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La plataforma con sus patas tubulares de soporte, cuando esté lista, será recogida por los
pontones de transferencia y remolcada hasta su ubicación. La estructura será completamente
apta para el mar para cualquier clima, pero es deseable un agua suave para remolcar y para
unas pocas horas de manejo de pilas. Al llegar al destino, algunas de las pilas ya contenidas en
las chaquetas de soporte entre los pontones se soltarán para actuar como espigas para
mantener la plataforma en posición, los pontones se inundarán hasta que la plataforma de
perforación esté aproximadamente en su elevación final. En este nivel, los pontones
principales estarán completamente sumergidos con la profundidad del hundimiento y la
estabilidad controlada solo por los pequeños planos de agua de las torres cilíndricas. la sección
transversal de las torres es tan pequeña que las ondas pueden pasar libremente entre ellas y la
subida y caída de la plataforma debido a la acción de las ondas será leve.

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Numerosos compartimentos se inundan hasta que la plataforma de perforación se nivela


aproximadamente en la elevación deseada. En este nivel, los cascos del pontón se sumergirán
muy por debajo de la línea de agua y, por lo tanto, por debajo del efecto activo de las ondas
superficiales, mientras que las grandes torres cilíndricas brindarán la estabilidad y el control de
flotabilidad necesarios. Las pilas ahora se liberan a través de más de las columnas de soporte
tubulares en las que están cargadas y lo más rápidamente posible se conducen a la
penetración deseada. El movimiento entre las pilas y la estructura flotante se detiene
mediante gatos hidráulicos o por fricción.

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