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1.- OBJETIVOS
3.- ANTECEDENTES
El uso masivo de las gasolinas comenzó en los años treinta con el desarrollo de la industria
del automóvil. En esos tiempos, los requerimientos de calidad de estos productos eran
mínimos, debido al desarrollo incipiente de la industria del refino, así como a la
inexistencia de regulaciones en materia de emisiones.
Con el paso de los años, las gasolinas han ido mejorando sus presentaciones técnicas,
siendo la más importante la relacionada con el índice de octano o capacidad antidetonante.
Este índice ha pasado de los 57 octanos de las gasolinas producidas en la década de los 30,
a los 95 y 98 octanos de las actuales, con las que se consigue un mayor rendimiento y una
mayor protección del motor. Por su parte, la preocupación actual por el medio ambiente ha
llevado a los gobiernos y a la industria a favorecer la producción de gasolinas con unas
especificaciones mucho más restrictivas. En los años 20 se empezó a utilizar el plomo
como aditivo para aumentar la calidad antidetonante de la gasolina. A mediados de los 70,
el conocimiento de los efectos dañinos de este metal sobre la salud demando el desarrollo
de nuevos procesos en la industria del refino que permitiesen sustituir el incremento de
octano logrado con el plomo, por otros componentes obtenidos mediante distintos procesos.
4.- JUSTIFICACION
Este trabajo además de dar una solución que vaya de la mano con la tecnología también
contribuirá de manera económica al país ya que actualmente, la gasolina es exportada como
Crudo Reconstituido (RECON) de bajo octanaje y tiene un valor inferior al del petróleo,
con este proyecto se podrá obtener una gasolina de alto octanaje, podemos obtener más
beneficios económicos, compitiendo de esta manera con la oferta extranjera y por qué no
pensar en una exportación de gasolina que cumpla con las exigencias y normas
internacionales.