La arena conocida como, agregado fino o árido fino, es de gran importancia en la
dosificación del concreto, la arena de rio es la más recomendable para su uso en el concreto, posee propiedades que optimizan la durabilidad del concreto, la granulometría de este agregado es de suma importancia, ya que las arenas de granos gruesos dan, por lo general, morteros más resistentes que las finas, otro aspecto que tiene que ver con el tamaño máximo del agregado es el hecho de que existe una mayor probabilidad de encontrar fisuras o fallas en una partícula de mayor tamaño provocadas por los procesos de explotación de las canteras (dinamitado) y debido a la reducción de tamaño (trituración), lo cual lo convertirá en un material indeseable para su utilización en concreto. También la humedad es de suma importancia, influye mucho en el concreto, sobre todo cuando se dosifica en volumen. Es por ello que se necesita tomar en cuanta. Existen gran variedad de arenas utilizables en la elaboración del concreto, depende de cada persona ocupar lo que más le conviene tomando en cuenta principalmente, el costo y la durabilidad de este agregado ya que es el árido de mayor responsabilidad. A diferencia de la grava, el agua e incluso el cemento, se pue decir que no es posible hacer un buen concreto sin una buena arena. Hay empresas, constructoras, materialistas que se dedican a explotar y comercializar minerales, ellos deben realizar la exploración, elaboración de perfiles e investigación de mercados para detectar productos y consumidores potenciales a nivel de mercado local o regional. La actividad de extracción de la arena requiere impulso económico que le permita acceder a créditos preferenciales y a la adquisición de maquinaria y equipo adecuados, que puede incrementar las posibilidades de los materialistas para entrar con éxito en nuevos mercados, se debe fomentar la capacitación en todos involucrados en la cadena productiva de las arenas, implica generar el impulso al crecimiento de las constructoras, con el debido cumplimiento de la normatividad y procedimientos vigentes, adecuando y diseñando técnicas y tecnologías acordes a cada yacimiento en particular, a través de implementar estrategias particulares para fortalecer su competitividad y vincularse adecuadamente con otras empresas o constructoras que les permita fortalecer su cadena de valor.