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SALA PENAL
AUTO SUPREMO Nº 111/2014-RRC
Sucre, 11 de abril de 2014
RESULTANDO
Por memorial presentado el 28 de enero de 2014, cursante de fs. 661 a 673, Rocío
Peñaranda Gamarra interpuso recurso de casación impugnando el Auto de Vista de 6 de
enero de 2014, de fs. 652 a 658 vta., pronunciado por la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, dentro del proceso penal seguido por la
recurrente contra Jorge Arteaga Maldonado, por la presunta comisión de los delitos de
Calumnia e Injuria, previstos y sancionados por los arts. 283 y 287 del Código Penal (CP),
respectivamente.
I.1. Antecedentes
b. Contra la mencionada Sentencia, Jorge Arteaga Maldonado (fs. 621 a 625 vta.),
interpuso recurso de apelación restringida, resuelta por Auto de Vista de 6 de enero de
2014, pronunciado por la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, que declaró procedente el recurso; en consecuencia, anuló la Sentencia
impugnada ordenando la reposición del juicio por otro Juez de Sentencia de la Capital,
motivando la interposición del presente recurso de casación por parte de la acusadora
particular.
Del memorial de recurso de casación cursante de fs. 661 a 673 y del Auto de admisión
042/2014-RA de 20 de febrero, se extraen los siguientes motivos a ser analizados en la
presente Resolución:
Con referencia a los defectos de la Sentencia previstos por los incs. 5) y 6) del art. 370
del CPP, afirma que no se realizó una valoración de las cuestiones denunciadas de
modo integral; así, respecto al citado inc. 5), existe omisión de la valoración de la
prueba y ausencia de fundamentación jurídica porque no se citan e interpretan las
normas jurídicas. Con relación al defecto previsto por el inc. 6), el Tribunal debió
fundamentar su resolución para determinar si se aplicaron o no correctamente las
reglas de la sana critica, conforme lo establece el Auto Supremo 515 de 16 de
noviembre de 2006; es decir, que ante la denuncia de defectuosa valoración de la
prueba, el Tribunal de alzada debía realizar un efectivo control del sistema de
valoración de la prueba y no revalorizarla como lo determina el Auto Supremo 308 de
25 de agosto de 2006.
Añade que estos aspectos no fueron observados por el Tribunal de apelación, habida
cuenta que luego de hacer mención a varios Autos Supremos que tienen que ver con
la permisión del control del iter lógico, llegó a la conclusión de que en esa
fundamentación de los hechos probados y la valoración intelectiva existe contradicción,
sin especificar o establecer cuáles eran esas contradicciones; además, de añadir
enunciados que no fueron señalados por las partes, resolviendo más allá de lo pedido
en vulneración también del principio de congruencia. Al efecto, la recurrente cita los
Autos Supremos 164/2012 y 418 de 10 de octubre de 2006, referidos a que el Auto de
Vista debe tener argumentos individualizados y sólidos.
I.1.2. Petitorio
Solicita se deje sin efecto el Auto de Vista impugnado y se disponga se dicte uno nuevo
conforme la doctrina aplicable.
II.3. Contra este fallo, el imputado Jorge Arteaga Maldonado interpuso recurso de apelación
restringida, alegando dos motivos: por un lado la inobservancia o errónea aplicación de
la ley sustantiva conforme el art. 370 inc. 1) del CPP; y por otro, que la Sentencia
resulta contradictoria y basada en hechos inexistentes o no acreditados o en valoración
defectuosa de la prueba conforme las previsiones del art. 370 incs. 5) y 6) del CPP.
II.4. Por Auto de Vista de 6 de enero de 2014, la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, declaró procedente el recurso de apelación
restringida, anuló la Sentencia apelada y ordenó la reposición del juicio por otro Juez
de Sentencia de la capital previo sorteo computarizado, señalando entre otros aspectos
que: i) Advierte contradicción entre los fundamentos de los hechos probados y la
valoración intelectiva, que se añadieron enunciados que no fueron señalados por las
partes, en consecuencia la fundamentación no es coherente e infringe la regla lógica
de razón suficiente resultando ser la argumentación insatisfactoria por insuficiente
argumentación parcial, en consecuencia se habría vulnerado el principio procesal de
congruencia; y, ii) Que, al existir vulneración a las reglas del debido proceso en cuanto
a la tutela judicial y el derecho al recurso efectivo reconocido en el art. 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, concluye que la impugnación en
relación al defecto de Sentencia previsto en el inc. 1) del art. 370 del CPP y éste con
relación a la falta de fundamentación y defectuosa valoración de la prueba, tendría
mérito y que “amerita” (sic), disponer la anulación de la Sentencia impugnada en
conformidad al art. 413 del CPP.
A través del presente recurso, la acusadora particular Rocío Peñaranda Gamarra denuncia
que el Auto de Vista impugnado no está debidamente fundamentado ni realizó una valoración
integral de las cuestiones denunciadas en apelación, además de confundir la errónea
aplicación o inobservancia de la ley sustantiva y la ley procesal, cuando ambos aspectos son
diferentes; a cuyo fin invoca varios procedentes, correspondiendo en consecuencia a este
Tribunal precisar los criterios asumidos por los Autos Supremos 515 de 16 de noviembre de
2006, 308 de 25 de agosto de 2006, 164/2012 de 4 de julio, 418 de 10 de octubre de 2006,
329 de 29 de agosto de 2006, 431 de 11 de octubre de 2006 y 236 de 7 de marzo de 2007, a
los fines de verificar la existencia de la contradicción alegada en el recurso.
La citada resolución fue emitida dentro de un proceso penal seguido por la comisión del delito
de Abigeato, en el que inicialmente se emitió la Sentencia absolviendo a los imputados, que
apelada dicha determinación, por Auto de Vista se admitió el recurso y declaró a los
imputados autores y culpables del delito, que recurrido de casación, se impugnó que el Auto
de Vista se basa en un documento de desistimiento que fue introducido para su lectura en el
juicio, de manera que el Tribunal de Apelación ha valorado la prueba; advirtiendo la entonces
Corte Suprema de Justicia que en el Auto de Vista impugnado valoró la prueba, sin ser
competente para ello, por lo que se dejó sin efecto el Auto de Vista y se determinó que se
dicte uno nuevo.
Aspectos de los que se concluye que el precedente invocado no es símil al caso de autos, por
cuanto la doctrina legal aplicable citada se refiere a la valoración por parte del Tribunal ad
quem de una prueba no ofrecida en juicio, aspecto no denunciado en el presente caso.
El Auto Supremo 308 de 25 de agosto de 2006, estableció como doctrina legal aplicable: “El
espíritu de la normativa penal, en consonancia con la doctrina penal contemporánea,
establece que la apelación restringida constituye el único medio legal para impugnar una
Sentencia, por lo tanto los Tribunales de apelación deben fundamentar sus
decisiones expresando los motivos de hecho y de derecho en que se basan, no
pudiendo ésta ser reemplazada por la simple relación de las pruebas o
requerimientos de las partes vulnerando, de tal manera, derechos
constitucionales. Ante eventuales denuncias de defectuosa valoración de la
prueba o errónea aplicación de la ley sustantiva, es menester que los Tribunales
de alzada, realicen un efectivo control del sistema de valoración de la prueba y se
pronuncien, de manera expresa, absolviendo los fundamentos del recurso de
apelación en análisis. Nuestro ordenamiento penal acoge el sistema de la Sana Crítica,
pretendiendo explicar que sus contenidos y fines son el sometimiento de la prueba a las leyes
o reglas que regulan el razonamiento deductivo, los fenómenos materiales y las conductas
frente a la sociedad de acuerdo a lo admitido por ella misma para hacer viable la existencia y
verificación de sus comunes objetivos, todo cumplido en forma "sana", esto es, bajo la
premisa de reglas generales admitidas como aplicables, y "crítica" es decir que, con base en
los "criterios de verdad" otorgados a cada elemento de prueba, los hechos probados sean
confrontados para establecer si una acción determinada pudo suceder o si ello fue posible de
una u otra manera explicable dentro de las reglas de la lógica, la ciencia y la experiencia,
postulados generales que rigen el razonamiento, las transformaciones materiales y la vida
social, formal y dialécticamente comprendidos. La máxima expresión del sistema emerge del
juicio de mérito y se traduce en la resolución del a quo, quien debe analizar en su integridad
los elementos probatorios introducidos legalmente al proceso para, con fundamento y límite
en la sana crítica, colegir cuáles ameritan probar un hecho y cuáles no, labor intelectual que
obliga a una apreciación, inicialmente individual pero, acto seguido, como en todo proceso
analítico, una actividad confrontativa con el universo probatorio, única forma de establecer la
verdad procesal, pues el grado de certeza no puede ser abstracto sino referido a un objeto
determinado, esto es, que el juicio probatorio, imprescindiblemente, debe fundamentarse en
los medios de prueba dinamizados en la correspondiente actividad procesal. En un primer
momento, a partir de la inmediación y de la percepción directa de la prueba, el juez o
Tribunal, de manera subjetiva, adquiere convicción. Posteriormente, debe expresar ese
razonamiento y darle el necesario soporte racional al juicio que realizó sobre la prueba en el
que se le exige que traduzca, de manera objetiva, el valor asignado a cada elemento de la
misma y explique la operación lógica realizada para llegar a determinada conclusión; esta
actividad debe ser expresa de manera que garantice a las partes el control del razonamiento
del Juez o Tribunal y la correcta aplicación del sistema de valoración de la prueba, para el
posible control de legalidad ulterior. Este control, en consecuencia, debe incluir la
verificación de la correcta motivación de las Sentencias y recae primeramente en
el ad quem quien, ante la oscuridad, contradicción o falta de motivación de las
resoluciones judiciales, debe disponer lo que corresponda, conforme la previsión
de los artículos 413 y 414 del Código de Procedimiento Penal”.
La citada doctrina, fue efectuada dentro de un proceso penal seguido por la comisión del
delito de Despojo, en el que mediante Sentencia se declaró al imputado culpable de la
comisión del delito, que apelada ésta determinación fue resuelta mediante Auto de Vista que
confirmó la Sentencia, contra el que se interpuso recurso de casación denunciando que
durante el juicio penal no se logró demostrar que su conducta se subsumió en el tipo penal
atribuido, existiendo errónea aplicación de la ley sustantiva penal de acuerdo al inc. 1) del
art. 370 del CPP, asimismo la Sentencia incurrió en el defecto previsto por el inc. 5) del citado
artículo, que se basó en hechos no acreditados y en una defectuosa valoración de la prueba,
de acuerdo a los arts. 173 y 370, inc. 6), ambos del CP P, omitiéndose la valoración de la
prueba de descargo, resultando la pena excesiva al no haberse considerado las atenuantes
teniendo presente los arts. 38 y 40 del CP. Señalando también que el Auto de Vista
impugnado citó una norma legal incorrectamente y que se pronunció sobre la inconcurrencia
de defectos absolutos convalidables sin tener presente que los fundamentos de la
impugnación fueron otros; que del análisis de ése Auto de Vista impugnado el Tribunal
Supremo advirtió que la Sentencia contiene una relación de los medios probatorios
incorporados al juicio, y de los hechos probados, señalando que otorga "valor pleno a las
declaraciones, pruebas literales y la inspección judicial...” (sic), determinando que existe
ambigüedad en la valoración de la prueba, no siendo posible la coexistencia de pruebas con
idéntico valor siendo contrarias entre sí vulnerándose, de este modo, las reglas lógicas,
concluyéndose que existió una mala praxis del sistema de la sana crítica. También verificó
que en la resolución se hace referencia a la existencia y consideración de atenuantes como la
inexistencia de antecedentes penales, el hecho de tratarse de un primer delito y la naturaleza
del hecho, sin considerar la relación de afinidad entre la demandante y el demandado; bajo
estas circunstancias, discurriendo que el delito tiene una pena indeterminada, por lo que el a
quo no habría realizado una adecuada determinación de la pena y, que el Tribunal de alzada
tampoco ha ejercido un control sobre la referida actuación jurisdiccional, en consecuencia la
pena impuesta, fue excesiva. Asimismo el Auto de Vista impugnado efectuó una relación de la
parte resolutiva de la Sentencia, la forma en la que se llegó a las conclusiones; omitiendo
considerar el recurso de apelación restringida restringiendo así el derecho a la defensa e
impugnación de las resoluciones jurisdiccionales.
El precedente invocado es símil al presente caso en análisis, por cuanto es dejado sin efecto
el Auto de Vista impugnado, debido a que no efectuó el respectivo control de la actuación del
a quo, limitándose a efectuar una relación de la Sentencia, omitiendo pronunciarse sobre los
puntos apelados, vulnerando de ésa forma el derecho a la defensa y el principio de
impugnación, siendo resaltada con negrillas la parte pertinente a ser aplicada al presente
proceso, aspectos que precisamente son denunciados por la ahora recurrente en el inciso 1)
del acápite I.1.1. de la presente resolución.
El Auto Supremo 164/2012 de 4 de julio, señaló como doctrina legal aplicable: “Se considera
que existe incongruencia omisiva (citra petrita o ex silentio) cuando en el Auto de
Vista no se resolvieron todos y cada uno de los puntos denunciados en el recurso
de apelación restringida, los cuales deben ser absueltos uno a uno con la debida
motivación y en base de argumentos jurídicos individualizados y sólidos, a fin de
que se pueda inferir una respuesta con los criterios jurídicos correspondientes al
caso en concreto; cumpliendo con los parámetros de especificidad, claridad, completitud,
legitimidad, logicidad, lo contrario constituye infracción del principio tantum devolutum
quantum apellatum, y al deber de fundamentación que vulnera lo establecido por los
arts. 124 y 398 del Código de Procedimiento Penal, siendo obligación del Tribunal
de Apelación, realizar adecuada motivación en las resoluciones que pronuncie
revisando de manera prolija los antecedentes y las denuncias propias de la causa”.
La citada doctrina, fue establecida dentro de un proceso penal seguido por la comisión del
delito de Difamación e injuria, que primeramente por Sentencia se absolvió de culpa y pena a
la imputada, fallo que posteriormente por Auto de Vista fue confirmado, contra el que se
interpuso recurso de casación, bajo los agravios referidos a la falta de fundamentación,
incongruencia entre la parte considerativa y la resolutiva, además de haberse referido a
aspectos no denunciados, no hubo concurrencia del Ministerio Público siendo una acción
privada, constituyéndose en defectos absolutos los imputados no configuran su conducta a
los elementos constitutivos del tipo penal, lo cual coadyuva la fundamentación infringiendo el
principiotantum devolutum quantum apellatum, al no haber resuelto fundamentadamente los
puntos apelados, vulnerándose el derecho a la defensa y debido proceso, asimismo el Auto
de Vista impugnado no se habría referido fundadamente a un delito impugnado; sin embargo,
del análisis de esta última resolución, el Tribunal Supremo advirtió que incurrió en
incongruenciaomisiva ex silentio; al declarar el recurso de apelación restringida improcedente
y confirmar la Sentencia, sin entrar a resolver ninguna de las acusaciones planteadas en el
recurso interpuesto, sino que fundamentó con argumentos que no correspondían al proceso,
en vulneración de los derechos del recurrente y de los arts. 124 y 398 del CPP, olvidando su
obligación de circunscribir la decisión a los puntos acusados por los apelantes a los que se
hallan compelidos, por lo que el Auto de Vista impugnado carecía de correcta y adecuada
fundamentación, en infracción del principio tantum devolutum quantum apellatum; en
consecuencia, el referido Auto Supremo dejó sin efecto el Auto de Vista impugnado
ordenando que se dicte uno nuevo.
Del precedente invocado se extrae que fue pronunciado dentro de un caso símil al presente
proceso, ya que el Auto de Vista fue dejado sin efecto al no pronunciarse sobre los aspectos
apelados, al contrario se refirió a otros ajenos, por lo que carece de la debida
fundamentación, hecho que precisamente se acusa en el presente caso de autos en el inciso
1) del acápite I.1.1. de la presente resolución, siendo resaltada con negrillas la parte
pertinente a ser aplicada al presente proceso.
Esta resolución fue emitida dentro de un proceso penal seguido por la comisión del delito de
Despojo, en el que inicialmente se emitió la Sentencia declarando al imputado culpable de la
comisión del delito acusado, apelado este fallo, se dictó el último Auto de Vista por el que se
anuló la Sentencia recurrida y dispuso la reposición del juicio por otro juez, siendo recurrido
de casación el auto de vista bajo el argumento que se inobservó los arts. 398 y 407 del CPP,
no se hizo reserva de apelación durante la tramitación del juicio oral, haciendo inviable el
recurso de apelación restringida; se observó que el a quo no se pronunció sobre un
documento, cuando no tenía que hacerlo porque no fue propuesto, ni producido como prueba
de descargo, ni podía ser valorado. Se denunció también la inobservancia del art. 407 del
CPP, resultando ser obligación del ad quem cumplir el art. 398 del CPP, resolviendo los
puntos impugnados sin que se aumente otro aspecto ajeno; sin embargo la entonces Corte
Suprema de Justicia advirtió que el Auto de Vista impugnado extraña la valoración de un
documento que no fue ofrecido como prueba de descargo, afectando los derechos del
querellante, constituyendo un defecto absoluto que atenta los principios de seguridad
jurídica, debido proceso y tutela judicial efectiva, razones por las que se dispuso dejar sin
efecto el Auto de Vista impugnado ordenando que se dicte uno nuevo.
La citada doctrina fue pronunciada dentro de un proceso penal seguido por la comisión del
delito de Tráfico de sustancias controladas, donde inicialmente se dictó Sentencia
condenatoria, que fue confirmada mediante Auto de Vista, determinación que fue recurrida
de casación con el argumento que su conducta no se adecua al tipo penal por el cual ha sido
acusado, juzgado y condenado, sino a otro, incurriéndose en consecuencia en errónea
aplicación del tipo penal; sin embargo por Auto Supremo concluyó luego de realizar un
análisis de los hechos y del tipo delictivo y la circunstancia agravante del delito impugnado,
que la conducta se subsume a la prescripción del tipo delictivo por el cual fue procesado el
acusado, sino a otro delito, por lo que habría existido errónea aplicación de la ley sustantiva
penal, en consecuencia dejó sin efecto el Auto de Vista impugnado ordenando que se dicte
uno nuevo.
El precedente invocado fue pronunciado dentro de proceso símil al presente proceso, ya que
el Auto de Vista fue dejado sin efecto, al no haberse advertido que el juez a quo incurrió en
errónea aplicación de la ley sustantiva, aspecto que en el caso de autos, es denunciado en el
inc. 2) del acápite I.1.1. de la presente resolución, siendo resaltada con negrillas la parte
pertinente para el presente proceso.
El Auto Supremo 431 de 11 de octubre de 2006, señalo como doctrina legal aplicable: “que la
calificación del hecho a un tipo penal determinado es en razón a describir
primeramente el hecho para luego comparar las características de la conducta
ilícita con los elementos constitutivos del delito; es necesario tomar en cuenta que la
conducta general descrita por el tipo penal se encuentra en la norma, mientras que la
conducta particular se identifica por la descripción de sus peculiaridades, si estas se
subsumen a todos los elementos constitutivos de un tipo penal, recién podrá calificarse el
hecho como delito incurso en tal normativa; en caso de que falte la adecuación de un
elemento constitutivo del tipo penal, el hecho no constituye delito o en su caso se adecua a
tentativa u otra figura delictiva”.
La citada doctrina fue pronunciada dentro de un proceso penal seguido por la comisión del
delito de sustancias controladas, donde inicialmente se dictó Sentencia condenatoria, que fue
confirmada mediante Auto de Vista, el cual fue impugnado debido a que no se advirtió que se
infringió la Ley Sustantiva referido al tipo delictivo; que por Auto Supremo se concluye que el
Tribunal de alzada no tomó en cuenta el análisis de la conducta ilícita del imputado, y la
subsunción del delito, concluyendo en ésta instancia que la conducta ilícita del imputado se
subsumió al delito de tentativa de suministro de sustancias controladas; razones por las que
el referido Auto Supremo dispuso dejar sin efecto el Auto de Vista impugnado ordenando que
se dicte uno nuevo.
El Auto Supremo 236 de 7 de marzo de 2007, determinó como doctrina legal aplicable la
siguiente: “El debido proceso se manifiesta en que las partes procesales gocen de
los derechos y garantías previstas para que la investigación y juzgamiento se
desarrollen en el marco del respeto a los derechos fundamentales de la persona,
sea aquella el acusador particular o público, y el acusado; precepto al que se suma el
derecho a la seguridad jurídica, debiendo la actividad jurisdiccional esmerarse para brindar a
los administrados la seguridad que las decisiones se enmarquen en los preceptos establecidos
en la Constitución Política del Estado, Los Tratados y Convenios Internacionales, y la Ley. Los
delitos para ser considerados como tales, deben reunir todas las condiciones exigidas para
cada tipo en el Código Penal y ser probado en juicio oral, público, contradictorio y continuo, y
en la fase de subsunción legal los Tribunales y Jueces de Sentencia, y
excepcionalmente los Tribunales de Apelación, deben tener el cuidado de observar
que a la ausencia de alguno de los elementos configurativos del tipo penal, no
existe delito”.
La citada doctrina fue pronunciada dentro de un proceso penal seguido por la comisión del
delito de peculado, falsedad material, uso de instrumento falsificado, estafa y engaño a
personas incapaces, donde se impugna la trasgresión a sus derechos a la legítima defensa y
el debido proceso, la intervención del fiscal adjunto sin competencia viciando de nulidad sus
actos, además de la inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva, sin embargo su
conducta no se adecua a dicha figura penal, y que la conducta se adecuaría a otro tipo penal,
denuncia también que existiría falta de enunciación del hecho objeto del juicio o su
determinación circunstanciada, y no explica aspectos cuestionados, limitándose a referir que
el hecho fue probado con el término "indudablemente", inc. 3) del art. 370 del CPP,
arguyendo que se hubiera incorporado prueba documental para su lectura, vulnerando las
normas del art. 370 inc. 4) del CPP, también observa la carencia de fundamentación de la
sentencia o la contradicción de la misma, art. 370 inc. 5) del CPP, que constituirían un
defecto absoluto, de acuerdo al art. 169 inc. 4) de la indicada Ley, fijándose la pena sin
observar los arts. 38 y 40 del CP, que luego de un análisis la entonces Corte Suprema de
Justicia, determinó que la recurrente incurrió en defectos en la presentación y consideración
del recurso de casación, teniendo como único argumento la equivocada apreciación en la
convalidación del delito en el Auto de Vista impugnado.
De la revisión de los precedentes invocados se evidencia que dejan claro que el Tribunal de
alzada a través del Auto de Vista, no se encuentra facultado para la valoración de la prueba,
siendo esta labor de los Jueces y Tribunales de Sentencia; y, en caso de anularse la
Sentencia y disponerse el reenvío, se debe precautelar los derechos de las partes caso
contrario constituye un defecto absoluto que atenta contra los principios de seguridad
jurídica, debido proceso y tutela judicial efectiva, al no comprobar previamente el
cumplimiento de reglas procedimentales de su trámite en cuanto al ofrecimiento e
introducción de la prueba a juicio en resguardo del debido proceso, tampoco se debe dejar
de lado que en esa labor también los tribunales de alzada, deben emitir pronunciamiento y
fundamentación sobre todos los aspectos cuestionados en el recurso. Asimismo con relación a
la calificación del delito, cuando ésta no se la realiza de forma adecuada, genera una errónea
aplicación de la ley sustantiva, por la errónea calificación de los hechos en cuyo caso
corresponderá su análisis al Tribunal de alzada y en caso de advertir una infracción a lo
señalado, emitir una nueva Sentencia.
Este tribunal respecto a los autos de vista que no se expresan sobre todos los agravios
planteados, señaló en el Auto Supremo 12/2012 de 30 de enero, que: “Es una premisa
consolidada que todo Auto de Vista se encuentre debidamente fundamentado y motivado,
cumpliendo con los parámetros mencionados y desarrollados supra (especificidad, claridad,
completitud, legitimidad y logicidad); respondiendo y emitiendo los criterios jurídicos sobre
cada punto impugnado que se encuentre en el recurso de apelación restringida, además de
revisar de oficio si existen defectos absolutos, en cuyo caso, es necesario que en la
fundamentación se vierta los criterios jurídicos del porque dicho acto se considera defecto
absoluto y que principios, derechos o garantías constitucionales fueron afectados.
Por lo que no existe fundamentación en el Auto de Vista cuando en el mismo se evidencia
que el tribunal de Alzada no se pronunció sobre todos los motivos en los que se fundaron el
recurso de apelación restringida deducido por el o los procesados, lo cual constituye un vicio
de incongruencia omisiva (citra petita o ex silentio) que vulnera el art. 124 del Código de
Procedimiento Penal debido a que dicho precepto legal exige la fundamentación de las
resoluciones y prohíbe que aquella fundamentación sea remplazada por la simple relación de
los documentos o la mención de los requerimiento de las partes, debiendo los Tribunales de
Alzada circunscribir sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la resolución impugnada,
ello en estricto cumplimiento del art. 398 del citado Código de Procedimiento Penal. Por lo
que la omisión de pronunciamiento de un aspecto reclamado se constituye en un defecto
absoluto inconvalidable que vulnera el derecho a la defensa, al debido proceso y a la tutela
judicial efectiva”.
En el caso presente cabe precisar antes del análisis de los motivos alegados en casación por la parte
recurrente, que si bien ambos se fundan en la actuación del Tribunal de alzada al resolver el recurso de
apelación restringida por la parte imputada, no es menos evidente que la decisión contenida en el Auto de
Vista impugnado de anular la Sentencia condenatoria y ordenar la reposición del juicio por otro Juez
de Sentencia, le genera un agravio, más cuando en esencia se alega que la determinación asumida por el
Tribunal de apelación no está debidamente fundamentada e incurre en una serie de defectos
que se detallan a continuación.
En cuanto a este motivo, se debe tener presente que el Tribunal de apelación se refiere que
habría advertido que en la fundamentación probatoria intelectiva del juez a quo existiría
contradicción entre los fundamentos de los hechos probados y la valoración intelectiva, y
señala que inclusive se habría añadido enunciados que no han sido indicados por las partes,
por lo que la fundamentación no sería coherente infringiendo la lógica de la razón suficiente,
y que si se parte de premisas falsas no se argumenta bien, resultando ser la argumentación
insatisfactoria e insuficiente, por consiguiente se estaría ante una argumentación parcial,
considerando que la decisión judicial estará justificada si deriva de premisas de razonamiento
y fácticas verdaderas, por lo que concluye que se habría vulnerado el principio procesal de
congruencia, y que la impugnación del defecto de la sentencia previsto en el numeral 1) del
art. 370 del CPP y este con relación a la falta de fundamentación y defectuosa valoración de
la prueba estaría justificada, por lo que dispone la anulación de la sentencia impugnada de
acuerdo al art. 413 del CPP; sin embargo, el análisis confuso que realiza el Tribunal de
alzada, se desprende que no se refiere a que si existió o no inobservancia o errónea
aplicación de la ley sustantiva, por cuanto lo que debió realizar era la labor de control de la
subsunción partiendo del hecho acusado, para establecer si corresponde o no subsumirlo en
el tipo o tipos penales acusados, siendo además importante interpretar los conceptos
jurídicos que integran la ley sustantiva, lo cual no aconteció en el presente caso de autos al
confundir la subsunción del hecho al tipo penal con el razonamiento emergente de la
valoración de la prueba, por consiguiente el Auto de Vista impugnado también incurre en
contradicción con los precedentes invocados, Autos Supremos 329 de 29 de agosto de 2006 y
431 de 11 de octubre de 2006, y la jurisprudencia contenida en el Auto Supremo 134/2013,
citados en los acápites III.1 y 3 de la presente resolución.
Por las razones expuestas, este Tribunal llega a la conclusión de que el Tribunal de apelación
no obró correctamente, correspondiendo dejar sin efecto la resolución impugnada.
POR TANTO
La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, con la facultad conferida por el art. 419 del
CPP, declara FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Rocío Peñaranda Gamarra, de
fs. 661 a 67; y, en aplicación del art. 419 del CPP, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista de 6
de enero de 2014, disponiendo que la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, previo sorteo y sin espera de turno, pronuncie nuevo Auto de Vista,
en conformidad a la doctrina legal establecida en la presente Resolución.
A los efectos de lo previsto por el art. 420 del CPP, hágase conocer mediante fotocopias
legalizadas el presente Auto Supremo a los Tribunales Departamentales de Justicia del Estado
Plurinacional, para que por intermedio de sus Presidentes, pongan en conocimiento de los
Jueces en materia Penal de su jurisdicción.
En aplicación del art. 17.IV de la Ley del Órgano Judicial, por Secretaría de Sala,
comuníquese el presente Auto Supremo al Consejo de la Magistratura.
Firmado