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DOSSIER

LOS
RConstruyendo
EYES CunaATÓLICOS
gran potencia
La fragua
Los Reyes Católicos reciben
de la unión la embajada del rey de Fez,
Carmelo de Luis óleo de Antonio Rodríguez,
pág. 54 de 1790 (Madrid, Real
Academia de Bellas Artes
de San Fernando).

Retos por Oriente


y Occidente
José-Luis Martín
pág. 58

En Granada sólo
quedó el llanto
Soha Abboud-Haggar
pág. 63

Juana y Felipe,
unos herederos
decepcionantes
Paulina López Pita
pág. 67
La unión de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón
sentó los bases de la España moderna. Para que fructifi-
casen, fue necesaria una intensa actividad diplomática y
bélica en todos los frentes. La reciente película sobre
Don Juan,
un príncipe Juana la Loca y la publicación de biografías de los prin-
para el romancero cipales protagonistas del periodo ponen de actualidad
Miguel Á. Pérez Priego
pág. 70 este reinado crucial de la Historia peninsular
1
DOSSIER: LOS REYES CATÓLICOS

La fragua de la

UNIÓN
La fuerza del matrimonio entre Isabel y Fernando se forjó con la
proclamación de la reina, tras la muerte de Enrique IV. Carmelo de Luis
explica la mecánica de una unión que cambió la Historia peninsular

E
nrique IV murió en Madrid la mandamientos de la Iglesia, que procu-
noche del 11 al 12 de diciem- raría el bien común y el acrecentamien-
bre de 1474. En su lecho de to de sus reinos, así como que guarda-
muerte, no quiso pronunciar- ría los privilegios, libertades y exencio-
se sobre la sucesión en la Corona de nes de los hidalgos y ciudades, fue re-
Castilla ni otorgar testamento. Hasta sus cibida y jurada por reina y señora pro-
últimos momentos dio pruebas de su pietaria de Castilla y de León. En el mis-
carácter irresoluto, falto de energía, mo acto, el rey don Fernando fue reco-
constantemente agobiado por los gra- nocido como su legítimo marido, alzan-
ves sucesos que se habían desarrollado do pendones por ella, como dice Fer-
en su reinado –la sublevación nobilia- nando del Pulgar en su crónica, y pro-
ria que llevará a la proclamación en nunciando el grito de: “¡Castilla, Castilla,
Ávila de su hermanastro Alfonso como por el rey don Fernando e por la reyna
rey de Castilla; la guerra civil; el reco- doña Isabel, su muger, proprietaria des-
nocimiento de su hermana como legí- tos reynos!”
tima heredera de la Corona en contra
del derecho de su hija Juana; la intro- Iniciativa sorpresa
misión aragonesa en los asuntos cas- Enrique IV, predecesor de Isabel, murió en
Parece ser que la proclamación fue una
tellanos, sobre todo en el matrimonio 1474 sin dejar resuelto el problema de su decisión personal de Isabel y que sor-
de su hermana; etc.– y que no había sa- sucesión (grabado del siglo XIX). prendió a su marido, que se encontraba
bido resolver, siempre temeroso del en- en Zaragoza. Allí le llegaron noticias de
frentamiento e inclinado constante- junta se le encomendaba la emisión de lo sucedido en Segovia por emisarios en-
mente a la negociación, en la que se ca- un dictamen sobre la sucesión en la Co- viados, primero, por el arzobispo Ca-
racterizaba por la debilidad ante sus ad- rona. rrillo, y, después, por el cardenal don
versarios. También conocemos la reacción de Pedro González de Mendoza. Poco más
Según las crónicas, el rey habría nom- Isabel, quien sin esperar a ningún pro- tarde, Gaspar Despés le entregaba una
brado una Junta de Nobles, de la que nunciamiento de la Junta de Nobles, des- carta de Isabel, en la que le anunciaba
formaban parte el cardenal don Pedro pués de los funerales por su hermano, la muerte de su hermano Enrique IV, pe-
González de Mendoza, el marqués de se hizo proclamar reina de Castilla en el ro en la que no se mencionaba la in-
Santillana, el condestable de Castilla, el atrio de la vieja iglesia de San Miguel, en tención de realizar el acto inminente de
marqués de Villena, el duque de Aré- la Plaza Mayor de Segovia, el 13 de di- la proclamación. Como consecuencia de
valo y el conde de Benavente. A dicha ciembre. Al acto, sencillo y realizado con estas noticias, Fernando se dirigió el día
presteza, acudieron los caballeros, re- 19 de diciembre hacia Castilla; el 21 re-
CARMELO DE LUIS es profesor titular de gidores y la clerecía segoviana. Después cibió en Calatayud noticias de Isabel y
Historia Medieval de la UNED. de que Isabel jurara obediencia a los de Gutierre de Cárdenas, en las que se

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LA FRAGUA DE LA UNIÓN
DOSSIER: LOS REYES CATÓLICOS

le comunicaba la proclamación gobierno de Castilla y de León, zarían ambos, pero la persona pro-
del día 13. En dicho acto no se se nombró al arzobispo Carri- puesta para el nombramiento sería de-
podía negar que el rey Fer- llo y al cardenal Mendoza, que signada por la reina Isabel.
nando quedaba casi relegado a debieron estar asesorados por Si estaban juntos, administrarían justi-
la condición de rey consorte de dos grandes juristas: uno, cas- cia conjuntamente, pero si no lo estu-
Castilla. Las noticias y comen- tellano, Rodrigo Maldonado de vieran cada uno podría administrarla por
tarios que le llegaban del acto Talavera; y el otro, aragonés, su cuenta, conociendo y proveyendo en
despertaron en él una gran des- Alfonso de la Caballería. todos los asuntos el que estuviera con
confianza, sobre todo cuando Las llamadas Capitulaciones el Consejo formado. Y parecido trámi-
le describían cómo Gutierre de de Segovia, también conocidas te se seguiría para el nombramiento de
Cárdenas “llevaba delante de la como Sentencia Arbitral, Con- los corregidores, pudiendo nombrarlos
reina una espada desnuda de cordia y Acuerdo para la go- el rey con facultad y poder de la reina.
la vaina para demostrar a todos bernación del Reino, se firma- El articulado, que era favorable a Isabel,
cómo a ella correspondía cas- ron en dicha ciudad el día 15 corroboraba el sentido de las capitula-
tigar a los malhechores como de enero de 1475. Las disposi- ciones de Cervera y con sus disposicio-
reina de estos reinos y señorí- ciones fueron las siguientes: en nes se garantizaba la libertad castella-
os”, ya que esa espada era el los documentos de justicia, na frente a Aragón.
símbolo del poderío real abso- pregones, monedas y sellos el
luto, el símbolo de la señoría nombre del rey precedería al El peligro portugués
mayor de la justicia. de la reina, pero las armas de Todas estas disposiciones fueron reba-
El día 25, se encontraba el Castilla y de León se relacio- sadas y cambiadas, ante el peligro de
rey en Almazán, pero debió es- narían en primer lugar, es de- la que sería la guerra civil castellana y
perar en Turégano hasta que se cir, antes que las de Sicilia y de peninsular contra Portugal, por los po-
preparara su entrada en Sego- Las flechas eran la divisa de la reina, y la inicial de la palabra, F, Aragón. deres concedidos a Fernando el 28 de
via para ser proclamado rey de la del rey. El yugo, la divisa de Fernando y la Y, inicial de Isabel. El pleito homenaje de las abril de 1475. Estos poderes le autori-
Castilla. El hecho tuvo lugar el fortalezas se haría a Isabel, co- zaban en toda la Corona de Castilla a
2 de enero de 1475, acompañado el rey 27 de diciembre a defender a Isabel co- mo hasta ese momento se había reali- proveer, ordenar y mandar todo lo que
por los más altos representantes de la mo reina y señora natural de la Corona zado, desde que sucedió como reina en creyera oportuno en servicio de la reina
nobleza y del clero. En la puerta de San de Castilla con el rey don Fernando, su la Corona de Castilla, y como ella ha- y suyo, así como a disponer de las ciu-
Martín juró respetar los privilegios de di- legítimo marido, es decir, reina propie- bía pedido en su carta a las ciudades dades, villas, lugares, fortalezas, tenen-
cha ciudad y, desde allí, se dirigió a la taria y rey consorte. La otra postura, la con voto en Cortes: “E los alcaydes que cias y alcaldías de la Corona, proce-
catedral segoviana, bajo palio, acompa- de los partidarios de la solución arago- tienen las fortalezas de esa dicha çib- diendo al nombramiento de los oficiales
ñado por el cardenal Mendoza y por el nesa, sostenía que el reino correspondía dad e su tierra vengan o enbíen a me y corregidores de villas y ciudades, y
arzobispo Carrillo, siendo recibido por a Fernando, ya que era el legítimo he- fazer la seguridad e omenaje por ellas otorgando las mercedes que considera-
el obispo y el cabildo, prestando allí el redero de Enrique IV, porque no podí- que, segund las leyes de mis reynos, se oportunas, resumiendo todas las atri-
juramento del reino. an reinar las mujeres, aunque sí podí- son thenudos de fazer”. Las rentas cas- buciones en la cesión de la potestad su-
an transmitir sus derechos; de acuerdo tellanas se emplearían en los gastos de prema, alta y baja, que a ella la corres-
Besamanos y juramento con ello, entendían que la corona co- la Administración de Castilla (tenencias, pondía como “heredera e legítima
Fernando del Pulgar lo narra así: “E lue- subçesora que só de los dichos reynos
go los grandes e perlados e caballeros e señoríos”. Es decir, los poderes que ce-
que avemos dicho le besaron las manos
Las Capitulaciones de Segovia, que día a su marido no eran los de un me-
e fizieron el mismo juramento que aví- estipulaban el reparto de poderes, se ro rey consorte, no se derivaban de la
an fecho a la Reyna, su muger, legítima Concordia, sino que estaban en clara
subçesora e proprietaria destos rreynos”, firmaron el 15 de enero de 1475 contradicción con ella, aunque la cesión
Las armas de los reyes de Castilla y Aragón, que sentaron las bases de un gobierno conjunto
en todos sus dominios, en una miniatura del Marcuello.
dirigiéndose después al encuentro de la no suponía la renuncia de la reina a sus
reina en el Alcázar, donde se sirvió una rrespondía a don Fernando, como pri- mercedes, tierras, quitaciones, oficios, derechos. A partir de ese momento, a que existía entre Fernando e Isabel una el del nombre de la reina, la letra Y. El
cena de bienvenida con un numeroso mo de Enrique IV y marido de Isabel. Es Consejo, Cancillería, acostamientos, Fernando se le podía considerar como unión total, una paridad entre el rey y la yugo era aquél que, según la historia
grupo de invitados. posible que Fernando aceptara la pos- sueldos, etc.); y lo que sobrara se gas- un rey efectivo en Castilla. Se estaban reina, así como una igualdad en la ad- que Quinto Curcio contaba de Alejan-
En la corte había dos posturas con- tura castellana, convencido de que la le- taría en lo que decidieran los reyes con- sentando las bases de un gobierno con- ministración y gobierno de sus reinos. dro Magno, tenía hecho un nudo –el
trapuestas sobre cómo habría de esta- gitimidad de Isabel, reconocida en Gui- juntamente. Se actuaría de la misma ma- junto en todos sus dominios, autorizan- Nada más lejos de la realidad: ni las Ca- gordiano– que nadie había conseguido
blecerse el ejercicio de la autoridad por sando, venía determinada por ser la su- nera en las rentas de Aragón, Sicilia y do al rey a ejercer funciones propias del pitulaciones ni el documento de cesión desatar y que cortó Alejandro con la es-
parte de la reina y del rey. Una de es- cesora de su hermano Alfonso, y de que, los señoríos del rey. El nombramiento poderío real, parecidas a las que cede- de poderes tenían nada que ver con el pada, mientras decía “tanto monta”. La
tas posturas era la que pudiéramos lla- si aceptaba las tesis aragonesistas, im- de contadores, tesoreros y oficiales en rá Fernando a su mujer en 1481, en sus famoso “Tanto monta”, que indudable- moraleja es que cortar o desatar es lo
mar la solución castellana, defendida so- pedía la sucesión de su hija Isabel, ya Castilla sería competencia de Isabel. Las dominios de la Corona de Aragón. mente era la divisa del rey Fernando. mismo, si se conseguía el objetivo. El
bre todo por el cardenal Mendoza, el que hasta ese momento ellos no habían mercedes y oficios en Castilla y León Alguna lectura poco atenta de las Ca- La de la reina era el haz de flechas, lema adoptado por el rey estaba en lí-
condestable don Pedro Fernández de tenido descendencia masculina. Como serían concedidos por la reina. Las pe- pitulaciones y de los poderes concedi- la Unión de Reinos, y la inicial de la pa- nea con la tendencia humanista de se-
Velasco, el almirante de Castilla don árbitros para determinar la fórmula ju- ticiones de provisión de maestrazgos, dos, y una mala interpretación de la di- labra flechas, la letra F, era la primera del cularización de la política y de la mo-
Alonso Enríquez y el conde de Bena- rídica y resolver el orden y la forma que dignidades, obispados, priorazgos, aba- visa “Tanto monta”, han dado lugar a nombre del rey; mientras que Fernando ral que posteriormente desarrollaría Ma-
vente, que se habían comprometido el se debían tener en la administración y días y beneficios eclesiásticos la reali- que se haya afirmado numerosas veces eligió el yugo, cuya inicial coincidía con quiavelo. n

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DOSSIER: LOS REYES CATÓLICOS

RETOS
por Oriente y Occidente
Guerras con Portugal, pulsos con Francia,
intervencionismo en Navarra, pacificación
de Italia, conquista de Granada. Los Reyes
Católicos hicieron malabarismos bélicos y
diplomáticos para forjar un poder formidable

E
l matrimonio de Isabel y Fer- do matrimonio con la hija de Enrique IV.
nando en 1469 fue, como otros El apoyo prestado por Luis XI al rey por-
muchos, un matrimonio de tugués explica que Castilla pusiera fin a
conveniencia que trataba de más de cien años de alianza con Fran-
solucionar problemas internos de Casti- cia y adecuase su política exterior a la de
lla y de Aragón. Isabel y el grupo de no- Aragón, en guerra con Francia en los Pi-
bles que estaban a su lado necesitaban rineos, donde Luis XI retenía los conda-
apoyo para hacer valer sus derechos ne- dos de Rosellón y Cerdaña, y en Italia,
gados o discutidos por Enrique IV y su donde Aragón y Francia se enfrentaban
hija Juana, que contaban entre sus par- por el control del reino de Nápoles. (Ver
tidarios con Alfonso V de Portugal. En nº 30 de La Aventura de la Historia,
Aragón no se olvidaba que Enrique IV Isabel la Católica, el camino hacia el po-
fue algún tiempo Príncipe de Cataluña der).
por decisión de los catalanes sublevados
en 1462 contra Juan II, y era de vital im- Guerra y paz con Portugal
portancia para este rey aragonés que los Los problemas fronterizos y las disputas rroborada por el compromiso matrimo- que acudiesen a servir en la guerra con- monarca portugués renunciaba a casarse cubiertas en el Índico por los navegantes
castellanos no intervinieran de nuevo en por el control de la costa occidental afri- nial de Alfonso y Juana; se explica así que tra Portugal, dos meses a sus expensas con Juana “la Beltraneja” –tenía 17 años– portugueses y en “las Indias” –América
el conflicto o lo hicieran a su favor; el cana y de las islas de Canarias, Madei- al morir Enrique IV y declararse la guerra y cuatro más cobrando el sueldo pagado para la que se consideró el matrimonio fue inicialmente considerada parte de la
matrimonio serviría para conseguir la ra y Azores, explican las guerras entre entre los partidarios de Isabel y de Juana, a los soldados. con el príncipe Juan, hijo de Isabel y Fer- India– por Cristóbal Colón. El nuevo
ayuda o, al menos, la neutralidad de Castilla y Portugal y los intentos de fir- Alfonso V de Portugal se apresurase a pe- Las victorias castellanas de Toro (mar- nando, de un año de edad; Juana, final- acuerdo se firmó en Tordesillas, en 1494,
Castilla. Lo mismo buscaba Luis XI de mar la paz y asegurarla mediante ma- dir el reconocimiento de Juana “por ver- zo de 1476) y Albuera (febrero de 1479) mente, profesó como monja en Santa Cla- y supuso la división del Oceáno entre los
Francia, proponiendo el matrimonio de trimonios de miembros de las casas rei- dadera y legítima sucesora” y a defender abrieron el camino a las negociaciones, ra de Coimbra y el príncipe Juan fue uti- dos reinos atlánticos: la línea de delimi-
Isabel con su hermano, Carlos de Berry. nantes; en este sentido conviene recor- con las armas los derechos de la que po- que culminaron con la Paz de Alcaço- lizado para reforzar la amistad con Ma- tación estaría situada a 370 leguas al oc-
El triunfo de Fernando e Isabel tuvo co- dar que Alfonso V de Portugal era hijo dría ser su esposa. vas en septiembre de 1479: Castilla con- ximiliano de Austria. cidente de las islas de Cabo Verde, lo que
mo consecuencia inmediata la guerra con de una castellana y portuguesas fueron En la guerra, junto a nobles, clérigos firmaba sus derechos sobre Canarias y re- El descubrimiento de América, propi- determinaría que Brasil perteneciese a
Alfonso V de Portugal, que se proclamó las madres de Isabel “la Católica” y de y hombres de los concejos, tomaron par- nunciaba a los demás territorios en liti- ciado por las Capitulaciones de Santa Fe Portugal; más allá de esta línea imagina-
rey de Castilla en virtud de su proyecta- Juana “la Beltraneja”. te aventureros, caballeros andantes e, in- gio; la nueva alianza se confirmaría, co- –firmadas en 1492 entre los Reyes y Cris- ria, las nuevas tierras serían de Castilla.
Casados Isabel y Fernando de Aragón cluso, algunos omicianos, que se aco- mo tantas otras veces, por el matrimonio tóbal Colón– obligó a ampliar el acuerdo Aunque nunca estuvo claro el trazado
JOSÉ-LUIS MARTÍN es catedrático de Historia en 1469, los partidarios de Juana busca- gieron al privilegio del perdón otorgado del primogénito de Juan II de Portugal de 1479 con Portugal, extendiéndolo des- concreto de la línea de delimitación, los
Medieval, UNED. ron la ayuda de Portugal, que sería co- por Isabel y Fernando a los homicidas con Isabel, hija de los Reyes Católicos; el de las costas africanas a las tierras des- acuerdos de Tordesillas confirmaron las

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RETOS POR ORIENTE Y OCCIDENTE
DOSSIER: LOS REYES CATÓLICOS

Para Francisco Febo buscaron espo-


CABALLEROS sa los reyes de Castilla y de Francia; los
ANDANTES primeros ofrecieron a su hija Juana “la
Loca”, y Luis XI, para debilitar la posi-

E n la guerra entre castellanos y por-


tugueses, participaron caballeros
andantes como el abulense Rodrigo
ción de Fernando e Isabel, presenta co-
mo candidata a Juana “la Beltraneja”, a
la que apoyaba en sus pretensiones so-
Cortés, al que los Reyes ofrecieron la bre el trono castellano. La muerte de
villa portuguesa de Almeida en premio Francisco, en 1483, dejó el trono en ma-
al valor mostrado en defensa de los de- nos de su hermana Catalina, de trece
rechos de Isabel al trono. años, a la que no faltaron novios polí-
Rodrigo desafió a cuantos afirmaran, ticos: el príncipe Juan de Castilla y el
con Alfonso de Portugal, que Isabel y francés Juan de Albret -o Labrit–, que te-
Fernando no eran los herederos legíti- nía siete años y fue preferido como es-
mos del reino y se comprometió a com- poso de la reina de Navarra.
batir a pie o a caballo contra quien lo Los nuevos monarcas no pudieron en-
contrario afirmase; el desafío fue acep- trar en el reino y ser coronados hasta
tado por el portugués Luis Blanco, que 1494 y para hacerlo tuvieron que contar
a la hora de la verdad –son palabras de con la protección de tropas enviadas por
Fernando el Católico– “no se atrevió a Isabel y Fernando que exigieron a Ca-
esperaros, abandonó el campo y echó a talina el compromiso de no dejar pasar
correr; tras él fuiste y en su persecución por sus tierras a enemigos de Castilla,
llegaste a entrar en Portugal, con gran cuya intervención en los asuntos inter-
peligro de tu vida”. Un campamento militar de principios del siglo XIV, en La Batalla de la Higueruela (El Escorial). nos de Navarra fue cada vez más activa. El Gran Capitán, tras la Batalla de Ceriñola, en una cromolitografía del siglo XIX.
Entre Francia y Castilla, los monarcas
navarros carecían de autoridad y su rei-
paces firmadas años antes y ratificadas Atlántico las actividades comerciales de reino su legítima heredera, Blanca de no fue moneda de cambio en manos de de Pamplona tuvo lugar el 25 de julio de gonesa se rompió cuando, en 1466, los
con matrimonios entre hijos de los re- Castilla estaban amenazadas por la cre- Navarra, poco antes de que el monar- sus poderosos vecinos, que tan pronto 1512, y en julio de 1515 se realizó la ane- catalanes sublevados ofrecieron el tro-
yes de Castilla y de Portugal. ciente importancia de Francia, por lo ca castellano aceptara convertirse en acordaban la partición del reino como xión política a Castilla, conservando Na- no a Renato de Anjou y Luis XI apoyó
que no puede hablarse de sumisión po- Príncipe de Cataluña. Tropas navarras su cesión a la otra parte a cambio de varra y los navarros los fueros y cos- al nuevo rey contra Juan II, fortale-
La gran alianza antifrancesa lítica ciega de Castilla a los intereses de combatieron junto a las castellanas y el ventajas en Italia. tumbres del reino. ciendo los rumores que acusaban a Luis
El apoyo de Luis XI al rey “intruso” de la Corona de Aragón en los Pirineos y representante de Enrique fue el navarro Tras la muerte de Isabel la Católica, el XI de buscar la anexión de Cataluña a
Cataluña, Renato de Anjou, agravó las en Italia. Por otra parte, conviene re- Juan de Beaumont. Frente a los Beau- trono de Castilla pasó a Juana y su ma- Rosellón y Cerdaña Francia y la restauración de la unidad
tensiones entre Francia y Aragón. Con- cordar que Roma tomó partido en el mont estuvieron siempre los Agramont, rido, Felipe el Hermoso, firmó la paz En la guerra civil que enfrentó a los ca- de época carolingia.
tra el rey francés organizó Juan II de pleito sucesorio castellano a favor de fieles, en aquella época, a Juan de Na- con Francia. Fernando el Católico con- talanes y al rey Juan II, éste buscó apo- Tras la firma de la paz con sus levan-
Aragón la llamada La gran alianza oc- Portugal y en contra de Aragón: cuan- varra y a su hija Leonor, designada he- trarrestó esta alianza casándose con Ger- yos exteriores y los encontró, intere- tiscos súbditos, en 1472, Juan II llevó a
cidental , que incluía, por un lado, Ná- do Enrique IV quiso casar a su herma- redera por su padre en represalia por la mana de Foix, lo que le dio algún de- sados, en Luis XI de Francia, que ofre- cabo una campaña de liberación de los
poles y sus aliados italianos; Inglaterra, na Isabel con Alfonso V de Portugal, entrega del reino efectuada por Blanca condados pirenaicos, pero Luis XI no
tradicionalmente enfrentada a los mo- Paulo II no tuvo inconveniente en au- al monarca castellano. tardó en contraatacar y sólo la inter-
narcas franceses; y Bretaña y Borgoña, torizar el matrimonio, y, en cambio, se Muerta la reina y pasados los derechos Tras morir Isabel, el trono de Castilla vención de Fernando el Católico, con
unidas a la coalición para defenderse
del centralismo francés. Los Reyes Ca-
negó a conceder la dispensa solicita-
da para la boda de Fernando e Isabel,
a su hermana Leonor, casada con Gas-
tón de Foix, se acentuó la presencia
pasó a Juana y Felipe. Fernando se casó con tropas castellanas, permitió restablecer
el equilibrio y firmar la Paz de Perpiñán,
tólicos se unieron, también, a esta co- que se vieron forzados a presentar una francesa en Navarra hasta que, en 1476, Germana de Foix para contrarrestarlos 1473, que reconocía la soberanía ara-
alición aunque ello pusiera fin a las bula falsa para dar validez formal a su tanto agramonteses como beamonteses gonesa sobre Rosellón y Cerdaña, aun-
buenas relaciones mantenidas con Fran- matrimonio. aceptaron la mediación de Fernando recho al trono de Navarra; la situación ció un ejército de cerca de cinco mil que permanecerían en manos de terce-
cia y con Roma por Enrique IV; colo- –que a su condición de rey castellano se restableció tras la muerte de Felipe el hombres a los que se pagó con las ren- ros hasta que se liquidase la deuda con
fón de ese cerco a Francia fue la polí- Neutralizar Navarra unía la de hijo del monarca de Aragón–. Hermoso, en 1506 y el regreso de Fer- tas de Rosellón y Cerdaña, controlados el rey de Francia.
tica matrimonial elegida por Isabel y Con los problemas de la guerra con Por- Fernando recordó a los navarros el pe- nando como regente de Castilla. por Francia hasta que se hiciera efec- Dos años más tarde, Luis XI ocupaba
Fernando para sus hijos: el príncipe tugal y el conflicto con Francia se mez- ligro de anexión por Francia y consiguió Navarra no tardó en ser la víctima de tivo el pago de las soldadas. Cuando militarmente Rosellón, y aunque Fer-
Juan de Castilla casó con Margarita de claron, también, los asuntos navarros. que se le autorizase a instalar guarni- la situación internacional: en 1511 se Enrique IV de Castilla aceptó el título nando nunca dejó de negociar la devo-
Austria-Borgoña, Juana con Felipe el Durante siglos, Navarra había defendi- ciones en suelo navarro para impedir creó en Italia la Santa Liga a la que se de Príncipe de Cataluña, que le ofre- lución, sólo tras controlar Castilla y ocu-
Hermoso y Catalina con el heredero de do su independencia, amenazada por que desde él fuese atacada Castilla. Su adhirieron el papa Julio II, Fernando el cieron los rebeldes, y envió al Princi- par Granada estuvo en condiciones de
Inglaterra. Castilla y por Francia, mediante una há- política estuvo favorecida por los pro- Católico –también rey de Nápoles– y Ve- pado tropas castellanas y navarras, Luis imponer un acuerdo, firmado en enero
El cambio de orientación, aunque bil política de equilibrios entre ambas blemas de Luis XI en Borgoña, que le necia; Inglaterra no tardó en unirse a la XI brindó sus servicios a Juan II para de 1493 y hecho realidad con la entre-
propiciado desde la Corona aragonesa, potencias. El reinado de Isabel y Fer- obligaron a firmar la paz con Castilla, y coalición y el rey castellano aprovechó convencer a Enrique de que renuncia- ga de los condados por Carlos VIII de
tuvo, también, razones castellanas: los nando no fue una excepción; los reyes por la escasa edad del heredero de Gas- la firma de un tratado de amistad entre ra a cualquier derecho e intervención Francia, ocho meses más tarde. Nuevos
marinos y mercaderes de Castilla tení- castellanos intervinieron de manera ac- tón y Leonor, su nieto Francisco Febo, Navarra y Francia para invadir el reino en Cataluña, a cambio de consolidar su ataques franceses no impedirían que Ro-
an una fuerte presencia en el Medite- tiva en Navarra, siguiendo la política de rey a los once años, tras la muerte de Le- y anexionarlo a Castilla de acuerdo con dominio sobre los mencionados con- sellón y Cerdaña siguieran formando
rráneo que había que defender, y en el Enrique IV de Castilla, al que cedió el onor en 1479. los beamonteses. La ocupación militar dados pirenaicos. La alianza francoara- parte de Cataluña.

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DOSSIER: LOS REYES CATÓLICOS

del Gran Capitán no pusieron fin a las


guerras italianas, que continuarán du-
rante la época de Carlos V y Francisco
En Granada sólo quedó
EL LLANTO
I de Francia, a lo largo del siglo XVI.

Granada
Aunque las relaciones con Granada no
deben situarse en el ámbito internacio-
nal, por cuanto Castilla consideraba al
reino musulmán como suyo, como unas
tierras que esperan su ocupación, es im-
posible hablar de las relaciones inter-
nacionales de los Reyes Católicos sin de-
El 2 de enero de 1492, se rindió Boabdil, el último emir nazarí.
dicar unas líneas al reino granadino, del
que comenzaron a ocuparse tras la paz
Soha Abboud reconstruye, a partir de las fuentes árabes, la desesperación,
con Portugal y la sumisión de la noble-
za castellana.
la tristeza y las penurias de los últimos musulmanes de la Península
Hasta entonces, la situación interna les
había obligado a firmar treguas con Gra-

H
nada –1475 y 1478– que no pusieron fin acia el mediodía, la Cruz se tas torres de La Alhambra, donde onde- laciega, celebrando la victoria y advir-
a las escaramuzas fronterizas como la alzó en la Torre de la Vela, aban los pendones de Castilla y las trom- tiendo a la ciudad de su amenazadora
ocupación de Zahara por los musulma- perfectamente visible desde petas pregonaban su victoria. Grupos de presencia. El 2 de enero de 1492, Gra-
Escaramuza entre cristianos y musulmanes, en un grabado de la Historia de España de Mariana. nes de Ronda en 1481 o la reacción cas- la medina, la alcazaba anti- gentes armadas proponían una salida de- nada se entregaba a su destino y sólo
tellana –toma de Alhama– con la que se gua y el Albaicín y en toda la ciudad se sesperada contra el campo enemigo, mo- quedaban lamentos. Así lo reflejaba el
No sería ese el único conflicto que man- Católicos a cambio de protección naval inicia la guerra que condujo al final del levantó un inmenso clamor. Millares de rir matando, pero pronto se dispersaron poeta al-Daqqûn:
tuvieron los Reyes Católicos con Fran- contra los turcos; ésta les mereció el tí- reino nazarí.. gargantas pidieron venganza, pero mu- al constatar su escaso número, el osten- “A comienzos del año noventa y siete
cia, contra la que también lucharon por tulo de “Protectores de los Santos Luga- Los avances y retrocesos militares es- chas más prorrumpieron en alaridos des- sible movimiento de tropas cristianas no (fecha de la hégira), el sol
sus intereses en Italia. res”. En la guerra contra los turcos to- tuvieron condicionados por la política in- garradores y el llanto bañó los rostros de lejos de las murallas y las salvas de los de al-Andalus desaparecido quedó,
maron parte tropas mandadas por Gon- terna de Granada, cuyos reyes, a dife- todos los granadinos, vueltos hacia las al- cañones, emplazados en la fortaleza pa- Y el perro (el cristiano) alcanzó
La epopeya del Gran Capitán zalo Fernández de Córdoba, “el Gran Ca- rencia de los castellanos, fueron incapa-
A la muerte de Alfonso el Magnánimo de pitán” (ver nº 22, Victoria en Cefalonia) ces de controlar a la nobleza; por otro la- Guerreros y estandartes árabes
SOHA ABBOUD-HAGGAR, es profesora asociada capturados en la Guerra de
Aragón, Ferrante, hijo ilegítimo del mo- y entre los embajadores y diplomáticos do, la diplomacia y la flota castellana im- del Departamento de Árabe, Universidad Granada (detalle del fresco La
narca, heredó el reino de Nápoles bajo la enviados a Egipto desde la corte caste- pidieron la ayuda exterior desde el Nor- Complutense, Madrid. Batalla de la Higueruela,
protección oficiosa de Juan, hermano de llana merece atención especial Pedro te de África o desde Egipto –donde los Monasterio de El Escorial).
Alfonso, que recibió los territorios de Ara- Mártir de Anglería, de origen italiano, que marinos y mercaderes catalanes tenían
gón, Valencia, Cataluña y Mallorca, así co- dejó memoria de su viaje en la Legatio importantes intereses, lo que permitió a
mo las islas de Sicilia y Cerdeña. Fer- babilonica. Fernando firmar tratados con el sultán–.
nando, rey de Aragón desde 1479, se in- A partir de 1492, se terminó la paz ita- En 1482 Boabdil arrebató el trono de Gra-
teresó por la situación italiana, intentó re- liana, al pretender Carlos VIII de Fran- nada a su padre Abu-l-Hasan Alí (Muley
ducir la presión turca en el Mediterráneo cia el reconocimiento de unos posibles Hacén), que se refugió en Málaga, don-
oriental y contó con el apoyo pleno de derechos sobre el reino de Nápoles; Ale- de compartió el poder con uno de sus
Isabel y con los recursos de Castilla: las jandro VI, el papa Borgia o Borja, “señor” hermanos, apodado “El Zagal”.
naves castellanas en el Mediterráneo es- de Nápoles en cuanto éste formaba par- En una de las acciones de aquella gue-
tuvieron al servicio del maestre de Rodas, te del Patrimonio de San Pedro, negó va- rra, Boabdil fue hecho prisionero y ob-
y en el Norte se construyó una flota que lidez a las pretensiones francesas y sus tuvo la libertad cuando se declaró vasallo
estableció su base en Nápoles, con la mi- Estados fueron invadidos y hubo de asu- de Isabel y Fernando y, como tal, se com-
sión de garantizar la paz en el Medite- mir las pretensiones de Carlos sobre Ná- prometió a luchar contra su padre y tío
rráneo: la habilidad diplomática de Fer- poles, cuya capital fue ocupada en 1495. que habían recuperado Granada.
nando consiguió que Génova, tradicio- El temor a que Francia acabara domi- La división interna, atizada por los
nal aliada de Castilla, y Venecia, siem- nando Italia hizo posible la constitución castellanos y agudizada tras la muerte
pre al lado de Aragón, firmaran la paz y de la Liga Santa, en cuya defensa actua- de Muley Hacén –que llevó a dividir el
que a ella se adhiriera el Papa como “rey” ron tropas castellanas dirigidas por el reino granadino entre El Zagal y Boab-
de los Estados Pontificios. Gran Capitán, presente en Italia desde dil– facilitó la conquista de las plazas de
Pacificada Italia, Fernando negoció con 1495. Málaga y Baza, así como la entrega por
el sultán de Egipto la reapertura del con- Las tropas de Gonzalo Fernández de “El Zagal” de Guadix y Almería. Redu-
sulado de los catalanes –abierto también Córdoba mantuvieron los derechos de cido su reino a Ganada, Boabdil fue in-
a los castellanos– en Alejandría y con- Fernando de Aragón sobre el reino de capaz de hacer frente a los Reyes Ca-
cedió importantes privilegios a los mari- Nápoles, afianzados tras las victorias de tólicos y les entregó la ciudad el 2 de
nos y mercaderes súbditos de los Reyes Ceriñola y Garellano, 1503. Los éxitos enero de 1492. n

10 11
EN GRANADA SÓLO QUEDÓ EL LLANTO
DOSSIER: LOS REYES CATÓLICOS

su objetivo porque a nadie castellanos, porque sabían que la flota de


GENEROSAS se encontró que nos defienda; Castilla controlaba el litoral nazarí y que
CAPITULACIONES Que la voluntad de Allah se cumpla, no existía lugar alguno para un desem-
pues todo de Allah depende; barco, pues desde 1489/90 todos estaban

L as negociaciones comenzaron en el ve-


rano de 1491, teniendo como inter-
locutores a Hernando de Zafra, por par-
Que cada desdichado se encierre
sobre su tristeza, y que Allah
nos proteja de todo mal”.
en manos cristianas. Pese a todo, no ha-
bían cesado las peticiones de auxilio, se-
gún demuestran estos versos anónimos,
te castellana y a Abu-l-Qasin al-Mulah, (Antología de al-Maqqari) parte de un largo poema enviado a Abu
Yusuf ben Qumasa y Muhammad el-Pe- Yazid Jan el Otomano:
quenni, por la nazarí. La fecha de la ca- Un final anunciado “Paz a tí, oh nuestro señor, quien
pitulación deseada por Boabdil era ma- En el fondo, la desesperación de los gra- asestó el golpe de gracia y cubrió
yo de 1492, pero los granadinos se opu- nadinos era como la que podía sentir- de vergüenza a los infieles;
sieron a prologar sus penalidades que, ade- se ante la muerte de un familiar de- Allí reinando desde Constantinopla,
más –como se refleja en el texto– endu- sahuciado. Sabían desde mucho antes rodeado de su pueblo;
recerían las condiciones castellanas. Las que se había perdido la guerra y que, en Saludos te envían unos desgraciados
capitulaciones se firmaron el 25 de no- esta ocasión, no habría treguas ni ne- que quedaron abandonados
viembre en tres documentos: gociaciones ni se prolongaría la vida in- en el Occidente, en al-Andalus
Por el primero, se establecía la entrega dependiente del próspero Estado naza- en una tierra extraña;
de la ciudad en el plazo de 60 días y en el rí a cambio de tributos. Ocho años inin- Saludos de los indefensos, obligados
de 90, Las Alpujarras. terrumpidos de campaña, con innume- a comer cerdo, y carne mortecina”.
Por el segundo, los Reyes Católicos se rables reveses y escasos éxitos, les ha- (Antología de al-Maqqari).
comprometían a respetar la religión de los bían convencido de que la alternativa Pero lo peor, lo que anunciaba desde
musulmanes, sus prácticas y mezquitas, era la capitulación o la muerte. 1490 la inevitable derrota, era la situación
sus derechos y libertades, idénticos a los Cuando Abu Abdallah Muhammad b. interna. Las luchas fratricidas habían sido
demás súbditos y la inviolabilidad domi- Ali –Muhammad XII, el Boabdil de las un mal endémico, fomentado por los cris- Pintura de la bóveda de la Sala del Tribunal en La Alhambra de Granada, con diez retratos de reyes granadinos, en una de las pocas
ciliaria; se reconocían las propiedades; se crónicas cristianas–, inició el último rei- tianos. Las crónicas granadinas del siglo representaciones hispanoárabes de figuras humanas que se conocen. Esta reproducción es una interpretación decimonónica de la pintura original.
permitía a los musulmanes el desempeño nado nazarí, en abril de 1487, pidió ayu- XV registran la presencia frecuente de no-
de sus trabajos: comercio, agricultura, ar- da a Marruecos y a Egipto, pero ni uno bles y príncipes nazaríes en Castilla, que, sin iluminación, pues hacía tiempo que Los famosos artesanos únicamente se más al hambre, la inactividad y la deses-
tesanía... no pudiéndoseles imponer la- ni otro acudieron en su auxilio. de regreso a Granada, organizaban re- en las alcuzas no había aceite para lám- dedicaban a forjar armas, que de poco peranza.
bores no remuneradas; pagarían los mis- Por tanto, perdidas estaban casi todas vueltas contra el trono. El gran cadí Ibn paras y candiles. iban a servir en adelante, porque ya no Los rumores aseguraban que el acuer-
mos impuestos que bajo la monarquía na- las esperanzas en un socorro exterior. Ni Asim (m. 1453) aconsejaba, así, a la fa- había fuerzas para emprender las fulgu- do estaba firmado desde noviembre de
zarí, con la gracia de tres años para que siquiera circulaban por Granada los ha- milia nazarí que se ocuparan de los des- Resignación rantes acometidas que al principio del 1491 y que Boabdil había fijado el final
pudieran recuperarse de la guerra; se les bituales rumores de fantásticas flotas oto- tinos del reino y terminasen con sus pe- Nada quedaba de aquel reino deslum- asedio menudearon. Lejos quedaban de enero para entregar la ciudad. En di-
amnistiaba por los delitos de guerra o por manas o benimerines, que llegarían con leas: “Quien leyera los tratados de his- brante, envidia de todo el orbe musul- también los duelos singulares entre gra- ciembre, la penuria se hizo intolerable.
los que hubieran tenido lugar antes de la refuerzos suficientes para vencer a los toria y las crónicas de los reyes, sabrá que mán y admiración de Castilla. El amplio nadinos y castellanos, que distraían al Dice la crónica anónima Nubdat al-asr,
capitulación; el tesoro real costearía la re- los cristianos –que Allah los destruya– só- territorio, de unos 30.000 km. cuadra-
dención de los cautivos granadinos en ma- lo lograron tomar venganza de los mu- dos, había quedado reducido al perí-
nos castellanas; se respetaría a los cristia- sulmanes (...) después de haberse forta- metro amurallado de Granada y sus ha-
En los últimos días, la población de
no-conversos al Islam. lecido gracias a las discordias entre los bitantes, que sólo diez años antes eran Granada, incrementada por los refugiados,
Quien no quisiera permanecer en los andalusíes y después de haberse esfor- más de trescientos mil, a menos de la
territorios de la Corona, podría emigrar zado en dividir a los musulmanes...” cuarta parte, contando entre ellos milla- estaba hambrienta, helada y paralizada
al Norte de África, con transporte gra- (Yunna, II, 296). res de refugiados que habían huido has-
tuito, llevándose sus pertenencias, salvo Mas lo peor era el hambre. La Vega ha- ta la capital para protegerse tras los mu- pueblo y levantaban los ánimos, pues que entonces se reunieron con el emir
caballos, armas y metales preciosos. bía sido talada; el campo estaba yermo ros del último reducto islámico. De la ri- no era rara la victoria de los valerosos los miembros de su familia, notables del
A Boabdil se le entregaron doce villas y, desde hacía más de un año, pocas vi- ca industria de la seda, nada quedaba; adalides musulmanes. La mejor prueba reino, alfaquíes y representaciones de los
alpujarreñas se le prometía el puerto de tuallas habían salvado el cerco cristiano los prósperos orfebres no labraban sus es que los había prohibido el rey cris- estamentos y del pueblo y le expusie-
Adra, una vez demolidas sus fortificacio- y penetrado en la ciudad. Los previso- filigranas y damasquinados; marmolis- tiano, por el daño que causaban entre ron sus penalidades: sin comida, sin tra-
nes. Se le eximía del pago de los tribu- res funcionarios del emir tenían los gra- tas, yeseros, alfareros, curtidores, tinto- sus caballeros. bajo, muertos o heridos los mejores sol-
tos que pudieran estar vinculados a esas neros repletos en el verano de 1490, pe- reros y talabarteros no tenían trabajo por El derrotismo era tal a finales de 1491 dados. Y le dijeron: “Nuestros hermanos
posesiones y se le donaban 30.000 caste- ro año y medio de cerco casi había aca- falta de materias primas y de clientes. que apenas había habido oposición a las de Marruecos no nos han socorrido;
llanos de oro, cantidad muy apreciable. bado con las reservas, pese al estricto ra- Granada estaba hambrienta, helada y pa- negociaciones con los sitiadores. Aunque nuestro enemigo sigue creciendo y for-
Pactos tan generosos se comprenden cionamiento, que en los últimos meses ralizada. Así lo recogen los versos del los delegados del emir procedían con dis- taleciéndose y nosotros estamos cada vez
por el deseo de los Reyes Católicos de lo- era de pura hambre. Y no resultaba me- poeta al-Daqqun: creción, no pasaban desapercibidas sus más débiles; él recibe víveres y nosotros
grar una capitulación rápida y la integra- nor el problema del frío que les tenía ate- “Obstruyeron todos los medios idas y venidas entre La Alhambra y el Re- nada. Ahora que es invierno y tiene que
ción de la población, aunque la práctica ridos desde noviembre, sin leña para en- de vida y de provecho, como el gusa- al de Santa Fe, la ciudad de cal y canto levantar el campamento, si hablamos con
demostraría que eso sería plenamente po- cender el fuego en la cocina o en las es- no de seda que en el tejido entraba. levantada por los castellanos tras el in- él nos concederá lo que le pidamos; si
sible en pocos casos y que las capitula- Morisca de Granada vestida para el paseo,
tufas y sin ascuas en los braseros. Y la Desde el verano perdida está la leche cendio de su campamento el último ve- esperamos a la primavera, entrará en la
ciones se incumplieron, sobre todo tras la según una ilustración del Weiditz tristeza de las largas noches invernales, preparada y el apicultor tuvo que rano. Boabdil negociaba con el rey cris- ciudad y por nuestra debilidad termina-
muerte de Isabel la Católica. Trachtenbuch, de 1529. pobladas de terribles presentimientos y abandonar sus colmenas”. tiano, pero el clima de revuelta se debía rá con nosotros”.

12 13
DOSSIER: LOS REYES CATÓLICOS

señal convenida para que avanzara el


conde de Tendilla con sus fuerzas, pres-
tas a ocupar Granada.
Unos herederos decepcionantes
Hacia las tres de la tarde, Boabdil
abandonó La Alhambra, acompañado
por un lucido séquito y salió de la ciu-
dad por una puerta próxima al Genil,
donde le aguardaban los monarcas cas-
tellanos, con muchos nobles, capitanes
y gente de armas. Según las crónicas
cristianas, el emir se apeó del caballo e
JUANA Y FELIPE
hizo ademán de besar la mano a Fer-
nando de Aragón, en señal de pleitesía. La inestabilidad psíquica de su hija Juana y la altanería y el desinterés de su
El rey le evitó la humillación y tomó las
llaves de la ciudad que le ofrecía, pa- esposo Felipe por los asuntos de España fueron un quebradero de cabeza
sándoselas a la reina Isabel y ésta al
príncipe Juan, que se las dio al conde para Isabel y Fernando. Paulina López Pita retrata a la extraña pareja
Representación de Granada en el fresco de La Batalla de la Higueruela, pintado en 1585 en El de Tendilla, nombrado alcaide de La Al-
Escorial, para conmemorar la victoria cristiana contra los musulmanes de 1431. hambra a perpetuidad. Esta ceremonia
de entrega de llaves no encuentra eco
Boabdil respondió: “Vuestra es la de- gieron que 500 granadinos notables sa- en las crónicas árabes.
cisión; se hará lo que acordéis”. El emir lieran la víspera hacia su campamento y Probablemente, Boabdil no regresó a

A
tenía, pues, las manos libres para entre- pernoctaran allí. Boabdil aceptó entre- la ciudad. Algunas fuentes suponen que pesar de que Isabel, la hija
gar la ciudad, tal como ya había esta- gar esos rehenes, pero pidió que se le recogió a su hijo, que había sido rehén mayor de los Reyes Católi-
blecido. Se comentaba en Granada que enviaran de inmediato tropas, pues des- de los Reyes Católicos, y acompañado cos, había sido jurada here-
los pactos no era tan malos: se conser- confiaba, incluso, de la propia guarni- por algunos familiares se dirigió a la zo- dera por los procuradores
varían bienes, trabajos, religión, mez- ción de La Alhambra. Así, aprovechan- na alpujarreña donde le esperaba el res- reunidos en las Cortes de 1476, el na-
quitas e, incluso, armas. Habría que pa- do la noche, salieron los 500 rehenes ha- to de su familia, ya aposentada en el feu- cimiento de su hermano Juan, en Sevi-
gar impuestos, pero no serían más du- cia el campamento cristiano y entraron do que el tratado de Santa Fe le había ad- lla, dos años más tarde, privaría a la in-
ros que los tributos esquilmadores de la en Granada soldados castellanos por la judicado. En la ciudad hubo algunos al- fanta del título de princesa heredera,
última década; se decía, también, que puerta de la zona de Los Alijares, al es- borotos, más bien menores, y el 6 de ene- pues el sistema sucesorio normal de la
quien quisiera vivir en las tierras del Is- te de la ciudad, que gentes del emir na- ro de 1492, los Reyes Católicos entraron Corona daba preferencia a los varones
lam, sería trasladado a ellas gratuita- zarí se encargaron de abrirles. La infan- solemnemente en Granada. sobre las hembras; Juan fue jurado prín-
mente. tería castellana, con lanzas y arcabuces, Tiempo después, un anónimo poeta cipe heredero por las Cortes en 1480.
Eso hacía desear a muchos que se lle- subió hasta La Alhambra y se apostó en almeriense, emigrado al Norte de África, El matrimonio del heredero fue ne-
gara a la capitulación inmediata, para sus murallas. lloraba así la irreparable pérdida en su gociado en diversas ocasiones en fun-
que terminasen el hambre y el frío, pe- Pasada la medianoche, Boabdil reci- Elegía andalusí: ción de los intereses diplomáticos de la
ro a todos les entristecía el ocaso islá- bió en el salón del trono del Palacio de “Caen mis lágrimas tan dolorosas Corona, y, finalmente, en 1493, el em-
mico. Algunas voces se alzaban llaman- Comares al comendador Gutierre de como si de sangre se tratara, bajador Francisco de Rojas logró con-
do al combate sagrado, al-Yihad, como Cárdenas, jefe de aquella fuerza, al que Hogar de mis antepasados certar los matrimonios entre el prínci-
estos versos de un poeta anónimo en su entregó las llaves de La Alhambra a cam- y tierra donde nací, con cuyos pe Juan y Margarita de Austria y de Jua-
elegía por al-Andalus: bio de un documento firmado por los bienes y riquezas crecí... na y Felipe el Hermoso, que ratificaban
“¡Oh creyentes!, levantaros para asestar Reyes Católicos, por el que tomaban po- Nunca te olvidaré, oh mi Almería, fuis- de este modo la alianza de los Reyes con
un duro golpe, porque el rayo sesión de los palacios nazaríes. te la víctima de los cobardes el Imperio Germánico, Borgoña y Flan-
se escudó tras la desidia La salida de los rehenes y la entrada que solos se quedaron”. n des. La muerte de Juan, en 1497, resta-
A ello invoco a árabes y no árabes, de tantos soldados no pasó desaperci- bleció los derechos de la hija mayor de
como llama el caballero a su montura bida, pero, aunque se viera todo aque- los Reyes, casada con Manuel, rey de
perdida en la noche; llo con pena por lo que se perdía y con Procedencia de las citas Portugal, que fueron jurados herederos
¡Venga!, levantad el ánimo para temor a lo que se avecinaba, nadie se Las citas traducidas del árabe por la autora de Isabel y Fernando después de que
del artículo han sido extraídas de:
el combate sagrado y que su rostro movió. La sedición era más el deseo de Manuel venciera los recelos portugue-
- Anónimo, Nubdat al-asr (Fragmentos de la época
brillante ilumine la noche”. algunos que una posibilidad real. Todo sobre noticias de los reyes nazaritas), ed. M.R. al- ses ante una posible absorción de Por-
estaba decidido. En la mañana del 2 de Daya, Damasco, 1984. tugal por Castilla; la muerte prematura
La despedida del emir enero de 1492 se dijo la primera misa - Anónimo, Elegía andalusí, ed. S.A. Hanna en Isla- de Isabel y del hijo habido en el matri-
mic Culture, LXII,1 (1988), 24-48.
La sedición parecía ganar adeptos al dentro de La Alhambra. A mediodía, Gu- - Al-Daqqûn (m. 1515), versos extraídos de la anto-
monio dejó la herencia en manos de la
concluir 1491, tanto que el emir envió tierre de Cárdenas ordenó que se le- logía de al-Maqqari (m. 1613) Azhar al-Riyad (Las segunda de las hijas de los Reyes, Jua-
emisarios al campamento cristiano pa- vantara la Cruz y que se tremolaran los flores del campo), ed. M. al-Saqqa, El Cairo, 1942. na, casada con Felipe el Hermoso, hijo
- Ibn ‘As_im, Abu Yahya Muhammad (m. 1453),
ra adelantar la capitulación, que fue fi- pendones de Castilla en las torres, don-
Yunna al-rida (Cobertura de la satisfacción en acep-
jada para el día 2 de enero de 1492. Pa- de toda la ciudad pudiera verlos, y que tar el designio y decreto de Dios), ed. S. al-Yarrar, PAULINA LÓPEZ PITA es profesora titular Fernando e Isabel con su hija Juana, que se convirtió inesperadamente en reina de Castilla
ra evitar una celada, los castellanos exi- se dispararan salvas de artillería. Era la Amman, 1989. de Historia Medieval, UNED, Madrid. por la muerte de su hermano Juan, en una ilustración del Marcuello.

14 15
JUANA Y FELIPE, UNOS HEREDEROS DECEPCIONANTES
DOSSIER: LOS REYES CATÓLICOS

de Maximiliano de Austria y de María de y Fernando, Juana empezó a dar mues-


Borgoña. tras de su desequilibrio y durante varios
Hay que recordar que esta situación no días se negó a dormir y a probar ali-
era del agrado de los Reyes Católicos, mento alguno y mantuvo una clara hos-
aunque nunca lo manifestaron ni per- tilidad con su madre la reina Isabel, cu-
mitieron que sus cronistas lo recogie- ya muerte un año más tarde tal vez ten-
sen, pues se veían obligados a reco- ga algo que ver con el dolor ante la
nocer como heredero a un príncipe ex- hija desequilibrada que difícilmente
tranjero que desconocía las lenguas de podría gobernar.
sus reinos. Además, la actitud de su
yerno les era poco grata, no sólo por Zancadilla real a Felipe
el trato que dispensaba a su esposa, La reina Isabel conocía muy bien el
causándole grandes desaires en la Cor- estado mental en el que se encontra-
te flamenca, sino también por su per- ba su hija y las desavenencias exis-
sonalismo y por la simpatía que el ar- tentes en el matrimonio, que se habí-
chiduque mostraba hacia Francia, moti- an agravado de manera especial des-
vo por el cual Felipe había llegado a en- pués que Juana descubriese y maltrata-
frentarse, tiempo atrás, a su padre Maxi- se a una de las amantes de su marido.
miliano y que a punto estuvo de hacer Isabel quería evitar a toda costa que Fe-
fracasar el matrimonio, tan hábilmente lipe arrebatase el poder a su esposa y el
concertado por el embajador Francisco 23 de noviembre de 1504, tres días an-
de Rojas. Juana la Loca comenzó pronto a dar muestras tes de morir, ordenó en el codicilo aña-
de desequilibrio y a enfrentarse a sus padres. dido a su testamento que, después de su Fiesta de cañas en Valladolid, en honor de Felipe el Hermoso, al que nunca le atrajo España (Bruselas, Biblioteca Real).
Intromisión con Londres muerte, su esposo Fernando goberna-
Contribuía al malestar de los Reyes el llegaron a Fuenterrabía y en Toledo se se los reinos y señoríos de Castilla, de tado como gobernador. Sin embargo, Fer- decisiones, llegaron a un acuerdo para duda, no había sido formada para go-
interés mostrado por Felipe en el re- entrevistaron con los Reyes y fueron ju- León y de Granada en nombre de la rei- nando se encontró con la oposición de gobernar, contra el parecer de muchos bernar, sino más bien para desempeñar
greso a Flandes de su hermana Marga- rados por las Cortes castellanas el 22 de na doña Juana, cuando no estuviera en muchos nobles castellanos, que no re- castellanos, que se mostraron fieles a Jua- un buen papel en la corte borgoñona.
rita, viuda de príncipe Juan, ya que pre- mayo. dichos reinos o estando no se hallase en conocían su gobierno y solicitaban la ve- na. La muerte de Felipe en Burgos, don- Heredó la melancolía, próxima a la lo-
suponían que deseaba vincularla con Pocos meses después, las Cortes ara- condiciones de atender el gobierno de nida a España de Felipe el Hermoso. de había instalado su corte, el 25 de sep- cura, que había manifestado su abuela,
Inglaterra, entrometiéndose de este mo- gonesas reconocieron también como he- los mismos. Trataba así de conjurar el Con el fin de solucionar la inestabi- tiembre de 1506, después de un breve rei- y de la que también dieron muestras sus
do en el matrimonio acordado entre Ca- rederos a Felipe y Juana, una vez que peligro de que, si Juana llegase a reinar, lidad política, se hacía necesario esta- nado, vino a agravar el estado en que se hermanas Isabel y Catalina, al quedar
talina, la hija menor de los Reyes Ca- éstos hubieron jurado los fueros y pri- su esposo la desplazara para gobernar blecer una firme unión entre Fernando encontraba Juana. El cuerpo de su mari- viudas de Alfonso de Portugal y de Ar-
tólicos, y Arturo, el heredero inglés. Pe- vilegios. Tras el juramento, a pesar de ir él personalmente. y sus hijos, por lo que el 24 de no- do, enterrado en la Cartuja de Miraflores, turo, heredero de Inglaterra. Su matri-
se a todos sus recelos, Fernando e Isa- contra los deseos de sus suegros, que El proceso natural era que Felipe Her- viembre de 1505 se firmó la Concor- fue sacado para conducirlo a Granada, monio con Felipe probablemente agu-
bel insistieron en que Felipe y Juana vi- deseaban que los archiduques se que- moso gobernase ocupando el lugar de su dia de Salamanca entre Fernando y los pero en su largo peregrinar por los cam- dizó su mal, ya que desde el inicio de
niesen a los reinos hispanos para ser ju- dasen a residir en sus reinos, en di- esposa, pero los Reyes Católicos no con- representantes de Felipe el Hermoso, pos de Castilla, la reina Juana hubo de de- su vida en común mostró una neurosis
rados herederos por las respectivas Cor- ciembre de 1502 y sin tener en cuenta fiaban en el modo en que procedería en mediante la cual se establecía un go- tenerse para dar a luz a su hija Catalina. creciente. Su amor por Felipe había te-
tes, de igual forma que habían proce- la mala época que era para viajar y las las cuestiones de gobierno en España, nido algo de neurótico. Juana no había
dido con su hija Isabel y su esposo Ma- advertencias de los Reyes sobre las ma- por el despego y poco interés que ha- podido soportar la vida licenciosa que
nuel, rey de Portugal; además trataban las relaciones con Francia, Felipe em- bía mostrado por los asuntos hispanos en
La muerte de Felipe en Burgos, en 1506, llevaba su marido por el que sentía pa-
de atraerse a Felipe para lograr, no só- prendió de modo precipitado el regreso su reciente viaje. Por ello se consideró agravó el estado de Juana y Fernando radójicamente amor y odio, ni tampo-
lo que su nieto Carlos, quien habría de a Flandes, lo que no causó buena sen- más conveniente que su nieto Carlos vi- co la falta de entendimiento cuando tra-
llegar a ser su heredero, fuera educado sación, de manera especial por no ha- niese a España, donde recibiría una ade- se encargó de nuevo de gobernar Castilla taban asuntos de Estado, por lo que se
en España, sino también para que él y ber visitado Valencia ni Barcelona y no cuada formación y sería reconocido co- sintió siempre desplazada.
su esposa Juana residiesen en Castilla haberse sometido a la aprobación de las mo príncipe heredero, pero para ello era bierno conjunto para Castilla de Juana, Años después, cuando llegó a un acuer- Desde su retiro en Tordesillas, donde
y conociesen su sistema de gobierno. Cortes valencianas y catalanas. En esta necesario contar con el consentimiento Felipe y Fernando. Cuando en abril de do con su padre para trasladarse a vivir a se hallaba encerrada, sin habérsele per-
Felipe, enraizado en Borgoña, no mos- ocasión viajó solo, ya que aparte del in- de Felipe; para lograrlo se le entregaría 1506 los archiduques llegan a España, Tordesillas, llevó consigo el cadáver de mitido reinar, pero defendiendo los de-
tró ningún interés en viajar a Castilla. An- terés que los Reyes Católicos tenían en el gobierno de Nápoles y se permitiría el Fernando acaba de casarse con Ger- su esposo para depositarlo en el Monas- rechos de sus hijos, pudo contemplar có-
tes bien, esgrimía numerosos pretextos retener a su hija y a sus herederos, Jua- regreso a Flandes de su hijo Fernando. mana de Foix, sobrina del rey francés, terio de Santa Clara. mo los seis hijos habidos en su breve ma-
para retrasar su viaje, entre los cuales se na se hallaba de nuevo embarazada, por Nada más producirse la muerte de Isa- por lo que de haber sobrevivido el hi- Fernando, seguro de la incapacidad de trimonio llegaron a ocupar puestos rele-
argumentaba el tercer embarazo de Jua- lo que no se consideraba conveniente bel, su esposo Fernando daba a conocer jo habido en este matrimonio Juana hu- su hija para reinar, y ante la ausencia de vantes en las monarquías europeas, ya
na, por lo que habría que esperar has- que emprendiese viaje. a las ciudades el fallecimiento, al tiem- biese perdido sus derechos a la heren- su nieto Carlos, gobernó como regente que Leonor, contrajo matrimonio con
ta que la archiduquesa diera a luz. Al fin, Después de nacer su tercer hijo, Fer- po que les ordenaba proclamar reina a su cia aragonesa. durante nueve años. Desde su muerte, Manuel de Portugal y, en segundas nup-
y después de realizar un tranquilo via- nando, en marzo de 1503, Juana, que no hija Juana. Asimismo, y en cumplimiento acaecida en 1516, hasta la llegada de Car- cias, con Francisco I de Francia; Carlos
je y de haber alargado su estancia en Pa- soportaba estar alejada de su marido, de lo establecido por su esposa en su tes- Un cadáver viajero los a finales de 1517, fue el cardenal Ji- llegó a ser emperador y rey de España;
rís, donde fueron recibidos cordial- manifestó su deseo de regresar a Flan- tamento, convocó Cortes en Toro para A partir de ese momento, los contactos ménez de Cisneros quien se hizo cargo Isabel, reina de Dinamarca; Fernando fue
mente por el rey Luis XII, el 29 de ene- des haciendo caso omiso del consejo de que su hija fuera reconocida como rei- entre Fernando y Felipe se suceden sin del gobierno. emperador de Alemania; María, reina de
ro de 1502, un año y medio después de los Reyes, temerosos de un viaje por tie- na y señora del reino y, como tal, jura- que Juana tome parte en los encuentros, Juana había recibido una esmerada Hungría y Catalina, esposa de Juan III de
haber sido convocados, los archiduques rras enemigas; ante la negativa de Isabel da por las Cortes castellanas, y él acep- mediante los cuales, apartándola de las educación, era sabia y letrada, pero, sin Portugal. n

16 17
D O S S I E R : LO S R E Y E S C AT Ó L IC O S

Un príncipe
DON JUAN
de cañas, como describe Pedro Mártir en
otra de sus cartas y canta Juan del En-
cina en su Tragedia trobada:
para el “De Burgos la noble, después que ca-
só, / a Salamanca en fin se vinieron; /
romancero contar de las fiestas que allí les hizieron
/ no fue sino sueño que en sueño pas-
só. / Mostró Salamanca tal gozo en lle-
gando / los Príncipes ambos, tan bien
recebidos, / que todos andavan en go-
zo encendidos, / los unos corriendo, los
otros saltando, / saltando, bailando, bai-
lando, dançando, / toros y cañas, cien
mil invenciones, / bordados y letras, ro-
mances, canciones, / los unos tañendo,
los otros cantando”.
Uno de los homenajes literarios que
recibieron en Salamanca fue la escenifi-
cación de una égloga dramática escrita
por Juan del Encina. El tema elegido no
fue otro que el del poder del Amor, per-
sonaje alegórico que hiere al pastor Pe-
layo, a cuyas quejas acuden otros dos
pastores, Bras y Juanillo, y un escudero,
que le explica cómo ante aquél sólo ca-
be “servir y morir amando”. La pieza re-
sultaba, sin duda, acorde con la fama
que ya corría de la intensa pasión que
Un trovador del siglo XV, según un grabado
del siglo XIX. La muerte prematura de don vivían los príncipes.
Juan le convirtió en un personaje literario. Pero a los pocos días, el príncipe ado-
leció de una fiebre continua, que en bre-
La educación del príncipe Juan, óleo
ve acabó con su vida. El duelo llegó a
historicista de Enrique Cubells Ruiz (Madrid, todos los rincones del reino. Durante
Palacio del Senado). cuarenta días se enlutaron los caballe-
ros; de las puertas de las ciudades col-
tellana o la traducción de las Bucólicas cio Marineo Sículo y Pedro Mártir de An- garon banderas negras, y grandes y pe-
La corta vida del primogénto de los Reyes Católicos y la pasión amorosa de Virgilio, “porque favorecéis tanto la glería. El primero la canta en un poe- queños se vistieron de xerga blanca, que
ciencia andando acompañado de tan do- ma epitalámico en latín dirigido al Prín- fue la última vez que se usó esta mane-
que precedió a su muerte le convirtieron en una figura literaria mítica, tíssimos varones, que no menos dexa- cipe: “Has buscado, Príncipe, una mar- ra de luto en Castilla. Don Juan fue se-
réis perdurable memoria de aver alar- garita por todo el mundo y la has en- pultado en la capilla mayor de la Cate-
fuente de numerosas obras, que estudia Miguel Ángel Pérez Priego gado y estendido los límites y términos contrado extremadamente preciosa (...)”. dral de Salamanca y a primeros de no-
de la ciencia que las del imperio”. Pedro Mártir, en carta al cardenal de San- viembre trasladado al Convento de San-

E
l malogrado príncipe don Juan, nistas y poetas buscaron en el príncipe provecho, libros de historia, de cosmo- ta Cruz, pondera su hermosura, compa- to Tomás de Ávila. Años más tarde, Do-
primogénito de los Reyes Ca- al mentor de sus obras y todos los gé- grafía y de política. Don Juan contó Una flota de 130 embarcaciones rándola con la misma Venus. menico Fancelli esculpiría su sarcófago
tólicos, es una figura de gran neros encontraron en él un motivo de pronto con corte propia, que se esta- Acontecimiento memorable en la vida El recibimiento de la princesa en San- en mármol de Carrara.
interés para la historia literaria, inspiración. bleció en la villa de Alamazán, con su del príncipe fue su casamiento, concer- tander y Burgos, en marzo de 1497, y las
ya que en torno a su corta vida se fue El nacimiento de don Juan, en el Al- diversidad de oficios y su servicio ordi- tado junto al de su hermana Juana con suntuosas fiestas celebradas en su ho- Consolaciones fúnebres
produciendo una copiosa literatura, es- cázar de Sevilla, el 30 de junio de 1478, nario perfectamente organizados con- los hijos de Maximiliano de Austria, la nor, con participación de la reina Isa- A la muerte del príncipe se produjo una
crita por los más destacados hombres de fue ya muy celebrado por cronistas, co- forme a las normas de la etiqueta mo- infanta Margarita y el archiduque Felipe, bel y las damas de su corte, fue recogi- enorme profusión de escritos fúnebres
letras del momento, desde los latinos Pe- mo Hernando del Pulgar, que lo revis- derna, que entonces se iniciaba. A ella en 1496. Una imponente flota de más de do por la literatura de la época en unas y consolatorios, tanto en latín como en
dro Mártir de Anglería o Diego Ramírez tieron de un tinte mesiánico y provi- acudieron músicos y poetas, como Juan 130 embarcaciones y 20.000 hombres sonoras Coplas de arte mayor, de Her- romance castellano. Marineo Sículo es-
de Villaescusa a poetas cortesanos co- dencialista. Aunque quebrantado de sa- de Anchieta y Juan del Encina. Aunque emprendió viaje a Flandes para llevar nando Vázquez de Tapia, hoy perdidas. cribió el epitafio para el sepulcro, Pedro
mo Juan del Encina, el Comendador Ro- lud y casi siempre de viaje y en camino, don Juan no llegó a ser un príncipe del a doña Juana junto al archiduque y tra- Celebrada la boda a primeros de abril Mártir compuso una breve y sentida ele-
mán o Garci Sánchez de Badajoz, apar- puesto que la Corte carecía de residen- Renacimiento, para algunos artistas co- er a España a la princesa Margarita. És- y tras varios meses, al parecer, de in- gía, Bernardino Rici cantó en otra la de-
te los numerosos romances que se di- cia fija, el príncipe recibió una educa- menzaba a simbolizar la nueva edad do- ta, dos años más joven que el príncipe, tenso uso de vida matrimonial, los prín- solación de Sicilia cuando supo la muer-
fundieron en la tradición oral. Huma- ción esmerada, que se encomendó al rada que anunciaba la España de los Re- ya había estado casada con Carlos VIII cipes se trasladaron a Salamanca a fi- te de su príncipe, Constantino Láscaris
dominico fray Diego de Deza. Por lo yes Católicos. Así lo ve Juan del Encina, de Francia, aunque en 1493 habían sido nales de septiembre. Allí fueron objeto escribió en griego un breve epigrama fú-
MIGUEL ÁNGEL PÉREZ PRIEGO es catedrático que sabemos, aprendía bien latín y sus que dedica al joven príncipe obras tan rotos los desposorios. De la belleza de de un esplendoroso recibimiento, con nebre, Bernardino de Carvajal dirigió a
de Literatura Medieval, UNED. lecturas eran principalmente obras de significativas como el Arte de poesía cas- Margarita escribieron los humanistas Lu- fiestas, músicas, danzas, toros y juegos los Reyes una epístola consolatoria. De

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DON JUAN, UN PRÍNCIPE PARA EL ROMANCERO
DOSSIER: LOS REYES CATÓLICOS

mayor aliento son las obras latinas de puesto su muerte para tantas regiones, muerte deshaze su gran pensamiento / ción clara de la muerte del príncipe, la
Diego Ramírez de Villaescusa y de Alon- estados y gentes. Esos mismos temas los y aun antes que Phebo en su casamien- literatura pudo insinuar muy diversas in-
so Ortiz. Ramírez de Villaescusa, enton- trata también Encina en un Romance to / un curso fenezca, su hilo se trança. terpretaciones. Curiosamente “la muer-
ces capellán de doña Juana en Flandes que comienza “Triste España sin ventu- / La clara Princesa os queda preñada, / te de amor” –casi siempre rechazada por
y luego obispo en diversas diócesis, es- ra”. mas no verná a luz su parto esperado”–. los historiadores modernos– la airearon
cribió una obra consolatoria en cuatro El Comendador Román compuso una Por último, el romancero, como géne- más bien los cronistas de la época, co-
diálogos, publicada en Amberes en 1498, extensa pieza poética, en ciento dos co- ro de poesía noticiera y popular, también mo Pedro Mártir o Andrés Bernáldez, cu-
Dialogi quatuor super auspicato Joannis plas octosilábicas: Sobre el fallecimien- se hizo eco enseguida de la muerte del ra de Los Palacios, quien llega a asegu-
Hispaniarum Principis emortuali die. El to del Príncipe nuestro señor, que san- príncipe, y numerosos romances reco- rar en su crónica que, “estando en el
primero es un diálogo de la Reina con ta gloria aya. Se trata principalmente de gieron en su música y en sus versos es- hervor de su plazer, llegó el príncipe
la Muerte, personificada como en la dan- una visión alegórica, en la que el poe- te tema de historia nacional. La mayoría don Juan rendido por sus ciertas jorna-
za macabra, que deriva en graves con- ta es conducido por Razón a la casa de son romances hallados en la tradición das al cabo de su peregrinación”. Para
sideraciones teológicas. El tercero es un Tristeza, donde halla a España, rodeada oral moderna, pero hay también alguna la literatura, en cambio, no parece que
diálogo entre Fernando e Isabel, que tra- de las siete Virtudes, y a la familia real versión antigua fijada por escrito en el si- fuera argumento principal, y sólo Juan
tan de consolarse con la fe cristiana. Del con sus cortesanos y representantes de glo XVI. Esta versión antigua recrea una del Encina sublimó poéticamente aque-
cuarto, sólo se conservan unas líneas. los diversos estados, en doloroso llan- situación muy verosímil y próxima a la lla pasión y rindió homenaje literario a
El canónigo toledano Alfonso Ortiz es- to por el príncipe. Ante el dolor de to- realidad de los hechos. Tras anunciar las la fuerza del amor.
cribió un Tratado del fallecimiento del dos, la Razón decide salir en busca de noticias que corren por toda España de
Príncipe, traducción de una primera ver- la Muerte para batirse con ella. El due- que el príncipe está enfermo en Sala- Insinuaciones de homicidio
sión en latín. El autor traslada la acción lo, sin embargo, se transformará en una manca –“Nueva triste, nueva triste que so- La literatura más popular del romance-
al momento en que Fernando comuni- pura acción jurídica y la Muerte se jus- na por toda España, / que ese prínçipe ro mostró preocupaciones políticas por
ca a Isabel la muerte del hijo y constru- tificará como simple ejecutora de los de- don Juan está malo en Salamanca”–, el la sucesión y hasta insinuó una muerte
ye literariamente la obra como un diá- signios divinos. romance reproduce una breve escena homicida y por venganza. La literatura
logo entre ambos personajes. En la pri- El poema, escrito en un metro y un es- que se desarrollaría en la sala donde ya- culta, por su parte, se inclinó por el gé-
mera parte, el Rey evoca la muerte del tilo más llanos, resulta menos elevado ce el enfermo. Allí van apareciendo su- nero consolatorio, muchas veces prota-
príncipe y la cuenta a la Reina revivien- que el de Encina, aunque logra mo- cesivamente el duque de Calabria, con gonizado por los propios Reyes, quie-
do con todo pormenor aquellas escenas. mentos de gran intensidad lírica, como quien dialoga brevemente el príncipe, y nes muestran su sentimiento y dolor de
Agotados por el llanto y la meditación el del llanto de la princesa Margarita, que los médicos de la corte, seis de los cua- padres, y en algún caso se insinúa su
sobre la muerte, los Reyes se retiran a viene a ser una desesperada canción de les diagnostican que su mal es leve y só- castigo o sufren una dura recriminato-
sus aposentos y se ven envueltos en un despedida en la que aparecen conden- lo el séptimo, el famoso doctor De la Pa- ria moral. Pero casi siempre la figura
sueño alegórico en el que irán apare- Fernando el Católico y el príncipe Juan en una
sados muchos elementos de la poesía rra, le anuncia su muerte: Sepulcro del príncipe don Juan en el convento
principal, la privilegiada literariamente,
ciendo las diversas Virtudes (Caridad, Fe, tabla anónima de 1492 (Colegiata de Daroca). cancioneril (“Pues tenerme fe tan llena de Santo Tomás de Ávila. Dibujo de 1875. fue la princesa Margarita. Desde su do-
Esperanza, etc.) en sucesivas interve- / siempre de vos conocí, / ¿cómo os par- Siete doctores lor de joven esposa o desde el destino
ciones moralizadoras y reconfortantes. En lengua castellana fue asimismo tistes de mí / dexándome en tierra age- “Estas palabras diziendo siete dotores incierto de su viudez, sería tratada mu-
Construido en una prosa retórica y alti- muy abundante la literatura que se es- na?”). entravan; / los seis le miran el pulso, di- malo estaba en la cama, / siete dotores chas veces la muerte del príncipe. Des-
sonante, propia del género consolatorio, cribió en torno a la muerte del príncipe. zen que su mal no es nada; / el postre- le curan de los mejores de España, / só- graciadamente, en un futuro inmedia-
el tratado combina hábilmente la forma Juan del Encina escribió entonces un Las Tres Parcas ro que lo mira es el dotor de la Parra./ lo falta por venir aquel dotor de la Pa- to no hicieron sino cumplirse aquellos
dialogada, el relato retrospectivo y la vi- elevado poema en coplas de arte mayor Garci Sánchez de Badajoz, otro célebre Incó rodilla en el suelo, mirándole es- rra / que dicen que es gran dotor, gran temidos pronósticos. Como nos cuenta
sión alegórica. Resulta muy significativo titulado Tragedia trobada. La obra, sal- poeta, escribió también unas breves co- tá la cara. dotor que adivinaba. / Trae solimán en el cura de Los Palacios, Margarita “que-
que el suceso esté visto precisamente picada de artificios retóricos, tiene una plas a la muerte del príncipe. En ellas in- --¡Cómo me miras, dotor, cómo me mi- el dedo, en la boca se lo echara: / Tres dó preñada y malparió sin días una fi-
desde el dolor y el sentimiento personal parte narrativa y otra más propiamente vita al planto triste y desgarrado a la Rei- ras de gana! horas tiene de vida, la media ya está pa- ja; y después el Rey y la Reina la en-
de los Reyes, lo que ocasiona que el dis- lírica. En la primera, relata el autor de na y a la princesa viuda, “eclipsada y en --Confiésese Vuestra Alteza, mande or- sada”. viaron a su padre, a su tierra de Flan-
tiniebla” –“Salgan ya palabras mías / san- denar bien su alma. Suele también en estas versiones am- des, en el mes de setiembre del año de
El romancero se hizo enseguida eco de la grientas del corazón... / Y cantemos so- Tres oras tiene de vida, la una que se pliarse el diálogo con el Rey, a quien don 99...” Poco más tarde, sin embargo, en
bre España, / con triste voz y sonido / le acava”. Juan encarga el cuidado de su esposa, la corte de Malinas, comenzaría a edu-
muerte del príncipe. Las primeras versiones de ronco pecho salido, / la desventura En las versiones orales, el romance su- viuda y embarazada, y pide que si el hi- car a su sobrino Carlos. n
se fijaron por escrito en el siglo XVI tamaña / que a todos nos ha venido...”–.
Diego Guillén de Ávila, canónigo de Pa-
fre numerosas variaciones. Suelen co-
menzar estas versiones con el anuncio
jo que nazca es varón le sea reconoci-
do el derecho al trono. El romancero pa-
PARA SABER MÁS
curso se cargue de patetismo y todo lo manera condensada la corta vida del lencia, escribió un Panegírico de la Rei- de la enfermedad del príncipe. Sobre rece así ser intérprete del sentir popular,
ARAM, B., La reina Juana. Gobierno, piedad y
invada una expresión quejumbrosa y do- príncipe y describe las circunstancias de na Católica publicado en Valladolid en el mal que aqueja a don Juan, los mé- preocupado por la sucesión del reino. dinastía, Madrid, Marcial Pons, 2001.
lorida. Como se ha insinuado, tal vez Al- su muerte. En la segunda, evoca el do- 1509. El poeta nos describe una floresta dicos no vienen a ponerse de acuerdo Toda la literatura de la época, culta y “Isabel la Católica. 550 aniversario de una reina
fonso Ortiz, compartiendo la vieja doc- lor y desolación que todos han experi- espesa, en la que se encuentra con las o prefieren ocultar el diagnóstico, por lo popular, en latín o en romance, quedó decisiva”. Institución Gran Duque de Alba, La
trina de que Dios castiga a los reyes en mentado, incluidos el propio poeta y la Tres Parcas –Atropos, Cloto y Láquesis– que deciden llamar al sabio doctor De marcada por la sombra del príncipe. Su Aventura de la Historia, Madrid, 2001.
LISS, P. K., Isabel la Católica, Madrid, Nerea, 1998.
sus hijos –y quién sabe si desde una ciudad de Salamanca –“¡o triste ciudad, las cuales emiten diversos pronósticos y la Parra. Éste, tras examinar al paciente muerte fue un acontecimiento de tal MARTÍN, J. L., Isabel la Católica. Sus hijas y las da-
mentalidad de converso– entendió la de todas más triste! / En ti que tenías la profecías sobre la Reina y sus descen- –alguna versión dice claramente que magnitud que resonó por todos los gé- mas de su corte, modelos de doncellas, casadas y
muerte del príncipe don Juan como un cumbre y primor / de todas las ciencias dientes. La última, Láquesis, profetiza la aprovecha el reconocimiento para en- neros literarios, desde la epístola al tra- viudas en el Carro de las Donas, Ávila, 2001.
SUÁREZ, L., Isabel I, Reina, Barcelona, Ariel, 2000.
castigo divino a los católicos monarcas y cavallería, / en ti feneció aquel que te- muerte del príncipe don Juan y el triste venenarlo–, le anuncia que dispone de tado consolatorio, desde la copla a la
VALDEÓN, J. (ED.): Isabel la Católica y la Política, Va-
por alguna de sus más sonadas actua- nía / de ciencia y milicia muy gran res- destino de la princesa Margarita –“Mas un corto plazo de vida: égloga o desde el arte mayor al roman- lladolid, Ámbito-Instituto Universitario de Historia
ciones políticas. plandor”–, y canta la pérdida que ha su- no quatro lustros enteros alcança, / que “Muy malo estaba el don Juan, muy ce. Y si la historia no tuvo una explica- Simancas, 2001.

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