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5 beneficios del yeso agrícola

31 de marzo, 2014 Por: Matt Hopkins | Correo electrónico


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El yeso agrícola es una fuente importante de calcio y azufre para los cultivos. No sólo
es fácil de absorber por las plantas, sino que tambien ayuda a mejorar la calidad del
suelo. A continuación les presento cinco beneficios esenciales del yeso.

1 Aporta calcio y azufre para la nutrición vegetal.


“Las plantas están sufriendo cada vez más deficiencias de azufre (S) y el suelo no
está suministrándoles suficiente azufre,” afirma Warren Dick, Edafólogo y Profesor de
la Escuela de Medio Ambiente y Recursos Naturales, (School of Environment and
Natural Resources – SENR) de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos). “El
yeso es una fuente excelente de azufre que sirve para nutrir las plantas y mejorar el
rendimiento de la cosecha.”

Por otro lado, es imprescindible contar con calcio (Ca) para que la mayoría de
nutrientes puedan ser absorbidos por las raíces del cultivo. “Si no hay suficiente
calcio, no funcionan los mecanismos de absorción,” menciona Dick. “El calcio ayuda a
estimular el crecimiento radicular.”

2 Regula los suelos ácidos y sirve para tratar la toxicidad por aluminio.
Una de las grandes ventajas del yeso es su capacidad de reducir la toxicidad del
aluminio, la cual acompaña con frecuencia la acidez del suelo, y en especial la de los
subsuelos. Según Dick, el yeso puede mejorar algunos suelos ácidos incluso más que
la cal, propiciando raíces más profundas que aportan grandes beneficios a los
cultivos: “El yeso aplicado a la superficie se lixivia hacia el subsuelo y aumenta el
crecimiento radicular.”
3 Mejora la estructura del suelo.
“Para desarrollar una estructura de suelo favorable al crecimiento radicular y al
movimiento de aire y agua se requiere contar con floculación, o formación de
agregados,” asegura Jerry Bigham, Profesor Emérito de la SENR. “La dispersión de
arcilla y el colapso de la estructura en la interfase suelo-aire son algunos de los
principales factores que producen formación de corteza sobre el suelo,” agrega. “El
yeso se ha utilizado durante muchos años para mejorar la formación de agregados e
inhibir la dispersión en suelos sódicos.”

El calcio soluble mejora la formación de agregados en el suelo y la porosidad,


contribuyendo a aumentar la infiltración del agua. “Es importante manejar la cantidad
de calcio que tiene el suelo,” dice. “Diría que es tan importante como manejar NPK.”

En los suelos que tienen relaciones


calcio-magnesio desfavorables, el yeso puede mejorar la relación, afirma Bigham. “El
añadir calcio soluble puede superar los efectos de dispersión de los iones de
magnesio y sodio, además de promover la floculación y el desarrollo de estructura en
suelos dispersos.”

4 Favorece la infiltración de agua.


El yeso también aumenta la capacidad de drenado del suelo, evitando que éste quede
anegado debido a una combinación de alto contenido de sodio, arcilla expandible y
exceso de agua. De acuerdo a Dick, “aplicamos yeso al suelo para permitir que el
agua penetre y el cultivo se desarrolle bien,” agrega.
Es de suma importancia aumentar la eficiencia de los cultivos para aprovechar el agua
durante una sequía, comenta Allen Torbert, Investigador en Jefe del Laboratorio
Nacional de Dinámica de Suelos (National Soil Dynamics Lab) de la division de
investigacion del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA/ARS) de
Auburn, Alabama.

“La clave para ayudar a que sobrevivan los cultivos en una sequía, es capturar todo el
agua posible cuando llueve. “Una buena estructura del suelo permite que se den
todos los beneficios posibles de las relaciones agua-suelo, y el yeso ayuda a generar
y producir buenas propiedades en esa estructura.”

5 Ayuda a reducir los escurrimientos y la erosión.


La agricultura es considerada una de las actividades que más contribuyen a la calidad
del agua, siendo los escurrimientos de fósforo (P) la preocupación más importante.
Los expertos explican la forma en la que el yeso ayuda a mantener el fósforo y otros
nutrientes dentro de los campos de cultivo. “El yeso debe ser considerado dentro de
las Mejores Prácticas de Manejo para reducir las pérdidas de P soluble,” opina
Torbert, basándose en estudios sobre la forma en la que el yeso interactúa con el
fósforo.

Por su parte Darrell Norton, edafólogo jubilado del Laboratorio Nacional de


Investigación sobre Erosión de Suelos (National Soil Erosion Research Laboratory) de
USDA/ARS, que trabaja en la Universidad Purdue, asegura que “usar yeso para
enmendar el suelo es la forma más económica de controlar la contaminación dispersa
ocasionada por los escurrimientos de fósforo.”
Efecto correctivo del yeso
agrícola y
su implementación
10 MartesFEB 2015
POSTED BY AGROPARAGUAYA IN INVERCIONES, NOTICIAS
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Etiquetas
El yeso, Fernando Boglietti, YAM, yeso agrícola

Un nuevo concepto en fertilización de suelos bajos sódicos y salino sódicos para la


implantación de pasturas, abre el espectro de los productores ganaderos. Ahora implantar
una forrajera en suelos marginales ya no es un problema a resolver.

El yeso agrícola comenzó a expandirse en la Argentina en las zonas más comprometidas


agronómicamente -en territorios de la provincia de Córdoba y centro y sur de Santa Fe- como
fuente de azufre y calcio en cultivos como trigo, soja, maíz y pasturas. La adopción de esta
tecnología innovadora continuó, pasando al norte de Buenos Aires y año tras año se amplía su
zona de uso con excelentes resultados comprobados por la mismísima palabra de los productores
que la implementaron. Este fertilizante natural, a base de sulfato de calcio, puede adoptarse de dos
maneras clásicas: como fertilizante, por un lado, y como corrector de suelos por otro. El integrante
del área de desarrollo y ventas de Yeso Agrícola Malargüe (YAM), Ing.P.A. Fernando Boglietti,
explicó en diálogo con Nuevo ABC Rural, cuáles son las principales ventajas de aplicar este
producto sobre suelos bajos (sódicos – salinos sódicos), en complemento con la implantación de
pasturas de invierno o verdeos, buscando principalmente recuperar esos ambientes.
Con respecto al uso como fertilizante, “son muchas las explotaciones tamberas y ganaderas, como
también agrícolas que lo han incorporado en sus planteos de fertilización como complemento del
fósforo y nitrógeno, animados por los resultados muy satisfactorios que observan puntualmente en
alfalfas y pasturas coasociadas en general”, aseguró el profesional.

Su funcionamiento Técnico
El yeso agrícola, es una fuente muy económica si se la adopta como fertilizante (S%17 y Ca%24).
Por lo general, se utilizan dosis que van desde 80 hasta 400 kilos por hectárea, según el cultivo a
implantar. Entre las mejoras sustanciales que produce en el suelo, es preciso remarcar los
siguientes aspectos:
Físico: lo hace más poroso, aumenta la presencia de oxígeno, y la retención de humedad y de
nutrientes.
Químico: produce reacciones químicas que hacen solubles a los minerales y permite que los
elementos que necesita absorber la planta (fósforo, nitrógeno, potasio, azufre, calcio, magnesio,
boro, zinc) sean absorbidos mejor por ella.
Biológico: activa los microorganismos (hongos y bacterias) que actúan en la meteorización de la
materia orgánica, aumentando la cantidad de nutrientes que pasan a formar parte de la solución
del suelo para que puedan ser absorbidos por la planta. Además favorece la fijación biológica del
nitrógeno en leguminosas. Comentó Boglietti.
Corrigiendo ambientes marginales
Los suelos bajos, suelen ser una limitante exclusiva para la implantación de algunas especies
forrajeras. Sin embargo, la aplicación de yeso agrícola funciona correctamente si se realizan
manejos adecuados del cultivo en ese suelo.
En tal caso, según el representante de YAM, funciona “como corrector haciendo enmiendas de
suelos alcalinos sódicos o salinos sódicos, aplicando dosis superiores a las de fertilización, que se
determinará en función de un análisis que deberá realizar el productor asesorado
profesionalmente”.
En suelos con altos valores de pH (alcalinos) sódicos o salinos sódicos, con la finalidad de reducir
la cantidad de sodio desplazándolo por lixiviación, formando sulfato de sodio, ya que el calcio (Ca)
desplaza al sodio (Na ) el cual es capturado por el sulfato, de esta manera progresivamente se va
mejorando la porosidad del suelo y la flora microbiana.
“En cultivos destinados a confección de silos y todo tipo de producción forrajera o de granos –
aseguró Boglietti- el yeso con dosis de fertilizante nos entrega azufre y calcio, logrando ventajas
como la fijación biológica de nitrógeno, mayor potencial en la acción del P, mejora la asimilación
del N de los fertilizantes nitrogenados y aumenta notablemente el desarrollo de las raíces,
produciendo de esta manera más exploración, mejor nutrición de la planta y resistencia a sequía”.
Respecto a las diferencias registradas entre una cañada tratada con este producto y otra sin
aplicación, el referente de YAM aseguró que existe “un caso de productor que durante dos años
llevó a cabo las aplicaciones que le recomendamos, observando en el suelo tratado las mejoras en
la cobertura vegetal y la aparición de especies que habían desaparecido, como trébol blanco, lotus
tenuis y una cantidad de cardos que hacía tiempo no se observaban” (ver fotos).

Análisis de cañadas para determinar salinidad


“Es aquí donde necesitamos la intervención del profesional que de acuerdo a las características del
lote a tratar, determinará la manera y la cantidad de muestras a extraer, para luego remitirlas al
laboratorio y evaluarlas, tomando en cuenta los parámetros de las variables químicas pH, materia
orgánica (MO), capacidad de intercambio catiónico (CIC), P.S.I y conductividad eléctrica (CE),
sostuvo Boglietti.
Con estos datos que surgen del análisis, y evaluando esas características del lote, se estaría en
condiciones de proyectar su recuperación gradual y la dosis de yeso que se debe incorporar. No
obstante, es preciso considerar que existen “marcadas diferencias” entre un suelo alcalino sódico
con CE menor a 4 mmhos y porcentaje de sodio de intercambio PSI mayor a 15 (“aquí debemos
aclarar que en valores menores de 15 también hay problemas de sodio”) y un suelo salino sódico
con PSI mayor a 15 y CE mayor a 4 mmhos.
En relación al momento de la aplicación, el ingeniero señaló que no hay una receta fija para estos
casos. “Todo se desprende del trabajo de corrección para cada situación en particular”, continuó.
En líneas generales se hacen aplicaciones de yeso en polvo antes de la siembra de un cultivo y
luego “combinamos el uso de granulado y polvo, según el caso”, advirtió. Además existen ejemplos
puntuales donde por las características del lote, se usa solo granulado en dosis inferiores a lo que
se administra usualmente.

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