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PROSPECCION GEOQUIMICA

INTRODUCCION
• Uno de los temas más importantes en
geoquímica ambiental es el relacionado con la
determinación del grado y extensión de la
contaminación. Durante décadas los métodos de
prospección geoquímica se utilizaron para
detectar yacimientos minerales. Hoy,
paradójicamente, estos mismos métodos se
empiezan a emplear para determinar el alcance
de la contaminación inducida por la actividad
minera relacionada con esos mismos yacimientos
minerales
La actividad minera genera residuos que se
derivan de cuatro fuentes principales:
• 1) los gases expulsados por las chimeneas de
las fundiciones

• 2) las escombreras (mineral dumps)


• 3) de las balsas de estériles (tailings dumps)

• 4) los estanques de solución (pregnant-barren


solution ponds)
¿Cómo detectar la extensión de la
contaminación, y la intensidad de la misma?
• La anomalía geoquímica contrasta claramente con lo que podríamos
denominar valores normales de un determinado elemento químico en el
medio de dispersión (suelo, aguas, atmósfera). Aunque a veces una
anomalía pueda ser obvia en términos numéricos (valores
extremadamente altos de un elemento), la caracterización de la misma se
lleva a cabo mediante un tratamiento estadístico, más o menos complejo,
de la información. Definiremos dos conceptos básicos: 1) valor de fondo
(background), que corresponde al valor normal de un elemento en un
medio concreto; y 2) anomalía, que corresponde a una desviación
estadísticamente significativa a partir del valor de fondo, por ejemplo, los
valores que se encuentran sobre dos o tres veces el valor de la desviación
estándar (x > 3s). Un concepto relacionado es de umbral (threshold), que
corresponde al límite superior de las fluctuaciones de la media, en otras
palabras, el límite inferior de los valores anómalos. Es importante tener en
cuenta que durante el tratamiento estadístico de los datos geoquímicas
puede aparecer más de una población, dando lugar a una población
bimodal.
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Análisis poblaclonal. A la Izquierda definimos la anomalía en función de los
datos que quedan sobre la media más 2 S; a la derecha tenemos una
población blmoda�
� datos pertenecientes a la segunda población pueden ser considerados
comQ globalmente anómalos.
• Por muy sofisticado y discriminante que sea el
procedimiento estadístico utilizado para “tamizar” la
información, la persona encargada de llevar a cabo el
trabajo deberá utilizar además el “sentido común”, ya
que cabe recordar que la estadística es tan buena (o
mala) como quien la emplea. La utilización de
procedimientos estadísticos sin un conocimiento
adecuado de la geología de una zona o región puede
llevar a errores de gran magnitud. Por ejemplo, la
respuesta geoquímica de un elemento químico en una
región caracterizada por rocas sedimentarias
carbonatadas (e.g. calizas) no es igual a la de una donde
las rocas corresponden a secuencias máficas (e.g.
basaltos). Tanto los valores de fondo como los halos de
dispersión serán diferentes. Así, valores que podrían ser
considerados anómalos en la primera no tendrían por
qué serlo necesariamente en la segunda.
Existen diferentes escalas a la que se puede llevar a
cabo una campaña de prospección geoquímica:

• 1) de reconocimiento, que tiene un carácter


orientativo, basada en mapas 1: 1.000.000 a
1: 500.000
• 2) preliminar, donde se utilizan mapas 1:
200.000 a 1: 100.000
• 3) detallada, mapas 1: 50.000 y de mayor
detalle.
El tipo de muestras que se toman en
prospección geoquímica son variadas:
• 1) la fisiografía

• 2) el marco geológico

• 3) el tipo de anomalía que estamos buscando.


Detectando anomalías geoquímicas mediante la
utilización de diferentes tipos de muestras

• A continuación discutiremos los aspectos


generales de la utilización de suelos,
sedimentos fluviales, aguas y plantas en
prospección geoquímica. Hemos dejado las
rocas de lado ya que su utilización tiene más
que ver con anomalías primarias (presencia de
masas minerales en la roca), que con los
problemas de contaminación secundaria
inducidas por la actividad industrial.
1.1. Geoquímica de suelos
• Las características de los suelos
difieren en función de los
aspectos geológicos, fisiográficos,
y climáticos de una región. Estas
condicionan sus perfiles típicos
en cuanto al desarrollo (o
ausencia) y extensión de los
diferentes horizontes (A-C). Bajo
el punto de vista de la
geoquímica el horizonte B (de
acumulación) presenta un gran
interés, ya que es ahí donde
suelen concentrase de
preferencia los elementos
químicos.
• Los estudios orientativos deben constituir el primer paso en la
prospección geoquímica de suelos. Dichos estudios buscan
determinar la existencia y características de las anomalías asociadas
con un determinado foco emisor, y por lo tanto, deben desarrollarse
cerca de un lugar con estas características. También deberemos
establecer la distribución de elementos en sitios donde positivamente
sepamos que no hay contaminación, ya que así podremos determinar
de una forma fiables los valores de fondo para cada elemento.
También sirven como datos orientativos los valores “normales”
(promedio) de los elementos químicos en suelos .
Elemento Suelo y (rango) (ppm) Plantas (peso en seco) (ppm)

S 700 (30-900) 3400


Cr 100 (5-3000) 0.23
Co 8 (1-40) 0.5
Ni 40 (10-1000) 3
Cu 20 (2-100) 14
Zn 50 (10-300) 100
As 6 (0.1-40) 0.2
Se 0.2 (0.01-2) 0.2
Mo 2 (0.2-5) 0.9
Cd 0.06 (0.01-0.7) 0.6
Sn 10 (2-200) 0.3
Cs 50 0.2
Hg 0.03 (0.01-0.3) 0.015
Datos para suelos y plantas.
• Otra labor a desarrollar durante esta etapa inicial es el
determinar la naturaleza de la cubierta de suelos, esto
es, si trata de una cubierta residual o transportada.
También es importante establecer el tipo de análisis
que permite definir mejor la zona contaminada.
• La selección del plan de muestreo de suelos se
determina principalmente por la forma y dimensión,
probada o probable, del foco de emisión. Otro factor a
tomar en cuenta es la topografía del terreno, ya que las
anomalías geoquímicas se desarrollan pendiente abajo
a partir del foco de emisión.
El método clásico de muestreo es a lo largo de perfiles,
y las características de éstos dependerán entre otras
consideraciones de la escala a que estamos trabajando
Escala Intervalos entre perfiles Intervalos entre puntos de
muestreo

1: 1.000.000 12-

1: 500.000 6-

1: 200.000 100-

1: 100.000 100-

1: 50.000 0.5 km 50-

1: 25.000 250- 40-

1: 10.000 20-

1: 5.000 20-

1: 2.000 10-

1: 1.000
• Para el diseño propiamente dicho se determina la dirección
que deben tener los perfiles, normalmente perpendicular a
la dirección principal que tenga el foco de emisión, si bien
se pueden considerar otros factores como el topográfico:
perpendicularmente a la pendiente del terreno, si ésta es
aproximadamente constante, de forma que podemos
verificar que los contaminantes sigan este patrón de
migración descendente.

Trazado de perfiles (escala de detalle) para la toma de muestras en función de los


focos de contaminación
y la topografía (izquierda). A la derecha se muestra el mapa final que muestra las
anomalías
del elemento químico investigado.
• Una vez establecida la dirección
que deben seguir los perfiles, hay
que determinar el espaciado entre
éstos y entre muestras sucesivas a
lo largo de cada perfil. Una vez
establecidos estos parámetros, se
pasa al trabajo de campo, cuyo
primer paso es la localización de
los puntos de muestreo previstos
en la malla diseñada. Estos puntos
se localizan adecuadamente
mediante taquimetría (o brújula) y
cinta métrica, señalizándose
mediante estacas de madera o
metal, y se procede a la toma de Toma de muestras de
muestras, mediante métodos suelo en el distrito de
“artesanales” (azada, pico, pala) o Almadén (España) para
mediante herramientas diseñadas la
al efecto. determinación de
contenidos de mercurio.
• Una vez tomadas las muestras, se pasa a
su preparación para el análisis. Las
muestras de suelos requieren un secado
como primer paso. Para ello se extienden
sobre papel de filtro o similar, en lugares
cálidos, secos y bien aireados, pero
evitando excesiva corriente de aire que
pueda levantar polvo y mezclar las
muestras. Una vez secas las muestras, se
suele proceder a su cuarteo, para obtener
distintas fracciones, que se emplearán
para diferentes determinaciones. Para ello
se emplean cuarteadores específicamente
diseñados, o el método manual, basado
en homogeneizar la muestra lo más
posible, hacer con ella un “pastel” y
dividirlo en cuatro cuartos. Se toman los Operaciones de
cuartos opuestos por el vértice para una
fracción y los otros dos para otra, preparación de
sucesivamente hasta obtener la o las muestras en el
muestras que se requieran. Durante este
proceso es conveniente deshacer los laboratorio:
grumos de muestra apelmazados por la de cuarteo (izquierda)
materia orgánica, para lo cual suele ser
muy útil un rodillo de amasar. y de deshacer
“grumos” (derecha).
1.2. Sedimentos fluviales

• Los sedimentos clásticos están compuestos


principalmente por los productos menos solubles de la
meteorización. También pueden incluir elementos
móviles como parte de los materiales clásticos y del
material removido de las aguas y adsorbido en los
sedimentos (metales adsorbidos en minerales de
arcillas u oxihidróxidos de Fe o Mn). Una medida del
material removido de las aguas viene dado por la
razón: metal de fácil extracción química/metal total.
Esta razón puede llegar hasta el 50 % en áreas de de
rápida precipitación del metal en solución,
generalmente cerca de las fuentes de emisión.
El contraste entre los valores anómalos y el valor de
fondo depende de varios factores, entre ellos:

• 1) del contraste original en los materiales desde


donde provienen los sedimentos
• 2) del método de análisis
A su vez, la persistencia del contenido metálico de
los sedimentos al alejarnos de la fuente de
emisión depende de:
• 1) del aporte de metal a lo largo del río desde
otras posibles fuentes
• 2) de la mezcla con sedimentos de bajo contenido
metálico.
Al contrario de las aguas de un río, cuyo contenido en elementos
es más bien homogéneo (sujeto eso sí a cambios en el caudal),
los sedimentos presentan heterogeneidades que dependen de:

• 1) la distribución de los puntos de entrada del


metal en el cauce
• 2) los fenómenos de especiación del metal
• 3) la variación en el tipo de sedimento a lo largo
del río
Las muestras de sedimentos tienden a ser más
homogéneas cuando el metal se encuentra
adsorbido a la fracción fina, y las variaciones
sedimentológicas se deben a cambios locales de
velocidad y caudal de los ríos.
Las características que debe tener el muestreo de sedimentos
fluviales en función de la escala de trabajo se muestra en la
tabla
Escala Longitud mínima del cauce a Número de puntos de muestreo
muestrear por km2

1: 200.000 0.8km 1.7-2.1

1: 100.000 0.4km 4.0-5.0

1: 50.000 0.2km 8.5-14.0

1: 25.000 0.1km 18.0-32.0

Características recomendadas del muestreo de


sedimentos fluviales en función de la escala de
trabajo.
• Otro aspecto a tener en cuenta es la naturaleza de las unidades de roca
que corta el río. Determinados tipos litológicos pueden ser ricos o
extremadamente ricos en un determinado metal, y por lo tanto dar
lugar a falsas anomalías. Por ejemplo, si estamos estudiando cromo, y
el río en un sector corta rocas de composición peridotítica, es posible
que obtengamos una anomalía basada solamente en el valor de fondo
de estas rocas, que no tenga nada que ver con la fuente industrial del
metal. Esto nos lleva a recordar la importancia de los estudios
geológicos “previos” al diseño de una campaña de prospección
geoquímica. El clima y la fisiografía son factores importantes a
considerar ya que pueden afectar seriamente la movilidad de un
determinado elemento. La alta movilidad geoquímica del Zn se ve
reducida en regiones montañosas y frías. A pesar de que parece en
principio una contradicción, la prospección geoquímica de sedimentos
fluviales puede ser de gran interés en regiones áridas y semiáridas, ya
que aunque esporádicas, las precipitaciones pueden ser muy intensas,
lo cual posibilita, en ocasiones, fuertes tasas de remoción del regolito, y
por lo tanto, una fuerte movilización de los elementos químicos ligados a
éste.
Toma de muestras de sedimentos fluviales a distintas escalas
(A-C) para la definición de un blanco (B-C),
y su posterior caracterización de detalle (D).
Cabe destacar que cuando sea posible, conviene combinar estos
estudios con los de aguas. La toma de muestras debe de ir
acompañada de la recogida de datos sobre las características
físico-químicas de las aguas, concentración de oxígeno, pH, etc.

A la izquierda, toma de muestras de sedimentos fluviales (Río Toro,


Chile)
para la determinación de As, Cu, Zn. A la derecha laboratorio de
campo
para la determinación del pH y contenido de oxígeno de las aguas.
1.3. Aguas
Se denomina anomalías hidrogeoquímicas a los patrones
anómalos presentes en las aguas superficiales y subterráneas. La
importancia de la migración de los elementos químicos y
complejos en el agua está controlada por movilidad geoquímica
Movilidad relativa Condiciones de Eh-pH
Oxidante, Reductor, ausencia de Reductor,
pH> 4 H2S Con H2S

Muy móvil S, Cl, Br, I, B Cl, Br, I, B, Rn Cl, Br, I, B, Rn


Móvil Ca, Na, Mg, F, Sr, Zn, U, Ca, Na, Mg, F, Sr, Mn2+, Ca, Na, Mg, F, Sr
Mo, V, Se, Te, Re Fe2+, Zn, Cu, Ni, Pb, Cd

Ligeramente móvil Si, K, Mn, P, Ba, Li, Rb, Co, Hg, Ag, Si, K, P, Ba, Li, Si, K, P, Ba, Li, Rb, Cs, Tl,
Cs, Pb, Ni, Cu, Co, As, Rb, Cs, As, Tl, Ra, Hg, Ag Ra
Cd, Tl, Hg

Inmóvil Fe, , Cr, Ti, Zr, Hf, Y, REE, Nb, Ta, Be, Th, Sn, PGE, S, V, Mo, Se, Te, U, Re,
Au Mn, Cu, Ni, Pb, Cd, Fe, Co,
Hg, Ag
• La aplicabilidad de la hidrogeoquímica a los elementos que
se encuentran en baja concentración depende de los medios
analíticos de que se dispone. Cabe hacer notar que la
mayoría de los metales se encuentran en concentraciones
muy bajas en las aguas naturales, en el orden de las partes
por billón o partes por trillón (micro o nanogramos por litro).
La persistencia de las anomalías hidrogeoquímicas es un
factor determinante y está condicionado por: 1) el contraste
inicial; 2) la dilución; 3) la precipitación. El contraste inicial
depende de la solubilidad de los elementos químicos en la
fuente, la fisiografía y el clima. La dilución se debe al efecto
de las aguas de afluentes con contenidos metálicos más
bajos. Por último, la precipitación de los elementos está
condicionada por las fases minerales de los sedimentos, el
Eh, y el pH. Muchos metales divalentes (e.g. Cu, Zn, Ni, Co,
Cd, Pb) y trivalentes (Fe, Al) muestran correlación una
inversa con el pH, es decir su solubilidad aumenta a medida
que disminuye éste.
• Las anomalías hidrogeoquímicas dependen mucho de
las variaciones climáticas (precipitaciones,
temperatura) y por lo tanto de los cambios
estacionales. De ahí que los resultados que podamos
obtener de las aguas de un río en verano e invierno
puedan diferir fuertemente. La lluvia genera un
aumento del caudal y por ende de la dilución. Sin
embargo, si esto sucede después de un período seco
las aguas podrán lixiviar materiales ricos y transportar
los metales, generando de esta manera una elevación
en la concentración de estos. Esto puede ser notable en
regiones semiáridas del planeta, y uno de los ejemplos
más notables vienen dado por las inundaciones del año
1997 en el Río Carson (Nevada, USA), las que ayudaron
a remover y poner en solución grandes cantidades de
mercurio presentes en antiguas escombreras
abandonadas (hasta 61 ppm Hg en las aguas).
Biogeoquímica
• El uso de la vegetación como método de prospección involucra la
respuesta de las plantas a su medio, en particular al substrato
químico que las soporta. Esta metodología se basa en el análisis
químico de las plantas (Tabla 1) como medio para obtener
evidencias acerca de las posibles anomalías geoquímicas que se
oculten en profundidad. La biogeoquímica se adapta muy bien a
aquellas regiones que presentan una vegetación muy densa y
donde la cartografía geológica es difícil de ser llevada a cabo
(ausencia de afloramientos). Aunque esta técnica ha probado ser
de indudable ayuda, también presenta sus limitaciones,
ejemplificadas en el denominado efecto barrera: con algunas
pocas excepciones, las plantas pueden acumular un
determinado elemento hasta cierto nivel solamente. De hecho,
en el caso del mercurio, las raíces pueden actuar a modo de
barrera impidiendo que el elemento ascienda hacia los órganos
superiores de la planta.
En este sentido la plantas pueden ser
clasificadas en cuatro categorías:
• 1) sin efecto de barrera, las que concentran
linealmente elemento químico investigado
• 2) semi-barrera, que concentran entre 30 y 300
veces el valor de fondo del elemento en la planta
• 3) con barrera, contenidos de hasta 3-30 veces el
valor de fondo
• 4) con barreara de fondo, que no superan las
concentraciones normales del elemento en una
determinada planta
En otra esquema de clasificación, se habla de plantas
hiperacumuladoras cuando determinadas especies toleran 10-
100 veces más los valores normales de un determinado
elemento
Elemento Especie Contenido normal Contenido máximo Localidad
(ppm) (ppm)

Cu Becium homblei 183 2.500 Zambia

Mn Fucus vesiculosus 4.815 90.000 Rusia

Ni Alyssum Bertolonii 65 100.000 Italia

Zn Thlaspi calaminare 1.400 10.000 Alemania

Zn Thlaspi caerulescens 43.710 Europa central

Cd Thlaspi caerulescens 2.130 Europa central

Pb Thlaspi caerulescens 2.740 Europa central


Plantas hiperacumuladoras: A: Thlaspi caerulescens (Zn y Ni); B:
Alyssum bertolonii, (Ni);
C: Euphorbia helenae (Ni); D: Justicia lanstyakii (Ni).
Los factores determinantes de anomalías
de origen químico en las plantas son:
• 1) la disponibilidad de elementos en el suelo
• 2) las características nutricionales de la planta
• 3) los factores químicos y biológicos de la
incorporación de elementos químicos en la
planta
• La disponibilidad de elementos químicos en el suelo depende tanto
de la concentración del elemento como de su movilidad respecto
de la actividad de la planta. Esto es a su vez función del pH, Eh, la
capacidad de cambio de bases, y la presencia de agentes
acomplejantes. Las raíces, además de captar las sales disueltas
pueden absorber material unido a la superficie de partículas
clásticas, en parte debido al efecto de microambientes ácidos
generados por la raíces y en parte por fenómenos de cambio de
bases.

Absorción de Ni desde un suelo enriquecido en el


elemento
• El movimiento de constituyentes inorgánicos a la planta es controlado
selectivamente, de manera que algunos elementos son admitidos
libremente mientras que otros son rechazados en mayor o menor
grado. Como hemos comentado anteriormente, aunque las raíces
rechacen (en mayor o menor grado) selectivamente a algunos
elementos tales como el plomo, el vanadio o el mercurio, una parte
significativa llega a los órganos superiores de la planta y puede ser
fácilmente detectada mediante análisis químicos.

• Los principales elementos químicos requeridos por las plantas son


N, K, P, S, Ca, y Mg. Además de éstos los vegetales requieren muchos
elementos traza, principalmente Cu, Zn, Mo, Mn, o B. Si los suelos no
los poseen de manera biodisponible y en la cantidad adecuada, las
plantas sufren trastornos fisiológicos o mueren. Por otra parte, un
exceso de estos elementos sobre un nivel crítico es también perjudicial
para la vida de la planta (biotoxicidad). En muchas especies de plantas
el rango entre el mínimo requerido y el máximo tolerado es estrecho,
por ejemplo, unas pocas ppm en el caso del boro, mientras que
elementos como el cobre y el zinc pueden ser tolerados en mayores
cantidades.
• Un factor de mucho interés en los estudios de prospección
biogeoquímica es la profundidad de penetración de las raíces.
Aquellas plantas de raíces profundas que obtienen el agua del nivel
freático se denominan freatófitas, mientras que aquellas de raíces
extendidas en las capas superficiales del suelo son denominadas
xerófitas. Las primeras son de especial interés ya que permiten
detectar contenidos metálicos a profundidades notables, de 10 a 15 m
e incluso más.
• La toma de muestras puede realizarse sistemáticamente (red de
muestreo) o bien tomando muestras de plantas donde sea posible (si
la especie investigada es poco abundante). Una muestra de 20 g de
materia vegetal es suficiente para dar 1 g de cenizas requerido para el
análisis químico. Aunque potencialmente cualquier parte de la planta
es susceptible de ser analizada, las hojas constituyen un blanco común
dado su fácil acceso durante un muestreo sistemático. De todas
maneras es muy conveniente probar en un estudio preliminar que
parte de la planta concentra mejor el elemento investigado.
• Esta capacidad de algunas plantas de acumular elementos
químicos las hace doblemente interesantes, ya que por un lado, como
hemos visto, nos permiten detectar anomalías en un determinado
elemento químico, y por otra, dada su capacidad de acumulación,
pueden ser utilizadas para “limpiar” un terreno contaminado.

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