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El delito de negociación incompatible se encuentra tipificado en el artículo 399° del Código Penal
de la siguiente manera:
En otras palabras, el artículo 399° del Código Penal peruano sanciona la conducta por la cual un
funcionario o servidor público se aprovecha indebidamente de su cargo al mostrar un interés
particular que entra en colisión con los intereses públicos o estatales. El tipo penal exige que dicho
interés particular o privado se enfoque en alguna operación económica en la que intervienen el
Estado y el funcionario público con motivo del cargo público que ocupa.
Si bien la administración pública debe funcionar siempre velando por sus intereses públicos, estos
siempre deben estar orientados hacia el bien común y no hacia los intereses particulares de los
funcionarios o servidores que los gestionan o administran. Entonces, la objetividad que se busca
proteger es aquella donde la administración pública actúa al momento de realizar contratos,
concursos públicos o cualquier otra operación económica con la finalidad de poder elegir al
competidor más adecuado de cara a los intereses públicos y al bien común. Consecuentemente, el tipo
penal refleja la necesidad de proteger a la administración pública del interés privado de sus agentes
–funcionarios o servidores públicos- especialmente relacionados o vinculados por razón de su
cargo con los contratos u operaciones públicos.352
En otras palabras, el tipo penal busca evitar conflictos entre intereses privados y públicos,
sancionando las actuaciones de los funcionarios y servidores públicos que no denoten
imparcialidad, transparencia y objetividad frente a los competidores de un contrato u operación
económica donde tengan que representar al Estado.
JURISPRUDENCIA
del 29 de
agosto de 2012.
Otra postura, manejada por parte de la doctrina, respecto al bien jurídico protegido en este delito,
es la que indica que es patrimonio del Estado, pues se considera que este tipo penal supone un
adelantamiento de las barreras de punición con la finalidad de prevenir que un agente público atente
contra el patrimonio estatal al aprovecharse de la función pública que le ha sido encomendada.353 No
obstante, esta postura no sería la más adecuada, ya que el patrimonio del Estado no puede ser
considerado un patrimonio que merezca una protección mayor o más especial que el de cualquier
ciudadano o administrado. El patrimonio estatal, al igual que el patrimonio de cualquier individuo,
se protege con los delitos comunes contemplados en el capítulo de delitos contra el patrimonio de
nuestro Código Penal.354 Además, los tipos penales contra la administración pública no siempre exigen
que se lesione efectivamente el patrimonio estatal. El delito de negociación incompatible, en este
caso, no exige dicho resultado lesivo.
En adición a esto, el artículo 12° de la Convención Interamericana contra la corrupción (CICC) señala
que no es necesario que los actos de corrupción generen un perjuicio patrimonial para ser
sancionados. En la misma línea, el artículo 3° inciso 2 de la Convención de las Naciones Unidas contra la
Corrupción indica también que no es necesario que los delitos de corrupción generen un perjuicio o
daño patrimonial al Estado, tal como fue explicado anteriormente.
Convención Interamericana contra la Corrupción (CICC)
Por otro lado, existe un debate doctrinal referido a la naturaleza del interés privado indebido.
Así, un sector de la doctrina afirma que el interés que el funcionario o servidor público tenga
debe suponer un peligro para el patrimonio estatal.357 Otro sector, por el contrario, considera
que interesarse no necesariamente debe implicar siempre un peligro patrimonial para el Estado. Según
esta postura, si el funcionario o servidor público hubiera favorecido intereses particulares o de terceros
que, finalmente, resultaron ser favorables económicamente a la administración pública, de todos
modos la conducta sería típica y punible porque igual se habría lesionado el bien jurídico
protegido358 (correcto y recto funcionamiento de la administración pública en general, y la
objetividad al ejercer la función pública, desechando todo provecho o ventaja personal).
Esta última opción parece ser la más adecuada, ya que el tipo penal no especifica el tipo de
provecho que el funcionario público debe esperar. Asimismo, es la que más se ajusta al bien
jurídico, como ha sido explicado.
La conducta típica es solo “interesarse”. El tipo penal, entonces, no demanda un tipo particular
de interés, es decir, no exige que el interés sea, por ejemplo, patrimonial. Esta interpretación
sería la más adecuada no solo según la redacción del tipo penal, sino también de cara al bien
jurídico protegido en este delito referido al conflicto entre intereses privados del funcionario e
intereses públicos del Estado.
El hecho de que la conducta típica sea solo el “interesarse”, indica que el delito de
negociación incompatible es un delito de mera actividad, ya que el tipo penal no exige un
resultado lesivo efectivo alEstado producto delamanifestaciónde dicho interés.
JURISPRUDENCIA
Por las razones señaladas, el delito de negociación incompatible tiene un carácter subsidiario respecto
de aquellos otros que sancionen la conducta de priorizar intereses privados por encima de intereses
estatales, en un marco contextual de contrataciones públicas o cualquier otra operación económica en la
que el Estado esté involucrado. En este sentido, la negociación incompatible sería subsidiaria respecto
del delitodecolusión.Yesenestesentido que sedaría un concurso aparente entre ambos delitos.