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SÍNTESIS DE HISTORIA

CANARIA
Antonio Pérez García
Profesor de Ciencias Sociales. ESO

Hacer un recorrido por toda la Historia de Canarias,


señalando los elementos que han caracterizado los distintos
períodos de dicha historia, no resulta una tarea sencilla. Sin
embargo, intentaremos aprovechar el espacio de que
disponemos para, en la medida de lo posible, dar una visión
 Síntesis de Historia panorámica del devenir histórico del Archipiélago resaltando,
de Canarias sobre todo, aquellos aspectos que, en mayor medida,
contribuyen a explicar el presente de las islas.
 Culturas
aborígenes
Comenzaremos por acercarnos a las culturas
 Población aborígenes que habitaron las Islas en el período
prehispánica de las prehispánico, pasando, a continuación, a tratar del
Islas proceso de su conquista e incorporación al Reino de
Castilla. En tercer lugar, abordaremos el Antiguo
 Origen de la Régimen (siglos XVI, XVII y XVIII) en Canarias y las
población circunstancias que tipificaron esos trescientos años.
 Los Por último, trataremos de la evolución contemporánea
asentamientos
 Economía
canaria señalando el origen reciente del conjunto de
 Organización elementos socioeconómicos y políticos que conforman
social la realidad actual de la Comunidad Canaria.
 Jerarquización
política Población prehispánica de las Islas
 Conquista de
Canarias
En los últimos años el desarrollo de la investigación
 Proceso arqueológica ha ido aportando la suficiente información
conquistador
 Fase señorial
sobre la población prehispánica de las Islas como para
 Conquista ir desbancando a las crónicas o a los mitos como
realenga principales fuentes históricas para conocer este
 Final de la período.
conquista
Abordar la prehistoria de Canarias significa conocer
 Canarias a partir del tanto el origen de la población prehispánica como las
siglo XVI características de su asentamiento y adaptación al
medio natural que conforma el espacio geográfico de
 Grupos las distintas islas.
diversos de
pobladores
 Economía Actualmente consideramos que la población aborigen
 Sociedad canaria tuvo su origen entre los pueblos bereberes del
 Historia Norte de África que se van desplazando hacia el sur
Contemporánea movidos por dos tipos de circunstancias:

 Modelo - En primer lugar, el progresivo proceso de


económico desertización norteafricano que empuja a los pueblos
 Sociedad
del sur de la cordillera del Atlas a buscar nuevas tierras
 Cambio
político de cultivo y pastos para sus ganados.

 Bibliografía - En segundo lugar, los restos humanos y de hábitat


más antiguos hallados por los arqueólogos en las Islas,
 Carácter se corresponden con un período comprendido entre los
general siglos I antes de Cristo y I después de Cristo, lo que
 Prehistoria de lleva a los historiadores a pensar en la expansión del
Canarias «limes» o frontera del Imperio Romano en
 Conquista de el Norte de África hacia la cordillera del Atlas sahariano
Canarias
 Antiguo
y el rechazo por parte de algunos sectores de la
Régimen población de la zona a integrarse en dicho Imperio,
 Historia como causa del desplazamiento de estos pueblos por
Contemporáne la costa atlántica norteafricana y su posterior paso a las
a distintas islas del Archipiélago Canario, pretendiendo
encontrar en ellas los medios de vida y sustento que no
Ilustraciones
hallaban en su lugar de origen.

Probablemente, el poblamiento de las Islas se


realizaría en diferentes oleadas migratorias, aportando
cada una de ellas grupos de pobladores que, con un
mismo origen, conformarían diferentes estratos
culturales.

El bagaje cultural que cada uno de estos grupos de


población trae consigo desde África por un lado, junto a
la necesidad de generar medios que les permitan
adaptarse a las características del nuevo espacio
geográfico que presenta cada una de las islas en las
que recalan, por otro, van a conformar distintas formas
de vida, de organización social y de aprovechamiento
de los recursos económicos de los que puedan
disponer.

De esta forma, los asentamientos aborígenes se


producirán, en general, junto a fuentes y manantiales
que les aseguren el abastecimiento constante de agua.
Dichos asentamientos tomarán la forma de poblados
constituidos por edificaciones con una primitiva
estructura arquitectónica (por lo general, de planta
circular, paredes de piedra y techo vegetal), aunque
también nos encontraremos, sobre todo en lugares
altos y de difícil relieve, con un hábitat en cuevas tanto
naturales como excavadas.
La economía practicada por estos pueblos variará de
una isla a otra en función de las posibilidades del
medio. Así, la de La Palma y Fuerteventura será
esencialmente ganadera, la de Gran Canaria
fundamentalmente agrícola y, combinando
indistintamente la agricultura y el pastoreo, la de
Tenerife, La Gomera, El Hierro y Lanzarote. Es pues
una economía muy básica, y dirigida al autoconsumo
de cada grupo humano, desarrollada con unos medios
muy rudimentarios y sujeta de forma constante a las
inclemencias climáticas u otros condicionamientos
naturales (sequía, agotamiento y limitaciones del suelo
agrícola y de pastos, etc.). La cultura material, por otro
lado, será muy rudimentaria, siendo la piedra, el barro,
la piel de los animales o la madera las principales
materias primas.

[1. Cerámica (G.C.)]

En lo que a organización social se refiere, en general,


nos encontramos con sociedades más o menos
complejas, divididas en estratos o grupos sociales, que
se distinguen entre sí por su diferente nivel de riqueza y
grado de apropiación de los medios de producción
(fundamentalmente la tierra y el ganado). Así pues,
constatamos la existencia de una nobleza aborigen
tanto en Gran Canaria como en Tenerife, erigida en
grupo social dominante, junto a los sectores
mayoritarios de la población compuesta por grupos
económicamente dependientes de los poseedores de
los recursos económicos.

En general, parece que existieron formas de


jerarquización política según estructuras o formas de
gobierno basadas en la monarquía (menceyes en
Tenerife, guanartemes en Gran Canaria, o distintos
jefes de tribu en las islas más pequeñas). Dichos
monarcas ejercen su poder sobre una parte de la isla o
bien sobre una isla entera. Así, nos encontraremos un
solo jefe de tribu para toda la isla de Lanzarote y lo
mismo en El Hierro; Fuerteventura aparecerá dividida
en dos reinos, La Gomera en cuatro, La Palma en
doce, Gran Canaria en dos y Tenerife en nueve
demarcaciones territoriales.

[2. Banot. Vara de madera utilizada por los guanches como arma]

Junto a estos monarcas o jefes de tribu estarán los


nobles de cada reino, conformando castas privilegiadas
tanto a nivel político como religioso, que suelen
asesorar a su jefe y, a veces, en determinadas
circunstancias, participar en la toma de decisiones de
gobierno.

En general, la religión de estos pueblos se basaba en


el culto a elementos naturales, principalmente al Sol,
que favorecían o perjudicaban las condiciones de vida.
Poder político y religioso van siempre íntimamente
unidos a toda la población (jefes o monarcas incluidos)
en disposición de acatar los designios divinos para
obtener el favor permanente de los dioses y no
provocar su ira atrayendo la desgracia (hambre,
enfermedades, etc.) sobre la población.

Este va a ser el panorama que se van a encontrar los


exploradores, navegantes y conquistadores europeos
que a partir de la Baja Edad Media llegan a las costas
canarias iniciándose un proceso histórico que
culminará con la integración del Archipiélago en el reino
de Castilla a finales del siglo XV.

Conquista de Canarias
La conquista de Canarias hay que situarla en el
contexto de la expansión atlántica de los distintos
estados europeos en su afán por abrir rutas y vías de
comunicación con las Indias, circunnavegando el
continente africano para proveerse de las especias,
sedas, esclavos o metales preciosos. En este sentido,
el Archipiélago ofrecerá una base de escala y
avituallamiento muy importante, para los barcos que
naveguen por estas rutas, o también, aprovechando
sus posibilidades humanas y materiales, para obtener
recursos demandados en los mercados europeos tales
como esclavos, o la orchilla y la barrilla de las que se
lograban colorantes para una floreciente industria textil.

El proceso conquistador es lento (durará casi todo el


siglo XV) y se realizará, en líneas generales, en dos
fases cuyas características condicionarán la evolución
histórica posterior de cada isla.

La fase inicial es la identificada como fase señorial, ya


que durante la misma las islas que se conquistan
(Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro) van
a serlo por parte de nobles europeos (franceses como
Jean de Béthencourt o castellanos como Hernán
Peraza o Diego de Herrera) que poniéndose al servicio
de los monarcas de Castilla emprenden la conquista
como una empresa particular, obteniendo de ello
derechos señoriales o feudales sobre las tierras y los
pueblos conquistados. Derechos que tendrán un
carácter hereditario y condicionarán las formas de
explotación económica y el control social y político de
las islas mencionadas hasta bien entrado el siglo XIX.
[3.Jean de Béthencourt, conquistador de Lanzarote,
Fuerteventura,
El Hierro y La Gomera., retratado por B. Moncornet.]

La segunda fase en el proceso de conquista de


Canarias viene dada por la conquista realenga, llamada
así porque en la misma los reyes de Castilla se
implican de forma directa, colocando a las islas en esta
época conquistadas (Gran Canaria, La Palma y
Tenerife), bajo su directo control señorial y político.
Aquí habrá que distinguir tres agentes que intervienen
en el proceso: los monarcas que disponen y ordenan la
conquista, los comerciantes y banqueros
(fundamentalmente genoveses) que la financian a
cambio de concesiones económicas importantes sobre
las islas conquistadas y, por último, los conquistadores,
que organizan las huestes militares, someten a la
población aborigen y se verán beneficiados por el
reparto posterior de las tierras conquistadas; reparto
que se realizará teniendo en cuenta el distinto lugar
que en la jerarquía militar y política ocupe cada uno de
ellos.

Hacia el año 1496, con la culminación de la conquista


de Tenerife, la última en ser sometida, se integra el
Archipiélago Canario en la Corona de Castilla. En
general, el proceso conquistador no siempre siguió las
mismas pautas, dependiendo éstas en cada momento
de las pretensiones de los conquistadores y de las
actitudes de los aborígenes. Así pues, podemos
encontrar desde situaciones de conquista más o menos
pacífica (Jean de Bethencourt en Lanzarote), a
operaciones de auténtico genocidio (Diego de Herrera
en La Gomera). La actitud de los aborígenes también
ofrecerá diferencias, de tal manera que junto al
colaboracionismo de Fernando Guanarteme en Gran
Canaria, o los llamados «bandos de
paces» o menceyatos que se someten
pacíficamente en Tenerife, nos encontraremos la
resistencia a ultranza de los demás (Doramas en Gran
Canaria, los «bandos de guerra» en
Tenerife, Tanausú y los suyos en La Palma, etc.).
Incluso, nos hallaremos a cuerpos de tropas
aborígenes que colaboran con los conquistadores para
acabar con los focos de resistencia. En este sentido,
habría que señalar el papel jugado por guerreros
gomeros reclutados por los castellanos en la conquista
de Gran Canaria y, posteriormente, en la de Tenerife.

El final de la conquista supone el fin de la cultura y las


formas de vida aborigen, algunos de cuyos rasgos
persistirán durante algunos años, para sucumbir, con el
paso del tiempo, ante la marginación o la persecución
que sufrirían aquellos que se empeñaran en
mantenerlas.

Canarias a partir del siglo XVI

La historia del Archipiélago Canario a partir del siglo


XVI vendrá condicionada por la colonización del mismo
por parte de grupos diversos de pobladores que se
asientan en él atraídos por las posibilidades de
progreso económico que se le ofrecen: tierras de
cultivo, la participación en los circuitos comerciales
atlánticos entre las Indias y Europa, el abastecimiento
de manufacturas a las islas, etc.

La mayor parte de los pobladores serán españoles


(gallegos, castellanos, andaluces, aragoneses, etc.)
que se dedicarán a la agricultura, bien en sus propias
tierras, bien como trabajadores al servicio de otros
propietarios. También llegarán portugueses, genoveses
y flamencos, a desarrollar la explotación y
comercialización del azúcar, primer cultivo de
exportación canario, generador de grandes fortunas y a
través del que se integra la economía canaria en los
mercados internacionales. Asimismo, encontraremos a
grupos de población morisca y negros africanos, que
llegan a las islas después de ser capturados para
utilizarlos como esclavos en las plantaciones de caña
de azúcar, en los ingenios, o en el servicio doméstico.
Por último, llegarán ingleses e irlandeses atraídos por
la producción y exportación del vino, producto, éste
último, que a partir de la segunda mitad del siglo XVI,
sustituirá progresivamente en importancia económica a
la caña de azúcar.

Los distintos grupos de población reseñados se


integrarán rápidamente, conformando un entramado
social que aportará a la población canaria una
idiosincrasia propia y un peculiar carácter cosmopolita y
abierto a las influencias externas.
La economía canaria durante esta época va a girar en
torno a la producción y comercio de determinados
cultivos de exportación demandados por los mercados
internacionales (sobre todo europeos). Dichos
productos se daban bien en las Islas gracias a su clima
y solían, además, reportar grandes beneficios a
quienes controlaban su comercio.

Durante el siglo XVI, los principales productos de


exportación fueron el azúcar de caña y, en menor
medida, la barrilla. Desde finales del siglo XVI, todo el
siglo XVII y gran parte del XVIII serán los vinos
canarios el producto más demandado en el exterior.

La producción de cultivos de exportación no afectó por


igual a todas las Islas. Unas desempeñaron un papel
más relevante que otras. Así, la producción de caña de
azúcar se dio fundamentalmente en la isla de Gran
Canaria, mientras que el vino se localizó sobre todo en
Tenerife, lo que convierte a esta isla en el centro
económico y político de Canarias durante estos siglos.

Con el capital que aporta la comercialización de estos


productos se traen a las islas productos
manufacturados, que desde Gran Canaria o Tenerife, a
su vez, son distribuidos por el resto del Archipiélago.

Al mismo tiempo, en las islas en que no se dan


productos de exportación se desarrollará una
agricultura dirigida al abastecimiento interno, al
mercado interior canario, es decir, se comercializan en
aquellas islas que por su mayor número de habitantes
o por dedicar parte de sus tierras a cultivos de
exportación no producen lo suficiente para su
autoconsumo.

El mecanismo económico descrito no siempre funcionó


eficazmente. En determinados momentos de la Historia
de Canarias, los productos mencionados dejaron de
exportarse, bien de forma coyuntural, bien
definitivamente, por las guerras o por la competencia
que con esos mismos productos podían ofrecer otros
países (por ejemplo, la caña de azúcar de Canarias no
pudo superar la competencia de la producida en las
colonias americanas). Como consecuencia de ello,
dejaba de llegar capital a las islas, se reducían las
importaciones, y se vivían momentos de escasez y
empobrecimiento. Gran parte de la población padecía
entonces hambre y miseria, lo que obligaba a mucha
gente a optar por la emigración en busca de medios
para vivir.

[4. Los mercaderes tenían que depositar una fianza para trasladar
dinero de una isla a otra. Aduana del Puerto de la Cruz.]

La sociedad de las islas durante el Antiguo Régimen


será compleja y estará muy dividida, conformándose
cada grupo social en función del grado de apropiación
de las tierras de cultivo y de su participación en los
circuitos comerciales canarios. De forma genérica
podemos hablar de:

- La nobleza y el clero que serán grandes


terratenientes, propietarios de la mayor parte de la
tierra y del agua. Tendrán una posición social
privilegiada y desempeñarán importantes cargos
políticos en los cabildos o ayuntamientos de la época,
las milicias, la inquisición, etc.

- Los grandes comerciantes, en su mayor parte de


origen extranjero, que llegan a Canarias para comerciar
con la caña de azúcar o el vino, además de otros
negocios: trata de esclavos, importación de
manufacturas, tabaco, café, etc. Acumulan grandes
riquezas, y muchos de ellos accederán al status
nobiliario debido al matrimonio con miembros de la
aristocracia o a la compra de títulos.

- Los labradores, medianos y pequeños propietarios de


tierra y de agua, que obtienen de sus propiedades lo
necesario para vivir aunque no lo suficiente para
enriquecerse. Incluso a veces deberán trabajar para
otros propietarios cuando sus propias cosechas no
sean buenas.

[5. Labradora de Tenerife. Grabado de Juan de la Cruz.]

- Los pequeños comerciantes y los artesanos. Son un


grupo poco numeroso. Vivirán en las ciudades.
Tendrán un nivel de vida semejante al de los
labradores.

- Los campesinos sin tierras trabajaban para los


grandes propietarios como arrendatarios, aparceros o,
también, jornaleros. Suelen vivir malamente y
constituirán la mayor parte de la emigración cuando
lleguen los malos tiempos.

- Por último, nos encontramos con los mendigos y


esclavos que componen el espectro más bajo de la
sociedad, formando un grupo verdaderamente
marginado.

Canarias durante esta época formará parte del reino de


Castilla, y estará gobernada por un virrey,
representante de la autoridad real. Su sede estará en
Tenerife. Al mismo tiempo, cada isla formará un único
municipio administrado por un Cabildo. Finalmente, el
poder judicial estará desarrollado por la Audiencia,
cuya sede estará en Gran Canaria.

Durante más de trescientos años la imagen del


Archipiélago vendrá determinada por el conjunto de
circunstancias descritas, y será a partir de la segunda
mitad del siglo XIX cuando comiencen a producirse los
cambios que dan lugar a la inserción de Canarias en la
época contemporánea.

Historia Contemporánea

La Historia Contemporánea de las islas se


caracterizará:

- En primer lugar, la desarticulación del modelo


económico anterior, pues aunque se mantenga, por
una parte, la existencia de productos de exportación (la
cochinilla durante el segundo tercio del siglo XIX, y
luego el plátano, el tomate y las papas) a los que
actualmente hay que unir la industria turística como
principal medio de atracción de capitales; sin embargo,
por otro lado, se romperá el equilibrio entre cultivos de
exportación y los dirigidos al consumo interno,
atendiéndose éste, cada vez en mayor medida, con la
importación, lo que aumenta el grado de dependencia
exterior de la economía canaria.

[6. Goleta del comercio canario-americano del siglo XIX.]

- En segundo lugar, Canarias se aprovechará del


proceso de internacionalización del sistema capitalista
a partir del fenómeno imperialista y colonial de finales
del siglo XIX.

A partir de la consecución de los Puertos Francos en


1852, los puertos canarios y sobre todo, el Puerto de
La Luz en Gran Canaria, aprovecharán su situación
como punto de escala obligada en la navegación de
barcos europeos hacia las colonias africanas y
asiáticas, así como hacia los mercados
latinoamericanos, generándose al amparo del puerto
numerosos negocios y actividades económicas que dan
lugar a la formación de grandes fortunas y a la
demanda de numerosa mano de obra. Esto último
provocará un intenso movimiento migratorio hacia las
principales ciudades (Las Palmas de Gran Canaria y
Santa Cruz de Tenerife) desde los campos o desde las
islas periféricas.

- La sociedad canaria irá desarrollándose a partir de la


posición que ocupará cada grupo en el proceso
económico descrito. En líneas generales, nos
encontraremos con una burguesía, que controlará la
exportación del plátano, los tomates y las papas, a lo
que actualmente se suma la actividad turística, y junto
a ello, la importación de mercancías y el
abastecimiento interno.

Al control de esta burguesía sobre los recursos


económicos canarios hay que añadir la presencia del
capital extranjero invertido en las actividades antes
mencionadas, elemento más o menos permanente en
la economía isleña desde finales del siglo XIX.

Al amparo del desarrollo económico contemporáneo


canario, vendrá la configuración de una clase
trabajadora urbana desde finales del siglo XIX, en un
proceso más tardío que el europeo, lo que a su vez da
lugar a la formación, también tardía, de sindicatos u
otras organizaciones sociales y políticas obreras.

El proceso de urbanización se produce a costa del


progresivo y sin contrapartidas despoblamiento rural,
proceso agudizado a partir de 1960/1970 con el
desarrollo turístico.

[7. Progresivas inmigraciones de población a mediados


del siglo XIX en Santa Cruz de Tenerife.]
- Por último, el desarrollo contemporáneo canario viene
condicionado por los cambios políticos que se
producen desde el siglo XIX en España motivados por
el proceso de implantación del Estado Liberal, en el
que la participación ciudadana se canaliza a través de
los partidos políticos. Dicho proceso en Canarias estará
fuertemente mediatizado por la existencia del llamado
Pleito Insular entre Las Palmas de Gran Canaria y
Santa Cruz de Tenerife, a través del cual los grupos
sociales dominantes de las dos capitales competirán
por atraerse el favor del poder central en aras de
conseguir el control político y económico de las Islas.
Dicho proceso se materializará en la práctica en la
adopción permanente de posturas antagónicas al
abordar la resolución de los problemas del
Archipiélago, e impedirá la articulación de una
conciencia regional canaria, a semejanza de otros
territorios del Estado Español.. La lucha por conseguir
la capitalidad de la provincia única canaria a principios
del siglo XIX primero, o por la división provincial
después (que se hará efectiva en 1927 durante la
Dictadura de Primo de Rivera), serán ejemplos
destacados de un Pleito Insular que ni aun la ley de
creación de los Cabildos Insulares en 1912 logra
atenuar.

Por otra parte, la formación de partidos políticos y su


consolidación a nivel regional vendrá también
condicionada por el posicionamiento de éstos ante el
Pleito; de ahí la dificultad de articular organizaciones
políticas cohesionadas en todo el Archipiélago.

Actualmente, las posibilidades de desarrollo de


Canarias como Comunidad Autónoma dentro del
Estado Español, en el marco de la Constitución de
1978, dependen en gran parte de la superación de la
pugna interinsular y de la adquisición de una auténtica
conciencia social y política de construcción regional
canaria.
[8. Sede del Diputado del Común.]

Bibliografía
de carácter general

ALEMÁN, J. A. y otros: Ensayo sobre Historia de


Canarias. Taller de Ediciones JB, Madrid, 1978.

Breve e interesante ensayo por las líneas de


interpretación historiográfica seguidas. Aporta un buen
esquema para la construcción de una idea general
acerca del devenir histórico de las Islas.

ARBELO CURBELO, A.: Población de Canarias siglos


XV al XX, y sus fenómenos demográficos sanitarios
1901- 1981. Fundación Mutua Guanarteme.

Se trata de una monografía sobre los comportamientos


demográficos en Canarias y su evolución histórica
desde la Conquista.

BETHENCOURT MASSIEU, A.(Ed.): Historia de


Canarias. Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas
de Gran Canaria, 1995.

Texto colectivo en el que de forma pormenorizada se


abordan los distintos períodos de la Historia de
Canarias. Es una obra importante por el esfuerzo de
actualización historiográfica que en ella se realiza.
DE PAZ, M.: Textos de Historia de Canarias. Santa
Cruz de Tenerife, Centro de la Cultura Popular, 1991.

El autor presenta una interesante selección de textos


que permite unas posibilidades de uso didáctico de las
fuentes históricas reseñadas.

LOBO CABRERA, M. y otros: Textos para la Historia de


Canarias. Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas
de Gran Canaria, 1994.

Textos escogidos con la pretensión de ofrecer un


recorrido detallado sobre distintos aspectos de la
historia de las islas.

MILLARES TORRES, A.: Historia General de las Islas


Canarias. Edirca. Santa Cruz de Tenerife, 1977.

La obra de Agustín Millares Torres sobre la Historia de


Canarias se completa con la colaboración de autores
contemporáneos profundizando sobre aspectos
económicos, sociales, políticos, etc.

VV.AA.: Historia de Canarias. Prensa Ibérica S.A., Las


Palmas de Gran Canaria. 1991.

Obra fundamental para el conocimiento histórico del


Archipiélago en la que se agrupan las aportaciones de
distintos autores; ofreciendo un compendio documental
e interpretativo del pasado desde una lograda y
necesaria actualización historiográfica.

VV.AA.: Geografía de Canarias.. Interinsular Canaria,


Santa Cruz de Tenerife, 1985.

Se analizan en esta obra aspectos de geografía ,tanto


física como humana, cuyo análisis y estudio
contribuyen de forma importante al mejor conocimiento
de la historia de Canarias.

Prehistoria de Canarias

Sobre el Archipiélago en general:


ARCO AGUILAR, M. C. del y J. F. NAVARRO
MEDEROS: Los aborígenes. Centro de la Cultura
Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife, 1987.

En esta obra se hace un recorrido por todas las


culturas aborígenes de las islas atendiendo a sus
diferentes manifestaciones y al origen de la población
prehispánica canaria.

TEJERA GASPAR, A. y R.GONZÁLEZ ANTÓN,


R.: Las culturas aborígenes canarias. Interinsular
Canaria, Santa Cruz de Tenerife, 1987.

En este libro se actualizan los conocimientos sobre la


prehistoria de Canarias atendiendo al análisis tanto de
los factores comunes de todas las islas como de los
elementos que marcan su diversidad cultural.

Sobre cada una de las islas:

CABRERA PÉREZ, J.C.: Fuerteventura y los


majoreros. Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa
Cruz de Tenerife, 1992.

CABRERA PÉREZ,J.C.: Lanzarote y los majos. Centro


de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife,
1992.

JIMÉNEZ GÓMEZ, M. C.: El Hierro y los bimbaches.


Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de
Tenerife, 1992.

JIMÉNEZ GONZÁLEZ,J.J.: Gran Canaria y los


canarios. Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa
Cruz de Tenerife, 1992.

MARTÍN RODRÍGUEZ, E.: La Palma y los auaritas.


Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de
Tenerife, 1992.

NAVARRO MEDEROS, J. F.: La Gomera y los


gomeros. Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa
Cruz de Tenerife, 1992

TEJERA GASPAR, A.: Tenerife y los guanches. Centro


de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife,
1992.
En las obras señaladas se informa acerca de los
aspectos económicos, sociales, políticos, culturales,
etc., que caracterizarían las sociedades aborígenes
establecidas en cada una de las islas.

Conquista de Canarias

AZNAR VALLEJO, E.: La integración de las Islas


Canarias en la Corona de Castilla (1478-1520). Cabildo
de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 1992.

En el libro se aborda el proceso de conquista y


colonización de las islas de realengo. Su incorporación
al Reino de Castilla y el modelo con que posteriormente
se desarrollará la colonización.

LADERO QUESADA, M. A.: Los primeros europeos en


Canarias. (Siglos XIV y XV).Colección La Guagua.
Mancomunidad de Cabildos, Las Palmas de Gran
Canaria, 1979.

El libro trata del proceso que va desde las primeras


exploraciones y contactos de europeos con las islas
hasta su posterior conquista.

MORALES PADRÓN, F.: Canarias: crónicas de la


conquista. Cabildo Insular de Gran Canaria, Las
Palmas de Gran Canaria, 1978.

Esta obra aporta una recopilación de textos que ilustran


la conquista de Canarias y ofrece un enorme interés
didáctico.

SUÁREZ ACOSTA J. J. y otros: Conquista y


colonización. Centro de la Cultura Popular Canaria,
Santa Cruz de Tenerife, 1988.

Análisis actualizado del proceso de conquista y


colonización. Interesa el esfuerzo por aportar claves de
interpretación historiográfica para abordar este período.

Antiguo Régimen

ARBELO GARCÍA, A.y M. HERNÁNDEZ


GONZÁLEZ: El Antiguo Régimen (siglos XVII y
XVIII). Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa
Cruz de Tenerife, 1988.

El libro supone una interesante síntesis sobre la historia


del período en la que se refleja el panorama general de
la época, a la vez que se señalan las principales líneas
de investigación actual.

MACÍAS HERNÁNDEZ, M. A.: «Canarias en el


siglo XVIII: una sociedad en crisis», en
Fernández, R.(Ed.): España en el siglo XVIII.Homenaje
a P. Vilar. Crítica, Madrid, 1985.

La importancia de esta obra radica en la aportación de


modelos de interpretación historiográfica contribuyendo
a un conocimiento exhaustivo de esta fase histórica, así
como en el análisis de hechos hasta el momento
insuficientemente conocidos.

Historia Contemporánea

BRITO GONZÁLEZ, O.: El tránsito a la


contemporaneidad. Centro de la Cultura Popular
Canaria, Santa Cruz de Tenerife, 1989.

- La encrucijada internacional (1876-1931).Centro de la


Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife, 1989.

- La Segunda República (1931-1936). Centro de la


Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife, 1989.

En estas obras se hace un recorrido por los principales


acontecimientos de la historia de Canarias desde
principios del siglo XIX hasta la Guerra Civil española.

BRITO GONZÁLEZ, O.: Historia del Movimiento Obrero


Canario. Editorial Popular, Madrid, 1980.

A través del estudio del movimiento obrero canario se


abordan aspectos importantes de la historia social de
las islas en la época contemporánea.

HERNÁNDEZ BRAVO DE LAGUNA, J.:Franquismo y


transición política. Centro de la Cultura Popular
Canaria. Santa Cruz de Tenerife, 1992.

Constituye una importante síntesis sobre el franquismo


y la transición a la democracia en Canarias, aportando
claves de reflexión e interpretación que ayudan a
comprender con claridad lo acontecido durante esos
años.

MARTÍN RUÍZ, J. F.: Dinámica y estructura de la


población de las Canarias Orientales (Siglos XIX y XX).
Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas y Cabildo
Insular de Gran Canaria, Madrid, 1985.

Esta obra supone un completo estudio sobre la


evolución demográfica de Canarias, analizando en
cada momento los factores que han condicionado los
diversos comportamientos poblacionales.

VV. AA.: Canarias siglo XX. Edirca, Las Palmas de


Gran Canaria, 1983.

Interesante análisis de la historia reciente del


Archipiélago (desde 1940 en adelante). La información
económica es detallada y valiosa para el conocimiento
del período.

VV.AA.: Canarias: la economía. Centro de la Cultura


Popular Canaria. La Laguna, 1995.

En esta obra se analiza la disponibilidad de recursos


humanos y económicos de las Islas, su
aprovechamiento y su reparto. Asimismo, se describen
los principales problemas existentes en este sentido y
las posibilidades de desarrollo futuro del Archipiélago.

Ilustraciones
1. Gran Enciclopedia Canaria. Tomo III, Ediciones Canarias, Santa
Cruz de Tenerife, 1995, pág. 758.

2. Gran Enciclopedia Canaria. Tomo II, Ediciones Canarias, Santa


Cruz de Tenerife, 1995, pág. 532.

3. Geo. Especial Canarias, pág. 59.

4. TORRES SANTANA, Elisa: «Monedas y


finanzas.» Historia de Canarias, n.º 22, Prensa
Ibérica, Valencia, 1991, pág 396.

5. MILLARES TORRES, Agustín: Historia General de las Islas


Canarias. Tomo IV, Edirca, Las Palmas de Gran Canaria, 1977,
pág 136.
6. Gran Enciclopedia Canaria. Tomo V, Ediciones Canarias, Santa
Cruz de Tenerife, 1995, pág. 1065.

7. MILLARES TORRES, Agustín: Historia General de las Islas


Canarias. Tomo IV, Edirca, Las Palmas de Gran Canaria, 1977,
pág 332.

8. Gran Enciclopedia Canaria. Tomo V, Ediciones Canarias, Santa


Cruz de Tenerife, 1995, pág. 1298.

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