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DIVERSIDAD CULTURAL EN VERACRUZ

Veracruz cuenta con un pasado muy rico heredado de las culturas prehispánicas que habitaron el territorio veracruzano, las
zonas arqueológicas y los museos de sitio forman parte del acervo histórico-cultural que Veracruz muestra a sus visitantes.
Además, Veracruz fue escenario de gran parte del periodo de desarrollo entre la Conquista y la Colonia de México, por lo
que encontraremos monumentos, edificios y demás rastros que dan fe de la cultura desarrollada. Por si fuera poco, la
actividad cultural está muy presente en nuestros días, con los diversos espacios dedicados a las artes y cultura, Veracruz es
un gran lugar para aprender y explorar presente y pasado.
Cultura náhuatl de la huasteca veracruzana.
Ubicación:
La Huasteca veracruzana, el territorio delimitado al este por el golfo de México, al sur por la región totonaca, al norte por el
estado de Tamaulipas y al oeste por la Sierra Madre Oriental, es una región de notable desarrollo económico basado en el
petróleo, la pesca, la agricultura y la ganadería, favorecidas estas dos últimas por el clima tropical que la caracteriza.
Integrada por diferentes grupos étnicos (nahuas, totonacas, huastecos, otomíes y tepehuas) que a lo largo de la historia se
mezclaron con los españoles, la sociedad huasteca goza de una identidad cultural emergente en su música, comida y su
vida cotidiana, rica en colorido y tan ligera como el “son huasteco” la música popular de la región.
El territorio huasteco exhibe una notable diversidad de paisajes y contrastes, entre tierras bajas y cenagosas del litoral y las
alturas de las sierras que alcanzan los 2,200 metros de altura, lo que hace un sitio en donde todas las preferencias turísticas
encuentran satisfacción.
El estado de Veracruz se localiza al oeste y sureste de la República Mexicana, entre los paralelos 17°7’ y 22°28’ de latitud
norte y entre los meridianos 0°29’ y 5°32’ de longitud oeste, en la denominada zona intertropical.
Los nahuas de Veracruz se localizan en 14 municipios de la región norte Huasteca; 20 de la región centro Orizaba-Córdoba y
en cinco municipios de la región sur Istmo-Coatzacoalcos. Los municipios con mayor número de hablantes de náhuatl son:
Chicontepec, Ixhuatlán de Madero, y Benito Juárez en la región huasteca, además de Tehuipango, Soledad Atzompa,
Zongolica y Mecayapan.
La Huasteca, una de las 7 regiones naturales de Veracruz, está dividida políticamente por 34 municipios y colinda con los
estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla. Sus principales actividades están basadas en la pesca, la
ganadería y las industrias derivadas del campo, producción de petróleo, gas natural.

RELACION DEL ESTADO CON LOS PUEBLOS INDIOS


México es y se reconoce jurídicamente como un país pluriétnico y multicultural. La variada presencia de los pueblos y
culturas indias, herederas directas de los pueblos mesoamericanos, dan fe de la diversidad de nuestro origen. Ésta se
mantuvo y enriqueció con el encuentro dramático de Europa con América. A la diversidad de origen se le suma la de
nuestra historia.
Por otra parte, nuestra debilidad como nación y nuestras mayores flaquezas culturales provienen de la perversa relación
con los pueblos indios y sigue teniendo en ella su mejor presentación.
Los más de diez millones de indígenas mexicanos están marcados por un denominador común: la pobreza.
De este rasgo compartido deriva la práctica de reducir su singularidad cultural a denominaciones que apelan en mayor
medida su situación social: ser indio en México hoy es sinónimo de ser pobre.
Los pueblos y las comunidades indígenas de México viven en condiciones extremadamente distantes de la equidad y el
bienestar.
Cualquier diagnóstico al respecto arroja un cuadro alarmante: 97 por ciento de los indígenas viven en municipios con alto y
muy alto grado de marginalidad. De todos los mexicanos que habitan en municipios rurales con muy alto grado de
marginación, 41 por ciento son indígenas.
Las condiciones de existencia de los indígenas asentados en municipios urbanos del país -llegados ahí generalmente por
migraciones forzadas en razón de la misma condición de pobreza en sus lugares de origen- no son en lo absoluto mejores,
como lo demuestran, por sólo citar dos casos, los mixtecos en Tijuana y los mazahuas en la ciudad de México.

El denominador común es la pobreza, la desigualdad y la explotación.


La desigualdad que afecta a los pueblos indígenas, como lo ha sostenido en repetidas ocasiones el Instituto Nacional
Indigenista, “es un fenómeno estructural, histórico y por lo mismo integral. No se trata de un fenómeno residual producido
por la falta de integración de los indígenas a una supuesta sociedad mayor. Por el contrario, se deriva de un modelo de
integración asimétrico y desventajoso. La desigualdad se manifiesta en todas las relaciones que vinculan a los pueblos
indígenas con otros sectores.
La pobreza extrema que unifica a los muy diversos indios en México paradójicamente encierra, degrada y oculta esa
riqueza cultural en cientos de comunidades, por lo general rurales, con escasa comunicación entre sí y con muy limitadas
posibilidades de que sus culturas aporten al desarrollo nacional un legado de enorme significación histórica y, lo que es aún
más relevante, su potencial de soluciones al futuro de toda la nación mexicana.
Durante muchos, pero muchos años, desde nuestros orígenes como nación independiente y hasta ya entrado el siglo que
está próximo a concluir, los pueblos indígenas fueron vistos, en el mejor de los casos, como materia de redención
civilizadora y de asimilación cultural y, en el peor, como ominoso lastre para el desarrollo y el progreso.
Entre uno y otro polo se desplegaron numerosas iniciativas políticas que, vistas en retrospectiva y más allá de sus bondades
particulares, fueron -al final de cuentas- incapaces de proveer a los pueblos y comunidades las condiciones de equidad,
bienestar e igualdad jurídica que proclamó para todos la Revolución mexicana.
Desde la revolución, el Estado definió una política de incorporación de los pueblos indios a la corriente central de la
mexicanidad y su integración al desarrollo nacional.
No sólo fue insuficiente esta política, sino que la integración propuesta, al no reconocer como sujetos de derecho a los
pueblos indios, derivó en un menosprecio de su capacidad para definir sus propias alternativas de progreso basadas en sus
culturas milenarias, y produjo, en consecuencia, una subestimación de las culturas indígenas para enfrentar exitosamente
el futuro.
Si bien el propósito integrador partía del reconocimiento de la necesidad de hacer justicia a los pueblos indios e implicó la
entrega desinteresada de funcionarios públicos y pensadores de México, no dejó de considerarse en la acción institucional
que la pobreza histórica y ostensible era consecuencia de la práctica de culturas diversas dentro de la nación.
Esta actitud ha ido cambiando lenta, pero indefectiblemente, conforme ha ganado espacio en la conciencia nacional la
convicción de que somos una nación pluricultural y que de esa diversidad sólo pueden derivar vigor y riqueza.
La reforma al párrafo primero del artículo 4º de la Constitución mexicana dio carta de naturalización a la diversidad cultural
en nuestro país.

DE LA HUASTECA AL ISTMO
La Huasteca veracruzana limita al norte del estado de Tamaulipas, al sur con la región del totonacapan, al este con el Golfo
de México, al oeste con la región de la sierra de Huayacocotla y los estados de san Luis Potosí, hidalgo y puebla.
El paisaje de la Huasteca es llano, con algunas colinas y montañas de bajas alturas. Solo en la parte central se encuentra la
sierra de Tantima, donde hay bosques de pinos amenazados por la deforestación. Su clima es cálido húmedo.
La vegetación de la región está compuesta por grandes superficies de pastos y de árboles, como cedro, chijol. Chaca, palo
de rosa y ojite.
En los bosques campos huastecos vive una rica fauna silvestre, compuesta principalmente por conejos coyotes, mapaches,
patos, cuervos, zopilotes y lechuzas. Algunos de estos animales son aprovechados por los lugareños en su alimentación;
otros ayudan a los agricultores, pues se alimentan de insectos y roedores que dañan los cultivos.
Sin embargo, la caza desmedida y la destrucción de los bosques han ocasionado que alguno de estos animales sea cada vez
más escasos en la región.
La gente de la Huasteca se dedica sobre todo a la agricultura y los cultivos principales son maíz, frijol, plátano, naranja,
tabaco y caña de azúcar que se industrializa en los ingenios de Zapoapita y El Higo. Es necesario mencionar también la
siembra de zapupe, del cual extrae una fibra empleada para elaborar cuerdas, morrales, costales y otros productos.
Los ríos Tamesi, Panuco, Tuxpan y Cazones y las lagunas como las de Chairel, Pueblo viejo, Tamiahua y Tampamachoco, son
productoras de camarón, ostión, mojarra, róbalo y otras especies.
En a la región de la Huasteca se conservan muchas tradiciones: el Huapango, el carnaval, Todos los santos, las fiestas
titulares y patronales, la danza de los Chules de Ozuluama, Los Viejos de Tempoal y la Malinche de Tamiahua. El día del
niño perdido es una hermosa costumbre practicada en Tuxpan donde también se lleva a cabo una exposición anual
ganadera.
Entre las comidas típicas que han dado fama a la Huasteca están: el zacahuil, un tamal grande de carne de cerdo o pollo; los
bocoles; el pazca y las enchiladas de pipían.
La región de la Huasteca está ubicada al norte del estado. En general su relieve es llano y su clima, calado húmedo.
Sus ríos principales son Tamesi, Panuco, Tuxpan y Cazones, Sus lagunas, las de Chairel, Pueblo Viejo, Tamiahua y
Tampamachoco. Unos y otros son importantes por su producción pesquera.
Otras actividades económicas son la agricultura, la ganadera, la pesca y la extracción de petróleo.
Las ciudades principales son Panuco, Tantoyuca y Tuxpan.
Hay población indígena Huasteca, nahua y otomi.

LA SIERRA DE HUAYACOCOTLA
Ahora vamos a conocer una bella región montañosa: La sierra de Huayacocotla. Que forma parte de la sierra madre
Oriental. Esta región limita al norte, sur y oeste con el estado de Hidalgo, y al este con la Huasteca.
Casi todo el terreno de esta región está formado por altas montañas y profundas barrancas. Aquí no es fácil llegar a las
poblaciones. En algunos lugares solo es posible hacerlo a caballo o a pie.
En la sierra de Huayacocotla hay importantes recursos forestales. Encontramos árboles de cedro, caoba. Sombrerete,
ébano, chaca, encino, Ceiba, liquidámbar y pino, especies muy apreciadas por su madera.
En los árboles viven coyotes, jabalíes, armadillos, pumas, tigrillos… Sin embargo, debido a diferentes causas, entre otras la
caza irresponsable, varios de estos animales están en peligro de desaparecer.
Los pobladores de la sierra de Huayacocotla celebran sus fiestas tradicionales como el carnaval, San Juan y Todos los
Santos. En estas fiestas se escucha música tanto Huasteca como de banda y se comen tamales envueltos en totomoxtle,
que es la hoja de la mazorca. Las mujeres bordan bellos quechquemitl y blusas.
La región de la sierra de Huayacocotla está localizada al norte del estado.
Es una región montañosa. Tiene gran variedad de climas: del cálido húmedo frío. Su principal río es el Vinazco.
Los pobladores se dedican a la agricultura, la ganadería y la minería. Es importante la industria maderera y la explotación
de caolín.
Huayacocotla, Llamatlan y Zontecomatlan son sus principales poblados. En esta región hay poblados indígenas nahua,
otomi y tepehua.

EL TOTONACAPAN
La región del Totonacapan debe su nombre a que en ella ha habitado los totonacos. De los antepasados de este pueblo
indio se conservan restos de hermosos monumentos.
Totonacapan limita al norte con la región de la Huasteca Veracruzana, al sur con la región de las grandes montañas, al este
con el Golfo de México y al oeste con el estado de Puebla.
En esta región se combina una larga llanura costera con lomeríos, cañadas y montañas. El clima predominante es calido
húmedo.
Sus principales ríos son el Cazones, el Tecolutla y el Nautla; en sus desembocaduras, los dos últimos forman barras que se
llaman igual que los ríos.
Los habitantes del Totonacapan se ocupan en la agricultura, la ganadería, la pesca y la industria.
La industria principal es la extracción de petróleo y gas. Los campos petroleros se encuentran sobre todo en los municipios
de Papantla y Poza Rica.
Por ser el Totonacapan una región con mucha actividad económica, sus ciudades tienen gran importancia y destacan Poza
Rica, Papantla, Martínez de la Torre y Misantla. Tanto en la parte costera como en la de lomeríos y montañas existen
pueblos predominantes totonacos. También tepehuas y nahuas.
En Totonacapan se bordan blusas, se hacen flautas de carrizo, tamborcitos, figuras y objetos de vainilla.
Los habitantes de la región conservan antiguas tradiciones: en Papantla es importante la fiesta de corpus Christi; los
tepehuas bailan la danza de los gavilanes, sobre todo en su carnaval. Son muy conocidas las danzas totonacas de los
Guaguas, negritos y voladores. Esta última es una espectacular danza representativa de la región. Conocida en muchos
países.
En la región hay muchas zonas arqueológicas, las más conocidas, estudiadas y restauradas son el Tajin y las Higueras. La
primera es la más importante del estado.
La región de Totonacapan se localiza entre las regiones de la Huasteca y las grandes montañas.

LAS GRANDES MONTAÑAS


El clima de las grandes montañas es muy variado, predomina el templado húmedo; en las costas es cálido húmedo; en la
altiplanicie de Perote, frío, en la cumbre del Pico de Orizaba, muy frío.
Sus límites son: al norte de la región del Totonacapan; al sur y al este, el estado de Puebla; al este, el golfo de México y la
región de las Llanuras del Sotavento.
En esta región los bosques representan una gran riqueza, que lamentablemente está en peligro.
Se han desarrollado importantes industrias: de café, pasteurizadoras de leche, fábricas de cerveza, hilados y tejidos,
cemento, refrescos, papel y jabón. También existen ingenios azucareros, como el Potrero, Mahuixtlan. La Concepción y San
Miguelito.
Cerca de Laguna Verde se ha construido una planta nucleoeléctrica, que produce electricidad mediante la energía atómica
derivada del metal llamado uranio.
También se producen muchos objetos artesanos; prendas de vestir tejidas y bordadas, figuras de madera y cerámica
decorada, entre otros.
En diversos municipios de la Sierra de Zongolica viven indígenas nahuas.
En esta región abundan las fiestas y tradiciones destacan las ferias de Coatepec, Fortín, Xalapa y Xico. Son famosas las
danzas de los santiagos en Naolinco y la Malinche, en Acatlan.
EL ISTMO
Está localizada al sur del estado. Se llama así porque forma parte de la porción más estrecha de la República Mexicana.
Limita al norte del Golfo de México, al sur con los estados de Oaxaca y Chiapas, al este con el estado de Tabasco y al oeste
con las regiones de los Tuxtlas y de las Llanuras del Sotavento.
Por su riqueza petrolera, en la región se han establecido grandes complejos petroquímicos en Cosoleacaque, Minatitlan,
Pajaritos, La Cangrejera y Morelos. El petróleo ha generado una importante actividad económica para el estado y el país
Notemos, que El Istmo tiene grandes riquezas y problemas. Con tristeza comento que el río Coatzacoalcos esta considerado
como el más contaminado de México, tal vez del mundo.
En las poblaciones de Soteapan, Mecayapan y Acayucan conviven grupos indígenas zoque-popolucas, nahuas y zapotecos.
En la cuenca del Uxpanapa hay pueblos chinantecos, mazatecos, zoques y totonacos. Estos grupos conservan sus lenguas y
costumbres.
En la población se distinguen tres tipos de vegetación: en la costa predomina el manglar; en las llanuras, pastizales y
árboles como el nanche, tachichon. Coastecomate y jicaro; en el valle de Uxpanapa, pastizales y selva tropical.

 La región del Istmo se localiza al sur del estado.


 Su relieve es llano. El clima, cálido húmedo.
 Los ríos principales son el Coatzacoalcos y el Tonala.
 Los habitantes del Istmo se dedican a la agricultura, ganadería, pesca e industria.
 Se ha establecido grandes comercios petroquímicos.
 Las ciudades más importantes son Acayucan, Minatitlan y Coatzacoalcos.

En el Istmo hay muchas tradiciones. En Minatitlan es popular la fiesta de la candelaria; en Coatzacoalcos, una exposición
cultual durante semana santa. La danza de la malinche se practica sobre todo en Soconusco y Jaltipan.

Nuestra cultura: arte, ciencia y costumbres


Al paso del tiempo, las tradiciones, costumbres, idiomas y comidas, tanto de España como de Mesoamrica, se mezclaron y
dieron origen a nuestra cultura. Pero no solo nosotros resultamos con una mezcla de cultura, también los españoles
recibieron la influencia de la los pueblos sometidos.
Estas mezclas quedan manifestadas en los altares, las danzas de los moros y cristianos, santiagueros, malinche, negros y
matlachines; todos los santos, el carnaval y las mojigangas.
En las Llanuras del Sotavento, se dio la influencia de los negros tanto en características físicas como culturales. “coyol,
mandinga, Yanga y zambo”, entre otras son palabras de origen africano, Incluso la marimba y el bongo, son instrumentos
musicales africanos, incorporados como hemos de haber notado a la música popular veracruzana.

LA CULTURA POPULAR EN VERACRUZ


La cultura popular veracruzana es variada y compleja, sus tradiciones manifestadas de múltiples maneras van desde su
famoso carnaval hasta la “rama” y el “viejo” particulares a las festividades navideñas; mención especial merecen los altares
y costumbres conservadas celosamente con que todo el estado celebra el día de muertos y la fiesta de la “Candelaria” que
tiene lugar el 2 de febrero en Tlacotalpan.
Jarocha, esa linda muchacha costeña que baila al ritmo del son ataviada en su blanco traje con rebozo de seda y un
ramillete de flores detrás de la oreja…. La cultura veracruzana es una de las más distintivas del folclor mexicano, su gran
fiesta jarocha, gastronomía costeña y danzas mixtas forman un mosaico multicolor digno de conocer.
A través del año y a lo largo de todo el estado, se celebran numerosas fiestas patronales, religiosas y paganas. En Veracruz,
toda fiesta conlleva la celebración de los famosos bailes populares, en donde chicos y grandes hacen gala de sus
habilidades en la pista; corridas de toros, carreras de caballos, danzas folklóricas, peleas de gallos, jaripeos, encuentros
deportivos, charrrerías, concursos y juegos y actos religiosos son ingredientes esenciales de las grandes fiestas jarochas. La
fiesta más popular dentro y fuera del estado es el Carnaval, festejado cada primera semana de febrero en un marco de
algarabía y color. Los llamativos desfiles de carros alegóricos cuentan con músicos que tocan al ritmo del son jarocho o del
huapango huasteco, disfraces de lentejuelas, numerosos bailarines y el mejor humor para celebrar, después de haber
realizado la simbólica quema del “Mal Humor”, acto con el que da inicio la celebración. Actualmente, se realizan además
numerosos eventos culturales, deportivos y comerciales.
La gran tradición de la danza veracruzana se pone de manifiesto con el Ballet Folklórico del Gobierno del Estado de
Veracruz, orgulloso representante de México, ya que sus representaciones de la Huasteca Veracruzana, el Huapango en
Pánuco, la Danza de los Negritos, el Jarabe Jarocho y otros bailes mexicanos, han sido reconocidas tanto a nivel local como
internacional.
La posición costera de la entidad se conjuga con una larga tradición indígena, española y afroantillana para dar lugar a una
vasta y diversa cocina. En la costa, los platillos de mar más destacados son el pulpo en su tinta, empanadas de camarón, el
chilpachole y el Huachinango a la Veracruzana, cuya fama ha cruzado fronteras. En Coatzacoalcos, exóticos platillos
adornan las mesas de los curiosos comensales con carne de armadillo, sopa de tortuga, pejelagarto ahumado y carne de
tejón, entre otros. El atole de coyol y el té de zacate son bebidas populares en Minatitlán, en donde además puede
disfrutar de unos ricos tamales de chipiles o de coyol. En Martínez de la Torre también destacan elaborados platos como el
pez bobo en caldo y las acamayas en chipotle. Veracruz es famoso también por su café de calidad exportación, la zona de
Coatepec además de producir el aromático grano se distingue por su buen gusto en la cocina con su tradicional sopa de
pan, estofado de gallina y trucha arcoiris.
Las artesanías son otra de las manifestaciones artísticas de gran calidad en Veracruz. Las numerosas etnias aún vivas en el
territorio elaboran bellos productos textiles, de alfarería y cartonería. En la zona de la Huasteca y en la Sierra de Zongolica,
donde habitan los indios macehuales, se utiliza el telar de cintura para elaborar cobijas, jorongos, lienzos, morrales y
tapetes. El antiguo arte de la alfarería tuvo un lugar preponderante en las antiguas culturas mesoamericanas, y hoy en las
comunidades de la Huasteca y en San miguel Aguasuelos, las mujeres elaboran bellos objetos de cerámica para
autoconsumo y para la venta. El tercer arte popular es la cartonería, cuyo uso también data de las primeras comunidades
mesoamericanas y hoy se utiliza para decorar y elaborar las ofrendas rituales con papel amate y papel de china.
El Museo de Ciencia y Tecnología ofrece múltiples posibilidades de conocimiento y diversión. Recientemente se instaló en
este museo el Planetario de Ciencia y Tecnología.
El estado conserva una gran diversidad de costumbres y tradiciones, tiene una rica gastronomía y una cultura popular muy
amplia. Veracruz celebra 561 fiestas titulares, 64 ferias y 43 carnavales, es decir que se con promedio de casi dos fiestas
tradicionales en cada uno de los 365 días del año.
Algunas de estas fiestas son conocidas nacional e internacionalmente, como el Carnaval de Veracruz, la fiesta de la
Candelaria, en Tlacotalpan, la feria de Corpus Christi y la celebración de la Semana Santa, en Papantla y la Xiqueñada, en
Xico.
Son famosas también las ferias de Tuxpan, Xalapa, Córdoba, Veracruz y Coatzacoalcos, así como las reuniones de brujos
que se hacen el primer viernes de marzo en Catemaco, en la zona de Los Tuxtlas.
En Veracruz se estableció el primer puerto de México, el cual cuenta con una gran tradición popular que se refleja en su
música, bailes, fiestas del Carnaval y su rica gastronomía.
Xalapa representa el centro de la cultura del estado, es lugar de encuentro de estudiantes, académicos y artistas. El Parque
Ecológico Macuiltépetl, el Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero y el Paseo de los Lagos son, entre muchos otros, lugares
de alto valor turístico.
Tlacotalpan, además de su belleza arquitectónica es tierra de tradiciones y fiestas, como la fiesta de la Candelaria con su
tradicional pamplonada. En 1999 esta ciudad fue declarada por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
VERACRUZ CULTURA

Entre las muchas características que distinguen al estado de Veracruz podemos asegurar que es la entidad federativa que
ha sido el primer testigo de importantes capítulos de nuestra historia: por sus litorales se inició la conquista de los
diferentes reinos mesoamericanos, en su territorio se fundó la primera población de origen castellano y se construyó la
primera iglesia de la América continental; fue testigo del asecho de los corsarios, por sus tierras se invadió a México en
1847 y en 1862, vio llegar a Maximiliano de Austria como Emperador y lo vio regresar embalsamado a Europa; en los
muelles de su puerto principal anclaría el vapor “Inpiranga” para llevar aquel 31 de mayo de 1911 al General Porfirio Díaz al
exilio.
La cultura popular veracruzana es variada y compleja, sus tradiciones manifestadas de múltiples maneras van desde su
famoso carnaval hasta la “rama” y el “viejo” particulares a las festividades navideñas; mención especial merecen los altares
y costumbres conservadas celosamente con que todo el estado celebra el día de muertos y la fiesta de la “Candelaria” que
tiene lugar el 2 de febrero en Tlacotalpan.
En cuanto a la elaboración de objetos que conocemos con el indebido nombre genérico de artesanías, la producción estatal
es más bien pobre y está caracterizada por infinidad de manualidades; pero los mejores ejemplos del arte popular
veracruzano están representados por textiles de extraordinaria calidad que se continúan tejiendo en varias comunidades
de la Huasteca, en la Sierra de Zongolica.
La cocina veracruzana requeriría más espacio del que disponemos para poderla describir: los “bocoles” de la región
Huasteca son obligados cuando uno viaja por aquellos rumbos, el mole de Xico, los “pambazos” xalapeños y la cecina, así
como los dulces de pepita con forma de frutas y de algunos animales, y qué decir del huachinango a la veracruzana o de un
pámpano al mojo de ajo.
El estado es uno de los mayores productores de café en México, bien vale la espera de una mesa dispuesta en el antiguo
café de la “Parroquia” para degustar de esta bebida en el corazón mismo del puerto jarocho.

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