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PASCUA

1.- HOY EL SEÑOR RESUCITÓ

Hoy el Señor. Resucitó,


y de la muerte nos libró.

¡Alegría y paz, hermanos,


que el Señor resucitó!

Porque esperó, Dios le libró


y de la muerte lo sacó.

El pueblo en Él, vida encontró,


la esclavitud ya terminó.

Con gozo alzad, el rostro a Dios,


que de Él nos llega salvación.

Todos cantad: ¡Aleluya!


Todos gritad: ¡Aleluya!
2.- PREGÓN PASCUAL (Kiko Argüello)

Exulten los coros de los ángeles Realmente es justo y necesario,


exulte la asamblea celeste, exaltar con el canto la alegría del espíritu,
y un himno de gloria y elevar un himno al Padre
Todopoderoso
aclame el triunfo del Señor resucitado.
y a su único Hijo, Jesucristo.

Alégrese la tierra
Él ha pagado por todos al eterno
inundada por la nueva luz;
Padre
la deuda de Adán,
El esplendor del rey
y con su sangre, derramada por
destruyó las tinieblas, amor,
destruyó las tinieblas, ha cancelado la condena antigua
las tinieblas del mundo (Bis) del pecado.

Que se alegre nuestra Madre la Iglesia Esta es la Pascua


resplandeciente de la gloria de su Señor en que se inmola el Cordero.
y que en este lugar resuene unánime Esta es la noche
la aclamación de un pueblo en fiesta. en que fueron liberados
nuestros padres de Egipto.
El Señor esté con vosotros, Esta es la noche
Y con tu espíritu. que nos salva de la oscuridad del mal.
Levantemos el corazón, Esta es la noche
Lo tenemos levantado hacia el Señor. en que Cristo ha vencido la muerte
Demos gracias al Señor, nuestro Dios. y del infierno retorna victorioso.
Es justo y necesario. (bis)
¡Oh admirable condescendencia Esta es la noche
de tu amor! en que Cristo ha vencido la muerte
¡Oh incomparable ternura y caridad! y del infierno retorna victorioso.
por rescatar al esclavo
has sacrificado al Hijo. En esta noche acepta, Padre Santo,
este sacrificio de alabanza
Sin el pecado de Adán que la Iglesia te ofrece
Cristo no nos habría rescatado. por medio de sus ministros,
en la liturgia solemne de este cirio
¡Oh feliz culpa! que es signo de la nueva luz.
que mereció tan grande redentor,
¡Oh feliz culpa! Te rogamos, Señor, que este cirio
ofrecido en honor de tu nombre
¡Oh noche maravillosa, brille radiante;
en que despojaste al Faraón llegue hasta Ti como perfume suave,
y enriqueciste a Israel! se confunda con las estrellas del cielo;
lo encuentre el lucero de la mañana,
¡Oh noche maravillosa, esa estrella
tú sola conociste la hora que no conoce el ocaso;
en que Cristo resucitó!
Que es Cristo tu Hijo,resucitado,
¡Oh noche que destruyes el pecado Resucitado de la muerte.
y lavas todas nuestras culpas! Amén, amén, amén.

¡Oh noche realmente gloriosa


que reconcilias al hombre con su Dios!
3.- PREGÓN PASCUAL
Esta noche trae el recuerdo, Porque brilla una luz nueva,

de aquella en la que sacaste. que rompe nuestras cadenas.

Pasando en seco el Mar Rojo Llena a todos los abismos

de Egipto a nuestros padres. y disipa las tinieblas.

Arde el cirio con luz clara,

iluminando en la noche Proclaman todas las voces,

como una nueva columna la victoria de la vida.

de Fuego que oriente al Exalte toda la tierra


hombre.
de la Pascua renacida.

Alaben el gran misterio


Noche de paso a la vida,
de Dios Padre omnipotente,
noche de luz y alegría.
que por rescatar al siervo
Aleluya, aleluya.
entregó a su Hijo a la muerte.
Aleluya, aleluya.

Porque se ha abierto una


El que se entregó por todos,
puerta,
a todos ha liberado
un camino entre las sombras
y a los que el mal oprimió
y triunfante del pecado,
su amor ha rescatado,
se va acercando la aurora.
y así en esta noche santa

ha sido expulsado el odio,

ensalzado los humildes,

doblegado el poderoso.

Pues fue en esta noche santa,

iluminada de gozo,

cuando apartando la loza

salió Cristo victorioso,

y arde el cirio como signo

de un lucero sin ocaso.

¡Cristo nuestro salvador

que vive resucitado!


4.- PREGÓN PASCUAL (Gregoriano)

Exulten por fin los coros de los ángeles,

exulten las jerarquías del cielo,

y por la victoria de Rey tan Poderoso

que las trompetas anuncien la salvación.

Goce también la tierra,

inundada de tanta claridad,

y que, radiante con el fulgor del Rey eterno,

se sienta libre de la tiniebla

que cubría el orbe entero.

Alégrese también nuestra madre la Iglesia,

revestida de luz tan brillante;

resuene este templo con las aclamaciones del pueblo.

El Señor esté con vosotros,

Y con tu espíritu

Levantemos el corazón

Lo tenemos levantado hacia el Señor

Demos gracias al Señor nuestro Dios

Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario

aclamar con nuestras voces

y con todo el afecto del corazón

a Dios invisible, el Padre todopoderoso,

y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo.

Porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre

la deuda de Adán

y, derramando su sangre,

canceló el recibo del antiguo pecado.

 Porque éstas son las fiestas de Pascua,

en las que se inmola el verdadero Cordero,

cuya sangre consagra las puertas de los fieles.

-Ésta es la noche, en que sacaste de Egipto

a los israelitas, nuestros padres,

y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.

-Ésta es la noche, en que la columna de fuego

esclareció las tinieblas del pecado.

-Ésta es la noche en que, por toda la tierra,

los que confiesan su fe en Cristo

son arrancados de los vicios del mundo

y de la oscuridad del pecado,

son restituidos a la gracia

y son agregados a los santos.

-Ésta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte,

Cristo asciende victorioso del abismo.


¿De qué nos serviría haber nacido

si no hubiéramos sido rescatados?

¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros!

¡Qué incomparable ternura y caridad!

¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo!

Necesario fue el pecado de Adán,

que ha sido borrado por la muerte de Cristo.

¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!

¡Qué noche tan dichosa!

Sólo ella conoció el momento

en que Cristo resucitó de entre los muertos.

Ésta es la noche de la que estaba escrito:

«Será la noche clara como el día,

la noche iluminada por mí gozo.»

Y así, esta noche santa ahuyenta los pecados,

lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos,

la alegría a los tristes,

expulsa el odio, trae la concordia,

doblega a los poderosos.

En esta noche de gracia, acepta, Padre santo,

este sacrificio vespertino de alabanza,

que la santa Iglesia te ofrece por medio de sus ministros

en la solemne ofrenda de este cirio,

hecho con cera de abejas.


Sabernos ya lo que anuncia esta columna de fuego,

ardiendo en llama viva para gloria de Dios.

Y aunque distribuye su luz,

no mengua al repartirla,

porque se alimenta de esta cera fundida,

que elaboró la abeja fecunda

para hacer esta lámpara preciosa.

¡Que noche tan dichosa

en que se une el cielo con la tierra,

lo humano y lo divino!

Te rogarnos, Señor, que este cirio,

consagrado a tu nombre,

arda sin apagarse

para destruir la oscuridad de esta noche,

y, como ofrenda agradable,

se asocie a las lumbreras del cielo.

Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo,

ese lucero que no conoce ocaso

que es Cristo,

tu Hijo resucitado,

que, al salir del sepulcro,

brilla sereno para el linaje humano,

y vive y reina glorioso

por los siglos de los siglos.

Amén.
5.- CRISTO HERMANO

Porque Cristo nuestro hermano,

Ha resucitado, María alégrate.

Porque Cristo nuestro hermano,

Ha resucitado, María alégrate.

Aleluya, alelu…uya, alelu….u…uya,

Alelu…uya, alelu….uya, alelu…u…uya.

-Porque Cristo…ha resucitado …

-Porque Cristo…hemos renacido…

-Porque Cristo…todos somos hijos…

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