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Derecho Penal

(SP-SDPE-1802-B2-001)

Docente: Emmanuel Alejandro Gutiérrez Vargas

UNIDAD 3.
TEORÍA DEL DELINCUENTE.

Actividad 4.
ASIGNACION A CARGO DEL DOCENTE
Modelo de Seguridad Pública en México.

Alain Fabián Arana Gutiérrez.


Matricula: ES172001425

Fecha de Entrega: 26 de Noviembre de 2018.


INTRODUCCIÓN

El tema de Seguridad Pública en nuestro país, siempre ha sido un tema de relevancia y


es que tanto estados, ciudades, pueblos, han tenido que atravesar por temibles crisis
sociales, donde imperan, la violencia, el caos, la corrupción y un sinfín de actos delictivos,
que nos hacen percatarnos de la precaria situación de la Seguridad Pública que sigue
teniendo nuestro amado país.

Pero esta situación, la cual ya la hemos percatado nosotros, los futuros Licenciados en
Seguridad Publica y junto a la sociedad trabajar, para encausar el rumbo, partir de nuevos
métodos y formas de organizarnos, con el fin único de preservar la paz, las buenas
costumbres y la armonía entre todos los integrantes de nuestra sociedad.

La correcta implementación de la Seguridad Pública, parte esencial del bienestar de


nuestras comunidades, hacen posible un estado de derecho que forja día a día las
condiciones ideales, que permitirán a cada ser humano sentirse feliz, seguro, protegido,
exento de todo peligro, para así poder realizar sus actividades cotidianas y por ende
recuperar la confianza en sus gobernantes y servidores públicos.
El problema de la inseguridad pública en México ha llegado a niveles preocupantes,
nunca antes vistos, en todo lo largo y ancho del territorio nacional, los índices de
criminalidad y violencia se han elevado tanto, que han puesto en jaque al Estado de
Derecho y la convivencia pacífica entre los diferentes sectores sociales.

El crimen organizado amenaza la estabilidad de las instituciones democráticas y del


Estado en sí, plantea el funcionamiento de instituciones gubernamentales que implican
coerción —en un sistema institucional donde la libertad y los derechos individuales son
cuestiones privilegiadas—, y exige la cooperación entre diferentes órdenes de gobierno y
dependencias en un régimen diseñado para dividir y limitar el ejercicio del poder. Ello
implica una paradoja en las instituciones democráticas al ejercer el monopolio legítimo de
la violencia en contra de los criminales a través de las instituciones políticas diseñadas
para dividir el poder.

De acuerdo con el INEGI, a lo largo del año 2016 se registraron en todo el país 1.91
millones de intervenciones de las policías estatales. De esta cifra, en 226 mil 777 casos
se trató de intervenciones por presuntos delitos del fuero común; 11 mil 163 por presuntos
delitos del fuero federal; 498 mil 994 por presuntas infracciones; 490 mil 152 casos más
por motivos “distintos a los anteriores”, y 698 mil 337 por motivos “no especificados”. Si se
observa con atención los conceptos señalados, lo primero que destaca es la ausencia de
un sistema de información eficiente que permita saber exactamente por qué intervienen
las policías en el país; más aún porque de acuerdo con el propio INEGI, a través de la
Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre la Seguridad Pública (ENVIPE),
es probable que en 2016 se hayan cometido alrededor de 31.1 millones de delitos. Si esto
es así, las policías estatales intervienen únicamente en 0.77% de los presuntos delitos
que se cometen en el territorio nacional. Una de las grandes fisuras del Sistema Nacional
de Seguridad Pública es la ineficacia del control de confianza; pero más aún, la
insuficiente evaluación de las personas que forman parte de las policías estatales. En
efecto, de acuerdo con el INEGI, hay 218 mil 649 personas que laboran en corporaciones
policiacas estatales. De éstas, hay 86 mil 206 que están obligadas a ser evaluadas. De
esa cifra, hasta el mes de diciembre de 2016, sólo habían sido efectivamente evaluadas
un total de 79 mil 278; y de estas últimas, sólo 60 mil 809 habían aprobado los filtros de
control de confianza; es decir, sólo 7 de cada 10 personas obligadas a presentar
exámenes de confianza los han aprobado en las corporaciones policiacas estatales.
Para tratar de solucionar de raíz el problema de la inseguridad se requiere primero
resolver la cuestión del empleo y del bienestar socio-económico, ofreciendo a la población
oportunidades para su integración al mercado laboral. Si hay empleo y salarios decorosos
(pagando bien también a los policías), los índices de delincuencia tienden a reducirse. Por
el contrario, si el número de oportunidades laborales desciende, la criminalidad crece,
pero hemos visto casos de corrupción y malversación de fondos por parte de los
servidores públicos de más alto rango, como senadores, diputados, etc. Se creé también
que el problema de la Inseguridad Pública está asociado con la desintegración familiar, la
falta de valores "tradicionales" entre las nuevas generaciones, la violencia intrafamiliar y
las discontinuidades culturales intergeneracionales, sin embargo, al hacer una revisión de
los casos de conductas delictivas se observa que algunos de los sujetos que delinquen
provienen también de familias tradicionales, con un alto grado instruccional y de nivel
socioeconómico medio o alto, lo que descalifica, de cierta manera, a los dos anteriores
enfoques para explicar todos los casos delictivos que se presentan.
CONCLUSIÓN.

Las instituciones a cargo de Procurar la Seguridad Publica en nuestro país, tienen un gran
reto, desde fortalecer la prevención del delito con programas sociales, servidores públicos
más profesionales, éticos, con valores humanos, una policía más eficaz y mejor
preparada en al ámbito de la legalidad y la procuración de justicia, un fiero combate a la
corrupción en todos sus niveles, es lamentable saber que en las instituciones encargadas
de procurar “justicia” haya que pasar por todos los niveles de nepotismos, tráfico de
influencias, burocracia, etc. Hasta en las misma escuelas donde se les enseña a nuestros
hijos, se dan casos de corrupción, esto ya es parte de nuestra educación, entonces
¿cómo pretendemos erradicarla desde los niveles más altos, sino hemos empezado
desde lo más bajo?

Esperamos todos los mexicanos honestos y trabajadores, que este nuevo cambio de
régimen, diseñe un nuevo y mejor modelos de Seguridad Publica, en donde podamos
tener mejor acceso a la Justicia, mejores protocolos de actuar de nuestra Policía, más
servil y honesta, apegada a Derechos y Garantías Humanos, que se realicen programas
en escuelas primarias, secundarias, universidades, Instituciones de Gobierno, con el fin
noble de prevenir cualquier tipo de delito.
Fuentes.

Juan Carlos Montero. (2012). La estrategia contra el crimen organizado en México:


análisis del diseño de la política pública. Noviembre 24, 2018, de scielo.org.mx Sitio web:
https://bit.ly/2FK8N7o

Mario Luis Fuentes. (2017). México Social: Seguridad pública: crisis de los Estados.
Noviembre 24, 2018, de Excélsior Sitio web: https://bit.ly/2Aq6rVb.

Raúl Benítez Manaut. (2016). Los seis modelos policiacos en México y el debate sobre la
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Isaías Huitrón. (2018). Los 7 modelos policíacos que existen en México para combatir al
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Andrés Valdez Zepeda. (2011). Seguridad Pública y Gobernabilidad: Teorías, Relaciones


y Aproximaciones. Noviembre 23, 2018, de UNAM Sitio web: https://bit.ly/2DXpMBn

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