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El trauma puede definirse en su concepto más sencillo como el intercambio de energía entre
un objeto externo y un organismo, siendo la magnitud del daño tisular proporcional a la
cantidad de energía intercambiada.
En las heridas cortopunzantes el daño tisular es secundario a la penetración del objeto a los
tejidos; hay transferencia mínima de energía y el daño de los tejidos se limita al tracto mismo
de la herida. Cuando un proyectil penetra a los tejidos se desplaza transmitiendo energía, que
a su vez desplaza partículas de tejido, golpeando y energizando a su vez otras partículas
vecinas, creando una cavidad definitiva donde las estructuras presentan solución de
continuidad, rodeada por una capa de tejido necrótico y un cono de tejido circundante de
tejido, eventualmente viable pero susceptible de experimentar necrosis. Este efecto de las
heridas por arma de fuego se denomina «efecto cavitacional». El fenómeno guarda relación
con la energía que porte el proyectil al penetrar a los tejidos y es prácticamente inexistente en
las heridas por armas de baja velocidad. La probabilidad de lesión visceral después de heridas
abdominales por arma de fuego es superior a 95% (29,30) y en comparación con las injurias
producidas por objetos cortopunzantes, la cantidad de órganos comprometidos y severidad de
las lesiones suele ser mayor.
En un traumatismo cerrado la víctima sufre un impacto que deforma las estructuras o las
somete a desaceleración diferencial, creando fuerzas de compresión, elongación o guillotina,
que pueden producir daño visceral, si sobrepasan el umbral de tolerancia de los órganos. Con
mucha frecuencia este mecanismo de lesión compromete más de un sistema, situación
denominada «politraumatismo». Además del patrón sistémico de trauma asociado al
mecanismo cerrado, el compromiso intraabdominal difiere en relación al penetrante, con
predominio de lesión de vísceras sólidas en el trauma cerrado y de las huecas en el penetrante
TRAUMA ABDOMINAL
Se denomina trauma abdominal, cuando éste compartimento orgánico sufre la acción violenta
de agentes que producen lesiones de diferente magnitud y gravedad, en los elementos que
constituyen la cavidad abdominal, sean éstos de pared (continente) o de contenido (vísceras) o
de ambos a la vez. La evaluación en el TA, no sólo se hace en el compartimento abdominal
propiamente dicho, sino también en el compartimento pélvico, ya que generalmente las
lesiones se producen en órganos de ambos espacios anatómicos simultáneamente.
CAUSAS
TIPOS DE ABDOMEN AGUDO 1
Los mecanismos más frecuentes a tener presentes son los accidentes del tránsito (alrededor
de 50% de los casos), y en menor medida caídas de altura, heridas por arma de fuego, heridas
por arma blanca y aplastamiento, y deportes en sus diferentes modalidades. La mortalidad por
traumatismos es significativamente mayor en el sexo masculino. El trauma abdominal ocupa el
10% de todos los ingresos por trauma, de los cuales el 77.9% corresponde a trauma
penetrante, siendo el 88.3% por arma blanca y el 11.7% por arma de fuego, esto se ve
favorecido por la delincuencia en las grandes ciudades, exacerbada por el alcohol y las drogas.
Dentro de los accidentes de tránsito se han tomado medidas como los efectos combinados de
control de velocidad, el uso obligatorio de cinturones de seguridad, bolsas de aire y tecnología
avanzada en el frenado de vehículos, han contribuido a una redistribución del tipo de lesiones
observadas en trauma abdominal; con menor incidencia de lesiones cerebrales severas, pero
con un incremento de lesiones torácicas y abdominales
Las principales causas de muerte en los pacientes con traumatismo abdominal son:
Por lesión de algún vaso principal, como vena cava, aorta, vena porta o alguna de sus
ramas, o arterias mesentéricas. Las lesiones destructivas de órganos macizos, como
hígado, bazo o riñón, o sus asociaciones, pueden originar una gran hemorragia interna.
Sepsis: la perforación o rotura de asas intestinales o estómago, supone la diseminación
en la cavidad peritoneal de comida apenas digerida o heces, con el consiguiente
peligro de sepsis. Los trastornos de vascularización de un asa intestinal por contusión
de la pared intestinal o de su meso pueden manifestarse tardíamente como necrosis
puntiforme parietal y contaminación peritoneal con sepsis grave.
CLASIFICACIÓN
Las heridas por arma blanca y las de arma de fuego de baja velocidad causan daño al
tejido por laceración o corte. Ceden muy poca energía y el daño se localiza en la zona
perilesional, afectando habitualmente órganos adyacentes entre sí, siguiendo la
trayectoria de, objeto que penetra.
TIPOS DE ABDOMEN AGUDO 2
Las heridas por proyectiles de alta velocidad transfieren gran energía cinética a las
vísceras abdominales, teniendo un efecto adicional de cavitación temporal y además
causan lesiones adicionales en su desviación y fragmentación, por lo que es
impredecible las lesiones esperadas.
Ante una herida localizada en pared abdominal la pregunta capital debe ser la siguiente: ¿es o
no es penetrante la herida? La pregunta anterior implica la determinación de la lesión o de la
integridad del peritoneo parietal. Si la respuesta es negativa no habrá problema: bastará
reparar la herida. Si la respuesta es positiva es imperioso efectuar una exploración operatoria
(laparotomía), para obtener una reducción de complicaciones y letalidad. Las heridas
producidas por arma de fuego no suelen crear tal duda por la determinación del trayecto que
siguió el proyectil en su paso por el abdomen y para lograr lo anterior uniremos
imaginariamente el punto de entrada con el punto de salida producidos por la bala o, en
defecto de este último, por la localización radiológica del proyectil. La utilización de una línea
recta que una los puntos citados nos dirá si la lesión fue penetrante o no lo fue, si se excluyen
los trayectos anómalos de los proyectiles, lo que a veces ocurre aunque en forma escasísima.
Las heridas producidas por armas cortantes o cortocontundentes por la amplitud de la lesión
parietal se pueden producir evisceración, lo que obviamente nos dará la seguridad de la
penetración.
Toda herida penetrante del abdomen es sinónimo de sospecha de perforación visceral, y debe
ser manejada como tal. En general esto quiere decir laparotomía exploratoria.
Las heridas ocasionadas por armas punzantes o cortopunzantes, son las creadoras de
dificultades diagnósticas:
El trauma cerrado resulta del impacto sobre la pared abdominal; una causa frecuente es la
desaceleración que ocurre en un accidente automovilístico, aun en las personas que llevan
colocado el cinturón de seguridad; una caída de grandes alturas también produce el mismo
efecto de desaceleración. El trauma cerrado del abdomen puede pasar desapercibido, como
ocurre con relativa frecuencia en aquellos pacientes que han sufrido otro traumatismo severo,
especialmente trauma cráneo-encefálico.
TIPOS DE ABDOMEN AGUDO 4
Las fracturas de la 9ª y 10ª costillas izquierdas frecuentemente se asocian con rupturas del
bazo. Aunque sólo 2% de los pacientes que ingresan a un hospital con trauma cerrado
desarrollan hemorragia intraabdominal masiva, 10% de los casos de ruptura esplénica sangran
hasta la muerte y 40% se presentan en shock. Cerca de 55% de las muertes por trauma
hepático se deben a desangramiento y shock. Las heridas vasculares -aorta, vena cava inferior
o sus ramas- también son causa de desangramiento y de shock profundo. La mayoría de las
muertes tempranas en pacientes que han sufrido trauma cerrado del abdomen se deben a la
hemorragia inicial, a sus complicaciones o a las complicaciones de la reanimación.
Ante un traumatismo abdominal sin lesión parietal pero con lesiones intraperitoneales caben
dos eventualidades:
Puede desde un principio existir manifestaciones clínicas y/o radiológicas que
atestiguan la existencia de una lesión interna, lo que demandará la necesidad de una
laparotomía exploratoria inmediata, o bien nace la duda si la sintomatología local es
causada por el traumatismo exclusivamente parietal o si hay participación traumática
íntraperitoneal. Lo que crea tal duda es que una lesión exclusivamente parietal puede
presentar dolor abdominal espontáneo, dolor palpatorio localizado y contractura
parietal; condición semejante puede ocurrir igualmente en las contusiones torácicas
inferiores, sobre todo si van acompañadas de fracturas costales. Como datos en
contra de la existencia de lesión intraperitoneal pueden mencionarse:
o Dolor localizado sin tendencia a generalizarse,
o Ausencia de vómitos,
o Falta de distensión abdominal,
o Persistencia de ruidos intestinales y expulsión de gases por ano,
o Ausencia de hallazgos anormales en las placas simples de abdomen.
El Manual ATLS afirma que:, "el factor primario en la evaluación del trauma abdominal no es
establecer el diagnóstico preciso de una lesión abdominal, sino más bien determinar si existe
alguna lesión intraabdominal.”
La evaluación del paciente con trauma abdominal tiene como objetivo inmediato:
En el manejo del traumatismo abdominal cobra especial importancia la valoración clínica del
estado de shock, reconocido por signos clínicos: aumento de la frecuencia del pulso, pulso
débil y filiforme, piel pálida, fría y sudorosa, disminución de la presión del pulso, retardo en el
relleno capilar, alteración de la conciencia, taquipnea, hipotensión y oligo anuria., dado que la
hemorragia intraabdominal es la causa más frecuente de shock hipovolémico en estos
TIPOS DE ABDOMEN AGUDO 5
Primeras medidas
La evaluación secuandaria
a. Una meticulosa historia clínica, la cual debe ser obtenida mediante el interrogatorio al
paciente mismo o el relato por parte del personal que atendió en primera instancia al
paciente o que lo transportó, o de familiares y testigos. La historia debe incluir un
informe sobre el mecanismo mismo del trauma, el cuadro inicial, la respuesta a las
medidas de atención inmediata y la evolución cronológica de los signos y síntomas.
En traumatismos cerrados es importante el tipo de impacto, daño del vehículo, uso
de sistemas de seguridad, el estado de otras víctimas
Para las heridas penetrantes, puede ser útil una descripción del arma y de la
cantidad de sangre perdida en el lugar del hecho.
Tiempo de evolución desde el trauma hasta la recepción del paciente en el centro
hospitalario.
Antecedentes personales: alergias, patologías previas, medicación habitual, cirugía
previa, ingesta de drogas.
Maniobras realizadas por los profesionales de la atención prehospitalaria: volumen
infundido, vías canalizadas, necesidad de resucitación cardiopulmonar..., y
respuesta a estas maniobras.
sufrido trauma cerrado, y sus resultados suelen ser equívocos; por ello, el médico debe
esforzarse en realizarlo con máximo cuidado y atención. Es importante el examen del
cuello y de la espalda para investigar lesiones de la columna.
Exámenes Complementarios
Indicaciones:
Técnica abierta.
1. Descomprimir la vejiga urinaria insertando un catéter urinario.
2. Descomprimir el estómago insertando una sonda naso gástrica.
3. Preparar quirúrgicamente el abdomen: afeitar la zona, pintar con povidona yodada y
poner campos estériles.
4. Localizar el punto de incisión
5. Inyectar anestésico local en la línea media a 1/3 de la distancia entre el ombligo y la
sínfisis del pubis. Utilizando lidocaína con epinefrina para evitar contaminación de
sangre de la piel y tejido celular subcutáneo.
6. Incidir verticalmente sobre la piel y tejido celular subcutáneo hasta la fascia, elevar e
incidir sobre el peritoneo.
7. Insertar un catéter de diálisis peritoneal en la cavidad peritoneal.
8. Avanzar el catéter hacia la pelvis.
9. Conectar el catéter a una jeringa y aspirar.
10. Si no obtiene sangre de forma evidente, introducir, 10ml/Kg (de peso corporal) de
solución de Ringer lactato o suero fisiológico tibios (hasta 1 l) en el peritoneo.
11. Realice una agitación suave del abdomen para distribuir el líquido en la cavidad
incrementar la mezcla con posible sangre.
12. Si la condición del paciente es estable, deje el líquido de 5 a 10 minutos antes de
drenarlo. Esto se realiza colocando la botella en el suelo, permitiendo que el líquido
peritoneal fluya del abdomen por efecto sifón
El LP tiene limitaciones inherentes y una tasa de morbilidad del 1%. Las complicaciones severas
ocurren más frecuentemente cuando se utiliza la técnica cerrada.
Las vísceras macizas se lesionan con más frecuencia que las huecas.
El paciente está estable hasta que deja de estarlo y se convierte en un paciente
inestable. La secuencia de pruebas complementarias es la siguiente
Ecografía abdominal. Si no se encuentran hallazgos significativos y el
paciente no presenta otras lesiones extraabdominales, debe quedar en
observación, realizando un control del hematocrito en 6 a 12 horas y una
nueva ecografía en 6 a 12 horas de ser dado de alta.
TAC. Es la prueba principal en el estudio de estos pacientes. Si se realiza
poco tiempo después del traumatismo, pueden omitirse lesiones
pancreáticas. Adquiere importancia en el seguimiento de los paciente que
son manejados de forma conservadora.
Según el resultado de la Eco-TAC tomaremos una u otra decisión:
Si no hay lesiones: observación.
Si hay lesiones: - Laparotomía
La evaluación general y especial del paciente con trauma abdominal está orientada, una vez
completada la reanimación, a determinar la necesidad de realizar laparotomía.
No se justifica realizar laparotomía en todos los pacientes que han sufrido una herida por arma
blanca. Mediante estrictos criterios de evaluación y de observación, se encuentra que en
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alrededor de una tercera parte de estos casos se puede evitar la laparotomía. Los pacientes
con heridas penetrantes leves y superficiales pueden ser observados por 24 horas, con examen
físico secuencial cada 4 horas y determinaciones frecuentes, cada 4-8 horas, de hematocrito y
recuento leucocitario.
identificar y tratar todas las lesiones, y por ello la exploración debe ser efectuada en forma tan
sistemática y meticulosa que garantice un 100% de sensibilidad. En el trauma cerrado es
necesario visualizar totalmente tanto el páncreas como el duodeno, órganos que
frecuentemente resultan lesionados en las lesiones por compresión contra la columna
vertebral.
Los hematomas retroperitoneales de la pelvis en los pacientes con fracturas pélvicas no deben
ser abiertos, por el peligro de hemorragia incontrolada. Pero los hematomas retroperitoneales
ubicados por fuera de la pelvis, especialmente los asociados con la vena cava inferior o con el
riñón, sí deben ser abiertos, drenados y controlados.
Cuando se hace necesario el empaquetamiento para hemostasia, como en ciertas heridas del
hígado, o del psoas y de la pared muscular posterior, se cierra la laparotomía y se programa
reexploración en 24-72 horas; en el caso del hígado, en 24-48 horas. Lo usual es que durante
este intervalo se corrijan las anormalidades de la coagulación y la segunda operación
transcurra sin mayores dificultades.
Es todo proceso patológico intraabdominal de inicio reciente que cursa con dolor en
repercusión sistémica, de comienzo brusco, intenso, que generalmente se acompaña de signos
de afectación peritoneal. Todo ello suele ser la expresión clínica de un proceso que
habitualmente va a exigir un dx y tx quirúrgico. Producido por perdidas graves de sangre, se
considera aquellos cuadros de grave hemorragias digestivas o del tubo gástrico intestinal, o
hemorragias. En estos casos predomina la anemia aguda y el shock hipovolémico. Las causas
de hemorragia abdominal fueran distribuidas en, hígado 26%, vasos abdominales 24%,
ginecológicas 21%, 28% incluyan las enfermedades del tubo digestivo, riñón, musculo psoas,
páncreas, 1% no fue determinado. El sangramiento intrabdominal puede ocurrir en cualquier
edad, pero tenemos en mayor frecuencia en los 50 y 60 años, tenemos una incidencia mayor
en los hombres 2:1.
La etiología difiere con el sexo y edad, en el anciano prevalece la ruptura de tumores, de venas
varicosas y de aneurisma de aorta abdominal, en los jóvenes son comunes las rupturas de
aneurismas de las arterias viscerales, en mujeres sangramiento de origen ginecológica y
obstétrica.
CAUSAS
Hemorragia intraperitoneal:
Embarazo ectópico roto
Rotura de aneurisma de la arteria hepática
Rotura de aneurisma de la arteria esplénica
Aneurismas rotos de la aorta abdominal
Rotura de aneurisma de la arteria mesentérica superior
TIPOS DE ABDOMEN AGUDO 12
CUADRO CLINICO
La pérdida de sangre < 15 % los signos y síntomas puedan pasar desapercibido, se a presenta
síntomas son por la liberación de catecolaminas que refleten en la actuación de los
mecanismos de compensación. Hay contracción de los vasos cutáneos, piel pálida, fría y
húmeda, pulso débil, palidez, frecuencia respiratoria aumentada y la inspiración profunda.
En la hemorragia súbita, masiva y continua, el paciente a presenta letárgica o coma, con piel
pálida, pulso rápido y débil, a veces solo detectables en las carótidas y arterias femorales,
respiración superficial, irregular, grave deteriorización del estado neurológico, presión arterial
inaudible.
Distensión abdominal.
Abdomen inmóvil involuntario.
Tumor abdominal de aparición reciente y doloroso
Contractura abdominal.
Hipersensibilidad de la pared abdominal.
Dolor a la descompresión.
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EXAMEN FISICO: En el examen físico se debe buscar signos de irritación peritoneal, presencia
de visceromegálias, masas palpables pulsátiles o no, soplos en la fase anterior o en el dorso.
Equimosis en la cicatriz umbilical, signo de Cullen (embarazo ectópico), signo de Gray turney
(pancreatitis aguda)
FACTORES PREDISPONENTES
Hipertensión y arterioesclerosis: Por degeneración y fibrosa de los vasos viscerales.
Alteraciones estructurales del tejido conjuntivo (síndrome de Marfan y Ehlers-Sanlos)
Lupus Eritematoso y Poli artritis nudosa: Por necrosis fibrinoide con destrucción de la
camada muscular y fibras elásticas predominando hipertrofia endotelial
Coagulopatias: Enfermedades con déficit de la coagulación, enfermedad
mieloploriferativa (enfermedad de Von Willebrand), insuficiencia hepática y la
trombocitopenia)
Medicamentos que alteran la coagulación
EXAMENES LABORATORIALES
HEMORRAGIA DIGESTIVA
SINDROME PERFORATIVO
Dolor abdominal en puñalada
Paciente inmóvil
Fiebre, taquicardia
Abdomen en tabla (contractura)
Ausencia movimientos respiratorios abdominales
Reacción peritoneal generalizada.
Desaparición matidez hepática (Jobert)
Neumoperitoneo subdiafragmático (Popert)
Ulcera gástrica o duodenal perforada, perforación
Ulcera péptica perforada
Más frecuente la lesión duodenal que la gástrica, es la segunda causa de peritonitis difusa. Más
frecuentes en hombres. Edad tercera, cuarta y quinta década. Antecedentes de ulcera péptida.
La rotura espontanea es rara en el bazo normal, afecta más frecuentemente a los bazos
patológicos.
Se trata de una entidad rara que se manifiesta a través de señales y síntomas de interpretación
difícil. Como resultado, el diagnóstico puede ser difícil y el tratamiento realizado, al menos en
una fase inicial, comprometer la recuperación del paciente. Cualquier enfermedad que lleve à
esplenomegalia acentuada puede resultar en ruptura esplénica e hemoperitoneo.
Los criterios necesarios para considerar como espontanea la ruptura del bazo normal son:
1. Inexistencia de cualquier evidencia de enfermedad envolviendo el bazo
2. Ausencia de historia de trauma o de esfuerzo físico excesivo.
3. Ausencia de adherencias acometiendo la víscera y bazo normal al examen histológico
En la Mononucleosis infecciosa, la ruptura esplénica ocurre en 0.1% a 0.5% de los casos. Sin
embargo, es la principal causa de muerte en esta enfermedad, con tasas de 30% a 100%. La
alta mortalidad es el resultado de las dificultades en el diagnóstico de rotura temprana, ya los
síntomas pueden ser poco específicos y ser confundidos con los de la enfermedad en sí.
En el Paludismo, la rotura esplénica es más frecuente en los enfermos con infección aguda, en
los cuales el bazo es aumentado e mucho friable.
Las metástasis esplénicas son raras. Están presentes en 6 a 13% en autopsias de pacientes con
cáncer.
La posibilidad de ruptura esplénica debe sugerirse en pacientes con diagnóstico de
enfermedad metastásica que presenta shock hemorrágico con dolor abdominal en el
cuadrante superior izquierdo.
Trastornos de la coagulación y trombocitopenia, cuando está presente, contribuye a la
agravación de la hemorragia.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la ruptura espontanea de bazo es controvertido. En la mayoría de los casos
el cirujano opta por la esplenomegalia debido a la instabilidad hemodinámica, al
desconocimiento del diagnóstico etiológico en lo pre operatorio, a la posibilidad de re
sangramiento e a los riscos de transfusión sanguínea.
EMBARAZO ECTOPICO
CLASIFICACION:
Rubrica 90-95%
Tuboovárica.
Ovárica abdominal.
Intraligamentaria.
Cervical.
EXAMEN GENITAL:
Tumor para uterino alargado y doloroso en forma de salchicha y un útero pequeño.
ESTUDIO ECOGRÁFICO: Saco gestacional para uterino con actividad embrionaria en su interior.
Como una dilatación permanente y localizada, que abarca las 3 capas del vaso, con un
incremento del 50% o mayor sobre el diámetro normal del vaso afectado. Diámetro mayor de
3cm.
INCIDENCIA Y EPIDEMIOLOGIA
95% Son infra renales · 5% suprarrenales
12% asociados a aneurismas torácicos
15% asociados a aneurismas periféricos
50% –70% se extienden a iliacas
15% -25% Patrón familiar
Se presenta en mayores de 60 años de edad
Entre las 10 primeras causas de muerte a hombres que mujeres.
8 a 1 a blancos que a raza negra
95% son Arterioescleróticos
5% Inflamatorios
PATOGENESIS:
Disminución del tamaño de la Aorta
Disminución de la Elasticidad
Ausencia de Vasa Vasourum
FACTORES DE RIESGO
Tabaco: 85%
Hipertensión arterial: 60%
Colesterol sérico elevado 215mg/dl = 60% 240mg/dl = 40%
POSIBLES COMPLICACIONES
Sangrado
TIPOS DE ABDOMEN AGUDO 17
LAVADO PERITONEAL
INDICACIONES:
Politraumatismo con hipotensión persistente no explicada por hemorragia externa,
intratorácica o esquelética Politraumatismo con lesión craneoencefálica y alteraciones
de conciencia
Traumatismo abdominal no penetrante con signos de lesión grave a nivel de la pared
abdominal
Estado comatoso, de embriaguez o bajo acción de drogas de efecto neurológico y con
huellas de traumatismo múltiple
Politraumatismo con lesión de medula espinal y alteraciones de la sensibilidad
secundarias al traumatismo
Lesión grave de la región inferior del tórax
Heridas penetrante de un hemitórax por debajo del quinto espacio intercostal, con
sospecha de lesión diafragmática o visceral
Politraumatismo con lesiones graves de los tejidos blandos en dos extremidades, una
superior y una inferior.
CONTRAINDICACIONES:
Necesidad de realizar laparotomía inmediata
Historia de múltiples operaciones abdominales previas
CONTRAINDICACIONES RELATIVAS:
Obesidad extrema
Embarazo
Cirrosis avanzada
Cuadro clínico que se presenta por ruptura de víscera hueca caracterizada por dolor y
contractura abdominal generalizada a causa de la intensa reacción peritoneal que produce la
difusión del contenido de la víscera en el peritoneo.
Epidemiologia
Retraso en el diagnóstico
Etiología
Palpación
Pulso rápido
Hipotensión
Temperatura al inicio
Defenza abdominalDolor a la descomprensión
Percusión
Silencio abdominal
Diagnóstico
Historia Clínica
Examen Físico
Exámenes de laboratorio
Métodos de imagenológicos
o Rx Simple; Decubito dorsal 56%, De pie: 76%,
Lateral izquierdo: 90%
o Eco
o Tac
Laparoscopía
Laparotomía
Tratamiento
Medidas iniciales
Antibióticos
Medidas quirúrgicas
Solución de continuidad de la mucosa del tubo digestivo por desequilibrio de los mecanismos
de regulación de la secreción gastrointestinal.
Epidemiología
Edad: 40 – 65 años
Sexo: Hombre
Perforación Duodenal más frecuente que Gástrica
Mortalidad 10 – 40% úlceras gástricas 0 – 10% Úlceras piloroduodenales perforadas.
Fisiopatología
Manifestaciones Clínicas
Vómitos frecuentes
Toque del estado General
Abdomen sensible y distendido
Taquipnea
Taquifígmia
Hipertermia
Pared abdominal muy rígida
Al examen físico
Defensa
Dolor a la Descompresión
Pérdida de la Matidez Hepática
Silencio abdominal
Diagnóstico
Rx
o
Signo de Popper: Es la presencia de un segmento radiolúcido entre las
opacidad hepática y el diafragma
o Signo de alas de gaviota: Se produce por el desplazamiento externo del
fragmento ósea en las fracturas de la pared posterior del acetábulo
o Signo de ringler: Visibilidad espontánea de la superficie serosa del intestino, es
decir se identifican las paredes externas e internas de las asas intestinales
rodeadas de aire
o Signo de chilaiditi: El Angulo hepático se introduce transitoriamente entre la
cara superior del hígado y el diafragma
o Signo de pelota de rugby: El aire acumulado dentro de la cavidad peritoneal
adopta la forma de un eclipse.
Laparoscopia
Laparotomía
Tratamiento
Médico Inicial:
Omeprazol 40 mg diarios + Claritromicina 500 mg tres veces por día por 2 semanas +
amoxicilina 1 g 2 veces por dia por 10 dias.
Quirúrgico
TIPOS DE ABDOMEN AGUDO 21
Vagotomía
Iatrogénicas
Gastrostomía
Post endoscópicas
Tumorales