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Nicolas - Rocio S.C PDF
Nicolas - Rocio S.C PDF
Roció S. Constanza.
Dedicatoria:
- Era obvio que no estaba habitada, porque en ese bosque nadie vivía-
dijo ella cambiando su vista de mí hacia vacío momentáneamente- No
era utilizada para acampar, ni para protegerse de los animales
salvajes que habitaban en el bosque o de las misteriosas
desapariciones que ocurrían; siempre atribuidas a que los lobos y los
Roció S. Constanza.
osos se comían a las personas. Nadie se atrevía a adentrarse
demasiado en el bosque, -hizo una pausa mientras parecía perderse
en mis ojos e intentó explicarme otra vez- El bosque era lo
suficientemente grande para extraviarse y de ser así, difícilmente
serían encontrados a salvo considerando todos los peligros que
habitan en él.
Roció S. Constanza.
más ni menos ella quedó petrificada del miedo viendo los ojos del
hombre que hace un segundo estaba delante de Nicolás en las
escaleras y ahora a la par viéndola directamente a los ojos. Ella jamás
había visto ojos como los de aquel hombre, negros como la noche y
tan profundos como el mar, y si no fuera por el chico ahí hubiera
quedado, si Nicolás no la hubiera jalado del brazo probablemente
hubiera sido inconsciente del tiempo, el lugar y el momento exacto
donde había caído en el hechizo de los ojos de este tipo. Empezaron a
correr con desesperación por la casa buscando una salida, pero fue
más que inútil, se quedaron estancados en la azotea estando
conscientes de que estaban en peligro. ¿Quién era este hombre?
¿Cómo pudo llegar tan rápido de un lado a otro? ¿Por qué no los
quería dejar ir? y lo más importante ¿Por qué este hombre dijo que
para la eternidad? ¿Acaso era un tipo de asesino que los mataría o los
torturaría hasta la muerte? Estaban asustados, sin salida en una
casa con un hombre que se había convertido en su verdugo y captor.
Ella saltó de esa azotea y pudo llegar al árbol pero sus manos no
fueron lo suficientemente fuertes como para sostenerse, así que
resbaló y cayó en una rama un poco más abajo, pudo ver como
Nicolás también intento subirse al barandal y estando a punto de saltar
la sombra lo rodeó y a la vez que tomó la forma del hombre que
habían encontrado en la casa sujetándolo fuertemente del brazo.
Y así lo hizo; como pudo bajó de ese árbol y tropezando por todo el
bosque iba corriendo hasta que encontró el camino que habían dicho
con Nicolás para regresar a su casa. Corrió como nunca lo había
hecho, sentía la adrenalina en las venas que le había provocado todo
esto. Saliendo de ese inmenso bosque pudo ver como el ocaso
terminaba cuando…-
-No creas en todo lo que te dice la abuela Kari. A veces los abuelos
nos intentan asustar con cuentos de fantasmas.
- ¿Entonces la sombra que dijo la abuela era un fantasma¿-pregunté-.
Roció S. Constanza.
-Si eso era, pero solo es un cuento que a mi mamá le gusta contar
para asustar un poco antes de dormir, no te preocupes no era verdad.
-No importa lo que haya dicho Kari solo era un cuento de miedo. Ahora
descansa, mañana será un día largo.
Y esa fue la última noche que dormimos en esa casa. Donde había
permanecido casi siete años desde mi nacimiento.
-Así que ya son las tres eh?-pregunto mi madre cuando llegue con ella
y la abuela a la sala.
-Así es.
-¿Ya empacaste todo? ¿No olvidas nada?
-Completamente todo mamá
-Ok-suspiro- puedes ir y no tarden nos vamos en dos horas ¿Ok?
-Si mamá, adiós abuela.
-Adiós Kari no te vayas muy lejos-dijo la abuela-.
Roció S. Constanza.
despedirme de todo, de la casa, de esta ciudad, de las personas que
viven en la misma, de mi maestra, de mis amigos e incluso hasta de
mi abuela y el perezoso Clementain pero no de Emi ella es esa parte
de mi vida que jamás podría abandonar, incluso en pensar en el
cuento de mi abuela de cómo esa chica dejo a su amigo no lo puedo
entender. ¿Cómo pudo dejar a su amigo de toda la vida? Y ahora que
lo pienso nunca me dijo en que terminaron esos jóvenes…. ¿Que
habrá pasado con el chico y con ella?...
Faltaban tres casas para la de Emi y Andrés quiso acelerar y pasarme
pero no lo deje así que eche todas mis fuerzas y pedalee lo más
rápido que pude y por una llanta le gane a Andrés.
-Te gane
-Que te pasa Kari?-dijo en un tono decepcionado- yo llegue primero.
-no es cierto, yo gane Andrés.
Bajamos de las bicicletas y llegamos a la puerta de Emi. Saliendo ella
estaba cuando vi que detrás venia su mamá.
-Hola Emi, Hola tía Sara.
-Hola Kari, ¿Cómo estás? ¿Lista para la mudanza?
-SI.
-Que bien, llamo tu mamá y dijo que no se tardaran mucho entre dos
horas se van ¿de acuerdo?
-Si-dijimos en sincronía con Emi- adiós.
Emi se montó en su bicicleta y nosotros hicimos lo mismo fuimos una
cuadra después a la casa de Nora prima de Andrés y amiga nuestra, a
pesar de ser un poco estirada como su madre es una niña muy buena
y simpática un poco miedosa debo admitir lo contrario de su hermano
León, un niño dos años mayor que nosotros y técnicamente el
responsable del grupo. Al principio León no quería salir con nosotros
por tres razones: la mayoría de nosotros somos niñas, en el grupo
esta su hermana menor y técnicamente lo obligaban para ser niñero
de Nora. Pero poco a poco León también se empezó a divertir en
nuestras aventuras. En nuestros picnics en el bosque siempre
demostró ser el más responsable y valiente, incluso cuando
encontramos una serpiente y Nora se desmayó del susto el aparto a la
serpiente de nosotros y asistió a Nora, desde entonces cuando vamos
al parque de juegos a orilla del bosque León siempre está pendiente
de que eso no vuelva a pasar y si entramos a la villa del bosque él es
el guía.
Roció S. Constanza.
tono de burla-.
-Por supuesto que no-intervino Andrés- Lo que pasa es que me quiero
enfrentar a León a ver quién es el mejor.
-Bueno… siendo así-dijo Emi mirándome-.
-Está bien, entonces empecemos-concluí-.
-y sigue el juego – continuo Nora- Emi sale Andrés lanza la pelota, Emi
la agarra corre al centro de la cancha Kari la intercepta pero Emi la
burla, parece que nadie puede parar a Emi, se acerca a la portería
¡lanza! y León para la pelota, se la lanza a Kari, Kari la agarra y corre
a la portería contraria, está corriendo, Andrés empieza a salir de la
Roció S. Constanza.
portería la intenta receptar pero Kari no se lo acepta, Emi entra y le
arrebata la pelota, corre, Andrés vuelve a la portería, Kari y Emi están
corriendo a la portería de León, Emi intenta dejar a Kari atrás pero no
lo logra, Kari le quita la pelota, la pelota la lleva Kari, Emi se lanza,
ambas pierden la pelota , está a punto de salir de la cancha pero Kari
la salva, Emi está de pie no deja de interceptar a Kari, Kari lanza un
poco más lejos la pelota ambas corren por ella, la patea Emi y sale de
la cancha, ¡Saque!, Kari baila la pelota en el aire, Emi cabecea la
pelota, la pelota está muy cerca de la portería de León, León sale a
buscarla pero Andrés también está afuera! ambos chocan, la pelota
aún está en juego! Emi toma la pelota la lanza y Kari se interpone para
que no sea gol, Kari corre a la portería no hay portero esta libre, pero
Andrés y Emi le llevan el paso ¡no tiene salida! Emi está enfrente le
quita la pelota, Andrés regresa a su portería y Emi corre a la contraria,
y ¡lanza! ¡Huy por poco, por poco la para León! ¡Y es un Gol de Emi!
-Vamos
-Si- respondí-.
Seguimos caminando fuera del bosque pero antes de salir por completo
escuche la misma voz,
-Sí.
Seguimos el resto del partido, al final quedamos 3-2, ganamos con León.
Ya era muy tarde. No se necesitaba ver un reloj para saberlo pero aun así
nos quedamos viendo los 5 al cielo en los columpios viendo como el día
se terminaba. Era tan triste para Emi como para mi decirles adiós a ellos.
Extrañaríamos estas actividades con ellos pero bueno no teníamos de
otra.
Roció S. Constanza.
Nora corrió abrazarnos a Emi y a mí. Era raro ver llorar a Nora pero esta
vez lo estaba haciendo.
-Sí, hasta mañana. Emi te espero allá-le dije y seguí mi camino hasta mi
casa-.
Claro todo ese hermoso sueño ahora no sería más que una pesadilla
algo que nunca hubiera esperado-nueve años después de mi partida-,
la inigualable alegría que sentiría, la sensación acogedora que estaría
al entrar a esa vieja casa de la abuela había sido completamente
remplazada por la vil desagracia y desdicha, el dolor que ahora sentía
era simplemente devastador, nunca imagine que regresaría a mi
amada ciudad de la infancia con un ataúd; en cuyas entrañas estaban
ocupadas con el reposo del cadáver de mi madre.
Roció S. Constanza.
El entierro había tomado su curso y el sacerdote ya estaba entregando
las palabras del último adiós a mi madre en ese preciso momento
empezaron a bajar el ataúd a la bóveda; su nuevo hogar donde
reposaría de ahora en adelante.
Ayude con la puerta del auto a mi abuela ella tomo asiento en el sillón
del copiloto y yo me apresure a tomar el volante.
Conduje hasta aquel lugar, la deje ahí y tome mi rumbo para la casa.
Ahora viviré en la vacía casa de la abuela. La abuela lleva unos
cuantos años en el asilo de ancianos. Ella es muy feliz ahí. Tiene
amigos con quien hablar, atención médica y unas rutinas distintas casi
siempre. Fue duro volverla a ver en estas condiciones.
-ni modo, tendremos que comer sopa enlata. –dijo tía Sara al ver la
despensa vacía a excepción de la comida enlatada.
-¡Sí! Y viejo-reflexione-.
Creo que Clementain le debió dar un buen susto a Emi para que
desistiera de salir… nos acomodamos y acosté a Clementain en la
cama. Apague la luz y aun así la noche no es tan oscura como había
sido por 10 años. Veo por la ventana abierta la luna de la noche que
pareciera darme la bienvenida a mi hogar que me daba la sensación
que las cosas mejorarían o se acomodarían de alguna manera. Una
espléndida luna nueva que está en el profundo espacio exterior, de
pronto un escalofrió recorre en mi por alguna extraña razón y no me
siento sola. Es como si alguien estuviera conmigo, observándome y
noto que lo que me aterra en realidad es que me siento cómoda con
eso.
-Ada…
-¡Ada!
Esta vez lo escucho más cerca ¿de dónde proviene esa voz y quién
es? no reconozco la voz. Entonces lo veo pero muy borroso… ¡no sé
quién es! se acerca a mí y toma mi mano, ¿Quién es?
Roció S. Constanza.
las aves? nunca me había asustado estar sola… Nunca tanto silencio
fue tan incómodo y poco confortante…
-Hoy si te gane Kari-dijo Emi en tono triunfal- ¡me levante antes que tú!
-¿Y Clementain?
-Sí.
Luego del desayuno tía Sara tomo su camino de regreso, ella tenía
responsabilidades que cumplir.
Roció S. Constanza.
Emi apareció detrás de mí- ¡Por fin terminamos!
-Luce con tus ojos… bien a prepararnos que se nos hace tarde.
-¡Sí!
-¿Kari ya estás?
Roció S. Constanza.
Capítulo III
Rencuentro
-Espera-le dije.
-oye ¿estás bien? – dijo el de pelo negro viendo que no hablaba y solo
los miraba.
Entonces vi los ojos verdes que este poseía y una sonrisa traviesa que
yo conocía.
-¿Andrés?
Ahora si los había sorprendido a los dos, pero para ser sincera Andrés
también me había sorprendido a mí. Nunca creí ver Andrés estar
involucrado en una pelea callejera.
Roció S. Constanza.
-¿Kari?-dijo el de pelo castaño, que deduciendo que me conocía
juraría que es León-.
-De ser así vamos con ella antes de que llame a la policía- dijo León
en un tono cómico-.
-¿Pero qué les pasa chicas parece que han visto a un fantasma?
Roció S. Constanza.
equipo de Futbol y Andrés estaba emocionado por su primer año en el
instituto T.S.C. al igual que nosotras dos, según lo que nos dijo León
Nora ya no salía con ellos porque no le gustaba que la vieran con su
hermano y su primo. Al parecer había desarrollado una gran pasión
por la moda, el estilo y la superficialidad que ya era característica de
ella desde niña y se había vuelto muy popular. Fue triste escucharlo
pero realmente no nos sorprendía mucho.
Nos fuimos para la casa ya era muy de noche. Entrando a ella vimos
que Clementain estaba en la sala justo como dijo la abuela regresaba
en la noche. Nos fuimos directo a nuestros cuartos.
-si- respondí de inmediato con una sonrisa. Cuando estaba con este
chico definitivamente algo malo me pasaba…
¿Porque me estaba pasando esto? ¿Porque en estos momentos del
sueño solo podía sentirme feliz?
Capítulo IV
Primer día de clases
Roció S. Constanza.
conoces? al parecer si, si no lo es entonces la única explicación es
que me estoy volviendo loca. ¡Si eso puede ser! que esté perdiendo la
razón. Incluso podría decir que me estoy enamorando del chico de mis
sueño, el chico que solo es una alucinación de mi mente. Y el que
estoy completamente segura que no existe.
-Si
-¿Sí?
Bajando estaba cuando miro como lucia mejor que yo debo admitir,
luce una falda con pliegues color azul y una blusa de botones color
rosa y zapatillas, definitivamente si de crear un look se trata Emi es la
indicada. Su cuerpo la hace ver solo un poco mayor de lo que es, su
cabello liso y termino medio color negro hace que resalten sus ojos
verdes.
-Está bien…
-Allá están los chicos- dijo Emi- ¿Quién será esa chica?
La chica que estaba con ellos realmente era bonita, era rubia, pelo
largo, con buen físico y con un estilo en su ropa similar al de Emi.
-Gracias tú también…
Roció S. Constanza.
-Hola Kari- me dijo Nora.
Emi y yo nos miramos, ya que las dos sabíamos que nos tocaban
horarios distintos y solo teníamos 6 periodos entre semana iguales.
-Sí.
-León gracias.
-Ya sabes no es nada, bueno te dejo que tengo que irme a mi clase.
-Si adiós…
-Hasta luego.
Y sin decir nada más empezó a dar su primera clase, como dijo León
es algo complicado su método de estudio pero todavía puedo
comprenderlo bien. Empezó a explicar sobre las leyes de Newton un
tema que ya había visto anteriormente.
Roció S. Constanza.
De pronto me sentí observada lo que me hizo voltear hacia la
ventana, no había nadie que me pudiera estar viendo lo que no era
extraño porque no tenía a nadie detrás de mí. El más próximo era el
chico de la par. A voltear iba cuando el señor Simmons me hablo.
Salí rápido del salón con la esperanza de encontrarlo pero no logro ver
a nadie. No es como si lo volviera a ver lo reconociera ya que no lo
pude ver pero tal vez si lo escucho logre reconocerlo…
No sé quién sea este chico pero por alguna razón sabe mi nombre y
por otra extraña razón necesito saberla.
-Hola Andrés…
-¿eh no porque?
-Te miras un poco confundida tal vez hasta asustada como si hubieras
visto a un fantasma.-dijo riéndose- es eso o realmente la clase de
física está muy difícil.
-Sí creo que si…-dije divagando en las opciones que me dio- bueno te
dejo porque me toca Literatura.
Roció S. Constanza.
-A mí también.- dijo muy contento ofreciendo su brazo para que lo
entrelazara con el mío- ¿nos vamos?
-Si…
-no exactamente.
-¿Un chico?-dijo buscando cualquier razón para saber que iba mal
conmigo-.
-Algo así.
-¿Quién es?
-No lo sé.
-No lo sé.
-sí pero nadie me dice así ¿cómo lo supo?, es nuestro primer día aquí
y al menos que lo conozca del jardín de niños y él tenga muy buena
memoria… no sé.
Roció S. Constanza.
-¿Y qué tiene que ver eso?- me dejo confundida su observación.
-Si supongo que solo tuvo que leer tu relicario y por eso te dijo Ada.
-Sí creo… -dije ya más tranquila ya que era muy razonable, dejemos a
la paranoica solo exista en mí y solo yo sepa que existe no hay razón
para seguirle dando razones para que se preocupe por mí-.
Capítulo V
El Partido
Llego viernes y Andrés y León nos invitaron a ver el primer
partido del instituto que sería en la cancha a la par del bosque donde
jugábamos de niños-el mismo bosque que aparecía en mis sueños
con bastante regularidad donde también jugaba con ese chico- el
partido seria después de clases.
Al salir del salón de historia que recibía con Emi quien ya estaba más
que emocionada, aunque no estaba muy segura del porque a Emi no
le emocionaba el Futbol pero me dio miedo preguntarle por alguna
razón. Al parecer por lo que nos habían dicho el campo lo habían
arreglado y ahora actividades como estas se hacían ahí.
Roció S. Constanza.
volveré hacer, y por eso sé que le irá bien y a Nora supongo que
también.
Deje pasar su comentario solo porque si, como dije antes no quería
involucrarme en esta guerra nada sangrienta en las que las mujeres se
meten, esa guerra que suele ser más larga y dañina en mi opinión
llamada “la moda”. Incluso era cansado verla desde fuera como no lo
seria desde adentro.
Roció S. Constanza.
El equipo de León se ubicó del lado derecho y al contrario el equipo de
Andrés. No conocía muy bien al equipo de León pero si algunos del
equipo de Andrés, todos se miraban muy emocionados y atléticos
listos para jugar, la mayoría de estudiantes se acomodaron en las
bancas, los otros se dispersaron alrededor de la cancha.
El calor de esa tarde era poco, seguro hoy era una de esas tardes
perfectas aquí en Timesong City donde los niños salen a jugar y los
adolescentes salen de sus casas a dar paseos cortos.
Roció S. Constanza.
quedo inconsciente del pelotazo, no fue hasta que a Lucy se le ocurrió
la idea de echarle agua encima para despertarla ella reacciono de
inmediato quejándose del dolor.
Estaba preocupada por Lisa sin duda ese había sido un gran golpe.
Así que le ofrecí ir a caminar en lo que se terminaba el partido dicen
que un rayo no cae dos veces en el mismo sitio pero ¿lo haría una
pelota? si la fama de Lisa y su mala suerte eran cierta esto era
posible.
-Sí.
-Entrar al bosque.
-Mmm está bien- no entendía muy bien pero sentía una trampa en sus
palabras- busquemos el sendero.
-sí.
-Sí.
-Sí.
-¿Familiar tuyo?
-No.
-¿amigo?
Solo me dio una breve mirada, pero guardo silencio ¿eso que
significaba?
-¿del instituto?
Roció S. Constanza.
-en teoría.
-¿Cómo es él?
-No exactamente.
-¿plan?
-¿Cómo me llamaste?
- tu relicario.
Roció S. Constanza.
-Me parece justo… ¿Dónde vives?
-Entiendo…
-Ah ¿Lisa?- dijo Andrés intentando recordar quién era-¿tal vez quiera
venir con nosotros al cine?
Roció S. Constanza.
Un silencio rotundo y una mirada de desaprobación de la anciana
inundo la habitación, a punto de hablarle a Lisa estaba cuando mi
sueño se cortó de inmediato. Y por primera vez desde que llegamos
aquí no soñé con él…
Capítulo VI
Nicolás… Mi compañero
Ahora pude voltear sin temor de ser descubierta al fin de al acabo era
relativamente normal verlo gracias al choque de la entrada, voltee y lo
pude ver completamente. Era un chico caucásico, pelo oscuro pero no
negro; dirigió su mirada a mí y sus ojos negros se conectaron con los
míos, sonrió nuevamente e inevitablemente yo también, esta
respuesta continua me aturdió un poco.
Roció S. Constanza.
Todavía no le había respondido a su pregunta. ¡Sí! pensé de inmediato
solo tenía que poner la palabra fuera de mi boca, en eso se volteo
Micaela que estaba enfrente de el
Que se supone que debía hacer decirle que iba a trabajar conmigo.
-No.
-Lo dudo- intente herir por primera vez el ego de una persona, me reí
ante este nuevo hecho para mí, no contesto esto la debió enojar de
alguna manera.
Roció S. Constanza.
Sonó la campana y Nicolás regreso a su asiento a la par mía a
recoger sus cosas pero en eso Micaela se le atravesó cortándole el
paso con su brazo.
-¿Enserio? es que has de ser muy bueno…-un alago con algo oculto,
presentí- ¿entonces no te molestaría darme clases de reforzamiento?
Estuve en lo correcto.
-Ten Ada.
-Entiendo…
-Te lo aseguro.
Roció S. Constanza.
la refacción al menos que Micaela lo encuentre y se le pegue como
chicle mascado en el zapato de un peatón, ya era costumbre que
León, Andrés, Emi, Nora, Hannah, Lucy y yo nos sentáramos en una
mesa en el patio trasero del instituto, ya que el lugar era muy
agradable y fresco además que en la cafetería siempre estaba llena y
había mucho ruido. En ocasiones León y Andrés no se sentaban con
nosotras por estar jugando o en grupo de futbol.
-Mmm lo pareces….
-¿Enserio? lo dudo…
-Chicas no se peleen al fin Kari ya les gano a las dos- dijo bromeando
Andrés. “gracias por quemarme” pensé-.
-Nicolás-conteste.
Por alguna extraña razón volví a pensar en el sueño del viernes, Lisa
entrando en esa habitación, sentándose en aquella mesa con esas
personas y la mujer mayor con su expresión de desaprobación. Lisa
Roció S. Constanza.
de aquel sueño y Lisa de ahora no se miraban tan diferentes en
ocasiones se miraba una persona segura de sí misma, directa y tenían
su expresión seria la cual no se dibujaba siempre, normalmente en su
rostro cuando la miraba tenía una mirada dócil, tierna y tímida lo
contrario de la vez que anduvimos por el bosque, el sueño y ahora….
Capítulo VII
El pelirrojo
Era hora de ir a gimnasia, esta clase no la llevaba con nadie así que
camine hasta el gimnasio que se encontraba cruzando los campos del
instituto, iba directo hasta que un niño en el columpio llamo mi
atención.
Solo subí ligeramente mi mirada para ver que unos chicos me miraban
extrañados de lo que me había pasado, entre ellos estaba León que
se acercaba preocupado a mí.
Roció S. Constanza.
-¡Kari! ¿Estás bien?
-Si…-dije sorprendida.
Salí del auto y me coloque cara a cara con él. Solo me observo sin
decir nada.
-Si…
-No nada-.
-¿ver qué?
-Kari ¿Qué haces ahí?-dijo Emi desde atrás. Esto me parecía más un
déjà vu sobre el incidente en el columpio con León, no le podría decir
me miraría igual de extrañada que León.
-Nada-.
-¿Qué cosa?
-No lo sé.
Nos fuimos a casa y nos repartimos las tareas que teníamos que
hacer, hacer limpieza tranquilizaba mi mente y la apartaba de ese
niño, la corta tarde se fue volando y el tiempo se esfumo la noche ya
había caído. Para antes de la cena ya había terminado mis actividades
pendientes así que empecé a cocinar.
-¿Si?
Roció S. Constanza.
sus crías, quien sabe tal vez solo pasa el día acostado en alguna parte
si de algo tienen fama los gatos son de perezosos y no creo que
Clementain sea la excepción.
-¿Por qué?
-Necesitaba que alguien jugara conmigo, pero por años nadie lo hizo y
por eso eh venido agradecértelo.- sonrió de oreja a oreja.
-¿jugar?-dije incrédula-.
Roció S. Constanza.
Eso le causo un alivio a su dolor por fin no iba a estar solo… pero
extrañaba mucho a su madre y a su hermano quería ir con ellos a toda
costa pero no sabía qué hacer.
Capítulo VIII
Encuentro en el amanecer
Solo saber que ahora él era feliz y que por fin se había reunido con su
familia aliviaba mi sufrir, al parecer esta especie de visión o
alucinación y este vínculo que había formado con él me había
transferido todo el dolor, sufrimiento y soledad que había sentido.
¿Cómo sino tuviera suficiente con el mío?
-¿Gustas pasar?
-si-respondí-¿Por qué?
-Ya veo
-No exactamente-contesto.
Roció S. Constanza.
-¿y qué haces aquí?-indague.
-De acuerdo… ¡eso fue raro!-comento Emi cuando por fin quedamos
solas.
-Dímelo a mí.
-¿Qué quería?
Ahora tenía que dejar de pensar en todo eso… tenía que dormir
mañana será otro día para seguir perdiendo la cabeza.
Roció S. Constanza.
canto de la fauna que se encontraba en ese bello lugar, una cálida y
sutil luz solar tocaba mi cara, la brisa era refrescante y la corriente del
agua extremadamente relajante pero de repente todo cambio el rio se
había vuelto violento y muy fuerte intente nadar más fue imposible me
estaba ahogando, ¡no podía respirar! con todas mis fuerzas batalle
con la corriente pero era una guerra perdida, jamás había nadado en
aguas tan violentas parecía como si fuera un rio completamente
diferente me jala a sus profundidades entonces vi una sombra o
especie de silueta que parecía ser de otra mujer del miedo volví a
intentar salir pero en eso la corriente me jalo de nuevo y mi cabeza
golpeo brutalmente con una piedra y fui perdiendo el conocimiento
sentía como el poco aire que había retenido o intentado tener
desapareció, mis pulmones empezaron a llenarse de agua y mis ojos a
cerrarse….
No sabía que hacer era muy tarde para dormir y muy temprano para
levantarme. ¿Qué se hace en estas ocasiones? no tenía ni la menor
idea… así que me levante y me puse ropa para salir a correr. Un pants
y una sudadera porque había algo de frio en realidad solo caminaría
un poco para despejar mi mente, sería lo mejor que podría hacer en
estos casos caminar solo caminar… desconozco la distancia y el
tiempo que caminaría pero de alguna manera tenía que sacar estas
ideas de mi cabeza estaba perdiendo la cordura, sin hacer ruido salí
de la casa, estaba aún oscuro pero no lo suficiente podía ver
claramente todo. Tome mi rumbo para el campo cerca del bosque me
haría aproximadamente treinta a cuarenta minutos caminando a mi
paso.
Poco a poco fui llegando al bosque y no había nadie ahí, fui a una de
las bancas a sentarme por un momento cuando vi a lo lejos una
especie de silueta en el bosque… pensé en marcharme
inmediatamente pero no lo hice, no estaba segura de lo que miraba
así que me asome a la entrada del bosque para estar segura…
-Hola… -dije para ver si había alguien, nadie contesto todo se miraba
vacío di un paso adentro del bosque y de repente todo cambio, ahora
todo era más semejante como se presentaba en mis sueños. Sentía
escalofríos de lo que pasaba, estaba completamente segura de que no
Roció S. Constanza.
estaba dormida y eso significaba que mi poca cordura se había
extinguido ahora alucinaba.
-Hola-contestaron al fin-.
-¿Tú que haces aquí Karina? -me reprendió con otra pregunta- ¿no
sabes lo peligroso que es este bosque? no debes andar sola y a esta
hora.
-Yo vivo aquí- dijo y por alguna razón note algo triste en su voz-.
-No lo sabía…
-Es mejor que te vayas- dijo muy serio-El bosque puede ser peligroso.
-No tengo opción… - poso una mirada muy seria y fría en mi- vamos te
acompañare hasta la salida… ¿Eran sus padres algún tipo de
guardabosques?
Se aproximó a unos centímetros de mí pero no demasiado con su
mano me indico el camino de regreso y solo empecé a caminar
despacio cerca de él sin ningún reproche ni nada, me sentía como una
niña traviesa y a él el adulto que me reprende por mis malas acciones.
-¿si porque?
-Por nada, es solo que es raro que una chica el día martes que tiene
que ir a estudiar se levante en la madrugada a caminar en el bosque.
Roció S. Constanza.
imaginación pero sentía que se aproximaba, ahora si estaba
congelada del miedo.
-Eso es bueno…
-Tu cinturón.
-¿te sientes bien?- pregunto León en tono bajo solo para que yo lo
escuchara-.
Roció S. Constanza.
-Sí.
-Nada en realidad.
-Nada en realidad.
Capitulo IX
¿Crees en los fantasmas?
-Exacto.
No sabía que decir, en toda mi vida no considere la existencia de algo
no vivo, un fantasma por ejemplo. Mi madre era una mujer escéptica
ante el tema, vagamente recuerdo una historia de mi abuela hace
muchos años y mi imaginación no prestaba atención a esas fantasías.
Claramente podría decir que no pero en vista de los últimos
acontecimientos no tenía otro argumento mejor, yo misma había
experimentado un suceso inexplicable al cual le había dado la misma
explicación. El pelirrojo aun divagaba en mi cabeza y no sabía si mi
cabeza lo había inventado todo.
-Eres tu-le dije viéndolo a los ojos- ¿eres tu quien aparece en mis
sueños?
Roció S. Constanza.
Esta pregunta le sorprendió de tal manera que no dijo nada solo me
miraba. Moví solo un centímetro mi mano hacia mi dirección ahora
sentía la barrera que había imaginado que paro a Nicolás, la barrera
no paraba mi cuerpo pero si mis manos que estaban entrelazadas a
las de él. La barrera existía, así como el existía. Ya no era solo el chico
de mis sueños sino que también era un fantasma esto no podría ser
más extraño.
-Un día la esposa e hija decidieron salir de picnic, ya que era un día
soleado y aparentemente perfecto. El prometió alcanzarlas cuando
terminara los pendientes de la casa que llevaba construyendo por
varias semanas. Era la casa que tanto había anhelado con su esposa
donde viviría y vería crecer a su hija, y donde posteriormente a eso el
envejecería agradecido de todo lo que había realizado en su vida al
lado de su mujer. El tiempo fue transcurriendo y el absorbido por su
trabajo no se percató que ya era tarde, el día soleado había cambiado,
ahora era un día muy nublado y la lluvia había empezado a caer de
repente. Sabía que su esposa estaría molesta por dejarlas plantadas
así que tomo dos paraguas y dos abrigos y se encamino al rio donde
las encontraría. Llego de bajo de la gran lluvia al lugar y todo lo que
pudo ver fue la canasta del picnic y la manta sujetada a la raíz de un
árbol, el nivel del agua había subido mucho y la corriente era cada vez
más fuerte. Asustado empezó a correr rio abajo pensando lo peor, los
Roció S. Constanza.
rayos no paraban de caer y la lluvia cada vez se hacía más fuerte.
Pasaron unas cuantas horas la noche había caído solo una tuene luz
de luna alumbraba su camino, exhausto por su búsqueda no dejaba de
buscarlas por todo el bosque y cerca del rio, cuando observo flotando
en el agua una pañoleta roja de su hija, se metió al rio y la extrajo sus
ojos se llenaron de lágrimas al tenerla en sus manos, no se rindió,
guardo la pañoleta en su pantalón y siguió, no mucho tiempo paso
cuando vio un extenso cabello oscuro atorado en las raíces de un
árbol. Entro nuevamente al rio y le dio vuelta al cadáver dueño de ese
cabello y con sus manos lo apretaron contra su cuerpo, el cadáver de
su esposa a la que tanto amaba estaba todo lastimado tenía un golpe
fuerte en la cabeza y no se percató de la sangre que había en el agua
hasta que él estuvo ahí. –Miriam- exclamo con lamento y ojos llorosos.
No soltó el cuerpo en lo absoluto por un prolongado momento, sabía
que nunca encontraría a su hija pero el seguiría buscándola pasara lo
que pasara. Desenredo el cabello de su esposa y extrajo el cuerpo del
rio, lo llevo a su casa. Al entrar por la puerta cargando el cuerpo en
sus brazos le dijo- ¿recuerdas cuando hice esto cuando nos
casamos?- la llevo a su habitación, en donde la seco y cambio, peino
su largo pelo y la acomodo en la cama de manera que ella quedara
sentada. El tomo asiento delante de ella en una silla, la miro por un
largo tiempo hasta que voltio a la ventana a ver la despejada luna, se
aproximó al enorme ventanal y con un dolor pensó en su hija. –Volveré
pronto- le prometió y volvió a salir a buscarla con una lámpara… busco
por varios días seguidos sin descanso, no había comido ni dormido en
lo absoluto, no encontró nada. Hasta que una noche entro a su casa
después de tanto tiempo, corrió a la habitación principal que era la
suya y se acercó al cuerpo de su esposa y le dijo- cariño nuestra bebe
salió de viaje pero volverá pronto.- le aseguro. Y beso su boca, -es
hora de dormir- la acostó y él se acostó con ella en su lugar derecho
de la cama como siempre lo había hecho en todo su matrimonio.
-¿Qué le pidió?
Roció S. Constanza.
-como su cordura no era buena, lo primero que le pidió fue que la casa
fuera siempre perfecta tal como el que la habitaba quisiera.
-Así es.
-¿Dónde?
-¿Él tiene que ver con las desapariciones? –pregunte con escalofríos.
-Sí.
-¿y volvió?
Roció S. Constanza.
siempre me succionara a él nuevamente. Es como un imán enorme
que atrae a uno más pequeño.
-¿Qué sucede?
-¡Que envidia!-respondió-.
-me refiero a que me gustaría saber cómo hubiera sido si tan solo
quizás-suspiro-tu y yo nos hubiéramos conocido. Me gustaría soñar y
vivir en ese mundo ideal, rodeado de fantasía donde los dos estemos
en las mismas condiciones como iguales, y no como la realidad es.
-Lo siento-.
Roció S. Constanza.
-¡Oh!... cierto- dije recordando lo que me acababa de decir sobre el
contacto-¿Por qué un fantasma decide ir a un instituto?
-¿Cómo?
-No lo sé… Ella cree que tal vez tengas alguna relación con mi
pasado.
-¿Es eso posible?
-No lo sé, creo que no. Pero si recuerdo mi pasado tal vez encuentre
la forma de liberarme…
-¿hacer qué?
Roció S. Constanza.
vestía completamente de negro, una botas largas, pantalón ajustado y
blusa completamente de negro; su cabello corto y castaño estaba
sujeto en una coleta haciéndola lucir más adulta y seria. Al vernos se
puso de pie y se acercó a nosotros.
-La peligrosa cercanía que pueda surgir entre ustedes dos es una de
ellas-dijo-pero ya que estamos en esto los tres podremos investigarlo
más pronto. Pero debes de saber de los riesgos del contacto físico…
-Bueno creo que es todo por hoy- dijo Lisa viendo al cielo- llévala a su
casa, necesito hablar contigo así que esperare aquí.
-Claro-respondió Nicolás-.
-Adiós Lisa…
-Si, como te he dicho antes conozco a Lisa desde hace mucho tiempo.
En realidad desde que era un bebe-dijo con ternura- Helen Dolían la
presento a mi unos meses después que nació.
-Es divertida, amable, confiable, realista, una persona tímida sin duda
pero con la suficiente fuerza para defender sus creencias y un gran
amor por la naturaleza, entre otras cosas… te darás cuenta mientras
se vayan conociendo.
Roció S. Constanza.
-¿Qué hay de tu vida?-dijo como si fuera obvio-.
-¿Cómo murió?
-¿Y Emily?-.
-Siempre ame este lugar. Mis más felices y viejos recuerdos son aquí.
Tenía amigos, conocía el lugar, mi abuela vive aquí y siempre había
soñado con regresar y formar mi vida aquí.
-Entiendo…. ¿tu abuela vive con ustedes?
-No ella vive en un asilo, disfruta estar ahí con los de su edad. Es
realmente feliz ahí. Algún día te llevare para la que conozcas… es una
persona muy grande pero con un espíritu de joven aventurera.
-¿Lo prometes?
-¿Qué?
-llevarme a conocerla.
La charla siguió siendo amena todo el resto del camino, hablamos del
instituto y muchas cosas más, hasta llegar a casa.
-Si –dijo-Lo siento. Te prometo que solo fue por esos días…
-Creo que por hoy no… hay personas adentro –Voltee a ver y ahí
estaba el auto estacionado, Emi ya había vuelto y no me había dado
cuenta de eso- además creo que a Lisa no le gustara si la hago
esperar mucho…-agrego.
-Espera- le grite-.
Roció S. Constanza.
-¿Qué sucede?
-Si-dijo con una sonrisa en sus labios- te veo haya. ¡Hasta mañana!
-¿Qué?-exigí saber-.
-Explíquense-ordene-¿Qué vieron?
Roció S. Constanza.
- Lo se… esta noche es perfecta-me contesto Nicolás-.
Nos miramos uno al otro, era Nicolás sin duda pero ahora en lugar de
ojos negros los tenia verdes, ¿realmente era Nicolás? era
exactamente igual a él, se aproximó a mí, nuestras manos se
entrelazaron… inconsciente cerré mis ojos y nuestros rostros
siguieron aproximándose cuando la puerta de la terraza se abrió
brutalmente, un humo negro empezó a surgir de está y Nicolás se
interpuso entre la especie de humo y yo.
-Aléjate de ella-ordeno-.
CAPITULO X
Extracurriculares
-Lo harás bien Em-la anime- yo aún tengo que decidir a qué voy a
entrar.
Roció S. Constanza.
-¿porque no entras a las animadoras conmigo y las demás?
-Emily-dije seriamente-.
-¿Qué?-dijo confusa-.
-no lo sé Em, tengo que entrar a algo fácil que no absorba mucho
tiempo si quiero trabajar de medio tiempo.
-Entiendo-.
Roció S. Constanza.
anterior laboratorio y Pablo quería su compañía. Ni loca iba a trabajar
otra vez con Micaela. Nunca. Me niego. En eso Micaela tomo la mano
de Pablo y lo obligo a trabajar con ella. Solo le dijo-trabaja conmigo-y
Pablo no se negó pero volteo a ver a Nicolás para ver si estaba de
acuerdo. Nicolás solo se limitó asentar la cabeza… era como si ellos
se hubieran hecho amigos con solo una clase…
-Claro-respondió-.
-Claro-respondió Nicolás-.
-No.
-Si-.
-¿si estas molesta o si estas segura? O quizás sea que estés segura
que está molesta-bromeo-.
Roció S. Constanza.
buscando un taller. Aunque tenga que ver a Micaela nuevamente lo
haría por mi amiga.
-Bueno creo que entonces vendré en una hora… -dije-les veré al rato.
Roció S. Constanza.
-Como sea- le dije marchándome para darle la espalda-.
-¿a ti si?
-¿entonces iras?
-¿Qué?-quise saber-.
El chico más alto que tenía su mano atada con la del otro se soltó y
camino hacia mí.
Roció S. Constanza.
-Discúlpalos-hablo Derek-no se unen muchas chicas al club. Yo te
enseñare.
-Gracias.
-¿Qué?
-¿pasa algo?-pregunto-.
Roció S. Constanza.
pegada a la pared encima de esta unos estantes con fechas de años
que partían desde 1903.
-Solo un periódico-explique-.
-déjame ver-exigió-.
Dijo con sus ojos llenos de melancolía, así que intuí que ella había
sido la mujer que grito.
-¿pasa algo?-pregunto-.
Nora y Emily estaban muy animadas y felices. Sin duda había sido un
gran día para ellas…
Capitulo XI
El Anuario
-¿Estoy soñando?-pregunte-.
-¿Qué paso?-pregunte-.
Dude tanto en responder que ella se respondió sola diciendo que sí,
se encamino a cerrar la ventana y volvió.
-¿Películas y helado?-propuso-.
-Claro.
-No entiendo porque todas las novelas románticas tienen que ser
así-dije criticando la película cuando los protagonistas se dieron el
primer beso- el mundo se ha organizado para hacernos creer que el
amor existe y es correspondido.
Roció S. Constanza.
Nicolás se puso detrás nuestra y eso me puso algo incomoda, -solo
fue un sueño- me limite a recordar.
Tomamos anuario por anuario, las agujas del reloj dieron su marcha
y solo el tic tac sonaba en la habitación, todos estábamos
trabajando en silencio no podíamos hacer ruido por si alguien
pasaba por el pasillo, cada uno se ubicó en distintos puntos de la
sala.
-Pero no es-concluí-.
Volví a ver al estante de los anuarios, tal como los periódicos los
anuarios estaban ordenados en muebles con espaciadores que
limitaban por décadas, cada división tenía diez placas con el año
específico donde era el lugar de cada anuario. 1920, 1921,1922,
1923, “1924”, 1925, 1926, 1927, 1927, 1928 y 1929. ¿Por qué tener
el espacio de 1924 sino pondrán nada ahí? Unos pasos me sacaron
de mis pensamientos.
Roció S. Constanza.
que era estaba entrando. Lisa coloco su dedo en la boca en señal
de que no hiciera ruido en lo absoluto.
-Sí, hora de irme-dijo-pero primero veré que no haya nadie para que
puedan salir.
Y desapareció de nuevo.
-Andando-dijo Lisa-.
-Lo sentiremos.
Una corriente de aire corrió entre nosotras y era la señal para Lisa,
empezamos a caminar lo más rápido posible, alejarnos y fingir que
nunca estuvimos en esa habitación. Hasta que llegamos al
estacionamiento.
-Gracias-dijo la voz de Nicolás en el viento un tanto decepcionada-
Las veré mañana.
*****
Roció S. Constanza.
El árbol genealógico
Capitulo XII
Al salir del último curso del viernes, él camino sin decir nada a mi
lado hasta el casillero.
-¿Iras a ajedrez?
-eso creo-le dije- ¿tú que harás?
-le enseñare a Lisa andar en motocicleta-.
-¿Biología?
*****
Roció S. Constanza.
siempre la llamo cuando me siento sola, me ayuda a llenar el vacío
momentáneamente-ella sabría un poco sobre mi familia. Incluso
sobre mi padre… nunca pregunte para no incomodar a mi mamá
pero ahora podía preguntar sin remordimientos, tía Sara sabría
quién es sin lugar a dudas. Tome mi teléfono y marque rápidamente.
-Hola tía…
Roció S. Constanza.
-¿Eleonor?-interrumpí, era ese el nombre de mi abuela paterna y al
parecer el de mi maestra también-¿Eleonor qué?
-mmm-pensó-Eleonor Theodore.
-El futuro son las oportunidades que la vida te ofrece, el pasado las
que aprovechaste y perdiste y el presente las que tomas, eliges,
decides y exprimes o no-dijimos simultáneamente- El tiempo
representa oportunidades.
-Él…
-¿Qué?
-¿Qué mujer?
Roció S. Constanza.
casa de sus padres, luego la familia entera se mudó a Europa…
para tu madre y para mí fue una clase de confirmación...
-¿Cómo murió?
-¿Qué historia?
Roció S. Constanza.
-¿Enserio no la recuerdas?-pregunto incrédula- Creí que tu abuela
te la había contado sobre cómo según ella había muerto su
esposo…
Quede sorprendida.
Mentí.
-Esta bien, si quieres hablar solo llámame -pidió- siempre estoy
disponible para ti. Saluda a Emi por favor.
-Claro-respondí-Adiós.
Abrí el ropero esperando hallar algo, pero solo habían unos viejos
vestidos colgados en cerchas, unos botines negros y un sombrero
negro… vagamente recuerdo a mi abuela con un vestuario similar
en mis recuerdos de niña, de cuando íbamos a colocarle flores a mi
abuelo… intente recordar más la imagen pero estaba muy borrosa.
Roció S. Constanza.
Busque entre los cajones y por todas partes del ropero y nada. Lo
cerré desalentada y al salir iba cuando mi vista se quedó perdida en
la estantería de libros de mi abuela. 1924.
Desdicha
Capitulo XIII
-¿hola?-
-¿Qué le ocurrió?
-¿puedo ir ahora?
Roció S. Constanza.
-adiós-.
Y colgué.
-Si-.
-¿a quién?-pregunto-.
-¿Hola?-respondió Lisa-.
-¿Qué ocurre?
-Sí.
-¿Dónde?
-por el bosque.
-difícil de explicar.
-No.
Me relaje.
-ok.
-Sí.
Roció S. Constanza.
-Hice un poco de tareas-comente-¿y la tuya?
-sí.
-no.
-¿Qué?-dijo preocupada-.
-Lo siento-me disculpe sin sentirlo-Es solo que así me tratan desde
que murió mi mamá.
-¿Lisa?-dijo sorprendida-.
-Hola Emily-saludo-.
Emi solo se movió para que Lisa entrara, cerró la puerta y bebió un
poco de café.
-Buenas noches-respondimos-.
Roció S. Constanza.
Al bajar no dije nada más que mostrarle el anuario. Ella quedo
sorprendida de verlo, lo tomo y empezó a buscar a Nicolás. Me
limite a que lo encontrara solamente.
-¿Cómo lo sabes?
-y…-continúe-.
-Sé que sientes algo por el-afirmo con desagrado-y esto no debe
ser fácil para ti. Solo estoy imaginando como va a reaccionar
Nicolás cuando se entere…
-Me gustaría que no se enterase-pedí- Digámosle que encontré el
anuario y ahí descubrimos su verdadero nombre pero aun no le
mencionemos que puede ser pariente mío.
-De acuerdo-
-está bien.
Roció S. Constanza.
-venimos por un amigo.
-Nicolás.
La cita
Capitulo XIV
Ya había pasado más de un mes desde que descubrimos el nombre
completo de Nicolás y un poco de su misterioso pasado aun oculto
para él, Lisa había mantenido su palabra y ninguna de las dos
menciono a mi abuela y además si contrato al investigador privado,
quien no había avanzado nada... Mi abuela estuvo mal unos días y
poco a poco se ponía mejor pero la enfermera Wendy (enfermera del
asilo) pidió que hasta que estuviera al cien por ciento no recibiera ni
malas noticias o algo que la perturbara, ahora la visitaba casi todos
los sábados al salir del trabajo; trabajo que no me encantaba pero sin
duda no podía quejarme o mi jefe Steven se enojaría. Había
conseguido un trabajo de medio tiempo en un local de comida
mexicana en el centro comercial, ¿la especialidad del día? Tacos
picantes; era la especialidad del día y la especialidad de toda la
semana.
Roció S. Constanza.
-Hola-respondió Nicolás y Micaela se limitó a ignorarme-.
¿Qué? ¡No había sido el! Vi los números y los compare con los otros
ejercicios de al lado que hicimos juntos él y yo; tenía razón, no había
sido él. Ayer Nicolás se sentó en la esquina con el cuaderno, al irse lo
dejo en esta parte porque no pudimos hacerlo y él iba deprisa… el
único que estuvo ahí después de Nicolás fue León. León había
resuelto el problema y ¿me había invitado a salir? Estaba realmente
confundida ahora. Si había sido León ¿Qué le diría ahora? ¿Sí? ¿No?
¿Pregúntame en otro momento? Era uno de mis mejores amigos… no
estaba segura de poder rechazarlo… aunque en algún tiempo debí
admitir para mí; me sentía muy atraída a él ¿sentía lo mismo ahora?
No me dio tiempo de pensarlo claramente, el señor Simmons entro
con los exámenes en mano, creo el orden en el salón y empezó a
repartirlos.
¡Había sido el! Lo sabía… podía intentar correr ahora pero él era un
jugador de futbol me alcanzaría en un abrir y cerrar de ojos.
Nicolás dio paso a otro lado rápidamente, el había sido el que había
salido…
Roció S. Constanza.
-me dirás que no-interrumpió, cambio su vista para el suelo-.
Sonreí a su filosofía.
-y es simplemente fascinante-concluyo-.
-Esperándote-dijo irritado-.
-¿sucede algo?-intuí-.
-Nada.
-¿Qué tienes?
-¿Por qué?
-¿entonces?
-no entiendo a qué viene todo esto-me moleste, abrí el casillero y deje
el libro y la flor ahí, de un golpe lo volví a cerrar y me voltee a verlo de
nuevo-No tienes ningún derecho sobre mí. Y conozco a León desde
Roció S. Constanza.
hace mucho, jamás creería cualquier cosa negativa que me digieran
de él.
-pero está bien sé que no soy más que un fantasma que no ha hallado
su lugar y aunque creí haberlo encontrado en ti-suspiro-ya entendí que
no es así.
-¿Cómo lo sabes?
Me sorprendió.
Roció S. Constanza.
-¡¿Cómo sabrás lo que sientes si solo lo sientes?! ¡Debes distinguir tus
sentimientos!
Quede perdida.
-Gracias Emi.
-Entiendo.
****
-Lista-respondí-.
-perfecto.
-¿Enserio? ¡Increíble!
Roció S. Constanza.
-sabes ¿nunca me dijiste porque estabas peleando el día que te vi por
primera vez es decir cuando regrese?
Se rio.
-bueno veras… uno de los chicos de esa noche quería con Nora-
explico-Nora lo había rechazado pero el insistía una y otra vez, como
su hermano tenía que darle un alto al chico.
Observe feliz.
-sí.
-¿Cómo paso?
-lo lamento.
-no es eso-asegure-.
Él lo sabía.
-¿cómo lo sabes?
Me reí.
Roció S. Constanza.
-será mejor que te lleve si quiero sobrevivir.
-Sí, claro.
El Cementerio
Capitulo XV
-¡para!-me ordeno-.
-¿problemas?
-¿qué sucede?
Roció S. Constanza.
-Black está haciendo un alboroto-explico soltando la escoba-está
buscando víctimas, yo lo estoy frenando pero es demasiado fuerte,
temo que este fuera de mi alcance.
-Clementain me lo pidió.
-¿Qué?
-acórtala-pedí-.
Volví a tomar las chamarras y tape con mucha cautela a Emi y a Nora,
no quería despertarlas. Al salir de la casa vi a Nicolás montado en la
motocicleta.
Roció S. Constanza.
Deje de preocuparme por un momento y me di cuenta de lo que
estaba haciendo… abrazando a Nicolás. Nunca lo había hecho. Nunca
había sentido su cuerpo de esta manera… solo aquella vez que
choque con él en la puerta cuando entraba a física y la otra vez en el
bosque donde tome sus manos y me confeso que era un fantasma.
Era como abrazar un árbol o algo así, alrededor de él siempre
encontraba una temperatura fría. Sin importar las razones que hicieron
este suceso posible me permití abrazarlo, algo en mi me decía que las
cosas no iban a durar y mi mente me obligo a no acostumbrarme a
algo que talvez solo viviría una vez. Las sensaciones de la experiencia
son únicas e irrepetibles…
-de acuerdo-no dijo nada más y se hizo a un lado para que pasara a la
pequeña casita-.
-Volveré pronto.
Roció S. Constanza.
hacían juego con esta. En la otra esquina había un pequeño mueble
con libros… en el techo una tenue luz, lo suficientemente brillante para
alumbrar adentro pero opaca para que no saliera de este pequeño
cuarto. En las paredes un papel tapiz con calaveras y cruces, esto era
raro. Y uno que otro mueble en lo que quedaba de espacio pero no en
el centro para tener movimiento en la “habitación”.
-¿aquí vives?
-¿te?
-Así que tú eres ella-me observo como si fuera algo que examinar-.
-¿perdón?
-El guardián del cementerio vio entrar a Nicolás con una viva-dijo en
pleno éxtasis de curiosidad el más bajito-
Ester se dio la vuelta cambie la vista a ella ya que había sido muy
ruidosa.
-¿puedes verlos?
-Segura que eres una médium-dijo el bajito-no das tanto miedo como
Lisa o Ester.
-y yo Calen-respondió el alto-.
-¿Qué jardín?-pregunte-.
Al pasar el muro con sumo cuidado y despacio, del otro lado pude
observar un jardín de rosas blancas, eran demasiado bellas para ser
de verdad.
-¡son hermosas!-exclame-.
-yo no voy.
-demuéstralo-reto Calen-.
-No lo hare.
Seguí arrastrándome para llegar al rosal más cercano. Sus tallos eran
completamente verdes y largos, en el fondo sabía que no era buena
idea cortar una flor, incluso era un delito hacerlo siendo tan bellas. Me
arrodille para cortarla un poco más arriba y no de tan abajo. Tuve
problemas para hacerlo, jale para doblarla pero en ese momento una
furiosa ráfaga de aire paso. Me apresure lo más rápido que pude y me
tire al suelo cuando otra más violenta paso. Estaba helada; busque a
Toe y a Calen pero ya no estaban, me habían abandonado. Más que
eso me habían puesto una trampa y yo caí en ella.
Cerré fuertemente los ojos en el afán de esperar que esto fuera una
pesadilla y me despertara pronto.
-lo sé.
Suspiro.
-pero a veces las cosas pasan y cambian para ser mejores de lo que
eran.
-deposítala aquí-pidió-.
Hice lo que me dijo y eche la tierra que estaba a los lados. Vi como la
flor muerta empezaba a sanar, su tallo volvió a ser verde y el capullo
se formó lentamente hasta abrirse en su punto más bello. La flor era la
más radiante de todas, la fragancia de esta era más dulce a cualquiera
que hubiera olido antes.
Roció S. Constanza.
-cuando algo está mal se debe sacar lo mejor de eso. En este caso fue
volver a sanar lo que habías herido.
-¿Quién es Ud.?
-¿Dolian?
-¿cómo es posible?
-¿Cómo lo sabes?
-¿Cómo lo hare?
-no lo sé-admitió-pero así fue dicho. Nadie sabe todo lo que te dije; los
cabos sueltos solo tu abuela puede resolverlos…
Roció S. Constanza.
-Qué bello amanecer…-dijo observando el cielo-es hora de irme.
-no había motivo para que lo hicieran-cerro los ojos-pero siempre los
estaré cuidando…
Y desapareció.
Mi boca se abrió pero ninguna palabra fue emitida… ¿por dónde debía
empezar?
-sí.
-¿Qué?
-¿Cuál es el plan?
Roció S. Constanza.
mentiríamos a los profesores sobre el traslado de Nicolás para que
nadie sospeche.
-buena.
Roció S. Constanza.
-yo la llevare-dijo Nicolás poniéndose en camino con Micaela en sus
brazos-.
Una hora más tarde mi celular vibro. Un texto de Lisa que decía que
Micaela estaba absolutamente bien y no recordaba porque se había
desmayado, la enfermera concluyo que fue por falta de comida que
se encontraba débil. Eso me tranquilizo. Y deje caer en mí un golpe
de celos. Besar a un fantasma era mortal. Pero Micaela había
besado a Nicolás lo que sí tuvo consecuencias... pero aun así me
daban celos. ¡Tonta! Tienes mejores cosas en que pensar. Me
recordé.
-¿Por qué?
-Entiendo… -respondió-suerte.
-así parece.
Roció S. Constanza.
La tomo y no hablo.
-buenas tardes.
-buenas tardes-respondió-.
-Gracias.
Abrí la puerta y ella se encontraba en una mecedora, leyendo un
libro. Me asuste… más que eso me acobarde de lo que quería
hacer.
-Claro pasa.
-entonces dime.
Roció S. Constanza.
-ella tuvo una especie de accidente o algo parecido que hizo que
perdiera la memoria de niña, por eso nunca los recordó. Al crecer
ella se enamoró perdidamente de un hombre de la familia Evans; un
pariente lejano, como era adoptada no hubo problema en la familia
que se casara con él y así fue como mi padre me dio mi apellido
Evans y es por eso que yo solo tengo un apellido para que las
personas no pensaran mal de la familia-explico-luego al poco
tiempo que nació tu madre él falleció.
-Vamos hasta arriba, puede que se mire el rio desde arriba- le dijo
él-.
Otra vez se escuchó el mismo sonido pero esta vez más fuerte se
quedaron inmóviles en espera de adivinar que era ese ruido,
entonces empezaron a escuchar unos pasos en el piso de arriba y
sintieron escalofríos al oír que los pasos se acercaban a ellos
Roció S. Constanza.
-¿Quien está ahí?- pregunto aterrada-.
-Espera aquí iré a ver. –le dijo y antes de que el llegara a las
escaleras vio como un hombre bajaba poco a poco.
Ella salto de esa azotea y pudo llegar al árbol pero sus manos no
fueron lo suficientes fuertes para sostenerse así que se resbalo y
cayó en una rama un poco más abajo, pudo ver como Nicolás
también intento subirse al barandal a punto de saltar estaba cuando
la sombra lo rodeo y empezó a tomar la forma del hombre de la
casa sujetándolo del brazo.
-¡Nicolás! –Grito-.
Roció S. Constanza.
nunca lo había hecho, sentía la adrenalina en las venas, el miedo
saco eso de ella. Saliendo de ese inmenso bosque vio como el
ocaso terminaba cuando freno. No quería dejar a Nicolás atrapado
ahí. Se dio la vuelta y vio como la sombra la seguía, venia por ella.
El miedo la acorralo y obligo a salir completamente del bosque y vio
que donde el sol no pego dentro del bosque el fantasma se detuvo.
Si quería salvar a Nicolás necesitaba ayuda. Corrió a una estación
de emergencia. Los policías se asustaron de verla.
-tuvo una hija que amo y luego una nieta que también adoro.
Roció S. Constanza.
Muy despacio me levante de donde estaba y camine confundida a la
puerta. No me atreví a ver atrás, solo camine fuera de esa
habitación y cerré la puerta. Me quede parada al lado de esta pero
no escuche nada. El silencio que provenía del cuarto era absoluto.
-Gracias-dije-.
-No puede estar aquí-me jalo una segunda enfermera- tiene que
retirarse por ahora.
-¿puedo verla?
Roció S. Constanza.
mano en el hombro de Nicolás pero traspaso su cuerpo. Nicolás no
había vuelto a su otra forma, era el puramente fantasma ahora. Me
volteo a ver.
-Lo sé.
-No pude hacer nada por ella cuando se empezó a sentir mal. Solo
pude tocar el botón de emergencia y ver como ella se retorcía del
dolor.
-¿Lisa?
-Nicolás no ira.
-¡¿Qué?!
Lisa llamaba a cada momento luego que le dije que Nicolás no iría.
Supongo que se había metido en un gran lio. Al salir del asilo tome
la moto de Nicolás y me marche lo más rápido que pude. Si Nicolás
no pararía a Black esta noche. Las médiums tendrían que hacerlo.
Fui a buscar a Ester primero. Al entrar al cementerio tuve que
soportar al portero. Su aterradora mirada esta vez fue más intensa.
Corrí por el camino y llegue a la puerta de Ester. Toque sin cuidado
ni educación.
-Soy Kari.
-¿Qué Kari?
Roció S. Constanza.
le llevaba el paso. Luego de que pasamos la última sección de
tumbas, seguimos por un camino de empedrado, al fondo de este
camino una casa de dos pisos con un estilo clásico se encontraba.
Ester me llevaba a ese lugar. Estaba temblando, tenía frio y miedo.
Paso delante de mí abrió la puerta y me condujo al segundo nivel
de la mansión, todo estaba oscuro apenas podía distinguir mis
pasos en la escalera de madera y era gracias al barandal del que
me agarraba. Una opaca luz se encontraba en el pasillo del
segundo piso.
-Estoy de acuerdo contigo Etna, pero Clarín tiene razón las cosas
son complicadas para tomarlas a la ligera.
Roció S. Constanza.
-Ya somos siete-dijo Ester a mi espalda todavía-podremos hacerlo.
Fue lo que la bruja dijo.
Las mujeres me miraban en recelo, Lisa había dicho algo que nadie
se había dado cuenta. Yo entendía algunas cosas pero las otras no.
Clarín incluso me había dicho que detendríamos a Black y yo no
sabía en como seria eso.
-¿Hola?-respondí-.
-¡¿Que?!
Roció S. Constanza.
-Mi abuela acaba de morir-al terminar de decir eso no pude detener
las lágrimas-.
Y se fue.
Roció S. Constanza.
-¿así que Ester te lo dijo?
-¿Quién es Mat?
Roció S. Constanza.
curiosidad la última vez que vi a mi abuela el álbum estaba
mezclado en mis recuerdos. Al revisarlo encontré fotos viejas, de
ella de joven y algunos familiares que ni conocía. En el centro del
álbum aproximadamente se encontraban varias fotos de ella y
Nicolás. Mi abuelo recordé con dolor. Al correr en las siguientes
hojas había una foto de un chico. Me llamo mucho la atención no
parecía como las otras fotos, sin duda era vieja la foto pero parecía
más la foto de un anuario… al quitarla de su lugar vi que atrás decía
“mi primer amor” ¿Qué es esto? ¿No era Nicolás su primer amor?
Mi abuela nunca hablo de otro chico que yo supiera. Seguí
avanzando en busca de otra foto de él pero nada. Solo este pedazo
de retrato estaba de este sujeto. Las demás hojas eran fotos de mi
madre, mías y de mi abuela; varios momentos; cumpleaños, días
festivos y otras fotos que mi madre había tomado y enviado a mi
abuela. Revise la foto del chico y era completamente desconocido
para mí. Baje las gradas y corrí hasta la cocina donde estaba tía
Sara con una taza de té en manos.
Roció S. Constanza.
el manicomio escribió “¿Dónde estás Nicolás?” “si pienso en ti
llorare y aunque evito hacerlo no significa que te olvide” “si quiero
salir de aquí debo pretender que nada paso, difícil decisión… te juro
Nicolás que no es una traición a tu memoria es solo que si sigo
encerrada aquí definitivamente me volveré loca” Al poco tiempo de
salir de ahí escribió “Hoy volví a llorar por mi amigo. No pude
dejarlo de hacer al relatar la historia completa por primera vez. No
sé si el viejo que me visito hoy me creyó o no pero me ayudo a
desahogar lo que llevaba dentro de mí. Si alguien se enterara de
que he hablado nuevamente del fantasma del bosque seguro me
encierran de nuevo ¡no quiero volver ahí! Me suicidare si es
necesario para evitarlo” “debo guardar el secreto sobre un bosque
que guarda algo maligno en él, mi mejor amigo se quedó a vivir con
él” las paginas siguientes eran similares, hasta que algo nuevo se
introdujo “Morris me invito a salir…………..” “hoy Salí con Morris fue
mágico…………..” “¿Por qué me usa y se deshace de mí?”
“definitivamente lo odio, lo odio y lo odio. Lo vi con una mujer hoy…
debería intentar que no me doliera pero me duele. Cualquier intento
que haga ahora es un acto fallido.” “me pide disculpas, no sé si
hablo enserio pero una parte de mi le creyó completamente y la otra
me odia a mí por ser tan ilusa…” “Cada vez que me besa, pierdo
conciencia, mi razón grita diciendo que no, pero mi alma es necia.
Mi corazón se mofa porque no pude evitar enamorarme de él”
“Querida razón ¿puedes largarte por favor? Sé que me dijiste que
no y yo desobedecí, a ti y a mi mejor amigo… tanto tu como mi
madre pueden ya decir “te lo dije” está bien. Cualquier cosa no
podría empeorar lo que paso. Morris paso de ser el príncipe que
salva a la doncella a ser el monstro que aterra a esta y usurpa a la
princesa, ¿Cuántas veces dije detente y el siguió? Lo inevitable
pasó. ¿Cómo le diré ahora a mi madre? ¿Cómo me levanto
después de haber caído tan bajo en las manos de un despiadado
que ha robado más que un corazón? Querido amigo tenías toda la
razón”…. “llevo tiempo sin ver a Morris cara a cara, siempre se
escapa como un ladrón profesional”… “estoy perdida. Hable con
Morris hoy y le dije que estaba embarazada. Se quitó toda la
responsabilidad. Dijo que me las viera como pudiera, el jamás se
hará cargo de un bebe que no quiere”.
Capitulo XVIII
Bosque Mighty
Roció S. Constanza.
-Alguien toco la puerta-respondí-.
-¿sí?-pregunto-.
Camine poco segura sin tener algún motivo. Al bajar las escaleras
estaba mi tía parada y al ver en dirección al sofá la profesora
Eleonor Theodore se encontraba sentada viéndome de una manera
rara.
Roció S. Constanza.
-verdad-me apoyo Emi- mañana será el partido, el ultimo antes de
salir de vacaciones e iremos a verlo.
Nos quedamos viendo con Emi. Ella no quería o eso me dejaba ver
en su mirada y yo no podía, por mucho que me había escapado o
pospuesto las cosas aún tenía una responsabilidad encerrada en el
bosque.
Solo falta una semana más para que se terminen las clases. La más
difícil, de exámenes. Llegue como dije, me sentía tranquila. Estos
días encerrada me habían calmado. Era viernes y me sentía
completamente aburrida, la señora Eleonor paso por el pasillo sin
voltearme a ver. El señor Simmons me llamo para su espacio
personal para darme condolencias y sugerirme un buen terapeuta
por si lo necesitaba… Todos los estudiantes seguían su horario y
yo ahora solo miraba un instituto vacío, lleno de estudiantes,
muchos profesores y un gran establecimiento. Era vacío sin Nicolás.
Cuando caminaba a mi último curso vi a Lisa, no me hablo ni hizo
nada solo estaba caminando a la dirección opuesta. En su cara se
notaba el fastidio y cansancio, seguramente había estado con
Nicolás últimamente.
-Esa vez Nicolás me había hablado de ti, quería verte de cerca para
ver si podía reconocerte así que cuando te ofreciste a caminar
conmigo te traje pero él no estaba-se recordó del primer juego-.
Roció S. Constanza.
-¿y lo malo?
-¿dime?
-Él me dijo que la hija de Black no murió y tuvo una hija que es mi
abuela. Me conto varias cosas a decir verdad…
-lo sé.
-Sí.
Roció S. Constanza.
partido dejo de escucharse. Nunca había llegado a esta parte del
bosque. Había tanta tranquilidad a mí alrededor. Oí a unos metros
una corriente de agua. Sabía que aquí había un rio pero nunca lo
había visto. Olvidando mi deber camine hacia él. Se miraba
tranquilo pero al meter una mano vi que tenía bastante corriente.
Escuche un siseo que solo había oído en un zoológico. Una
serpiente. No tenía previsto eso. Me di la vuelta y una serpiente
estaba en la rama de un árbol, me asechaba y siseaba.
Inconscientemente me levante lentamente, la serpiente lo tomo
como un reto al parecer, levanto su cabeza y sus ojos me aterraron.
Di un paso para atrás al mismo tiempo que ella se lanzó directo a
mí, pero mi pie se tropezó con una rama y caí de mala forma al rio,
doble mi dorso de manera de dar una vuelta a mi cuerpo y este bajo
hasta el suelo del rio. Al estar bajo el agua solo en “aire” pude
pensar pero estaba siendo arrastrada y el agua entraba en mí.
Intente llegar a la superficie y tome aire pero no me percate de un
tronco de árbol estaba caído formando una especie de puente entre
las dos orillas. Mi cabeza se golpeó fuertemente contra el tronco
quitándome el aire que tenia ya que nuevamente estaba bajo el
agua. Otro tronco estaba tirado de la misma manera e intente
agarrarme de él pero no podía subir mi cabeza o sacarla fuera del
agua por lo menos me resbale nuevamente. Estaba perdiendo
consciencia, el poco aire que tenía en mis pulmones estaba
cesando. Cuando sentí la presencia de alguien debajo de mí. Me
asuste y empecé a agitarme entonces sentí unos brazos
tomándome, primero me atrajo hasta el fondo del agua ¿intentas
ahogarme?-me pregunte en mi terror interno-pero luego me impulso
fuera del agua y acerco a la orilla. Seguí la ruta del agua que estaba
más calmada ahora y al estar agarrada en la raíz de un árbol, vi
como una especie de espectro de una mujer estaba en el rio. Tenía
cerrados sus ojos y su pelo ondeaba con la corriente. Vestía un
vestido azul y estaba descalza. No fue hasta ver bien la imagen en
que note que en su pálida piel habían golpes también alrededor de
su silueta estaba rodeada de un tono rojizo en el agua, similar a la
sangre. La mujer siguió unos metros después hasta que
desapareció ante mis ojos. ¿Dónde estaba ella ahora? ¿Dónde
estaba yo ahora? Salí del agua. Mi ropa estaba empapada
completamente, había bastante aire y vi al cielo, aun no era el
atardecer pero había olvidado medir el tiempo. Al sacar mi teléfono
del bolsillo de mi pantalón era obvio que estaría lleno de agua. No
servía. ¿Qué debería hacer ahora? Quise saber. Si seguía
caminando en contra de la corriente que me había arrastrado talvez
llegaría al lugar donde me caí pero no me percate en la dirección
exacta que me llevo a ese lugar. Podía intentar seguir mis pasos
pero eso también podría perderme. Si seguía el camino en contra
de la corriente, este me llevaría fuera del bosque; estaba
completamente segura de eso pero no sabía cuánto tendría que
caminar para eso podría tardarme varios minutos o incluso varias
horas. Estaba completamente perdida. Camine entre los arboles
buscando el sendero, sin estar segura en qué dirección me dirigía
solo divague con la esperanza de encontrar a Lisa o a las otras
mujeres que venían en camino. El tiempo pasaba y empecé a
preocuparme de haber caminado en círculos todo era muy parecido
y no encontraba la solución. La tarde se aproximaba ¿desde cuándo
el tiempo corre tan rápido? Era algo inútil, estaba completamente
exhausta con la ropa mojada, solo mi pelo se había secado ya.
Tengo que seguir intentándolo me motive a mí misma. Camine sin
parar en línea recta, esto tenía que llevarme a algún lugar.
Roció S. Constanza.
de explosivos. ¿Nicolás se encontraría ahí adentro? El sonido seso
y mis piernas también lo hicieron. Tenía que terminar lo que había
empezado, más cautelosamente me propuse a seguir caminando
aun muerta de miedo me desvié de la puerta hacia un ventanal.
Aproxime mi rostro y su presencia se mostró en un segundo.
Nicolás. Su rostro estaba aterrado pero lo ignore inconscientemente
y sonreí de felicidad al verlo. Dijo algo que no escuche, movía sus
labios pero el sonido en ellos no estaba al alcance de mis oídos.
Coloque mi mano en la ventana y él se detuvo de hablar. Decidida a
entrar camine hacia la puerta pero esta se abrió repentinamente y
diversas figuras oscuras se desplazaron alrededor de la casa,
estaban detenidas a unos pocos metros alrededor de mí. Una mano
helada tomo la mía y me jalo hacia adentro de la casa. Atravesé la
puerta y nuevamente las sombras se disponían a entrar, mi
garganta se hizo una bóveda cerrada donde ningún grito podía salir.
Nicolás me arrastraba al segundo piso por las escaleras de caoba.
Torpemente tropezaba porque él iba deprisa y yo ni siquiera
entendía que estaba pasando. Me tiro dentro de una habitación y
cerró la puerta rápidamente. La pequeña habitación rosa. Voltee a
ver en mi entorno. Todo era rosa y de niña. Nicolás se sostuvo a la
puerta y me miraba aterrado. Estaba en la boca del lobo.
-¿Quién eres?
Roció S. Constanza.
-creo que te mandare al infierno-dijo decidido mi padre-.
Me subí en el barandal.
-Delante de ti hay un árbol-explico Nicolás-como a un metro y medio,
salta en esa dirección con todas tus fuerzas no dudes y agárrate lo
más fuerte que puedas, luego corre entre los arboles lo más recto
posible, Lisa estará esperándote y luego estarás a salvo.
Roció S. Constanza.
-Clementain es el gato-dijo viendo al gato-mi nombre es Drake. Y soy
el alma que vive en el gato por decisión propia.
Solo maulló y aproxime mi ojos fuera del refugio del tronco. Mis ojos
se abrieron enormemente al ver un espectro de un venado sin ojos
andando entre los arboles con lentitud. Se escuchaban las pisadas de
sus patas y movía la cabeza como si tuviera los ojos puestos en lugar
de esos agujeros negros. Era el animal más horrible que he visto en mi
vida y me tenía cautivada. Clementain digo Drake me halo de nuevo
para que me escondiera completamente en el tronco de este enorme
árbol. Los instantes pasaron y Drake se empezó a mover despacio
para afuera… rodeamos el tronco vigilando que no hubiera nadie
asechándonos y tal fue nuestro susto que choque con Lisa.
-¡Claro que no! Tú te saldrás e iras con Emi y los demás ellos están en
una fogata que hicieron en el campo.
-Gracias Lisa.
-Por fin vamos tomando el control. Tenía miedo de que las sombras los
encontraran antes de que Nicolás pudiera sacarte de ahí.
Llegamos al final del camino unos pasos más y estaría fuera del
bosque. Abrace a Lisa y le dije que tuviera cuidado.
-Sí.
Capitulo XX
-¿Quién?
Roció S. Constanza.
Me di un baño y me arregle como siempre. Cuando cepillaba mi pelo
recordé lo que Nicolás le dijo a mi padre “¿Podría casarme con su
hija?” La idea me lleno e inflo mi corazón de felicidad y tristeza. Eso
no era posible pero me hacía feliz. Baje a la cocina y vi un León
cocinando como si fuera su propia cocina con tanta naturalidad.
-Claro-dije amistosamente-.
-Si…
-Lo siento.
-Sí.
¿Dónde estoy? ¿Por qué mis ojos están cerrados? ¡Tengo que
abrirlos! Un rosado pastel poderoso se encontraba a mí alrededor.
Conocía este lugar muy bien. El cuarto de princesa rosa. ¿Cómo es
que llegue a la casa otra vez? Estoy sola. Me levante precipitada de la
pequeña cama rosa y vi sentado en una silla al señor que encontré en
la banca del sendero.
-Te has portado muy mal Elizabeth-dijo el señor- sabes por cuanto
tiempo te espere.
-¿mi madre…?
-¿Por qué?
Papá.
-¿Quién?
Roció S. Constanza.
-¿Dónde está?
-¿Lisa?-susurre-.
-Con mucho cuidado Kari-dijo Lisa-no tengas miedo. Eres más valiente
y fuerte de lo que había pensado.
Roció S. Constanza.
Bajo a la planta y me llevo a otra habitación bien iluminada donde se
encontraba un piano. Habían unos cuadros en él. Retratos de una
mujer probablemente su esposa y una niña quizás “Elizabeth”. Y otro
de él me imagino pero mucho más joven al lado de su esposa.
Y funciono.
Pude ver que se debatía entre si hacerlo o no. Era como si estuviera
dividido en dos.
-Sí.
Roció S. Constanza.
-Robo toda la energía que tenía-respondió-.
-El interfirió muchas veces en mis planes-dijo y una risa malvada soltó
de su ser- era tiempo de atraparlo.
-Ahora-grite-.
Con su energía total que había venido adquiriendo todos estos años
de sus víctimas halo arrastrado hacia la estrella a Nicolás.
-¡déjalo en paz!-ordene-.
-Déjalo ir.
-Desase el ritual.
Roció S. Constanza.
-Pero no es a Nicolás a quien quieres-le grite-es a mí.
-Te amo-grito-.
-¡¿Qué esperas para terminar el ritual y acabar con esto de una vez?!-
exigió saber- o debo motivarte una vez más con tu amigo Nicolás.
Roció S. Constanza.
-hablas de estas.
-No habría podido pedir una hija mejor-se empezó a absorber en la luz
pero sin dejarme de ver-por cierto la propuesta de aquel chico… si tú
lo quieres es un si para mí. Por favor no llores, me llegó la hora e iré
con tu madre y siempre estaremos contigo… Estoy orgulloso y aunque
nunca estuve contigo, te amo por cada segundo y respiro que has
tenido, y te amare diez veces más por todos los que tendrás… Cuídate
mi pequeña Kari.
-te diría que te esperaría toda una vida-comento con una media
sonrisa-pero la verdad es que no la tengo. Kari todo este tiempo que
estuvimos juntos fueron hermosos, extrañare tus ojos y tus sonrisas y
todos los detalles que vienen de ti. ¿Suena muy mal si te digo que te
cases conmigo en estas condiciones?
-pero debes irte-le dije con todo el dolor que me provocaba la idea-.
Sonrió.
Y todo se oscureció.
Roció S. Constanza.
lágrimas no puede evitar voltearla para ver la marca. Ahora no
estás sola. El hablo dentro de mí. Pero la fuerza fue más grande
esta vez.
*****
-y todo es como debería ser. Timesong city nunca fue tan segura, nada
de desapariciones extrañas ni fantasmas acabando con vidas
inocentes-le conté al demonio cuando me tome un respiro en el
cumpleaños número cinco del hijo de Emily y León- Pero que bella
pareja hacen esos dos.
Tus amigos no saben de mí. Todos ellos tienen una vida y tú me tienes
a mí, ya estarás feliz por haber decidido encerrarme en tu cuerpo.
Se rio con gran burla para “nuestros adentros”. ¿Ahora me dirás que
te gusta mi compañía?
-Bueno mi tatarabuelo te creo por la soledad y dolor de perder a su
familia, eres toda esa energía negativa de odio que se formó en el… y
aunque yo no te forme has quitado ciertamente mi soledad y con
respecto a perder a mi familia bueno eres el lado bipolar malo de mi
tatarabuelo eso te hace mi tatarabuelo malo pero mi tatarabuelo malo
que tengo. Y aun esta la familia de mi padre por lo menos mi abuela
Eleonor y no te olvides de la tía Lía.
*****
Roció S. Constanza.
-¡Hola Kari!-saludo y me recibió entre sus brazos-Ahora estaremos
juntos para siempre.
Y me beso.
Fin.
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