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¿Qué es el amor?
RAE
1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y
busca el encuentro y unión con otro ser.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando
reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir,
comunicarnos y crear.
3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
Si se unen las 3 definiciones, queda algo así: AMOR, sentimiento que partiendo de nuestra
propia insuficiencia, nos completa y entrega a alguien.¿Estas definiciones no nos llevan a
pensar en un sentimiento de subordinación y de dependencia?
El objetivo es que conozcamos todas las creencias sociales con las que convivimos y que
pueden hacernos daño sin que lo sepamos o que nos demos cuenta demasiado tarde. No se
pretende juzgar a nadie, sino solo llevar a la reflexión.
Negamos sus aspectos negativos para que encaje con nuestras fantasías
Idealizamos nuestra admiración
Negamos o idealizamos, en nombre del enamoramiento, nuestras carencias y
dependencias emocionales
No podemos percibir nuestras verdaderas afinidades e incompatibilidades
Nuestras fantasías nos impiden detectar y satisfacer nuestras demandas más
importantes, y las de la otra persona
Obviamente, cuanto más numerosas, potentes e inconscientes son estas dinámicas, más
eufórica y "apasionadamente" nos enamoramos. Por eso los enamorados, paradójicamente,
suelen sufrir tanto. Y por eso cuanto más nos enamoramos, más lejos nos encontramos del
amor.
Con amor romántico no nos referimos a la existencia de romanticismo en una pareja, sino que
lo definimos como aquel amor incondicional, acaparador y basado en la falta de
individualidad y de libertad.
MITOS DEL AMOR ROMÁNTICO
“El mito de la media naranja”. Aceptar este mito implica que muchas personas no sean
capaces de romper pensando que no van a volver a encontrar al amor de su vida. Supone
pensar que no seremos capaces de amar de nuevo y supone hacer sacrificios durante la
relación ya que hay que conservar a la pareja con la que se supone debemos estar. Contra
esto debemos ser conscientes en primer lugar, de que somos personas completas, que
nuestra felicidad no debe depender de nadie y que somos quienes decidimos si
compartimos parte del camino de nuestra vida con alguien. Esto implica que debemos
tener como objetivos vitales ser felices haciendo lo que nos gusta, estudiando,
practicando nuestros hobbies, estando con las personas con quienes nos divertimos y
queremos y que si tenemos una pareja, esta será solo una parte de nuestra vida, y no
nuestra vida entera.
“La persona correcta llena todos los aspectos de la vida: “debemos compartir todos
nuestros gustos y aficiones”, “somos los responsables de la felicidad del otro”, “somos
una sola persona”, etc. Los efectos de estas afirmaciones son innumerables, y en la gran
mayoría de los casos negativos; siendo la más importante la de originar una obsesión por
hallar a otra a persona para comenzar a vivir, a realizar los sueños o incluso para empezar
a ser feliz.
“El mito de los celos” este es uno de los mitos más peligrosos que puede haber ya que su
creencia y la idea de “si tu pareja es celosa es que te quiere” termina fomentando
actitudes represivas, egoístas, de posesividad, desconfianza e incluso de violencia.
Contra esto proponemos la compersión. La compersión, es el estado completamente
opuesto a los celos y es un estado empático de felicidad y deleite experimentado cuando
otro individuo experimenta felicidad. Lo que significa que siempre que haya confianza y
respeto no deberían darse situaciones de celos. Remarcamos que en una relación debe
haber cuidados hacia la otra persona, y si los hay, situaciones como salir de fiesta, tener
amigas o amigos del sexo opuesto o dormir en casa de alguien no deberían suponer
ningún conflicto. Si tu pareja es celosa y te reprime determinadas actitudes, o si tu pareja
te genera inseguridades pensando que no eres suficiente y puede dejarte por otra
persona, lo mejor es hablarlo. Una relación debe ser un pilar en el que apoyarnos y no
una cuerda floja que nos desestabilice y nos haga sufrir.
“El mito de la equivalencia” que es la creencia en que amor (sentimiento) y
enamoramiento (estado más o menos duradero) son lo mismo, es uno de los mitos que
más frustración suele generar en las personas. Debemos ser conscientes de que el estar
enamorado es un estado en el que se generan una serie de hormonas, reacciones
químicas y sensaciones que con el tiempo se van mitigando. El que una pareja deje de
sentirse así no implica que haya menos amor, menos deseo o que vaya mal. Toda relación
pasa por diferentes fases, fases que dependiendo de la pareja y de las personas serán
muy distintas. Por lo general, si una relación progresa bien el sentimiento de amor se irá
haciendo más profundo y la confianza debería ir aumentando. Dependiendo de las
personas el que después de unas semanas, unos meses o unos años se deje de sentir
“mariposas en el estómago” no implica necesariamente que esa relación vaya mal. En
estas situaciones debemos pensar que ese estado no es eterno, que no pasa nada pues
surgirán nuevas experiencias y sensaciones, pero sobre todo pensar que ni siquiera toda
relación o amor es eterno, simplemente debemos disfrutar el tiempo que pasemos en
pareja.
“El mito de la omnipotencia”. “El amor lo puede todo”. No debemos pensar que el
mantener una relación en sí solucionará los problemas. El amor por sí solo no es la
solución a nada. Por ello es importante que en una pareja ambos se responsabilicen de la
relación, ambos se apoyen y trabajen por mejorar; y que siempre haya cuidados y
comunicación. Una persona que nos genera confianza, que nos apoya y escucha siempre
es una ayuda, pero esta persona no tiene que ser necesariamente una pareja, y además,
que pasemos a tener una relación con alguien no implica que nos vaya a aportar todo
esto. Tenemos que ser independientes y buscar ayuda en personas que nos aporten.
“El mito de la concepción mágica del amor” este es también muy peligroso pues
debemos ser conscientes de que todas las personas vivimos inmersas en una sociedad y
como tal debemos reconocer que en cualquier aspecto de nuestra vida siempre habrá
unas presiones biológicas, sociales y culturales. El problema de este mito es
principalmente la culpabilización. Es decir, que en vez de analizar las causas que llevan a
que en una relación surjan determinados problemas, las personas lo que terminan
haciendo es culparse por lo ocurrido. Actitudes machistas, de violencia verbal o física, de
menosprecio, de chantaje, de manipulación, de celos, o engaños, etc. se conciben como
un problema personal, sin que se pare a analizar las razones sociales, educativas, etc.
Un ejemplo podría ser cuando una persona engaña a su pareja y esta se culpa de que su
pareja le haya engañando pensando en cosas tales como: no soy lo suficientemente
guapa, estoy gorda, etc. Ante todo debemos tener claro que la sociedad nos influye en
todo.
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Algunas de las caracteristicas principales del concepto de amor romántico son los siguientes
(Bosch, E. 2007):
Seguramente más de una o de uno habremos pronunciado frases como “te querré siempre”,
“te querré pase lo que pase”, “te quiero más que a nada en el mundo”, “por ti haría lo que
fuera”, “daría la vida por ti”, etc. Todas estas son frases que, por muy románticas que suenen,
fomentan un amor que parece que debe ser: para toda la vida, incondicional, exagerado y que
anteponemos a nosotros mismos.
Idea del amor incondicional, acaparador, basado en la falta de individualidad y de libertad, y,
en definitiva, nocivo.
El amor real. ¿En qué consiste? Obviamente, el amor no puede surgir jamás de fantasías,
idealizaciones, excitaciones u otras negaciones/escapismos de la realidad. Muy al contrario,
como sucede en la crianza o la amistad, el amor sólo nace a partir de un genuino conocimiento
“objetivo” de la otra persona. Precisamente porque la vemos tal como es, podemos respetarla,
comprenderla y unirnos realistamente a ella. No la amamos porque estemos "enamorados"
sino, muy al revés, cuanto más la amamos más nos "enamora" (pero en un sentido no
romántico de la palabra, sino más tierno y profundo, como cuando decimos que estamos
enamorados de nuestros hijos, nuestra profesión, etc).
Todo esto viene creado y fomentado desde que somos jóvenes, pues muchas de las creencias
de cómo deben ser las relaciones, de románticas e idealizadas, se gestan en esta etapa. En una
época como la adolescencia donde empiezan a producirse los primeros encuentros, es
peligroso que estas ideas no se desmientan. Se deben enseñar a detectar los estereotipos y
roles de género, a deconstruirlos y enseñar, fomentar e impulsar a las personas para que
construyan nuevas formas de pensar y sentir las relaciones en pareja, esta vez basadas en el
respeto y en que el amor debe hacer libres a las personas y no poner cadenas,
preocupaciones, inseguridades o sufrimientos.
“La idea del amor romántico entre los jóvenes disfraza de cariño la violencia machista”
CONCLUSIÓN
El amor implica una gran responsabilidad hacia ti mismo y hacia los demás; se mezclan
conceptos interrelacionados como son la atención, el cuidado, el respeto mutuo, la
admiración, la confianza, el afecto, el crecimiento personal, etc. La suma de ellos (y no por
separado) podría entrar en una definición sobre el amor.
Avanzar hacia la igualdad y erradicar la violencia de género incluye acabar con creencias e
ideas erróneas sobre el amor: no somos la mitad de nadie, no nos hace falta el amor para
sentirnos completos y desarrollarnos, ya que esta idea puede desarrollar una relación de
dependencia. Una pareja nos complementa, pero no nos completa.
Pilares de una relación. ¿Cómo saber si mi pareja reúne los cuatro pilares?