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Todo lo que diga del otro lo digo desde mi yo. El otro es lo que no tiene ningún contacto conmigo.

El otro cobra sentido, son lo que son siempre para mi, para un yo que lo categoriza previamente.

Modernidad: el sentido de las cosas es puesto por el sujeto. Las cosas no son lo que son sino lo
que somos. Qué somos: el sujeto moderno es el sujeto europea: europeo blanco macho burgues.
Impone su identidad sobre todas las cosas, proyecta su yo sobre el otro para incluirlo. Se puede
incluir al otro sin que el otro pierda su especificidad? No hay en toda inclusión siempre una
perdida? No hay alguien que integra expandiendo su y yo y otro que pierde su otredad?

Quien es el otro de occidente? Esta afuera o adentro? El otro no existe, es el excluido. Si el otro
fuera seria algo, un objeto para el yo que se lo apropia y lo fagocita. El yo (lo mismo) totaliza
(levinas) y por fuera del todo no puede haber nada. Pero cuando todo parece seguro y cerrado
para el yo, irrumpe el otro, no pide permiso, es inesperado, se vuelve una amenaza.

El valor para el yo es su seguridad. Toda búsqueda de sentido es una búsqueda de seguridad, pero
el otro golpea y desestabiliza. La totalidad nunca cierra porque siempre hay otro.

Todos somos iguales porque somos parte de la humanidad, pero a la vez soy un individuo
diferente, singular. 2 cosas pueden ser iguales porque son otras, sino serian lo mismo. Para que
haya igualdad tiene que haber diferencia. La igualdad es una de las formas de la diferencia.

Frente al extraño podemos diferenciar dos modos de vinculación: TOLERANCIA y HOSPITALIDAD

Tolerancia: asociado a soportar. El grado de admisión a todo lo que es contrario a nuestras


constumbres. Al otro hay que tolerarlo porque es un prójimo. El prójimo es alguien cercano,
próximo, se hace propio y pierde su otredad. La tolerancia no alcanza al otro, porque el problema
no es el próximo sino el distante, el ajeno, el extraño, el extranjero, que queda por fuera de lo
propio y nos amenaza, nos pone en peligro. Su diferencia nos desestabiliza. Puedo tolerar o echar
y en ambos casos lo niego como otro.

El que tolera siempre ejerce el poder. Tolerar es expandir limites de los posible, pero los limites los
pongo yo. No deberiamos tolerar lo intolerable? El que tolera es el portador de la racionalidad y el
intolerante alguien primitivo. Tolerancia como acto de civilización y paz. En nombre de la
tolerancia se han creado los peores dispositivos de exclusión. Ser tolerante con quien se cree que
es intolerante, no es traicionar la tolerancia? Si tolerar es soportar, no es siempre negativa la
relación con el otro, tener que aguantar la diferencia en vez de involucrarme en ella. Tolerar sin
abrirme a la diferencia no me transforma, pero sobre todo no transforma al otro, se lo sigue
subordinando. La tolerancia no resuelve la cuestión del otro.

Como nos relacionamos con el otro sin suprimirlo? Si lo tolero y lo hago propio deja de ser otro,
pero si sigue siendo otro no entra en mis parámetros y no hay vinculo posible. En ambos casos no
hay otro.

El verdadero otro no es aquel del que me apropio. Lo que me excede, lo incomprendido. El otro
siempre es un monstruo, lo que no encaja, al monstruo le temo, me pone en peligro.
La única manera de relacionarme con el extraño es desde la hospitalidad. Abrir la puerta al
extranjero, pero no condicionándolo como en la tolerancia. La hospitalidad implica la existencia de
uan diferencia radical. El otro no es un igual, es un diferente. Abrirnos a el es ir en contra de
nosotros mismos. La hospitalidad no resuelve la cuestión del otro, pero nos enseña a
desapegarnos de nuestro yo, nuestro ego. Asume que nuestro vinculo con el otro es imposible,
pero resignifica esa imposibilidad en la posibilidad de transformarnos a nosotros mismos. De
entender que en definitiva todos somos extranjeros. Todos somos otros.

Hasta donde somos realmente hospitalarios? En occidente figura del animal: al otro se lo come. Es
tan otro que no tiene derecho. Su disolución es necesaria para mi sobrevivencia. El otro me llena.
Otros humanos con los que nos vinculamos igual que con los animales. Derrida: hasta ahora nos
diferenciamos del animal por el uso del lenguaje. Los animales, sufren?

Pensar éticamente el vinculo entre lo humano y lo animal es pensar en nuestra responsabilidad en


el sufrimiento de los otros. Quienes son hoy nuestros animales.

Donde esta el otro? Afuera o adentro? No somos todos mixtos, no somos todos otros?

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