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Déficit o superávit ecológico nacional, medido como la biocapacidad por persona de un país
(en hectáreas globales) menos su huella ecológica por persona (también en hectáreas
globales). Datos de 2013.1
x ≤ -9 -9 < x ≤ -8 -8 < x -5 < x ≤ -4 -4 < x ≤ -3 -3 0≤x<2 2≤x<4 4
≤ -7 -7 < x ≤ -6 -6 < x ≤ -5 < x ≤ -2 -2 < x ≤ -1 -1 < x < ≤ x < 6 6≤x<8 8≤x
0
La huella ecológica (del inglés ecological footprint) es un indicador del impacto ambiental
generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas
del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos.
Índice
1 Cálculo
2 Aplicación y metodologías
3 Clasificación (años 2003 y 2005) según Global Footprint Network
4 Huella ecológica mundial por actividad (3002)
5 Véase también
6 Referencias
7 Enlaces externos
Cálculo
Aplicación y metodologías
El análisis de la Huella ecológica ha sido aplicado a varios niveles, desde la escala global,3
hasta el nivel hogareño.4 En este estudio, el componente huella ecológica de Guernsey ha sido
calculado y luego usado como una herramienta para explorar la toma de decisiones. Esto ha
sido hecho considerando la huella ecológica de pasajeros de viaje, observando datos sobre
series de tiempo y el desarrollo de escenarios.
Aunque la huella ecológica aspira a ser sobre todo un indicador cuantitativo y preciso, sus
principales frutos los ha dado como marco conceptual que permite comparar sociedades
completamente dispares y evaluar su impacto sobre el medio ambiente planetario.
En una vida básicamente agraria bien organizada y sin monocultivos extensivos, se estima
que entre 1 y 2 ha son aproximadamente el terreno necesario para atender a las necesidades de
una familia de forma autosuficiente.
Por otra parte, se ha llegado a la conclusión de que serían necesarios otros dos planetas como
este para que los 6.000 millones de seres humanos actuales pudieran vivir todos de la manera
en que, por ejemplo, vive un ciudadano francés medio, es decir, en una sociedad industrial
basada en la disponibilidad de combustibles fósiles.
El valor didáctico del concepto de huella ecológica reside en que hace evidentes dos
realidades ligadas que quedan fuera del alcance de la intuición. Primero, que el modo de vida
característico de los países más ricos del planeta no puede extenderse al conjunto de sus
habitantes. Segundo, que una economía planetaria sostenible exige de esa misma minoría
acomodada una reducción de sus consumos; y también de su nivel de vida, en la medida en
que no pueda compensarse con un aumento equivalente en la eficiencia de los procesos
productivos.