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LIC.

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR


PRESIDENTE ELECTO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
PRESENTE:

El federalismo es una decisión constitutiva de la Nación mexicana. Un arreglo institucional que asigna responsabilidades y debe-
res para mejor proveer al bienestar de los mexicanos.

Si bien nuestro federalismo enfrenta problemas y desafíos incuestionables, sobre todo en las materias hacendaria y de seguridad,
debe ser el punto de partida para que el Estado mexicano construya capacidades suficientes y eficaces para garantizar los dere-
chos de las personas, prestar servicios públicos con eficiencia, preservar la gobernabilidad democrática y hacer valer el Estado
de Derecho.

La condición esencial de funcionamiento de un Estado federal es la coordinación, la colaboración y la ayuda subsidiaria entre los
órdenes de gobierno. Desde esa convicción, expresamos nuestra disposición a construir con el nuevo gobierno instituciones sóli-
das y políticas públicas para mejorar las condiciones de vida de nuestros ciudadanos, erradicar la corrupción, mitigar la desigual-
dad y restaurar la convivencia pacífica en nuestras comunidades.

Nuestros gobiernos colaborarán, en el ámbito de su competencia, con las autoridades federales. Pero la colaboración no debe
ser entendida como sometimiento de los órdenes locales, incluyendo a las autoridades legítima y legalmente elegidas para
gobernar, como es nuestro caso. El país se construye de abajo hacia arriba, desde el espacio local. Resolver los problemas
requiere conocimiento del territorio, cercanía con la población y atención a las peculiaridades de cada región. Las prioridades
regionales deben definirse de manera conjunta, considerando las condiciones particulares de cada entidad federativa. No se
imponen desde el centro.

La colaboración en materia de seguridad debe ser abordada bajo una óptica estrictamente institucional, blindarla contra
componentes y fines político electorales, para hacerla un campo de neutralidad política que eleve la mirada por encima
de diferencias ideológicas, considerando en ello factores de responsabilidad legal y representatividad entre autoridades,
eficiencia, secrecía y profesionalismo.

Por ello, nos sorprende la intención de supeditar el mecanismo de coordinación a la figura de los llamados “Coordinado-
res Estatales” del Gobierno Federal y colocar a los Gobernadores y Fiscales de los Estados como meros invitados. Ese
desdén es inaceptable para nosotros, porque no sólo pone en riesgo estos objetivos, sino resulta inconcebible una solu-
ción de fondo al problema de la inseguridad y la delincuencia en el país, sin la concurrencia efectiva de los gobiernos
estatales.

El camino para resolver el gran pendiente de la seguridad es, por un lado, atender las causas criminógenas del delito y de la
violencia, sobre todo las que facilitan la captura de los jóvenes y grupos vulnerables por el crimen organizado y, por otro lado,
fortalecer las capacidades civiles de policía, investigación, procuración de justicia y reinserción social. En particular, establecer
políticas de largo plazo e invertir recursos en el reclutamiento, profesionalización, así como dignificación salarial y gremial de las
policías federal y locales, bajo un diseño institucional que precise los tramos de responsabilidad y los mecanismos de colabora-
ción, auxilio y sustitución subsidiaria.

Asimismo, fortalecer el Sistema Nacional de Seguridad Pública para que el esfuerzo del Estado mexicano, en esta materia, se
oriente a objetivos claros, transparentes, medibles y evaluables. Un sistema que fije con eficacia las obligaciones, procesos y con-
secuencias para que cada componente de la Unión haga bien la parte que le corresponde.

Reconocemos la contribución que las Fuerzas Armadas de México realizan todos los días por la seguridad de los mexicanos y
estamos de acuerdo en la imperiosa necesidad de que continúen con esa extraordinaria labor de apoyo a la seguridad
de la sociedad mexicana. Pero su presencia responde a una necesidad provocada por la omisión política de construir
capacidades civiles.

Las fuerzas armadas deben participar en auxilio y colaboración de las autoridades competentes en circunstancias especialmente
apremiantes que pongan en riesgo la soberanía e independencia nacional, la continuidad del orden constitucional, la integridad
del pacto federal, la gobernabilidad democrática y la vigencia de los derechos humanos.

La función de las fuerzas armadas no es la de primeros respondientes, sino el último recurso del Estado para preservarse. Los
primeros respondientes somos quienes fuimos votados por los ciudadanos para velar por su tranquilidad. No podemos pedir
más a las fuerzas armadas de manera indeterminada, si de la mano no trazamos una ruta de mejora de las policías civiles
federales y, especialmente, estatales y municipales.

Estamos convencidos de que el país debe avanzar hacia una normalidad en la que la seguridad sea una condición generada
desde las responsabilidades jurídicas y políticas. El camino del entendimiento está trazado en la Constitución, en el federalismo,
en la división de poderes, en el respeto a los derechos y libertades, en el diálogo incluyente y participativo. Cualquier atajo en ese
camino sólo conduce a desencuentros que siempre pagan muy caro todos los mexicanos.

Reiteramos, sin reserva alguna, nuestro respeto, reconocimiento y gratitud a nuestras Fuerzas Armadas; nuestra voluntad
de diálogo y colaboración con el nuevo Titular del Ejecutivo por el bien de México, como corresponde a una democracia que
aspira a consolidarse con el esfuerzo de todas y todos.

Atentamente,
Martín Orozco Sandoval Antonio Echeverría García
Gobernador Constitucional del Estado de Aguascalientes Gobernador Constitucional del Estado de Nayarit

Francisco Arturo Vega de Lamadrid José Antonio Gali Fayad


Gobernador Constitucional del Estado de Baja California Gobernador Constitucional del Estado de Puebla

Carlos Mendoza Davis Francisco Domínguez Servién


Gobernador Constitucional del Estado de Baja California Sur Gobernador Constitucional del Estado de Querétaro

Javier Corral Jurado Carlos Joaquín González


Gobernador Constitucional del Estado de Chihuahua Gobernador Constitucional del Estado de Quintana Roo

José Rosas Aispuro Francisco Javier García Cabeza de Vaca


Gobernador Constitucional del Estado de Durango Gobernador Constitucional del Estado de Tamaulipas

Diego Sinhue Rodríguez Vallejo Mauricio Vila Dosal


Gobernador Constitucional del Estado de Guanajuato Gobernador Constitucional del Estado de Yucatán

Responsable de la publicación: Javier Corral Jurado

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