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El diagrama de Gantt es una herramienta para planificar y programar tareas a lo largo de un período
determinado. Gracias a una fácil y cómoda visualización de las acciones previstas, permite realizar
el seguimiento y control del progreso de cada una de las etapas de un proyecto y, además,
reproduce gráficamente las tareas, su duración y secuencia, además del calendario general del
proyecto.
Desarrollado por Henry Laurence Gantt a inicios del siglo XX, el diagrama se muestra en un gráfico
de barras horizontales ordenadas por actividades a realizar en secuencias de tiempo concretas.
Las acciones entre sí quedan vinculadas por su posición en el cronograma. El inicio de una tarea que
depende de la conclusión de una acción previa se verá representado con un enlace del tipo fin-inicio.
También se reflejan aquellas cuyo desarrollo transcurre de forma paralela y se puede asignar a cada
actividad los recursos que ésta necesita con el fin de controlar los costes y personal requeridos.
El gráfico del diagrama de Gantt es, en realidad, un sistema de coordenadas con dos ejes esenciales:
en el eje vertical se ubican las tareas a realizar desde el inicio hasta el fin del proyecto, mientras en
el horizontal se ponen los tiempos.
En función del tipo de actividades que conformen el proyecto, los valores ubicados en el eje
horizontal deben definirse en días, semanas, meses, semestres o, incluso, años.
En una etapa posterior, se le asigna a cada tarea un bloque rectangular que indique su grado de
progreso y el tiempo restante para su ejecución plena. Para las tareas críticas o estructurales del
proceso, lo más recomendable es usar un color distinto.
Saber qué es un diagrama de Gantt permite darse cuenta de todas las ventajas que implica usarlo.
Entre los beneficios que definen a este tipo de gráfico se encuentran los siguientes:
Un buen ejemplo del uso del diagrama de Gantt puede ser gestionar presupuestos o controlar el
gasto en diferentes partidas. Pero, además de las finanzas existen muchas otras aplicaciones de este
tipo de gráficos, como las siguientes:
1) El primer paso para elaborar un diagrama de Gantt pasa por hacer una lista de todas las
actividades que puede requerir un proyecto. Puede que, como resultado, obtengamos
una lista demasiado larga. Sin embargo, a partir de esto definiremos tiempos para la
realización de cada tarea, prioridades y orden de consecución. Además, agruparemos
las actividades por partidas específicas para simplificar al máximo la gráfica.
2) El diseño del diagrama de Gantt debe ser lo más esquemático posible. Debe transmitir
lo más importante, ya que será consultado con frecuencia. Las personas implicadas en
el proceso deben quedarse con una idea clara de lo que está sucediendo en un
momento concreto del proceso.
3) Si se desea, se puede crear y mantener actualizada otra versión más detallada para la
persona que ejecuta el proyecto. Gracias al diagrama de Gantt, es posible una
monitorización clara del progreso para descubrir con facilidad los puntos críticos, los
períodos de inactividad y para calcular los retrasos en la ejecución. De este modo, ayuda
a prever posibles costes sobrevenidos y permite reprogramar las tareas de acuerdo a
las nuevas condiciones.
4) Finalmente, cabe decir que por su sencillez, facilidad de uso y bajo coste se emplea con
mucha frecuencia en pequeñas y medianas empresas.
¿Qué aporta el diagrama de Gantt a la gestión de proyectos?
Para la gestión de proyectos, el Diagrama de Gantt se ha desvelado como un método muy eficaz.
Permite visualizar las actividades a realizar, la interdependencia entre ellas y su planificación en el
tiempo del proyecto.
Quienes saben qué es un Diagrama de Gantt tienen claro que sus usos más frecuentes se vinculan a
proyectos y planes de acción, procesos de mejora e, incluso, resolución de problemas. En realidad,
se puede utilizar para planificar cualquier tipo de proceso simple, a ser posible de menos de
veinticinco tareas, y que esté definido temporalmente. En otras ocasiones se emplea para
fragmentar proyectos complejos en diferentes partes.
Intentar explicar lo mismo con palabras resultaría demasiado confuso. Por eso, está especialmente
recomendado cuando el propósito es comunicar las diferentes etapas de un proyecto a las personas
involucradas. Demasiada complejidad produciría sobrecarga de información y la gente se sentiría
abrumada.
Linkografía: https://www.obs-edu.com/int/blog-project-management/diagramas-de-gantt/que-es-
un-diagrama-de-gantt-y-para-que-sirve
TORMENTA DE IDEAS: CREATIVIDAD PARA LA MEJORA
La tormenta de ideas fue propuesta en 1939 por Alex F. Osborn, quien comenzó a utilizar un
procedimiento que permitiera el surgimiento de ideas creativas y originales como método de
resolución de problemas. Más adelante, en 1953, sistematizó su método creativo de resolución de
problemas.
Osborn había observado cómo, generalmente, al analizar un problema ciertas ideas eran declinadas
antes de haber sido sometidas a una mínima evaluación. Estas ideas eran originales, se apartaban
de lo común y provocaban un rechazo automático.
Otro factor clave que consideró es que estas sesiones de grupo pueden alcanzar un alto nivel de
productividad por el poder de asociación. Cuando uno de los miembros del grupo emite una idea,
de forma casi inmediata estimula su propia imaginación hacia la aparición de otra. Al mismo tiempo
sus ideas instigan el poder de asociación de los demás miembros del grupo, en un proceso de
“contagio”.
La crítica no está permitida. No se permite ningún comentario crítico o gesto que muestre burla o
escepticismo. El juicio sobre las ideas se posterga.
La combinación y la mejora deben ponerse en práctica. Además de aportar sus propias ideas, los
miembros del grupo han de sugerir cómo mejorar otras ideas y combinarlas para sintetizar otras
mejores. Es más fácil perfeccionar una idea que producir una nueva.
El hecho de obtener un elevado número de ellas no parece influir negativamente sobre la calidad
de las mismas. Entendiendo por ideas de calidad aquellas que son únicas (estadísticamente raras,
originales…); y valiosas (útiles, factibles y con posibilidad de implementación). Diversos análisis
(Diehl y Stroebe, 1987) así lo demuestran. Por tanto, estimular la producción de un alto número de
ideas es un factor clave, sin que ello suponga pérdida de calidad.
Si bien Osborn se basa en el efecto de reacción en cadena (consistente en que la idea expresada por
un miembro del grupo estimulará ideas novedosas en los demás, lo que le inducirá a su vez otras
ideas), la revisión de estudios hecha por Diehl y Stroebe indica que la producción inicial de ideas,
materializada de forma individual, es superior a cuando ésta se realiza en grupo.
Sin embargo, si bien el trabajo individual es superior al grupal en la fase primera de generación de
ideas, el grupo es mucho más eficaz cuando se trata de combinar y refinar las ideas expuestas.
De forma muy general las fases de una sesión de tormenta de ideas son:
La sesión debe comenzar con una explicación de la tarea, de sus objetivos, del procedimiento a
seguir y de la duración de la sesión de trabajo.
2. Generación de ideas.
El tema se muestra de manera visible en una pizarra, soporte o pantalla, de modo que no haya dudas
sobre el mismo. Hay que asegurar que se ha comprendido correctamente por parte de todos los
participantes. Es aconsejable que esté planteado en forma de pregunta.
Es conveniente establecer un objetivo sobre el número de ideas a alcanzar. Como mínimo, proponer
que se produzcan 40 ó 50 ideas para un grupo en torno a 6 personas. Está demostrado que el
objetivo tiene a cumplirse.
3. Mejora de ideas.
El papel dinamizador del facilitador es aquí crítico. Una vez expuestas todas las ideas, es preciso
asegurarse de que han sido comprendidas. Para ello se revisarán, preguntando a los participantes si
hay dudas o se quiere hacer algún comentario.
4. Evaluación.
La evaluación de las ideas puede hacerse en la misma sesión de tormenta de ideas en un momento
posterior. Resultado de la evaluación es la reducción de la lista de ideas hasta un número en el que
es factible trabajar con ellas, siendo el voto individual para la selección de las ideas finales es el
mejor método para predecir las ideas de éxito. En este sentido es imprescindible contar con un
procedimiento estructurado, como el de Votación Múltiple.
Estructurado.
Este mecanismo está indicado cuando el facilitador no posee mucha experiencia o se presume que
puede surgir una participación desequilibrada (algunos participantes producen un número de ideas
muy superior al de los demás). De este modo se establece un balance que permite la intervención
equilibrada de todos los miembros.
No estructurado.
Es el método habitual. Se expresan las ideas según van surgiendo en la mente de cada participante.
En este caso el facilitador deberá prestar especial atención a que la participación sea completa y las
aportaciones razonablemente repartidas.
Linkografía: https://www.aiteco.com/tormenta-de-ideas/
AUDITORÍA DE CALIDAD
Introducción
Las auditorías de calidad ofrecen a las organizaciones confianza sobre la eficacia de su sistema de
gestión de la calidad y su capacidad para cumplir los requisitos del cliente. Igualmente, las
organizaciones pueden acceder a la obtención de certificados de gestión de la calidad a través de
un proceso de auditoría de calidad que lleva a cabo una entidad certificadora.
Las auditorías de calidad son aquellas en las que se evalúa la eficacia del sistema de gestión de
calidad de la organización.
Una auditoría de calidad permite evaluar el grado de cumplimiento de los requisitos definidos en el
manual de la calidad, en el manual de procedimientos y en la norma adoptada, para detectar
aquellas áreas o actividades que no cumplen los criterios establecidos y si estas disposiciones se
llevan a cabo de forma efectiva y son adecuadas para alcanzar los objetivos establecidos.
La auditoría es una herramienta que determina la eficacia de las acciones establecidas para alcanzar
los objetivos de calidad, evaluando si es necesario introducir mejoras en las actuaciones.
Las auditorías de calidad tienen un gran protagonismo motivado por el impulso que la certificación
ha adquirido en los últimos años. Ello ha conducido a que desde la Organización Internacional de
Normalización (ISO) se desarrollen normas sobre la metodología de las auditorías de la calidad como
la norma ISO 19011- Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión de la calidad y/o
ambiental., además de la exigencia de realizar auditorías internas del sistema de gestión de la
calidad, establecida en ISO 9001-Sistemas de gestión de la calidad.
Las normas de la familia ISO, como la norma ISO 9001, definen la auditoría de calidad como «un
proceso sistemático, independiente y documentado para obtener evidencias de la auditoría
(registros, declaraciones de hechos o cualquier otra información) y evaluarlas de manera objetiva
con el fin de determinar la extensión en que se cumplen los criterios de auditoría (conjunto de
políticas, procedimientos o requisitos utilizados como referencia)».
Se trata, por lo tanto, de un examen exhaustivo, sistemático y metódico que se realiza para
determinar si las actividades y resultados relativos a la calidad satisfacen las disposiciones
previamente establecidas y que realmente se llevan a cabo. Por otro lado, también se comprueba
si estas son las adecuadas para alcanzar los objetivos propuestos por la organización.
Tipos de auditorías
Auditoría interna. Se realiza por miembros de la propia organización o por otras personas que
actúan de parte de ésta, para fines internos. Básicamente, proporcionan información de interés para
la dirección de la empresa para poder llevar a cabo acciones correctivas, preventivas o de mejora.
Auditoría externa. Se realiza por una organización externa, independiente y autorizada con el
objeto principal de obtener una certificación del sistema de gestión de calidad, el cual puede
presentarse a los clientes potenciales y proveedores aumentado la confianza en la organización. En
ocasiones, como ocurre en algunos concursos públicos, estar en posesión de una determinada
certificación puede ser requisito imprescindible para poder realizar un determinado servicio.
En lo que respecta a las auditorías internas, es decir, aquellas que se realizan de acuerdo con los
procedimientos de la empresa, bien por personal debidamente cualificado o por una entidad
externa, la norma ISO 9001 establece que:
Por otro lado, a través de estas auditorías se debe comprobar si efectivamente se ha implementado
el sistema y si se mantiene de manera eficaz.
Las auditorías internas del sistema han de ser efectuadas de manera continua, sistemática,
planificada y programada.
Han de realizarse por auditores internos debidamente capacitados.