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John L.

Austin: “Emisiones realizativas”

Para hablar de los actos del habla el autor menciona la revolución dada por el movimiento
verificacionista y el de los usos del lenguaje. El verificacionismo estipula que debe de haber
una verdad o cierta falsedad en las enunciaciones, evitando los sinsentidos y clasificándolos;
por otro lado, para resolver el problema de los sinsentidos, se clasifican los usos del lenguaje
en donde estos adquieren su sentido en la determinación de tales usos superando la falacia
descriptiva, la que no alcanza a resolver las faltas de sentido en las enunciaciones. Lo que
propone el autor es discutir emisiones enunciativas que llegan a tener sentido pero que no
son ni verdaderas ni falsas. Para ello las emisiones serán con verbos corrientes, sujetos a un
enunciado del indicativo del singular de la primera persona en tiempo presente. En las que
pareciera que en vez de decirse algo se está haciendo algo.

Las emisiones realizativas son registros de lo que se está haciendo, y en el momento en que
se dice lo que se hace se está llevando a cabo el acto, en donde las palabras y la acción exigen
una circunstancia determinada. Sin embargo, a pesar de que estas emisiones no son
verdaderas o falsas ante una conjetura, sino más bien son verdaderas ellas mismas por el
ejercicio del acto, los infortunios pueden verificar su validez. El infortunio es la transgresión
de las reglas en la emisión realizativa, bajo una convención, a pesar de la ejecución al
momento de la emisión. La primera regla es que la emisión debe de estar dentro de una
convención y aceptada, y la segunda que debe de darse en las circunstancias apropiadas; el
fallo de alguna de estas puede ser provocada por el infortunio, provocando que llegaran a ser
verdaderas en sí mismas pero falsas en el acto. También se puede dar que por alguna
insinceridad que provoque que la emisión realizativa caiga en una situación similar al fallo.
Por ejemplo, felicitar a alguien sin que la intención sea sincera, y que se felicite por que se
tuvo que felicitar sin alegrarse de tal situación.

Así es como surge la pregunta de cómo identificar las emisiones realizativas si están sujetas
a un posible infortunio. La clave se encuentra en el momento en que se informa y en el
momento en el que se realiza. En la segunda persona se hace un informe de lo que se hace, y
en primera persona se puede realizar lo que se hace. Así, no es lo mismo a “él prometió
que…” y “yo prometo que…”. De esta manera, en los descriptivos no hay una realización.
Llegando a una justificación de los hechos.

De esta manera, la formulación de Austin es la siguiente: Las enunciaciones realizativas


(actos de habla) se divide en:

Actos locucionarios son aquellos que tienen una estructura fonética, fáctica y semiótica. Lo
que implica la estructura lingüística.
Acto ilocucionario es aquel en donde el lenguaje se lleva a cabo, como prometer, ordenar,
afirmar…

Acto perlocucionario es aquel que provoca un efecto en la audiencia, efecto que es provocado
por el acto perlocucionario. Por ejemplo, la insatisfacción de llevar a cabo una orden.

De esta manera, el acto del habla está sujeto a determinadas circunstancias carentes de
infortunios.

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