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Las zonas del país de mayor riesgo para los

líderes sociales
Así luce el mapa de Colombia, elaborado por la Defensoría del Pueblo: en 325 municipios
del país hay presencia de grupos armados ilegales e intereses particulares que se enfrentan
con las agendas de derechos humanos de los líderes sociales y sus organizaciones.

La última alerta temprana que emitió la Defensoría del Pueblo, para


subrayar el peligro en que están cientos de líderes sociales en gran parte
del país, no solo tiene la cifra roja de los 282 defensores asesinados desde
2016 hasta la fecha. La advertencia también critica a cada una de las
instituciones estatales por no cumplir o cumplir a medias con la
protección preventiva a estas poblaciones. La cifra en rojo de 156 líderes
asesinados, desde cuando se emitió la primera alerta temprana en marzo
de 2017 hasta la fecha, fue lo que más cuestionó el defensor del Pueblo,
Carlos Alfonso Negret. Al mismo tiempo, la entidad subrayó lo que cada
institución del Estado tiene que hacer para proteger a los líderes y a las
organizaciones amenazadas en más de 325 municipios del país.

El mapa de Colombia que ilustra el riesgo y la amenaza que viven los


líderes sociales en los territorios está tupido de alertas amarillas. El
riesgo es para más de 350 organizaciones sociales y de derechos
humanos que la Defensoría mapeó y escribió en un documento de 71
páginas. Además, hay 480 casos de líderes amenazados principalmente
en las regiones de Urabá, Cauca, Antioquia, Bogotá, Magdalena,
Cundinamarca, Cesar, Boyacá, Magdalena Medio y Sucre.

Así se recompuso el mapa del conflicto colombiano, que hoy amenaza a


los líderes sociales en gran parte del territorio nacional, tras la dejación
de armas de la guerrilla de las Farc.

sta región la integran los departamentos de Chocó, Valle, Cauca, Nariño,


Caquetá, Putumayo, Huila y Amazonas. Allí, según el informe de la
Defensoría del Pueblo, se evidencia una dinámica de expansión del Eln
hacia zonas en las que en el pasado reciente no tenía presencia, lo que
ha intensificado los enfrentamientos con la Fuerza Pública y con otros
actores armados. La disputa se ha hecho intensa, principalmente en las
costas del océano Pacífico, en donde comparten frontera los
departamentos de Chocó, Valle, Cauca y Nariño, regiones que quieren
conquistar los ilegales por ser corredores estratégicos del narcotráfico y
enclaves de la minería ilegal.
En Nariño, Cauca, Caquetá, Putumayo, Huila y Amazonas la situación de
disidentes y desertores de las Farc es más compleja. "Grupos como
“Guerrillas Unidas del Pacífico”, “Gente del Orden”, “Los Comuneros” y
otros de los cuales no se tiene denominación clara pero que son
disidentes de los frentes de la otrora guerrilla de las Farc: 1, 6, 7, 14, 15,
29, 32, 40, 48, 49 y 63", advierte la alerta temprana. Al mismo tiempo, el
proceso de expansión del Eln en todo el litoral Pacífico tiene como
objetivo consolidar corredores de movilidad que conecten a sus frentes
desde Chocó hasta Nariño, asegura la Defensoría del Pueblo.

Otra subregión compleja es el norte del Cauca en donde, por ejemplo, la


confrontación se ha recrudecido en los municipios de Miranda, Caloto,
Corinto, Buenos Aires y Morales. Así como en zonas limítrofes del sur del
Valle del Cauca como Jamundí, Pradera y Florida.

Esta región es la que más líderes asesinados registró en el último año. Y


uno de sus departamentos, Cauca, según los datos de la Defensoría, es el
primero a nivel nacional con 34 defensores inmolados.

Nororiente

Los departamentos de Norte de Santander (especialmente la subregión


del Catatumbo) y Arauca componen esta gran región del norte de
Colombia. En la primera se ha intensificado la confrontación entre el Eln y
las Autodefensas Gaitanistas. De acuerdo con el reporte del Ministerio
Público, en la parte alta del Catatumbo está la mayor tensión entre dos
grupos armados: Eln y Epl, pues no han llegado a acuerdos y el Epl tiene
afán de convertirse en un actor preponderante para presionar al Estado a
un proceso de negociación.

Esta guerrilla que solo opera en pocas regiones del país, ha tenido su
presencia concentrada en algunos municipios de la subregión del
Catatumbo (norte de Santander), situación que le ha permitido
expandirse hacia la frontera con Venezuela, y hacia el sector medio - sur
del Cesar, municipios de Pailitas, Curumaní y Chimichagua.

Los disidentes de la guerrilla de las Farc, que quedaron en el


departamento de Arauca, advierte la Defensoría, han establecido
contacto con la disidencia del frente primero (establecido entre Caquetá,
Meta y Guaviare) y han proferido amenazas contra dirigentes del
movimiento Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc). A través
de comunicados que circularon entre mayo y octubre de 2017,
manifestaron que mantendrán sus acciones armadas en el área
conformada por los departamentos de Arauca, Boyacá y Casanare, dice
el reporte.

cción Colombia2020


principal_mapa_de_riesgo_lideres.jp
g
Localización geográfica del riesgo, según el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo. /El
Espectador.

La última alerta temprana que emitió la Defensoría del Pueblo, para subrayar el
peligro en que están cientos de líderes sociales en gran parte del país, no solo
tiene la cifra roja de los 282 defensores asesinados desde 2016 hasta la fecha.
La advertencia también critica a cada una de las instituciones estatales por no
cumplir o cumplir a medias con la protección preventiva a estas poblaciones. La
cifra en rojo de 156 líderes asesinados, desde cuando se emitió la primera alerta
temprana en marzo de 2017 hasta la fecha, fue lo que más cuestionó el defensor
del Pueblo, Carlos Alfonso Negret. Al mismo tiempo, la entidad subrayó lo que
cada institución del Estado tiene que hacer para proteger a los líderes y a las
organizaciones amenazadas en más de 325 municipios del país.

El mapa de Colombia que ilustra el riesgo y la amenaza que viven los líderes
sociales en los territorios está tupido de alertas amarillas. El riesgo es para más
de 350 organizaciones sociales y de derechos humanos que la Defensoría mapeó
y escribió en un documento de 71 páginas. Además, hay 480 casos de líderes
amenazados principalmente en las regiones de Urabá, Cauca, Antioquia, Bogotá,
Magdalena, Cundinamarca, Cesar, Boyacá, Magdalena Medio y Sucre.

Así se recompuso el mapa del conflicto colombiano, que hoy amenaza a los
líderes sociales en gran parte del territorio nacional, tras la dejación de armas de
la guerrilla de las Farc.

También lea: Líderes de sustitución de coca, objetivo del narcotráfico

Suroccidente
suroccidente.jpg

Esta región la integran los departamentos de Chocó, Valle, Cauca, Nariño,


Caquetá, Putumayo, Huila y Amazonas. Allí, según el informe de la Defensoría
del Pueblo, se evidencia una dinámica de expansión del Eln hacia zonas en las
que en el pasado reciente no tenía presencia, lo que ha intensificado los
enfrentamientos con la Fuerza Pública y con otros actores armados. La disputa se
ha hecho intensa, principalmente en las costas del océano Pacífico, en donde
comparten frontera los departamentos de Chocó, Valle, Cauca y Nariño,
regiones que quieren conquistar los ilegales por ser corredores estratégicos del
narcotráfico y enclaves de la minería ilegal.

En Nariño, Cauca, Caquetá, Putumayo, Huila y Amazonas la situación de


disidentes y desertores de las Farc es más compleja. "Grupos como “Guerrillas
Unidas del Pacífico”, “Gente del Orden”, “Los Comuneros” y otros de los
cuales no se tiene denominación clara pero que son disidentes de los frentes de la
otrora guerrilla de las Farc: 1, 6, 7, 14, 15, 29, 32, 40, 48, 49 y 63", advierte la
alerta temprana. Al mismo tiempo, el proceso de expansión del Eln en todo el
litoral Pacífico tiene como objetivo consolidar corredores de movilidad que
conecten a sus frentes desde Chocó hasta Nariño, asegura la Defensoría del
Pueblo.

Otra subregión compleja es el norte del Cauca en donde, por ejemplo, la


confrontación se ha recrudecido en los municipios de Miranda, Caloto, Corinto,
Buenos Aires y Morales. Así como en zonas limítrofes del sur del Valle del
Cauca como Jamundí, Pradera y Florida.

Esta región es la que más líderes asesinados registró en el último año. Y uno de
sus departamentos, Cauca, según los datos de la Defensoría, es el primero a
nivel nacional con 34 defensores inmolados.

Nororiente

nororiente.jpg
Los departamentos de Norte de Santander (especialmente la subregión del
Catatumbo) y Arauca componen esta gran región del norte de Colombia. En la
primera se ha intensificado la confrontación entre el Eln y las Autodefensas
Gaitanistas. De acuerdo con el reporte del Ministerio Público, en la parte alta del
Catatumbo está la mayor tensión entre dos grupos armados: Eln y Epl, pues no
han llegado a acuerdos y el Epl tiene afán de convertirse en un actor
preponderante para presionar al Estado a un proceso de negociación.
Esta guerrilla que solo opera en pocas regiones del país, ha tenido su presencia
concentrada en algunos municipios de la subregión del Catatumbo (norte de
Santander), situación que le ha permitido expandirse hacia la frontera con
Venezuela, y hacia el sector medio - sur del Cesar, municipios de Pailitas,
Curumaní y Chimichagua.

Los disidentes de la guerrilla de las Farc, que quedaron en el departamento de


Arauca, advierte la Defensoría, han establecido contacto con la disidencia del
frente primero (establecido entre Caquetá, Meta y Guaviare) y han proferido
amenazas contra dirigentes del movimiento Fuerza Alternativa
Revolucionaria del Común (Farc). A través de comunicados que circularon
entre mayo y octubre de 2017, manifestaron que mantendrán sus acciones
armadas en el área conformada por los departamentos de Arauca, Boyacá y
Casanare, dice el reporte.

Centro oriente

centro_oriente.jpg
En el centro oriente hombres de los frentes 1, 7, 3, 16 y 39 de la antigua guerrilla
de las Farc, impulsados principalmente por disidentes del frente primero,
iniciaron un proceso de expansión territorial desde noviembre de 2015 para copar
los espacios de los guerrilleros que dejaron las armas, relata la Defensoría. Dicha
expansión se produjo hacia los departamentos de Vaupés, el norte de Miraflores
y parte de su departamento, el Guaviare. De ahí en adelante, río arriba, se
instalaron envolviendo el sur del Meta hasta los límites de la Macarena y
San Vicente del Caguán (Caquetá). Una expansión de oriente a occidente.
Lea también: Cronología de la amenaza del narcotráfico a la sustitución
voluntaria de coca

En todo caso, establecieron estructuras en el Orinoco en la frontera con


Venezuela, con manifestaciones en el occidente de Cundinamarca,
particularmente en la provincia de Sumapaz.

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