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EPÍLOGO:

Este manual es continuación del anterior manual, se intenta aclarar un


poco más una vez que ya se ha intervenido con el menor, y el camino que sigue
todo el procedimiento que conlleva al menor dependiendo de la edad que tenga.

El presente manual INTERVENCION POLICIAL CON MENORES NIVEL II, se ha


publicado en colaboración con el Sindicato Independiente de Policía de Andalucía Sip-an, para ser
entregado en su versión Libro a los alumnos de las distintas Acciones Formativas de
perfeccionamiento en ésta materia y en su versión de Publicación Electrónica, ha sido publicada en
el Área de Formación – Biblioteca Virtual - Publicaciones de Interés Policial www.sip-an.es, del
citado sindicato.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 1


Edición:
AUTOEDICIÓN
Autor:

JUAN LORENZO BERMUDEZ DIAZ


Policía Local de Coín (Málaga)

Nº de Expediente:

MA-448-15

COLABORA

Este libro se publica con la colaboración de SIP-AN, Sindicato


Independiente de Policía Local de Andalucía, la versión libro se publica con la
intención de reciclar y perfeccionar en esta materia. También se publica
electrónicamente en la página web del sindicato, www.sip-an.es,en la sección

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biblioteca virtual, apartado publicaciones de interés policial, como publicación
electrónica.
EJEMPLAR DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA

INDICE
PAGINAS

UNIDAD IV. ACTUACION Y TRATAMIENTO EN DETENCION DE


MENORES. LA DETENCIÓN………………………………………. 4

UNIDAD V. LAS MEDIDAS DE INTERNAMIENTO EN LA LEY DE


RESPONSABILIDAD PENAL DEL MENOR……………………. 21

BIBLIOGRAFIA…………………………………………………….. 49

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UNIDAD IV.
ACTUACION Y TRATAMIENTO EN DETENCION DE MENORES.

4.1.- INTRODUCCION.

En el proceso penal de menores se pueden distinguir tres


fases: la instrucción, la fase intermedia y la fase del juicio oral. Dentro de la fase
de instrucción se encuentran las medidas cautelares que tienen por objeto
asegurar la función de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Una de esas medidas
cautelares es la detención.
Son causas de detención las establecidas en los artículos 490 y siguientes de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal. Nunca se puede detener a un menor por faltas
(de acuerdo al artículo 495 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal), aunque no
tenga domicilio conocido (aquí puesta a disposición de entidades de protección).
La detención debe ser practicada en la forma menos perjudicial para el menor.
Deberá informársele de los hechos, razones de detención y derechos que le
asisten, especialmente artículo 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
El artículo 17.2 de la L.O.r.R.P.M. señala que “toda declaración del detenido, se llevará
a cabo en presencia de su letrado y de aquellos que ejerzan la patria potestad, tutela o guarda
del menor -de hecho o de derecho-, salvo que, en este último caso, las circunstancias aconsejen lo
contrario. En defecto de estos últimos la declaración se llevará a cabo en presencia del Ministerio
Fiscal, representado por persona distinta del instructor del expediente”.
Se interpreta que no rigen las excepciones del artículo 520 “incomparecencia del
abogado en 8 horas’ o ‘renuncia en caso de delitos contra seguridad del tráfico”.
Entrevista reservada incluso antes de declaración. Presencia de los representantes
legales salvo que las circunstancias aconsejen lo contrario: bien porque no sea
posible (que estén ilocalizables o que no quieran venir) o bien porque no sea
conveniente (son las víctimas del delito).
Si no acuden los representantes legales, el Ministerio Fiscal deberá estar presente,
representado por una persona distinta al instructor. Los menores deberán hallarse
custodiados en dependencias adecuadas y separadas de las que se utilicen para los
mayores de edad, y recibirán los cuidados, protección y asistencia social,
psicológica, médica y física que requieran, habida cuenta de su edad, sexo y
características individuales.
El Reglamento en su artículo 3.4, establece que “debe garantizarse que todo menor
disponga de alimentación, vestimenta y condiciones de intimidad, seguridad y sanidad
adecuadas”. Así mismo, habrá un Libro de Registro, en el que se hará constar la
identidad, fecha y hora de entrada y salida, constancia de notificación a

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representantes legales, circunstancias y motivo de detención, constancia de
haberse informado al menor, etc.
El artículo 17.4, establece, también, que ‘La detención de un menor por
funcionarios de policía no podrá durar más tiempo del estrictamente necesario
para la realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los
hechos, y, en todo caso, dentro del plazo máximo de veinticuatro horas, el menor
detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición del Ministerio Fiscal. Se
aplicará, en su caso, lo dispuesto en el artículo 520 bis de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, atribuyendo la competencia para las resoluciones
judiciales previstas en dicho precepto al Juez de Menores”. Se acorta el plazo de
los adultos de 72 horas a 24 horas.

Por otro lado, el artículo 17.5 de la L.O.r.R.P.M., determina que “Cuando el


detenido sea puesto a disposición del Ministerio Fiscal, éste habrá de resolver, dentro de las
cuarenta y ocho horas a partir de la detención, sobre la puesta en libertad del menor, sobre el
desistimiento al que se refiere el artículo siguiente, o sobre la incoación del expediente, poniendo
a aquél a disposición del Juez de Menores competente e instando del mismo las oportunas
medidas cautelares, con arreglo a lo establecido en el artículo 28”.

El plazo citado es a contar desde el momento de la detención. Si la policía agota


sus 24 horas, sólo le restarán al Ministerio Fiscal otras 24 horas.

Excepción: menores implicados en delitos de terrorismo. Aquí rige lo dispuesto


en 520 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Se reconocen dos interpretaciones:
**24 horas prorrogables por otras 48 horas, ó
**72 horas prorrogables por otras 48 horas.

La Competencia para la prórroga está en manos del Juez Central de menores de


la Audiencia Nacional. Por ello en tales casos el menor acusado de delitos de
terrorismo se ha de poner a disposición de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y
no de la Fiscalía del lugar de la detención (según una Circular de la Fiscalía
General del Estado).
La Competencia para entender del ‘habeas corpus’, es del Juez de Instrucción del
lugar donde se encuentre privado de libertad, y si no consta, el del lugar de
detención y en defecto de éstos el del lugar donde se hayan detenido por última

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vez noticias sobre el paradero del menor. Se discute si también es válido para
menores detenidos por terrorismo.

4.2- MEDIDAS CAUTELARES PARA LA CUSTODIA Y DEFENSA


DEL MENOR.

Requisitos: se pueden solicitar estas medidas cautelares


“cuando existan indicios racionales de la comisión de un delito o riesgo de eludir u obstruir la
acción de la justicia por parte del menor”. Para la medida de internamiento se alude alarma
social y circunstancia sociales y personales del menor”. La primera (STC 47/2000)
considera que la genérica referencia a la alarma social alude a un fin exclusivo de
la pena que requiere un veredicto previo de antijuridicidad y culpabilidad.
Jurisprudencia: indicios de criminalidad y riesgo de reiteración delictiva.
Especialmente cuando se cumple medida no privativa de libertad y se vuelve a
delinquir. A veces se acuerda cuando el menor está en situación de riesgo social
(su abuela no lo puede tutelar adecuadamente; frecuenta personas que toman
drogas y pernocta fuera del domicilio familia).
Una vez conocemos los aspectos legales sobre la detención de menores y el
protocolo firmado entre MIR y FEMP, vamos a ver qué debemos tener en
cuenta durante la detención, recogida en el Reglamento R.D. 1774/2004 artículos
2 y 3 principalmente, pero que con la instrucción 11/2007 de la Secretaría de
Estado para la Seguridad “PROTOCOLO DE ACTUACIÓN POLICIAL CON
MENORES”.

4.3.- RÉGIMEN GENERAL DE ACTUACIÓN CON MENORES

4.3.1. Requisitos de la actuación con menores infractores penales.


La aplicación del régimen jurídico de responsabilidad penal
de menores se producirá conforme a la ley. Se aplicará a los menores entre 14 y
18 años tanto de protección como de reforma.
La actuación policial con menores infractores estará sujeta a los siguientes
requisitos:
a) Veracidad de los hechos o sospechas fundadas de su comisión.
b) Determinación de la edad e identidad de los participantes.
c) Tipicidad penal de la conducta.
d) Indicios de participación del menor.
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La actuación policial se ajustará al procedimiento específico regulado en la
normativa sobre menores y a las instrucciones recibidas de jueces y fiscales, así
como al contenido de este Protocolo. En orden a estas actuaciones corresponde
al Ministerio Fiscal:
a) Dirigir la investigación y ordenar a la Policía Judicial la práctica de las
diligencias para comprobar los hechos y la participación del menor.
b) Defender derechos de los menores, vigilar actuaciones y observar garantías
del procedimiento.
c) Impulsar e instruir el procedimiento.
d) Conocer de las denuncias contra menores infractores y custodiar las
piezas, documentos y efectos del delito.
e) Conocer y recibir atestados e informes policiales sobre menores.
f) Recibir comunicación inmediata de la detención y lugar de custodia.
g) Disponer de los menores detenidos y de lo policialmente actuado.
h) Ordenar lo oportuno en base a la edad e identidad de los menores cuando
se dude si son menores de 14 años.
i) Recibir diligencias sobre los particulares precisos cuando los hechos se
cometan conjuntamente por mayores y menores de 18 años.

El tratamiento, medidas de seguridad, diligencias y trámites policiales se adecuará


en función de:
a) Características de los hechos.
b) Edad y circunstancias personales del autor en especial menores de 16 a 18
años.

Se tendrán en cuenta los plazos de prescripción de las infracciones penales:


a) 5 años para delitos graves con pena superior a 10 años.
b) 3 años para cualquier otro delito grave.
c) 1 año para delitos menos graves.
d) 3 meses para faltas.

En caso de homicidio, asesinato, violación y delitos de terrorismo, los plazos se


rigen por las normas del Código Penal conforme al artículo 131.

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4.3.2.- Requisitos de la actuación con menores en el ámbito
administrativo.
Los requisitos para la actuación policial con menores
infractores en el ámbito administrativo se limitarán a aquellos en que sea
estrictamente necesaria en aplicación de leyes y normas concretas.
Los tratamientos y trámites a realizar se adecuaran a la edad y circunstancias del
menor y naturaleza de los hechos en especial a los comprendidos entre 16 y 18
años.

4.3.3.- Requisitos de la actuación con menores de 14 años.


La intervención policial con menores de 14 años será
siempre de carácter protector administrativo. Están exentos de responsabilidad
penal cualquiera que sea la infracción cometida, en estos casos, la actuación
policial será de minimizar los efectos de su acción y de su protección específica
con atención a éstas indicaciones:
a) Aplicación de normas de protección de menores, generales y
especificas de cada Comunidad Autónoma.
b) Aportación al Ministerio Fiscal de los hechos con informe policial.
c) Cumplimiento de órdenes del Ministerio Fiscal, en especial las relativas
a la identidad y edad del menor.
d) Entrega del menor a sus padres, tutores o Entidad Pública de
protección de menores.

4.3.4.- Publicidad de las actuaciones.


En los casos de infracción administrativa de estos menores,
la actuación se reduce a participar a los padres o responsables del menor de los
hechos y a la confección y remisión, en su caso, de la correspondiente denuncia.
En lo que a la publicación de las actuaciones se refiere, en ningún caso se
permitirá que se obtengan o difundan imágenes del menor, sea autor, víctima o
testigo de una infracción penal, ni se facilitaran datos que permitan su
identificación, todo ello en base a la normativa sobre protección jurídica de
menores.

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4.4.- MENORES INFRACTORES PENALES ENTRE 14 Y 18 AÑOS.

4.4.1. Supuestos de detención.


Podrán ser detenidos de oficio en los mismos casos y
circunstancias que los mayores de edad penal, siempre que no resulte posible otra
solución y sea necesario para la protección del menor, averiguación de los
hechos, aseguramiento de pruebas o protección de las víctimas. Se estará a lo
dispuesto por Ministerio Fiscal o autoridad judicial en las detenciones ordenadas
por éstos.
En las detenciones practicadas de oficio deberá valorarse:
a) Gravedad del delito cometido. La detención por faltas solo en casos
excepcionales.
b) Flagrancia del hecho.
c) Alarma social provocada.
d) Riesgo de eludir la acción de la justicia o peligro de fuga.
e) Habitualidad o reincidencia.
f) Edad y circunstancias del menor, en especial de 16 a 18 años.

En los demás casos deberán ser entregados a los responsables de su custodia,


dando cuenta al Ministerio Fiscal. En los casos de detención por delitos de
terrorismo recogidos en el Código Penal, cabe la posibilidad de decretar la
incomunicación y prórroga de la detención conforme a la Ley Enjuiciamiento
Criminal y previo conocimiento del Fiscal de Menores de la Audiencia Nacional.

4.4.2. Forma de la detención, cacheo y engrilletamiento.


Respecto a la forma de detención, cacheo y
engrilletamiento, ésta deberá practicarse en la forma que menos perjudique al
menor en su persona, reputación o patrimonio, con respuesta policial
proporcionada a sus circunstancias personales y del delito cometido,
especialmente en los casos de delitos violentos, sexuales o terroristas cometidos
por menores de entre 16 y 18 años.
Se intentará evitar la espectacularidad, empleo de lenguaje duro, violencia física y
exhibición de armas.
El cacheo se realizará con respeto absoluto a sus derechos y siempre como
medida de seguridad para el menor y los actuantes, retirándoles los objetos que
pudieran hacer peligrar su integridad física, su seguridad o la de los que le
custodian.

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El engrilletamiento se realizará, en aquellos casos en que sea estrictamente
necesario, como respuesta proporcional a la naturaleza del hecho y a la actitud
del menor en el momento de la detención.

4.4.3 Información y derechos.


Respecto a la información y derechos, debe garantizarse el
respeto de sus derechos y velar por el cumplimiento de las normas sobre
protección jurídica. Será informado de inmediato en lenguaje claro, comprensible
y adecuado a su edad, estado y circunstancias personales, de los hechos que se le
imputan, razones de su detención y derechos que le asisten (artículo 520 de
LECrim).

4.4.4 Comunicación de la detención.


Se comunicará inmediatamente el hecho de su detención y
el lugar de custodia a:
a) Padres, tutores o guardadores, notificándoles su derecho a designar abogado.
b) Ministerio Fiscal de Audiencia Provincial o Nacional según el delito.
c) Oficina Consular de su país: cuando el menor sea extranjero y no resida en
España, o en todo caso, cuando así lo solicite el propio menor, sus padres,
tutores o guardadores.

4.4.5. Traslados.
Los traslados se realizarán:
- En la forma que menos perjudique al menor, con respeto y garantía de sus
derechos.
- Se procurará realizar los traslados en vehículos sin distintivos policiales y por
personal no uniformado, salvo que las circunstancias y los recursos no lo
permitan.
- En cualquier caso los traslados se realizaran separados de los detenidos mayores
de edad.
- Se deberán de tomar las medidas necesarias con arreglo a la naturaleza del
hecho cometido y circunstancias del menor, sobre todo en delitos sexuales o
terroristas cometidos por menores de 16 a 18 años.
- El traslado de menores ingresados en centros de internamiento entre
dependencias ubicadas en un mismo término municipal será realizado por el
Cuerpo competente territorialmente, correspondiendo a la Guardia Civil los
traslados interurbanos.
- En aquellas Comunidades Autónomas que cuenten con policías autonómicas, o,
en su caso, con Unidades Adscritas del Cuerpo Nacional de Policía, serán éstas
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las competentes a efectos de vigilancia, custodia y traslado de menores
internados. Únicamente en caso de ausencia o insuficiencia de los citados
Cuerpos y unidades, en situaciones de emergencia o cuando sean varias las
Comunidades Autónomas afectadas, los traslados serán realizados por las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con arreglo al apartado anterior.
(Disposición Adicional Única del Reglamento de la LORPM).
- Los traslados derivados de salidas de menores internados en centros de reforma
para la práctica de diligencias, asistencias sanitarias, atención educativa o por
cualquier otro motivo acordado por los responsables de la Comunidad
Autónoma, podrán ser realizadas por el Cuerpo policial territorialmente
competente siempre y cuando exista un riesgo fundado para la vida, integridad
física o para los bienes, y así lo exponga en su petición motivada el Director del
centro.

4.4.6. Custodia.
En cuanto a la custodia, éstas se realizarán en dependencias
policiales adecuadas que cumplan las medidas básicas de seguridad y separadas de
las de los mayores de edad, evitando según las circunstancias el ingreso en
calabozos. Se procurará que el personal de custodia no esté uniformado. Se
garantizará que dispone de alimentación, vestimenta y condiciones adecuadas
(artículo 3.4 del RD. 1774/2004). Recibirán en la medida de lo posible los
cuidados necesarios (psicológica, médica, etc.). Así mismo, se permitirá la visita
de la familia, tutor o representante legal del menor detenido con las prevenciones
oportunas para que no afecte a la investigación policial, excepto en lo recogido en
el artículo 520 bis de la LECrim o de acuerdo con el artículo 17.2 de la LPRPM.

4.4.7. Asistencia letrada.


Se solicitará asistencia letrada del turno de oficio cuando el
menor o sus padres o responsables legales no designen uno de su confianza, en
caso de no coincidir en la designación del abogado de confianza, se elevará
consulta al Fiscal competente. Tendrá derecho a entrevistarse de forma reservada
con su abogado antes y después de la toma de declaración (artículo 17.2
LORPM) o aunque se haya negado a declarar. La asistencia letrada durante la
toma de declaración consistirá en (artículo 520.6 LECrim):
Solicitar que se informe al detenido de sus derechos y se proceda a
reconocimiento médico.
Solicitar, terminada la diligencia, la declaración o ampliación de los extremos que
considere convenientes, así como la consignación en el acta de cualquier
incidencia que haya tenido lugar durante su práctica.
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Entrevistarse reservadamente con el menor a su término.
Los detenidos por terrorismo incomunicados serán asistidos por letrados del
turno de oficio, ya que no pueden elegir abogado y tampoco habrá entrevista
reservada ni antes ni después de la declaración (artículo 17.4 LORPM en relación
con los artículos 520 bis y 527 de la LECrim).

4.4.8. Reconocimiento médico.


El derecho a ser reconocido por un facultativo médico
podrá ser solicitado:
• Por el propio menor.
• Por su abogado
• Por sus padres, tutores o guardadores.
En todo caso, se someterá al menor a reconocimiento médico cuando sus
circunstancias así lo aconsejen, correspondiendo al responsable policial valorar su
pertinencia.

4.4.9. Plazo de detención.


La detención durará el tiempo estrictamente necesario para
la realización de las averiguaciones pertinentes y en todo caso, en el plazo de 24
horas deberá ser puesto:
- En libertad con entrega, a los que ejerzan la patria potestad, salvo que por
determinadas circunstancias deba intervenir la Sección de
Menores de la Fiscalía para su entrega a una Entidad pública de
protección con autorización judicial salvo que aquella acepte de
oficio acoger al menor.
- En libertad sin entrega, cuando sean menores emancipados.
- A disposición de la Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia
Provincial, o Nacional si se trata de delitos de terrorismo.

La prórroga del plazo de detención y la incomunicación del menor detenido,


integrado en banda armada o relacionado con individuos terroristas o rebeldes, se
interesará a través de la Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia
Nacional para su oportuna petición al Juez Central de Menores. Aquellas
diligencias no imprescindibles, que alarguen innecesariamente el tiempo de
detención y que puedan ser efectuadas posteriormente, no se incluirán en el
atestado pero se consignarán los datos suficientes que permitan al Fiscal de
Menores efectuarlas, si lo considera pertinente.

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4.4.10. Habeas Corpus.
El procedimiento de “Habeas Corpus” podrá ser legalmente solicitado por:
- El propio menor detenido
- Sus padres, tutores o guardadores.
- La Autoridad Judicial o Fiscal.
- El Defensor del Pueblo.
- El Abogado del detenido.

Una vez instado el procedimiento, el responsable policial de la detención lo


notificará a la Sección de Menores de la Fiscalía competente y dará curso al
procedimiento, directamente, a través del Juez de Instrucción competente según
el siguiente orden de prelación:
a) Juez de Instrucción del lugar en el que se encuentre detenido el menor, o
Juez Central de Instrucción en el caso de menores detenidos por delitos
de naturaleza terrorista.
b) Juez del lugar donde se produjo la detención del menor.
c) Juez del lugar donde se hayan tenido las últimas noticias sobre el paradero
del menor detenido.

4.4.11. Declaración del menor detenido.


Durante la toma de declaración del menor detenido deberán
estar presentes su abogado y quienes ejerzan la patria potestad, salvo que las
circunstancias aconsejen lo contrario en cuyo caso se comunicará a la Fiscalía
competente. En caso de no cumplirse las condiciones de presencia del apartado
anterior, no podrá realizarse la toma de declaración sin la expresa autorización del
Fiscal.

4.4.12. Información y asistencia de padres, tutor o guardador.


Cuando se personen los padres, tutores o guardadores en
las dependencias policiales donde se encuentra el menor detenido serán
informados de los hechos que se le imputan, de la circunstancia de la detención y
de haber hecho efectivos los derechos que le asisten, en especial el de asistencia
letrada, ofreciéndoles la posibilidad de designar Abogado, si no lo han hecho con
anterioridad. Los padres, o la persona que indique el menor si el Juez de Menores
autoriza su presencia, tienen derecho a estar presentes para proporcionarle
asistencia afectiva y psicológica (artículo 17.4 de la LORPM).

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4.4.13. Reseña del detenido.
Se obtendrá la reseña policial del menor detenido para los solos fines de
identificación e investigación policial, que quedará contenida en una aplicación
específica, e incluirá datos biográficos, impresiones dactilares y fotografía. Se
obtendrá de manera ordinaria la reseña de los menores infractores penales entre
14 y 18 años. La reseña se remitirá, como parte del atestado policial, al Ministerio
Fiscal para la instrucción del expediente y constar en la base de datos de
identificación personal.

Si el menor se negara, se procederá a obtener la reseña de forma forzosa si fuese


preciso, siempre en la forma que menos le perjudique, no siendo necesario
solicitar autorización judicial por no tratarse de una diligencia restrictiva de
derechos fundamentales.
Por parte de la Comisaría General de Policía Científica y de la Unidad Técnica de
Policía Judicial se impartirán las instrucciones precisas para la correcta aplicación
de las normas relativas a la reseña policial de menores y al procedimiento interno
a seguir en estos casos.

4.4.14. Determinación de edad e identidad.


Cuando en el curso de una actuación policial se trate con
menores, se realizarán las averiguaciones oportunas para determinar con la mayor
precisión la edad e identidad de los mismos, haciendo uso de las técnicas
policiales necesarias y medios de pruebas admitidos en derecho:
a) Documentales: DNI, pasaporte, inscripción de nacimiento, partida de
bautismo, referencias en instituciones públicas nacionales o extranjeras,
etc.
b) Testificales: declaraciones de testigos, referencias personales, etc.
c) Periciales: huellas dactilares y otras pruebas criminalísticas. Las pruebas
médicas (edad dental, pruebas oseométricas), se realizarán con
autorización del Fiscal de Menores o de la Autoridad Judicial, con arreglo
a lo dispuesto en los apartados siguientes.

Si se trata del presunto autor de una infracción penal cuya minoría de edad no se
ha podido establecer, se pondrá a disposición del Juez de Instrucción competente
para que proceda a determinar la identidad y edad del presunto delincuente por
las reglas de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En los casos de posible riesgo o
desamparo, o cuando se trate de extranjeros indocumentados que puedan tener

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menos de 18 años de edad y no se pueda establecer con seguridad la minoría de
edad, se dará cuenta inmediata al Ministerio Fiscal (Sección de Fiscalía de
Menores) para que autorice que en el centro sanitario concertado u hospital que
proceda se realicen las pruebas médicas necesaria, incluyendo las oseométricas.
En caso de persistir una duda razonable respecto de la determinación de la edad,
se procederá:
a) Si la duda es sobre la minoría o mayoría de edad, se actuará como si fuese
menor, por lo que en el caso de menores infractores se remitirá lo actuado a la
Fiscalía competente, y en el caso de menores en situación de riesgo o desamparo
a la Entidad Pública de protección que dispondrá su acogida de oficio o, en su
caso, por orden de la autoridad judicial, dándose cuenta del resultado al
Ministerio Fiscal.
b) Si la duda es en torno a si es mayor o menor de 14 años, se archivarán las
actuaciones policiales relativas al menor, con remisión al Ministerio Fiscal
competente, y se entregará a sus padres, tutores o guardadores o Entidad Pública
de protección cuando así proceda.

En los supuestos en que no esté establecida la identidad del menor se adoptarán


las medidas necesarias para su identificación, buscando posibles referencias que
sobre ellos pudieran existir en registros específicos o en alguna institución,
nacional o extranjera, encargada de su protección, en especial se consultará en el
Registro Central de Menores Extranjeros (artículo 60 del Real Decreto 864/2001,
de 20 de julio).

4.4.15. Reconocimiento del detenido.


La diligencia de reconocimiento fotográfico de menores
para fines de investigación criminal se realizará de forma ordinaria, utilizando
álbumes fotográficos de menores detenidos sin necesidad de autorización del
Fiscal o del Juez de Menores. La práctica de reconocimiento en rueda de
menores detenidos se entenderá excepcional y sólo se realizará en casos
estrictamente necesarios, contando con el previo conocimiento y expresa
autorización de Fiscal competente o del Juez de Menores, según sus
competencias y cumpliendo los siguientes requisitos:
a) Se utilizarán los medios que resulten menos dañinos para el menor, debiendo
realizarse en dependencias de las unidades especializadas en menores o en las
sedes del Ministerio fiscal o autoridad judicial competente.
b) La rueda deberá estar compuesta por otras personas, menores o no, conforme
a los requisitos de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

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c) Cuando la rueda esté compuesta por otros menores de edad se deberá contar
con su consentimiento y el de sus padres, tutores o guardadores.
Excepcionalmente, si el menor denota unas condiciones suficientes de madurez,
acompañadas de otras circunstancias que garanticen la capacidad y validez de su
otorgamiento para dar eficacia legal al consentimiento, podrá practicarse la
diligencia sin la necesidad de la autorización del representante legal.

4.4.16. Intervenciones ante medidas restrictivas de derechos.


Toda diligencia policial restrictiva de derechos
fundamentales, salvo la detención cautelar de propia autoridad, será solicitada a la
Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia Provincial para que ésta realice
la oportuna petición al Juez de Menores competente; en casos de delitos de
naturaleza terrorista corresponde a la Sección de Menores de la Fiscalía de la
Audiencia Nacional cursar la petición al Juez Central de Menores.
La práctica de tales diligencias deberá quedar debidamente documentada en el
atestado policial correspondiente. La diligencia de exploración corporal, distinta
al cacheo policial, sólo se practicará cuando sea estrictamente necesaria y
contando con autorización previa según se ha visto anteriormente en este
apartado.

4.4.17. Menor detenido con circunstancias personales especiales.


En los casos en que el menor se encuentre abandonado o
desvalido, o sus padres, tutores o guardadores se negaran a hacerse cargo de su
custodia, se informará al Fiscal de Menores competente quien, en su caso,
solicitará autorización judicial para su traslado a la entidad pública de menores del
lugar del domicilio del menor. Si quedara acreditado que el menor se encuentra
en situación de enajenación mental o en cualquier otro caso de posible exención
de responsabilidad (anomalía o alteración psíquica que impida comprender la
ilicitud del hecho, trastorno mental transitorio, intoxicación alcohólica,
drogodependencia, síndrome de abstinencia u otra alteración grave de la
conciencia de la realidad) se adoptarán las medidas cautelares precisas para la
protección y custodia del menor, consultando al Fiscal de Menores competente
para que disponga lo necesario.

4.4.18. Menor denunciado o imputado en hechos delictivos.


En los casos en que el menor al que se impute un delito no
sea detenido, para la toma de manifestación ha de estar necesariamente asistido
por el Letrado que elija o por uno designado de oficio. Únicamente podrá
INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 16
renunciar a contar con Asistencia Letrada, de forma expresa y asistido por sus
representantes legales, cuando los hechos imputados sean constitutivos de falta.
En cualquier caso, sí estarán presentes los padres, tutores o guardadores con las
mismas salvedades y circunstancias que para los menores detenidos. En estos
casos se levantará el acta de información de derechos al imputado no detenido
con arreglo al modelo implantado en los “Criterios para la práctica de diligencias
de Policía Judicial” de la Comisión Nacional de Coordinación de Policía Judicial.
Además, se hará constar en ese acta que la información de derechos y la
posibilidad de designar un abogado ha sido efectuada estando el menor
acompañado de sus padres, tutores o guardadores.

4.4.19. Documentación o información complementaria.


A las diligencias se adjuntará la documentación obtenida
sobre la filiación del menor, consignando con claridad la identidad de los
menores, la de sus padres, tutores o guardadores y la de los posibles
perjudicados.
Cuando no se detenga al menor, se hará constar en las diligencias el aviso que se
efectúa a los padres, tutores o guardadores sobre la responsabilidad en que
pueden incurrir si no aceptan la custodia o no la llevan a efecto con la debida
diligencia.

4.4.20. Remisión de las diligencias.


Las diligencias instruidas como consecuencia de hechos
delictivos en los que estén encartados únicamente menores de edad se remitirán a
la Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia Provincial, y, para delitos de
naturaleza terrorista, a la Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia
Nacional, pasando el menor detenido a su disposición, en su caso.
En los hechos delictivos en que intervengan menores y mayores de edad las
diligencias se remitirán:
a) El original, junto a los mayores detenidos, en el plazo máximo de 72 horas, al
Juez de Instrucción del partido judicial competente, y, en caso de terrorismo, al
Juez Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, quien remitirá testimonio
de particulares al Fiscal de Menores que corresponda en cada caso.
b) Una copia, junto a los menores detenidos, en el plazo máximo de 24 horas, a
la Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia Provincial, y, en caso de
terrorismo, a la Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 17


4.5.- REGISTROS POLICIALES DE DATOS PERSONALES DE
MENORES.

4.5.1 Acceso y confidencialidad de los registros.


Los registros policiales donde conste la identidad y otros
datos que afecten a la intimidad de los menores serán de carácter estrictamente
confidencial y no podrán ser consultados por terceros, distinguiéndose tres tipos
en función del soporte:
a) Libros-registro, en soporte papel.
b) Bases de datos, en soporte informático.
c) Álbumes fotográficos, colección de fotografías.

Sólo tendrán acceso a estos registros las personas que participen directamente en
la investigación de un caso en trámite o que, en ejercicio de sus competencias,
autorice expresamente el Juez de Menores o el Fiscal de Menores. Los registros
de menores no podrán se utilizados en procesos de adultos relativos a casos
subsiguientes en los que esté implicada la misma persona.

4.5.2. Libros-Registros.
El Libro-Registro de Menores Detenidos está regulado en la
Instrucción 7/2005, de 25 de abril, de la Secretaría de Estado de Seguridad,
debiendo tenerse en cuenta que:
a) Se anotarán las incidencias que puedan producirse en las dependencias
policiales durante la permanencia en las mismas de menores entre 14 y 18 años,
presuntamente responsables de la comisión de infracciones penales.
b) Tendrá carácter confidencial y será único para todo lo concerniente al menor,
no consignándose sus datos en el Libro de Custodia ni en ningún otro libro de la
dependencia policial.
c) Los datos de este registro estarán exclusivamente a disposición del Ministerio
Fiscal y de la autoridad judicial competente.

En el Libro-Registro de actuaciones con Menores e Incapaces en Situaciones de


Riesgo, regulado en la Instrucción 2/2001, de 4 de julio, de la Secretaría de
Estado de Seguridad, se anotarán las actuaciones policiales que impliquen el paso
o la estancia obligada en dependencias policiales o la limitación de la libertad de
ambulatoria de los menores o incapaces en situaciones de riesgo con finalidad de
protección:
a) Menores de 14 años presuntamente responsables de la comisión de
infracciones penales.
INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 18
b) Menores de 18 años en situación de riesgo o desamparo, incluyendo los
fugados del domicilio familiar o institucional y los desaparecidos por distintas
causas.
c) Personas con incapacidad psíquica necesitadas de protección, sean mayores o
menores de edad.

En el Libro-Registro de Diligencias de Identificación, conforme a lo dispuesto en


el artículo 20 de la Ley Orgánica 1/1992, sobre Protección de la Seguridad
Ciudadana, se harán constar las diligencias de identificación realizadas en
dependencias oficiales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, estando en todo
momento a disposición de la autoridad judicial competente y del Ministerio
Fiscal.

4.5.3. Bases de datos.

Existirá una aplicación específica donde se registrarán los


datos correspondientes a menores entre 14 y 18 años encartados en una
investigación policial.

Las detenciones de menores infractores entre 14 y 18 años quedarán registradas


en una aplicación específica donde consten los antecedentes policiales de
menores. Todas las reseñas policiales de menores quedarán contenidas en su
correspondiente aplicación, debiendo mantener separadas y sin comunicación
directa las reseñas de menores detenidos de aquellas otras practicadas con
ocasión de trámites de determinación de edad o de identificación de menores no
acompañados o indocumentados.

Se registrarán las requisitorias emitidas por Autoridades Fiscales y Judiciales que


contemplen cualquier interés sobre un menor de 18 años, tanto en materia de
protección como de reforma, y las requisitorias emitidas por otras Autoridades
competentes, principalmente policiales y de protección de menores, referentes a
la búsqueda y localización de menores de 18 años.

El acceso a esta información deberá estar disponible para cualquier unidad


policial, a las personas que participen directamente en la investigación, con un
INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 19
adecuado control que permita supervisar las consultas. En la Dirección General
de la Policía y la Guardia Civil, ámbito del Cuerpo Nacional de Policía, existirá un
Registro de menores extranjeros no acompañados a los solos efectos de
identificación, y que se encuentra regulado en el artículo 111 del Real Decreto
2393/2004, de 30 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de la Ley
Orgánica 4/2000, de. 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros
en España y su integración social.

4.5.4. Álbumes fotográficos.

La confección y tenencia de álbumes fotográficos le corresponderá a los Grupos


o Equipos especializados en el tratamiento policial de menores y, en su caso, a las
Unidades de investigación en esta materia.

Estos álbumes sólo contendrán la fotografía de aquellos menores infractores


entre 14 y 18 años detenidos por delitos, no por faltas.

Para su confección se seguirá un criterio restrictivo basado en la edad,


especialmente entre 16 y 18 años, habitualidad o reincidencia delictiva del menor,
así como en la comisión de hechos delictivos de carácter violento, sexual o
terrorista.

El uso de estas colecciones estará restringido a los solos fines de identificación e


investigación policial.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 20


UNIDAD V

LAS MEDIDAS DE INTERNAMIENTO

EN LA LEY DE RESPONSABILIDAD PENAL DEL MENOR.

1.- LEGISLACION.

**LA LEY ORGANICA 5/2000, 12 DE ENERO REGULADORA DE LA


RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS MENORES

** LA LEY ORGANICA 8/2006, 4 DE DICIEMBRE, REGULADORA DE


LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS MENORES.

** EL REAL DECRETO 1774/2004 DE 30 DE JULIO, POR EL QUE SE


APRUEBLE EL REGLAMENTO DE LA LEY ORGANICA 5/2000 DE 12
DE ENERO, REGULADORA DE LA RESPONSABILIDAD PENAL DE
LOS MENORES.

2.- LA LEY ORGANICA 5/2000, 12 DE ENERO REGULADORA DE LA


RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS MENORES. ALGUNAS
CUESTIONES GENERALES.

Hasta la entrada en vigor la edad penal estaba fijada en los 16 años. La


diferencia es que entre los 16 y los 18 años se le aplicaba la pena señalada
pero rebajada en 1 o 2 grados. A partir del año 2000, la edad penal se fija
en los 18 años. Además, los menores de 14 años no son responsables
penalmente.
La tipificación de delitos es la misma, la descripción legal de la conducta
es la misma. La diferencia central se encuentra en la consecuencia jurídica
del delito.
El Código Penal contempla penas, mientras que para los menores, la ley
habla de medidas.
Los menores son juzgados por Jueces de Menores, que son
especializados, ordinarios, independientes y profesionales.
INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 21
Los adultos cumplen las penas de prisión en un centro penitenciario, que
dependen del Ministerio de Interior, los menores cumplen la medida de
internamiento en un centro de menores, que dependen de las
Comunidades Autónomas.
En adultos, la respuesta sancionadora está prefijada en la ley según la
naturaleza y la gravedad de la sanción, mientras que en menores, las
medidas deben tener una naturaleza sancionadora pero también
educativa.
Principio de oportunidad: El Ministerio Fiscal desiste el expediente y se
archiva, no llega a juicio porque el delito no es grave y no se ha cometido
con violencia o intimidación sobre las personas.
Ya iniciado el expediente, si el delito no es grave y el menor llega a una
conciliación con la victima y asume reparar el daño causado, el Ministerio
Fiscal puede desistir la continuación del expediente.
Llegado a juicio, el Juez tiene libertad para decidir la medida y la duración
de la misma, de forma flexible, atendiendo a la edad, las circunstancias
familiares y sociales, y la responsabilidad del menor.
Impuesta la medida y durante su ejecución, el Juez puede dejarla sin
efecto, o reducir su duración, o sustituirla por otra.

3.- LA LEY ORGANICA 8/2006, 4 DE DICIEMBRE, REGULADORA


DE LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS MENORES. ALGUNOS
CAMBIOS.

Se suprime la posibilidad de aplicar la ley entre los 18 y los 21 años.


Se añade una nueva medida: “Prohibición de aproximarse o comunicarse
con la víctima o con aquellos de sus familiares u otras personas que
determine el Juez.
No se podrá imponer más de una medida de la misma clase en el caso de
tener varias medidas.
Se amplían los supuestos en los que se puede imponer una medida de
internamiento en régimen cerrado.
Se establece la posibilidad de ampliar la duración de las medidas.
Los internamientos en régimen cerrado se complementan con libertad
vigilada de hasta 3 años una vez salgan del Centro.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 22


Se establece una refundición y ejecución de las medidas en los casos de
pluralidad de infracciones.
Los menores que alcancen los 18 años y estén cumpliendo una medida de
internamiento en régimen cerrado, puede terminar de cumplir la medida
en un centro penitenciario, cuando su conducta no responda a los
objetivos propuestos en la sentencia. En caso de alcanzar los 21 años,
cumplirá la medida en un centro penitenciario, excepto de que se le
sustituya o se le modifique la medida.
En el caso de ingresar en un centro penitenciario, el resto de medidas
impuestas por el Juez de Menores quedan sin efecto si éstas no son
compatibles con el régimen penitenciario.
Se amplia la duración de la medida cautelar de 3+3 a 6+3 meses.
Se resuelve en el mismo procedimiento las pretensiones penales y civiles.
Se regula pormenorizadamente el supuesto de ejecución de varias
medidas.
Se mantiene la posibilidad de que las víctimas pueden personarse en el
procedimiento como acusación particular, teniendo derecho en todo
momento a ser informados de aquellas resoluciones que afecten a sus
intereses. Deben también ser informados en el caso de que el Ministerio
Fiscal desista de la incoación del expediente, para que puedan ejercitar en
la jurisdicción civil las pretensiones de dicha índole. Además, sigue sin
permitirse la acción popular en el procedimiento penal.
Se atribuyen nuevas misiones al Secretario Judicial, tales como
señalamiento del día y hora de la Audiencia, facultarles al traslado a las
partes del resultado de las pruebas practicadas, información al menor del
contenido de los escritos de las partes acusadoras, llevanza y custodia de
un registro de sentencias.

4.- EJECUCION DE LAS MEDIDAS. TAREA EJECUTIVA. (TITULO


VII. De la ejecución de las medidas. CAPITULO I. Disposiciones generales).

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 23


4.1.- COMPETENCIA JUDICIAL (Art. 44)------------- CONTROL

Se realizará bajo el control del Juez de Menores que haya dictado la sentencia
correspondiente, el cual resolverá por auto motivado, oídos el Ministerio Fiscal,
el letrado del menor y la representación de la entidad pública que ejecute aquélla,
sobre las incidencias que se puedan producir durante su transcurso.

Esta competencia le corresponde especialmente al Juez de Menores, de oficio o a


instancia del Ministerio Fiscal o del letrado del menor, las funciones siguientes:

a) Adoptar todas las decisiones que sean necesarias para proceder a la ejecución
efectiva de las medidas impuestas.

b) Resolver las propuestas de revisión de las medidas a que se refiere el artículo


14 de esta Ley.

c) Aprobar los programas de ejecución de las medidas.

d) Conocer de la evolución de los menores durante el cumplimiento de las


medidas a través de los informes de seguimiento de las mismas.

e) Resolver los recursos que se interpongan contra las resoluciones dictadas para
la ejecución de las medidas, conforme establece el artículo 52 de esta Ley.

f) Acordar lo que proceda en relación a las peticiones o quejas que puedan


plantear los menores sancionados sobre el régimen, el tratamiento o cualquier
otra circunstancia que pueda afectar a sus derechos fundamentales.

g) Realizar regularmente visitas a los centros y entrevistas con los menores.

h) Formular a la entidad pública de protección o reforma de menores


correspondiente las propuestas y recomendaciones que considere oportunas en
relación con la organización y el régimen de ejecución de las medidas.

i) Adoptar las resoluciones que, en relación con el régimen disciplinario, les


atribuye el artículo 60 de la Ley 5/2000 de 12 enero.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 24


4.2.- COMPETENCIA ADMINISTRATIVA ( Art. 45)-----EJECUCIÓN

La ejecución de las medidas adoptadas por los Jueces de Menores en sus


sentencias firmes es competencia de las Comunidades Autónomas y de las
Ciudades de Ceuta y Melilla, con arreglo a la disposición final vigésima segunda
de la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor.
Dichas entidades públicas llevarán a cabo, de acuerdo con sus respectivas normas
de organización, la creación, dirección, organización y gestión de los servicios,
instituciones y programas adecuados para garantizar la correcta ejecución de las
medidas previstas en esta Ley.

La ejecución de las medidas corresponderá a las Comunidades Autónomas y


Ciudades de Ceuta y Melilla, donde se ubique el Juzgado de Menores que haya
dictado la sentencia, sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 3 del artículo
siguiente.

Las Comunidades Autónomas y las Ciudades de Ceuta y Melilla podrán


establecer los convenios o acuerdos de colaboración necesarios con otras
entidades, bien sean públicas, de la Administración del Estado, Local o de otras
Comunidades Autónomas, o privadas sin ánimo de lucro, para la ejecución de las
medidas de su competencia, bajo su directa supervisión, sin que ello suponga en
ningún caso la cesión de la titularidad y responsabilidad derivada de dicha
ejecución.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 25


5.- SISTEMA DE JUSTICIA DE MENORES

MEDIACION
EXTRAJUDICIAL
TIPOS DE MEDIDA
50%

MEDIO INTERNAMIENTO INTERNAMIENTO


COMUNITARIO TERAPEUTICO
9%
40 % 1%

PRINCIPIOS:

1.- LEGALIDAD

2.- UNIDAD DE EXPEDIENTE

3.- FLEXIBLIDAD

4.- CONFIDENCIALIDAD

5.- INTERES DEL MENOR

6.-CONTIGENCIA

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 26


1.-LEGALIDAD. Art. 43

No podrá ejecutarse ninguna de las medidas establecidas en esta Ley sino en


virtud de sentencia firme dictada de acuerdo con el procedimiento regulado
en la misma. Tampoco podrán ejecutarse dichas medidas en otra forma que
la prescrita en esta ley y en los reglamentos que la desarrollen.

2.-UNIDAD DE EXPEDIENTE.

La entidad pública abrirá un expediente personal único a cada menor


respecto del cual tenga encomendada la ejecución de una medida, en el que se
recogerán los informes relativos a aquél, las resoluciones judiciales que le
afecten y el resto de la documentación generada durante la ejecución. (Art.
48.1).

Todos los procedimientos tramitados aun mismo menor o joven se


archivarán en el expediente personal que del mismo se haya abierto en la
Fiscalía. De igual modo se archivarán las diligencias en el Juzgado de
Menores respectivo. (Art. 20.2)

3.- FLEXIBILIDAD. (Art. 51.1)

Durante la ejecución de las medidas el Juez de Menores que las haya


impuesto podrá, de oficio o a instancia del Ministerio Fiscal, del letrado del
menor o de la Administración competente, y oídas las partes, así como el
equipo técnico y la representación de la entidad pública de protección o
reforma de menores, dejar sin efecto aquellas o sustituirlas por otras que se
estimen más adecuadas de entre las previstas en esta Ley, por tiempo igual o
inferior al que reste para su cumplimiento.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 27


4.- CONFIDENCIALIDAD. (Art. 48.2)

Dicho expediente tendrá carácter reservado y solamente tendrán acceso al


mismo el Defensor del Pueblo o Institución análoga de la correspondiente
Comunidad Autónoma, los Jueces de Menores competentes, el Ministerio
Fiscal y las personas que intervengan en la ejecución y estén autorizadas por
la entidad pública de acuerdo con sus normas de organización. El menor, su
letrado y, en sus caso, su representante legal, también tendrán acceso al
expediente.

5.- INTERES DEL MENOR. (Art. 46.3,47.2,47.3 y 53.2)

ART. 46.3.

“Recibidos por la entidad pública el testimonio y la liquidación de la


medida indicados en el apartado anterior, aquélla designará de forma
inmediata un profesional que se responsabilizará de la ejecución de la
medida impuesta, y, si ésta fuera de internamiento, designará el centro más
adecuado para su ejecución de entre los más cercanos al domicilio del
menor en los que existan plazas disponibles para la ejecución por la entidad
pública competente en cada caso. El traslado a otro centro distinto de los
anteriores sólo se podrá fundamentar en el interés del menor de ser alejado
de su entorno familiar y social y requerirá en todo caso la aprobación del
Juez de Menores que haya dictado la sentencia”.

ART. 47.2 y 47. 3

2. Cuando todas o algunas de las medidas impuestas no puedan ser cumplidas


simultáneamente, se cumplirán sucesivamente, de conformidad con las reglas
siguientes, salvo que el Juez disponga un orden distinto atendiendo al interés del
menor:

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 28


1ª Las medidas de internamiento se cumplirán antes que las medidas no
privativas de libertad, y, en su caso, interrumpirán las que se estuvieron
ejecutando que fueran de esta última naturaleza.

2ª Cuando concurriera el internamiento terapéutico con otra medida, se


impondrá en primer término la medida de internamiento terapéutico. El Juez
suspenderá, en su caso, el inicio de la ejecución de las medidas posteriormente
impuestas hasta que aquélla finalice o sea alzada, salvo que se haga uso de la
facultad establecida en el artículo 14 de la presente Ley.

3ª En los supuestos previstos en la regla 5ª del artículo 9, la medida de libertad


vigilada habrá de suceder a la medida de internamiento en régimen cerrado,
conforme a la dicción del mencionado precepto.

4ª Cuando concurran varias medidas de la misma naturaleza, se cumplirán por


orden cronológico de firmeza de las respectivas sentencias.

5ª Cuando el joven cumpla medidas previstas por esta Ley y sea condenado a
medidas o penas del Código Penal, el Juez o Tribunal ordenará el cumplimiento
simultáneo de las mismas, si ello fuera posible.

En caso contrario, la pena de prisión se cumplirá a continuación de la medida de


internamiento que se esté ejecutando, salvo que el Juez o Tribunal sentenciador,
tratándose de una condena por delitos graves y atendidas las circunstancias del
joven, ordene la inmediata ejecución de la pena de prisión impuesta.

3. El Juez, previa audiencia de las partes e informe del equipo técnico, podrá
alterar el orden de cumplimiento previsto en el apartado anterior cuando así lo
hiciere aconsejable el interés del menor.

ART. 53.2

El Juez, de oficio o a instancia del Ministerio Fiscal o del letrado del menor,
podrá instar de la correspondiente entidad pública de protección o reforma de
menores, una vez cumplida la medida impuesta, que se arbitren los mecanismos

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 29


de protección del menor conforme a las normas del Código Civil, cuando el
interés de aquél así lo requiera.

6.- CONTINGENCIA. (Art. 51.3)

La conciliación del menor como víctima, en cualquier momento en que se


produzca el acuerdo entre ambos a que se refiere el art. 19 de la presente Ley,
podrá dejar sin efecto la medida impuesta cuando el Juez, a propuesta del
Ministerio Fiscal o del letrado del menor y oídos el equipo técnico y la
representación de la entidad pública de protección o reforma de menores,
juzgue que dicho acto y el tiempo de duración de la medida ya cumplido
expresan suficientemente el reproche que merecen los hechos cometidos por
el menor.

RESOLUCION FIRME

PROGRAMA EJECUCION

ADMINISTRACION
APROBACION

LIQUIDACION
SECRETARIO

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 30


6-. LA EJECUCION DE MEDIDAS PRIVATIVAS DE LIBERTAD.

Capitulo III del Título VII :

-. Centros de Reforma

-. Derechos y deberes de los internos

-. Vigilancia, seguridad, informaciones, reclamaciones y régimen disciplinario.

6.1.- CENTROS PARA LA EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS


PRIVATIVAS DE LIBERTAD. (Artículo 54).

Las medidas privativas de libertad, la detención y las medidas cautelares de


internamiento que se impongan de conformidad con esta Ley se ejecutarán en
centros específicos para menores infractores, diferentes de los previstos en la
legislación penitenciaria para la ejecución de las condenas penales y medidas
cautelares privativas de libertad impuestos a los mayores de edad penal.

No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, las medidas de internamiento


también podrán ejecutarse en centros socio-sanitarios cuando la medida impuesta
así lo requiera. En todo caso se requerirá la previa autorización del Juez de
Menores.

Los centros estarán divididos en módulos adecuados a la edad, madurez,


necesidades y habilidades sociales de los menores internados y se regirán por una
normativa de funcionamiento interno cuyo cumplimiento tendrá como finalidad
la consecución de una convivencia ordenada, que permita la ejecución de los
diferentes programas de intervención educativa y las funciones de custodia de los
menores internados.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 31


6.2.- PRINCIPIO DE RESOCIALIZACIÓN. (Artículo 55).

Toda actividad de los centros en los que se ejecuten medidas de internamiento


estará inspirada por el principio de que el menor internado es sujeto de derecho y
continúa formando parte de la sociedad.

En consecuencia, la vida en el centro debe tomar como referencia la vida en


libertad, reduciendo al máximo los efectos negativos que el internamiento pueda
representar para el menor o para su familia, favoreciendo los vínculos sociales, el
contacto con los familiares y allegados, y la colaboración y participación de las
entidades públicas y privadas en el proceso de integración social, especialmente
de las más próximas geográfica y culturalmente.

De esta forma se fijarán reglamentariamente los permisos ordinarios y


extraordinarios de los que podrá disfrutar el menor internado, a fin de mantener
contactos positivos con el exterior y preparar su futura vida en libertad.

6.3.- MEDIDAS JUDICIALES CON LOS MENORES INFRACTORES.

El art. 7 de la Ley 5/2.000 LORPM, enumera las catorce medidas que el/la Juez/a
de Menores puede imponer a los menores.

Las trece primeras, fueron recogidas en la redacción originaria de la Ley, mientras


que la decimocuarta, la de inhabilitación absoluta fue añadida por Ley 7/ 2000 de
22 de diciembre.

La enumeración de éstas se hace ordenada, según la restricción de derechos que


lleva consigo la medida.

Este criterio parece acertado, salvo en lo referente a la medida de amonestación,


que por el contenido de la misma, así como por el hecho de ser de ejecución
instantánea, debería ocupar el último lugar de la enumeración, siempre por detrás

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 32


de las de privación del permiso de conducir ciclomotores o vehículos de motor y
de la de inhabilitación absoluta a las que en la actualidad antecede.

La Exposición de Motivos de la Ley hace una definición extensa del contenido y


finalidad de cada medida, por lo que no se puede olvidar lo allí expuesto.

Siguiendo la enumeración del artículo siete, estas son las medidas que se pueden
imponer a un menor.

Para la elección de la medida o medidas adecuadas, tanto por el Ministerio Fiscal


y el letrado del menor en sus postulaciones como por el Juez en la sentencia, se
deberá atender de modo flexible, no sólo a la prueba y valoración jurídica de los
hechos, sino especialmente a la edad, las circunstancias familiares y sociales, la
personalidad y el interés del menor, puestos de manifiesto los dos últimos en los
informes de los equipos técnicos y, en su caso, de las entidades públicas de
protección y reforma de menores emitidos conforme a lo dispuesto en el artículo
27 de la presente Ley. El Juez deberá motivar la sentencia, expresando con detalle
las razones por las que aplica una determinada medida, así como el plazo de
duración de la misma, a los efectos de la valoración del mencionado interés del
menor.

6.3.1.MEDIDAS JUDICIALES EN MEDIO CERRADO.

A. Internamiento en Régimen Cerrado.

Pretende la adquisición por parte del menor de los suficientes recursos de competencia social
para permitir un comportamiento responsable en la comunidad, mediante una gestión de
control en un ambiente restrictivo y progresivamente autónomo.

Aunque la Ley no haga ninguna referencia al respecto, hemos de señalar que


estos centros también se caracterizan por estar dotados de unas grandes medidas de
seguridad, que impidan o al menos dificulten la fuga del menor.

Los menores así sometidos residirán en el Centro, donde desarrollarán sus


actividades formativas, educativas, laborales y de ocio.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 33


Dada la gravedad de la medida, el legislador ha previsto que ésta sólo pueda
aplicarse para hechos en los que se haya empleado: violencia o intimidación en las
personas, el menor haya actuado con grave riesgo para la vida o la integridad física, salvo –en
este último caso- que se trate de acciones u omisiones imprudentes.

B. Internamiento en Régimen Semiabierto.

Implica la existencia de un proyecto educativo en donde desde el principio los objetivos


sustanciales se realizan en contacto con personas e instituciones de la comunidad, teniendo el
menor su residencia en el centro, sujeto al programa y régimen interno del mismo.

Los menores que se encuentren en este régimen residen en el Centro, pero se les
permite salir fuera del mismo para realizar actividades de todo tipo.

C. Internamiento en Régimen Abierto.

El menor sometido a esta medida, realiza todas las actividades que obtenga su proyecto
educativo en servicios y otros centros del entorno, limitándose a residir en el Centro abierto,
sometido al programa y régimen interno del mismo.

En los Centros abiertos, el menor solo duerme y come en éstos, realizando


necesariamente el resto de actividades habituales de su edad fuera de aquellos que
la Ley denomina «Servicios normalizados de su entorno».

Estas son las tres medidas privativas de libertad que se pueden adoptar respecto
de un menor que no tenga anomalías psíquicas, alteraciones de la percepción o
tenga dependencia a bebidas alcohólicas o drogas.

D. Internamiento Terapéutico.

Se acordará para aquellos casos en los que los menores, bien por razón de su adicción al
alcohol o a otras drogas, bien por disfunciones significativas en su psiquismo, precisan de un

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 34


contexto estructurado en el que poder realizar una programación terapéutica, no dándose, ni,
de una parte, las condiciones idóneas en el menor o en su entorno para el
tratamiento ambulatorio, ni, de otra parte, las condiciones de riesgo que exigirían
la aplicación a aquél de un internamiento en régimen cerrado.

Esta medida podrá aplicarse sola o como complemento de otra.

Señala la Ley, tanto para este tipo de internamiento terapéutico como para el de
tratamiento ambulatorio, que cuando el menor rechace el tratamiento de deshabituación,
el/la Juez/a habrá de aplicar otra medida adecuada a sus circunstancias.

En el internamiento terapéutico, no tiene razón esta posibilidad pues ha de


entenderse que nos encontramos ante un menor en el que concurre, junto con el
hecho delictivo que ha cometido, otro problema que es mas grave, y al que hay
que atender antes que su reeducación, consistente en la enfermedad o alteración
que padece o su adicción a las drogas.

Es de vital importancia el trabajar con el menor en primer lugar sobre estas


circunstancias, para pasar posteriormente a la fase de reeducación, si fuese
posible llegar.

En general las cuatro medidas de internamiento responden –dice la exposición de


motivos, a: una mayor peligrosidad del menor, manifestada en la naturaleza
peculiarmente grave de los hechos cometidos, caracterizados en los casos más
destacados por la violencia, la intimidación o el peligro para las personas.

El objetivo prioritario de la medida es disponer de un ambiente que provea de las


condiciones educativas adecuadas para que el menor pueda reorientar aquellas
disposiciones o deficiencias que han caracterizado su comportamiento antisocial,
cuando para ello sea necesario, al menos de manera temporal, asegurar la estancia
del infractor en un régimen físicamente restrictivo de su libertad.

La mayor o menor intensidad de tal restricción da lugar a los diversos tipos de


internamiento.

El internamiento, en todo caso, ha de proporcionar un clima de seguridad


personal para todos los implicados, profesionales y menores infractores, lo que
INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 35
hace imprescindible que las condiciones de estancia sean las correctas para el
normal desarrollo psicológico de los menores.

6.3.2. MEDIDAS JUDICIALES EN MEDIO ABIERTO.

A. Tratamiento Ambulatorio.

Está destinado a los menores que disponen de las condiciones adecuadas en su


vida, “habrán de asistir al centro designado con la periodicidad requerida por los facultativos
que las atiendan y seguir las pautas fijadas para el adecuado tratamiento de la anomalía o
alteración psíquica, adicción al consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas o sustancias
psicotrópicas, o alteraciones en la percepción que padezcan”, para beneficiarse de un programa
terapéutico que les ayude a superar sus procesos adictivos o disfunciones significativas de su
psiquismo.

Previsto para los menores que presenten una dependencia al alcohol o las drogas,
y que en su mejor interés, puedan ser tratados de la misma en la comunidad, en
su realización pueden combinarse diferentes tipos de asistencia médica y
psicológica.

Resulta muy apropiado para casos de desequilibrio psicológico o perturbaciones del


psiquismo que puedan ser atendidos sin necesidad de internamiento.

Los sometidos a esta medida habrán de asistir al Centro designado con la


periodicidad que se establezca por el facultativo que lo atienda y seguir las pautas
fijadas en el tratamiento que se le fije.

B. Asistencia a Centro de Día.

Es una medida novedosa en la legislación española, si bien con anterioridad


dentro de la libertad vigilada, se habían adoptado otras de contenido similar a la
actual.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 36


Con ella se intenta que durante el día el menor acuda a un centro educativo de su entorno,
donde pueda realizar actividades educativas y sociales, que en su ambiente familiar no
puede realizar por las carencias del mismo.

En ese centro se prepara un proyecto socio-educativo concreto para ese menor, una vez que son
conocidas sus carencias y necesidades.

El menor sometido a esta medida mantiene su domicilio habitual con su familia.

C. Permanencia de fin de semana.

Se introduce por la nueva Ley, aunque tiene un antecedente muy similar en la Ley
anterior, con los arrestos de fin de semana.

La diferencia entre ambas está en que el arresto de fin de semana se cumplía en


un Centro de reeducación, mientras que la permanencia de fin de semana se hace en el
propio domicilio del menor, o en un Centro.

Consiste en prohibir al menor que abandone el domicilio familiar o el Centro que se le asigne,
desde la tarde o noche del viernes hasta la noche del domingo, salvo para realizar alguna tarea
socio-educativa, que el/la Juez/a le asigne durante ese tiempo, y que deba cumplir
fuera del domicilio.

Se fija un tiempo máximo de duración de 36 horas por fin de semana para su


cumplimiento.

La exposición de motivos de la LORPM señala que es una medida adecuada para


los menores que cometen actos de vandalismo o agresiones leves en los fines de semana.

Puede ser de utilidad siempre que la permanencia en el domicilio familiar vaya


acompañada de algún curso o tarea de carácter socio-educativo, pues si no fuese
así, la prohibición de salir de la casa durante el fin de semana, sin más, carecería
absolutamente del carácter intuitivo, educativo y rehabilitador que debe perseguir
cualquier medida que se imponga a un menor.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 37


D. Libertad Vigilada.

Se introdujo en la reforma de la Ley en 1.992, y desde entonces se le ha calificado


como la «Reina de las medidas».

La gran mayoría de los profesionales que se ocupan del derecho penal de


menores, coinciden que es la medida que en mejor forma puede actuar para la
rehabilitación y reeducación de los menores.

La práctica demuestra sus virtudes, que en la actualidad se adopta en la mayoría


de los casos, y que consigue sin lugar a dudas los mejores resultados con los
menores.

La Exposición de Motivos de la Ley, resume perfectamente su contenido, cuando


señala que el menor quedará sometido a una vigilancia y supervisión a cargo de personal
especializado, con el fin de que adquiera las habilidades, capacidades y actitudes necesarias para
un correcto desarrollo personal y social.

Para el seguimiento de esta medida existen los llamados educadores de medio abierto o
técnicos de libertad vigilada, que son los encargados de que el menor cumpla con las
ocupaciones que tiene o que se le encomienden (asistir al colegio, al trabajo, a un taller...).

Para que el menor quede sometido a esta medida se elabora un proyecto por el
profesional que se le encargue el seguimiento, el cual antes de su ejecución deberá ser aprobado
por el/la Juez/a, llamado PROYECTO DE

INDIVIDUALIZADO DE INTERVENCIÓN.

Una de las funciones más importantes que debe cumplir esta medida es la de
educarlos en los hábitos más simples que debe tener para convivir en sociedad,
como puede ser enseñarlo y decirle la importancia de asearse, a comer
correctamente... “las reglas de conducta impuestas por el Juez, que podrán ser alguna o
algunas de las siguientes:

1ª Obligación de asistir con regularidad al centro docente correspondiente, si el interesado está en


el período de la enseñanza básica obligatoria, y acreditar ante el Juez dicha asistencia regular o
justificar en su caso las ausencias, cuantas veces fuere requerido para ello.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 38


2ª Obligación de someterse a programas de tipo formativo, cultural, educativo, profesional,
laboral, de educación sexual, de educación vial u otros similares.

3ª Prohibición de acudir a determinados lugares, establecimientos o espectáculos.

4ª Prohibición de ausentarse del lugar de residencia sin autorización judicial previa.

5ª Obligación de residir en un lugar determinado.

6ª Obligación de comparecer personalmente ante el Juzgado de Menores o profesional que se


designe, para informar de las actividades realizadas y justificarlas.

7ª Cualesquiera otras obligaciones que el Juez, de oficio o a instancia del Ministerio Fiscal,
estime convenientes para la reinserción social del sentenciado, siempre que no atenten contra su
dignidad como persona”.

E. Convivencia con otra persona, familia o grupo educativo.

Se utiliza en pocas ocasiones, al menos en lo referente a persona o familia, pues


es difícil encontrar a alguna familia que quiera hacerse cargo durante un
determinado tiempo de un menor, que en el argot popular es como mínimo
calificado de «problemático». No obstante, en algunos casos si ha sido
verdaderamente útil, principalmente para los casos de familias desestructuradas y con
padres que no prestan la atención necesaria a ese/a hijo/a con problemas. Entonces, hacer
que el menor conviva con un abuelo, un tío o un hermano mayor, al que respeta
y a la vez confía en él, ha sido muy enriquecedor para el menor.

De esta forma se ha conseguido lo que pretende la medida, y que es proporcionar


al menor un ambiente tranquilo de convivencia, donde a su vez reciba algo que
para el menor es muy importante en esta época de su vida, y que no es otra cosa
que cariño y afecto de los que están encargados de su guarda.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 39


F. Prestaciones en beneficio de la Comunidad.

Introducida en la reforma de 1992, entonces se hablaba de servicios en beneficio


de la comunidad. En ambos casos hemos de partir de la idea de los popularmente
llamados «trabajos forzados», están prohibidos por nuestra Constitución. Por lo tanto, la
adopción de esta medida tiene que hacerse necesariamente con la conformidad
del menor.

Tiene dos finalidades: en primer lugar responsabilizar al menor sobre lo incorrecto de su


conducta, y del daño que ha causado, ya sea a una persona en concreto o a la sociedad en
general; y en segundo lugar resarcir de alguna forma a los perjudicados, por la infracción que
ha cometido el menor, y si esto no es posible, hacerlo en beneficio de las personas que se
encuentren en una situación de precariedad.

Hay asociaciones como Caritas, Cruz Roja, Asociaciones de protección de


animales, Ayuntamientos, etc. ... que tienen firmados convenios con la
Administración para que los menores puedan realizar estas prestaciones en
beneficio de la comunidad en las mismas.

G. Realización de tareas socioeducativas.

Es una de las medidas introducidas por vez primera en nuestro ordenamiento


con la LORPM, y está pensada para aquellos menores en los que se aprecia algún déficit
educativo; intentando mediante la asistencia del menor a programas ya existentes
dentro de la comunidad, o bien creando un programa para el caso en concreto,
lograr que el menor pueda superar estas carencias.

La propia Exposición de Motivos, pone ejemplos de cual puede ser el contenido


de estas tareas, y así hace referencia, a la asistencia a un taller ocupacional, a un aula de
educación compensatoria o a un curso de preparación para el empleo.

Estando en vigor la Ley 4/92, dentro de la ejecución de la medida de libertad


vigilada se incluyó en ocasiones la obligación de asistir el menor a un taller
ocupacional, lo que en la práctica tuvo buen resultado, porque junto al contacto
que se ofrecía al menor con otros jóvenes, se conseguía también que aprendiese
INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 40
un oficio, habiéndose conseguido que menores que acudieron a un taller
ocupacional posteriormente trabajaran en el oficio que aprendieron.

H. Amonestación.

Es copia de la antigua reprensión privada que recogía hasta 1.989 el Código


Penal. Ya existía antes en la Legislación de Menores, y consiste en un acto único, en
el que el/la Juez/a expone al menor las razones por las que son socialmente intolerables los
hechos que ha cometido.

Exponiéndole las consecuencias que tanto para él, como para la víctima si existe, han tenido los
hechos, y finalmente le formula recomendaciones para el futuro.

En la práctica no es tan sencillo, como pueda parecer desde fuera, amonestar a


un menor, pues el fin que se persigue con esta medida, consistente en hacer
reflexionar al menor sobre «el mal» que ha cometido, y que se de cuenta que eso no es bueno ni
para él ni para nadie.

Debe hacerse de forma que el menor comprenda el mensaje que se le quiere


trasmitir, pero el mismo debe hacerse con las palabras y formas adecuadas que
eviten que el menor se pueda sentir coaccionado o amenazado.

En definitiva, creo que esta medida tendrá su eficacia si se consiguen dos cosas
en el menor; responsabilidad y reflexión.

I. Privación del permiso de conducir ciclomotores o vehículos a motor, o


del derecho a obtenerlo, o de licencias administrativas para caza o para
cualquier tipo de armas.

En el año 1.992, ya se introdujo esta medida, en lo referente exclusivamente a los


ciclomotores y a los vehículos de motor.

Puede ser adoptada de forma independiente, o como accesoria de otra cuando el delito se haya
cometido utilizando un ciclomotor, vehículo de motor o arma.
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En la práctica se suele aplicar para los menores que tienen graves accidentes con
un ciclomotor, ocasionados por una grave imprudencia derivada de su conducta.

J. Inhabilitación Absoluta.

No se encontraba esta medida en la redacción originaria de la Ley, pero fue


introducida durante el periodo de « vacatio legis « de la Ley, por reforma de 22 de
Diciembre del 2.000.

Consiste, como ocurre en el Código penal para los mayores, “produce la privación
definitiva de todos los honores, empleos y cargos públicos sobre el que recayere, aunque sean
electivos; así como la incapacidad para obtener los mismos o cualesquiera otros honores, cargos o
empleos públicos, y la de ser elegido para cargo público, durante el tiempo de la medida”

6.4.- REGLAS PARA LA APLICACIÓN DE LAS MEDIDAS. (artículo 9)

No obstante lo establecido en el artículo 7.3 de la LO 5/2000 DE 12 ENERO, la


aplicación de las medidas se atendrá a las siguientes reglas:

1ª Cuando los hechos cometidos sean calificados de falta, sólo se podrán


imponer las medidas de amonestación, permanencia de fin de semana hasta un
máximo de cuatro fines de semana, prestaciones en beneficio de la comunidad
hasta cincuenta horas, y privación del permiso de conducir o de otras licencias
administrativas.

2ª La medida de internamiento en régimen cerrado sólo podrá ser aplicable


cuando en la descripción y calificación jurídica de los hechos se establezca que en
su comisión se ha empleado violencia o intimidación en las personas o actuado
con grave riesgo para la vida o la integridad física de las mismas.

3ª La duración de las medidas no podrá exceder de dos años, computándose, en


su caso, a estos efectos el tiempo ya cumplido por el menor en medida cautelar,
conforme a lo dispuesto en el artículo 28.5 “El tiempo de cumplimiento de las medidas

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 42


cautelares se abonará en su integridad para el cumplimiento de las medidas que se puedan
imponer en la misma causa o, en su defecto, en otras causas que hayan tenido por objeto hechos
anteriores a la adopción de aquéllas. El Juez, a propuesta del Ministerio Fiscal y oídos el
letrado del menor y el equipo técnico que informó la medida cautelar, ordenará que se tenga por
ejecutada la medida impuesta en aquella parte que estime razonablemente compensada por la
medida cautelar”.

La medida de prestaciones en beneficio de la comunidad no podrá superar las


cien horas. La medida de permanencia de fin de semana no podrá superar los
ocho fines de semana.

4ª En el caso de personas que hayan cumplido los dieciséis años en el momento


de la comisión de los hechos, el plazo de duración de las medidas podrá alcanzar
un máximo de cinco años, siempre que el delito haya sido cometido con violencia
o intimidación en las personas o con grave riesgo para la vida o la integridad
física de las mismas y el equipo técnico en su informe aconseje la prolongación
de la medida. En estos supuestos, la medida de prestaciones en beneficio de la
comunidad podrá alcanzar las doscientas horas, y la de permanencia de fin de
semana, dieciséis fines de semana.

5ª Excepcionalmente, cuando los supuestos previstos en la regla anterior


revistieran extrema gravedad, apreciada expresamente en la sentencia, el Juez
habrá de imponer una medida de internamiento de régimen cerrado de uno a
cinco años de duración, complementada sucesivamente por otra medida de
libertad vigilada con asistencia educativa hasta un máximo de otros cinco años.
Sólo podrá hacerse uso de lo dispuesto en los artículos 14 y 51.1 de esta Ley una
vez transcurrido el primer año de cumplimiento efectivo de la medida de
internamiento. Todo ello sin perjuicio de lo previsto en la disposición adicional
cuarta (párrafo redactado según Ley Orgánica 7/2000, de 22 de diciembre).

La medida de libertad vigilada deberá ser ratificada mediante auto motivado,


previa audiencia del Ministerio Fiscal, del letrado del menor y del representante
de la entidad pública de protección o reforma de menores, al finalizar el
internamiento, y se llevará a cabo por las instituciones públicas encargadas del

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cumplimiento de las penas, conforme a lo establecido en el artículo 105.1 del
vigente Código Penal.

A los efectos de este artículo, se entenderán supuestos de extrema gravedad


aquellos en los que se apreciara reincidencia (párrafo redactado según Ley
Orgánica 7/2000, de 22 de diciembre).

6ª Las acciones u omisiones imprudentes no podrán ser sancionadas con medidas


de internamiento en régimen cerrado.

7ª Cuando en la postulación del Ministerio Fiscal o en la resolución dictada en el


procedimiento se aprecien algunas de las circunstancias a las que se refiere el
artículo 5.2 de esta Ley, sólo podrán aplicarse las medidas terapéuticas descritas
en el artículo 7.1, letras d) y e) de la misma.

6.5.-DERECHOS Y DEBERES DE LOS MENORES INTERNOS.

ART. 56. LISTADO DE DERECHOS DE LOS MENORES INTERNOS

1. Todos los menores internados tienen derecho a que se respete su propia


personalidad, su libertad ideológica y religiosa y los derechos e intereses legítimos
no afectados por el contenido de la condena, especialmente los inherentes a la
minoría de edad civil cuando sea el caso.

2. En consecuencia, se reconocen a los menores internados los siguientes


derechos:

a) Derecho a que la entidad pública de la que depende el centro vele por su vida,
su integridad física y su salud, sin que puedan, en ningún caso, ser sometidos a
tratos degradantes o a malos tratos de palabra o de obra, ni ser objeto de un rigor
arbitrario o innecesario en la aplicación de las normas.

b) Derecho del menor de edad civil a recibir una educación y formación integral
en todos los ámbitos y a la protección específica que por su condición le
dispensan las leyes.

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 44


c) Derecho a que se preserve su dignidad y su intimidad, a ser designados por su
propio nombre y a que su condición de internados sea estrictamente reservada
frente a terceros.

d) Derecho al ejercicio de los derechos civiles, políticos, sociales, religiosos,


económicos y culturales que les correspondan, salvo cuando sean incompatibles
con el objeto de la detención o el cumplimiento de la condena.

e) Derecho a estar en el centro más cercano a su domicilio, de acuerdo a su


régimen de internamiento, y a no ser trasladados fuera de su Comunidad
Autónoma excepto en los casos y con los requisitos previstos en esta Ley y sus
normas de desarrollo.

f) Derecho a la asistencia sanitaria gratuita, a recibir la enseñanza básica


obligatoria que corresponda a su edad, cualquiera que sea su situación en el
centro, y a recibir una formación educativa o profesional adecuada a sus
circunstancias.

g) Derecho de los sentenciados a un programa de tratamiento individualizado y


de todos los internados a participar en las actividades del centro.

h) Derecho a comunicarse libremente con sus padres, representantes legales,


familiares u otras personas, y a disfrutar de salidas y permisos, con arreglo a lo
dispuesto en esta Ley y sus normas de desarrollo.

i) Derecho a comunicarse reservadamente con sus letrados, con el Juez de


Menores competente, con el Ministerio Fiscal y con los servicios de Inspección
de centros de internamiento.

j) Derecho a una formación laboral adecuada, a un trabajo remunerado, dentro


de las disponibilidades de la entidad pública, y a las prestaciones sociales que
pudieran corresponderles, cuando alcancen la edad legalmente establecida.

k) Derecho a formular peticiones y quejas a la Dirección del centro, a la entidad


pública, a las autoridades judiciales, al Ministerio Fiscal, al Defensor del Pueblo o
institución análoga de su Comunidad

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 45


Autónoma y a presentar todos los recursos legales que prevé esta Ley ante el Juez
de Menores competente, en defensa de sus derechos e intereses legítimos.

l) Derecho a recibir información personal y actualizada de sus derechos y


obligaciones, de su situación personal y judicial, de las normas de funcionamiento
interno de los centros que los acojan, así como de los procedimientos concretos
para hacer efectivos tales derechos, en especial para formular peticiones, quejas o
recursos.

m) Derecho a que sus representantes legales sean informados sobre su situación


y evolución y sobre los derechos que a ellos les corresponden, con los únicos
límites previstos en esta Ley.

n) Derecho de las menores internadas a tener en su compañía a sus hijos


menores de tres años, en las condiciones y con los requisitos que se establezcan
reglamentariamente.

ART. 57. LISTADO DE LOS DEBERES DE LOS MENORES INTERNOS.

Los menores internados estarán obligados a:

a) Permanecer en el centro a disposición de la autoridad judicial competente


hasta el momento de su puesta en libertad, sin perjuicio de las salidas y
actividades autorizadas que puedan realizar en el exterior.

b) Recibir la enseñanza básica obligatoria que legalmente les corresponda.

c) Respetar y cumplir las normas de funcionamiento interno del centro y las


directrices o instrucciones que reciban del personal de aquél en el ejercicio
legítimo de sus funciones.

d) Colaborar en la consecución de una actividad ordenada en el interior del


centro y mantener una actitud de respeto y consideración hacia todos, dentro y

INTERVENCION POLICIAL CON MENORES. NIVEL II (2.015) 46


fuera del centro, en especial hacia las autoridades, los trabajadores del centro y
los demás menores internados.

e) Utilizar adecuadamente las instalaciones del centro y los medios materiales que
se pongan a su disposición.

f) Observar las normas higiénicas y sanitarias, y sobre vestuario y aseo personal


establecidas en el centro.

g) Realizar las prestaciones personales obligatorias previstas en las normas de


funcionamiento interno del centro para mantener el buen orden y la limpieza del
mismo.

h) Participar en las actividades formativas, educativas y laborales establecidas en


función de su situación personal a fin de preparar su vida en libertad.

6.6.-INFORMACION Y RECLAMACION. (ART. 58)

Los menores recibirán, a su ingreso en el centro, información escrita sobre sus


derechos y obligaciones, el régimen de internamiento en el que se encuentran, las
cuestiones de organización general, las normas de funcionamiento del centro, las
normas disciplinarias y los medios para formular peticiones, quejas o recursos. La
información se les facilitará en un idioma que entiendan. A los que tengan
cualquier género de dificultad para comprender el contenido de esta información
se le explicará por otro medio adecuado.

Todos los internados podrán formular, verbalmente o por escrito, en sobre


abierto o cerrado, peticiones y quejas a la entidad pública sobre cuestiones
referentes a su situación de internamiento. Dichas peticiones o quejas también
podrán ser presentadas al Director del centro, el cual las atenderá si son de su
competencia o las pondrá en conocimiento de la entidad pública o autoridades
competentes, en caso contrario.

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6.7.-LA VIGILANCIA Y SEGURIDAD (ART. 59)

Las actuaciones de vigilancia y seguridad interior en los centros podrán suponer,


en la forma y con la periodicidad que se establezca reglamentariamente,
inspecciones de los locales y dependencias, así como registros de personas, ropas
y enseres de los menores internados

De igual modo se podrán utilizar exclusivamente los medios de contención que


se establezcan reglamentariamente para evitar actos de violencia o lesiones de los
menores, para impedir actos de fuga y daños en las instalaciones del centro o ante
la resistencia activa o pasiva a las instrucciones del personal del mismo en el
ejercicio legítimo de su cargo.

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Bibliografía
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