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Henry Fayol.
Henry Fayol es sobre todo conocido por sus aportaciones en el terreno del pensamiento administrativo.
Expuso sus ideas en la obra Administración industrial y general, publicada en Francia en 1916. Tras las
aportaciones realizadas por Frederick Taylor en el terreno de la organización científica del trabajo, cuya
influencia se dejaría sentir en la segunda etapa de la Revolución Industrial, Fayol desarrolló todo un
modelo administrativo de gran rigor para su época sirviéndose de una metodología positivista, consistente
en observar los hechos, realizar experiencias y extraer reglas. En otra obra suya, La incapacidad industrial
del estado (1921), hizo una defensa de los postulados de la libre empresa frente a la intervención del
Estado en la vida económica.
El modelo administrativo de Fayol se basa en tres aspectos fundamentales: la división del trabajo, la
aplicación de un proceso administrativo y la formulación de los criterios técnicos que deben orientar la
función administrativa. Para Fayol, la función administrativa tiene por objeto solamente al cuerpo social:
mientras que las otras funciones inciden sobre la materia prima y las máquinas, la función administrativa
sólo obra sobre el personal de la empresa.
Fayol resumió el resultado de sus investigaciones en una serie de principios que toda empresa debía
aplicar: la división del trabajo, la disciplina, la autoridad, la unidad y jerarquía del mando, la
centralización, la justa remuneración, la estabilidad del personal, el trabajo en equipo, la iniciativa, el
interés general, etc. En el ámbito de la dirección de empresas distinguió cuatro áreas funcionales:
planificación, organización, mando y coordinación y control. Su aportación más importante a la
bibliografía de las ciencias administrativas, la citada Administración industrial y general (1916), no fue
traducida al inglés hasta 1930 y no tuvo mucha repercusión hasta que no fue traducida por segunda vez
en 1949.
Frederick Taylor.
El análisis del trabajo hecho por Taylor permitió disminuir en gran cantidad los tiempos muertos en los
movimientos hechos por los obreros, y en los cambios de procesos que involucraban además cambios de
herramientas. También estableció, un salario por pieza fabricada, en relación con el tiempo estimado
empleado, el cual era una motivación para mejorar el ritmo de trabajo. Esta estrategia ayudó a ir acabando
poco a poco con la disputa entre trabajadores y jefes, por los estándares de productividad.
Publicó en el año 1911, su libro más destacado titulado “The Principles of Scientific Management”, donde
se enfocó en la defensa de la organización científica del trabajo.
Máxima división del trabajo. Para lograr los objetivos que se plantean, las organizaciones deben
descomponer el trabajo total en operaciones elementales, lo que a su vez implica la rigurosa fijación formal
de las subtareas y deberes de cada eslabón de la organización: formalización, estructuración, organización.
Jerarquía de autoridad: La organización debe estructurarse de acuerdo con una jerarquía de autoridad.
Todo empleado inferior debe estar sujeto al control y supervisión del superior. Reglas que definen la
responsabilidad y la labor. La labor debe estar regida por reglas abstractas que emanen de la dirección
general para lograr la uniformidad y coordinación de la ejecución de toda organización. Las órdenes y
reglas deben ser precisas, claras y sencillas, determinando la responsabilidad del ejecutor.
Actitud objetiva del administrador: El dirigente ideal debe administrar sin ira ni apasionamiento y, por
consiguiente, sin afección ni entusiasmo. Asimismo, con el “estándar racional” descarta la influencia de
razones y emociones personales, tanto en el interior de la organización, como en lo tocante a sus clientes.
Calificación técnica y seguridad en el trabajo: Todo miembro de una organización debe tener una
calificación técnica y estar protegido contra despidos injustificados. El empleo en las organizaciones debe
ser una carrera para que los miembros se desarrollen y asciendan por méritos y antigüedad. Lo que tenderá
a fomentar el espíritu corporativo.
Evitar la corrupción: Debe existir una clara diferencia entre los ingresos de los miembros debido a fortuna
privada e ingresos otorgados por su trabajo en la organización.
Frank Gilbreth.
Frank Gilbreth encontró su vocación mientras trabajaba de contratista, ya que comenzó a pensar en formas
más fáciles y eficientes de estructurar los ladrillos de la construcción. Los anteriores análisis dieron como
resultado el estudio formal que hizo con su esposa, el cual estaba relacionado con los hábitos en el trabajo
de manufactura y de oficina en todo tipo de industrias, con el objetivo de encontrar maneras de aumentar
las utilidades y hacer el trabajo más fácil. Además, él y su esposa crearon la empresa de consultaría,
Gilbreth Inc.
Frank Gilbreth sirvió en el ejército de Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial. Su labor era
buscar maneras más rápidas y eficientes para armar y desarmar armas. Con relación a lo anterior, a
principios del siglo XX, él y su esposa Lillian Moller, en búsqueda de un método más eficiente para
desarrollar tareas manuales, desarrollaron una clasificación de 17 movimientos con los que se puede
subdividir cualquier actividad laboral para analizar la productividad motriz, de un trabajador en su puesto
de trabajo; a esa clasificación de movimientos la llamaron Therbligs. Establecieron que, una vez que al
operario le sea asignada una tarea, la misma puede ser dividida en los therbligs necesarios para que se
lleve a cabo correctamente.
También clasificaron los therbligs dos grupos: Los eficientes que logran agregar valor a una tarea, y los
ineficientes que generan costos.
Lillian Gilbreth.
Su esposo se dedicaba a los negocios de la construcción estando siempre muy interesado en cómo ahorrar
tiempo y hacer las tareas de una manera más sencilla, el desarrolló métodos para aumentar la eficiencia
de los empleados industriales, principalmente, con el estudio de tiempos y movimientos.
Se motivó rápidamente y se unió al entusiasmo de Frank por lograr la eficiencia en los puestos de trabajo,
colaborando ambos entre sí aplicando las ciencias sociales a la gestión industrial, haciendo hincapié en el
trabajador más que en los factores no humanos. Su método de estudio de tiempos y movimiento armonizó
una forma sistemática de identificar, analizar el número de movimientos y la cantidad de tiempo necesario
para completar una tarea específica. En el año 1911, hizo la primera publicación importante de su
investigación: “Estudio del movimiento”.
Uno de sus principales empleos fue la de asesora económica oficial de los presidentes: Herbert Hoover,
Flanklin Delano Roosevelt, Dwight D. Eisenhower, John Fitzgerald Kennedy y Lindon Johnson con este
último trabajó en defensa civil, producción de material bélico.
Trabajó con su esposo en la dirección de la empresa Jonshon and Jonshon llevando a cabo dos estudios
diferentes: de tiempo y movimiento y sobre la fatiga, más adelante se llamó ergonomía. Con eso buscaba
mejorar la eficiencia industrial y encontrar la manera de eliminar el tiempo perdido.