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RÉGIMEN DEL

ADOLESCENTE
TRABAJADOR
RÉGIMEN DEL ADOLESCENTE TRABAJADOR

I. INTRODUCCIÓN

El Trabajo Infantil es un tema que nos preocupa; porque día a día vemos niños haciendo
actividades que todavía no les corresponden. El trabajo exige mucha responsabilidad y se
necesita madurez, es por eso que los niños todavía no están aptos para hacerlo y ellos también
estarían en peligro ya que son muy inocentes como para estar solos en las calles de noche o
estar recibiendo ordenes que a ellos no les pertenecen, pero son muchos los casos en los que
ellos tienen la necesidad de hacerlo; y además en mucho caso son obligados por sus padres.

Existe hoy día un cambio de actitud frente al propio trabajo infantil. Antes se concebía
principalmente como un instrumento de socialización del niño, que le permitía adquirir unas
calificaciones útiles para su futuro, pero ahora la familia lo considera cada vez más como un
medio imprescindible para obtener ingresos monetarios complementarios. Por ello nos interesa
abordar esta temática a la luz del principio del interés superior del niño. No somos indiferentes
a la afirmación que algunos doctrinarios hacen respecto a que algunas clases de trabajo
constituyen contribuciones útiles y positivas al desarrollo de un niño, ya que el trabajo puede
ayudar a que aprendan acerca de la responsabilidad y a desarrollar habilidades específicas que
los beneficiarán, tanto a ellos, como al resto de la sociedad.

No obstante, no podemos adoptar una mirada indiferente, en el mundo entero millones de niños
realizan trabajos extremadamente peligrosos en condiciones perjudiciales, arriesgando así su
salud, su educación, su desarrollo personal y social e incluso su vida. Los trabajos más
frecuentes en centros urbanos son: los trabajos domésticos, en empresas familiares y en la venta
ambulante. En las zonas rurales generalmente acompañan a un familiar en tareas rurales.

El trabajo infantil es un problema con múltiples causas ya que influyen condicionantes no sólo
socioeconómicos sino también culturales y familiares y por ello la visión del “interés superior
del niño” puede cambiar radicalmente según el medio socio-cultural en el que se desenvuelve
el niño. Pueden así señalarse como causas, entre otras: la pobreza, la desocupación, la exclusión
social, la marginalidad, la violencia intrafamiliar, la falta de educación, la onerosidad de los
estudios y algunas tantas otras.
II. BREVE ANÉCDOTA SOBRE EL TRABAJO INFATIL

A medida que me acercaba a los primeros escalones, el viento comenzó


a golpearme en la cara con mayor fuerza. Era junio del año 2009 y
acababa de salir del cine luego de disfrutar alguna buena película cuyo
nombre me es imposible recordar ahora. Estoy seguro que fue una buena
película porque caminaba muy contento a pesar del frío y la humedad
limeña. Caminé congelándome hasta que de pronto escuché su llanto. En
las escaleras del puente peatonal de la avenida Javier Prado, a la altura
de la Universidad de Lima, estaba sentado Julián junto a una cajita de
chocolates que, por lo que las circunstancias revelaban, debía vender
pero no atinaba a ofrecérselos a nadie. Ni a Julián le interesaba el frío,
ni a los demás nos interesaba Julián, al menos no como para hacer
algo al respecto. De eso podíamos estar seguros todos los peatones
de aquella noche porque, aunque supiéramos que algo andaba mal y
que no se podía dejar a un niño de unos cinco años llorando a las doce
de la media noche en plena avenida, ninguno de nosotros sabíamos
con exactitud qué hacer. Aquella vez crucé el puente tres veces. La
segunda fue para preguntarle a Julián qué le había ocurrido. Aunque un
poco más calmado, contarme que otro niño le había robado sus veinte
soles le devolvió el llanto sin aviso ni consuelo. Julián había trabajado
varias horas y sus padres se molestarían con él por regresar a casa con
menos dinero de lo previsto al menos fue eso lo que me contó aquella
noche. Sin embargo, la historia real nunca la sabré. No había forma de
conocer para quienes trabajaba Julián, aunque tampoco era necesario
ser un científico social para saber que Julián estaba trabajando hasta
esas horas de la noche por una sola razón: la necesidad.
III. DEFINICIÓN

El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los menores de su
niñez, su potencial y su dignidad, y que resulta perjudicial para su desarrollo físico y
psicológico.

Se alude al trabajo peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral de los niños
y/o Interfiere con su escolarización puesto que les priva de la posibilidad de asistir a clases,
obligándoles a abandonar la escuela de forma prematura o les exige combinar el estudio con un
trabajo excesivamente largo y pesado.

La OIT (Organización Internacional del Trabajo) establece una definición de trabajo infantil,
determinando que es la labor realizada por niños menores de 15 años, excepto el efectuado
en casa de los padres (siempre que se trate de ayudar y que los niños puedan ir a la escuela).

IV. FORMAS DEL TRABAJO INFANTIL

Trabajo doméstico: Muy común y en ocasiones considerado como aceptable, tiene lugar tanto
en el hogar familiar como fuera de éste. Cuando el trabajo doméstico se realiza fuera del hogar,
los niños – mayoritariamente niñas – realizan largas jornadas, no tienen ocasión de asistir a la
escuela y se encuentran aislados de su familia y amigos.

Labores agrícolas: Muchos de los niños que trabajan lo hacen en la agricultura. Generalmente
trabajan en explotaciones familiares, o con el resto de la familia, como una unida, para un
empleador.

Trabajo en industrias: Este trabajo puede ser regular o casual, legal o ilegal, dentro del núcleo
familiar o efectuado por el niño únicamente y para un empleador. Incluye actividades como
tejer alfombras, pulir piedras preciosas, en la fabricación de prendas de vestir, sustancias
químicas, vidrio, fuegos artificiales, fósforos, y numerosos otros productos. Estas tareas
exponen a los niños a productos químicos peligrosos que pueden ocasionar envenenamiento,
enfermedades respiratorias y de la piel, así como a irradiaciones de calor, fuegos y explosiones,
daños a la vista y al oído, cortes, quemaduras e incluso la muerte.

Trabajo en minas y canteras: En muchos países se emplea mano de obra infantil en minería
a pequeña escala. Los niños trabajan largas jornadas sin contar con la protección o la formación
adecuadas. Los niños mineros padecen de agotamiento físico, fatiga y desórdenes en el sistema
muscular y óseo.

Esclavitud y trabajo forzoso: Incluyendo lo que se conoce como servidumbre por deudas, más
común en áreas rurales. Frecuentemente está vinculado a la opresión de minorías étnicas o
pueblos indígenas. Los niños también son reclutados a la fuerza como soldados o para trabajar
para el ejército, en zonas en conflicto.

V. CONSECUENCIA DEL TRABAJO INFANTIL

Desarrollo Físico: Los niños trabajadores son mucho más vulnerables que los adultos porque
sus cuerpos todavía están creciendo y no están formados completamente. Tienen una salud
física deficiente porque el trabajo que ejercen los expone a los riesgos de las enfermedades y
los accidentes. Los efectos pueden ser inmediatos, como por ejemplo una quemadura o un corte,
o pueden tener consecuencias que duran toda la vida, como sufrir alguna enfermedad
respiratoria, la amputación de algún miembro por manipular objetos y maquinarias inadecuadas
para su edad o contraer enfermedades incurables.

Desarrollo emocional: Los niños trabajadores frecuentemente laboran en actividades que son
explotadoras, peligrosas, degradantes y de aislamiento. Muy a menudo son maltratados,
abusados y abandonados por sus patrones. Como consecuencia de esto, los niños podrían tener
dificultades para vincularse con otras personas o tener sentimientos hacia ellas. Tienen
problemas para interactuar y cooperar con otros y para desarrollar un sentido real de identidad.
A menudo les falta confianza en sí mismos y experimentan sentimientos de baja autoestima.

Desarrollo Social: Los niños que laboran no tienen la oportunidad de participar en actividades
que son vitales para su formación, como, por ejemplo, jugar, ir a la escuela y socializar con
otros niños. No adquieren el nivel básico de educación que se necesita para enfrentar la vida.
Tampoco tienen la oportunidad de interactuar con otras personas, ni participar activamente, ni
de gozar la vida.
VI. REGULACIÓN NACIONAL DEL TRABAJO INFANTIL.

Constitución Política del Perú:

El trabajo infantil en el Perú se encuentra regulado desde su nivel Constitucional con el Art. 1
que señala que la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo
de la sociedad y del Estado, el Art. 2 inciso 1 referido al derecho fundamental vida, integridad
moral, psíquica y física así como y libre desarrollo y bienestar, asimismo el Art. 23 de la
Constitución señala que el trabajo en sus diversas modalidades, es objeto de atención prioritaria
del Estado, el cual protege especialmente a la madre, al menor de edad y al impedido que
trabajan.

Código Civil:

En el Código Civil en el artículo 457 se precisa que el menor capaz de discernimiento puede
ser autorizado por sus padres para dedicarse a un trabajo, ocupación, industria u oficio. En este
caso, puede practicar los actos que requiera el ejercicio regular de tal actividad, administrar los
bienes que se le hubiese dejado con dicho objeto o que adquiera como producto de aquella
actividad, usufructuarlos o disponer de ellos. La autorización puede ser revocada por razones
justificadas.

Código de los Niños y Adolescentes:

Con la dación del Código de los Niños y Adolescentes que ha sufrido posteriores
modificaciones, se han regulado muchos aspectos relacionados al trabajo infantil, como las
modalidades y horarios de trabajo, haciendo que los directores de los centros educativos presten
atención especial para que el trabajo no afecte la asistencia y el rendimiento escolar quienes
deben informar periódicamente a la autoridad competente acerca del nivel de rendimiento de
los estudiantes trabajadores. Esta norma legal establece también quienes son las instituciones
encargadas de la protección del adolescente trabajador, así tenemos al MIMP en forma
coordinada y complementaria con los Sectores Trabajo, Salud y Educación, así como con los
Gobiernos Regionales y Municipales. Se encuentra regulada en el capítulo IV del presnete
código desde el artículo 48 y siguientes.

En los últimos años, el Estado peruano ha dado pasos importantes en la lucha por la erradicación
del trabajo infantil. Entre ellos, podemos destacar la regulación sobre las edades requeridas para
trabajar en determinadas actividades, así como las normas que establecen sanciones para los
empleadores que permiten el trabajo de los y las adolescentes por debajo de dichas edades.
Los adolescentes requieren autorización para laborar, y las edades mínimas requeridas para autorizar
el trabajo de los adolescentes son las siguientes:

Para el caso del trabajo por cuenta ajena o que se preste en relación de dependencia:

a) 15 años para labores agrícolas no industriales


b) 16 años para labores industriales, comerciales o mineras
c) 16 años para labores de pesca industrial, y para el caso de las demás modalidades de trabajo
la edad mínima es de catorce años.

Por excepción se concederá autorización a partir de los doce años, siempre que las labores a realizar
no perjudiquen su salud o desarrollo, ni interfieran o limiten su asistencia a los centros educativos y
permitan su participación en programas de orientación o formación profesional. Se presume que los
adolescentes están autorizados por su padres o responsables para trabajar cuando habiten con ellos,
salvo manifestación expresa en contrario de los mismos.

Las instituciones que tienen competencia para autorizar el trabajo de adolescentes son:

a) El Sector Trabajo, para trabajos por cuenta ajena o que se presten en relación de dependencia
b) Los municipios distritales y provinciales dentro de sus jurisdicciones, para trabajadores
domésticos, por cuenta propia o que se realicen en forma independiente y dentro de su
jurisdicción.

Dichas instituciones deberán llevar un registro especial donde se consigne: a) Nombre complete del
adolescente; b) Nombre de sus padres, tutores o responsables; c) Fecha de nacimiento; d) Dirección
y lugar de residencia; e) Labor que desempeña; f) Remuneración; g) Horario de trabajo; h) Escuela
a la que asiste y horario de estudios; e i) Número de certificado médico.

Son requisitos para otorgar autorización para el trabajo de adolescentes:

a) Que el trabajo no perturbe la asistencia regular a la escuela.


b) Que el certificado médico acredite la capacidad física, mental y emocional del adolescente
para realizar las labores. Este certificado será expedido gratuitamente por los servicios
médicos del Sector Salud o de la Seguridad Social.
c) Que ningún adolescente sea admitido al trabajo sin la debida autorización.

Autorización de trabajo nocturno.

En lo referente al trabajo nocturno, se debe entender por este al que se realiza entre las 19:00 y las
07:00 horas. El juez podrá autorizar excepcionalmente el trabajo nocturno de adolescentes a partir
de los quince (15) años hasta que cumplan los dieciocho (18) años de edad, siempre que este no
exceda de cuatro (4) horas diarias. Fuera de esta autorización queda prohibido el trabajo nocturno de
los adolescentes

Trabajos prohibidos.

Se prohíbe el trabajo de adolescente en subsuelo, en labores que conlleven la manipulación de pesos


excesivos o sustancia tóxicas y en actividades en las que su seguridad o la de otras personas esté
sujeta a la responsabilidad del adolescente. El MIMP en coordinación con el Sector Trabajo y
consulta con los gremios laborales y empresariales, establecerá periódicamente una relación de
trabajos y actividades peligrosas o nocivas para la salud física o moral de los adolescentes en las que
no deberá ocupárseles

Trabajo doméstico o trabajo familiar no remunerado.

Los adolescentes que trabajan en el servicio doméstico o que desempeñan trabajo familiar no
remunerado tienen derecho a un descanso de doce (12) horas diarias continuas. Los empleadores,
patronos, padres o parientes están en la obligación de proporcionarles todas las facilidades para
garantizar su asistencia regular a la escuela. Compete al juez especializado conocer el cumplimiento
de las disposiciones referidas al trabajo de adolescentes que se realiza en domicilios.

La jornada de trabajo de un adolescente.

Entre los doce y catorce años no excederá de cuatro horas diarias ni de veinticuatro horas semanales,
y entre los quince y diecisiete años no excederá de seis horas diarias ni de treinta y seis horas
semanales. Solo el Juez podrá autorizar excepcionalmente el trabajo nocturno (entre 19:00 y las
07:00) de adolescentes a partir de los quince hasta que cumplan los dieciocho años, siempre que no
exceda de cuatro horas diarias. Dentro de los trabajos expresamente prohibidos para los adolescentes
son los realizados en subsuelo, en labores que conlleven la manipulación de pesos excesivos o de
sustancias tóxicas y en actividades en las que su seguridad o la de otras personas estén bajo su
responsabilidad.

Remuneración.

En cuanto al nivel remunerativo que deben tener los adolescentes trabajadores, debe señalarse que
legalmente su remuneración no podría ser menor a la de los demás trabajadores de su misma
categoría en trabajos similares, los empleadores que contraten adolescentes están obligados a
concederles facilidades que hagan compatibles su trabajo con la asistencia regular a la escuela.
El derecho a vacaciones remuneradas pagadas se concederá en los meses de vacaciones escolares,
también tendrán derecho a la seguridad social obligatoria, por lo menos en el régimen de prestaciones
de salud.

Ley Procesal de Trabajo Ley N° 26636:

Para que los adolescentes trabajadores hagan realidad sus derechos laborales, éstos pueden reclamar
sin necesidad de apoderado y ante la autoridad competente, el cumplimiento de todas las normas
jurídicas relacionadas con su actividad económica, por ello la vigente Ley Procesal de Trabajo señala
que los trabajadores menores de edad podrán comparecer por sí mismos conforme a las disposiciones
vigentes sobre la materia, debiendo ser asistidos por la defensa gratuita que se les provea conforme
a Ley, en caso de carecer de ella, incluso los adolescentes pueden ejercer derechos laborales de
carácter colectivo, pudiendo formar parte o constituir sindicatos por unidad productiva, rama, oficio
o zona de trabajo. Éstos pueden afiliarse a organizaciones de grado superior.

El Plan Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil:

En materia de planes, se aprobó el Plan Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo


Infantil 2005-2010, así como los Planes Nacionales de Acción por la Infancia y la Adolescencia
2002-2010 y 2012-2021, en los que se planteó como objetivo central la protección de los niños,
niñas y adolescentes frente al trabajo infantil. De otro lado, se realizaron diversas acciones como
la creación del Comité Directivo Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo
Infantil (CPETI), así como de comités regionales en esta materia. Asimismo, se institucionalizó
el 12 de junio como el Día contra el Trabajo Infantil.

El Ministerio de Trabajo:

El Ministerio de Trabajo ha adoptado la “Estrategia sectorial para la prevención y erradicación


del trabajo infantil en nuestro país”, que consta de 12 acciones enfocadas en la protección de la
niñez y la infancia en el ámbito laboral. Entre estas merece destacarse la inclusión de un
componente sobre trabajo infantil en los planes de responsabilidad social de las empresas a
nivel nacional, el compromiso de los beneficiarios de los programas sociales para que sus hijos
dejen de trabajar, así como la incorporación de acciones de inspección en materia de trabajo
infantil, en los planes de fiscalización de las direcciones regionales de trabajo.

Ley de Formalización y Promoción de la Pequeña Minería y Minería Artesanal:

Mediante la Ley Nº 28992 (27.03.07), se sustituyó la tercera disposición final y transitoria de


la Ley N° 27651, Ley de Formalización y Promoción de la Pequeña Minería y Minería
Artesanal (la cual señalaba que la edad mínima de trabajo no debería ser inferior a los catorce
años de edad), estableciéndose que se prohíbe el trabajo de las personas menores de dieciocho
(18) años de edad en cualquiera de las actividades mineras. Los niños, niñas y adolescentes
tienen el derecho a ser retirados o mantenerse al margen de esta actividad laboral por el bien de
su salud y seguridad, y a gozar prioritariamente de las medidas de protección que establece el
Código de los Niños y el Adolescentes. Las familiares de los menores que han sido retirados de
la actividad minera o se mantengan al margen tendrán la prioridad para acceder a programas
sociales de lucha contra la pobreza y promoción del empleo, siempre y cuando demuestren ante
la autoridad competente, el cumplimiento de las reglas de protección a los niños, niñas y
adolescentes

VII. REGULACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO INFANTIL.

1) Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y Pacto


Internacional de Derechos Civiles y Políticos

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1966, regula el tema


de la explotación económica de niños y adolescentes. En efecto, el artículo 10, apartado tercero
del Pacto señala: “Debe protegerse a los niños y adolescentes contra la explotación económica
y social. Su empleo en trabajos nocivos para su moral y salud, o en los que cuales peligre su
vida o se corra el riesgo de perjudicar su desarrollo normal, será sancionado por la ley. Los
Estados deben establecer también límites de edad por debajo de los cuales quede prohibido y
sancionado por la ley el empleo a sueldo de mano de obra infantil”.

Por su parte, el artículo 8 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su apartado
tercero, letra a), señala que: “Nadie será constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio”.

2) Convención Internacional de los Derechos del Niño.

Este instrumento jurídico, dictado especialmente respecto de los derechos humanos de la


infancia, reafirmando a niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho, otorgándoles
algunos derechos propios de la infancia.

De acuerdo a lo que estamos estudiando, el artículo 32 de la Convención, respecto al trabajo


infantil, establece que:
 Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación
económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o
entorpecer su educación, o sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o social.
 Los Estados Partes adoptaran medidas legislativas y administrativas, sociales, y
educacionales para garantizar la aplicación de este artículo. Con ese propósito y
teniendo en cuenta las disposiciones pertinentes de otros instrumentos internacionales,
los Estados Partes en particular: a) Fijarán una edad o edades mínimas para trabajar; b)
Dispondrán la reglamentación apropiada de los horarios y condiciones de trabajo; y c)
Estipularán las penalidades u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplicación
efectiva del presente artículo.

En consecuencia, esta Convención no se opone en contra del trabajo infantil, sino que se opone
a la explotación económica de los niños o de aquellas actividades que sean dañinas para ellos,
ya sea física, moralmente, etc.

VIII. LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) es un organismo tripartito creado en 1919 y


que reúne a representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores. Está consagrada a la
promoción de oportunidades de trabajo decente y productivo para mujeres y hombres, en
condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana. Sus objetivos principales son
promover los derechos laborales, fomentar oportunidades de empleo dignas, mejorar la
protección social y fortalecer el diálogo al abordar temas relacionados con el trabajo.

La OIT adopta convenios que se convierten en tratados internacionales vinculantes una vez
hayan sido ratificados por los Estados miembros. Los gobiernos nacionales y las organizaciones
de empleadores y trabajadores negocian las normas mínimas relevantes en el trabajo. Las
normas internacionales del trabajo son una ilustración de estos acuerdos tripartitos. En base a
la ratificación de convenios, la OIT dispone de un sistema de supervisión e informes para
asegurarse de que los países miembros respeten las normas internacionales del trabajo. Además,
las partes pueden presentar quejas a la OIT respecto a violaciones de las normas.

La OIT declaró que ocho de sus convenios son fundamentales respecto a los derechos de los
trabajadores en todo el mundo:
 Convenio 29 - Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930º
 Convenio 87 - Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de
sindicación, 1948
 Convenio 98 - Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva,
1949
 Convenio 100 - Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951
 Convenio 105 - Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957
 Convenio 111 - Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación), 1958
 Convenio 138 - Convenio sobre la edad mínima, 1973
 Convenio 182 - Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999. Estos
convenios salvaguardan los derechos de los trabajadores como condición para lograr
una sociedad en que queden garantizadas la justicia social y la paz socia

Los Convenios y Recomendaciones de la OIT son una de las herramientas más importantes
disponibles en la lucha contra el trabajo infantil. Las normas más recientes y ambiciosas de la
OIT sobre trabajo infantil son el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (No.138), y la
Recomendación que lo acompaña (No.146), y el Convenio sobre las peores formas de trabajo
infantil, 1999 (No.182) junto con la Recomendación correspondiente (No.190).

CONVENIO Nº 138 DE LA OIT.

Con fecha 31 de mayo del 2001, nuestro país ha ratificado, mediante Decreto Supremo Nº 038-
2001-RE, el “Convenio Nº 138 de la OIT sobre la Edad Mínima de admisión al Empleo”,
adoptado por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo, en su
quincuagésima octava reunión, en la ciudad de Ginebra, Confederación Suiza, el 26 de junio de
1973, y que fue aprobado por Resolución Legislativa Nº 27453, de fecha 23 de mayo del año
2001.

El Convenio Nº 138 tiene por finalidad la abolición del trabajo infantil y estipula que la edad
mínima de admisión al empleo no debería ser inferior a la edad en que cesa la enseñanza
obligatoria y, en ningún caso, esta podrá ser inferior a los quince años. Sin embargo, en los
países desarrollados establece la posibilidad de fijarla inicialmente en catorce años. Asimismo,
se indica que todo miembro del Convenio se compromete a seguir una política nacional que
eleve progresivamente la edad mínima para trabajar a un nivel que haga posible el más completo
desarrollo físico y mental de los menores.
CONVENIO NO. 182 DE LA OIT.

El Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil fue adoptado por la OIT en 1999, como
el Convenio No.182. Todo Estado que ratifique el presente Convenio deberá adoptar medidas
inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de
trabajo infantil. Este Convenio está registrando el ritmo más rápido de ratificaciones en la
historia de la OIT.

El Convenio No.182 pide que se centre la atención internacional en la urgencia de tomar


medidas para eliminar, de forma prioritaria, las peores formas de trabajo infantil, pero sin perder
de vista el objetivo a largo plazo de la efectiva eliminación de todos los tipos de trabajo infantil.
Por consiguiente, el Convenio No.182 no revisa ni sustituye al Convenio No.138, sino que lo
complementa.

El Convenio No.182 define las peores formas de trabajo infantil como: a) todas las formas de
esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y la trata de niños, la
servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el
reclutamiento forzoso en conflictos armados; b) la explotación sexual comercial de niños/as,
incluyendo la prostitución y la pornografía; c) la utilización por parte de adultos, de niños para
la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes,
y d) el trabajo susceptible de dañar la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.

PROGRAMAS VINCULADOS CON LA OIT.

Programa IPEC: Este es el llamado Infocus sobre el Trabajo Infantil, el cual ha crecido junto
al movimiento político contra el trabajo infantil. El IPEC, nacido en 1992, actualmente funciona
en más de 80 países, obteniendo apoyo de unos 30 donantes y aumentando su número de
intervenciones. El objetivo del IPEC es la eliminación del trabajo infantil en todo el mundo,
poniendo el énfasis en la erradicación de las peores formas lo antes posible. Para lograr tal
objetivo actúa de diversas formas, por ejemplo, a través de programas nacionales que
promuevan una reforma de las políticas y aplicación de medidas concretas para poner fin al
trabajo infantil; campañas nacionales e internacionales concebidas para cambiar las actitudes
sociales y promover la ratificación y la aplicación efectiva de los Convenios de la OIT sobre
trabajo infantil.

MERCOSUR: El programa IPEC elaboró un plan Subregional para la Erradicación del Trabajo
Infantil en MERCOSUR, con el propósito de ofrecer un marco de acción coherente a toda la
subregión en general, y en cada uno de los países en particular. Por medio de este plan se busca
facilitar una respuesta integral a las demandas y necesidades de las naciones y sus mandantes
procurando dar respuesta a una serie de problemas comunes identificados

La OIT ha colaborado con integrantes de esta red, brindando apoyo técnico, financiero y
asesoría, especialmente en las áreas de prevención y atención de niñas y niños víctimas de
trabajo infantil en todo el país.

IX. PROGRAMAS PARA LA ERRADICACIÓN DEL TRABAJO


INFANTIL

1) Programa de la CSI sobre Trabajo Infantil: tal como se afirma en su programa de


trabajo, la CSI se compromete a continuar la lucha histórica del movimiento sindical
internacional para eliminar el trabajo infantil y asegurarse de que todos los niños y niñas
puedan acudir a la escuela. Rechaza los argumentos en el sentido de que el trabajo
infantil es inevitable, beneficioso a nivel económico, socialmente aceptable o que
redunda en beneficio de los niños implicados y sus familias. La CSI ha recibido el
mandato de hacer campaña contra el trabajo infantil en todas sus manifestaciones,
prestando la adecuada atención a sus diversas causas y ramificaciones.
2) Papel de la Agrupación Global Unions : La CSI colabora estrechamente con las
Federaciones Sindicales Internacionales (FSI), que agrupan a los sindicatos de
diferentes sectores, y combatir el trabajo infantil constituye una de las principales áreas
de esta cooperación. Todas las FSI llevan a cabo acciones contra el trabajo infantil en
los sectores que cubren, y numerosos proyectos destinados a sacar a los niños del trabajo
y a su rehabilitación y educación cuentan con el apoyo de las FSI. Por otro lado, la labor
desplegada por las FSI y sus afiliadas nacionales para promover y defender el trabajo
decente para los trabajadores/ as adultos implica mejores ingresos para los adultos y las
familias, lo que representa menores presiones económicas para sacar a los niños de la
escuela y que entren en el mercado laboral.
3) Papel del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil
(IPEC): El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) fue
establecido por la Organización Internacional del Trabajo y lleva operando desde 1992.
Se trata del mayor programa operativo individual de la OIT. Su objetivo general era la
erradicación progresiva del trabajo infantil, cometido que habría de alcanzarse
fortaleciendo la capacidad de los países para ocuparse del problema y promoviendo un
movimiento mundial de lucha para combatirlo.
IPEC se hace cargo de brindar asistencia a los países para que puedan tomar medidas
inmediatas con objeto de prohibir y eliminar las peores formas de trabajo infantil y de
supervisar los progresos obtenidos. Su meta prioritaria son los niños atrapados en las
peores formas de trabajo infantil, centrándose especialmente en los niños
particularmente vulnerables, como los niños más jóvenes y las niñas que trabajan.
4) Marcha Mundial contra el Trabajo Infantil : La Marcha Mundial contra el Trabajo
Infantil es un movimiento internacional cuyo objetivo es proteger y promover los
derechos de todos los niños, particularmente el derecho a recibir una educación gratuita
y provechosa, y el derecho a liberarse de la explotación económica y de realizar
cualquier trabajo que pueda resultar perjudicial para el desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o social del niño. La CSI, la Internacional de la Educación y numerosos
sindicatos nacionales forman parte de la Marcha Mundial.
5) Campaña ‘Stop Child Labour’ ‘Stop Child Labour’ (Alto al trabajo infantil) es una
campaña de sensibilización que busca eliminar el trabajo infantil mediante la aportación
de educación formal a tiempo completo.
6) Fundación para la eliminación del trabajo infantil en el cultivo de tabaco (ECLT)
:La Fundación ECLT es una iniciativa que agrupa a representantes de sindicatos,
productores de tabaco y empresas, y cuenta con el apoyo de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT). Su objetivo es combatir el empleo de mano de obra
infantil en el sector tabacalero, de manera que los niños puedan crecer en un entorno
que les ofrezca las mejores posibilidades en todos los aspectos de su vida
7) International Cocoa Initiative (ICI): La International Cocoa Initiative (Iniciativa
Internacional del Cacao – ICI por sus siglas en inglés) es una asociación entre sindicatos,
ONG, procesadores de cacao y las principales marcas de chocolate. La ICI pretende
garantizar que no se explote mano de obra infantil en el cultivo de cacao y se
compromete a poner fin al trabajo infantil y al trabajo forzoso en el sector.

X. PROPUESTAS PARA ERRADICAR EL TRABAJO INFANTIL

El trabajo infantil no es generalmente una ocupación de la niñez abandonada o de menores que


se hayan fugado de su casa. Los que trabajan son niños que van a la escuela, salen a las calles
o talleres a laborar y retornan a sus hogares para dormir. Esta situación sugiere distintos
procesos de socialización entre los trabajadores y aquellos institucionalizados o que viven en
las calles.

Naturalmente, las condiciones actuales del trabajo infantil deberían modificarse


sustancialmente, pues constituyen un factor negativo para su pleno desarrollo. Pero la solución
debe apuntar fundamentalmente a mejorar los niveles de empleo y las remuneraciones de la
población en edad de trabajar, y forjar así las premisas económicas básicas para ir disminuyendo
progresivamente la participación temprana de niños y adolescentes en ocupaciones nocivas para
su salud y su desarrollo. Si bien en el mediano y largo plazo debe tenderse a suprimir el trabajo
nocivo de los niños y adolescentes, en el corto plazo la alternativa no podría consistir en
presionar para que estos abandonen de inmediato las ocupaciones que hoy realizan (salvo las
que los exponen a inminentes riesgos físicos y morales) para que supuestamente, se puedan
dedicar con exclusividad para el estudio.

En tal disyuntiva, la necesidad de trabajar, los obligaría a abandonar la escuela. Los cambios
inevitablemente han de venir por el lado del sistema educativo, el cual debe ser lo
suficientemente flexible como para atender a la situación desventajosa de estos niños, en la
medida que su experiencia de vida pueda generar personas más responsables y solidarias. Lo
ideal sería que los niños y adolescentes reciban una educación verdaderamente fundada en el
trabajo, incorporando los aspectos formativos de éste dentro de la enseñanza escolarizada. Así,
el trabajo en lugar de ser una opción de sobrevivencia para "los niños pobres", podría ser una
alternativa educativa constructiva y liberadora que beneficiaria y comprometería a todos.

Asimismo, no se debe cejar en la exigencia del cumplimiento de las normas que protegen
actualmente al trabajador infantil. Las disposiciones legales del Código de Niños y
Adolescentes, a pesar de ser un hito muy importante en los intentos de defender a la niñez del
abuso y la explotación, serán letra muerta si la estructura económica y social del país no se
modifica de manera sustancial, si no se construyen los mecanismos que concreticen los aspectos
positivos de aquel instrumento jurídico, y si no se propugna una conciencia activa a favor de la
niñez en los diversos niveles de la llamada sociedad civil.
En suma se puede constatar que aún queda un largo camino por recorrer.

Propuestas para mejorar el régimen del adolescente trabajador.


 Forjar las premisas económicas básicas para ir disminuyendo progresivamente la
participación temprana de niños y adolescentes en ocupaciones nocivas para su salud y
desarrollo.
 Mejorar los niveles de empleo y las remuneraciones de la población en edad de trabajar.
 Hacer idóneo el sistema educativo para atender la situación desventajosa de los niños y
adolescentes trabajadores.
 Brindar una educación fundada en el trabajo a los niños y adolescentes.
 Exigir el cumplimiento de las normas que protegen al adolescente trabajador, mediante
la modificación de la estructura económica y social del país.
 Implementar un conjunto de medidas dirigidas a efectivizar el trato de los menores
trabajadores en condiciones de igualdad
 crear los mecanismos y vías a nivel judicial para garantizar no solo el cumplimiento de
los derechos laborales de los trabajadores menores, sino además esta garantía debe ser
rápida y eficaz, procurando el trámite más eficiente y de corto plazo. Ejemplo:
capacitación de Jueces de Trabajo sobre principios de interés superior del niño.
 Garantizar el acceso a la debida información de sus derechos a los menores trabajadores,
debiendo el Ministerio de Educación en coordinación con el Ministerio de la Mujer
promover cursos escolares que incluyan estos temas.
 Procurar, mediante una reforma legislativa, garantizar que el derecho de acción no se
encuentre limitado en el tiempo, esto es que los derechos laborales de los menores no
prescriban o que corra el plazo prescriptorio a partir de que adquieran la mayoría de
edad.
 Implementar medidas políticas directas mediante la participación y actuación de
personalidades ampliamente reconocidas por la lucha por los derechos de los menores
trabajadores, los que como cualquier persona requiere tener representatividad en el
Congreso de la República.

XI. CONCLUSIÓN

En el Perú existe una amplia y variada protección para los niños y adolescentes trabajadores;
sin embargo, no se encuentran garantizados los derechos de los menores trabajadores, esto
por cuanto no existen medidas políticas efectivas dirigidas ha abolir el trabajo infantil, para
garantizar que los menores que trabajen no sean explotados, que tengan adecuadas
condiciones de trabajo y que se vigile el cumplimiento de sus derechos laborales.

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