retos del siglo XXI
Jesús Antonio Madera Pacheco
Nohora Guzmán Ramírez
Olivia María Garrafa Torres
Hernán Salas Quintanal
Coordinadores de la colección

TOMO VI Mercados Agrícolas Globalizados


Armando Sánchez Albarrán
Estela Martínez Borrego
Coordinadores

Primera edición, 2017

ISBN de la colección: 978-607-9293-24-6

ISBN del Tomo I: 978-607-9293-28-4

D.R. © 2017, Asociación Mexicana de Estudios Rurales, A.C.


Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM
Circuito Mario de la Cueva s/n, Zona Cultural
Ciudad Universitaria, 04510, CDMX.
D.R. © 2017, Universidad Autónoma de Nayarit
Ciudad de la Cultura “Amado Nervo”, 63155, Tepic, Nay.
D.R. © 2017, Universidad Autónoma Chapingo
Km 38.5 carretera México - Texcoco, Chapingo, Estado de México.
D.R. © 2017, Universidad Autónoma Metropolitana -Azcapotzalco-
Avenida San Pablo 180, Col. Reynosa Tamaulipas, 02200, Delegación
Azcapotzalco, CDMX.

Este libro fue sometido a un proceso de dictaminación académica, de acuerdo con las
normas establecidas por el Consejo Editorial de la Asociación Mexicana de Estudios
Rurales, A.C. Los derechos exclusivos de la edición quedan reservados para todos
los países de habla hispana. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier
medio, sin el consentimiento por escrito de los legítimos titulares de los derechos.

Impreso en México/Printed in Mexico


Contenido

1 Presentación
Jesús Antonio Madera Pacheco
Nohora Guzmán Ramírez
Olivia María Garrafa Torres
Hernán Salas Quintanal

7 Introducción
Armando Sánchez Albarrán
Estela Martínez Borrego

19 ¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los


avatares del comercio justo del café y otras iniciativas
Silvia Nuria Jurado Celis

39 Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio


justo. Una mirada desde el sector cafetalero de México
Gladys Karina Sánchez Juárez

55 La denominación de origen de la miel de Yucatán como


impulsor del desarrollo regional
Mildred Noemí Córdova Buenfil

V
VI Contenido

79 La gobernanza en la cadena de la denominación de


origen del chile habanero de la península de Yucatán
José Apolinar Zapata Aguilar
Pablo Pérez Akaki

97 Gobernanza territorial e innovación social en las áreas


rurales. Dos estudios de caso
Gerardo Torres Salcido
David Aarón Morales Córdova
Víctor Manuel Velázquez Durán

117 Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso


de las frutas mexicanas
Carlos Morales Troncoso
Presentación

Los retos y desafíos que enfrenta el mundo rural en el siglo XXI son los mismos
por los que ha atravesado en al menos los dos siglos anteriores, no obstante
que en la actualidad no es posible hacer una separación entre la ciudad y el
campo como esferas diferenciadas; sin embargo, las contradicciones sociales
y los desafíos que ahora se discuten fueron señalados en el pasado siglo XX e
incluso en el XIX, entre ellos: a) la ausencia de una reforma agraria y reparto
de tierras en varios países –Brasil, por ejemplo-, y un retroceso en algunos
otros –México, entre ellos–; b) el abuso de insumos químicos en la producción,
los cuales aumentan la degradación y consecuentemente la salud y calidad
de los alimentos; c) el envejecimiento de la población; d) la inequidad de
género; y e) la desigualdad social. A estos del pasado y todavía del presente, se
suman; f) la precarización y fragmentación de los mercados de trabajo, g) las
nuevas disputas territoriales y por los recursos naturales, h) la fragmentación
social en las comunidades y la ampliación a las zonas rurales de la violencia
e inseguridad social otrora de las ciudades, sólo por mencionar algunos.
Así, sin pretender que sea un fenómeno limitado a esta época, desde finales
del siglo XX se ha incrementado hasta el límite la explotación de los recursos
como tierra, agua y fuerza de trabajo con la acción fortalecida de grandes
empresas que no sólo controlan la distribución de los insumos y los procesos
productivos, además de los recursos naturales, excluyendo a la mayoría de los
actores rurales involucrados en la cadena productiva. Bajo la acción decidida
y protectora del Estado, estas empresas se presentan como innovadoras, bajo
un discurso modernizador que trata de esconder un proceso monopolista.
Pero tales procesos de modernización, no sólo aparecen ante seres humanos
pasivos y en tiempos recientes, también en los siglos pasados se han encontrado

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JESÚS ANTONIO MADERA PACHECO l NOHORA GUZMÁN RAMÍREZ
2 l OLIVIA MARÍA GARRAFA TORRES l HERNÁN SALAS QUINTANAL
Presentación

con diferentes formas de reacción, principalmente a través de movimientos


campesinos, en acciones articuladas con movimientos de las ciudades donde
ha sido posible observar formas diversas y creativas de apoyo mutuo, tales
como grupos de consumidores que acuden a los mercados agroecológicos,
personas que exigen y disputan mayores espacios verdes en la ciudad en lucha
por mejorar la calidad de vida y volver a aproximarse a la naturaleza.
Hablar del campo mexicano y de las poblaciones rurales es, pues, referirse
a diversidad, heterogeneidad, lucha, desigualdad, procesos productivos y un
sinnúmero de otros temas que ponen en evidencia su complejidad actual, a la
cual nos acercamos desde distintos horizontes y fronteras. En ese tenor, y en
el entendido en que no agotamos el análisis, pese al gran número de enfoques
teórico-metodológicos con los que actualmente se abordan los estudios del
México rural en sus imbricaciones con otros ámbitos, la colección México
Rural ante los retos del siglo XXI; ha reunido en seis tomos una selección
de textos que son producto de investigaciones que, de manera preliminar,
fueron presentados en el marco del 10° Congreso Nacional de la Asociación
Mexicana de Estudios Rurales (AMER), realizado en la ciudad de Toluca,
Edo. de México, en el año 2015, los cuales fueron sometidos a un riguroso
proceso de dictaminación académica, bajo el criterio de doble par ciego que
la AMER utiliza para la publicación de sus obras.
El Tomo I, titulado Estrategias e identidades productivas campesinas
es coordinado por Elsa Guzmán Gómez y Jesús Antonio Madera Pacheco.
Contiene siete trabajos cuyo eje articulador es el análisis de realidades rurales
contemporáneas que buscan mostrar las diversidades existentes en cuanto a
maneras de enfrentar y resolver la vida, en un marco complejo de estrategias que
incluyen tanto los propios modos en que se perciben a sí mismos los habitantes
rurales, como la construcción de redes de relaciones intra e intercomunitarias.
En este proceso, los sujetos han creado espacios que desdibujan sus fronteras
para dar lugar a nuevas interacciones y redefinir los procesos productivos,
dando lugar a nuevas complejidades, las que representan retos no sólo para
aquellos que están involucrados en estas dinámicas, sino también para los
académicos que buscan entender y explicar realidades cada vez más cambiantes.
En este contexto, los conocimientos locales juegan un papel determinante,
constituyéndose en el soporte para repensar y adaptarse a nuevas necesidades,
las que son fruto de los cambios socioeconómicos, las políticas públicas y
sus propias dinámicas.
El Tomo II, lleva por título Actores, diversidad colectiva y resistencias es
coordinado por Verónica Rodríguez Cabrera y José Javier Maisterrena Zubirán.
JESÚS ANTONIO MADERA PACHECO l NOHORA GUZMÁN RAMÍREZ
l OLIVIA MARÍA GARRAFA TORRES l HERNÁN SALAS QUINTANAL
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Presentación

Reúne nueve trabajos que, reconociendo y partiendo de la diversidad, muestran


las múltiples transformaciones del medio rural, así como de sus actores, sus
proyectos, sus objetivos y sus identidades. Los retos planteados no son menores;
por un lado responden al rompimiento de las relaciones tradicionales entre
hombres y mujeres al interior de las comunidades, en términos de derechos
no reconocidos y de los múltiples roles de la mujer como sujeto; y por otro,
los temas que colocan el acento en las formas resultantes de la relación, no
siempre tersa, de los grupos comunitarios con actores externos tales como
empresarios, instituciones, las ONG y grupos de académicos.
En un contexto de disputa por los espacios, territorios y recursos, los
campesinos constituyen una voz que se levanta frente a su presente y a
su devenir, con la capacidad de repensar su quehacer frente a los nuevos
retos socioeconómicos y ecológicos. Sus mejores herramientas y estrategias
autónomas, han sido sus propias experiencias organizativas y saberes colectivos,
adquiridos en el día a día, articuladas y compartidas con otros actores.
En el Tomo III, intitulado Seguridad alimentaria, coordinado por Beatriz
A. Cavallotti Vázquez y Nicola María Keilbach Baer, se integran seis estudios
que presentan experiencias cuyo común denominador es la capacidad adaptativa
de las poblaciones, mediante el uso de complejas y diversas estrategias que
les permiten continuar siendo campesinos, y al mismo tiempo garantizar el
acceso a la alimentación de poblaciones urbanas. Frente a la presión sobre los
recursos y la constante amenaza de la escasez de alimentos, los académicos
se han dado a la tarea de documentar algunas alternativas propuestas por las
comunidades, que se han desarrollado en el campo mexicano, adaptadas a
las necesidades y condiciones locales. Dichas alternativas se abordan desde
diferentes perspectivas teórico-metodológicas, para dar cuenta de la diversidad
de procesos y relaciones que se articulan alrededor de la seguridad alimentaria.
El Tomo IV, Política pública y territorialidades, es coordinado por
Olivia María Garrafa Torres, Carlos Rodríguez Wallenius, Susana Edith
Rappo Míguez y Rodolfo García Zamora. Integra catorce textos organizados
en dos apartados; Políticas públicas: consecuencias productivas y demandas
sociales y, Territorialidades: expresiones, transformaciones y resistencias. Si
algo ha caracterizado la gestión pública del país es su verticalidad, es decir, la
formulación de políticas públicas sin la participación de los actores afectados
por ellas. De ahí que los estudios presentados dan cuenta de la exclusión y
marginación de los productores rurales a partir de una política de Estado en la
que el mundo campesino es un lastre; no solamente desde la mirada productiva,
sino también social.
JESÚS ANTONIO MADERA PACHECO l NOHORA GUZMÁN RAMÍREZ
4 l OLIVIA MARÍA GARRAFA TORRES l HERNÁN SALAS QUINTANAL
Presentación

En este modo de operar, la mayoría de los conflictos socioambientales


responden a una política que se ha enunciado de espalda a las comunidades, que
privilegia los intereses de las empresas bajo el lema del impulso al desarrollo.
Es así como las disputas por el territorio y los recursos constituyen una lucha
por la sobrevivencia de los habitantes rurales, del país y del planeta; lo que
constituye un reto vigente tanto para los estudiosos del mundo rural y para los
propios actores, dar la batalla por una mayor participación en la formulación
de políticas diferenciadas que respondan a la diversidad de territorios y de
necesidades.
El Tomo V es coordinado por David Oseguera Parra y Hernán Salas
Quintanal, bajo el título de El patrimonio biocultural y los saberes tradicionales
en el campo mexicano. Reúne siete trabajos que documentan igual número de
experiencias en diferentes estados de la República, dando cuenta de procesos
socioculturales que permiten observar las relaciones sociedad-naturaleza, la
cual tiende a complejizarse, tanto por la presión sobre los recursos como por
los procesos de globalización que afectan las localidades, los territorios, los
habitantes rurales y sus conocimientos y saberes. Frente a estas afectaciones se
han observado comportamientos de resistencia que forman parte del patrimonio
sociocultural de la comunidad, como el caso del Queso Cotija que busca el
reconocimiento más allá de sus fronteras locales y nacionales.
El patrimonio biocultural y los saberes tradicionales son un campo de
investigación de gran riqueza, que invita a la investigación interdisciplinaria,
como un reto teórico-metodológico para trabajar muy de cerca con las
comunidades en la construcción de propuestas de rescate, difusión y reproducción
de conocimientos y prácticas que, tradicionalmente, han contribuido a mejorar
la alimentación, a enfrentar las necesidades medicinales, a reproducir rituales
y costumbres culturales y, en general, al bienestar de las familias rurales.
Por último, el Tomo VI titulado Mercados agrícolas globalizados
coordinado por Armando Sánchez Albarrán y Estela Martínez Borrego, reúne
seis estudios de caso que exponen experiencias de organización de los pequeños
productores que han enfrentado una serie de obstáculos administrativos,
organizativos y comerciales para acceder, desde sus regiones productivas, al
mercado global que es cada día más exigente. El mercado ha representado uno
de los retos más importantes que han debido superar los productores rurales,
dado que constituye un cuello de botella con obstáculos como el esquema
del intermediario, de un lado, y el precio justo, del otro. Este proceso se
complejiza día con día, en la medida que los mercados salen del ámbito local
JESÚS ANTONIO MADERA PACHECO l NOHORA GUZMÁN RAMÍREZ
l OLIVIA MARÍA GARRAFA TORRES l HERNÁN SALAS QUINTANAL
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Presentación

y los productores buscan participar en los mercados internacionales. Frente


a este panorama son varias las alternativas que se han generado y algunas de
ellas son abordadas en este tomo.
Esperamos que la lectura de los trabajos seleccionados, sea de utilidad para
sensibilizar a quienes tienen en sus manos el poder de decidir una buena parte
del destino de las poblaciones rurales y campesinas del país, con el diseño de
mecanísmos útiles y aplicables en los diversos grupos campesinos; además de
que contribuya en la preparación que requieren los investigadores, entidades
gubernamentales, instituciones privadas, las ONG, y todos los actores sociales
involucrados en enfrentar los retos del México rural del siglo XXI.
Finalmente, queremos reconocer a los autores por su contribución y la
profundidad de sus investigaciones cuyos resultados se reúnen en esta colección.
Asimismo, a todos los académicos que colaboraron con gran seriedad y
profesionalismo en el dictamen al que fueron sometidos los trabajos, para su
publicación en esta obra; y a las instituciones académicas que coadyuvaron
para la edición de esta nueva Colección AMER.

Jesús Antonio Madera Pacheco


Nohora Guzmán Ramírez
Olivia María Garrafa Torres
Hernán Salas Quintanal
Coordinadores de la colección
México, febrero de 2017
Introducción
Armando Sánchez Albarrán
Estela Martínez Borrego

La globalización del sistema económico actual ha significado la progresiva


reorganización e integración de los sistemas productivos en sus diferentes
fases: producción, transformación, distribución-comercialización y consumo.
En términos operativos se trata de la constitución de “...una red de procesos
productivos intervinculados que podemos denominar cadena(s) de mercancías
basada en el principio de acumulación de capital” (Wallerstein, 1989: 56-57).
En el caso de los productos agropecuarios dichos procesos se integran
por encima de las fronteras nacionales, lo que da pie a la interconexión
global de las cadenas productivas del sector agrícola y pecuario, mediante la
intensificación de la especialización en la producción y la integración, tanto de
empresas como de regiones y/o naciones en cadenas agroalimentarias mundiales
dirigidas actualmente por el creciente poder de las empresas transnacionales,
apuntalado por el Estado, todo ello conformando un sistema agroalimentario
mundial (Martínez, et al., 2003). De ahí que las agriculturas de los diferentes
países se articulen a dicho sistema agroalimentario mundial, lo que supone el
cambio en sus prácticas agrícolas; nuevas relaciones entre capital y trabajo;
así como la creación y proliferación de las agroindustrias, las más de las veces
transnacionales o nacionales, ligadas a estas a través de vínculos comerciales.
Dicho sistema agroalimentario mundial ha evolucionado históricamente,
presentando diferentes características. Es regido por diferentes estructuras
de producción y consumo de los alimentos en una escala mundial o global y

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8 ARMANDO SÁNCHEZ ALBARRÁN l ESTELA MARTÍNEZ BORREGO
Introducción

se gobierna por reglas, conformando así lo que se ha denominado “régimen


alimentario”, el cual ha pasado por dos etapas anteriores (“primero y segundo
régimen alimentario”), y a partir de 1980 nos encontramos bajo el denominado
“tercer régimen alimentario corporativo” (McMichael, 2015) o “régimen
alimentario neoliberal” (Otero, 2013).
El carácter corporativo del régimen alimentario actual se expresa en que
su base de actuación es el monopolio privado, en donde las grandes empresas
multinacionales se han convertido en los agentes económicos dominantes, ya
que la producción agropecuaria ha sido cada vez más integrada a los complejos
agroalimentarios. El capital subordina a los productores a través de venderles
insumos químicos, biológicos, mecánicos, etc., y de comprarles sus productos
como materias primas baratas para transformarlas en bienes manufacturados,
de tal manera que el procesamiento industrial de comida se ha convertido en
una esfera de acumulación de capital transnacional (Martínez et al., 2015).
Por otro lado, ese carácter corporativo se vislumbra también en el papel que
tiene el Estado como actor clave para llevar a cabo el proceso de acumulación
de capital en la agricultura, a través de instrumentar políticas agrícolas y
alimentarias de carácter neoliberal.
Así, el nuevo orden agrícola avanza potenciado por dichas políticas
fincadas en el libre mercado y apuntaladas por la firma de acuerdos comerciales,
(entre ellos y el que mayores consecuencias funestas ha traído para nuestros
productores es el TLCAN Cfr. Martínez, 2008); marcos jurídicos que facilitan
la inversión de capital; utilización de nuevas tecnologías destinadas a obtener
una mayor productividad y, sobre todo, grandes márgenes de ganancias.
Dichos instrumentos de política comercial, al estar convenidos entre
países que tienen grandes disparidades y desigualdades entre sí, benefician
a los grandes productores (la mayor parte de los países desarrollados) y
empresas agroindustriales transnacionales capaces de competir en los mercados
internacionales, y excluyen a una gran masa de pequeños y medianos productores
que no cuentan con, y no se les brindan, los recursos para hacer frente a esa
competencia desigual y global, por lo que las estructuras productivas y el
tejido social del campo están siendo desmantelados (FAO, 2013).
Además, ese nuevo orden agrícola muestra otra faceta negativa que
acompaña a esa modernización: el deterioro ambiental global. En efecto,
las actividades agrícolas mundiales son responsables de un tercio de los
Gases de Efecto Invernadero (GEI). La desforestación y quema de biomasa
son responsables del 25% de bióxido de carbono, gas que más incide en el
ARMANDO SÁNCHEZ ALBARRÁN l ESTELA MARTÍNEZ BORREGO 9
Introducción

calentamiento atmosférico. El incremento de la cantidad y calidad de productos


agropecuarios demanda grandes cantidades de factores naturales y de insumos
artificiales: abonos artificiales, insecticidas o el riego en exceso, aunado a
la adopción de semillas hibridas ocasionan, entre otros efectos: la extinción
de cultivos, la pérdida de diversificación genética con el monocultivo. Las
semillas hibridas requieren grandes cantidades de fertilizantes con lo que
se producen más desechos tóxicos que contaminan, con nitratos, los pozos,
manantiales subterráneos, ríos y lagos, contaminan el suelo y la atmósfera al
ser absorbidos en raíz y hojas, para luego, ser ingeridos por animales, insectos y
microorganismos del suelo. Mientras tanto, las grandes cantidades de pesticidas
elaborados con organofosforados, carbomatos, organoclorados y piretroides
utilizadas en maíz, trigo, arroz, sorgo, uvas, trigo, frijol, además de frutas y
verduras, entre otros productos, son responsables de malformaciones, abortos
espontáneos, neurotoxicidad, cáncer, alzhéimer y párkinson, efectos negativos
en el sistema endócrino, por citar solo algunas enfermedades.
Recientemente, las firmas transnacionales intentan imponer las semillas
transgénicas y la producción de biocombustibles ocasionando un negro
panorama en el mediano y largo plazo: la pérdida de soberanía alimentaria
(Plenge-Tellechea, 2007). El Grupo de Trabajo Ambiental (Environmental
Working Group-EWG) publica una Guía de Plaguicidas en Productos Vegetales
con los productos con mayor probabilidad de presentar contaminación con
pesticidas y, como alternativa sugiere el consumo de productos orgánicos
(https://www. ewg.org/foodnews/summary.php, consulta 15/06/2016),
En el nivel del consumo, todo lo anterior se refleja en diferentes patrones
entre los compradores ricos y los de ingresos medios y pobres. Los primeros,
con altos niveles de ingresos más preocupados por la salud y que ponen en
práctica la denominada dieta posmoderna (Friedland, 1994) que consiste en la
preferencia, por parte de los primeros, de alimentos en fresco, con bajo contenido
graso, abundante fibra vegetal y baja o nula utilización de agroquímicos en su
producción y de preservantes artificiales en su conservación; y los segundos,
con niveles muy bajos de ingresos que sólo les permiten comprar alimentos
preparados en masa con alto contenido calórico y bajo valor nutritivo, dentro de
lo que se ha denominado también la dieta neoliberal (Otero y Pechlaner, 2014).
No obstante, estas dinámicas de producción y consumo se han visto
sujetas a contra-presiones de una amplia gama de opositores: orgánicos,
comercio justo, pro-campesino, antitransgénicos y varios movimientos a favor
de estilos de vida saludables, por nombrar algunos (Otero, 2014:69-70). El
10 ARMANDO SÁNCHEZ ALBARRÁN l ESTELA MARTÍNEZ BORREGO
Introducción

cambio hacia los patrones de consumo de productos orgánicos forma parte de


una tendencia que indica el cambio de valores, de los materialistas asociados
al crecimiento económico, consumo material y seguridad jurídica y militar,
hacia valores posmaterialistas vinculados con el mejoramiento de la calidad
de vida, el cuidado del medio ambiente y la sociedad, la autorrealización, la
democracia y la justicia, entre otros (Ángel, et al., 2003).
De ahí que, hoy en día los mercados agrícolas en el mundo muestran
nuevas características con opciones que permiten, así sea a un número hasta
ahora muy reducido de pequeños productores, competir con ciertas ventajas
competitivas en una economía cada vez más globalizada. Entre las nuevas
oportunidades comerciales destaca el comercio justo y la búsqueda de la
denominación de origen.
Frente a una voraz economía internacional y con el consecuente deterioro
ambiental brotó, hace más de medio siglo, una alternativa al mercado como
parte de un acuerdo de mutua conveniencia entre países ricos y pobres, al
tiempo en que se respeta la idiosincrasia de los pueblos, sus culturas, tradiciones
y derechos humanos. Se trata de un modelo alternativo de producción y
comercialización que vincula consumidores y productores en una relación
voluntaria, justa y sostenible. El precio que se paga a los productores les
permite mejorar sus condiciones de vida; se valora la calidad y producción
sostenibles; los productores se organizan de manera democrática y voluntaria;
se informa a los consumidores respecto al origen y calidad de los productos;
se evita el intermediarismo entre productores y consumidores; rechazan los
subsidios y ayudas de carácter asistencialistas; se oponen a la explotación
infantil; busca la igualdad hombres y mujeres; proclaman el respeto a los
derechos humanos. Esta modalidad de intercambio económico es promovida
por agencias internacionales como la Organización de las Naciones Unidas,
Organizaciones no Gubernamentales y movimientos sociales de carácter
ecológico. Tiene sus antecedentes en la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre Comercio y Desarrollo (UCTAD) en 1964. De ahí en adelante se han
dado cita en Roma varias agencias internacionales e instituciones públicas
y privadas para tratar el tema de la seguridad alimentaria con énfasis en el
fomento de los productos orgánicos (ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/meeting/012/
j9918s.pdf, consulta 15/07/2016).
En 1973 el café, proveniente de Guatemala, ingresó como el primer
producto de comercio justo. Para 1980 se añaden a la lista diversas mezclas de
café, té, miel, azúcar, cacao, nueces. En 1988 se estableció la marca Comercio
Justo en Holanda por la vía de sellos. En 2006 se extiende esta modalidad de
ARMANDO SÁNCHEZ ALBARRÁN l ESTELA MARTÍNEZ BORREGO 11
Introducción

comercio a Europa, Japón, Canadá y Estados Unidos con ventas en más de


3000 tiendas. El Comercio Justo promueve la soberanía alimentaria, sobre
todo, al promover el comercio justo de proximidad, ya que, con ello se logran
bajar los precios al evitar los enormes gastos de traslado a grandes distancias y
además se respeta y cuida el medio ambiente y, sobre todo, bajo el control de
los pequeños productores. En fin, con los precios justos se pretende tener una
política alternativa al neoliberalismo y a la economía agrícola dominada por las
transnacionales. Como parte de esta estrategia existen acuerdos internacionales
para establecer los criterios de calidad en los sellos de calidad en productos
alimenticios agroindustriales (Oyarzún y Tartanac, 2002).
Otra modalidad alternativa para acceder al mercado internacional
es identificada como la Denominación de Origen (D.O.). Se trata de un
reconocimiento otorgado, en México, por el Instituto Mexicano de Propiedad
Intelectual (IMPI) para la regulación, amparo y certificación legal respecto
a los atributos singulares, materiales o simbólicos, así como de la calidad y
prestigio que han logrado algunos productos. La Denominación de Origen
indica un lugar de origen, una señal o un signo distintivo mediante el cual se
reconoce el producto de un lugar o zona geográfica en donde es producido, y
en la que existen ciertas características climáticas y humanas del lugar.
Gracias a la Denominación de Origen, el consumidor se asegura de
adquirir un producto único definido por ciertos estándares de calidad y que es
validado por el país de origen e internacionalmente, debido a acuerdo suscrito
entre países. Las principales características de estos productos se derivan de
un origen específico, es decir, la procedencia genuina de los productos de
espacios socioculturales y medioambientales muy particulares. Vale decir que,
para ser reconocidos como tales, atraviesan por dos etapas: la primera, opera
en el mismo país, pues el Estado mexicano legitima y concede jurídicamente,
a los productos, un certificado oficial validado ante la Secretaría de Economía,
quien da curso a la resolución del Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual
(IMPI), y con ello, adquiere protección legal en todo el país.
La Denominación de Origen se establece considerando aspectos objetivos,
pero también culturales. Es decir, se considera el bagaje social e histórico del
espacio material y socio cultural, de tal modo que se recuperan los saberes
y quehaceres locales. La segunda forma de legitimidad del producto es la
ratificación y legitimación de carácter internacional, mediante las cuales el
producto adquiere un valor agregado por su origen, calidad y reputación. La
legitimidad se sustenta en el espacio de los tratados comerciales. Sin embargo,
a partir de 1996 el espacio para dicho fin será la Organización Mundial de
12 ARMANDO SÁNCHEZ ALBARRÁN l ESTELA MARTÍNEZ BORREGO
Introducción

Comercio (OMC). La Denominación de Origen reconoce el “potencial” de


estos “alimentos con historia” tanto en el mercado nacional como internacional
(Riveros, et al., 2008).
Otro signo distintivo dentro del comercio internacional, y que identifica a
un producto como originario de un país, región o localidad es la denominada
Indicación Geográfica (IG), y se da cuando la calidad, reputación u otra
característica del mismo sea intrínseca básicamente a su origen geográfico. Al
igual que la DO, que es un tipo especial de IG, sirve para la identificación de
los productos a partir del lugar en dónde es producido, aunque no hace tanto
énfasis como aquélla en los factores naturales y humanos (Riveros, et al., 2008).
Por su parte, existe también otro instrumento que sirve como signo
distintivo en las relaciones comerciales globales y es la denominada Marca
Colectiva (MC), la cual es distinta a las marcas comerciales como tales, ya
que, aunque cumple las mismas funciones de propiedad y patente, es un
signo que, en el caso de la agricultura, distingue la procedencia, el producto,
la forma en que fue producido, amén de otras características comunes y que
tiene como elemento distintivo el que es producido por un grupo, asociación
u organización de productores. De ésta manera, permite diferenciar en el
mercado los productos de aquellos producidos por otros productores que no
son miembros del grupo o sociedad que funge como titular de la MC.
En síntesis, el Comercio Justo, la Denominación de Origen, la Indicación
Geográfica y la Marca Colectiva constituyen alternativas económicas para
los pequeños productores. De acuerdo con un informe de la ONU en materia
de alimentos, más de 500 millones de explotaciones familiares producen
la mayor parte de los alimentos del mundo. Se reconoce, además, que las
pequeñas explotaciones garantizan la seguridad alimentaria, y al mismo tiempo,
cuidan el entorno material y constituyen una respuesta a la pobreza, ya que
generan trabajo y alimentos a bajo costo. Sin embargo, acceder al mercado
internacional de alimentos es una empresa cada día más compleja para los
pequeños productores como se verá en los estudios de caso aquí presentados
(FAO, 2013).
En este trabajo se muestran seis estudios de caso que exponen experiencias
de organización de los pequeños productores para acceder, desde sus regiones
productivas, al mercado global. Se muestran los principales obstáculos
administrativos, organizativos y comerciales. Así mismo, se ilustra la manera
en que, en cada situación, se sale adelante en un mercado mundial cada día
más exigente.
ARMANDO SÁNCHEZ ALBARRÁN l ESTELA MARTÍNEZ BORREGO 13
Introducción

En el primer capítulo denominado ¿Mercados alternativos o alternativas


al mercado? Los avatares del comercio justo del café y otras iniciativas,
Silvia Nuria Jurado muestra, que a pesar de las enormes dificultades para
ingresar al mercado internacional del café y de otros productos, por parte
de los pequeños productores de Oaxaca, el comercio justo se ha convertido
en una alternativa real, gracias al sello Comercio Justo (CJ) y al sello de la
Asociación International Fair Trade Association (FLO), con los cuales el
comercio adquiere un carácter global y transnacional, y por medio de dichos
sellos se certifican y diferencian los productos. Entre algunos de los problemas
destaca la toma de decisiones al interior de la FLO, el ingreso de corporaciones
como Starbucks o bien la incorporación del oro. Por otra parte, también
se da cuenta de las principales estrategias productivas y comerciales de la
Coordinadora Estatal de Pequeños Productores de Café de Oaxaca (CEPCO),
por ejemplo, con la ultraespecialización del café con características tales como:
ser orgánicos, de comercio justo, de altura, amigables con las aves, selección
por personal femenino, entre otros. De esta forma, con esta estrategia los
pequeños productores se diferencian de las corporaciones. Con experiencias
de este tipo se ha aumentado la diferencia de calidades, y con ello, se crean
nuevas incertidumbres en el mercado del aromático.
En el segundo capítulo, titulado Retos y perspectivas de las organizaciones
del comercio justo. Una mirada desde el sector cafetalero, Gladys Karina
Sánchez Juárez, expone la situación de los productores de café que participan
de la experiencia del comercio justo a partir de dos miradas: los retos y las
perspectivas. Desde el lado de los retos, las organizaciones de pequeños
productores enfrentan un entorno de cambios en las instituciones y, por lo
tanto, en las reglas de funcionamiento, sobre todo, en las luchas en las tomas
de decisiones al interior de la Asociación International Fair Trade Association
(FLO). Transformaciones que han llevado a aceptar la entrada a empresas
transnacionales como Nestlé, ya que, con ello, se modifica el sentido ético
moral sustentado en la solidaridad. Además, con estos cambios se pone el acento
en las grandes comercializadoras más que en la producción, fragmentando
y alejando con ello a los pequeños productores de la toma de decisiones, al
tiempo en que se modifican, también, los objetivos primarios del movimiento
social debido al proceso de institucionalización. Al final, la autora se decanta
por retomar las líneas iniciales sustentadas en una participación equitativa
y en un comercio solidario, así como en revalorar los productos agrícolas
producidos de forma sustentable dirigidos a consumidores interesados en
consumir productos sanos.
14 ARMANDO SÁNCHEZ ALBARRÁN l ESTELA MARTÍNEZ BORREGO
Introducción

Mildred Nohemí Córdova Buenfil, refiere en su capítulo: La denominación


de origen de la Miel de Yucatán como detonadora del desarrollo regional, la
importancia de la península de Yucatán como la principal exportadora de miel
para el mercado europeo y norteamericano. A diferencia del resto del país,
en donde no existe una protección especial para la identidad de origen de la
miel, en la península, en las entidades que la conforman: Yucatán, Quintana
Roo y Campeche, se han realizado esfuerzos importantes ante las instituciones
nacionales e internacionales para diferenciar y valorizar la miel, de acuerdo
a sus propiedades organolépticas, y de esta manera, obtener los sellos por el
uso de Indicaciones Geográficas (IG) y la Denominación de Origen (DO) que
tienen una función de identificación. Con ello, además, se pretende proteger
los conocimientos y saberes locales, métodos de trabajo, el saber hacer de
generaciones de una determinada región. De esa forma, la miel de la península
se distingue por su aroma y sabor, así como por las diferentes especies vegetales
nectaríferas que distinguen a la miel de la península de Yucatán con respecto
a otras mieles con DO. La autora sugiere la necesidad de recibir más apoyo
institucional para reforzar la profesionalización de los productores para poder
cumplir con los compromisos internacionales del comercio de la miel.
En el mismo sentido, José Apolinar Zapata Aguilar en su artículo La
gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero
de la península de Yucatán, da cuenta de las dificultades de los pequeños
productores de Quintana Roo, Campeche y Yucatán para beneficiarse en la
cadena productiva del chile habanero. Sin embargo, pese a haber obtenido
en años recientes la Denominación de Origen (DO) para dicho producto,
ésta no ha derivado en los beneficios que se esperaban para todos los actores
participantes. En su análisis sobre la gobernanza queda claro que quienes más
se benefician son los intermediarios y los empresarios. Entre las razones del
poco éxito para los pequeños productores, enumera las siguientes: la cadena
de comercialización del chile habanero no se encuentra comunicada entre sí
por la falta de un líder visible entre los actores que participan en toda la cadena
productiva; los más de mil quinientos productores se encuentran dispersos;
los pequeños productores privados realizan una producción controlada y sus
cosechas se dirigen hacia el mercado nacional e internacional; los intermediarios
logran imponer el precio de compra; los comercializadores colocan el producto
con intermediarios internacionales. A pesar de eso, el autor observa que los
productores se adaptan a los cambios de precio. Sin embargo, sugiere que lo
que los pequeños productores requieren es una mejor organización que pudiera
derivarse en la conformación de un Consejo Regulador de carácter peninsular,
ARMANDO SÁNCHEZ ALBARRÁN l ESTELA MARTÍNEZ BORREGO 15
Introducción

para así garantizar la calidad del producto con un origen distintivo y que se
mantenga dentro de las normas de calidad.
Por su parte, Gerardo Torres Salcido, David Aarón Morales Córdova y
Víctor Velázquez Durán en su trabajo denominado Gobernanza territorial e
innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso, nos muestran a
partir de la investigación empírica en dos proyectos concretos: el de mejoras
tecnológicas para la producción y poscosecha de hongo cuitlacoche y hortalizas
en una comunidad del municipio de Nativitas en Tlaxcala, y el de Denominación
de Origen del mango Ataulfo en la región del Soconusco en Chiapas, los retos y
obstáculos que desde un enfoque de gobernanza territorial, y tomando en cuenta
el punto de vista socioecónomico y cultural local, enfrentan los procesos de
innovación social en las áreas rurales, debido a lo que los autores denominan
“el desanclaje territorial de los productos” con un sello o reconocimiento
ligado al territorio. De ahí que, desde la óptica de la gobernanza territorial
entiendan a la innovación social como un proceso de apropiación y difusión
socio-territorial de las mejoras tecnológicas e institucionales que implican
procesos de cooperación y conflicto, de ahí que sea ante todo, un proceso
definido por la interacción de los actores en un espacio y un tiempo dados.
En el trabajo se pone énfasis en el estudio de los actores que intervienen en
los procesos de mejoramiento, transferencia e innovación tecnológica, en
donde los pequeños productores deben jugar un papel preponderante en la
toma de decisiones, ya que, en las áreas rurales, los principales creadores de
conocimiento son los actores socio-territoriales: los productores, en interacción
con asociaciones e instituciones, incluidas las académicas, los tres niveles de
gobierno, así como las micro, pequeñas y medianas empresas rurales, entre
otros, de ahí la importancia del enfoque de gobernanza territorial y del diálogo
para la construcción e instrumentación de políticas públicas de desarrollo
que apunten al logro de procesos de innovación social, ya que, ésta supone el
reconocimiento de las particularidades territoriales tanto en lo geográfico como
en lo social, en términos de las múltiples relaciones tanto económico-sociales
como de poder existentes en los sistemas productivos locales.
Finalmente, pero no menos importante, el capítulo elaborado por Carlos
Morales Troncoso denominado Indicaciones geográficas y marcas colectivas:
el caso de las frutas mexicanas, nos presenta un estudio documental muy
interesante sobre dos sellos distintivos para la promoción comercial de los
productos en el mercado internacional con el fin de identificación para los
consumidores: las IG y las MC y su relación con la exportación exitosa de
algunas frutas mexicanas. El objetivo del trabajo es investigar si existe una
16 ARMANDO SÁNCHEZ ALBARRÁN l ESTELA MARTÍNEZ BORREGO
Introducción

vinculación o no, entre la existencia y uso de dichos signos distintivos y el buen


desempeño exportador de una docena de frutos mexicanos. En efecto, a partir
de 1994 con la firma del TLCAN y hasta 2013, existen diversos frutos que
han mostrado un incremento permanente en sus índices de exportación y que
superan las tasas medias anuales del resto de las exportaciones agroalimentarias,
destacando el caso de los aguacates, sandías, mangos, guayabas, limones y
limas, nueces, frambuesas, zarzamoras y moras, fresas, melones y papayas.
En el estudio se constató que en México no existen mecanismos formales
para el registro de Indicaciones Geográficas, por lo que ninguna de esas
frutas cuentan con tal sello, lo que sí existe son 17 Marcas Colectivas, y una
de ellas, cuenta incluso con una denominación de origen DO, sin embargo, el
hecho de que algunos productores de frutas se hayan asociado y buscado las
MC, no significa que guarden relación con la exportación exitosa de dichos
productos. El estudio contempla también la presentación de los denominados
Sistema Producto instrumentados desde los años ochenta del siglo pasado por
el gobierno, e incorporado en la Ley de Desarrollo Sustentable actual, y se
encontró que 15 frutas están integradas en ellos, de los cuales 7 corresponden
a las que se anotaron como más exitosas en la exportación y que constituye
un ambicioso mecanismo de concertación de los intereses de un gremio de
productores determinado que trasciende, con mucho, la sola cuestión de una
marca colectiva. Sin embargo, los SP no mencionan para nada los sellos
distintivos que existen en el comercio internacional para los productos,
mostrando con ello un desinterés por la promoción de los mismos.
El hecho de que la MC no guarden relación con la exportación se debe, según
el autor, a que son las empresas comercializadoras, generalmente extranjeras,
y no los productores individuales o colectivos, las que controlan todos los
eslabones de la cadena productiva, en términos de producción, comercialización
y distribución de beneficios tanto nacional como internacionalmente. Dichas
empresas tienen también bajo su dominio el cumplimiento estricto de las normas
fitosanitarias y de los requisitos de entrada a los mercados, por lo que, los
productores son simples proveedores de ellas quienes basan su dominio también
en el conocimiento del idioma, usos y costumbres, de los consumidores. De
ahí que, aun cuando la promoción de los productos esté parcial o totalmente
financiada por los productores mismos, los grandes beneficios se quedan en
dichas empresas.
Finalmente, cada uno de los trabajos aquí presentados contribuye un aporte
significativo en el conocimiento de nuestra realidad rural y aporta elementos
importantes a considerar para lograr su transformación.
ARMANDO SÁNCHEZ ALBARRÁN l ESTELA MARTÍNEZ BORREGO 17
Introducción

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Introducción

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¿Mercados alternativos o
alternativas al mercado? Los
avatares del comercio justo
del café y otras iniciativas
Silvia Nuria Jurado Celis1

Resumen
Es indudable el hecho de que el sector agroalimentario se ha reconfigurado, si
hasta hace unas décadas existía regulación por parte de los Estados, ahora son
las compañías privadas las que llevan la batuta respecto al rumbo de este sector.
Esto ha traído consecuencias, especialmente para los pequeños productores
rurales, quienes se enfrentan de manera directa con estos consorcios en el
terreno del mercadeo internacional, en una lógica de competencia desleal donde
son las compañías privadas quienes tienen los elementos para ganar espacios
y acumular el excedente generado a lo largo de las cadenas productivas.
Por parte de los consumidores existe la demanda de productos que si
bien se desenvuelvan en la llamada economía de mercado, se comercialicen
a través de normas sociales distintas. En este contexto resultan relevantes
alternativas comerciales como el Comercio Justo (CJ), qué, a más de treinta
años de su puesta en práctica presenta también ciertos cuestionamientos. A la par
algunas organizaciones de pequeños productores han implementado estrategias
comerciales que si bien se inscriben en lo alternativo, tienen ciertos elementos

Investigadora (estancia pos doctoral) Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en


1

Antropología Social, unidad Pacífico Sur. Correo electrónico: silviajuradoc@gmail.com

19
20 SILVIA NURIA JURADO CELIS
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

propios del mercado convencional. ¿Cuáles son las posibilidades y límites de


estas iniciativas? El presente documento intenta dar algunas respuestas con
base en el caso de los pequeños caficultores oaxaqueños.

1. Primer acercamiento
Si bien el mercadeo internacional es un terreno un tanto tortuoso para las
organizaciones de pequeños productores rurales2, desde hace más de tres décadas
se han construido alternativas comerciales que pretenden ser una vía distinta
para el mercadeo campesino. Una de las más sobresalientes es el Comercio
Justo (CJ) en conjunto con diversas estrategias de economía solidaria como
las redes de productores o los mercados locales especializados.
El propósito del presente artículo es mostrar la relevancia del CJ para las
organizaciones de pequeños caficultores, pero al mismo tiempo reflexionar
acerca de sus límites y contradicciones; además de ello me interesa hacer énfasis
en otras vías por las que han optado para la comercialización internacional
del aromático. En ambos casos el referente empírico son las organizaciones
autónomas de pequeños caficultores localizadas en el estado de Oaxaca.
Así, la primera parte se centra en el CJ, su historia y los límites que presenta;
la segunda parte gira alrededor de la experiencia de la Coordinadora Estatal de
Pequeños Productores de Café de Oaxaca (CEPCO), y su estrategia con base
en los llamados microlotes para la comercialización internacional del café.
Con ello se pretende hacer un análisis que permita conocer algunas
posibilidades y límites de dichas estrategias, lo que dará algunas pistas acerca
del rumbo que, en el terreno comercial pueden tomar las y los pequeños
productores de café.

2. Los avatares del Comercio Justo


El origen del Comercio Justo (CJ) tiene que ver con una gran diversidad
de factores, se encuentra ligado a la escasez, la crisis, la desigualdad en las
relaciones “norte – sur”, pero también a la solidaridad y el esfuerzo colectivo
por revertir dichas características, por lograr, a través del comercio un cambio
importante en las relaciones sociales. Es efectivamente lo que se puede
considerar un movimiento reciente, en el sentido que se comienza a documentar
Cabe recordar que, a raíz de la desaparición de algunas instituciones de apoyo al campo, como el
2

Banco de Crédito Rural (Banrural) o el Instituto Mexicano del Café (Inmecafé), la comercialización
tuvo que ser asumida por los productores de manera directa.
SILVIA NURIA JURADO CELIS 21
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

su inicio histórico en el periodo de la posguerra, pero que sin embargo cobra


mayor fuerza desde hace un poco más de tres décadas.
Otro rasgo importante es que se trata de un movimiento que aglutina
actores sociales de diferentes puntos geográficos alrededor del mundo, es
decir es un movimiento caracterizado por la diversidad de sus miembros, pero
además tiene carácter global, lo cual lo vuelve sumamente complejo debido
a que lograr acuerdos solidarios entre europeos, latinoamericanos, africanos,
asiáticos, gente de pueblos originarios etc., no es tarea sencilla. En este sentido
la diversidad a la que hago referencia abarca así mismo otros aspectos, no
solamente el geográfico, es además diferencia social, étnica, técnica, histórica,
es decir, además de que los actores provienen de diferentes partes del mundo,
pertenecen al mismo tiempo a identidades étnicas y origen social distintos,
el nivel de acceso a la tecnología varía, de tal suerte que, es, en definitiva, un
movimiento caracterizado por la diversidad manifestada en varios aspectos,
el CJ es plural en ese sentido.
El mercado internacional, por otra parte, es un espacio por demás acaparado
por el capitalismo y la globalización, así que pretender incursionar ahí de
manera solidaria y fraterna es un planteamiento que implica la reconfiguración
de lo que ya se encuentra consolidado y establecido.
Por estas y otras características que se irán comentando a lo largo del
documento, este es un tema que reviste relevancia para su análisis, para
algunos el CJ es considerado “quizás el más dinámico en todo el espectro de
movimientos, campañas e iniciativas que han emergido en décadas recientes
como respuesta a los efectos negativos de la globalización” (Raynolds, Murray
et al., 2007: 4).3
Es además un movimiento que ha impactado de manera importante en el
sector campesino en nuestro país, de acuerdo a Comercio Justo México (CJM),
en nuestro país “más de cincuenta mil familias de pequeños productores están
actualmente participando en el sistema internacional de Comercio Justo”
(Comercio Justo México, 2014)4, lo que muestra que el CJ ha ido ascendiendo
y consolidándose de manera importante en el ámbito nacional.
Ante este panorama el análisis de dicho movimiento se muestra necesario,
para poder comenzar con ello me propongo en este documento mostrar los
avatares o contradicciones que dicho movimiento ha ido presentando, con
Traducción de la autora.
3

Dato consultado en el sitio: http://www.comerciojusto.com.mx/contents/index.php?mod=con-


4

t&id=3&seccion=1
22 SILVIA NURIA JURADO CELIS
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

sus repercusiones reflejadas en las organizaciones de pequeños productores,


para mostrar en un apartado posterior, algunas de las estrategias de dos
organizaciones de pequeños caficultores en Oaxaca como una forma de sortear
las implicaciones de las contradicciones presentadas.
Históricamente el Comercio Justo (CJ) se inicia como un movimiento
social solidario, sus orígenes en este sentido se remontan a los años de la
segunda guerra mundial:
El concepto de Comercio Justo emerge después de la segunda guerra mundial
como una forma de aliviar la pobreza y desarrollar asistencia para los pequeños
productores en los países en desarrollo (Low and Davenport 2006 citado por
Smith et al., (2012:316) en Reed et al., (2012).5

En un inicio los actores principales fueron las comunidades católicas de


base y algunas Organizaciones seculares como Intercambio y ventas para la
rehabilitación de los refugiados y la vocación (SERRV) y el Comité Central
Menonita (MCC), que fueron muy activos en la reconstrucción posterior a la
Segunda Guerra Mundial y el alivio de los refugiados (Davenport and Low,
2012: 289 en Reed, 2012).6
El principio, consistía en hacer un intercambio comercial más cercano y
en términos equitativos, de manera general se pugnaba por un comercio que
proporcionara cierta certidumbre tanto a quienes producen como a quienes
consumen7, y que estuviera regido por reglas de operación que permitieran un
intercambio justo y equitativo, las cuales fueron en su momento encabezadas
por las organizaciones de comercializadores y consumidores.
Los primeros intercambios que llevaron a cabo estas organizaciones fue
la venta de artesanías directamente de los productores de países pobres a los
consumidores conscientes. Por mucho tiempo (desde mediados de la década
de los cuarenta hasta alrededor de principios de la década de los sesenta)
este fue un movimiento de activistas europeos casi en su totalidad, es decir,
manejado por Organizaciones No Gubernamentales (ONG) pero sin llegar a
institucionalizarse de manera formal.
No obstante sí lograron una expansión importante en Europa y establecieron
las llamadas “World Shops” o Tiendas del Mundo.

5
Traducción de la autora.
6
Traducción de la autora.
7
A quienes producen especialmente en lo que se refiere a los precios, y a quienes consumen, la
certeza de a quien le están comprando los diferentes productos, es decir, la claridad en la cadena
de valor.
SILVIA NURIA JURADO CELIS 23
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

Es durante el periodo que transcurre desde la década de los sesentas hacia


los ochentas que estas ONG van haciendo ciertas alianzas, específicamente
las llamadas Organizaciones de Comercio Alternativo (ATO por sus siglas en
inglés) y algunas como Oxfam, de tal suerte que, con el objetivo de conformar
una red a través de la cual se pudiera impulsar el comercio directamente con los
productores, que mantenía su acción en mercados locales europeos. Algunas
pequeñas iniciativas de ATO se desarrollaron en Norte América vendiendo a
través de catálogos y pequeñas tiendas (Raynolds, Long, 2007:16).8
Finalmente en los años ochenta comienza una etapa de consolidación
importante para las iniciativas de CJ en Europa, ya que se logra la construcción
de redes que permitieron unir los esfuerzos de las diferentes ATO en distintos
países.

Cuadro 1. Evolución de las organizaciones de Comercio Justo

Número de Principales
Año de Tipo de
Asociación miembros/ regiones de
establecimiento miembros
países operación
Fairtrade
Labelling
Sello 20 miembros Europa;
Organizations 1997
nacional en 21 países Norteamérica
International
(FLO)
International Europa,
280
Fair Trade Comercio Norteamérica,
1989 miembros en
Association alternativo Asia, África,
62 países
(IFAT) Latinoamérica
Network of Tiendas
15 miembros
European World 1994 del Mundo Europa
en 13 países
Shops (NEWS!) Nacionales
European
Fair Trade Comercio 11 miembros
1987 Europa
Association Alternativo en 9 países
(EFTA)
Fair Trade 106
Comercio Norteamérica,
Federation 1994 miembros en
alternativo Asia
(FTF) 8 países
Fuente: (Raynolds, et al., 2007:16)
Traducción de la autora.
8
24 SILVIA NURIA JURADO CELIS
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

Esto fue un avance sumamente importante, ya que permitió ir direccionando


los esfuerzos de las ONG involucradas hasta ese momento, pero además, fue
posible ir delineando algunos principios básicos que debía contener todo aquel
intercambio que pretendiera clasificarse como solidario. Sin embargo, este es
un tema que se ampliará posteriormente.
Mientras esto sucedía en Europa, en México los pequeños caficultores
se encontraban en una etapa de ajuste: la liberalización comercial que se
impulsaba en nuestro país. Lo cual implicó la desaparición de toda una serie
de instituciones a través de las que el Estado mexicano daba ciertas certezas
a la población, entre ellas el Instituto Mexicano del Café (Inmecafé).
Es durante este periodo (entre la década de los setenta y ochenta) que el CJ
se afianza como un movimiento que promueve el comercio a larga distancia,
con productores de México vendiendo en Europa bajo reglas diferentes a las
del libre mercado.
En ese sentido se fortalece una de las más trascendentales características
de este movimiento, que es su carácter global y prácticamente transnacional,
reconfigurando la manera en la que se llevan a cabo las transacciones comerciales
entre países productores “del sur” y los comercializadores “del norte”. Esto
exigía reglas claras para que pudieran atenderse, pero sobre todo para que los
consumidores confiaran plenamente en que un intercambio justo efectivamente
podía ser posible.
Surgida de una de las corrientes de análisis de las relaciones Norte-Sur,
basada en la teoría del intercambio desigual, la idea básica del comercio
alternativo, creado hace más de treinta años, puede resumirse con el lema
Trade, notaid, es decir, “Comercio, no asistencia”. Ubica la causa fundamental
del subdesarrollo en las prácticas del comercio mundial: numerosos países
del Tercer Mundo dependen de la exportación de materias primas (Renard,
1999:184).

Así, este es un movimiento que coloca en el centro del debate al intercambio


comercial, condición que no se había visualizado que pudiese generar una
respuesta no violenta, sino a través de la intervención en el mismo espacio
comercial. Además, agrega ciertos rasgos que parecieran equipararlo con una
de las características de la década: la globalización.
Actualmente el CJ, concretado a través de la FLO,9 conocido ahora
simplemente como FI (Fair Trade International), sostiene un sistema de

Fair Trade Labelling Organization International.


9
SILVIA NURIA JURADO CELIS 25
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

certificación y diferenciación por medio de sellos que involucra a más de 1.4


millones de productores y trabajadores en 74 países; aglutina además a un total
de 1210 organizaciones de pequeños productores en el mundo, de las que 624
(51.6%) pertenecen a América Latina, 404 (33.4%) a África y Medio Oriente
y 182 (15%) a Asia y Oceanía (Fair trade International, 2015: 3). Con todo y
esta relevancia, es importante destacar algunos tropiezos que se consideran
para las instituciones que lo conforman:

La toma de decisiones en FLO


Originalmente FLO estaba conformado por los LI y representantes de las
organizaciones de pequeños productores en equidad de circunstancias, esta
condición fue cambiando poco a poco.
En 2004, FLO introdujo cambios en su estructura de gobernanza al incorporar
dentro de su Consejo de Administración de directores cuatro representantes de
las organizaciones de productores y dos representantes de los comercializadores
(Pequeños negocios de ATO o corporaciones, sumado a los seis representantes
de las LI quienes mantuvieron el derecho a elegir a los integrantes del
Consejo de Administración. A pesar de este avance aparente, los productores
argumentaron que el nuevo acomodo no les mejoraba la intervención en la
toma de decisiones. No solamente porque las LI pudieran ejercer el control a
través del voto en bloque, sino porque, argumentaron, no los involucraban en
las verdaderas discusiones de la mesa. Más bien las LI acordaban entre ellas
en su Reunión de Miembros y llegaban ya con posiciones predeterminadas
al Consejo de Administración (Hutchens 2009 citado por Renard and Pérez-
Grovas 2007 en Reed, 2012:306).10

Hay que recordar que los miembros de FLO en un principio fueron las LI
que se enlistaron en el Cuadro 1, es decir, desde el inicio la toma de decisiones se
concentró en las iniciativas nacionales que pertenecen a los comercializadores,
había cierto margen de acción para las organizaciones pero no hacía muchísima
diferencia: “Cuando FLO-I11 se fundó su Consejo de Administración consistía
completamente de representantes de FLO, con solamente un miembro sin
derecho a voto de las organizaciones de productores”12 (Reed, 2009: 6).

10
Traducción de la autora.
11
FLO-I significa FLO Internacional que se diferencia del organismo creado en 1997 para desvincularse
del proceso de certificación.
12
Traducción de la autora.
26 SILVIA NURIA JURADO CELIS
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

En este sentido los cambios del 2004 tampoco trajeron grandes mejoras
en lo concreto, ya que finalmente en las decisiones cruciales los representantes
de las organizaciones no tenían peso, en palabras de Miguel Tejero13 los
mayoriteaban en las decisiones (Tejero, 2014).
Es evidente que a pesar de que en el discurso se ha pugnado por un diálogo
y un trato comercial solidario, la toma de decisiones con esta característica
no estaba incluida en el paquete. Dicha condición dio lugar a una serie de
futuras decisiones que fueron formando parte de estos llamados avatares del
CJ. Actualmente la estructura de FLO se encuentra conformada por:
El sistema internacional de Comercio Justo es gobernado por la Asamblea
General y el Consejo de Administración. Los miembros del sistema
Internacional de Comercio Justo se reúnen una vez al año en Asamblea
General. Esta Asamblea con 50% de representación de los productores / 50%
representación de las Organizaciones Nacionales de Comercio Justo que
decide sobre las cuestiones de sus miembros, aprueba las cuentas anuales,
y ratifica el nuevo Consejo de Administración.
Existen también asambleas anuales para cada Organización Nacional de
Comercio Justo y las redes de productores.
El Consejo para el Sistema Internacional de Comercio Justo es elegido por
la Asamblea General e incluye:
o Cuatro miembros nominados por las tres redes de productores.
o Cuatro miembros nominados por las Organizaciones Nacionales de
Comercio Justo.
o Tres miembros independientes.14 (FLO International)15

Conforme a lo que presenta esta estructura de toma de decisiones,


aparentemente existe equidad en cuanto a la representación, sin embargo, las
posiciones políticas difieren entre sí, especialmente en lo que se refiere a las
redes de productores.

La certificación de plantaciones y el ingreso de las corporaciones


Una de las decisiones más controversiales en el seno de FLO es la relacionada
con la certificación del trabajo asalariado, es decir, el trabajo de jornaleros
agrícolas que se lleva a cabo bajo el esquema de plantaciones privadas. Esta
13
Miguel Tejero Villacañas Asesor de la Coordinadora Estatal de Productores de Café de Oaxaca
(CEPCO).
14
Traducción de la autora.
15
Información tomada del sitio web: http://www.fairtrade.net/board-members-general-assembly.
html?&L=0. Página consultada en noviembre de 2014.
SILVIA NURIA JURADO CELIS 27
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

decisión obedece a una serie de reconfiguraciones en la visión de FLO, en


parte quizás, debido a la demanda de productos que fue aumentando y que
llevaron a la necesidad de satisfacerla finalmente en términos un tanto más
cercanos a la dinámica del mercado convencional.
De esta manera, en aras de diversificar la oferta y aumentar los volúmenes
de los productos ofertados, los sellos de CJ fueron poco a poco abriendo las
puertas a cadenas minoristas y, finalmente, a la certificación por parte de FLO
de las plantaciones privadas.
En el caso de Max Havelaar,16 por ejemplo, los fundadores creían que el
mercado de comercio justo no podría crecer sustancialmente si no se distribuía
más allá de los minoristas alternativos para su incorporación en las cadenas
de tiendas. Como resultado el cuerpo de certificación fue desarrollado con
el intento de incorporar más minoristas dentro de la red de distribución de
comercio justo. Por su parte, Transfair Alemania hizo otra alteración importante
al comercio justo al certificar la producción en plantaciones. Más tarde, otros
FLOs aceptarían dar licencias de comercio justo a corporaciones.17 (Raynolds
and Long, 2007, Waridel, 2002) en (Reed, 2009:5).

Esto permitió diversificar los productos ofertados bajo el sello FLO, y


abarcar con ello un mayor espacio en el mercado, se incorporaron productos
como bananos, cacao, azúcar, frutas, algodón, flores, té, frutas frescas, miel,
jugos, arroz, especias y hierbas aromáticas, vino. Actualmente, además de
estos productos, se ofertan también balones de soccer, y más recientemente
oro, este es un tema que se analizará más adelante.
De manera que, aunque el número de productos que se ofertan bajo el
sello de CJ efectivamente ha aumentado, el sentido de la obtención del sello
a través de FLO se ha ido modificando:
…el número de productores y trabajadores del circuito Fairtrade continúa
creciendo: en 2008 se registró un total de 970,000 entre productores y
trabajadores; en 2010 se alcanzó 1.15 millones (un incremento de 18% en
dos años), mientras para 2011 el informe estimó que llegaría a más de 1.2
millones (FLO, 2011:21). Al desglosar los datos mundiales, podemos ver
como los trabajadores contratados bajo el sistema Fairtrade crecen más del
doble respecto a los productores. Entre 2008 y 2010 los trabajadores han
crecido un 36%, pasando de 127,000 a 163,000; mientras que el número
de productores aumentó un 16%, desde 845,000 hasta los actuales 980,000
(FLO, 2011:13 en Coscione, 2012:50).
16
Sello de calidad de origen holandés que representa al CJ.
17
Traducción de la autora.
28 SILVIA NURIA JURADO CELIS
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

Desde que se dio a conocer el hecho de que a través de FLO se abrían las
puertas del CJ para las grandes plantaciones, los productores latinoamericanos
hicieron público su descontento y desacuerdo con ello. Así, la introducción
de productos provenientes de plantaciones tiene una fuerte crítica que se
mantiene hasta el momento y que va de la mano incluso con el cuestionamiento
respecto a si se está reproduciendo un orden colonial al apoyar estos espacios
de producción.
Otro punto en este mismo sentido es el hecho de integrar al circuito Fair
Trade a algunas corporaciones, esto tiene dos vertientes, por una parte, existe
un ejemplo que pone Laura Waridel con respecto a la entrada de Starbucks
al circuito Fair Trade, el cual gracias a una gran presión de las ONG y
consumidores responsables acepta incorporarse al CJ certificado.
El 25 de septiembre de 2000, el organismo de certificación de comercio
justo TransFair, publicó un comunicado de prensa conjunto con Starbucks,
anunciando que la compañía ofrecería café certificado proveniente del
comercio justo en sus 2 mil 300 puntos de venta en Estados Unidos.
Aunque el café proveniente del comercio justo que ofrece Starbucks es
solamente uno entre 30 variedades de café que la empresa comercializa,
este compromiso constituye el primer paso de una mayor responsabilidad
corporativa y representa un volumen total importante dado el tamaño de la
compañía (Waridel, 2002:74).

Esta es probablemente la visión más optimista acerca del ingreso de las


corporaciones al CJ, sin embargo, el espacio para ellas se fue ampliando poco
a poco.
La noción de implementación se volvió más controversial, sin embargo, con
la incorporación de grandes corporaciones agroalimentarias (como Sara Lee
y Procter & Gamble), así como el otorgamiento de licencias a minoristas
especializados (Starbucks por ejemplo). Este lado de la implementación fue
retomado más activamente por algunas Lis que por otros, más notablemente
FtF y Trans Fair USA. Estos últimos dos Lis han sido acusados de cortejar o
consentir muy activamente el otorgamiento de las licencias a las corporaciones
como Nestlé y Dole que tienen históricamente registros muy pobres en los
países en desarrollo –además sin dar una retribución suficiente por el uso
de la licencia (por ejemplo al no comprometerse a mantener un volumen
mínimo de compras)18 (Reed, 2012:305).

18
Traducción de la autora.
SILVIA NURIA JURADO CELIS 29
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

Esto ha distanciado mucho más a las instituciones del CJ de las organizaciones


de base, si bien es verdad que la idea original era que efectivamente, en la
medida de lo posible, todos los actores posibles hicieran un comercio justo,
también es cierto, por otra parte, que algunos sellos han flexibilizado sus normas
en aras de que puedan entrar las corporaciones sin problemas mayores, con
el fin último de abastecer un mercado, entonces ¿qué significado tiene ahora
el comercio justo?
Políticas de este tipo terminan irremediablemente con el proceso de
apertura de las puertas de manera muy cómoda a una serie de empresas y
firmas que sean capaces de manejar grandes volúmenes con la posibilidad
de no tener un compromiso real con los pequeños productores, es decir, se
repite la problemática de inicios del movimiento de CJ, el precio justo pierde
sentido si los volúmenes no son significativos, por otra parte, es un modelo
que promueve la competencia desleal entre los mismos comercializadores.
El hecho no es cerrar las puertas a diferentes actores, el punto es no olvidar
que las grandes corporaciones:
…no necesitan acceso a mercados. Ellos ya vienen vendiendo a empresas y
brókeres tanto en Europa como en los Estados Unidos. Para ellos el comercio
justo es simplemente otro aspecto del producto que ofrecen a los consumidores
que así lo deseen (Dickinson R, 2011 en Coscione, 2012:95).

Bajo este esquema, las organizaciones de pequeños productores quedan


en desventaja, y sobre todo, a merced nuevamente de lo que decidan las
grandes compañías, quienes sólo se encuentran ostentando un sello como
una oportunidad para entrar ahora a este nicho de mercado en la lógica
del comercio convencional, sin hacer una diferencia significativa para los
productores campesinos.

La certificación del oro


Una cuestión más reciente que ha surgido en FLO es la aprobación de estándares
para certificar metales preciosos, específicamente el oro. Si bien es cierto que
en un principio el CJ se motivó en parte gracias a la venta de artesanías, para el
caso de los metales hay ciertos puntos que pueden ser bastante contradictorios.
Los estándares han sido publicados en el año 2013, oficialmente haciendo
mayor énfasis en los países africanos y asiáticos, en donde la minería artesanal
reviste una gran importancia.
30 SILVIA NURIA JURADO CELIS
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

Algunos de los principios básicos para su ejecución son:


Como se indica en el sitio web de la Fundación Comercio Justo de Reino
Unido las ideas núcleo que acompañan el oro y la minería de comercio justo
son las siguientes:
1. Los mineros recibirán un mejor precio por su oro.
2. Que los mineros reciban un premio social por “oro ecológico” –que es
oro extraído sin químicos.
3. Que los mineros tendrán la oportunidad de empoderarse a sí mismos a
través de su organización.
4. Que los mineros certificados usen prácticas responsables y seguras
para el manejo de químicos tóxicos como el cianuro y mercurio en la
recolección del oro.
5. Que el oro certificado no contribuirá al conflicto o la violencia”.19 (Hilson
and Kamlongera, en Reed 2012:281).

Efectivamente esta regulación es sumamente controversial, incluso


contradictoria en parte de su contenido, si en un primer momento resalta la
calidad “ecológica” del oro, y más adelante apuntala prácticas “seguras” para
el uso de químicos, entonces estamos frente a un discurso que no es del todo
claro.
Si bien es cierto que las condiciones de trabajo de los mineros son de las
más desafortunadas y desventajosas, sin embargo, es muy riesgoso pensar que a
través del fortalecimiento de estas mismas actividades es como se van a abatir.
Por otra parte, históricamente la minería ha sido una actividad que tiende
a perpetuar la desigualdad, ¿cómo sería posible garantizar la transparencia
en el uso y destino del metal? ¿Es posible pensar que la posesión de oro no
conduzca irremediablemente a un conflicto? Por otra parte, ¿cómo es posible
garantizar la suficiente transparencia para que esta extracción artesanal no sea
subsumida por las grandes corporaciones mineras?
Considero que, en este tema, por el momento existen más preguntas
que respuestas, el estándar es sumamente reciente y habrá que evaluar sus
consecuencias en un plazo mayor. Por el momento, lo que me interesa dejar
en claro es que, a pesar de haber iniciado siendo una apuesta campesina, el
CJ certificado se ha alejado de una manera importante de sus principios, y
19
Traducción de la autora.
SILVIA NURIA JURADO CELIS 31
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

por ende, de los pequeños productores que fueron en su momento el espíritu


que guiaba la práctica del CJ.

3. Otras estrategias campesinas. La experiencia de la CEPCO20


Si bien el Comercio Justo, tan comentado en este documento, ha sido un
movimiento y una estrategia, apuesta importante y crucial para muchas
organizaciones de pequeños productores en México, de manera especial para
los caficultores mexicanos, y no obstante, su importancia y peso actual en el
mercado de cafés especiales21, esta no es la única estrategia implementada
por las organizaciones de pequeños productores.
En este apartado me interesa hacer énfasis en una de las vías que ha
implementado una parte de las organizaciones campesinas, en este sentido,
es un camino un tanto distinto al Comercio Justo, pero cuyas implicaciones
sociales permiten que sea un factor que coadyuva al cambio en la correlación
de fuerzas en ese sector.
Me propongo con esto, mostrar una parte de la diversidad de estrategias
que pueden coexistir para continuar participando en el mercado internacional,
espacio al que los productores han accedido, en donde hacen presencia y que,
a través de estos mecanismos, lo defienden como una parte de su territorio.
Es el caso, entonces, de la apuesta por la llamada ultraespecialización
del café, esta palabra hace referencia a una especialidad sumamente alta de
acuerdo a calidades muy específicas.
Es decir, se trata de cafés que son orgánicos, de comercio justo, pero
además de altura, amigables con las aves, seleccionado por manos femeninas
etc., todos los atributos que se pueda imaginar el consumidor.
Esta alta especificidad implica que las cantidades de materia prima que
se manejen no sean altas, lo cual incrementa los costos de operación y exige
un movimiento mucho mayor de recursos por parte de quienes intenten
implementar dicha estrategia.
Se trata de un café con una alta y específica calidad en taza, por lo que
el manejo de los estándares de calidad es crucial, lo que conduce a una alta
capacitación del personal que lo esté lidereando.
20
Coordinadora Estatal de Pequeños Productores de Café de Oaxaca.
21
Los llamados cafés especiales son aquellos que no se deben a la clasificación de calidades definida
por la Organización Internacional del Café, su calidad es definida en torno a aspectos cualitativos
como el carácter ecológico, de CJ, café femenino y otras que hacen referencia a las cualidades
no económicas u organolépticas del café.
32 SILVIA NURIA JURADO CELIS
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

Eso implica que, a diferencia de lo que sucedía con el comercio justo


en donde eran los tostadores o los llamados “brokers” quienes decidían la
calidad del café de acuerdo a la demanda de sus consumidores, ahora quienes
establecen el estándar de calidad a seguir son los llamados baristas, es decir,
el gusto del preparador final del café en taza.
Esto tiene amplia importancia, ya que es un café con una calidad tan
específica que solo puede abastecerse a través de los llamados microlotes,
estos se diferencian de los lotes normales en su peso, un lote tradicional se
compone de doscientos cincuenta sacos de café oro, de sesenta y nueve kilos
cada uno, por el contrario los microlotes pueden componerse desde seis hasta
ciento cincuenta sacos.
Dicha conformación necesita de varios factores para su funcionamiento:
− Una alta capacitación a todos los niveles de las organizaciones, desde
los productores, hasta las y los asesores, ya que el principal valor que se
ostenta es una muy alta calidad en taza, la cual se define desde la parcela
y a través de todas las etapas de procesamiento del aromático.
− Un respaldo financiero importante y sólido, en vista de que hay que
asumir altos costos de operación, en lugar de mover lotes grandes con
relativamente pocos viajes, se movilizan lotes pequeños en varios viajes,
lo cual eleva los costos.
− Una infraestructura lo suficientemente grande para lograr movilizar toda
la materia prima que les demanden.
− Conseguir el establecimiento de relaciones comerciales a largo plazo, se
trata de convertirse en el proveedor inamovible de los comercializadores,
a cambio se ofrece mantener la alta calidad en el producto.

Lo anterior deja ver que, evidentemente, esta no es una estrategia a la


que todas las organizaciones puedan acceder fácilmente, además de lo ya
expuesto, es necesario que se pasen una serie de pruebas de calidad en taza.
Así, la CEPCO debe contar con un respaldo financiero importante, en el
afán de sostener esta iniciativa. La capacitación ha permitido separar el acopio
de estos cafés de microlotes, los cuales son etiquetados para su distinción.
La estrategia de apoyo a los productores se basa en los programas de
financiamiento de la misma CEPCO y, en ocasiones, en su caja de ahorro
vinculada al Fideicomiso Instituido en Relación con la Agricultura (FIRA).
SILVIA NURIA JURADO CELIS 33
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

No obstante todo lo anterior, el diferencial en cuanto a precio es sumamente


atractivo, un café con sello orgánico, justo, SPP alcanzaría en el ciclo 2016 un
precio de aproximadamente doscientos sesenta y seis dólares las cien libras,
precio de café oro de exportación; en comparación con los cuatrocientos
dólares por cada cien libras que pagan los que comercializan con micro lotes22.
Este es un camino que, en el caso de las organizaciones oaxaqueñas lo
está recorriendo la CEPCO y lo está comenzando a explorar MICHIZA,23 sin
embargo, es una iniciativa sumamente reciente que si bien localiza su principal
mercado en los Estados Unidos, los resultados no son claros por el momento.
Así mismo, ha tenido eco en varias organizaciones del estado de Chiapas,
en el caso de la Tosepan Titataniske de Puebla, ellos están exportando micro
lotes para abastecer un muy específico mercado japonés de café soluble.
Hay quienes ven en este espacio, la única forma de resistencia de las
organizaciones campesinas, en un contexto en el que incluso el CJ ha sido
invadido por las grandes corporaciones agroalimentarias, afirman que existen
estos resquicios o grietas a donde difícilmente llegan las transnacionales.
Lo cual no quiere decir que no vayan a llegar, pero los micro lotes son muy
complicados de manejar para las corporaciones,
no les interesa vender doce sacos, en ese sentido las organizaciones, pueden
tener ventajas competitivas muy grandes en este tipo de mercados, lo que
permitiría, estar en el mercado global, pero “de punta”, es competir en el
mercado en mejores condiciones para ti (Miguel Tejero, 2014).

No obstante la mirada puesta en los micro lotes, las organizaciones que


ya los están trabajando saben que, al igual que en el caso de lo orgánico y el
comercio justo, es indispensable no apostarle a una sola alternativa.
De manera que, si bien la ultraespecialización es una opción importante
ahora por los dividendos que reporta,
es sólo una parte de las alternativas que debe construirse junto con otras
certificaciones, no sólo porque se ha traicionado el concepto original del
Comercio Justo, sino porque se ha especializado el tema del café (Josefina
Aranda 2014).

Algunos de los avances más significativos en este tema lo tiene en


Oaxaca la CEPCO, quien ya se ha hecho incluso socia de Equal Exchange,
22
Con información de Miguel Tejero Villacañas.
23
Mixe Chinanteco Zapoteco, organización de pequeños caficultores oaxaqueños.
34 SILVIA NURIA JURADO CELIS
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

una compañía de los Estados Unidos que se encuentra actualmente trabajando


fuertemente por el café ultraespecializado.
No obstante que es una iniciativa relativamente incipiente, hay algunas
preguntas que las mismas organizaciones se están haciendo y para las que aún
habrá que esperar por una respuesta más clara.
¿Cómo será posible no provocar fracturas internas en las organizaciones?,
puesto que unas regiones podrán ofrecer mejores calidades en taza, tan
sólo por su ubicación geográfica. Por otra parte, ¿Cómo llevar a cabo un
proceso lo suficientemente transparente para la implementación de los recursos
provenientes de estos mercados?
Si bien es cierto que es condición indispensable diversificar el quehacer de
las cooperativas, esto sólo podrá tener resultados si los procesos de rendición
de cuentas son lo bastante transparentes para no provocar dichas escisiones.
Aunado a estas condiciones, las organizaciones afirman que ante los bajos
rendimientos que se tienen actualmente en el café, lo que se ha incrementado
con la roya, la única forma de exportar es a través de los micro lotes, se trata
entonces, de una estrategia que se acomoda al momento de crisis actual, sin
embargo, es esta misma condición la que la pone en una situación delicada
con respecto al tiempo que se pueda mantener.
Así mismo es, por el momento un mercado coyuntural, ya que la capacidad
que hay ahora de consumo es mucho más alta en Estados Unidos que en
Europa (Miguel Tejero, 2014), sin embargo, no se sabe por cuánto tiempo
más se pueda mantener esta tendencia.
Un rasgo sobresaliente es el hecho de que esos sellos que diferencian
diversas calidades, han permitido que el Comercio Justo deje de ser la estrategia
central para las organizaciones de pequeños caficultores.
Otro rasgo importante de los micro lotes es que, por su alta especificidad,
no puede ser una estrategia que abarque a un gran número de productores,
especialmente si se hace referencia a características como la altura en la que
es producido el café24. Por ello, si bien es una estrategia entre muchas, podrá
ser implementada en un número limitado de organizaciones.

24
El llamado café de altura se considera a partir de los 1200 msnm.
SILVIA NURIA JURADO CELIS 35
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

Conclusiones
Las alternativas comerciales para los pequeños caficultores organizados se
han diversificado, el mercado diferenciado por calidades ha crecido, por lo
que actualmente estamos viendo una amalgama de iniciativas y estrategias
comerciales de corte autónomo y campesino, pero con rasgos de la libre
competencia en donde los rasgos sociales se vuelven un tanto difusos.
El Comercio Justo certificado ya no es la principal alternativa para la mayor
parte de las organizaciones de pequeños productores, ahora se ha convertido
en un sello más, que si bien no tiende a desaparecer, sí a desdibujarse en este
competido mercado diferenciado.
Por ello, considero que uno de los retos importantes es ver al CJ mas allá
del mercado certificado, concretado a través de las personas que lo encarnan,
pero también, a través de las ganancias que pueda llegar a generar.
La ultraespecialización por su parte, se ha convertido en una estrategia
más, dentro de un mar de iniciativas cuyo objetivo es mantener el acceso al
mercado para miles de pequeños productores.
Si bien es una alternativa bastante atractiva, también es riesgosa, ya que
no existe la certeza del volumen de compras anual, ni siquiera mínimo, esto
ya forma parte de las características de un mercado convencional.
Es decir, forma parte de un proceso de inserción en el mercado, ya no
sólo a través de un sello, sino en función del mismo mercado. Esto también
representa un riesgo grande; en el caso de las organizaciones de pequeños
caficultores que mantienen su base con campesinos indígenas que practican
una dinámica comunitaria específica y sumamente importante, deben estar
preparadas para que el mercado no termine por absorberlos, en ese espacio,
el modo de vida campesino tendría que jugar un papel sumamente importante
acompañado de una diversificación productiva eficiente, en el que sea posible
aprovechar el potencial de las diferentes comunidades.
Las perspectivas a la fecha son que se incremente la comercialización de
estos cafés debido a que aun en los años de crisis económica reciente, no se
detuvo el crecimiento de este mercado (CEPCO, 2013:95).

Así, el mercado se erige como uno de los espacios en donde la acción


campesina está presente, el Comercio Justo logró abrir una brecha importante
para que se conformara no sólo este nicho, sino todo un sistema para los cafés
36 SILVIA NURIA JURADO CELIS
¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

especiales, el cual permitió que las organizaciones campesinas se fortalecieran,


y sobre todo, que accedieran a dicho espacio.
Ahora se encuentra consolidado y las condiciones han cambiado muchísimo,
el vínculo ya está establecido, y los pequeños caficultores han aprendido que
este espacio también puede ser de ellos, y por lo tanto, hay que defenderlo,
con los límites y contradicciones que esto implica.
Si bien el CJ certificado fue crucial en su momento para el mantenimiento
del modo de vida campesino, es este mismo el que lo ha superado, de no ser
así, en el momento que el CJ decayera, los campesinos se habrían encontrado
al borde de su desaparición.
La apuesta en el mercado como parte de los espacios campesinos
se mantiene vigente, diverso como ellos mismos, por el momento no es
posible hacer una afirmación tajante de las consecuencias que traerá para las
organizaciones de pequeños caficultores apostarle a la alta especialización,
no obstante, es claro que son los recursos con los que cuentan y de ello hay
que echar mano para continuar.
Por el momento, la moneda aún está en el aire, nosotros como consumidores,
les debemos varias respuestas.

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¿Mercados alternativos o alternativas al mercado? Los avatares del comercio

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Tierra. Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte.
Edición en español. México.
Retos y perspectivas de las
organizaciones del comercio
justo. Una mirada desde el
sector cafetalero de México
Gladys Karina Sánchez Juárez1

Resumen
El presente trabajo aborda el origen y desarrollo del comercio justo para
analizar los cambios que presenta este sistema de comercio, debido a que
sus transformaciones institucionales están dando pie a que los pequeños
productores de café organizados pierdan la posibilidad de decidir sobre las
reglas de este. Por esta misma razón se observa una disputa entre los diversos
actores que están involucrados en los órganos administrativos del sistema, ya
que toda decisión o cambio de dirección afecta directamente los intereses de
productores y comercializadores principalmente.
No obstante, tratamos de resaltar que pese a las contradicciones y
transformaciones que tiene el sistema de comercio justo, éste es una estrategia
que resultó fundamental para los cafeticultores minifundistas de México, que les
permitió mantener sus propias formas de producir y de vivir, del mismo modo
la agricultura orgánica fue una tecnología productiva a la cual se adaptaron,
ambos elementos los retomaron con el objetivo de obtener mejores ingresos
con la venta del aromático.
1
Profesora - Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma
“Benito Juárez” de Oaxaca, correo electrónico: glakasj@hotmail.com

39
40 GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

Sin embargo, con los cambios que se observan en el sistema de comercio


justo, los pequeños cafeticultores enfrentan un gran reto para mantener el
sentido ético moral bajo el cual crearon este mecanismo comercial.

Introducción
A partir de la década de los noventa, diversas organizaciones de cafeticultores
se integraron al sistema de comercio justo y a la agricultura orgánica, puesto
que ha sido una estrategia fundamental para mantener sus sistemas productivos
y de reproducción social, ya que a través de la diferenciación comercial de su
producción pueden obtener mejores precios por el grano.
Sin embargo, en la actualidad el cambio en las instituciones creadas por
el sistema de comercio justo, y por ende, las reglas del mismo, son factores
que están incidiendo sobre las posibilidades de decisión que antes podían tener
los pequeños cafeticultores, por lo mismo existe una disputa por participar en
las decisiones, en tanto que éstas afectan intereses de los diversos actores de
las cadenas agroalimentarias que están dentro del sistema.
Uno de los retos más importantes al que se enfrentan los pequeños
cafeticultores es mantener el sentido ético moral con el cual se creó el comercio
justo.
El inicio y desarrollo del sistema de comercio justo en México derivó de
la propuesta de pequeños productores organizados en coordinación con una
organización solidaria europea, y en conjunto lograron instituir el esquema
comercial con el objetivo de revalorar el esfuerzo que realizan los campesinos
en sus labores de cultivo de productos agroalimentarios, que sobre todo tenía un
destino de exportación, en este caso particular fue a partir de una organización
de pequeños productores de café orgánico, quienes fueron los fundadores de
esta iniciativa (Renard, 1999; Roozen y VanderHoff, 2002; Sánchez, 2007).

1. Desarrollo del sello de comercio justo internacional


De esta manera, surgió el planteamiento de crear el sistema de comercio
justo, que hoy día se ve fortalecido, tanto en su institucionalización como en
su dinámica comercial, debido a que los productos que comercializan con el
sello de Fair Trade son reconocidos en algunos países europeos y en Estados
Unidos. El sistema de comercio justo ha crecido de manera importante por
los volúmenes de venta que se incrementan cada año, en particular, en países
GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ 41
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

importadores de café, y por su parte, en los países productores se fortaleció


el sistema, ya que las organizaciones productivas han permanecido en él
durante 22 años.2
En el caso de las organizaciones de pequeños productores de café de
Oaxaca y Chiapas, además de comercializar con las normas del comercio
justo, cumplen también con la normatividad de la agricultura orgánica, esto
con el objetivo de mantener una lógica de conservación de la naturaleza y
para alcanzar mejores precios en su producción, lo cual en cierta medida les
permite elevar los ingresos económicos de las familias campesinas.
Para los pequeños productores de café, incursionar en la agricultura
orgánica y el comercio justo, es parte de sus estrategias económico-productivas
que les permite continuar con su reproducción social como campesinos en el
sur de México, aunque también forma parte de su proyecto político, debido
a que a través del comercio justo pretendían que se revalorara el trabajo
campesino y como colectivo lograron integrarse al sistema económico global
de manera independiente.
Durante cerca de dos décadas el sistema de comercio justo fue una
alternativa para los pequeños productores, ya que la crisis del sector cafetalero
del año 1989 orilló a los cafeticultores a formar organizaciones para poder
comercializar su producción; sin embargo, el problema mayor de ese periodo
fue enfrentar los bajos precios del aromático, por lo cual, el comercio justo
sentó sus bases a partir de 1992 para reconocer el esfuerzo que realizan los
productores minifundistas en sus cultivos, y una forma de reconocer ese
esfuerzo fue pagar un sobreprecio por el grano aromático, en función de sus
costos de producción, con lo cual se hizo una diferencia en la lógica mercantil
que sólo se fundamenta en la ley de la oferta y la demanda.
De esta manera, el comercio justo cumplía el objetivo de pagar un precio
más acercado a los costos de producción, revalorar el trabajo campesino de
los países pobres, y al mismo tiempo, se abrió la posibilidad de centrarse en
esquemas organizativos democráticos y participativos. Por esta razón, cuando
se creó Fair Trade Labelling Organizations International (FLO) en 1997,3 que
2
Desde la creación del sello de Max Havellar en 1988 una organización de café (Unión de
Comunidades Indígenas de la Región del Istmo, UCIRI) constituyó el sistema de comercio justo
en coordinación con la organización Solidaridad de Holanda (VanderHoff, 2005; Renard, 1999).
3
En el año 1997, 17 iniciativas de sellos nacionales de diferentes países: Holanda, Suiza, Bélgica,
Dinamarca, Francia y Noruega que era integrantes del sello Max Havellar, y por otro lado,
Alemania, Italia, Austria, Canadá, Estados Unidos de Norte América y Japón que estaban en
Transfair; constituyeron una sola institución de certificación de comercio justo que denominaron
Fair Trade Labelling Organizations International.
42 GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

es la institución principal del comercio justo, se constituyó sobre la base de


que todos los actores involucrados en el ciclo productivo y comercial, debían
integrarse para participar en la toma de decisiones con el objetivo de mantener
los principios éticos y comerciales bajo los cuales se creó este sistema.
Por otra parte, desde el inicio también se pensó en la necesidad de hacer
crecer este segmento del mercado, ya que, en la medida en que aumentaran
las ventas de estos productos, esto podría ser un factor que permitiría incluir
a más productores que se pudieran beneficiar del esquema.
Por las razones anteriores, las instituciones de comercio justo son un
espacio de discusión, reflexión y negociación para los pequeños productores
de café y otros productos, ya que se asumen como actores importantes de
esta red de comercio. Hoy día FLO es el órgano administrativo fundamental
del sistema de comercio justo y en ese núcleo organizativo existen 3 redes
de productores que son miembros de dicha estructura, éstos productores son
de África, Asia y de América Latina, en éste último caso, es la Coordinadora
Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores de Comercio Justo
(Clac), la cual a su vez se integra por 6 redes de productos: Red Café, Banano,
Cacao, Miel, Azúcar, Jugos y Frutas Frescas (Coscione, 2012).
Sin embargo, además de Clac que es la red latinoamericana, también
existen iniciativas nacionales, como en el caso de México, en donde está la
Coordinadora Mexicana de Pequeños Productores de Comercio Justo que se
constituyó en el año 2001 por la iniciativa de las organizaciones de café y miel
principalmente4, por tanto, más que funcionar como redes de productos, esta es
la instancia a través de la cual los productores de miel y café principalmente,
participan en las asambleas de comercio justo.
En la Coordinadora Mexicana de Pequeños Productores de Comercio Justo
(en adelante Coordinadora Mexicana), son los cafeticultores quienes destacan
en las reuniones, por su participación activa y porque son una mayoría en
México. Es a través de esta instancia que los pequeños productores organizados
realizan análisis, reflexiones y planteamientos en torno al rumbo que sigue
el sistema de comercio justo, por tanto, es una figura que cobra relevancia
para definir la postura de los productores frente a las estrategias comerciales,
normas que se definen y la administración que se desarrolla en FLO.

La Coordinadora Mexicana se constituyó en el año 2001, actualmente cuenta con cerca de 40


4

organizaciones asociadas, su formación fue por el impulso de Comercio Justo México y por el
apoyo financiero de la Fundación Solidaridad de Holanda (La misma organización que impulsó
la constitución del sistema de comercio justo internacional).
GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ 43
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

Desde que se constituyó FLO, su estructura administrativa y de organización


ha tenido, en cierta medida, algunos cambios, en tanto que, cuando inició
el sistema, no contaban con instituciones consolidadas, sólo se trataba de
establecer relaciones entre los importadores y los productores bajo algunas
consideraciones para establecer sus convenios comerciales, por lo mismo, los
productores sólo tomaban decisiones en el momento de firmar un contrato;
sin embargo, con el paso del tiempo el sistema se institucionalizó, y como
consecuencia, se formaron núcleos de dirección; por tanto, se hizo necesario la
definición de los actores que debían tomar decisiones dentro de la institución.
En este segundo momento, es cuando los productores comenzaron a participar
en el núcleo que toma decisiones para definir las estrategias comerciales y
la actualización normativa, por lo cual, durante este periodo las decisiones
trataban de incorporar la visión de los diferentes actores participantes.
Sin embargo, debido a las transformaciones recientes, en la actualidad,
nuevamente los productores sienten que están siendo aislados de la toma de
decisiones, debido a que la Asamblea General Anual se integra por redes de
productores, iniciativas nacionales del sello y organizaciones comerciales. Un
órgano directivo de segundo nivel es la Junta Directiva, a través de la cual
se toman las decisiones especializadas y de alto impacto en las estrategias
comerciales, esta se integra por cinco representantes de las iniciativas nacionales,
cuatro representantes de las redes de productores, tres miembros “expertos”
externos y dos representantes de comerciantes Fairtrade (Coscione, 2012).
En un tercer nivel está el equipo de liderazgo, que se integra por el personal
operativo de FLO y son los encargados de tomar las decisiones inmediatas
en la dinámica cotidiana.
Los cambios realizados en la estructura administrativa durante los últimos
cinco años, generó una reconfiguración en la forma en cómo se toman las
decisiones, y por lo mismo, en diversos momentos los actores enfrentan cambios
en ello, los que muchas veces aminoran su posibilidad de incidir en decisiones
que afectan directamente sus intereses. En la etapa actual de FLO, son los
productores quienes se sienten excluidos de las decisiones porque en gran
medida son las organizaciones comerciales quienes logran incidir con mayor
fuerza, con el argumento de que son los más cercanos a los consumidores, y
por tanto, son éstas instancias las que pueden orientar el rumbo de FLO, ya
que el comercio justo se sostiene gracias a la demanda de los consumidores.
Lo que se observa en esta etapa, de acuerdo con la percepción de los
productores, es que además de las organizaciones comerciales, también el
44 GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

personal operativo toma decisiones importantes sin consultar a las instancias


de mayor rango de autoridad, motivo por el cual los productores han perdido
las posibilidades de decidir y sólo reciben la información de los acuerdos que
definen los actores antes mencionados.
De tal forma que, las transformaciones en la estructura organizativa han
tenido efectos en la forma de tomar decisiones, porque incluso comienzan a
reflejarse sólo los intereses de particulares, o bien, en concreto, parece que
los objetivos actuales de FLO sólo persiguen fines de comercio, debido a que
por ejemplo los “expertos” que tienen injerencia en un nivel directivo, tienen
un perfil de especialistas en desarrollos comerciales porque su experiencia es
de trabajo en empresas trasnacionales como Nestlé, por la misma razón, sólo
se centran en los cambios necesarios para mantener o aumentar los niveles
del negocio, tanto en términos financieros como en función del impacto en la
mercadotecnia, y abandonan o hacen a un lado los criterios de sentido ético-
moral con los cuales fue creado el sistema de comercio justo.
En ese sentido, hoy podemos ver que una de las decisiones que refleja
esta situación es la entrada de la gigantesca empresa trasnacional Nestlé en el
sistema, misma que se está certificando con el sello de FLO. Desde la versión
y discusión de los productores de México, a través de las reuniones de la
Coordinadora Mexicana, esta fue una decisión prácticamente unilateral por el
personal operativo de FLO, y en cierta medida, avalada por las organizaciones
comerciales y por los expertos.
Si bien es cierto, que esta decisión tendría un impacto positivo en las
finanzas de FLO, y aunque el grupo de personas que tomó la decisión pensó que
además tendría beneficios de mercadotecnia porque llegaría a más consumidores
con los diversos productos del comercio justo; también es cierto que esta
decisión causó diversas posiciones en los consumidores, sobre todo, porque
les generó algunas confusiones, al grado de cuestionar el verdadero objetivo
y alcance de beneficios del comercio justo hacia los productores.
En un primer momento, esta situación nunca se visualizó y tampoco se
consideraron los efectos en el comercio justo, por ejemplo, el hecho de que
los consumidores cuestionen al sistema, genera la pérdida de credibilidad del
mismo, esto a su vez tiene implicaciones en la disminución de ventas.
Otro efecto es que algunos iniciadores de este movimiento, como lo es el
caso concreto de la empresa Gepa de Alemania que es un importador histórico,
impulsó un sello propio para superar la confusión entre los consumidores. Esta
situación está redundando en la fragmentación del movimiento, porque ahora
GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ 45
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

entre la empresa Gepa y los productores, se generó una postura divergente


respecto al sello nuevo que creó la empresa, ya que los productores desde
el año 2006 iniciaron su proceso de construcción del símbolo de pequeños
productores; sin embargo, la empresa Gepa no se sumó a esta iniciativa, la
cual surgió porque los productores argumentaron que se estaban elevando los
costos de certificación para comercializar en el sistema, con ello se perdía el
principio básico acerca de que los costos de ninguna manera debían representar
un obstáculo para los productores, debido a estar dentro del comercio justo.
El símbolo de pequeños productores de comercio justo pretende también
posicionarse como sello comercial, precisamente porque ya se estaban
generando diferencias de visión entre los productores y el personal de FLO,
con este símbolo, los productores buscan posicionarse como sello de venta en
mercados nacionales e internacionales, también han desarrollado normas para
cada producto, tal como las tienen en FLO, el enorme contraste es que con el
símbolo de pequeños productores única y exclusivamente se pueden certificar
a las organizaciones de pequeños productores y queda absolutamente claro
que no está permitida la aceptación de grandes fincas o empresas privadas
en este esquema.
El sello comercial del símbolo de pequeños productores de comercio
justo es la identificación de su sistema y realizaron el lanzamiento público en
el mes de marzo del año 2006, se presenta enseguida:

Fuente: http://spp.coop

Los productores obviamente se sienten más identificados con su símbolo,


porque históricamente han tenido grandes controversias con las grandes
empresas agroalimentarias, debido a que son estas quienes imponen lógicas
de extrema explotación, controlan los precios en el mercado local, nacional e
46 GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

internacional por los grandes capitales financieros con los que cuentan y son
una competencia insuperable por el nivel de recursos financieros que pueden
invertir en tecnología, difusión e innovación de productos. De este modo, el
símbolo de pequeños productores pretende retomar principios exclusivos de
productores minifundistas organizados, quienes intentan mantenerse en la
economía del mercado internacional.
Debido a que esta iniciativa nació en el año 2006, fue una razón para que
los productores cuestionaran a Gepa, en tanto que teniendo ya una historia de
creación no quisieron sumarse al símbolo; sin embargo, prefirieron crear un
sello nuevo propio, lo cual puede ser válido para ambos grupos de actores;
sin embargo, lo que se trata de dar cuenta, es la fragmentación que se observa
a raíz de los cambios operados desde FLO.
Ahora bien, los diversos actores están en una etapa de construir nuevos
caminos similares entre ellos, aunque de forma separada, porque hay un cambio
de visión al interior del sistema de comercio justo, ya que comienza a predominar
el sentido comercial, porque la idea principal de algunos importadores es
centrarse en el éxito de los negocios, dejando de lado el sentido de solidaridad;
a pesar de que los productores aún tienen grandes complicaciones de carácter
financiero, productivo y organizativo; es decir, lejos de solucionar problemáticas
de manera conjunta, cada grupo vela por sus intereses, de tal forma que se
gestó un distanciamiento entre importadores y productores.
Por otra parte, otro aspecto que está propiciando la fragmentación al interior
del comercio justo, es que en las diversas localidades donde se produce café,
los productores enfrentan las fluctuaciones del precio, ya que en los últimos
años los precios que se alcanzaron de acuerdo con la bolsa de valores de Nueva
York, estuvieron por arriba de los precios mínimos del comercio justo, una
razón que permite a los intermediarios locales poder ofrecer igual o mejores
precios a los productores locales, por tanto, al interior de las organizaciones
comienzan a cuestionar los “beneficios” del comercio justo que exige un pago
de certificación, cumplir con una normatividad específica y mantener altos
estándares de calidad.
Además de las complicaciones que enfrentan los pequeños productores de
café para superar los retos comerciales, también están atravesando una crisis
productiva, debido a que la plaga de la roya afectó las plantaciones, por lo
mismo, sus rendimientos disminuyeron considerablemente. Esta crisis propició
también que cuestionaran el funcionamiento del comercio justo porque no
encuentran algún respaldo a través del sistema, poniendo en evidencia que a
GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ 47
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

pesar de tener tantos años de experiencia comercial en un esquema solidario,


esto no fue suficiente para impulsar la tecnificación y la investigación que les
permitiera mejorar su proceso productivo.
Nuevamente, lo que se observa es un periodo de crisis en el sector cafetalero
y ahora también en la creación de alternativas de comercio que parece haber
llegado a su límite, porque se presenta una especie de cooptación en términos
de Jaffe (2010), o bien, son los límites naturales de lo que una alternativa puede
tener dentro de un sistema económico que funciona única y exclusivamente
en las lógicas de mercado. Es decir, seguimos el argumento de que la lógica
de mercado incide en las relaciones sociales, en los diversos ámbitos de la
vida, en las estructuras políticas principales como son los Estados Nacionales,
y en la sociedad, tal como se observa en los colectivos que se crearon con
un sentido de solidaridad, en concreto en este último caso me refiero a las
organizaciones de pequeños productores de café que fueron los iniciadores e
impulsores del sistema de comercio justo internacional.
Con las situaciones que observamos en la dinámica del comercio justo
internacional, sobre la tensión o la posible ruptura entre productores, FLO y
algunos importadores del grano aromático, las complicaciones productivas que
enfrentan los pequeños productores por la afectación de la roya, los precios
bajos que obtienen a pesar de que no hay producción en este momento, todo
ello da cuenta de una perspectiva desalentadora, no sólo para mantener el
sentido ético moral del comercio justo, sino sobre todo, para mantener la
propia reproducción social de los campesinos, ya que más allá del comercio
justo como alternativa, las que importan son las familias que dependen de
este grano, además por la cantidad de trabajo que invierten para mantener este
cultivo como una estrategia económico-productiva, por ello, se propusieron
generar una alternativa de participación en el mercado internacional que hoy
parece desvanecerse.

2. El comercio justo como movimiento social


Por otra parte, si bien, el comercio justo es un movimiento social de carácter
internacional (Jaffe, 2007; 2010), debido a que se definió una acción colectiva,
misma que se entiende como:
Una acción colectiva es el producto de orientaciones intencionales desarrolladas
dentro de un campo de oportunidades y restricciones, y su significado se
construye en la interacción social; es decir “son los actores sociales quienes
48 GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

producen el sentido de sus actos a través de las relaciones que entablan entre
ellos” (Melucci, 1994: 127), construyen constantemente el sentido de estar
juntos, existe solidaridad entendida como el reconocerse y ser reconocidos
como parte de un mismo sistema de relaciones sociales (ibíd.); sin embargo,
la realidad no es lineal y existen tensiones tanto para dar sentido continuo
al colectivo como para sostener la solidaridad, porque al mismo tiempo son
grupos de individuos con necesidades particulares que precisamente hace
que se conjugue una pluralidad de intereses (Sánchez, 2014).

En este sentido, además de que el colectivo se reconfigura constantemente


y se une por el principio de solidaridad, considero que el comercio justo es
un movimiento social porque en su origen pretendía generar acciones para
modificar la estructura del mercado predominante; en términos de Giménez
(1994), intentó propiciar una ruptura en los límites de compatibilidad de los
sistemas de referencia.
Los diversos actores sociales que participan: productores, importadores,
consumidores, etc.; son un colectivo que también son grupos de individuos que
tienen intereses particulares, por tanto, en ciertas ocasiones, la diversidad de
necesidades puede generar tensiones que hace que se reconfigure el colectivo
y que la solidaridad se evalúe constantemente.
Muchas veces esa reconfiguración puede suponer también la pérdida de
sentido de la acción colectiva, porque también entra en juego el ambiente externo,
que en este caso tratándose de una estrategia comercial, está constantemente
enfrentando la posible cooptación de la lógica exclusiva de mercado.
De esta manera, observamos que en el comercio justo se está presentando
un momento que puede significar su fase terminal, debido a los mecanismos
de control que está enfrentando, tales como la institucionalización excesiva,
es decir, la creación y ampliación de figuras institucionales a través de FLO,
por ejemplo, las propias redes de productores, las iniciativas nacionales y
demás figuras asociativas que se requieren para sostener este sistema. Todo el
entramado administrativo está propiciando la terminación del movimiento del
comercio justo; en términos de Alberoni (1984) al momento que el movimiento
se convierte en institución éste ha sido derrotado.
Por otra parte, también esa institucionalización excesiva genera elevados
costos sociales para las organizaciones de productores, a su vez, esta situación
provoca el debilitamiento del comercio justo porque los productores dejan de
ver los beneficios económicos que en algún momento pudieron alcanzar con
GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ 49
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

este sistema comercial, ya que los costos de organización y de administración


absorben las posibles bondades económicas que les ofrece esta forma de
comercialización.
Por último, un tema fundamental que se está cuestionando es la injerencia
de grandes empresas multinacionales al interior de FLO, porque la empresa
Nestlé ahora tiene productos que oferta en el mercado internacional con el
sello de Fairtrade, esta es una situación que ha creado gran confusión entre los
consumidores finales porque pone en duda la credibilidad del comercio justo.
Por otra parte, Nestlé es, en efecto, una empresa mundial que cuenta con
el capital financiero suficiente para realizar campañas publicitarias, y por
supuesto, el nivel de aportación financiera a Fairtrade es superior a lo que las
propias organizaciones pueden realizar, razón por la cual el personal operativo
de FLO considera que es una empresa importante para impulsar el comercio
justo, en tanto que tiene una visión fundamentada en el éxito de los negocios
y no tiene suficiente acercamiento con los principios básicos por los que se
creó esta dinámica comercial.
Por lo anterior, Jaffee, (2009) se refiere a un proceso de cooptación, porque
la lógica del mercado convencional está absorbiendo esta iniciativa, puesto
que una empresa convencional global está incidiendo fuertemente dentro del
comercio justo y la posible vía alternativa a la lógica de mercado global se
está desvaneciendo.
En términos teóricos, Melucci (1999) considera que movimiento e
institución constituye el primer intento de construir una teoría sistemática
de la eclosión de los movimientos y de la formación de las instituciones. En
este sentido, movimiento e institución se contraponen dialécticamente, pero
tienen una sustancia profunda en común.5
Por ello, Alberoni (1984) argumenta que el movimiento se termina
cuando se institucionaliza y se vuelve una forma cotidiana, debido a que
el movimiento se crea a partir de un proyecto y esta situación hace que

Aunque existen diversas perspectivas teóricas para el estudio de los movimientos sociales, como
5

la “movilización de los recursos” (Tilly, Mc Adam, Mc Carthy y Zald) que busca identificar cómo
y con qué se moviliza la sociedad, la “estructural-funcionalista” en dónde se puede encontrar
el análisis de Neil Smelsser, y la de “teoría racional” en dónde se ubica a Marcus Olson, estas
tres antes mencionadas son los principales enfoques teóricos para el análisis de los movimientos
sociales, sin embargo, en este trabajo se recurre a la perspectiva de los “nuevos movimientos
sociales” porque se analiza la acción colectiva de una forma más amplia, apelando principalmente
a la identidad, y no sólo acotada a la cantidad de los recursos por los cuales se movilizan las
organizaciones agrupadas en el comercio justo.
50 GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

el destino del movimiento se convierta en institución, pero en ese caso el


movimiento declina.
Desde esta perspectiva, los movimientos deben analizarse en términos
de intereses y de acuerdo a la utilidad que los sujetos sociales buscan en el
movimiento; sin embargo, este planteamiento conlleva a pensar que existen
intereses individuales en una acción colectiva, y por lo mismo, se reconfigura
constantemente.
Por otra parte, dado que un movimiento social amenaza al sistema social
porque busca ganar espacios de poder en una correlación de fuerzas, y por
tanto, trata de modificar las estructuras establecidas (Giménez, 1994), por
lo mismo, el sistema amenazado puede generar mecanismos de control para
lograr que los movimientos se rompan.
En este sentido, los sistemas sociales instrumentan mecanismos
para controlar a los movimientos, por ejemplo, se puede obstaculizar el
movimiento, desaparecerlo, se obligan a ser interpretados de acuerdo con
esquemas predefinidos, referirlos a esquemas del pasado, incluso se impide
su reconocimiento como movimiento, y por tanto, se limita su impacto
general; también se logra desmovilizar a los actores para que desaparezca
el movimiento o que se desvanezca, se utilizan métodos de infiltración,
cooptación de liderazgos, se interrumpe el movimiento al dirigirlos al camino
de su institucionalización y puede aplicarse la represión violenta; finalmente
también el utilitarismo puede ser considerado un mecanismo de control
(Alberoni, 1984).
Para el caso del comercio justo, consideramos que el movimiento enfrenta
diversos mecanismos de control como la cooptación del movimiento por las
lógicas del mercado, a través de la injerencia de Nestlé, ya que logra imponer
de manera sutil la flexibilización de reglas que favorecen sus intereses como
empresa transformadora y comercializadora de alimentos procesados que
contienen productos del comercio justo. La cooptación se observa de manera
concreta a través de la lógica que sigue el personal operativo de FLO, quienes
comienzan a volcarse por el éxito del negocio, independientemente de los
principios del sistema comercial, para ello ejemplificamos con el nuevo
esquema de negocios que se modificó recientemente en FLO.
El esquema de “Nuevas Opciones de Negocios” (por sus siglas en inglés
NBO), cambió por la denominación “Fairtrade Sourcirng Partnership” (FST),
el cual plantea cambios sustanciales sumamente importantes, en tanto que
sustituir el modelo en el que al menos el 20% de cada uno de los ingredientes
GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ 51
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

de un producto final o compuesto debe estar certificado por el comercio justo


para poder usar el sello de Fairtrade, para pasar a un planteamiento en el
que al menos un ingrediente debe estar certificado en los productos finales,
es un cambio radical en las formas de hacer negocio dentro del esquema de
comercio justo, se menciona que su objetivo principal es aumentar las ventas
de cacao y azúcar.
Es radical el giro que se plantea, porque el interés principal parece
inclinarse hacia la inclusión de grandes corporaciones agroalimentarias con
el uso del sello Fairtrade, que por un lado se sustenta en la posibilidad (que
no certeza) de que estas empresas compren cada vez mayores volúmenes de
azúcar y cacao bajo condiciones de comercio justo.
Sin embargo, debe considerarse que el beneficio de los productores no
radica primordialmente en el número de importadores que están dispuestos a
comprar sus productos, más bien depende de los compromisos solidarios que
establecen a través de los negocios que se pactan, las relaciones comerciales a
largo plazo y la responsabilidad compartida de los riesgos entre compradores
y productores, ya que “el Mercado Justo es […] una estrategia poderosa de
productores y consumidores para tomar la responsabilidad y el poder real para
crear alternativas en el mercado” (VanderHoff, 2005: 26).
Por otra parte, es importante considerar que los productos agroalimentarios
desafortunadamente también están sujetos a las fluctuaciones del mercado, lo
que significa que a mayor volumen de producción (oferta) corresponde menor
precio (desvalorización), por lo tanto, en caso de que se lograra aumentar el
volumen de las ventas (demanda) de cacao o azúcar, bajo condiciones de
comercio justo a través de grandes corporaciones, el beneficio en primer
término seguirá siendo para las grandes comercializadoras, y en segundo
término quedará el productor.
El beneficio mayor es para la corporación empresarial, porque en esta se
encargan de transformar y dar valor agregado a los productos, en esencia este
proceso no cambia, ya que en la actualidad el precio elevado que pagan los
consumidores finales por un alimento procesado se compone principalmente
por los costos de producción, de transformación, de servicios que se utilizan
en el mismo, por tanto, al igual que en el comercio convencional, un producto
procesado del comercio justo se paga más por su transformación que por la
producción misma. Además, el beneficio que pueden obtener los productores
será coyuntural, puesto que en cuanto aumente el volumen de la producción,
el precio tenderá a bajar, y por tanto, las corporaciones se inclinarán hacia
52 GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

los productos que ofrezcan mayores márgenes de rentabilidad, de hecho esto


sucedió con el café de Perú porque los productores bajaron sus precios en el
ciclo 2010 – 2011 (Sánchez, 2014) y frente a los precios del café de otros países.
También este argumento se fundamenta en la dinámica histórica que siguen
las grandes corporaciones, porque se observa que en general se posicionan en
función de espacios nacionales (países) en donde pagan menos impuestos, en
donde la materia prima se adquiere al menor costo posible, en donde la mano
de obra es barata, además de una serie de condiciones que favorecen los más
elevados márgenes de rentabilidad (Altvater, 2003; Hirsch, 2001). Entonces,
bajo esta lógica, se tiene la referencia de que por ejemplo la empresa Nestlé
realiza publicidad para difundir que compra café de comercio justo cuando
sólo representa 1% de sus volúmenes de compra totales (Coscione, 2012); es
decir, da cuenta más bien de una forma de hacer mercadotecnia para ampliar
su gama de consumidores, más no necesariamente tiene la intención real de
hacer negocios de manera diferente.
Por otro lado, el comercio justo por sí mismo se volvió un nicho de mercado
altamente atractivo para las empresas multinacionales, aunque es un aseveración
atrevida, lo cierto es que cuando inició el esquema nunca mostraron interés
de participar; sin embargo, en el momento en que los productos del comercio
justo mostraron un aumento continuo en el volumen de sus ventas6, por la
conciencia y demanda de los consumidores finales, misma que se impulsó
por la promoción tanto de los importadores iniciales como de los productores
que también invirtieron en esa promoción, en ese momento de crecimiento es
cuando la grandes empresas muestran interés por integrarse en el esquema.

Conclusiones
Sin duda, observamos que los caminos forjados por los productores minifundistas
de café que están organizados, lograron en ciertas épocas crear alternativas
importantes que les permitió mantener su reproducción social como campesinos;
sin embargo, ante el panorama que caracterizamos en las páginas anteriores,
podemos pensar que nuevamente están en una etapa de crisis, que a diferencia
de otros momentos, ahora es la alternativa del comercio justo la que parece
estar llegando a su límite.
Por otra parte, está claro que una alternativa que funciona durante algún
tiempo se reconfigura constantemente, lo cual hace necesario que constantemente
los sujetos sociales imaginen nuevas rutas y se vuelvan creativos para lograr
De acuerdo a los informes anuales de FLO, el aumento de las ventas de productos del comercio
6

justo ha ido en aumento, prácticamente ningún año reporta una depresión en el volumen.
GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ 53
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.

la formación de algo diferente, es decir, definir un cambio de rumbo en la


estrategia que configuraron, en la que llegaron a tener capacidad de incidencia
en las decisiones, porque hoy en día los están excluyendo de los espacios de
decisión.
Por otra parte, para mantener la lógica del beneficio a los productores,
primero, se debería tomar en cuenta su participación en el mejoramiento del
propio sistema, porque el principio de la participación equitativa es fundamental
en el comercio justo, por lo menos para seguir denominándolo de esa forma.
Segundo, se debe recordar que el esquema de comercio justo se planteó para
revalorar los productos agrícolas que se producen sustentablemente y para
que los consumidores pudieran adquirir productos sanos; es decir, recordar
de manera constante que no sólo se trata de hacer “negocios”.

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La denominación de origen
de la miel de Yucatán como
impulsor del desarrollo
regional
Mildred Noemí Córdova Buenfil1

Resumen
La miel de Yucatán no está exenta de los efectos que conlleva la globalización
del mercado y es vital para los actores en la cadena productiva, contar con
la información actualizada de los entornos de comercialización (SAGARPA,
2009).
La apicultura es una fuente importante de empleos, ingresos y divisas; a
pesar de enfrentar problemas como son: las repercusiones de la competencia
en el mercado internacional que han deteriorado los precios con marcadas
fluctuaciones en el mercado local (Güemes, 2003). Además de los cambios
climáticos; la falta de organización de los productores para producir y
comercializar productos con mayor calidad y apego a normas de inocuidad
alimentaria (Villanueva, 1996).
El Sureste es la principal zona de producción de miel en México, ocupando
el 6° lugar como productor y el 3° como exportador por sus características únicas
gracias a la biodiversidad; tanto que los productores buscan la Denominación
de Origen (DO). Actualmente el mercado internacional de la miel, se ha
vuelto más exigente por la preocupación del creciente cuidado de la salud y
alimentación.
1
Docente de la Universidad Anáhuac Mayab. Correo electrónico: mildred.cordova@hotmail.com

55
56 MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

Por sus características, se halla asociada al origen botánico que puede ser
indicativo del origen geográfico, siendo de gran utilidad para la obtención de la
DO y reconocimiento a nivel internacional; impactando con la diferenciación
entre otras mieles de distintas procedencias y la garantía del respaldo de
entidades verificadoras del cumplimiento en los estándares más exigentes en
los mercados internacionales.

1. Análisis histórico de la producción de miel


en la región y su vinculación al territorio
La Península de Yucatán es por tradición una región importante productora de
miel a nivel mundial, ya que gran proporción (95%) de su producción se destina
al mercado internacional, siendo considerada entre los primeros exportadores y
productores de gran calidad en Europa y EUA, donde es altamente demandada
por sus características de origen botánico y sus propiedades, por otra parte,
existe un bajo consumo per cápita de miel en México.
La explotación de las abejas tiene una amplia tradición en el país,
principalmente en el Sureste, donde se practica desde antes de la llegada de
los españoles, y luego de sufrir transformaciones desde la orientación de la
producción, hasta las variedades de las abejas explotadas, se ubica como la
principal zona productora de miel y de otros productos, tales como: jalea real
y propóleos (Cajero, 2001).
Yucatán está contenida en la zona tropical de México y presenta una
diversidad de vegetación natural constituida por zonas agrícolas en las selvas
subcadocifolias y perennifolias en diferentes fases de sucesión arbóreas
(Labougle y Zozaya, 1986; Labougle, 1991; Cajero, 1999). Su apicultura,
guarda una relación directa con características del medio tropical, ya que el
clima es determinante en la floración de las plantas y en la afluencia de néctar
(Sanford, 1973).
La diversidad de vegetación determina los ciclos de floración, el suelo y
la geología; limitan las fuentes superficiales de agua, que también constituye
un elemento primordial para que subsista la apicultura y cualquier cambio
en la misma o el clima, puede afectar la producción de miel (Crane, 1975) y
por sus características particulares, la apicultura de Yucatán se distingue del
resto de México y del mundo.
En relación a la modificación del ambiente apícola en la Península de
Yucatán, el crecimiento poblacional y de actividades productivas como las
MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL 57
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

agropecuarias, demandan el uso de superficies de suelo cada vez más grandes,


provocando la pérdida de biodiversidad de la vegetación natural. Así mismo, las
nuevas actividades alteran las características del suelo por la compactación de
éste, ocasionada por el ganado bovino y la presencia de herbicidas e insecticidas
en los cultivos agrícolas; todo lo anterior, minimiza cada día la disponibilidad
de recursos alimenticios para las abejas y de terrenos para ubicar los apiarios,
ejerciendo un fuerte impacto sobre la actividad apícola. Según Crane (1975),
la productividad de un área puede ser aprovechada por el ser humano en su
totalidad, si la densidad de las colonias de abejas es adecuada; dependiendo
del acceso, disposición y habilidad de los apicultores para manejar a las abejas
en un área y la inversión económica necesaria.
Los campesinos Mayas de la Península de Yucatán, han aprovechado
los recursos naturales de su entorno a través del sistema agroforestal de la
milpa, el cual ha sido y continúa siendo eje de su subsistencia. Por lo cual
Rasmussen y Terán (1992)
consideran que la milpa es un sistema agrícola de policultivo que involucra
no sólo la siembra del maíz sino de otras especies y variedades como: calabaza,
frijol y chile e integran una serie de actividades complementarias agrícolas,
forestales y extractivas, en las que incluye la ganadería y la apicultura. La cría
de las abejas ha sido una de las actividades tradicionales de los campesinos
para hacer uso de la biodiversidad de diferentes ecosistemas y obtener diversos
productos de las abejas como: miel, cera y polen, para autoconsumo, intercambio
y venta; además, la apicultura ha sido una actividad que aporta recursos
económicos a la familia campesina (Villanueva y Colli-Ucán, 1996; Echazarreta,
Quezada-Euán, Medina y Pasteur, 1997a). La producción apícola se ha
transformado a través de los últimos años, con el aprovechamiento integral
de los productos de la colmena como son: jalea real, polen, propóleos, cera
y el veneno de la abeja; los cuales están siendo estudiados en relación a sus
propiedades nutricionales y terapéuticas que son una gran oportunidad para
la comercialización, entre ellos destacan dos categorías: los cosméticos y de
salud. Sin embargo, la producción de estos subproductos son escasos, apenas
se registró una producción de jalea real de 700 kg y de 390 kg de propóleo y
de producción de veneno no se tienen registros (Cajero, 2001).
La miel que se recolecta en la Península de Yucatán proviene de 40
especies distintas (Villanueva, 2001). El color de la miel varía de acuerdo a
la especie nectarífera de la cual proviene y de su madurez; sus principales
especies son las de: Tahonal, chechem, dzidzilché, chaká, kaan-chunub,
58 MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

sak-piixoy, salam , etc., por lo general, las mieles no se separan de acuerdo a


su origen botánico, éstas se mezclan, impidiendo darles valor agregado por
dicha práctica, ya que impiden que las mieles puedan ser consideradas como
monoflorales, por lo cual pudiesen tener un mayor valor comercial hasta
incrementar su precio en un 100%. Las mieles peninsulares poseen diferente
composición química, dependiendo del origen floral y geográfico del néctar,
las condiciones ambientales, el manejo de los productores al momento de la
extracción, las condiciones de almacenamiento y del tratamiento a la cual
se somete en la planta de procesamiento (Sancho y et al, 1992; Vidal, 1994;
White, 1994). La colecta de miel inicia con la floración en los meses de enero
y febrero, durante el primer semestre se obtiene el 95% del total producido y el
5 % restante del siguiente semestre. Del mes de enero a marzo, el Tahonal es
la especie más recurrida por las abejas, marzo de Dzidzilché, de abril a mayo
de las arbóreas del Tzalam y Jabín; la cosecha de noviembre a diciembre es
de origen de enredaderas; se calcula que la producción de estos meses alcanza
hasta los 500 kg en promedio por año (Echazarreta, 1999).
Según datos de SAGARPA- CEA (2001), señala que el Estado de Yucatán
aporta el 57% del volumen de miel, ubicándolo en el primer sitio de importancia
en México. Referente a su participación en el inventario nacional de colmenas
realizado por SAGARPA-CEA (1999), registró el primer sitio con un total de
271, 137 que representó el 14% del total nacional. La Secretaría de Desarrollo
Rural y Pesca del Gobierno del Estado (2002), reportó que las exportaciones
representan un ingreso económico promedio de US$12,000,000 al año,
colocando a la apicultura como la actividad más importante en la generación
de divisas del subsector ganadero en Yucatán. Por su apicultura es considerada
una actividad de importancia por los beneficios socioeconómicos y el carácter
social que representa para los cerca de 8,000 pequeños productores (85%
campesinos) del sector rural que dependen de ella. Por ello, se designaron
apoyos del Gobierno del estado de Yucatán a manera de subsidios hacia la
apicultura a pesar de sus condiciones de producción.
Según datos del Censo apícola 1990-2000 (Tron, 2001 y SAGARPA, 2002),
el volumen de miel obtenido desde 1997 se ha mantenido en un promedio
de 9,700 toneladas por año y un promedio de 36.8 kilogramos de miel por
colmena calculado con base en las cifras de producción y de inventario apícola
de 1997-2001 (tabla 1).
MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL 59
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

Tabla 1. Indicadores de producción de miel en Yucatán, periodo 1997-2001

Producción de Rendimiento Promedio


Año
miel (toneladas) por colmena (Kg.)
1997 9,529 39
1998 9,615 36
1999 9,701 36
2000 11,040 40
2001 9,100 33

Fuente: Elaborado con datos de la Coord.


Programa de control de la abeja africana-SAGARPA (2002).

Así también, se presentaron incrementos en la producción hasta por


un máximo de 11,040 toneladas en el año 2000, que desde 1992 inició su
tendencia a la baja hasta en un 37% durante 1995. De 1996 a 1999, mostró
cierta recuperación, aunque siempre con una cifra de 26% menor en relación
al de 1992. Las 8,400 toneladas de 1995 fueron las cifras más bajas en los
últimos 12 años. La caída en la producción apícola se entiende como efecto de
la africanización y la presencia de la varroasis (Villanueva y Collí, 1996). Un
problema impredecible es el efecto del clima sobre las floraciones que varía
cada año; durante 1996 hubo un periodo de frío e impactó en que las flores
de Tahonal se secaron y no hubo cosecha. Además, algunas medidas técnicas
establecidas en épocas críticas, como la introducción de reinas europeas durante
los primeros años de la africanización, se dejaron de realizar. La alimentación
suplementaria de las colonias es limitada y se refleja en la debilidad, mortalidad
y enjambrazón de colonias. En general, hay una tendencia hacia la mínima
inversión, influenciada por el continuo descenso del precio de la miel en los
últimos años (Echazarreta, 1999). Y la coordinación del programa de control
de abejas africana (2002), reportó que otro factor importante a considerar en
la baja de la actividad apícola es la edad de los productores, principalmente
adultos mayores de 43 años, ya que los jóvenes se han visto obligados a
abandonar la actividad y a trasladarse a las cabeceras municipales o zonas
turísticas para vender su fuerza de trabajo, ya que el precio pagado por la miel
resulta poco atractivo.
60 MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

De acuerdo al programa de control de la abeja africana de la SAGARPA,


en Yucatán se registraron en el 2001 un total de 6, 945 apicultores divididos
en cuatro distritos del Estado (Tabla 2).

Tabla 2. Indicadores de la actividad apícola por distritos en Yucatán, 2001.

No. No. No. Producción en


Distrito
Municipios Apicultores Colmenas toneladas
Mérida 60 3,425 132,987 4,854
Ticul 15 1,438 56,100 2,048
Tizimín 13 1,029 40,950 1,495
Valladolid 8 1,053 41,100 1,500
TOTAL   6,945 271,137 9,897

Fuente: Elaborado con datos de la Coord.


Programa de control de la abeja africana-SAGARPA (2002).

Yucatán tiene como principal objetivo las exportaciones hacia el mercado


europeo, ya que, de las 11,040 toneladas producidas, el 10% tuvo un destino
diferente. La miel consumida para la industria fue de 1% (88 toneladas),
mientras que el 0.8% fueron envasadas. Y los grandes importadores y
consumidores de miel son: Alemania, Japón, Reino unido, Italia, Francia,
Holanda, Suiza, Bélgica y Luxemburgo; siendo Alemania y otros países de
Europa, redistribuidores (Sands, 1984). Según datos de Bancomext (DIEX,
2002), en Yucatán se encuentran registradas ocho empresas exportadoras. Tres
de estas se encuentran exportando miel envasada y las demás corresponden a
los grandes intermediarios que comercializan la miel convencional a granel
en tambores de 300 kg. Una de ellas sólo cumple las veces de consultoría y
enlace con importadores de Europa (Tabla 3).
MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL 61
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

Tabla 3. Empresas exportadoras de miel registradas en el directorio de


exportadores de Bancomext en el 2002.

Empresa Tipo de exportación Países que exporta


Condimentos y
Productos Marín, Miel envasada EUA y Rep. Dominicana
SA. de CV.
La Anita Miel envasada Alemania, Reino Unido,
Condimentos y tambores de 300 kgs. Canadá, EUA y España
Salsas, SA de CV.
El Yucateco Salsas
EUA, Europa Occidental,
y Condimentos, Miel envasada
Europa Oriental
SA de CV.
SSS Apícola Maya Miel en tambores de
EUA y Europa Occidental
de Yucatán 300 Kgs.
Agroasociación Miel en tambores de Alemania, Reino Unido y
Apícola, SA de CV. 300 Kgs. EUA
Apícola del Región Miel en tambores de Alemania, Reino Unido y
Peninsular 300 Kgs. EUA
Mieles Naturales
Miel en tambores de
San Pedro, SA de EUA y Europa Occidental
300 Kgs.
CV.
Desarrollo y
Consultoría Consultoría EUA y Europa Occidental
Apícola, S.C.

Fuente: Elaborado con base en datos del DIEX-Bancomext (2002).


62 MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

2. Descripción de la cadena de comercialización


de la miel en Yucatán
El primer eslabón en la cadena de comercialización es el pequeño productor,
quien vive alejado de las comunidades, y muy frecuentemente carece de
transporte, solamente puede vender a los intermediarios, y la mayoría elige
vender a quién puede ofrecerle un mejor precio, sea un centro de acopio,
mayorista o un intermediario. El intermediario local, comúnmente trabaja para
un mayorista y éstos atienden al mercado nacional e internacional. A su vez,
el centro de acopio de las organizaciones vende a la exportación directa. Esta
forma de comercialización de la oferta, aleja a los productores del control del
mercado nacional e internacional y de los precios directos.
Mediante este sistema de mercadeo, el control del precio se mantiene
del lado de los mayoristas, y éste a su vez, depende del precio internacional
vigente. Dicho precio internacional está dado por el volumen de la oferta
mundial y por la demanda año con año. Son los países importadores quienes
determinan el precio, pero éstos, están acotados por la oferta de los países
productores más importantes. La demanda del precio es menos elástica en
Europa, debido a que un alza en el precio, afecta en menor proporción el
consumo. Ya que su consumo es habitual y estable (Castañón, 2009). Respecto al
tipo de productor, frecuentemente el campesino maya es de escasa preparación
técnica para el trabajo apícola. Su inversión de capital en los apiarios es
reducida, la producción depende más de la flora silvestre, clima y mano de obra
familia. La edad promedio de los apicultores es de 47 años con un promedio
de cinco años de primaria. Además de la apicultura, el ingreso económico
proviene principalmente de actividades agropecuarias (60%), mayormente de
la milpa (Echazarreta, 1999). También existen diferencias entre los productores
particulares quienes obtienen mayores ingresos por año proveniente de una
mayor productividad y diversificación de la actividad. Un problema de
relevancia es la necesidad de mejorar los sistemas de comercialización y
administración del proceso productivo, por parte de los productores para
obtener la calidad de la miel demandada por el mercado y falta consolidada
la agrupación de los productores.
De acuerdo con el programa apícola del gobierno del estado de Yucatán,
cuenta con 18 centros de acopio de miel localizados en las microrregiones de
COPLADEY y se distribuyen: Mérida (8), Maxcanú (1), Tekax (1), Peto (1),
Ticul (1), Tizimín (1), Sotuta (1), Umán (1) y Valladolid (3). Pero resulta difícil
llevar un control exacto de la información por el gran número de intermediarios
MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL 63
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

y productores privados del Estado; así como de los productores quienes, por
su gran número, es complejo determinar su ubicación ya que se encuentran
dispersos en el interior de los 106 municipio de Yucatán.
En diversas ocasiones el Gobierno del estado de Yucatán a través de un
programa apícola, ha intentado sistematizar la información de los productores
y promover su organización para formar Soc. de Producción Rural (SPR) y
Soc. de Solidaridad Soc. (SSS), las cuales automaticen sus cuadros técnicos,
administrativos, dirección y capitalización para poder desarrollar dicha
actividad. Entre las empresas envasadoras funcionan también como receptores:
La Anita, La Extra y El Yucateco. También es notable la marcada dependencia
de la actividad hacia un número reducido de intermediarios que monopolizan
las exportaciones de la miel en Yucatán, por el control que ejercen a través
del precio en el mercado ante la falta de nuevas formas de comercialización
y para el desarrollo del mercado de subproductos de la apicultura y del valor
agregado que pueda darse (Tron, 2001).
Según SAGARPA (2002), en Yucatán existen diversas asociaciones de
productores que trabajan de manera separada la producción y la comercialización
de la miel, sin llegar a constituir una agrupación que permita mejorar las
negociaciones de las condiciones del mercado internacional. Esto ha generado
que los grandes intermediarios regionales e internacionales, fijen los precios de
la miel, dañando a las organizaciones de apicultores rurales o de los apicultores
de niveles socioeconómicos bajos de la Zona Maya. Para Castañón (2009), el
canal de comercialización más conveniente para los productores de la Península
de Yucatán es aquel que combina la producción orgánica y el comercio justo.
Los productores, a través de sus organizaciones, pueden exportar o vender
directamente sus mieles y así lograr un mejor precio; más aún, si lo hacen
a través del sistema de comercio justo internacional, si poseen certificación
orgánica y son mieles diferenciadas.

3. Situación actual del proceso de autorización


de una Denominación de Origen (IG, MC)
En México, en el caso de las mieles, no existe un signo distintivo que proteja
su identidad de origen y existe poca diferenciación de las mismas. La península
de Yucatán es una provincia diferente al resto del territorio mexicano, por sus
características fisiográficas. Constituida por gran parte de la región del Peten
en Guatemala, una pequeña parte de la zona oriental de Tabasco, Campeche
64 MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

y los estados de Yucatán y Quintana Roo (Miranda, 1958). Y con la DO, se


generarían diversas ventajas, entre éstas es que pueden exhibir productos a
nivel internacional, generar la apertura de mercados, darle un valor agregado
a los productos generados en un país, ya sea por sus características o por el
clima en el que son producidos. Tanto la IG como la DO son derechos de
propiedad industrial que identifican un producto como originario del país o
de una región o localidad del territorio nacional, cuando la calidad, reputación
u otra característica del mismo sea imputable, fundamentalmente, a su origen
geográfico. Sin embargo, en la DO se toma en consideración otros factores
naturales y humanos que incidan en la caracterización del producto (Instituto
Nacional de Propiedad Industrial [INAPI], 2015). Respecto a los intentos por
obtener una autorización de DO de miel en la Península de Yucatán, se encuentra
un artículo que hace referencia la Revista 2000 Agro (2010), comunicando
que el presidente del Consejo de Administración de Apícola Maya, expuso la
necesidad de contar con una DO “Miel de la Península de Yucatán”, y acordó
con los representantes de las organizaciones de apicultores, gobiernos estatales
de los estados de Quintana Roo, Campeche y Yucatán ante el IMPI; que la
apicultura es una actividad prioritaria en Yucatán que genera divisas, empleos
y la miel, un producto posicionado en los primeros lugares de producción y
exportación. También destacó las propiedades organolépticas (sabor, color
y consistencia), por lo que se consideró válidos los argumentos para un
registro de la misma. Los exportadores de dicho proyecto, sometieron sus
productos a los procedimientos de certificación de calidad, en específico para
el mercado Europeo, con el apoyo de SENASICA para las buenas prácticas de
los productores y de la UE para la exportación de la miel (Reglamento (CE)
1664/2006 de la comisión de medidas de aplicación a determinados productos
de origen animal destinados al consumo humano. Se conformó una comitiva
para viajar a España para realizar un proceso de reflexión y aprendizaje
sobre los signos distintivos, sellos de calidad y origen, además de conocer la
importancia de las mieles y de su diferenciación de los apicultores españoles.
Después de participar también en Expos Europeas; decidieron concluir
dicho proyecto en que cada uno de los estados involucrados, tramite en forma
independiente su DO; siendo éste un intento de acercamiento por lograr la DO
de la miel de Yucatán. El proyecto se denominó Plan Rector para promover
una DO de mieles de la Península de Yucatán en 2009; la Conabio a través
del Corredor Biológico Mesoamericano-México, gestionó conjuntamente con
apoyo del Fondo mixto de cooperación de la Agencia Española de Cooperación
Internacional para el Desarrollo (AECID), la Unidad Coordinadora de Asuntos
Internacionales de la Secretaría del Medio ambiente del Gobierno de México
MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL 65
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

y la Secretaría de Relaciones Exteriores. Su objetivo fue promover el uso de


IG, en especial la DO, como instrumento de diferenciación y valorización en la
producción y comercialización de las mieles de la península de Yucatán, región
con la mayor producción en México. Y actualmente existe un creciente interés
de los consumidores urbanos por la diversidad de las mieles, con características
específicas que respondan a los gustos de cada consumidor. Con los sellos de
calidad se asegura las características apreciadas por los consumidores y con
la DO, proteger los conocimientos y saberes locales, métodos de trabajo, el
saber hacer de generaciones de una determinada región de origen.

4. Análisis de las características de la DO solicitada y sus alcances


Las DO constituyen una categoría de derechos de propiedad intelectual que, al
igual que otros, como marcas y patentes, merece protección. Del mismo modo
que éstas, las indicaciones geográficas (IG) tienen una función de identificación.2
A diferencia de las marcas, que distinguen los productos o servicios de una
empresa de los de otras, las IG y DO indican el lugar de origen del producto.
Sin embargo, entre los problemas que enfrentan muchas veces los productores,
están: a) compra de sus productos a bajos precios, muchas veces por debajo de
los reales costos de producción; b) pérdida de espacios de promoción de sus
productos; c) inestabilidad del sistema productivo, el cual no logra siempre
encadenar las necesidades, beneficios, insumos y capital; d) débil sistema de
encadenamientos productivos internos a nivel local y regional de instrumentos
públicos de fomento, integrados a la actividad en el mediano y largo plazo; e)
asistencialismo, intervención y gestión de proyectos de resultados, muchas veces
inciertos en el mediano y largo plazo; f) Asistencialismo, intervención y gestión
de proyectos de resultados muchas veces inciertos en el tiempo, priorizando
los objetivos de bajos costos de producción, orientados a la comercialización
y demandas del mercado, por sobre la valoración de la calidad; g) Los canales
de comercialización y promoción, no siempre cuentan con soportes que pongan
en valor a los productos y a sus productores.

Una indicación geográfica (IG) es aquella que identifica un producto como originario del país o
2

de una región o localidad del territorio nacional, cuando la calidad, reputación u otra característica
del mismo sea imputable, fundamentalmente, a su origen geográfico. Una denominación de
origen (DO) es un tipo especial de indicación geográfica, que se aplica a productos que poseen
una calidad específica derivada exclusiva o fundamentalmente del medio geográfico en el que se
elaboran, además de factores naturales y humanos. Se espera genere: valor agregado, minimice la
competencia desleal, protección a los derechos del consumidor, mayor información del producto,
y desarrollo rural.
66 MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

Así también persisten los desafíos, aun con la existencia de distintas


DO en el mundo; tales como: a) Perfeccionamiento del marco normativo; b)
Creación de directrices para los solicitantes de IG/ DO; c) Difusión de IG y
DO; d) Difusión y promoción con los actores interesados; f) Desarrollo de
un sistema de certificación (Sellos de calidad); y g) Desarrollo de un sistema
de control post obtención del registro (FAO, 2011).
La miel es un producto natural por definición, que no contiene aditivos ni
conservantes. La fecha indicada en los botes en los mercados internacionales
es exclusivamente un dato que hace referencia a su frescura, aunque la miel
puede almacenarse por varios años conservando su aroma y características
gustativas originales. Según la legislación europea, la simple palabra “miel”
sobre un embalaje es suficiente para asegurar al consumidor un origen 100%
natural. Sin embargo, la calidad de los productos es además regularmente
controlada por laboratorios autorizados (Bernard, 2001).
Existen tantas variedades de mieles como especies vegetales nectaríferas.
Cada miel va a tener un aroma y sabor distintivo de acuerdo a la especie vegetal
que la abeja visitó. Las mieles son clasificadas en los mercados internacionales
según sus orígenes:
a) Origen botánico: Es la miel monofloral como la miel de acacia, de brezo,
de lavanda, de romero, de trébol, etc.; o de terruños multiflorales (mieles
de varias flores) a menudo clasificadas según los lugares de cosecha
(llanura, montaña o bosque), o la temporada (miel de primavera o de
verano)
b) Origen geográfico: Son las mieles de las regiones, son clasificadas según
el origen geográfico y la flora habitual de una región determinada: miel
de los pirineos, miel de los Alpes, miel de Anou, miel de Córcega, miel
de Gátinais, miel de Francia, miel de la península de Yucatán, etc.
c) Miel de mielada: Es la miel que producen las abejas al libar las secreciones
de áfidos, estas mieles se producen en los bosques de zonas templadas.

Según Villanueva y Collí (1996) para ayudar a fortalecer la apicultura y


su comercialización es necesario llevar a cabo ciertos mecanismos y acciones,
entre ellos: establecer un laboratorio para determinar el origen botánico
y calidad de las mieles que se producen. Determinar su origen botánico,
permitiría penetrar nuevos mercados nacionales e internacionales con mayor
valor agregado, y por supuesto, con mayores precios (al menos 20% más)
y beneficios para la apicultura. Si no fuera posible construir un laboratorio
MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL 67
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

de calidad de miel exclusivamente para el estado de Yucatán, sería factible


recurrir al laboratorio de SAGARPA en la ciudad de Mérida, para ampliarlo
y modernizarlo a fin de que brinde servicio a toda la Península y quizás a
Centroamérica. También podría operar a manera de supervisión para la entrada
de mieles procedentes de otros estados y regiones del mundo que ingresan a la
Península de Yucatán y que pudieran con esto evitar competencias desleales
de comercio, particularmente en cuanto a calidad de la miel se refiere, ya
que al interior de México, se han detectado embarques de miel procedente
de Nueva Zelanda y China, que desplazan del mercado al producto nacional.
También se requeriría analizar la factibilidad de producir miel orgánica, ya
que en Yucatán existen aún recursos néctar-poliníferos en relativa abundancia
específicamente en la franja que colinda a lo largo con el estado de Quintana
Roo, sin embargo, las condiciones generales de infraestructura propias para
su producción y los niveles de organización y capacitación de los apicultores
están en niveles que exigen un esfuerzo adicional.
Es necesario desarrollar en Yucatán una apicultura más integral y
tecnificada, intensiva, y organizada, que permita elevar los volúmenes de
producción aprovechando las economías a escala, situación que daría enormes
ventajas para negociar y regular precios en relación a costos de producción
que por ende deberán bajar. Entre los esquemas de certificación para la
valorización de las mieles se encuentran: comercio justo, mercado orgánico
y otras certificaciones (parques naturales y certificaciones de calidad).

5. Revisión de otras experiencias similares


de la miel ligados al origen
El desarrollo de productos alimenticios con DO, ha sido uno de los fenómenos
más interesantes en términos de extensión e implicaciones para el marketing
agroalimentario (Souza y Ventura, 2001). De hecho, las etiquetas DO son una
forma de diferenciar los productos agroalimentarios al consumidor con el fin de
obtener mayores porcentajes de mercado (Tendero y Bernabéu, 2005; Fandos
y Flavián, 2006). Así mismo, la imagen de la región de origen y la calidad
específica de los productos, crea una identidad única para dichos productos
y se consigue un mayor valor agregado (Van Ittersum et al., 2003). Así, los
productores han transmitido exitosamente la calidad de sus productos en el
mercado, enfatizando la región de origen y la originalidad de los ingredientes
encontrados en los productos (Thode y Maskulka, 1998). Alrededor del
mundo existen diversas DO de la miel, en España los pequeños productores
68 MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

se han profesionalizado en el manejo y obtención de la miel, así como en su


comercialización directa y sus derivados. Una de las estrategias que mejor
les ha funcionado es dar mayor información a los consumidores; desde el
etiquetado hasta trípticos, páginas webs y ferias. Ellos consideran que es muy
importante que las personas valoren sus mieles de productos de acuerdo con
sus orígenes florísticos, pero también con sus procesos de producción para
que el consumidor sepa por qué una miel cristaliza, cuándo pierde calidad
y el porqué de sus diferentes colores. Otra estrategia es promover a través
del conocimiento, promoción y difusión de las mieles, con los “museos de
la miel”, al mismo tiempo participar en catas de mieles y disposición de
espacios, donde los niños tienen la posibilidad de aprender sobre la importancia
de las abejas en la polinización y el manejo de apiarios. También ha incidido
en este tipo de estrategias de protección y comercialización, desde 1992 ha
registrado seis cinco denominaciones y un documento de directivas sobre
seis variantes de miel.

Tabla 4. Denominación de Origen de Miel. Países y características de la


miel registrada.
No. Miel Lugar Año Beneficio
Velar por el prestigio en el mercado
Miel de
1 España 1992 nacional e internacional, y perseguir
Alcarria
su uso indebido.
Miel de
2 España 2002 Asegurar la calidad.
Granada
Miel de Establecer un método para
3 Apis Chile 2005 diferenciar el origen botánico de
Mellifera la miel producida en Chile.
Miel de Proteger y salvaguardar un producto
4 España 2012
Tenerife que es único.
Miel de Garantizar el origen y la calidad de
5 España 2009
Eivissa la miel que se produzca en Ibiza.
Miel de
6 Villuercas- España 1999 Asegurar la calidad.
Ibores
MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL 69
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

Respecto a México es signatario del Arreglo de Lisboa para el caso de


las DO, reconoce artesanías además de productos agroalimentarios. Pero en
México no existe un sistema que reconozca las IG como en Europa. En el caso
de las mieles, no existe signos distintivos que protejan su identidad de origen
y hay poca diferenciación de las mieles. En México, solamente el estado de
Yucatán ha sometido a evaluación un tipo de miel, por lo que la oportunidad
para el desarrollo de actividades que consoliden las propuestas de registro es
innegable. De tal forma, las DO contemplan diversas propiedades de la miel,
así como las condiciones climáticas y especie de abeja productora.

6. Los efectos esperados actuales (cuantitativos y cualitativos)


de la puesta en marcha de la DO
Las mieles de la Península de Yucatán cumplen con los requisitos de calidad
establecidos internacionalmente; no obstante, existe una pérdida de calidad
por manejo inadecuado de parte de los productores, acopiadores y envasadores
siendo las actividades enzimáticas y la presencia de hidroximetilfurfural, los
parámetros que presentan mayores variaciones (Moguel, et al., 2004; Guzmán,
et al., 2004). Esto se debe a que se exponen al sol o calor, sea intencional o
debido a las condiciones ambientales de la Península. Todas las mieles de
dicha región poseen una excelente calidad; sin embargo, las características
fisicoquímicas y sensoriales de las mieles varían de acuerdo con el origen floral
de la cual provienen. Conocer su origen botánico es de gran importancia en el
control de calidad, para clasificarlas en monofloral (presenta 45% dominancia en
algún tipo de polen) o multifloral. Las mieles monoflorales son bien cotizadas
en el mercado internacional, presentando un aumento del 25 al 35 % precio
de venta (Güemes y Villanueva, 2003).
Lamentablemente, las mieles mexicanas que se exportan a Europa no
se clasifican por origen floral. Los productores conocen empíricamente su
origen botánico; sin embargo, debido al manejo en las plantas procesadoras y
exportadoras, las cuales mezclan la miel sin importar su origen, demeritan su
calidad. Respecto a la inocuidad de las mieles, se ha encontrado que existen
problemas en cuanto al contenido de antibióticos (Mendoza, 2002), acaricidas
y presencia de microorganismos patógenos (Moguel, et al., 2004), lo cual
también afecta las exportaciones. Estos resultados señalan la importancia
de establecer programas para preservar la inocuidad de las mieles, ya que,
actualmente, existe un proceso de apertura comercial orientado a la creciente
demanda de alimentos que no causen daño a la salud (Mendoza, 2002). Para
70 MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

lograr una DO se requiere: la asociación y liderazgo y buscar establecer con


las autoridades una Norma Oficial Mexicana de la Miel Mexicana, después
establecer una ruta crítica, un análisis FODA para la DO.
Otra opción para la obtención de la DO, sería a través de la meliponicultura,
una actividad que representa una ventaja comparativa susceptible de aprovechar
desde el punto de vista del mercado regional e internacional, inclusive manejada
en pequeña escala ofrece un enorme potencial de aprovechamiento, sin
embargo, el efecto globalizador sobre la economía de los mayas de Yucatán
avanza más rápido en sentido inverso al proceso de heredar la cultura de esta
importante actividad ancestral.
La diversificación de productos de la apicultura hacia la producción de
polen, jalea real, propóleo, cera y veneno de las abejas, no solo es factible sino
necesaria, a fin de ver a esta actividad como rentable para el productor, ya que
los incrementos en los precios y la disminución de costos no serían suficientes
para ello, considerando los niveles de producción de los apicultores y las
condiciones actuales del mercado. Las prácticas mercadológicas de envasado,
etiquetado, promoción, etc. en combinación con las de certificación, pueden
llevar a atender la demanda de nuevos nichos de mercado aún sin atender,
no sólo a nivel internacional, sino también nacional. Este último representa
un gran potencial para los apicultores de la región de origen maya, pero se
requiere un gran esfuerzo de capacitación, infraestructura y capital, ya que la
iniciativa privada está más avanzada.
Por otro lado, la búsqueda de nuevos mercados para la miel por parte de los
intermediarios de la Península de Yucatán, puede crecer en ciertos beneficios
para la apicultura, sin embargo, las expectativas deben tomarse con ciertas
reservas, ya que a pesar de que se trata de mercados internacionales que exigen
menor calidad en las importaciones, no se debe desconocer que, según el
Banco Mundial (2000), el mercado Caribeño en suma con el Centroamericano,
representa apenas 18 millones de posibles consumidores que en su mayoría
muestran un poder adquisitivo deteriorado. Respecto a México es signatario
del Arreglo de Lisboa para el caso de las DO, donde cuenta con 14 registradas
ante este acuerdo internacional, entre las que destaca el tequila; este sistema
reconoce artesanías además de productos agroalimentarios. Pero en México
no existe un sistema que reconozca las IG como en Europa. En el caso de
las mieles no existe signos distintivos que protejan su identidad de origen y
existe poca diferenciación de las mieles. En México solamente el estado de
Yucatán ha sometido a evaluación un tipo de miel, por lo que la oportunidad
MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL 71
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

para el desarrollo de actividades que consoliden las propuestas de registro es


innegable. De tal forma, las DO contemplan diversas propiedades de la miel,
así como las condiciones climáticas y especie de abeja productora.

Conclusiones
La apicultura es una actividad de gran importancia para Yucatán, con amplia
distribución territorial; desde el enfoque ambiental es una actividad que favorece
la reproducción de plantas y ayuda a la biodiversidad; en lo social, es una
actividad que involucra a un importante sector de la población rural; y en lo
económico, presenta un gran potencial en los mercados internacionales, a pesar
de las fluctuaciones de los precios; ya que genera ingresos a los productores.
Para la sustentabilidad de la actividad apícola, debe revalorarse el papel
socio ambiental, con un arraigo de la población rural y en la conservación de
la biodiversidad. Se requiere que se desarrolle una apicultura más integral y
tecnificada, sin dejar de tener una importancia dentro del patrón de supervivencia
del apicultor que desarrolla otras actividades conjuntas. Siendo tal vez,
manejada como marca registrada de diversos productos que son resultado de su
diversificación, así como de los mercados internacionales a los cuales pueden
ser dirigidos dichos productos. Ya que para la obtención de una DO de miel,
es muy complejo el proceso en el punto de organización de los productores,
centros de acopio, exportadores en apego a los lineamientos para la elaboración
de la DO de mieles de Yucatán. Así también, abordar el problema estructural
de productividad es que carece de escala productiva y dificulta la integración
de la cadena de valor desde la producción hasta la comercialización.
Una estrategia para resolver este problema, es la formación de un
clúster de agronegocios que permitan generar escala productiva y faciliten la
articulación e integración de diversos eslabones de la cadena, desde insumos,
producción, post producción (almacenamiento, empaque y procesamiento),
integrar eficientemente los servicios de logística y canales de distribución
hacia los mercados finales, comercializar en mayor volumen y reducir los
costos de transacción individual.
La figura asociativa debe responder a las necesidades de quienes la integran,
de manera que les permita alcanzar sus objetivos productivos, financieros
y comerciales; así como, la asociación de empresas complementarias, que
requieren de una cultura de organización empresarial bajo una dirección
general profesional, la cual fomentará y promoverá las organizaciones sociales
72 MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

(cooperativas y sociedad de producción rural). Esto permitirá que una política


pública de fomento al sector agroalimentario pueda focalizarse y converger
al desarrollo de la cadena productiva.
Respecto al marco jurídico-Institucional, la aplicación de políticas públicas
en el sector agroalimentario en México, ha sido poco efectiva, caracterizada por
programas desarticulados; una coordinación intra e interinstitucional deficiente
y con reglas de operación complejas y poco claras. El marco regulatorio, la
política pública y los programas están orientados a cumplir objetivos generales
y diversos, por lo que existe una falta de precisión, así como, la intervención
de un gran número de instituciones y agentes para atender de manera integral
y eficaz al sistema agroalimentario mexicano.
Del mismo modo, es necesario que se mejoren los procesos productivos,
a través de una mayor capacitación a los apicultores por parte de entidades
como SENASICA o SAGARPA, responsables de dicha actividad, así como,
el seguimiento de las buenas prácticas para la producción de miel. Llevar
un seguimiento más puntual de dichas entidades gubernamentales, de no
autorizar cultivos transgénicos que impactan negativamente en el estado de
Yucatán. Es necesario apoyar a los apicultores a través de un mayor número de
programas de apoyo en la adquisición de herramientas de trabajo que faciliten
la tecnificación de sus procesos en la producción de miel. Incrementar la
difusión, educación y promoción a través de nuevas estrategias que logren que
los consumidores nacionales valoren las mieles con signos distintivos, ya que,
los consumidores finales o internacionales, exigen productos con calidad que
brinda la DO y son fácil de diferenciar entre otras mieles. También reconocer
e impulsar la Meliponicultura y la apicultura en el estado de Yucatán, así como
su importancia cultural.
Reforzar y asignar mayor recurso económico por parte del Gobierno
de Yucatán para los estudios de la miel de Yucatán, con respecto al aspecto
histórico, social, económico o biológico. Ya que el polen de las especies
identificadas, permitirá relacionar geográficamente los distintos tipos de miel
producidos en la Península. En consecuencia, los distintos tipos de miel se
podrán separar de acuerdo con la zona de producción, y etiquetar para garantizar
el origen del producto, comercializándolas de acuerdo con las preferencias del
mercado. Los análisis melisopalinológicos, los físico-químicos y los sensoriales
que se practican a las mieles, permitirán la caracterización para lograr una
certificación oficial. Así mismo, la aplicación de la Melisopalinología, será
el primer paso para el desarrollo de trabajos interlaboratorios, que justifiquen
la modificación de algunos parámetros en la norma de calidad de la miel
producida por Apis mellifera.
MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL 73
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

Respecto al desarrollo económico, es urgente detener el deterioro de las


áreas apícolas naturales, con la participación de autoridades, productores y
demás actores del sistema productivo. La apicultura en Yucatán se desarrolla
en áreas de floración natural, dentro de selvas y ecosistemas frágiles, las cuales
están siendo amenazadas por el crecimiento desordenado de la agricultura
convencional, la ganadería y las ciudades. Y el mercado justo está creciendo
y representa una de las alternativas para las organizaciones de productores
que cumplen con el perfil señalado en los criterios para la certificación, más
aún si producen miel orgánica, certificada y diferenciada.

Recomendaciones
n Incremento de la colaboración de CONABIO en cursos e investigaciones
con universidades del estado de Yucatán en aspectos de la DO de la miel
de abeja del estado.
n Aplicación de la Triple hélice: Gobierno- Centros de investigación-
Empresarios para aplicar la Palinológica en las mieles de la península de
Yucatán, facilitando con esto la DO de la miel de abeja ahí producida.
n Implementar a través de las secundarias técnicas de los municipios
pertenecientes a las regiones del interior del estado de Yucatán, en sus
planes de estudio, las materias para las buenas prácticas de sanidad e
inocuidad del sector agroindustrial, pesquero, etc. Fomentando con esto
las buenas prácticas desde las escuelas y la adaptación a una cultura de
calidad en los procesos de trabajo.
n Reestructuración de los programas de apoyo al campo, en específico tener
su propia partida el sector apícola y optimizar los programas existentes,
ya que, los resultados esperados no se han logrado. Con la actualización
en la normatividad internacional adoptada por la UE y otros países; obliga
a los productores a realizar fuertes inversiones en infraestructura (plantas
de extracción), equipo, capacitación (crear sistemas de trazabilidad,
inspección interna, manuales técnicos, productividad, administración)
y están fuera del alcance de los productores, por lo cual, se debe contar
con apoyos financieros o será ardua la exportación.
n Se requiere una capacitación continua de los apicultores, por medio
de especialistas apícolas de las distintas instituciones de la región que
propongan modelos de apiarios productivos y técnicas apropiadas para el
tratamiento de las enfermedades, así como, la extracción de los productos
74 MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

de la colmena con la seguridad, higiene y calidad necesarias.


n Implementación de sellos en las etiquetas correspondientes a las
certificaciones, personalización del producto y mercado directo, ayudan
a posicionar la miel en el mercado internacional y en el nacional.
n Iniciativa de ley en protección de las abejas, esto a través de la designación
de la protección de los bosques tropicales donde liban las abejas de
Yucatán. Y con esto, lograr un paso más hacia la DO.
n Se requiere la vinculación permanente de la Secretaría de Turismo,
SAGARPA, las Cámaras, Secretaría de Economía, PYMEXPORTA para
impulsar el recurso natural y turístico-agrario de la región a través de la
implementación de una “Ruta de la Miel”. Fomentando el conocimiento
de los municipios que se dedican a la actividad de la apicultura, conocer
algunos de los procesos productivos, cultura y costumbres; generando
así una derrama económica en dichos municipios, y en consecuencia,
en el estado de Yucatán, a través del turismo nacional e internacional.
n Diversificación de mercados, así como de productos, derivados de la miel
de abeja de Yucatán. Y no depender tanto de países como Alemania que
es el mayor importador de miel mexicana en Europa.
n Mayor colaboración de PYMEXPORTA en brindar mayor apoyo en
cursos de exportación, fomentando la participación en Expos nacionales
como internacionales a los actores de la cadena productiva de la miel,
facilitar las relaciones públicas internacionales y establecer una red de
contactos internacional, para facilitar la comercialización de la miel de
Yucatán.
n Mayor publicidad de los laboratorios de la SAGARPA y costos accesibles
en los análisis de muestras de miel, que los empresarios o apicultores
posteriormente enviarán a sus clientes internacionales potenciales para
poder exportar miel de Yucatán; ya que del resultado obtenido, se decide
la transacción por volumen.
n Implementación de políticas públicas hacia las IG, para determinar la
regulación del comercio y la competencia.
n Mayor control de la oferta en mercados agrícolas por parte del Gobierno.
n Incrementar el conocimiento sobre los esquemas de protección de las
IG.
n La diferenciación de la miel es una alternativa viable, concreta y eficaz
para darle valor agregado a la miel. Los productores podrán encontrar
mejores mercados si ofertan mieles diferenciadas.
MILDRED NOEMÍ CÓRDOVA BUENFIL 75
La denominación de origen de la miel de Yucatán como impulsor del desarrollo regional

n Subsanar cuatro fallas relacionadas con las políticas públicas mexicanas


relacionadas con las DO:
a. No existe un organismo que se encargue de las DO, pues a pesar
de que existe el IMPI; pudiese representar una diversificación de
los servicios que proporciona.
b. No se ha determinado los objetivos específicos, referentes a las DO
para el sector agrícola.
c. La entidad involucrada directamente con las DO son los Consejos
Reguladores del sector, siendo el que tiene la obligación y
responsabilidad el gobierno de México.
d. El gobierno de México, al no poder influir en las políticas de otros
países respecto a las DO, debe fomentar a través de sus secretarias
de economía y SAGARPA los instrumentos para regular la calidad
de los productos y así incrementar su probabilidad en los mercados
internacionales.
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La gobernanza en la cadena
de la denominación de origen
del chile habanero de la
península de Yucatán
José Apolinar Zapata Aguilar1
Pablo Pérez Akaki2

Resumen
La agricultura es una actividad clave para la subsistencia de cualquier sociedad,
los productos agrícolas son la base de un gran número de actividades comerciales
e industriales. México es un país privilegiado por su biodiversidad, ya que
posee un gran número de ecosistemas y diferentes tipos de vegetación y
climas. En Yucatán, se cultivan alrededor de 126 bienes agroalimentarios,
entre los que destaca el chile habanero por su vinculación directa con las
tradiciones gastronómicas de la entidad. El mercado del chile habanero es
volátil, lo que obliga a los productores a tener que ser más competitivos para
obtener productos a la altura de los mercados. En el año 2010, se concretó la
declaratoria de Denominación de Origen del Chile Habanero de la Península
de Yucatán, la cual bien administrada puede ser un detonador del desarrollo
económico para la región, permitiéndole generar riqueza y bienestar tanto
a los participantes de cadena productiva, como a la comunidad en donde
1
Profesor Tiempo Completo. Universidad Tecnológica Metropolitana. Mérida, Yucatán. Correo
electrónico: jose.zapata@utmetropolitana.edu.mx.
2
Profesor Tiempo Completo. FES Acatlán. UNAM. Naucalpan, Estado de México. Correo
electrónico:ppablo@apolo.acatlan.unam.mx.

79
80 JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

se cultiva y comercializa dicho bien. Sin embargo, no se ha observado que


dicha Denominación de Origen genere el impacto significativo en la cadena
productiva, lo cual compromete el logro esperado y su viabilidad como
estrategia para el desarrollo. Para entender las causas de estos resultados, el
presente estudio evalúa la dimensión de gobernanza prevaleciente en la cadena
productiva del chile habanero, a partir de la metodología propuesta por Gary
Gereffi, para el estudio de cadenas globales de mercancías, identificando las
principales áreas de oportunidad existentes en la producción y comercialización
de esta hortaliza.

Introducción
La agricultura es una actividad sujeta a diversos factores, tanto naturales
como humanos, donde los primeros quedan fuera del control del hombre y
los segundos dependen de su conocimiento y experiencia, no obstante, de la
vinculación armónica de los factores antes mencionados, dependen las buenas
decisiones en materia de cultivos.
La historia económica y comercial de la humanidad ha dado lugar al
establecimiento físico de artesanos en lugares específicos, por la cercanía a sus
materias primas y condiciones medioambientales necesarias para la elaboración
de sus productos, lo que ha generado la necesidad de individualizarlos con
marcas colectivas, siendo dichas marcas con frecuencia propiedad del conjunto
de personas de una misma ciudad o región. Sin embargo, la individualización
de los productos, respaldada por una DO por sí misma no es suficiente, sin
hacerse acompañar de mecanismos claros que permitan regular los conflictos
entre aquellos que afirman tener el derecho de uso, por las condiciones
medioambientales de la región, el suelo y las formas de cultivar los productos o
fabricarlos, y quienes se aprovechan, sin derecho alguno, de las denominaciones,
para su propio bien (García, 2001:2).
La autorización de las DO la realizan las oficinas de propiedad industrial en
casi todos los países y su registro se lleva a cabo a través de un procedimiento
administrativo similar a las marcas, donde la autoridad competente concede
las DO y autoriza las características que debe tener el producto que puede ser
identificado como tal (Road, 2001:2). En México esta tarea la realiza el Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), órgano público descentralizado
del Gobierno Federal con personalidad y patrimonio propio y con la autoridad
legal para administrar el sistema de propiedad industrial del país.
JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI 81
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

En México, para hacer operativa una DO posterior al proceso de aprobación,


se procede a elaborar la Norma Oficial Mexicana a la que se sujetará la DO.
Paralelamente, se debe crear un Consejo Regulador que debe ser validado
por la Entidad Mexicana para la Acreditación (EMA), quien se encargará
de certificar que la norma se cumple. Sólo hasta entonces se procederá a la
comercialización una vez que los interesados hayan sido certificados. Todas
estas actividades son promovidas por los diferentes actores que conforman
la cadena productiva del bien agrícola, en este caso del chile habanero, que
involucra a los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, entre los que
es indispensable que exista integración, coordinación y consenso.

1. La Importancia de las Denominaciones de Origen


De acuerdo con la Ley de la Propiedad Industrial (1991) en su artículo 156
señala que, se entiende por Denominación de Origen, el nombre de una región
geográfica del país que sirve para referirse a un producto originario de la misma,
y cuya calidad o característica se deben exclusivamente al medio geográfico,
comprendido en este, los factores naturales y los humanos. Las indicaciones
geográficas, entre las que se encuentra la Denominación de Origen de manera
particular, nacieron por la costumbre de llamar a los productos con el nombre
donde se fabrican. “El uso de las DO es consecuencia de la calidad de algunos
productos que lograron un cierto nivel de reconocimiento. En muchos países
tiene un tratamiento similar a las marcas y las patentes” (Errazúriz, 2010:17).
A diferencia de una marca comercial, las DO tienen por objeto impulsar
un producto que forma parte del patrimonio de un país o región, así como
promover el lugar donde se produce, proteger las técnicas tradicionales
preservadas por los productores, el prestigio alcanzado en el mercado y el
sobreprecio que esta diferencia implica (Zapata, 2007:10-13).
Aun cuando el objetivo de una Denominación de Origen es favorecer su
posición en el mercado a través del mejoramiento de su calidad y la protección
de su nombre, hay otros beneficios que no deben perderse de vista. Uno de los
más importantes es el rescate y protección de recursos internos como son las
materias primas, las técnicas de elaboración, mano de obra, y la gestión con
los actores locales, que permitan no sólo su implementación, sino el control
de la denominación de origen y el reforzamiento de los lazos de identidad
regional, en beneficio de toda la cadena productiva y de la comunidad de
donde emana (Granados, 2004:97)
82 JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

Hoy en día, los consumidores buscan una mayor calidad e inocuidad


alimentaria, al adquirir productos con denominación de origen, por el hecho
de que estos productos son sometidos a rigurosos controles de calidad objetiva
que aplican los Consejos Reguladores, lo cual supone una mayor calidad
percibida y se espera experimenten un mayor nivel de satisfacción y confianza
(Espejel y Fandos, 2009:12). Las D.O. constituyen un elemento que fortalece
la reputación de los productos, y contribuye a impulsar y proteger al sector
agroalimentario de la Unión Europea. Por tanto, las diferenciaciones de calidad
permiten: estimular la producción agrícola, proteger del abuso e imitación y
ayudar al consumidor con información específica sobre el producto (Martín,
2006:112).
El tequila es una de las D.O. más exitosas de México y el mundo, por
diferentes razones, entre ellas, que fue la denominación de origen más antigua
fuera de Europa, la participación del mercado ha ido en aumento en los últimos
años y se ha convertido en un modelo a seguir por otros países de Latinoamérica
que poseen productos similares (Bowen, 2012:93).

2. La denominación de origen como detonador


del desarrollo económico
El desarrollo económico se refiere a los cambios cuantitativos y cualitativos
de la comunidad, es decir, a las variaciones en la forma de vivir y pensar de
las personas:
El desarrollo económico representa mejores niveles de vida para la población
en su conjunto, implica no solamente incrementos cuantitativos, sino mejoras
en las condiciones de vida de la sociedad (Silvestre, 1996: 48). Así, El
desarrollo económico local se puede definir como un proceso de cambio
estructural, que mediante la utilización del potencial de desarrollo existente
en el territorio, conduce a elevar el bienestar de una localidad o región
(Vázquez Barquero, 1999:5).

Ahora bien,
La condición necesaria para incrementar el bienestar local es que exista un
sistema productivo capaz de generar riqueza mediante la utilización de los
recursos disponibles (Lizarralde e Irizar, 2005:286). Por ello, el impulso a los
productos con DO se ha vuelto una estrategia muy usada por las sociedades
locales para fortalecer sus economías e integrarse a las exigencias de los
mercados mundiales (Pérez, 2013:18).
JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI 83
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

Las DO pueden convertirse en un importante instrumento para el desarrollo


de zonas rurales latinoamericanas en términos de empleo y generación de
riqueza, siempre y cuando se enmarquen en un enfoque amplio del desarrollo,
que sitúe en el centro de las políticas públicas los temas relacionados con la
identidad cultural de territorios, por lo que se busca fomentar no sólo los vínculos
verticales de la cadena de valor de un determinado producto asociado a un
territorio específico, sino también los vínculos horizontales que se establecen
entre los distintos actores presentes en ese territorio e implicados en la puesta
en valor de dicho producto (Sacco y Vellada, 2010:208). Un producto será
exitoso en el mercado en la medida que ofrezca valor adicional, es decir, que
rebase las expectativas del consumidor, que se dirija a un segmento de mercado
dispuesto a adquirirlo y que cuente con canales de distribución apropiados
(Ghirardelly, 2013:1). Por ello, las DO se orientan a organizar la producción
de los bienes, mediante la protección de su proceso productivo y así garantizar
un nivel de calidad aceptado y valorado por los consumidores.

2.1. La denominación de origen


“Chile Habanero de la Península de Yucatán”

La asociación civil Chile Habanero de Yucatán conformada por productores,


comercializadores e industriales, y creada de acuerdo con la ley de desarrollo
sustentable 2005, inicia la gestión de la Denominación de Origen en el mes
de agosto del año 2005, y en el mes de noviembre del 2007 los estados de
Campeche y Quintana Roo solicitan su adhesión, misma que les fue rechazada
en un principio y vía legal consiguen que la DO los incluya.
El 4 de junio de 2010, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la
declaratoria general de la DO “Chile Habanero de la Península de Yucatán”,
en la que se ampara el fruto y los productos derivados del chile habanero
producido en tres entidades del país: Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
Específicamente los productos terminados protegidos son:
a) Chile habanero de la península de Yucatán fresco, en estado inmaduro
o maduro.
b) Chile habanero de la península de Yucatán en curtido.
c) Chile habanero de la península de Yucatán en pasta.
84 JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

d) Chile habanero de la península de Yucatán deshidratado entero y en


polvo.
e) Chile habanero de la península de Yucatán en salsas.
En cuanto a la cosecha del chile habanero en fresco, en los primeros
cuatro cortes (ciclos productivos de la planta), se obtiene el llamado chile
habanero de primera, cuyo tamaño, color, aroma y nivel de picor, le otorgan
su reconocimiento. La hortaliza en fresco es comercializada en los mercados
locales, nacionales e internacionales y su precio queda sujeto a la oferta y la
demanda. A partir del quinto corte, la planta empieza a envejecer y el tamaño de
los chiles habaneros empieza a disminuir, es entonces cuando el productor tiene
que invertir más recursos económicos en ella, fertilizándola y protegiéndola
contra las plagas, para que siga produciendo. Cuando la planta envejece, el
producto generado empieza a ser de menor tamaño, manteniendo su nivel de
picor, pero deja de ser atractivo y vistoso en fresco, por lo que se considera
chile habanero de segunda, y es regularmente canalizado a la industria para
ser procesado en la elaboración de pastas y otros productos alimenticios.
El chile habanero también se comercializa en curtido, puré o pasta y en
salsas, el proceso para la elaboración del chile habanero en curtido difiere
en los pasos de escaldado y salmuera a que se somete después del enjuague,
de los que se siguen en la preparación del puré o pasta y las salsas, que son
la molienda y el mezclado, para su posterior envasado, almacenamiento y
distribución en ambos casos. En el caso del chile habanero en puré o pasta,
se sigue el mismo proceso de elaboración de las salsas, hasta la etapa de
mezclado, donde se busca la homogenización del producto y en las salsas,
la mezcla y cocción con otros ingredientes como cebolla, zanahoria, entre
otros. El chile habanero deshidratado es obtenido de la eliminación del agua
a través de métodos naturales o artificiales. El chile habanero deshidratado se
comercializa en hojuelas y en polvo. El proceso de deshidratado en hojuelas y
en polvo agrega un paso más al deshidratado convencional que es el corte del
chile habanero deshidratado en hojuelas en el primer caso, y el pulverizado
que consiste en pasar el chile habanero deshidratado a través de un molino que
lo hace polvo en el segundo caso. Inmediatamente después sigue el envasado
para su posterior almacenamiento y distribución. En la Figura 1 se presentan
las diferentes modalidades de procesamiento del chile habanero.
JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI 85
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

Figura 1. Proceso de Producción del Chile Habanero


en sus Diferentes Modalidades.
Chile Habanero Cosechado
Fresco Procesado

Deshidratado Curtido Pasta o Puré Salsa

Entero Hojuelado Polvo

Selección

Lavado

Enjuague

Extendido Escaldado Molienda

Deshidratado Salmuera Mezclado

Hojuelado Pulverizado

Envasado y/o Empacado.

Almacenado y Distribuido al Cliente.

Fuente: Elaboración propia.

1. La selección: En ésta etapa se eligen los chiles con base en su tamaño y


color.
2. Lavado: Se lavan completamente los chiles para retirarles la mugre y la
carga microbiana, de preferencia con una lavadora industrial.
3. Enjuague: Los chiles son enjuagados con agua, cuidando queden
completamente limpios.
4. Extendido: Los chiles son colocados en charolas y dirigidos a la cámara
de secado (deshidratado).
5. Deshidratado: Los chiles son introducidos en hornos especializados y
sometidos a temperaturas entre 60º y 70º C.
6. Escaldado: Los chiles son remojados en agua caliente (curtido).
7. Salmuera: El chile habanero es remojado en vinagre para su conservación
(curtido).
8. Molido: Los chiles habaneros son completamente molturados. (puré y
salsas).
86 JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

9. Mezclado: La molienda resultante se homogeniza (puré) y se mezcla con


otros ingredientes como: vegetales, colorantes y conservadores (salsas).
10. Envasado y/o Empacado: El chile habanero en fresco es empacado en
bolsas o cajas de cartón para su distribución; o bien envasado o embolsado
según su presentación, para posteriormente ser empacado.

3. Gobernanza en la cadena productiva


del chile habanero de la península de Yucatán
En la cadena de comercialización del chile habanero se identifican dos tipos
de actores: directos e indirectos. Los actores directos son los productores,
los representantes de productores, los intermediarios o comercializadores,
los empresarios industriales y los consumidores. Los indirectos son los
investigadores, prestadores de servicios profesionales, académicos, proveedores,
entre otros. De acuerdo con el Consejo Estatal de Productores de Chile
Habanero (CEPROCH) se tienen identificados a 1,532 productores de chile
habanero en el estado de Yucatán, es preciso comentar que dichos productores
también siembran otras hortalizas además del chile habanero como son: maíz,
tomate, melón, cacahuate entre otros cultivos cíclicos y perennes. En cuanto
a los intermediarios no existe un censo que permita cuantificarlos, dada su
dispersión e incontrolada incorporación a la cadena productiva. En el caso
de la industria del chile habanero se identifican dos tipos en el estado de
acuerdo con la clasificación establecida por la Secretaría de Economía: las
microindustrias con hasta 10 empleados y las industrias medianas que tienen
entre 51 y 250 empleados, considerando que estas últimas, también elaboran
otro tipo de alimentos procesados ajenos al chile habanero.
La cadena de comercialización del chile habanero no se encuentra
comunicada entre sí, debido por un lado a la falta de un líder que sume los
esfuerzos, tanto de los actores directos como de los indirectos, y capitalice
sus áreas de oportunidad, y por otro lado, a la falta de confianza entre los
diferentes actores. Aún cuando se han dado acercamientos entre industriales
y productores, estos no han logrado consolidarse. Los industriales no realizan
una agricultura por contrato con los agricultores, dadas las malas experiencias
que han vivido debido a las variaciones en el precio del chile habanero. La
cadena de comercialización está conformada por cuatro niveles, tal y cómo
se puede observar en la Figura 2.
JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI 87
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

Figura 2. Cadena Productiva del Chile Habanero.

Productores de baja Particulares


y tecnología media. Organizados

Acopiador / Acopiador /
Intermediario Intermediario
Transportista. Mayorista.

Industria

Mercado Local Supermercados Mercado


y Nacional. y Restaurantes Nacional e
Internacional

Consumidor Final Local, Nacional e Internacional.


(Personas físicas/Comensales /Huéspedes).

Fuente: Elaboración propia.

De acuerdo con el Plan Rector del Sistema Producto Chile Habanero de


Yucatán (2012:9) en el primer nivel de la cadena se identifica la existencia
de tres tipos de productores: los pequeños parcelarios que hacen siembras
de traspatio, mejor conocidos como mecateros (haciendo referencia a un
mecate, que es un área de cultivo de 400 m2), los cuales se consideran en el
perfil de los productores de baja tecnología; los que cultivan menos de 15
hectáreas que figuran como productores de tecnología media; y recientemente
algunos particulares que se están incorporando a la actividad agrícola, con una
producción mayor a las 15 ha, que se consideran de tecnología media-alta.
Los agricultores trabajan por su cuenta y se encuentran dispersos, en
localidades y comisarías de los municipios de Yucatán, a distancias de 1
a 6 kilómetros a la redonda de cada cabecera municipal. Los productores
trabajan un promedio de 10 horas al día durante la semana y sus tierras son
principalmente ejidales, a cada productor el ejido le asigna tierras que está
obligado a trabajar en las que realiza sus cultivos. Los productores compran
sus semillas a través de las agropecuarias de las cabeceras municipales, o bien
preparan sus semilleros y de ahí obtienen las plántulas para la siembra, sus
cultivos son de temporal principalmente.
88 JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

Por su parte, los particulares organizados son productores nacionales e


incluso extranjeros, con formación académica y experiencia en el cultivo de
hortalizas cíclicas, que realizan una producción controlada y sus cosechas son
dirigidas principalmente al mercado nacional e internacional, como es el caso
de la Flor de Nayarit que en el año 2013 invirtió en Yucatán 5 millones de
pesos en el cultivo de diferentes hortalizas entre las que se encuentra el chile.
En un segundo nivel, se encuentran los acopiadores o intermediarios
transportistas y mayoristas, quienes son normalmente ciudadanos de las
principales cabeceras municipales que contando con vehículo propio y dinero en
efectivo van de parcela en parcela, comprando el producto que los agricultores
tengan disponible, estableciendo el precio de compra, y dejando en desventaja
al productor que no tiene forma de llevar su producto a vender a los mercados
locales. Si el productor se negara a vender y decidiera ir a los mercados a
ofertarlo directamente, es muy probable que sea el intermediario transportista
o mayorista el que se lo termine comprando e incluso a un menor precio,
como castigo por negarse a venderlo desde el principio, razón por la cual los
productores ya no intentan encaminarse al siguiente eslabón de la cadena.
Los intermediarios mayoristas y transportistas trasladan el chile habanero
en fresco y las otras hortalizas adquiridas en su recorrido, a los principales
mercados de consumo local y nacional, o bien a los detallistas e industriales.
En el tercer nivel se localizan los industriales que representan a las
microindustrias y a las industrias medianas, en el primer grupo se encuentran
empresas como: Fuego Maya y Alimentos y Aderezos del Sureste, y en el
segundo grupo están las empresas como: El Yucateco y la Extra, quienes
compran el chile habanero de segunda o tercera en fresco a los intermediarios
mayoristas, caracterizados por su apariencia, aun cuando el nivel de picor
sea igual o mayor al de un chile habanero de primera. El chile habanero de
segunda o tercera es adquirido para ser procesado y convertirlo en pasta, para
después usarlo como materia prima en la elaboración de salsas que se venden
a los detallistas como son los supermercados y los restaurantes, entre otros. La
industria se encarga de transformar el chile habanero en pasta y salsas para el
mercado. Parte de la producción de chile habanero en pasta es vendida como
materia prima a industrias alimenticias y la restante se reserva cómo materia
prima para seguir elaborando salsas y condimentos de chile habanero durante
todo el año.
El cuarto nivel lo ocupan los comercializadores en los mercados locales,
nacional, internacional y los detallistas. Los principales mercados locales
JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI 89
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

en Yucatán son la Central de Abastos de Mérida, la Central de abastos de


Oxkutzcab y la Casa del Pueblo en Mérida, ahí se concentran los intermediarios
transportistas para comerciar el chile habanero. A nivel nacional, los principales
mercados son: la Central de Abastos de Iztapalapa en el D.F., el Mercado de
Abasto de Monterrey, y la Central de Abasto INDIA de Tijuana, cuya cercanía
con California permite llevar el chile habanero al mercado de la nostalgia donde
habitan miles de connacionales. Para llegar a los mercados internacionales, los
intermediarios mayoristas y los particulares organizados venden el producto
en fresco a comisionistas especializados (brokers), quienes se encargan de
llevar el producto hacia mercados en Los Ángeles, Miami, Nueva York, San
Antonio y Houston.
Finalmente, “el último eslabón de la cadena, es el consumidor final, que
adquiere el 80% del chile habanero en fresco y el 20% industrializado en
salsas y condimentos” (Chel, 2010:35). Este consumidor es la persona que
compra el producto en fresco, en salsas o deshidratado para su consumo, los
restaurantes que lo adquieren como insumo o en salsas para los comensales
y los hoteles que lo adquieren para sus restaurantes.
De acuerdo con la metodología propuesta por Gary Gereffi, las Cadenas
Globales de Mercancías (CGM) pueden estudiarse bajo cuatro dimensiones:
(1) entrada y salida, (2) cobertura geográfica, (3) gobernanza y (4) marco
institucional, donde la primera dimensión denominada entrada y salida, permite
identificar la estructura de la cadena, y las características de los productos y
servicios ofrecidos, la distribución del ingreso y el proceso producción, la
segunda dimensión llamada cobertura geográfica, se refiere a las características
de los productores y consumidores, así como a la dispersión geográfica de
la producción y distribución del bien. La tercera dimensión denominada
gobernanza hace referencia a las relaciones de poder entre los diferentes
actores que la conforman, que determinan la manera en que se distribuyen
los recursos financieros, materiales y humanos y la dimensión más joven es el
marco institucional que se refiere a la normatividad existente en la obtención,
y comercialización del producto (Gereffi, 1994:79-97).
El presente estudio analiza la tercera dimensión de la cadena productiva
del chile habanero de la península de Yucatán, que se refiere a la gobernanza, la
variable que se aborda es el control de la cadena, que resulta relevante analizar
para comprender lo ocurrido con la DO en la cadena productiva del chile
habanero a través de la actuación de sus diferentes actores. De acuerdo con
Gereffi (2001), las cadenas productivas pueden estar dirigidas por el productor
90 JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

o por el comprador, en el presente estudió se indagará quién las dirige. Para


ello, se realizarán entrevistas semiestructuradas a los diferentes actores que
conforman la cadena productiva, con la finalidad de cruzar la información y
confirmar quién controla dicha cadena.
En Yucatán, los transportistas y mayoristas, recorren las áreas rurales
negociando con los productores e incluso llevando a cabo la producción
sobre contrato, bajo este esquema se pacta un precio por kilogramo al inicio
del proceso productivo. Los productores tienen que enfrentar los eventos
extremos como son los huracanes, las plagas, la falta de tecnología, que al
combinarse, elevan los costos y hacen poco rentable la actividad: En el cono
sur del estado se encuentra la mayor concentración de productores, lo cual
hace bajar el precio de sus cosechas” (Flores, 2008:8).
El intermediario transportista cuenta con los recursos económicos
suficientes para pagar los gastos de transporte del producto, llevarlo a los
centros de abasto y clasificarlo para ser canalizado a los mercados locales y
nacionales. Los productores e intermediarios observan la calidad del producto
en términos de su aspecto físico como son: tamaño, color, aroma y picor, sin
tener claros los estándares de calidad exigidos por los mercados internacionales,
ni mucho menos los estipulados en la NOM para la DO, debido a que tanto
el mercado local como nacional no les exigen más. Este hecho tiene que ser
considerado, ya que sin el cumplimiento de la norma no se podrá aprovechar
la DO.
Se observa una asimetría en la información sobre el comportamiento del
mercado, en virtud de que el intermediario sabe más que el productor, debido
a que se informa oportunamente de la oferta y la demanda de las diferentes
hortalizas, a través de su constante interacción con los mercados de consumo, y
del acceso a internet, lo que le permite tener importantes diferenciales de precio
a su favor. Sin embargo, los productores están aprendiendo y cuando observan
que los intermediarios empiezan a comprar por anticipado, es el indicador
de que muy probablemente el chile habanero escaseará, se incrementará la
demanda, y por consiguiente, el precio del chile habanero aumentará.
La desorganización de los productores permite que sean los intermediarios,
los que obtengan mayor ventaja de las cosechas, ocasionando que la actividad
sea poco rentable para los productores. Por su parte, el modelo industrial
basado en la elaboración de salsas de chile habanero se encuentra en su etapa
de agotamiento, dada la competencia existente, mientras que la demanda del
chile habanero en polvo proveniente de mercados asiáticos, está presionando
JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI 91
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

a la industria para que renueve sus reglas de producción basadas en estrictos


criterios de inocuidad y trazabilidad (González, 2010:342).
El chile habanero es un ingrediente esencial en la gastronomía yucateca,
dado que es consumido como complemento de la mayor parte de los guisados
tradicionales. Con la declaratoria de la DO se esperaba que todos los eslabones
de la cadena de comercialización se integraran de manera natural para acelerar
el aprovechamiento del distintivo, hecho que no ha ocurrido, debido entre otras
razones a la ausencia de un líder en la cadena, capaz de conciliar los intereses
de los diferentes actores para constituir una unidad de verificación que para las
DO adopta la forma de Consejo Regulador que en el caso del chile habanero
tendría que ser peninsular porque involucra a los estados de Campeche y
Quintana Roo. La constitución de un Consejo Regulador Peninsular para el
chile habanero respaldado por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA),
es un requisito indispensable para obtener la autorización de parte del IMPI
en el uso de la DO en el proceso de comercialización, por lo que, para que la
cadena puede aprovechar los beneficios de uso del distintivo, necesariamente
tendrá que integrarse y participar del funcionamiento de dicho consejo y
someterse a la normatividad que exige la DO.

Conclusiones
Se podría pensar que los productores ejercen la gobernanza en la cadena
por ser los poseedores de la experiencia en el cultivo, pero no es así, ya que
si bien son los que arriesgan sus recursos en la siembra, sólo si el producto
es bien logrado, es decir, si se consiguen más de tres cosechas de la planta,
los productores tendrán la oportunidad de recuperar su inversión y obtener
ganancias, siempre que la hortaliza continúe produciendo.
La dispersión de los productores de chile habanero de tecnología media
y baja en la península de Yucatán, y la falta de organización entre ellos, están
originando un limitado retorno de la inversión realizada en el cultivo de la
hortaliza, dado que es un cultivo costoso y que requiere cuidados especiales
para prolongar el tiempo productivo de vida de la planta. Los particulares
organizados por su parte, con más recursos y conocimientos, están logrando
mejores resultados, tanto en el cultivo como en la comercialización de la
hortaliza. En cuanto a los acopiadores o intermediarios transportistas, venden
el producto recolectado a los detallistas y a los intermediarios mayoristas.
Algunos de ellos empezaron siendo campesinos y al descubrir lo lucrativo que
92 JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

resultaba la intermediación, se convirtieron en acopiadores de chile habanero


y de otras hortalizas con demanda en los mercados locales y nacionales. Por
su parte, los intermediarios mayoristas, con mayor poder de compra adquieren
sus productos a través de los agricultores y de los acopiadores transportistas y
le venden a los supermercados, restaurantes y hoteles, industria y al mercado
nacional e internacional, entre sus ventajas se pueden mencionar los volúmenes
de producto que manejan, la calidad del chile habanero de acuerdo a los
requerimientos del cliente, el hecho que puede facturarle a los clientes, así
como darles crédito.
Se encontró que los intermediarios, tanto transportistas como mayoristas,
son los actores de la cadena productiva del chile habanero que tienen el control
y poder, es decir, que ejercen la gobernanza, debido a que son los que fijan el
precio de la hortaliza y deciden las cantidades a comprar y en qué momento,
para lo cual, constantemente se están informando del comportamiento de la
oferta y la demanda de producto y suelen especular con base en su experiencia.
Además de que implementan esta estrategia en la comercialización de otros
productos agrícolas que recolectan en su paso por las unidades de producción
a las que visitan. En el caso del mercado local, las centrales de abasto venden
el chile habanero a los mayoristas y detallistas, cuyo éxito ha radicado en la
venta en efectivo del producto, en el caso de los primeros, y la venta al detalle
por unidades al consumidor final, en el caso de los segundos. En el Mercado de
la Casa del Pueblo, se vende el producto a los detallistas y al consumidor final,
observándose menores volúmenes de venta que en las Centrales de Abasto.
En cuanto a los mercados nacionales e internacionales éstos son atendidos por
los intermediarios mayoristas, y particulares organizados, incluyendo en los
últimos a las industrias grandes que procesan chile habanero y que lo cultivan
a través de la agricultura protegida.
Los consumidores locales y nacionales de chile habanero en fresco,
desconocen las normas de inocuidad alimentaria existentes alrededor del cultivo
de las hortalizas que consume, no obstante, SENASICA de la SAGARPA,
trabaja de manera permanente supervisando que dichos cultivos se realicen
en las mejores condiciones y que el cerco sanitario de Yucatán se mantenga
en los niveles que se encuentra. Por su parte, los industriales han optado
por comprar chile habanero durante periodos de excesiva oferta cuando su
precio es bajo, para procesarlo en pasta y almacenarlo como materia prima
base en la elaboración de salsas todo el año. El empresario se beneficia
porque asegura materia prima para todo un año, suba o baje el precio del
chile habanero. Este es el momento de actuar, ya que algunos productores
JOSÉ APOLINAR ZAPATA AGUILAR l PABLO PÉREZ AKAKI 93
La gobernanza en la cadena de la denominación de origen del chile habanero

de chile habanero de tecnología media y baja, hoy están sembrando otro tipo
de hortalizas con mayor demanda en el mercado, como una alternativa para
obtener ingresos que les permitan sobrevivir y sacar adelante a sus familias;
otros están complementando sus ingresos con trabajos alternos, empleándose
en corporativos agrícolas, limpiando terrenos de particulares y trabajando
en la albañilería en las principales cabeceras municipales, por lo que van
abandonando el campo lentamente y el cultivo del chile habanero motivo de
esta investigación.
Para que la DO funcione se requiere además de organización, superar el
individualismo de algunos actores de la cadena, que huyen del asociacionismo
por haber tenido malas experiencias, mismo que puede ser superado con la
existencia de un órgano rector y respetable, que se espera sea el Consejo
Regulador, para lo cual es imprescindible que quien lo presida sea una persona de
probada calidad moral y un líder para el sector. El Consejo Regulador del Chile
Habanero tendrá la gran tarea de ejercer la gobernanza de la cadena productiva
del chile habanero y fusionar el esfuerzo de los actores directos de la cadena
productiva con los indirectos que incluyen a las instancias gubernamentales,
proveedores, investigadores y públicos nacionales e internaciones que hoy
tienen puesta la mirada sobre esta importante hortaliza, cuyas características
naturales, atribuidas a la tierra en que se cultiva la hacen única y digna de la
DO que hoy ostenta.

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Gobernanza territorial e
innovación social en las
áreas rurales. Dos estudios de
caso1
Gerardo Torres Salcido2
David Aarón Morales Córdova3
Víctor Manuel Velázquez Durán4

Resumen
En este trabajo se discute la relevancia de la dimensión territorial para la
innovación social. Se propone analizar las nociones de gobernanza e innovación
en una doble vertiente de mejoramiento tecnológico e institucional para formular
la hipótesis de que la comprensión de los procesos asociados a aquellos
conceptos está anclada en una base territorial. Esta afirmación supone que la
generación del conocimiento en las áreas rurales tiene su fuente primaria en
el saber hacer de los actores socio-territoriales, tales como los productores,

1
Este capítulo refleja resultados parciales de una investigación financiada con los proyectos PAPIIT
IT 300113 “De los Sistemas Agroalimentarios Localizados a las Políticas de Desarrollo Territorial.
Una Propuesta desde la Gobernanza” y CONACYT CB 181616 “Gobernanza de los Sistemas
Agroalimentarios Localizados. Políticas de Desarrollo Territorial”. Los autores agradecen la
lectura y comentarios de dos dictaminadores anónimos.
2
Investigador, UNAM-Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC)
tsalcido@unam.mx
3
Técnico académico, UNAM-Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC)
damorales7@outlook.com
4
Profesional independiente victoraztyan@gmail.com

97
98 GERARDO TORRES SALCIDO l DAVID AARÓN MORALES CÓRDOVA
lVÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

en interacción con asociaciones e instituciones, incluidas las académicas, los


tres niveles de gobierno, así como las micro, pequeñas y medianas empresas
rurales, entre otros. Este punto de partida permite reflexionar sobre la innovación
como un proceso en el que dialogan múltiples actores. Con ello, se pretende
trascender el concepto clásico de transferencia de conocimiento como un
proceso lineal que surge en la academia y se aplica en la industria, para llegar
al mercado. En este sentido, se explora el carácter disruptivo y dialógico de
la innovación social, así como las dificultades que enfrenta en el proceso de
construcción de la gobernanza territorial. La hipótesis se contrasta por medio
de dos estudios de caso (mejoras tecnológicas para la producción y poscosecha
de hongo cuitlacoche y hortalizas en Tlaxcala, y la Denominación de Origen
del mango Ataulfo en Chiapas). Se trata de dos casos en los que las mejoras
tecnológicas e institucionales aportan evidencias sobre los acuerdos público-
privados, pero también sobre los conflictos que enfrentan a los actores socio-
territoriales por la debilidad de las relaciones de confianza y la amenaza que
representa el desanclaje de los productos ligados al lugar de origen, pues las
formas organizativas se constituyen en grandes obstáculos para la implantación
de los enfoques de gobernanza e innovación. Finalmente, se discuten los
resultados bajo la premisa de impulsar los estudios sobre los conceptos de
gobernanza territorial e innovación para comprender con mayor profundidad
los procesos de desarrollo territorial rural.

Introducción
El objetivo de este capítulo es plantear algunos resultados de investigación
en torno a la gobernanza territorial y las dificultades que enfrenta en los
contextos rurales, como un elemento poco observado en los estudios del
desarrollo. Si bien el territorio como concepto está sujeto a un intenso debate,
existe un amplio consenso en que se trata de un lugar, un espacio específico
moldeado por la actividad socio-cultural (Giménez, 1999; Escobar, 2000;
Porto-Gonçalves, 2001), no sucede lo mismo con la gobernanza. Ésta es
un concepto difuso y elusivo (Sánchez, 2012). No obstante, parece existir
un acuerdo en torno a su definición en por lo menos dos dimensiones: la
creciente participación de la sociedad en las decisiones de carácter público
y la coordinación institucional para lograr propósitos comunes (Aguilar
Villanueva, 2006; Uvalle, 2012).
Dichos propósitos no sólo se circunscriben a la gestión de la Administración
Pública (AP), sino que integran el desarrollo socioeconómico. La exigencia
GERARDO TORRES SALCIDO l DAVID AARÓN MORALES CÓRDOVA
99
l VÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

de encauzar la gestión de manera eficiente con efectos en el bienestar de las


personas en contextos concretos, ha llevado al reconocimiento y emergencia
de las sociedades locales con sus propias necesidades, cultura y actividades
(Torres Salcido y Ramos Chávez, 2007; 2012). Uno de los efectos más
notables de la insurgencia de la localidad en las últimas décadas, a pesar de
la globalización, ha sido el reforzamiento de instituciones que han logrado
integrar la producción, transformación industrial, comercialización e innovación
dentro del territorio en la forma de sistemas productivos locales, o sistemas
localizados de producción.
En este capítulo no se busca describir las características de esos sistemas,
pues ya se ha hecho en otras publicaciones (CIRAD 1996, Courlet 2002).
Interesa, ante todo, analizar esos sistemas en lo que concierne a la participación,
organización y coordinación; es decir, en la construcción de la gobernanza
territorial (Torre y Traversac, 2011). Este último concepto ha despertado
interés por la promesa que representa para implementar políticas de desarrollo
(Moulaert, 2007). Las políticas con enfoque de gobernanza plantean la pregunta
ineludible sobre las características que tienen los procesos de toma de decisiones
en un espacio dado. Si bien dichos procesos son generados endógenamente,
no sólo se limitan a la organización de abajo hacia arriba, sino que abarcan
niveles de múltiples escalas geográficas e institucionales que influyen en la
percepción, adecuación de formas de trabajo y necesidades de los actores. Sin
embargo, es necesario señalar que los modelos de gobernanza territorial suponen
la organización, la autorregulación y la gestión de la proximidad geográfica y
organizacional. Una gestión omisa, descuidada o francamente contraria a las
coordenadas de la proximidad puede dar al traste con la gobernanza de los
territorios. Como ejemplos concretos de la proximidad destacan, entre otros,
las llamadas cadenas cortas de comercialización que suponen una mínima
intermediación, o la interacción entre productores y consumidores, lejanos
geográficamente, pero interesados en la calidad territorial de los productos
y en el comercio ético. El éxito de proyectos de este tipo depende en gran
medida de la calidad de la gestión.
A diferencia de los modelos puros de gobernanza “bottom-up”, en el que
los actores prescinden de la gestión gubernamental; o top-down, que privilegia
la dirección y gestión de proceso bajo los diferentes niveles de gobierno, los
esquemas de intervención territorial y de interacción entre los actores pueden
ser considerados como modelos de gobernanza “híbridos”, producto de su
raigambre endógena, pero también de la dependencia de múltiples escalas de la
AP, las Organizaciones no Gubernamentales (ONG), Organismos Financieros
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lVÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

Internacionales, etcétera; lo que da lugar a diversas formas de coordinación


que son construidas en un largo y complejo proceso de reconocimiento de los
actores socio-territoriales.
La necesidad de reflexionar sobre la gobernanza en función de las políticas
de desarrollo territorial rural tiene varios puntos de partida. El primero se refiere
al arraigo o anclaje de las actividades socioeconómicas. Entre éstas, una de
las más importantes y trascendentes se identifica con la cultura alimenticia,
lo que ha permitido resistir el avance global de la industria alimentaria y los
commodities, aunque ciertamente uno de sus mayores desafíos es el desanclaje
territorial de los alimentos, como producto de la misma tendencia globalizadora;
el segundo, tiene su referencia en la emergencia de lo local dentro de la agenda
de las políticas públicas.
El anclaje territorial de las actividades y de los alimentos es un punto nodal
de la teoría de los Distritos Industriales que se ha desarrollado desde las obras
de Marshall y que ha transcurrido por la escuela de Becattini, a los Sistemas
Productivos Localizados (SPL) de Courlet y Pecqueur, hasta los Sistemas
Agroalimentarios Localizados (SIAL). Este último enfoque destaca anclaje
bio-cultural de los alimentos como un sello distintivo frente a otras tendencias
del desarrollo territorial, como los mismos SPL o los clusters, al ligar alimentos,
territorio y cultura alimenticia. Es preciso señalar, por otro lado, que el anclaje
no es ahistórico, sino que se encuentra inmerso en condicionantes espaciales
y sociales de los territorios. De ahí que también puedan darse movimientos
de deslocalización de los productos, aunque ciertamente pueden prevalecer
formas de la cultura alimenticia como patrimonio inmaterial5. Un caso inmediato
que ilustra esta afirmación es el nopal y la tuna. En el mediterráneo, puede
observarse como el nopal, llevado desde Mesoamérica por los españoles, tuvo
una buena adaptación. Sin embargo, de esta planta sólo es utilizada la fruta
(tuna) y se desconocen sus múltiples usos alimenticios que en México son
ampliamente valorados.
Con respecto a la emergencia de lo local, dadas las últimas transformaciones
de la AP y de los movimientos sociales, cuyas características son la resistencia
y fragmentación ante el mundo global, es plausible afirmar que las decisiones
tomadas con un enfoque de gobernanza territorial retoman y estimulan las
innovaciones sociales e institucionales con raigambre endógena. En este
sentido, es factible que la construcción de mecanismos e instrumentos de
gobernanza faciliten la formulación de políticas dirigidas a la innovación social
5
Para una travesía por los conceptos antes señalados, véase Muchnik, J.; Sanz Cañada, J. & Torres
Salcido, G. (2008).
GERARDO TORRES SALCIDO l DAVID AARÓN MORALES CÓRDOVA
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l VÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

que reconozcan, entre otros atributos, el valor de los sistemas productivos


anclados en los territorios.
Cuando se aborda la gobernanza territorial y sus probables mecanismos
de innovación no nos referimos a una situación idílica de cooperación social
sin conflictos o de acuerdos y convenciones abstraídos del tiempo y el
espacio. La perspectiva de la gobernanza territorial a menudo reconoce los
conflictos tecnológicos, institucionales, urbano-rurales, peri-urbanos-centrales,
intracomunitarios o intercomunitarios y la necesidad de construir instrumentos
de política pública dirigidos a reforzar el diálogo y los compromisos de los
actores.
La demostración, o por lo menos la argumentación razonada en torno a la
hipótesis, depende metodológicamente, no sólo de una revisión de la literatura,
sino de la contrastación empírica y la observación directa. En este sentido,
en este capítulo se agrupan dos estudios de caso en los que se ha tratado de
introducir transformaciones tecnológicas e institucionales: el primero se refiere
a la producción de hortalizas en invernadero en Tlaxcala; y el segundo, al
sistema productivo de mango Ataulfo con Denominación de Origen (DO) en
la región del Soconusco, en Chiapas.
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lVÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

La discusión de los resultados muestra que los conceptos de gobernanza


territorial e innovación social son interesantes para el estudio de los sistemas
productivos locales, pero requieren aún de muchos debates y evidencias
empíricas, así como del consenso sobre sus dimensiones. Con la exposición
de estos dos casos pretendemos impulsar la discusión y el debate sobre ambas
nociones, así como su pertinencia para los estudios rurales.
Este capítulo se divide en una discusión sobre la gobernanza, la gobernanza
territorial y la innovación; un apunte metodológico; la presentación de
resultados; la discusión de la hipótesis y unas breves conclusiones.

1. Gobernanza, Gobernanza Territorial e Innovación


La gobernanza es un concepto que ha sido ampliamente utilizado en la última
década en las ciencias sociales y que se ha extendido desde la administración
privada, con el concepto de “gobernanza corporativa”, a la AP y a los agentes
del desarrollo. Además de las acepciones descritas en el párrafo introductorio,
se ha definido a la gobernanza como el proceso que conduce a una calidad
diferenciada de las decisiones caracterizadas por el bien común y la inclusión
de los puntos de vista de los actores sociales. Además de la proximidad –
geográfica o institucional- que implica el complejo proceso de construcción
de acuerdos (Kirat and Lung, 1999; Abramovay et al., 2010), la confianza
entre los actores6 son dos aspectos centrales de la calidad de las decisiones.
Es indudable que la reflexión sobre la gobernanza territorial tiene sus
orígenes en las transformaciones reciente de la vida rural. Algunas de las
causas de dichas transformaciones son: 1) el debilitamiento de la agricultura
como actividad preponderante de los habitantes de las zonas rurales; 2) la
emigración creciente hacia los centros urbanos o hacia el país del norte; 3) un
modelo de demanda impuesto por las zonas urbanas y los consumidores; 4) la
transformación de la participación de las mujeres en las actividades agrícolas

6
La confianza entendida como el establecimiento de redes construidas a partir de la reciprocidad
está determinada por una distancia social en la que intervienen tanto factores horizontales (entre
iguales) como verticales, es decir, entre personas distintas de acuerdo a su pertenencia de clase.
Para Larissa Adler Lomnitz (1998) quien desde los años 70 del siglo XX trató de explicar este
concepto en sociedades urbanas de Chile y México, la reciprocidad “verdadera” sólo puede
practicarse entre iguales. No obstante, en términos institucionales, la confianza también se basa
en expectativas e incentivos que tienen por objetivo disminuir la complejidad social. La ausencia
de confianza haría casi imposible tomar decisiones (Luhmann, 1996), pero una confianza limitada
dificulta en extremo el gobierno de las sociedades.
GERARDO TORRES SALCIDO l DAVID AARÓN MORALES CÓRDOVA
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l VÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

y en aquellas que complementan el ingreso del hogar, tales como la atención


al turismo, la elaboración de artesanías, etcétera.
A partir de estos nuevos fenómenos en las áreas rurales, también se ha
notado la emergencia de múltiples actores con intereses heterogéneos que han
afectado y trastocado las nociones de proximidad –social y organizacional- y
por ende, la confianza. De esta manera, la gobernación de los territorios en su
especificidad y en sus múltiples escalas (Brenner y Rosales, 2015) ha colocado
estos dos factores como una prioridad para el desarrollo y el medioambiente.
La gobernanza territorial sería en este sentido, la promoción de acuerdos y
convenciones en un espacio dado para lograr objetivos comunes, mediante la
construcción o reconstrucción de lazos de confianza a múltiples escalas. Para
conseguirlos, André Torre y Jean Baptiste Traversac definen la gobernanza
territorial como un enfoque que permite:
1. Favorecer el establecimiento de proyectos de desarrollo territorial.
2. Contribuir al diseño de amplios esquemas de consulta.
3. Facilitar la coordinación de grupos de actores heterogéneos con distintos
y hasta encontrados intereses.
4. Limitar la emigración o la salida del territorio de personas con ciertos
perfiles.
5. Evitar confrontaciones estériles.
6. Decidir los senderos del desarrollo.

Un enfoque de gobernanza territorial puede constituir una innovación


en la gestión pública y social, ya que supone procesos significativos para
ampliar la competitividad territorial y estimular los entornos de mejoramiento
tecnológico. Sin embargo, la reforma tecnológica de un producto o un proceso
no es en sí misma innovación, y mucho menos, innovación social. Cualquier
mejoramiento debe difundirse, apropiarse y desarrollarse por los múltiples
actores territoriales como condición necesaria para la innovación. Sin embargo,
tampoco responde necesariamente a una transferencia tecnológica, que de
manera clásica se efectúe como una relación lineal entre la academia, la
industria y la sociedad. Es ante todo, un proceso definido por la interacción
de los actores en un espacio y un tiempo dados. Esta última afirmación, puesta
en una perspectiva de horizontalidad, coloca a las instituciones de educación
superior e investigación como actores importantes del proceso, pero no
necesariamente preponderantes.
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lVÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

Los procesos de innovación a menudo suponen la existencia previa de


conflictos entre los actores heterogéneos que interactúan en el territorio. En
este sentido, la construcción de acuerdos puede considerarse como una relación
inestable entre las fuerzas que buscan la cooperación y las que privilegian el
conflicto. Más aún, los procesos de creación de conocimiento, apropiación y
desarrollo, no necesariamente están exentos de conflictos que requieren una
gestión adecuada con el objetivo de que las leyes, regulaciones, tecnologías y
nuevas formas de gestión sean interiorizadas por los actores. Entre los múltiples
mecanismos de la gobernanza territorial que implican una mayor y cada vez
más compleja participación, se encuentran las asambleas de información; los
mecanismos de consulta previstos por las leyes; el diálogo entre las partes
en conflicto; las reuniones de negociación; y, finalmente, los acuerdos que
permiten construir las decisiones definitivas.
Para que los mecanismos de gobernanza territorial puedan darse, es
una condición imprescindible la confianza por medio de las redes de actores
sociales o de organizaciones e instituciones. Este es un aspecto central de la
participación que hay que resaltar en los estudios de gobernanza territorial
e innovación social. En este sentido, abordamos dos casos que desde sus
peculiaridades territoriales, plantean retos e interrogantes a los problemas de
la gobernanza territorial y la innovación.

2. El método
A partir del concepto de gobernanza territorial se construye un concepto más
acotado de innovación social, entendido como un proceso de apropiación y
difusión socio-territorial de las mejoras tecnológicas e institucionales que
implican procesos de cooperación y conflicto. La gestión del débil equilibrio
entre ambos extremos ocurre mediante mecanismos extensivos (reuniones
informativas, asambleas y consultas) e intensivos de gobernanza (negociación
y formulación de acuerdos), así como la generación de lazos de confianza
que en contextos rurales suelen estar más acotados a los círculos cercanos de
familiares o de las instituciones comunitarias.
El concepto de innovación social sirve como una guía para interpretar,
mediante técnicas sociológicas y etnográficas, tales como los recorridos de
campo, la observación participante, la aplicación de entrevistas semiestructuradas
y un seguimiento de las acciones de grupos interesados, las promesas y límites
de la gobernanza en un espacio dado.
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Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

En el primer caso, el de Tlaxcala, en 2010 y posteriormente en 2013 se


realizaron varios recorridos de campo, se aplicaron entrevistas no estructuradas
a trabajadores y habitantes de la localidad. Asimismo, se recogieron 17
entrevistas semiestructuradas a actores relevantes del territorio, incluyendo a
los miembros de las empresas familiares a las que llamaremos A, dedicada a
la agricultura ecológica y B, a proveer infraestructura tecnológica a aquélla,
trabajadores temporales, científicos del Instituto Potosino de Investigación
Científica y Tecnológica (IPICYT), funcionarios del Sistema Estatal de
Promoción del Empleo y Desarrollo Comunitario (SEPUEDE), de la Secretaría
de Fomento Agrario (SEFOA) del gobierno del estado, del Fideicomiso de
Riesgo Compartido (FIRCO), Secretaría de Agricultura Ganadería Desarrollo
Rural Pesca y Alimentación (SAGARPA) y de Financiera Rural. En el marco
del trabajo de campo, se realizaron estancias de dos tesistas de licenciatura
para observar las mejoras a los procesos productivos de alimentos; asimismo, y
como parte del método de investigación-acción, se acompañó a los actores en
la necesidad de implementar procesos poscosecha de las hortalizas, mediante
el diseño de una bodega fría con uso de energía solar, que de generalizarse su
uso, puede aportar beneficios a los productores al negociar mejores condiciones
de comercialización con los intermediarios.
En el segundo caso, se llevó a cabo una visita a la región del Soconusco,
estado de Chiapas y mediante la técnica de “bola de nieve” se contactó a
diferentes actores del sistema productivo de mango Ataulfo. En este aspecto se
levantaron 12 entrevistas semiestructuradas: al representante de la Asociación
Local de Fruticultores, a productores de mango Ataulfo pertenecientes a
esta organización, a productores que no están organizados, al director del
Centro Rosario Izapa del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales
Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), a un investigador de este instituto que ha
participado en centros experimentales sobre el mango Ataulfo, al representante
de la Asociación de Fruticultores en el municipio de Mazatán, al vocal de la
Junta Local de Sanidad, y al gerente de una empacadora de mango Ataulfo
que distribuye el producto en mercados nacionales e internacionales. Estas
entrevistas nos permitieron conocer, de manera general, las dificultades que
enfrenta el sistema productivo local para generar una dinámica de gobernanza
que favorezca la creación de una norma de la calidad del mango Ataulfo que
integre los intereses y necesidades de los diferentes actores.
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Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

3. Resultados
3.1. Mejoramiento tecnológico de poscosecha
de hortalizas en Tlaxcala
En el municipio de Nativitas, estado de Tlaxcala, México, se inició un estudio
relacionado con el potencial de un sistema de producción local basado en el
anclaje territorial de un alimento típico del altiplano central mexicano: el
cuitlacoche. Se estudió la organización de dos microempresas gemelas de
carácter familiar, formadas por cuatro socios relacionados por el parentesco
y lazos cercanos de amistad, en la localidad de San Miguel Xochitecatitla.
La empresa A y la empresa B tienen como característica común la necesidad
de producir y adoptar tecnologías que permitan a los socios su permanencia
en el mercado. La primera se encarga específicamente de la producción de
hortalizas (y en su momento del cuitlacoche) en invernadero; la segunda, de la
apropiación de tecnología para cubrir las necesidades del grupo. El problema
básico que tienen los productores es el minifundismo, por lo que decidieron
agrupar sus parcelas como ejidatarios (0.5 ha., en promedio), rentar tierras
y/o comprarlas para impulsar la instalación de invernaderos.
La primera cuestión tecnológica que debieron enfrentar fue la de construir e
instalar los invernaderos, pues a pesar de que habían obtenido un financiamiento
inicial para implantar un invernadero con tecnología extranjera, decidieron
experimentar con un invernadero de 200 metros diseñado y construido por
ellos mismos. El éxito que tuvieron con este experimento, les permitió expandir
posteriormente la superficie de agricultura protegida a mil metros cuadrados
con su propia tecnología. El primer producto bajo invernadero con el que
trabajaron fue el cuitlacoche, por el alto valor que en ese momento (2010)
tenía en el mercado. Para ello, adquirieron el inóculo al IPICYT a un precio
simbólico de cincuenta centavos la dosis7.
No obstante, después de un año, se enfrentarían a diversos problemas
socio-técnicos entre los cuales se encontraban los siguientes: 1) la inoculación
de cada mazorca de maíz en lo individual requería de un uso intensivo de
mano de obra; 2) una mala elección de la variedad de maíz –híbrida- que
sería inoculada con el hongo, dificultó el proceso de infección de la planta,
porque creció más allá de los esperado, aún cuando el IPICYT había advertido
que la semilla criolla o nativa es más susceptible a la infección del hongo; 3)
exceso de oferta debido a un aumento general en la producción de cuitlacoche

Fuente: comunicación personal de una científica del IPICYT marzo de 2013.


7
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Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

de invernadero; y, en particular, a que el Programa Piloto de Producción de


Cuitlacoche en invernadero, impulsado por el gobierno del estado de Tlaxcala
por medio del SEPUEDE, había financiado 10 invernaderos familiares en el
norte del estado8, a lo que debe agregarse la existencia de cinco enlatadoras
en el país, entre las que destacan Monte Blanco, San Miguel y la Costeña, que
mayormente proveen a restaurantes, y que impulsan un proceso de desanclaje
o deslocalización territorial de la producción del hongo, al producirse en
invernaderos de otras regiones del país, e incluso en los Estados Unidos de
América (EUA), aunque el cuitlacoche enlatado no es altamente apreciado por
los consumidores de la altiplanicie mexicana; y, 4) un buen año de lluvias que
propició la producción del hongo en condiciones naturales, es decir, en la milpa.
Como parte de los esfuerzos de mejoras tecnológicas, mención aparte
merece el papel que las esposas de los socios de las microempresas han
desempeñado. Dadas las condiciones de temperatura controlada de los
invernaderos, se propusieron instalar estanques para la producción de tilapia.
De este modo, aportaban trabajo a la diversificación de actividades y de
ingresos. El proyecto fue marchando bien durante unos meses, hasta que se
encontraron con la oposición de las autoridades del ejido, bajo el argumento
de que usaban mucha agua y de los cónyuges de las mujeres de la localidad a
las que habían invitado a participar en el proyecto “ya que se negaron a darles
permiso para trabajar”9.
Con estas condiciones adversas, los microempresarios decidieron regresar
a la producción de hortalizas a partir de 2011. Sin embargo, un problema que
han enfrentado, como la mayoría de las microempresas campesinas y familiares,
consiste en el valor que transfieren a los intermediarios, al no tener la capacidad
de retener por mayor tiempo el producto después de cosechado sin afectar
la calidad, cuestión que les obliga en muchas ocasiones a rematarlos a pie
de camino o carretera. Con la acumulación del saber tecnológico ya probado
en la producción e instalación de invernaderos, que para 2013 abarcaba 3
has. de producción de hortalizas bajo ese sistema, la empresa B expresó la
necesidad de construir e instalar una bodega, llamada “autorrefrigerante” con
utilización de energía solar. Para tal efecto, se contó con la colaboración de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el diseño del edificio
y de las celdas solares que permiten bajar unos grados la temperatura, lo que
propiciaría que el producto pudiera encontrar un comprador ad hoc, lo que a
su vez acotaría el poder de los intermediarios.
Fuente: comunicación directa de un funcionario de SEPUEDE, marzo de 2013
8

Fuente: comunicación directa de una socia de las empresas A y B. Febrero de 2013


9
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l VÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

Ahora bien, no obstante el proceso endógeno de generación de tecnología


y las aparentes ventajas que puede generar, en el territorio no ha existido una
acción colectiva amplia que fortalezca las redes de apoyo institucional y social
para que los invernaderos o la bodega autorrefrigerante sean considerados como
alternativas de ingreso, no sólo de las microempresas involucradas, sino de
otros productores. A decir de los socios de las microempresas, en referencia
a los invernaderos, los campesinos del municipio de Nativitas prefieren
seguir sembrando, cultivando y vendiendo de manera tradicional. A su vez,
éstos expresan su desconfianza e incredulidad ante las propuestas de mejoras
tecnológicas en que aquéllas se embarcan con frecuencia.
Esta narrativa tiene como objetivo explicar la gobernanza territorial y
la innovación social en este territorio, en el que si bien algunos actores han
propuesto desarrollos tecnológicos, la difusión de éstos no ha avanzado,
ya que se advierte una ausencia tanto de instrumentos (leyes, regulaciones,
actuación de los diferentes niveles de gobierno y las organizaciones ancladas
al territorio), como de mecanismos de gobernanza territorial (instancias
adecuadas de difusión de la información, consultas y acuerdos dirigidos a
la disminución de las asimetrías de poder, como ejemplo entre hombres y
mujeres a propósito del proyecto de estanques piscícolas, entre otros). Uno
de los obstáculos fundamentales para que ello se realice, es la debilidad de
los lazos de confianza en el territorio. Esta desconfianza generalizada se hace
extensiva a los actores institucionales del territorio. La vinculación entre
las microempresas y las Instituciones de Educación Superior y Centros de
Investigación es insuficiente y esporádica, lo que impide difundir las mejoras
tecnológicas, a pesar de las intuiciones de los actores. Las consecuencias de
esta conflictividad se reflejan en el reto que representa la deslocalización
de la producción de hongo cuitlacoche, pero también en la inocuidad de las
hortalizas y en el medioambiente, pues la localidad se encuentra a la rivera
del río Atoyac, uno de los más contaminados de México, lo que afecta la
higiene de los productos sin que se adviertan acciones colectivas para revertir
la contaminación.
En suma, si bien podemos constatar que existen esfuerzos para resolver la
pérdida de ingresos derivados de la actividad agrícola y de mejorar la inocuidad
de los productos por medio de la agricultura protegida, el mejoramiento
tecnológico que ha surgido de la acción colectiva y el saber hacer de los
microempresarios, está lejos de ser una innovación social. Para ello, se requiere
difundir los aportes tecnológicos, incrementar la cooperación de los actores
GERARDO TORRES SALCIDO l DAVID AARÓN MORALES CÓRDOVA
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Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

socio-territoriales y la coordinación del proceso en sentido bidireccional


(bottom-up, top-down). Hasta ahora, a pesar de lo prometedor de la acción
de esas microempresas, la limitación de sus redes, la falta de confianza
y su escasa coordinación institucional han eliminado por el momento, la
posibilidad de una apropiación y difusión del conocimiento en el territorio y
han incrementado las amenazas surgidas por el desanclaje de productos como
el hongo cuitlacoche, pero también de las hortalizas frente a la emergencia de
otros centros productivos en el estado de Puebla. Estos factores han reforzado
la subordinación de los productores en general, y de los microempresarios ya
mencionados en particular, a los intermediarios y al modelo de comercialización
establecido por los grandes acopiadores de las centrales de abastos de las
ciudades de México y Puebla.

3.2 La denominación de origen del Mango Ataulfo


La denominación de origen del Mango Ataulfo (DO) de Chiapas se aprobó el
4 de diciembre del 2012, constituyéndose el Consejo Regulador de la Calidad
del Mango Ataulfo del Soconusco, Chiapas A.C. De acuerdo con documentos
oficiales, esta denominación de origen ha permitido certificar un producto
que es 100% originario de la región, mismo que presenta una calidad que
está estrechamente relacionada con las características físico-geográficas de
la misma. Esta certificación fue impulsada con el objetivo de proteger un
mercado que se ha visto amenazado en años recientes por el incremento de
la producción del mango Ataulfo en otras regiones del país y del mundo10, y
por tanto, conservar su calidad y valor agregado mediante la introducción de
innovaciones tecnológicas y la conservación de la originalidad del producto
La gran demanda que existe en los mercados de Estados Unidos en torno al mango Ataulfo
10

ha propiciado que la producción de este fruto se expanda por diferentes estados de México.
Actualmente se produce en Nayarit, Oaxaca, Guerrero, Sinaloa, Michoacán, Veracruz, Jalisco,
Colima, Tabasco y Campeche. Aunque la producción de esta variedad de mango está creciendo
también en algunos países de centro y Sudamérica (Infante et al., 2011). La expansión de la
producción del mango Ataulfo más allá de Chiapas propicia dos presiones importantes en la
configuración y gobernanza del sistema productivo de la región del Soconusco: 1) El incremento
de la competencia externa obliga a los pequeños productores locales a disminuir el precio de
su producto, subordinándolos a las condiciones impuestas por los intermediarios y/o empresas
empacadoras; y 2) La emergencia de nuevos productores de mango Ataulfo en distintas partes
del país dificulta el adecuado funcionamiento de la Denominación de Origen, debido a que las
empresas empacadoras nacionales y extranjeras (sobre todo de los Estados Unidos) conciben a
esta certificación como un obstáculo para distribuir esta variedad de mango durante todo el año
en el mercado norteamericano (Fuente: Trabajo de campo realizado durante el mes de abril del
año 2014).
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Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

asociado al saber-hacer que se ha venido difundiendo desde su descubrimiento


en los años cincuenta11.
La Asociación Agrícola Local de Fruticultores del Soconusco fue el
principal actor promotor de la iniciativa de la Denominación de Origen, la cual
estaba dirigida por un conjunto de productores con una amplia experiencia en
el desarrollo de productos agrícolas de exportación. Este grupo contaba con una
serie de redes que facilitaron las gestiones en torno a la certificación, debido
a que sus miembros han ocupado cargos importantes en las dependencias del
gobierno del municipio de Tapachula y del Estado de Chiapas.
En un primer momento, la asociación se coordinó con las instituciones
de investigación de la región (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales
Agrícolas y Pecuarias, Centro de Biociencias de la Universidad Autónoma de
Chiapas, El Colegio de la Frontera Sur) para desarrollar los estudios genéticos
necesarios para que los productores pudieran comprobar que el mango Ataulfo
es originario de la región del Soconusco. En este punto, fue muy importante
el apoyo del INIFAP que, a través del Centro Experimental Rosario Izapa,
realizó estudios que permitieron asociar las características particulares del
mango Ataulfo con las condiciones físico-geográficas del Soconusco, Chiapas.
Así también, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) y el ECOSUR
apoyaron en la realización de investigaciones que necesitaron los productores
en el desarrollo de la norma oficial de la DO.
Para la obtención de la denominación de origen fue importante también la
coordinación de los productores de la Asociación Agrícola Local de Fruticultores
del Soconusco12, ubicada en Tapachula, con los productores pertenecientes a
esta asociación pero que se ubican en los diferentes municipios de la región
que comprende la DO13. De acuerdo al representante de la Asociación, el gran
11
El mango Ataulfo fue descubierto en la década de los cincuenta en el predio adquirido por el
señor Ataulfo Morales, en la ciudad de Tapachula. Héctor Cano Flores, en aquel entonces Jefe
de la Comisión Nacional del Café, promovió las investigaciones en torno al potencial que tenía
el mango Ataulfo de convertirse en un cultivo alternativo al café, que ya venía disminuyendo su
productividad de manera importante. Al conocer la adaptación de este fruto a las condiciones
húmedas-tropicales de la región del Soconusco, se introdujo en diferentes huertos y con el paso
del tiempo se fue difundiendo su producción hasta constituirse en el principal cultivo de la región
(De la Torre, 2013).
12
De acuerdo a Fletes (2008), la Asociación Agrícola Local de Fruticultores del Soconusco fue
conformada por productores de la región que previamente se dedicaban al plátano y al algodón,
quienes compartían relaciones de parentesco o amistad y contaban con una amplia experiencia
comercial. Estos productores han desarrollado un capital político importante a través de su relación
con el gobierno del estado de Chiapas.
13
Los municipios protegidos por la denominación de origen Mango Ataulfo de Chiapas bajo la
Norma Oficial Mexicana OM-188-SCFI.2012: Suchiate, frontera, Hidalgo, Metapa de Domínguez,
Tuxtla Chico, Tapachula, Mazatán, Huehuetán, Tuzantan, Huixtla, Villacomaltitlán, Acapetahua,
Acacoyahua y Escuintla, los cuales producen alrededor de 14,540 hectáreas y 116,318 toneladas
de esta variedad de mango (Leal, 2011)
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reto fue convencer a los productores de menor capital sobre la importancia


de obtener esta certificación, con el fin de proteger su mercado y mejorar la
calidad del mango producido en la región del Soconusco.
La Asociación de Fruticultores logró coordinarse también con la Secretaría
de Agricultura y Ganadería del gobierno de Chiapas, aprovechando las relaciones
socio-políticas de algunos de sus miembros. De esta manera, la coordinación
gobierno estatal-productores fue estratégica para que estos últimos obtuvieran
más recursos para la planeación y difusión de la iniciativa de DO. Sin embargo,
la denominación de origen del mango Ataulfo se ha desarrollado sobre la base
de arreglos institucionales controlados por los productores de la Asociación de
Fruticultores que cuentan con más capital, propiciando una contraposición de
intereses al interior de la organización, que ha dificultado la consolidación de
los acuerdos que sustentan la DO, ya que todavía un gran número de pequeños
productores no tiene el interés de apoyar esta iniciativa.
Asimismo, la regulación fitosanitaria de la producción del mango Ataulfo
se caracteriza por la contraposición de lógicas de coordinación vertical (top-
down) y horizontales (bottom-up) que dificultan la adecuada implementación
de las innovaciones socio-técnicas que exige la campaña contra la mosca, lo
que propicia que en la región sigan prevaleciendo amplias zonas de producción
afectadas por esta plaga.
Uno de los conflictos que se ha presentado recientemente es la intervención
de las autoridades federales, relacionadas con SENASICA (Servicio Nacional de
Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria), para quitarle la responsabilidad
a la Junta Local de Sanidad (adherida a la Asociación de Fruticultores del
Soconusco), en la coordinación de la campaña para la erradicación de la mosca
de la fruta. Sin embargo, los productores locales han respondido tratando de
reactivar las funciones de la Junta Local de Sanidad con el argumento de
que su gestión sería más adecuada por la relación cercana que tienen con
los productores de los distintos municipios de la región del Soconusco; y
además, consideran que sería una vía de empoderamiento que les permitiría
contar con una participación más activa en la toma de decisiones en torno a
la regulación fitosanitaria de la producción de mango Ataulfo en los distintos
niveles: estatal y nacional.
Asimismo, las empresas comercializadoras, empacadoras o intermediarias
entran en disputa con los productores de la Asociación Local de Fruticultores
debido a que persiguen intereses opuestos en torno a la denominación de origen
y a la regulación fitosanitaria. El principal interés de estos actores es que la
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lVÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

norma de calidad del mango Ataulfo esté más ajustada a las regulaciones
de los mercados internacionales, por lo que están a favor de una regulación
fitosanitaria vertical y centralizada desde las instancias del Gobierno Federal
(SAGARPA, SENASICA).

4. Discusión
El objetivo de este trabajo ha consistido en mostrar las dificultades que
enfrentan la gobernanza territorial y los procesos de innovación social en
las áreas rurales que desde un punto de vista socioeconómico y cultural,
se enfrentan al reto que implica el desanclaje de los productos con un sello
o reconocimiento ligado al territorio. Desde un punto de vista de la teoría
de la empresa, se parte del hecho de que la difusión del conocimiento y su
apropiación, depende de una malla social e institucional que propicie la
cooperación entre distintos agentes, a la manera de los Distritos Industriales
de Marshall, de los Sistemas Productivos Locales o el Cluster. No obstante,
como se demuestra en estos estudios de campo, tanto la gobernanza como
la innovación son procesos que implican una muy difícil adopción de las
mejoras tecnológicas o institucionales para valorizar los productos ligados al
territorio debido a los conflictos, la exclusión de los pequeños productores y
el cuestionamiento de las formas tradicionales de producción, el uso desigual
de recursos y las relaciones de poder asimétricas entre los habitantes, lo que
aunado a la debilidad de las regulaciones e instituciones, dificulta la gestión de
la proximidad y el establecimiento de relaciones de confianza. La teoría clásica
de la innovación, originada en las propuestas de Schumpeter (1982[1942]),
supone que ésta consiste en un cambio técnico (generado en las instituciones
científicas, o en la empresa) que transferido a los métodos de organización
o producción, llegan al mercado con la consecuencia de un incremento en
las utilidades, como efecto de una mayor competitividad. No obstante, en
casos específicos como los estudiados en este capítulo, esos mejoramientos
tecnológicos pueden ser generados de manera endógena por los actores
microempresariales, para ser expresados y formulados por la academia, no
sólo en un sentido de trasferencia, sino en contextos de conflicto y diálogo
con los actores que expresan sus ideas, necesidades, y hasta sus diseños. En
otro caso, como la DO del mango Ataulfo, la actividad de algunos miembros
de la sociedad por defender la calidad territorial de los productos, excluye
a los pequeños productores y provoca choques con otros actores, como las
GERARDO TORRES SALCIDO l DAVID AARÓN MORALES CÓRDOVA
113
l VÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

empacadoras, que buscan transformar el producto en un commodity, es decir,


desanclarlo de su historia territorial, con el objetivo inmediato de maximizar
las ventas a los centros de consumo masivo. Por ello, para que se constituyan
como innovaciones territoriales, las nuevas tecnologías (como en el caso de
las microempresas tlaxcaltecas) o las innovaciones institucionales (la DO de
mango Ataulfo) requieren de la confianza y de los mecanismos de gobernanza:
difusión, consulta, diálogo, resolución de conflictos, formulación de acuerdos
y toma de decisiones; mecanismos que, por otro lado, no pueden darse sin
la gestión y dirección de la gestión pública gubernamental en contextos
organizativos acotados y que no pueden tener otras consecuencias que la
protección de los productos ligados al territorio y una mejor distribución de
los ingresos y los recursos entre los agentes socio-territoriales.

Conclusiones
No conocemos un modelo de gobernanza ideal. El modelo existente más avanzado
es el que exponen Torre y Traversac, que ponen en juego los instrumentos y
mecanismos de gobernanza para sistemas territoriales agroalimentarios en la
Unión Europea. Este supone a menudo, conflictos entre los actores interesados
en los productos territoriales, así como entre las áreas rurales y las urbanas
que imponen la necesidad de implementar instrumentos de política pública y
mecanismos de negociación y reconocimiento de conflictos. No obstante, este
modelo también supone una construcción institucional a múltiples escalas que
contribuya al fortalecimiento de las capacidades de gestión. En los estudios
de caso abordados en este capítulo, se pone de manifiesto la necesidad de
impulsar ese entramado institucional para aprovechar la diversidad natural y
cultural alimenticia de México como un instrumento de desarrollo.
En definitiva, este capítulo evidencia la necesidad de investigar de forma
más dinámica la relación entre gobernanza e innovación, reconociendo las
particularidades territoriales del proceso de construcción del saber-hacer,
las relaciones de poder asimétricas entre los actores, las dificultades de
introducción y/o adaptación de nuevas tecnologías en los territorios, las
relaciones de confianza en diveros niveles (redes de relaciones e instituciones)
y la multiescalaridad de los procesos de coordinación y/o negociación entre
los diversos actores en espacios productivos locales.
114 GERARDO TORRES SALCIDO l DAVID AARÓN MORALES CÓRDOVA
lVÍCTOR MANUEL VELÁZQUEZ DURÁN
Gobernanza territorial e innovación social en las áreas rurales. Dos estudios de caso

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Indicaciones geográficas y
marcas colectivas: el caso de
las frutas mexicanas
Carlos Morales Troncoso1

Resumen
La exportación mexicana de frutas frescas, secas o congeladas, todas ellas
clasificadas dentro del capítulo 08 del Sistema Armonizado, SA, ha demostrado
un desempeño exportador muy destacado a nivel internacional, sobre todo,
a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América
del Norte, TLCAN, en 1994. Pero particularmente sobresaliente ha sido ese
desempeño en el caso de una docena de productos, a nivel de seis dígitos del
SA, que conjuntamente representaron el 75.6% del valor total de la exportación
mexicana del mencionado capítulo, en 2013.
Entre las herramientas de promoción comercial internacional utilizadas
exitosamente por algunos países para facilitar el reconocimiento y preferencia,
por parte de los consumidores, se encuentran el empleo de indicaciones
geográficas, IG’s y de marcas colectivas, MC’s. En esta investigación, de
tipo documental, se indaga acerca de la vinculación que pudiera haber entre
la existencia y uso de esas IG’s y MC’s y el buen desempeño exportador de
esa docena de frutos mexicanos bajo examen.

Profesor-investigador en la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional


1

Autónoma de México, UNAM, cmoralestroncoso@gmail.com

117
118 CARLOS MORALES TRONCOSO
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

Las conclusiones a las que se llega prueban, por un lado, que no existiendo
en México mecanismos formales de registros de IG’s no se identificó ningún
caso en donde exista alguna de estas IG para los frutos analizados; por el otro,
que aunque sí existen algunas MC’s justamente para esos productos, éstas no
guardan ninguna relación con los flujos de exportación de dichos productos.

1. Antecedentes
A partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América
del Norte en 1994, la exportación de frutas mexicanas (clasificadas en el capítulo
08 del Sistema Armonizado, SA) ha mostrado incrementos significativos,
superando las tasas medias de crecimiento anual del resto de las exportaciones
agroalimentarias (Morales & Sánchez, 2012) Así, según puede apreciarse en
el siguiente gráfico, el valor de las exportaciones del mencionado capítulo
crecieron, durante esas dos décadas, a un ritmo promedio anual del 10.5%,
mientras que las importaciones sólo lo hicieron a un 6.2%; consecuentemente, el
saldo, que ya era favorable para México en 1994, se incrementó y alcanzó una
cifra de 2,349 millones de dólares en 2013, siendo el valor de las exportaciones
de 3,401 millones y el de las importaciones de 1,052 millones en ese año

Comercio exterior mexicano, capítulo 08 del Sistema Armonizado

Fuente: Elaboración propia con datos de COMTRADE; www.comtrade.org.


Accesado el 20 de febrero de 2015

Pero, teniendo en consideración que el multicitado capítulo 08 está


conformado por 14 partidas (al nivel de cuatro dígitos) y 67 sub-partidas (al
nivel de seis dígitos), se juzgó necesario ahondar en el tema e identificar las
sub-partidas que han tenido un desempeño exportador sobresaliente, sea por
CARLOS MORALES TRONCOSO 119
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

el valor de sus flujos y/o por la posición que ocupan en el entorno global. De
esta forma, se elaboró la siguiente tabla en donde se muestran aquellos frutos
que destacaron significativamente en el valor total de la exportación mexicana
de ese capítulo.

Tabla 1. Lista de los principales productos clasificados dentro del capítulo


08 del SA en donde México tiene una destacada posición a nivel mundial
en 2013
% de Principal
Exportación
Clasificación (SA) y Lugar México en la país de
mexicana 2013
descripción productos mundial exportación destino
(millones USD)
mundial (%)
080231 nueces con 81.3 3
7.6 US 79.4
cáscara
080232 nueces sin 137.4 3
8.5 US 99.9
cáscara
080440 aguacates 1,086.9 1
44.8 US 77.1
(paltas)
080450 mangos y
302,5 1 16.9 US 87.6
guayabas
080550 limones y 282.1 3
11.6 US 90.5
limas
080711 sandías 318.5 2 23.3 US 100.0
080719 melones 99.2 6 6.3 US 86.6
080720 papayas 65.9 1 29.0 US 99.7
081010 fresas frescas 209.5 4 8.9 US 99.9
081020 frambuesas,
162.2 3 17.2 US 87.2
zarzamoras y moras
081110 fresas 101.5 3
11.4 US 89.9
congeladas
081400 cortezas de 23.4 1 CZ 33.4
27.5
agrios DK 26.5
TOTAL 12 2,567.9
PRODUCTOS
75.6%
TOTAL CAPÍTULO 3,397.7
08
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Trade Map (ONU Centro de
Comercio Internacional, 2015), accesado el 20 de enero de 2015
120 CARLOS MORALES TRONCOSO
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

Como puede advertirse en la tabla anterior, esa docena de sub-partidas


que representaron el 75.6% del valor total de la exportación mexicana del
capítulo bajo análisis, se ubican entre las primeras posiciones en el contexto
internacional; de allí su indiscutible preeminencia entre los frutos que México
exportó en 2013. Empero, en casi todos los casos el grueso de las exportaciones,
esto es, más del 85%, se concentran en un solo mercado: el estadounidense
(US); las excepciones fueron las nueces con cáscara, los aguacates y las
cortezas de agrios, éstas últimas exportadas a la República Checa (CZ) y a
Dinamarca (DK).
Ese desempeño exportador sobresaliente a nivel planetario, se refuerza
al observar los altos índices de ventaja comparativa revelada, obtenidos en
2013 en relación a los correspondientes a 1994, utilizando la metodología
propuesta por (Arias Segura & Segura Ruiz, 2004).

2. Planteamiento del problema


Con estos antecedentes, se trata ahora de identificar si acaso algunos de esos
productos: sub-partidas a seis dígitos del SA, cuentan con indicación geográfica
(IG) o con marca colectiva (MC) alguna y, en caso positivo, intentar determinar
si esa indicación o marca puede haber constituido un parámetro causal del
éxito exportador registrado en los últimos 20 años (1994-2013)

3. Marco conceptual
Las IG constituyen una categoría aparte dentro del Acuerdo de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad
Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC). Este tema cuenta con el
respaldo de la mayoría de los países en vías de desarrollo, ya que supone un
mecanismo de protección de sus saberes tradicionales y de la biodiversidad
de sus territorios. El interés de estos países se basa en la presunción de la
existencia de un fuerte potencial comercial para sus sectores agropecuarios y
artesanales. En este sentido, el desarrollo de nichos de mercado tales como
comercio justo, orgánicos o productos auténticos, encuentra creciente eco
entre los consumidores, en particular los de economías más desarrolladas
(Rangnekar, 2004).
Empero, la legislación mexicana –Ley de la Propiedad Industrial (Cámara de
Diputados, 1991)– y el ente administrador de la propiedad intelectual –el Instituto
CARLOS MORALES TRONCOSO 121
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

Mexicano de la Propiedad Industrial, IMPI– no contemplan la acreditación de


las marcas de certificación de IG’s; aunque, en las Denominaciones de Origen,
DO, así como en el caso de las MC está implícito, en muchas ocasiones, un
origen geográfico determinado.
Por otro lado, el tema de las IG’s y las MC’s puede también ser visto desde
la atalaya de las cadenas globales de mercancías (CGM) o de valor (CGV) y,
particularmente, de la cuestión de su gobernanza (Gereffi & Sturgeon, 2005);
(Díaz Porras & Valenciano Salazar, 2012); (Marquina, 2012).
Pero siendo bien preciso el tema focal de esta investigación, ya que
sólo pretende demostrar la posible vinculación de las IG’s y/o MC’s con el
exitoso desempeño exportador de algunos frutos mexicanos, sus resultados
no pueden ir más allá de una contribución que aporte una nueva evidencia
empírica al respecto, aunque sin perder de vista la trascendencia conceptual
de lo expresado anteriormente.

4. Desarrollo de la investigación
Para la identificación de las principales empresas exportadoras, así como de
las marcas comerciales o colectivas que manejan, se realizó una exhaustiva
búsqueda tanto en formatos impresos como en medios electrónicos, consultando,
entre otras, las siguientes bases de datos:
• Directorio de Exportadores de ProMéxico, (ProMéxico, 2015)
• Directorio de agroexportadores mexicanos Mexbest2, (Mex Best, 2015)
• Empresas certificadas con México Calidad Suprema3, (México Calidad
Supema, 2015)
• Sistema de Información Arancelaria Vía Internet (SIAVI), (Secretaría
de Economía SIAVI, 2015)
• Directorio de empresas del Sistema de Información Empresarial Mexicano,
SIEM, (Secretaría de Economía SIEM, 2015)
2
MexBest es la imagen institucional creada por la SAGARPA, para presentar y promover los
productos agroalimentarios del campo mexicano con calidad de exportación, a través de los más
importantes eventos y exposiciones del sector agroalimentario y pesquero, que se llevan a cabo
en los principales mercados de exportación (Mex Best, 2015)
3
México Calidad Suprema, A.C. es una organización sin fines de lucro integrada por productores,
empacadores y sus organizadores, cuyo propósito es coadyuvar con el Gobierno Federal para
integrar al mayor número de empresas certificadas que ofrezcan productos agroalimentarios con
los más altos estándares de calidad e inocuidad a nivel nacional e internacional (México Calidad
Supema, 2015)
122 CARLOS MORALES TRONCOSO
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

• Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, (IMPI), (Instituto Mexicano


de la Propiedad Industrial IMPI, 2015)

Al concluir esa intensa búsqueda que requirió frecuentes accesos e


verificaciones cruzadas, sólo se pudieron identificar las siguientes MC’s para
las frutas seleccionadas en la Tabla 1, señalando, enseguida, tanto el nombre
de la MC así como la institución que efectuó el registro ante el IMPI (Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial IMPI, 2015):
• Nogatec (nuez), Patronato para la investigación y producción de nuez,
A.C., con sede en Torreón, Coahuila.
• Avo Mich (aguacate), Pro Aguacate, A.C., con sede en Uruapan,
Michoacán.
• Don Bonifacio (aguacate), Agrupe El Colorín, S.P.R. de R.L., con sede
en Peribán de Ramos, Michoacán.
• El potrero (durazno, guayaba, aguacate y chile manzano), Empresarios
Frutícolas de Coatepec Harinas Estado de México, A.C., con sede en
Coatepec Harinas, Estado de México.
• Frut guay (guayaba), Consejo de la Guayaba de Aguascalientes, A.C.,
con sede en Calvillo, Aguascalientes
• Frucasa (guayaba), Fruticultores de Calvillo, S.A. de C.V., con sede en
Calvillo, Aguascalientes.
• Limón Michoacano Región de Origen (limón mexicano) Sistema
Producto Limón Mexicano de Michoacán, A.C., Morelia, Michoacán*.
• Mi Limón (limón Mexicano) Consejo Estatal de Limón Mexicano de
Michoacán, A.C., Apatzingán, Michoacán.
• Limón Colima (limón mexicano), Consejo Estatal del Limón Mexicano
de Colima, A.C., con sede en Tecomán, Colima*.
• Limónceta (limón), Unión Limonera Cerro de las Tablas, S.P.R. de R.I.
con sede en Cuajinicuilapa, Guerrero.
• Torreones (melón), Consejo Regional de Productores de Melón de La
Laguna Coahuila Durango, A.C. con sede en Torreón, Coahuila.
• Fresana Fresa Michoacana Región de Origen (fresa), Unión Agrícola
Regional de Productores de Fresa y Hortalizas del Valle de Zamora, con
sede en Zamora, Michoacán.
• Atec (cítricos), Asociación Tamaulipeca de Empacadores de Cítricos,
S.A. de C.V., con sede en Ciudad Victoria, Tamaulipas.
CARLOS MORALES TRONCOSO 123
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

El asterisco (*) en las dos marcas señaladas indica que ninguna de ambas
se encuentran activas, ya que no se concluyó adecuadamente el proceso de
registro ante el IMPI.
Al realizar la búsqueda, también se identificó la existencia de una
denominación de origen, DO, para el mango (Mango Ataulfo del Soconusco
de Chiapas) así como las siguientes MC’s para otras frutas que no son
exitosamente exportadas hasta la fecha y que, por ello, no están explícitamente
consideradas en el presente trabajo (Instituto Mexicano de la Propiedad
Industrial IMPI, 2015):
La labor (durazno) Consejo Estatal de Productores de Durazno del
Estado de México, A.C., con sede en Coatepec Harinas, Estado de México
Zadux (durazno) Consejo Estatal de Productores de Durazno de
Zacatecas, A.C. con sede en Zacatecas, Zacatecas
El cuerudo (productos agrícolas, hortícolas y forestales), Estabulador
y Alimentos de Victoria, con sede en Ciudad Victoria, Tamaulipas
Nostálgica (tuna), C.E.P. Zac. TU NOPAL, A.C., con sede en Pinos,
Zacatecas
Pero, además del criterio de búsqueda al nivel de cada empresa u
organización en particular, es conveniente recordar la existencia de los
denominados Sistema-Producto que, en los términos del Artículo 3º de la
Ley de Desarrollo Rural Sustentable, LDRS (Cámara de Diputados, 2001),
son “el conjunto de elementos y agentes concurrentes de los procesos
productivos de productos agropecuarios, incluidos el abastecimiento de
equipo técnico, insumos productivos, recursos financieros, la producción
primaria, acopio, transformación, distribución y comercialización”
Adicionalmente, el Capítulo XIV de dicha ley se refiere a la
Organización Económica y los Sistemas Producto y, específicamente,
el artículo 149 hace mención de los Sistema-Producto que tendrán por
objeto:
I. Concertar los programas de producción agropecuaria del país;
II. Establecer los planes de expansión y repliegue estratégicos de los
volúmenes y calidad de cada producto de acuerdo con las tendencias de
los mercados y las condiciones del país;
III. Establecer las alianzas estratégicas y acuerdos para la integración de las
cadenas productivas de cada sistema;
124 CARLOS MORALES TRONCOSO
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

IV. Establecer las medidas y acuerdos para la definición de normas y


procedimientos aplicables en las transacciones comerciales y la celebración
de contratos sin manejo de inventarios físicos;
V. Participar en la definición de aranceles, cupos y modalidades de
importación; y
VI. Generar mecanismos de concertación entre productores primarios,
industriales y los diferentes órdenes de gobierno para definir las
características y cantidades de los productos, precios, formas de pago y
apoyos del Estado.
Los Comités Sistema-Producto constituirán mecanismos de planeación,
comunicación y concertación permanente entre los actores económicos
que forman parte de las cadenas productivas.

En este sentido, según la información disponible en la página electrónica de


la Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(SAGARPA, 2013), al 24 de julio de 2013, existían 34 Sistema Producto
Integrados a nivel nacional de los cuales 15 correspondían a los siguientes
frutos: aguacates, cítricos, durazno, fresa, guayaba, limón mexicano, limón
persa, mango, manzana, melón, tuna, nuez, papaya, piña y plátano.
Como se ve, empleando el orden en que fueron presentados los frutos
de interés para la presente investigación en la tabla 1, se tiene que existen
Sistema Producto para los siguientes siete casos: nuez, aguacate, mango,
guayaba, limones y limas, papaya y fresa; no se pudo constatar la existencia
de Sistema Producto para el caso de las sandías, las frambuesas, zarzamoras
y moras como tampoco para las cortezas de cítricos.
Además, de conformidad con el Acuerdo por el que se dan a conocer las
reglas de operación de los programas de la SAGARPA para el ejercicio fiscal
2015, publicado en el Diario Oficial de la Federación, DOF, el 28 de diciembre
de 2014 (SAGARPA, 2014), se define a la MC como:
Un signo distintivo legalmente registrado por asociaciones o sociedades
mexicanas, de productores, procesadores, empacadores, agroindustriales,
promotores o comercializadores ante el Instituto Mexicano de la Propiedad
Industrial, con la finalidad de distinguir las ventajas competitivas y
comparativas en el mercado de los productos o servicios de sus miembros,
respecto de los productos o servicios de terceros, para su promoción en el
mercado nacional e internacional.
CARLOS MORALES TRONCOSO 125
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

Y, en ese mismo documento, se definen las modalidades que el gobierno


federal, a través de la SAGARPA, establece para que esos organismos puedan
disponer de incentivos monetarios; por ejemplo, el Programa de Fomento a
la Agricultura 2015 tiene un componente denominado Sistemas Producto
Agrícolas (SISPROA) y, en el artículo 59 del mencionado Decreto se establece
que “los incentivos serán para los Comités de Sistema Producto nacionales
y estatales del sector agrícola, integrados de acuerdo a la Ley de Desarrollo
Rural Sustentable”.
Además, en el artículo 60, se indica cuáles serán los conceptos de apoyo
y montos máximos que, en el caso de Comités Nacionales, serán hasta por 2
millones de pesos y, en el de los estatales, hasta por 500 mil pesos.
Se señalan allí cuatro grandes conceptos de apoyo:
1. Profesionalización.- Principalmente pago por servicios profesionales
para asegurar su profesionalización, primordialmente para el facilitador,
asistente, servicios contables, así como capacitación.
2. Equipamiento.- Para la adquisición de equipos informáticos nuevos
(Computadoras de escritorio, Lap Top, pantalla, impresoras multifuncional,
proyector, USB, cámaras fotográficas y de video y software principalmente)
y equipo de oficina estrictamente necesario para la instalación de los
equipos de cómputo
3. Comunicación.- Gastos destinados a bienes y servicios para la realización
de Congresos, Foros, Convenciones, Asambleas, Simposio, mesas de
trabajo y talleres, con objeto de comunicar a los eslabones de la cadena,
avances o decisiones de diverso orden que la favorezcan; y transmitir
nuevos conocimientos técnicos, de producción, sanidad; e información de
orden económico y comercial de interés, o bien, para discutir problemas
específicos y plantear propuestas de solución.
4. Gastos Inherentes a la Operación.- Son aquellos derivados de la
operación general de los Comités Sistema Producto, tales como pasajes,
hospedajes y alimentación, entre otros. 

Finalmente en el artículo 61 se indica que los requisitos específicos


para la obtención de los apoyos son contar con un “Plan Rector; un Plan
Anual de Fortalecimiento; y, el Acta de la última asamblea celebrada en el
año inmediato anterior, con asistencia de representante de la Secretaría”
(SAGARPA, 2014).
126 CARLOS MORALES TRONCOSO
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

En esas circunstancias, se decidió enriquecer lo hasta allí descubierto,


visitando las páginas electrónicas correspondientes a cada uno de los Sistema
Producto de las sub-partidas bajo análisis para verificar si existían o no planes
rectores y/o planes de trabajo (fortalecimiento) que evidenciaran la existencia
de alguna IG o MC; específicamente, se trató de los siguientes casos, ya que
no todos los Sistema Producto disponen de una página electrónica de acceso
público:
Comité Nacional Sistema Producto Aguacate, A. C., (Comité Nacional
Sistema Producto Aguacate, A.C., 2015)
Consejo Nacional de la Fresa, CONAFRE A.C., (Consejo Nacional de
la Fresa,, 2015)
Comité Nacional Sistema Producto Limón Mexicano, A.C., (Comité
Nacional Sistema Producto Limón Mexicano, A.C., 2015)
Comité Nacional Sistema Producto Mango, A.C., (Comité Nacional
Sistema Producto Mango, A.C., 2015)
Comité Nacional Sistema Producto Papaya, A. C., (Comité Nacional
Sistema Producto Papaya, A.C., 2015)
Como resultado de esta tarea, se identificó la existencia de planes rectores
para: aguacate (Plan Rector Sistema Producto Aguacate, 2014), mango (Plan
Rector Sistema Producto Mango , 2012), guayaba (Plan Rector Sistema
Producto Guayaba, 2012), limón mexicano (Plan Rector Sistema Producto
Limón Mexicano, 2013), limón persa (Plan Rector Sistema Producto Limón
Persa , 2010), papaya (Plan Rector Sistema Prpducto Papaya, 2014) y fresa
(Plan Rector Sistema Producto Fresa, 2014). No pudieron localizarse planes
rectores para ninguna de las otras sub-partidas bajo análisis; o sean, nueces,
melones y moras y zarzamoras.
Dichos planes rectores, así como los más recientes planes de trabajo
disponibles fueron meticulosamente consultados y, en ningún caso, se encontró
referencia alguna al tema de marcas colectivas.

5. Discusión de los resultados


Los productores agrícolas en México en general, pero particularmente los
productores de frutas quienes son el motivo central de este texto, tienen
un legítimo interés por ser más competitivos en los mercados, tanto en los
domésticos como en los extranjeros. De un lado, acicateados por la globalización
CARLOS MORALES TRONCOSO 127
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

de las economías, que se manifiesta con la creciente presencia de frutos


importados en los mercados de México4, y, del otro lado, entusiasmados
por algunos exitosos y bien conocidos ejemplos tanto en México como en
otros países, algunos de ellos suponen que obtener una denominación de
origen (DO) es la respuesta a su inquietud por obtener protección para seguir
desarrollando positivamente su actividad, obteniendo ventajas y beneficios
sobre sus competidores; entre otros, consiguiendo reputación en el mercado,
aumentando sus precios y obteniendo más apoyos por parte de las autoridades.
Así, se tiene evidencia empírica de los intentos que algunos productores
del campo han emprendido para monopolizar, mediante el debido registro
ante el IMPI del derecho de uso exclusivo de marcas o denominaciones, el
uso de nombres comunes o usuales, tales como mole, guacamole o nopal; y,
en ocasiones, asociando dichos apelativos a una indicación de procedencia:
queso Oaxaca, fresa de Zamora, aguacate de Michoacán, queso Chihuahua
o chile poblano.
Pero el camino de las DO es muy útil cuando, en efecto, los consumidores,
sean éstos mexicanos o extranjeros, reconocen en ese signo distintivo, una
cierta tradición, apego a técnicas definidas de siembra y/o cultivo y un prestigio
ya ganado; cuando no es éste el caso, la DO, por sí misma, no puede tener
efectos positivos en el corto plazo, siendo indispensable invertir tiempo y
recursos para acreditarla a nivel internacional, demostrando que dicho sello
representa un valor adicional frente a otros productos similares.
En cambio, la creación y registro de una MC cuya legítima obtención sólo
puede ser a favor de una asociación o sociedad de productores, comerciantes
o prestadores de servicio, representa un camino alternativo que ha probado
sus méritos en múltiples ejemplos en Francia, Italia y España, por señalar
algunos casos.
Entre los evidentes beneficios de una MC están: la debida identificación
de la organización titular de la misma, así como la de sus productos y sus
asociados; la distinción de uno o más rasgos comunes de productos originarios
de diferentes productores o empresas que utilizan las MC bajo el control de
la colectividad; la implícita capacidad de los productores para organizarse
y auto-regularse en beneficio del bien común (IMPI, Ochoa, Daniel, 2009).
Es evidente que todo lo anterior suena seductor pero la experiencia
mexicana ha demostrado que no basta con crear y registrar una MC; a pesar
Considérese, por ejemplo, las cerezas, kiwis y uvas de Chile, las nueces, avellanas y castañas de
4

España así como las manzanas y peras de los EEUU.


128 CARLOS MORALES TRONCOSO
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

de que esa marca demuestre un loable esfuerzo de la capacidad y voluntad de


los productores para organizarse en torno a un proyecto comercial conjunto,
sino que sólo constituye un primer paso en un largo y mantenido esfuerzo por
darla a conocer, promoverla y acreditarla ante los ojos de los consumidores
que, con el tiempo, la identifiquen y la prefieran frente a otras opciones.
Es decir, las valiosas experiencias de otros países, norteamericanos y
europeos especialmente, no han podido duplicarse adecuadamente en el caso
de las frutas mexicanas cuya calidad y características les han permitido,
no obstante, superar las pruebas de los mercados internacionales y, en
consecuencia, posicionarse exitosamente en el elenco de exportadores de
importancia global.
Por otro lado, el mecanismo mexicano de Sistema Producto que se inició
al final de los ochenta del siglo pasado y fue legalmente definido e incorporado
a la legislación en vigor, LDRS, es un ambicioso mecanismo de concertación
de los intereses de un gremio de productores determinado que trasciende, con
mucho, la sola cuestión de una marca colectiva.
Sin poder probarlo ahora de manera contundente, es posible que las MC’s
hayan sido menospreciadas por los productores ante la ausencia de casos
ejemplares de éxito comercial comprobado en México. De tal suerte, que existe
una aparente paradoja. Por un lado, es evidente la voluntad y la capacidad
de algunos productores de frutas para organizarse en torno a un esfuerzo
institucional conjunto, tema que se supone se consigue cuando los productores
crean una MC. Pero, por el otro, no se incluye entre sus planes rectores y/o
proyectos la creación de MC’s. La respuesta tal vez pueda encontrarse si se
hace referencia a la gobernanza en las cadenas globales de mercancías (CGM)
y/o, en su versión más moderna, cadenas globales de valor (CGV)
La llamada gobernanza es ejercida por las empresas comercializadoras,
no por los productores sean éstos tomados individual o colectivamente. Esas
empresas controlan, directa o indirectamente, los procesos de competencia
entre los propios productores, el acceso y la distribución de los beneficios de
la cadena, así como los eslabones últimos de la comercialización internacional.
Asimismo, ejercen un control sobre el estricto cumplimiento de las normas
fitosanitarias y de los requisitos de entrada a los mercados que ellas dominan.
De esta forma, los productores devienen simples proveedores de las empresas
comercializadoras quienes están activamente presentes en los mercados
extranjeros, hablan los idiomas requeridos, conocen los usos y costumbres
comerciales prevalecientes en dichos mercados y promueven el consumo de
CARLOS MORALES TRONCOSO 129
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

las frutas de que se trate aunque, frecuentemente, esta promoción esté parcial
o totalmente financiada por los productores mismos.
Algunos académicos han tipificado situaciones de la naturaleza descrita
en el párrafo anterior y las han denominado “cadenas de suministro con
outsourcing, dominadas por comercializadores” (Díaz Porras & Valenciano
Salazar, 2012).
Un componente adicional que es indispensable considerar es la implantación
de sucursales de las empresas dominadoras en los principales países productores,
muy frecuentemente en asociación con otros importantes empresarios de las
localidades de mayor producción. Ejemplos de ello, se han descrito para los
casos del aguacate (Morales & Sánchez, 2014) y de la zarzamora (Morales
& Sánchez, 2012).
En definitiva, pues, al no existir ningún interés, por parte de las
comercializadores internacionales que predominan en los flujos de exportación
de las sub-partidas comentadas en el presente trabajo, por la creación y
promoción de marcas colectivas en México, resulta claro el desinterés por
el tema que también existe entre los principales productores asociados a
esas cadenas globales de valor. Tal vez para los pequeños productores cuyos
principales mercados son los domésticos, locales, regionales o nacionales, la
alternativa de una MC puede resultar atractiva pero tampoco se identificaron
evidencias de que las pocas MC’s existentes sean efectivamente utilizadas y
que representen un mayor valor para los productores como consecuencia de
su reconocimiento y preferencia por parte de los consumidores.

Conclusiones
No se logró identificar ninguna IG correspondiente a los frutos comprendidos
en el capítulo 08 del Sistema Armonizado en razón de que no existen registros
formales ante el IMPI de este tipo de marcas de certificación. Sí fue posible,
en cambio, identificar algunas MC’s para los frutos de exitoso desempeño
exportador así como una DO para el mango. Sin embargo, al contrastar esas
MC’s con las marcas comerciales que emplean los principales exportadores
de los productos analizados, no se detectó ninguna semejanza; es decir, no fue
posible encontrar un solo caso en que una de las MC’s identificadas, estuviera
siendo empleada en los flujos de exportación mexicanos de los mencionados
frutos.
130 CARLOS MORALES TRONCOSO
Indicaciones geográficas y marcas colectivas: el caso de las frutas mexicanas

Por el contrario, se advirtió que muchos de los exportadores mexicanos


no contaban con marcas propias y, en los casos donde se constató la existencia
de las mismas, éstas eran solo utilizadas para los mercados domésticos; en
tratándose de exportaciones, empleaban simple y llanamente las marcas
comerciales de sus clientes extranjeros, fundamentalmente norteamericanos.
A pesar de la existencia de mecanismos formales de colaboración inter-
gremial, plasmados en el esquema Sistema Producto y de los denominados
Planes Rectores y/o Planes Anuales de Fortalecimiento, en ninguno de los
casos estudiados se hace referencia expresa a las MC’s. Esto no se asevera en
detrimento de la valía e importancia de dichos planes, sino que, sólo demuestra
el desinterés o desconocimiento de esa herramienta comercial en el elenco de
acciones constitutivas de los mismos.
Finalmente, si las MC’s han probado sus méritos en los casos de algunas
frutas, en especial europeas, y han contribuido al posicionamiento favorable
de las mismas en los mercados mundiales y, más específicamente, en sus
propios países, lo cierto es que, hasta ahora, no puede citarse un solo caso
de reconocimiento generalizado de alguna MC’ para un fruto mexicano. De
hecho, puede afirmarse, al comparar a México con otros países, que el tema
del reconocimiento popularizado de marcas en general, sean estas comerciales
o colectivas, para frutas frescas, se encuentra todavía en un incipiente nivel de
desarrollo, aunque la tendencia acusa hacia un creciente empleo de marcas,
sobre todo cuando los frutos tienen algún grado de empaque o proceso, sin
perder su carácter de frutas frescas o congeladas.

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El libro digital TOMO VI. Mercados agrícolas globalizados,
de la colección México Rural ante los Retos del Siglo XXI,
se terminó de producir en el mes de mayo de 2017.

Su diseño y edición estuvieron a cargo de:

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no la del hombre

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