NOMBRE: Rayza Nahomy Sánchez
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AGENTE CAUSAL
Genero Salmonella se considera más
relevante su clasificación en relación con la
similitud de su DNA y desde ese punto de
vista se han definido dos especies:
S. enterica y S. bongori. Salmonella entérica
contiene seis subespecies (I, II, IIIa, IIIb, IV y
VI) La práctica totalidad de aislados de
importancia clínica en humanos de a S.
enterica subespecie I o enterica (con > 1500
serovares). En función de las variaciones de
los antígenos de S. entérica se pueden
reconocer una serie de variedades, que se
han denominado serovares o serotipos. El
antígeno O corresponde al polisacárido del
lipopolisacárido de la pared celular (por eso
se denomina antígeno somático), mientras
que el antígeno H corresponde a la proteína
flagelar. Salmonella Typhi (y muy pocos
otros serovares) también producen el
antígeno Vi. Se han descrito más de 2500
serovares. De este modo, las
denominaciones formales de los aislados de
Salmonella serían S. enterica subespecie
enterica serovar Typhimurium, S. enterica
subespecie enterica serovar Enteritidis, etc.,
que abreviadamente pueden denominarse
simplemente S. Typhimurium, S. Enteritidis,
etc.
FIEBRE TIFOIDEA
MECANISMOS TRANSMISIÓN
La bacteria de la fiebre tifoidea está
presente solamente en los humanos,
y se transmite a través de alimentos
o aguas contaminadas con las heces
o la orina de los infectados.
Produce un cuadro con fiebres muy
altas, de hasta 40ºC, y puede tener
complicaciones muy graves, e incluso
resultar mortal si no se trata de
forma adecuada. Además de la
fiebre, los pacientes sufren un dolor
abdominal intenso. En los niños
pequeños puede ser particularmente
grave, máxime en los entornos con
escaso acceso a recursos sanitarios
en los que suele proliferar.
CONTROL
Los pacientes con enterocolitis o
fiebre entérica requieren seguir las
normas básicas de actuación de las
infecciones intestinales
transmisibles.
Para limitar el riesgo de la
transmisión nosocomial en los px
hospitalizados, se han de extremar
las medidas de protección
estándar, mediante la utilización
adecuada de los equipos de
protección del personal, la higiene
correcta de las manos y el uso de
guantes para cualquier actividad de
riesgo con el paciente o con su
entorno más inmediato. Se han de
realizar coprocultivos periódicos de
control durante el primer año,
hasta la comprobación de su
resultado negativo.
La correcta manipulación
de los alimentos y su refrigeración
adecuada, así como el control del
abastecimiento de aguas para
consumo, son aspectos relevantes
para evitar la diseminación de la
enfermedad. En las áreas
endémicas es conveniente no
ingerir bebidas o alimentos no
controlados o sospechosos.
La vacunación frente a S. Typhi, con
una eficacia de entre el
50% y el 70%, está indicada en
viajeros a zonas endémicas
Fecha: 15.10.
TRATAMIENTO
Antibiótico adecuado. Las fluoroquinolonas
(ciprofloxacino, 500 mg/12 h, u ofloxacino,
400 mg/12 h, en adultos) son los fármacos de
mayor eficacia. En estudios se ha
demostrado que un tratamiento de 3 a 7 días
es adecuado y seguro en todos los grupos de
edad. La defervescencia de la fiebre se
produce en menos de 4 días, el 2% de los
pacientes se convierten en portador fecal
persistente o tiene recaídas. Se han descrito
cepas moderadamente resistentes a
quinolonas (se reconocen en el laboratorio
por ser resistentes a ácido nalidíxico y por
presentar una concentración inhibitoria
mínima (CIM) de ciprofloxacino entre 0,125 y
1 mg/L) que causan infecciones que
responden mal al tratamiento habitual. En
estos casos se recomienda emplear dosis
más altas de ciprofloxacino (750 mg dos
veces al día, durante 10 a 14 días) o un
tratamiento alternativo con ceftriaxona,
cefixima o azitromicina.
La ampicilina (100 mg/kg de peso al día), la
amoxicilina (4-6 g/día) o el
trimetoprim-sulfametoxazol (320-640 mg de
trimetoprim combinado con 1600-3200 mg
de sulfametoxazol al día) son fármacos
alternativos en cepas sensibles. En casos de
infección por cepas multirresistentes se
utilizan las cefalosporinas de tercera
generación (ceftriaxona, 2 g/24 h i.m. o i.v,
cefotaxima, 2 g/8 h i.v., o cefixima, 200
mg/12 h p.o.) y la azitromicina, en dosis de 1
g el primer día seguido de 500 mg/24 h
durante 6 días. No están indicadas las
cefalosporinas de primera o segunda
generación, con independencia de los valores
de CIM de estos compuestos.