UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO DE QUITO USFQ

Samsara y Nirvana

La transmigración del alma aparece con los Upanishads, los escritos sagrados que

cronológicamente van después de los Vedas. Entonces se ligan a las acciones (karma) con la

transmigración del alma (samsara). Dicen que todos aquellos que actúen positivamente

reencarnaran en vidas positivas, en cambio, aquellos con karma negativo reencarnarán en

condiciones de vida menos favorables.

La transmigración en los Upanishads trae consigo un aire de pesimismo a la India, nación en

la que predominaba el positivismo que se puede ver reflejado en los Veda. La reflexión filosófica

han llevado a los indios a enfocarse en lo efímero de la vida y a la conclusión de que la vida está

predominada por el sufrimiento y la frustración.

En la India, la transmigración se convierte en una creencia de primer orden que podría

compararse con una creencia en Dios y en el alma, que puede ser visto en corrientes occidentales.

Sylvain Lévi dice que en la India existe una influencia tan fuerte de la transmigración del

alma que nadie la refuta y que es planteada como un hecho básico al que las personas tratan de

acomodarse.

Sin embargo, fueron algunas las escuelas que se encargaron de cuestionar la transmigración.

Una de ellas fue la de los materialistas de la época del Buddha, quienes argumentaban que todo

terminaba con la muerte y que el alma no se transmitía. Otra fue la de Maskarin Goshala, quien

creía en la reencarnación pero decía que no se basaba en las acciones, sino que el número de

reencarnaciones ya estaba predeterminada de antemano.

Entonces no faltaron intentos por demostrar la veracidad de la transmigración. Tenían tres

argumentos principales. El primero decía que el recién nacido reía o lloraba a causa de los

recuerdos de sus vidas pasadas antes de nacer. El segundo argumento decía que el recién nacido
busca el pecho de la madre, ya que habría formado el hábito de buscar alimento cada vez que sentía

hambre. Y el tercero decía que el recién nacido tiene ya deseos innatos, que sólo podrían ser

explicados con una vida pasada.

La importancia de la creencia en la transmigración radica en cómo los indios ven a la vida.

Piensan entonces que la felicidad o la desdicha de su vida está determinada por sus acciones en sus

vidas pasadas o que son impuestas por un Dios, quien los castiga o los retribuye. Entonces lo que el

indio busca es poner fin al sufrimiento eterno de reencarnar a la vida. Son estas ansias por salir del

ciclo eterno del sufrimiento lo que motivan a las corrientes filosóficas y religiosas de la India.

Esta serie de reencarnaciones no tiene un principio, y tampoco tendrá un fin en el futuro si

no se recurre a la salvación que proponen el hinduismo o el budismo. El alma es lo que se transfiere

El Hinduismo dice que el alma se transfiere de un cuerpo a otro, de una existencia a otra.

Por otra parte, el Budismo argumenta que no existe una sola conciencia que se mantiene a lo largo

de nuestras vidas, sino que es un fragmento de una serie infinita de conciencias que

experimentamos durante nuestras vidas. La última conciencia experimentada en nuestra vida pasaría

a ser la primera experimentada en la siguiente. El orden en el que experimentamos las conciencias

está determinado por la ley de la casualidad. La manera de detener este ciclo interminable de

conciencias sería a través de las enseñanzas del Budismo. Así se resuelve una filosofía inspirada

bajo dos principios del budismo: la transmigración y la ausencia de un alma permanente y eterna.

El concepto de nirvana en el hinduismo es el alma liberada hacia el Principio Supremo

después de cortar el ciclo de reencarnaciones. Para los Budistas, el nirvana es liberarse de la serie de

reencarnaciones, es decir, conseguir que la última conciencia de una serie sea también la última

conciencia de la existencia.

En el budismo e hinduismo el aniquilamiento ocurre cuando se logra romper el interminable

ciclo de las reencarnaciones. Por otro lado, en el materialismo el aniquilamiento es la muerte, ya

que según los materialistas, lo único que existe nuestro cuerpo y lo que esta vida implica.