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Miguel José Hagerty Fox - UN MODELO DE ANÁLISIS INTERTEXTUAL

Un modelo de análisis intertextual


Miguel José Hagerty Fox
Universidad de Granada
mhagerty@ugr.es

Resumen: Un análisis retrospectivo del ejercicio de la traducción Abstract: Upon considering in retrospect the practice of literary
literaria, en combinación con consideraciones teóricas de nueva, y translation, combined with new, and not so new theoretical conside-
no tan nueva cuña me ha llevado a diseñar una representación grá- rations, I have designed a graphic representation of my own tech-
fica de mi propia técnica de traducir literatura. El concepto de la in- nique in literary translation. The concept of intertextuality as applied
tertextualidad aplicado a los estudios de la traducción, ha ido ma- to translation studies, has been maturing over the years to the po-
durándose desde hace algunos años hasta el punto de hacerse un int of occupying an indispensable position in any serious study of li-
hueco imprescindible en cualquier estudio serio sobre la traducción terary translation. Intertextuality has the advantage of offering the
literaria. La intertextualidad tiene la ventaja de ofrecer la posibilidad possibility of mixing quantitative with qualitative considerations so as
de mezclar las reflexiones cuantitativas con las cualitativas para lle- to get to the heart of the Original Text as well as the Translated Text.
gar al meollo tanto del TO como del TT. Una de las conclusiones a One of the conclusions I have reached after analyzing my own pro-
que he llegado al analizar el proceso de mis propias traducciones cesses of literary translation is that the reader him/herself has been
es que el gran olvidado en los estudios de la traducción literaria es unjustly overlooked in literary translation studies. The tracing of this
el receptor. Trazar las razones de este olvido no constituye un ob- situation is not an objective in itself of this article. Nevertheless, the
jetivo del presente trabajo. Sin embargo, el protagonismo excesivo excessive protagonist role given to the Original Text and the Trans-
otorgado al TO y al TT parece tener gran parte de la culpa. lated Text may be the principle cause.

Palabras clave: traducción literaria, intertextualidad, literatura ára- Key words: literary translation, intertextuality, Arabic Literature, cul-
be, referencia cultural tural reference.

El modelo de análisis intertextual de textos literarios que a Sin embargo, entre el traductor de esa misma obra y su
continuación propongo está basado en una larga y seria re- LTT muchos argumentarían que falta un eslabón, o varios
flexión sobre mi propio trabajo de traducción en este cam- eslabones en las relaciones interculturales. Por esa mis-
po a lo largo de casi treinta años de experiencia. Siempre ma razón, y en la línea de Octavio Paz y otros, propone-
he pensado que, en última instancia, el traductor no hace mos conferir al traductor la condición de autor original en
más que traducirse a sí mismo y que cualquier traducción toda regla de una obra literaria: el Autor Traductor (AT).
que no sea mecánica, de la naturaleza que sea, reflejará ¿Pueden, entonces, el LTO y el LTT sentarse y hablar en
en mayor o menor medida al propio traductor como perso- pie de igualdad de las mismas sensaciones de García
na, sus puntos fuertes y débiles, sus pros, sus contras y Lorca en español y en árabe, o de Valéry en francés e
hasta sus tics nerviosos. Al traductor le podría parecer que inglés más allá de la inevitable y necesaria interpretación
dentro del mundo profesional de la traducción está el alfa individual?
y omega de un texto traducido. Nada más lejos de la ver- De hecho, estas tertulias se celebran con frecuencia a pe-
dad porque el auténtico omega no es el corrector ni el edi- sar de la interpretación limitada y exclusivista que siem-
tor, sino el lector anónimo del TT. El juego de la intertex- pre intentarán imponer los diferentes nacionalismos lin-
tualidad entre el autor original, el autor traductor y los güísticos y la visión miope que, por definición, tienen de
lectores de ambos es, pues, el punto de arranque de esta la cultura en general. Pero, esta perspectiva no tiene in-
perspectiva que espero sea de utilidad. terés para los estudios literarios propiamente dichos ya
Consideremos la relación que existe entre el lector de una que está basada en una opinión política que, generalmen-
obra en lengua original (LTO) y el lector de la misma obra te, ignora adrede la naturaleza universal de la creación
traducida (LTT). ¿Puede decirse que se haya estableci- artística en un vano intento por moldearla a su peculiar
do aquella complicidad entre lectores, aquel vínculo ne- versión localista de la historia. Sus pobres y aburridos
cesario para que madure la identidad literaria de una cul- argumentos, repetidos hasta la saciedad, están basados
tura? Indudablemente, entre el autor del texto original en perogrulladas del tipo «se pierde algo», «no es lo mis-
(AO) y el LTO existe esa complicidad que permite una mo» y otras obviedades del mismo estilo, características
constante reafirmación de los rasgos identitarios de una de quienes dan más importancia a las fronteras que al
sociedad desde la perspectiva de una literatura común. intercambio cultural inteligente y sin restricciones.

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Por eso, el enfoque de estas líneas está orientado hacia cias culturales de todo tipo. De esta manera, podemos
la relación que existe entre el lector de una obra en Len- adentrarnos en la mecánica de decisiones a que se en-
gua Original (LTO), el lector de sus traducciones (LTT), e frenta un traductor en cada momento del proceso de tra-
incluso de traducciones de traducciones de la obra origi- ducción. Naturalmente, al equiparar el AT con el AO en-
nal (LTT1) en pos de lo que les une, no de lo que les se- tramos en un terreno compartido por la creación artística
para como se suele hacer en estudios de traducción lite- y la traducción literaria y, así, establecemos una clara
raria. Para lograr este objetivo nos serviremos de un distinción entre la mera traducción de literatura –opera-
concepto más o menos recién llegado a los estudios de ción mecánica o seudo mecánica—, la cual constituye,
traducción pero que, adecuadamente adaptado, nos pue- o podría constituir, una recreación de la obra original, de
de ayudar a esclarecer las complejas relaciones que nos la verdadera traducción literaria, una auténtica creación
proponemos analizar. en sí misma.
Desde que Julia Kristeva 1 aplicó por primera vez el concepto Octavio Paz, al hablar concretamente de la traducción
de la interrextualidad a los estudios literarios, el término ha poética, precisa sobre este punto:
pasado por muchas fases, todas más o menos interrelacio-
nadas como indica el mismo concepto base. A partir de la Pasión y casualidad pero también trabajo de carpinte-
definición más sencilla de la intertextualidad extenderemos ría, albañilería, relojería, jardinería, electricidad, plo-
nuestra visión lo suficiente como para aplicarla a las presen- mería, en una palabra: industria verbal. La traducción
tes consideraciones. He aquí la descripción básica de la in- poética exige el empleo de recursos análogos a los de
tertextualidad: Cuando en un texto, se hace referencia a otro la creación, sólo que en dirección distinta. […] a par-
texto, se establece una relación intertextual en virtud de la tir de poemas en otras lenguas quise hacer poemas en
cual para la entera comprensión del texto original se hacen la mía 2.
necesarios conocimientos al texto referido. De hecho, la relación más sencilla entre el AO y el LTO
En el presente estudio, ampliamos la referencia textual se materializa en una forma lineal uniendo a los dos me-
no sólo a otro texto propiamente dicho, sino a referen- diante el TO.

GRÁFICO 1: RELACIÓN LINEAL ENTRE EL AUTOR ORIGINAL Y EL LECTOR DEL TEXTO ORIGINAL

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Sin embargo, el texto literario es en sí una mezcolanza in- clase de detalles de una cultura u otra. De esta manera, al
tertextual que pone a prueba no sólo los conocimientos li- llegar a la referencia intertextual, tanto AO como LTO ex-
terarios y culturales del lector, sino también sus experien- perimentan un estímulo continuado a lo largo del texto,
cias vitales al referirse, a veces de forma oblicua, a toda estímulo, por otra parte, característico de toda literatura.

GRÁFICO 2: LOCALIZACIÓN DE UNA REFERENCIA INTERTEXTUAL EN EL TO

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REFERENCIA INTERTEXTUAL

1 La extensa bibliografía de Kristeva, y sobre Kristeva, especialmente a partir 2 Octavio Paz en el prólogo de 1973 de Miscelánea II. Cita en El Cultural, «Ver-

de Kristeva (1980). siones y diversiones», 27 de diciembre, de 2000 al 2 de enero de 2001, pág. 25.

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En este último esquema podemos apreciar que tanto el dual, nos permiten describir el estilo de una obra. No
AO como el LTO se enfrentan a una situación en que para es infrecuente, sin embargo, que la intencionalidad
comprender el texto han de coincidir varios elementos. estilística de un autor no sea comprendida de la mis-
Vamos a apuntar cuatro grandes consideraciones inter- ma manera por el lector.
textuales para que ésta se encuadre en el TO: contexto, Por eso mismo, el lector es uno de los elementos a veces
estilo, temporalidad y lector. más olvidados en el momento de indagar sobre la persona-
El contexto en que una aparece una referencia intertex- lidad específica de una obra literaria. Una pregunta que hay
tual quizá sea el elemento que más determina el conte- que hacerse siempre es: ¿A quién va dirigida esta obra? Sólo
nido semántico de una referencia. El viejo adagio que de esta manera podemos llegar a conclusiones significativas,
reza «ningún hombre es una isla», se puede aplicar per- sobre todo para un autor-traductor, acerca de la intenciona-
fectamente a las palabras de un texto literario ya que nin- lidad de la obra, elemento clave para su creación.
guna palabra puede estar sola, sin el acompañamiento de Finalmente, es imprescindible considerar la temporalidad
otras que le aportan un sentido, un contexto. El contex- aplicable a la redacción de una obra literaria. Podría con-
to, por definición, puede ser un elemento esquivo pero no fundirse este aspecto con el contexto, pero en todo caso
por eso menos presente en la obra. Sin contexto, la pa- sería algo así como contexto histórico. Me refiero simple-
labra literaria pierde todo sentido. mente al momento en que la obra se haya compuesto.
Existen varias maneras de determinar el estilo de una Este aspecto es importante no sólo para la correcta inter-
obra dependiendo de la intencionalidad del AO al com- pretación de los términos, locuciones y giros utilizados,
poner su texto. El método más utilizado para analizar que a veces caen en desuso o cambian de significado de
el estilo de un escritor suele empezar por elementos generación en generación, sino para acoplar el conteni-
puramente filológicos ya que son los indicadores más do a un contexto social sin el cual la obra sería incom-
visibles de una frase. Repetición, primera persona, el prensible ya que vivimos en sociedades.
presente histórico… son todos elementos que, combi- De esta manera, nuestro modelo de análisis intertextual
nados con un léxico más o menos particular e indivi- va adquiriendo una forma más concreta.

Gráfico 3: LA REFERENCIA INTERTEXTUAL CON REFERENCIA AL AU Y AL LTO

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REFERENCIA INTERTEXTUAL

Veamos cómo este modelo puede aplicarse al análisis de gaminos escritos con letras góticas, pero en versos cas-
un texto literario. Primero, lo aplicaremos a un texto en es- tellanos,…
pañol y, a continuación, explicaremos la extrapolación Cualquier lector culto de lengua española reconocerá en-
teórica a textos traducidos con algún ejemplo proceden- seguida que se trata de una frase entresacada del final
te de la literatura árabe. de la Primera Parte del Quijote. No obstante, si nos ate-
El texto que proponemos analizar es el siguiente: nemos a los cuatro parámetros susodichos relativos al
modelo de análisis intertextual que proponemos, varias
Ni de su fin y acabamiento pudo alcanzar cosa alguna, incógnitas, más o menos fáciles de esclarecer, salen a la
ni la alcanzara ni supiera si la buena suerte no le de- superficie. Contexto, estilo y temporalidad pueden resol-
parara un antiguo médico que tenía en su poder una verse con cierta facilidad, pero comprender la intenciona-
caja de plomo, que, según él dijo, se había hallado en lidad del AO al dirigirse a un público específico se nos
los cimientos derribados de una antigua ermita que se resiste algo más; su aclaración nos permitirá adentrarnos
renovaba, en la cual caja se habían hallado unos per- cuantitativamente más en las entrañas del texto.

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La referencia a una «caja de plomo» nos podría parecer, en El primer paso de este subterfugio consistió en tender una
un primer instante, un simple recurso literario más de Cer- trampa propagandística con la idea de ver hasta qué punto se
vantes. Se podría llegar a pensar que la caja de plomo se- podría engañar al pueblo. Se hizo un escrito en un pergami-
ría sustituible por una caja de oro, de caoba o de latón. Poco no con caracteres «salomónicos» y su traducción al castella-
importa la materia 3. Sin embargo, al fijarnos en el dato su- no, haciéndose pasar por un evangelio perdido que había sido
ministrado por el aspecto temporal de la redacción final de rescatado por San Cecilio, patrón de Granada y sobre cuya
la Primera Parte, nos sitúa a finales del XVI cuando ocurrie- personalidad, y existencia, nada se sabía. Se metió el perga-
ron cosas realmente asombrosas en el panorama picares- mino en una caja de plomo la cual fue escondida en el almi-
co del Siglo de Oro. nar de la Mezquita mayor de Granada que, justo en esos mo-
Uno de los acontecimientos más llamativos de esta época mentos, estaba siendo derribado. La mano de obra, la más
—llamativo para los que la vivieron, no para nosotros— barata de la época, fue aportada por los moriscos.
tuvo lugar en Granada en 1588, año del hundimiento de la La noticia del descubrimiento de la caja de plomo en el almi-
Armada Española. Situémonos históricamente. No sólo es nar de Granada corrió como la pólvora por toda España y fue
el principio del final del Imperio Español, sino el principio el centro de comentarios de todo tipo, sobre todo irónicos, du-
del final de la presencia morisca en España. Tras el fraca- rante muchos años. El gran historiador Américo Castro fue el
so militar de la Rebelión de la Alpujarra, los moriscos gra- primero en desvelar la auténtica intencionalidad de Cervantes
nadinos y sus numerosos aliados de entre los «cristianos en mentar la caja de plomo de Granada, haciendo hincapié no
viejos» idearon un subterfugio como último intento de per- sólo en el contexto, temporalidad y lector, sino también en el
manecer en la tierra de sus antepasados. estilo picaresco de la incomparable novela 4.
Veamos esta frase aplicada a nuestro modelo:

GRÁFICO 4: APLICACIÓN DE REFERENCIAS INTERTEXTUALES AL MODELO PROPUESTO

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... que tenía en su poder una caja de plomo, que, según él dijo, se había hallado en los cimientos derribados de una
antigua ermita ...

Evidentemente, no se trata de detenerse a estudiar ex- pasa el LTO en el camino hacia el disfrute de la literatu-
haustivamente, ni siquiera superficialmente, cada aspecto ra. Pero este reflejo también nos ayudará a profundizar
de una referencia intertextual antes de llegar a una con- en el análisis literario de una obra y bien servirá a críti-
clusión para acercarnos a una mayor comprensión del cos y estudios en general.
texto. Este modelo no refleja sino el proceso por el que Una vez bosquejado el modelo para la comprensión de los ele-
mentos intertextuales de un TO, podemos proceder a su apli-
cación a la traducción literaria. En líneas generales, y sin per-
3 Esto sería, digamos, la reacción ad hoc al ver la referencia a una caja. La
der de vista que el enfoque se dirigirá hacia el lector, podemos
verdad es que la materia sí importa. El oro y la caoba aparentemente aportarían más visionar la relación entre AO/LTO y AT/LTT de esta manera:
valor relativo al contenido de la caja. Pero sólo aparentemente porque en la anti-
güedad, conocedores de las propiedades del plomo, los guardianes de documen-
tos valiosos utilizaban contenedores de este material cuando se deseaba preser-
var durante siglos el contenido. 4 Castro (1967, 22-28) y en su prólogo al Quijote. 1967. Barcelona: Alfaguara.

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GRÁFICO 5: RELACIÓN AO/LTO A AT/LTT

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Los cuatro componentes analíticos de la referencia inter- una respuesta intertextual en el TT. Cuando esto ocurre,
textual, a saber: contexto, estilo, temporalidad y lector di- el AT tiene muchas armas a su disposición creativa para
fícilmente coincidirán en los dos círculos de este gráfico. salir del paso. Estas soluciones serán más o menos efi-
Casi diríamos que esto fuera imposible. No obstante, para cientes desde un punto de vista de la traducción literaria
que el Texto Traducido (TT) llegue intacto y comprensible según su enmarque dentro del modelo propuesto. Es de-
al LTT como, digamos, un mensaje enviado desde el AO, cir, el método seleccionado debería implantarse encima
es imprescindible que nuestro AT haya comprendido en del modelo ya ilustrado para mantener cierta coherencia
la medida de lo posible el contenido de estos componen- textual, al menos en lo que atañe a la estética.
tes y su interrelación. Por ejemplo, el AT puede recurrir a una mayor ambienta-
Es evidente que a lo largo de la creación del TT el AT no ción para intensificar un momento textual en que la trans-
siempre podrá ofrecer una solución aceptable para las mi- misión de una referencia intertextual como tal ha fallado
les de situaciones intertextuales que vayan produciéndo- o no ha sido posible, compensando de alguna manera
se a lo largo del TO. Incluso puede darse el caso de que esta falta pero sin dejar una sensación de vacío percep-
muy pocas situaciones intertextuales puedan encontrar tible en el texto literario.

GRÁFICO 6. INTERPOSICIÓN DE LA AMBIENTACIÓN PARA SUPLANTAR UNA REFERENCIA INTERTEXTUAL


DE DIFÍCIL O IMPOSIBLE RESOLUCIÓN

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REFERENCIA INTERTEXTUAL TO

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De hecho, este tipo de compensación por la pérdida, to- en sí de traducir. En cambio, en gran número de estudios
tal o parcial, de una referencia intertextual no anda muy de traducción, sobre todo en los dedicados a la didácti-
lejos de una milenaria teoría india de la traducción que la ca de la traducción, se tiene en cuenta necesariamente
compara con una sombra, en sánscrito chaya. Con arre- al receptor de la traducción. Las razones son obvias pues-
glo a la teoría chaya, la sombra de un objeto puede va- to que sin su concurrencia y comprensión, la actividad tra-
riar según la intensidad de la luz y el ángulo de ésta res- ductora tendría poco sentido.
pecto al objeto; de la misma suerte, una traducción puede Este mismo principio debería aplicarse a los textos litera-
tener otra forma según el enfoque del traductor. Asimis- rios y, sin embargo, no se hace. Quien vaya a leer el «pro-
mo, la teoría de la traducción como sombra del TO indi- ducto» final es tan importante para el AO como para el AT.
ca tanto los límites como las posibilidades de las desvia- Reducir estos lectores a simples usuarios nativos carece
ciones entre TO y TT y, al mismo tiempo, revela de sentido dada la naturaleza peculiar de un texto que,
claramente la relación inseparable entre ambos 5. además de ser un texto, es una obra de arte y, por ende,
Si bien podemos considerar que tanto la dirección inter- perteneciente a la cultura universal. Por eso, los lazos que
textual AO-LTO como AT-LTT sea directa y continua, po- unen a los LTOs y LTTs son importantes de analizar no
demos imaginar la dirección intertextual LTO-LTT, el ver- sólo para el AT sino también para la crítica literaria e his-
dadero interés de este artículo, como indirecta y toriadores de la literatura. Espero con estos esquemas
discontinua, pero no por eso menos significativa para la facilitarles la tarea.
cohesión intercultural. Con demasiada frecuencia, a mi Dicho esto, el final de nuestro modelo básico sugiere que
parecer, se orientan los estudios de traducción literaria el lector de una obra original y el lector de la misma obra,
hacia los aspectos exclusivamente técnicos del proceso pero traducida, guardan esta relación:

GRÁFICO 7: RELACIÓN INTERTEXTUAL INDIRECTA ENTRE EL LTO Y EL LTT

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$$$REFERENCIA INTERTEXTUAL TO

La aplicación de este modelo a la traducción de textos Existen elementos cohesivos de la cultura arabo-islá-
procedentes de culturas que, aparentemente, se encuen- mica que, a pesar del paso de catorce siglos, siguen
tran muy distanciadas en el espacio y el tiempo nos pue- intactos y de gran poder evocativo para la literatura
de aportar una visión más penetrante del proceso en sí actual. El traductor del árabe al español tiene que es-
de la traducción literaria respecto a sus lectores. tar constantemente al acecho de cualquiera de estos
elementos para no correr el riesgo de desculturalizar
un texto salpicado de referencias culturales. Un escri-
tor egipcio, muerto prematuramente en trágicas cir-
5
cunstancias, Yahya al-Tahur Abdalá (1938-1981), nos
Gopinathan (2000).

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puede servir como ejemplo de un autor árabe contem- te último relato que compuso: al-Rasul y aplicamos el
poráneo. Escogemos la última línea del supuestamen- modelo de análisis.

GRÁFICO 8

estilo contexto

AO LTO
TO TO

temporalidad lector

GHGIJ‫ب ا‬ELM NOP ‫در‬EF ‫دع‬EST U‫ ا@روح – وه‬CDEF ‫ل‬UXGJ‫ا‬

En este caso el factor más importante para el traductor será No es necesario, pues, compensar por una posible
el de lector ya que los otros elementos (contexto, estilo y tem- descontextualización o imposibilidad traductora. Al
poralidad) no ofrecen resistencia al análisis. En cambio, sólo apostar por emular el estilo original, nada difícil ya que
conocimientos sólidos de factores cultural-religiosos del en- en español también existen estilos de fraseología es-
torno de de donde nace el TO nos permitirá identificar al cueta, tan característica, por otra parte, de Yahya al-
«apretador de almas»” (‫ ا@روح‬CDEF) con la figura de Tahur Abdalá.
Azrael, el Arcángel de la Muerte, también denominado Abu Otro texto, tal vez más problemático, es el siguiente ejem-
Yaria pero que, a diferencia de la primera impresión que se plo de Khalid al-Qashtini, un analista político iraquí resi-
podría tener de él en Occidente, no es una figura que inspi- dente en Londres desde hace muchos años, que frecuen-
ra miedo puesto que es portador de la paz eterna. temente utiliza un estilo literario en su columna.

GRÁFICO 9

estilo contexto

AO LTO
TO TO

temporalidad lector

‫ام‬Gijm‫ ا‬nT okXEpH ET oJ ‫م‬qr! UH‫ز راد‬EYZ [O\! ]O^E_ `‫ آ‬bcE‫ن وآ‬ET‫م ز‬EH‫ ا‬gh ‫ام‬Gij‫] وا‬kL‫ات ه‬UH‫اد‬GOJ bcE‫آ‬
]hGx ‫ر‬qy gh GFU\J‫ ا‬EYcEzT gh UH‫اد‬GJ‫س ا‬UOZ |! ‫ أن‬ET ,bLkJ‫ ا‬gh Ecqp_ .EY!‫ا‬qrisT‫ و‬EYirHGt uO_ ‫م‬E\i‫ه‬m‫وا‬
.‫ز‬U~J‫ر وا‬Ek"J‫ ا‬nT €I!‫ر و‬qkJ‫ ا‬nT oLr! ‫ة‬GiX oJ Np‚iJ ƒ‫ ا‬EY\j‫ ر‬g!qZ b_G‫ ه‬uij ,‫ل‬EkriXm‫ا‬
La repetición (‫ام‬Gij‫] وا‬kL‫م ;ه‬E\i‫ه‬m‫ام وا‬Gijm‫ ;ا‬EY!‫ا‬qrisT‫ و‬EYirHGt) un cambio radical de registro ya que constituye una voz dia-
uso dehaciendo
tiene fácil solución adverbiosusodedegrado superlativo
adverbios como
de grado su- lectal que forma, además, otra dualidad con
n ‫ر‬Ek"J‫ا‬, la pala-
perlativo como ‘muy’ que transmitirán adecuadamente la in- bra inmediatamente anterior.
tencionalidad de al-Qashtini. Sin embargo, la última palabra Esta palabra,, ‫ز‬U~J‫ا‬, podría resultar hasta extrañamen-
del texto (‫ز‬U~J‫)وا‬, y cuando menos se espera, representa te malsonante para oídos magrebíes al sonar lejana-
stro ya qu

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mente como referencia soez al trasero del cuerpo huma-


no. Sin embargo, el mismo contexto nos comunica que,
evidentemente, no tiene nada que ver con esta signifi-
cación. Es una palabra dialectal relativamente recurren-
te en Oriente Medio y que en este caso significa «are-
nilla polvorosa que entra en las casas por la noche
procedente del desierto» 6, y este significado se encua-
dra perfectamente con la intencionalidad del autor que
describe cómo su abuela está preparando una funda
para la radioo ( !‫اد‬$%‫ة ا‬$() la funda de la radio) es, en
efecto, el título del artículo.

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