Está en la página 1de 1

De gaviotas y peces

Cuento sobre un amor desinteresado.

Hace mucho tiempo, una gaviota y un pez se enamoraron. Esto es especialmente raro
tomando en cuenta que las gaviotas se alimentan de peces, pero el amor es así de
inexplicable en ocasiones.

El pez subía cada día hasta la superficie del mar y la gaviota descendía, manteniendo
su vuelo bajo, aleteando muy débilmente. Pasaban horas mirándose a los ojos y
jurándose amor eterno.

Hasta que un buen día se dieron cuenta de que no podrían cumplir sus promesas, pues
vivir juntos era imposible. Entonces pidieron ayuda a un hada marina (no madrina) y
esta se ofreció a convertir a la gaviota en pez o al pez en gaviota.

Tras pensarlo mucho, decidieron que sería ella quien cambiaría sus alas por escamas.
Así se hizo y los enamorados vivieron felices en el mar unos meses, al cabo de los
cuales la gaviota empezó a extrañar la dulce sensación del viento golpeando su cuerpo.

El pez entendió que su compañera seguía teniendo de ave el corazón, que de continuar
viviendo como algo que no era terminaría siendo infeliz y que a él le hubiese pasado lo
mismo de haber sido transformado. Le pidió al hada que la regresara a su forma original
y ambos se despidieron llorosos pero mutuamente agradecidos.

Fin

También podría gustarte