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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA PENAL
AUTO SUPREMO Nº 111/2014-RRC
Sucre, 11 de abril de 2014

Expediente : Cochabamba 13/2014


Parte Acusadora : Rocío Peñaranda Gamarra
Parte Imputada : Jorge Arteaga Maldonado
Delitos : Calumnia y otro
Magistrada Relatora : Dra. Maritza Suntura Juaniquina

RESULTANDO

Por memorial presentado el 28 de enero de 2014, cursante de fs. 661 a 673, Rocío
Peñaranda Gamarra interpuso recurso de casación impugnando el Auto de Vista de 6 de
enero de 2014, de fs. 652 a 658 vta., pronunciado por la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, dentro del proceso penal seguido por la
recurrente contra Jorge Arteaga Maldonado, por la presunta comisión de los delitos de
Calumnia e Injuria, previstos y sancionados por los arts. 283 y 287 del Código Penal (CP),
respectivamente.

I. DEL RECURSO DE CASACIÓN

I.1. Antecedentes

a. En mérito a la acusación particular presentada por Rocío Peñaranda Gamarra


(fs. 1 a 6 vta.), y desarrollada la audiencia de juicio, por Sentencia 16/2013 de 4 de
abril (fs. 600 a 610), el Juzgado Primero de Sentencia del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, declaró a: Jorge Arteaga Maldonado autor de la comisión de
los delitos de Calumnia e Injurias, tipificados y sancionados por los arts. 283 y 287 del
CP, respectivamente, imponiéndole la pena de seis meses de privación de libertad, con
costas.

b. Contra la mencionada Sentencia, Jorge Arteaga Maldonado (fs. 621 a 625 vta.),
interpuso recurso de apelación restringida, resuelta por Auto de Vista de 6 de enero de
2014, pronunciado por la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, que declaró procedente el recurso; en consecuencia, anuló la Sentencia
impugnada ordenando la reposición del juicio por otro Juez de Sentencia de la Capital,
motivando la interposición del presente recurso de casación por parte de la acusadora
particular.

I.1.1. Motivos del recurso

Del memorial de recurso de casación cursante de fs. 661 a 673 y del Auto de admisión
042/2014-RA de 20 de febrero, se extraen los siguientes motivos a ser analizados en la
presente Resolución:

1. “DEFECTOS ABSOLUTOS NO SUSCEPTIBLES DE CONVALIDACION POR


FALTA DE PRONUNCIAMIENTO Y FUNDAMENTACION DEL AUTO DE VISTA
RESPECTO A LOS PUNTOS APELADOS QUE HACEN A LOS DEFECTOS DE
SENTENCIA PREVISTOS EN EL ART. 370 NUMERALES 1), 5) Y 6) CPP.” (sic)
Citando los Autos Supremos 448 de 12 de septiembre y 442 de 10 de septiembre,
ambos de 2007, referidos al deber que tienen los tribunales de apelación de motivar
sus resoluciones, la recurrente señala que respecto al defecto de la Sentencia previsto
en el inc. 1) del art. 370 del Código de Procedimiento Penal (CPP), el Auto de Vista
recurrido no está debidamente fundamentado, no es completo, exhaustivo ni lógico,
no realiza una exposición clara y suficiente sobre los justificativos y análisis de su
conclusión sobre la existencia de dicho defecto, vulnerando sus derechos a la tutela
judicial efectiva y la debida motivación de resoluciones, como elementos esenciales del
debido proceso, incurriendo en defecto absoluto previsto por el art. 169 inc. 3) de la
misma norma procesal.

Con referencia a los defectos de la Sentencia previstos por los incs. 5) y 6) del art. 370
del CPP, afirma que no se realizó una valoración de las cuestiones denunciadas de
modo integral; así, respecto al citado inc. 5), existe omisión de la valoración de la
prueba y ausencia de fundamentación jurídica porque no se citan e interpretan las
normas jurídicas. Con relación al defecto previsto por el inc. 6), el Tribunal debió
fundamentar su resolución para determinar si se aplicaron o no correctamente las
reglas de la sana critica, conforme lo establece el Auto Supremo 515 de 16 de
noviembre de 2006; es decir, que ante la denuncia de defectuosa valoración de la
prueba, el Tribunal de alzada debía realizar un efectivo control del sistema de
valoración de la prueba y no revalorizarla como lo determina el Auto Supremo 308 de
25 de agosto de 2006.

Añade que estos aspectos no fueron observados por el Tribunal de apelación, habida
cuenta que luego de hacer mención a varios Autos Supremos que tienen que ver con
la permisión del control del iter lógico, llegó a la conclusión de que en esa
fundamentación de los hechos probados y la valoración intelectiva existe contradicción,
sin especificar o establecer cuáles eran esas contradicciones; además, de añadir
enunciados que no fueron señalados por las partes, resolviendo más allá de lo pedido
en vulneración también del principio de congruencia. Al efecto, la recurrente cita los
Autos Supremos 164/2012 y 418 de 10 de octubre de 2006, referidos a que el Auto de
Vista debe tener argumentos individualizados y sólidos.

2. “ILOGICIDAD DEL AUTO DE VISTA POR CONFUNDIR SUBSUNCION


DEL HECHO AL TIPO PENAL Y CONTROL DE LOGICIDAD DEL ITER LOGICO O
RAZONAMIENTO EMERGENTE DE LA VALORACION DE LA PRUEBA, Y
RESOLVER AMBOS DEFECTOS DE MANERA CONJUNTA Y
RELACIONADA” (sic). En este segundo motivo, la recurrente refiere que el Tribunal
de apelación confunde arbitrariamente la errónea aplicación o inobservancia de la ley
sustantiva y la ley procesal, cuando afirma que el defecto de Sentencia del inc. 1) del
art. 370 del CPP, está relacionado con la denuncia de falta de fundamentación y
defectuosa valoración de la prueba o que la Sentencia se base en hechos no existentes
o no acreditados establecidos por los incs. 5) y 6) del mencionado artículo. El inc. 1)
del art. 370 de la Ley Adjetiva Penal está referido a la calificación de la conducta al
tipo penal; al efecto, cita los Autos Supremos 329 de 29 de agosto de 2006, 431 de 11
de octubre de “1006” (sic) y 236 de 7 de marzo de 2007, en cambio, los incs. 5) y 6)
de la misma norma atañen a la actividad probatoria y su relación con la vulneración de
las reglas de la sana crítica racional. Por lo tanto, no puede denunciarse el defecto de
Sentencia previsto en el art. 370 inc. 1) del CPP, bajo el argumento de la violación o
lesión a las reglas de la sana crítica emergente de la valoración de la prueba y errónea
aplicación del art. 173 del CPP. Ambos aspectos son diferentes, uno responde al
ámbito sustantivo y el otro al procesal, siendo por lo tanto defectos de Sentencias
completamente independientes, por ello el Tribunal sólo puede pronunciarse si en el
acto de la valoración de la prueba rigieron las reglas de la sana crítica o si fueron
quebrantadas por el juez o tribunal; de su confusión en la resolución, deviene la
ilogicidad de la resolución impugnada dando lugar a la falta de fundamentación porque
no responde con criterios lógicos a cada uno de los puntos impugnados.

I.1.2. Petitorio

Solicita se deje sin efecto el Auto de Vista impugnado y se disponga se dicte uno nuevo
conforme la doctrina aplicable.

I.2. Admisión del recurso


Mediante Auto Supremo 042/2014-RA de 20 de febrero, se declaró admisible el recurso de
casación para el análisis de fondo de los dos motivos identificados precedentemente.

II. ACTUACIONES PROCESALES VINCULADAS AL RECURSO

De la atenta revisión de los antecedentes venidos en casación se concluye lo siguiente:

II.1. En mérito a la acusación formulada por Rocío Peñaranda Gamarra y realizada la


audiencia de juicio oral, el Juez Primero de Sentencia del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, dictó la Sentencia 16/2013 de 4 de abril, que declaró al
imputado Jorge Arteaga Maldonado, autor de la comisión de los delitos de Calumnia e
Injurias, tipificados y sancionados por los arts. 283 y 287 del CP, imponiéndole la pena
de seis meses de privación de libertad con costas, que deberá cumplir en el Recinto
Penitenciario de San Sebastián de la ciudad de Cochabamba, con los siguientes
motivos relevantes dentro de la valoración intelectiva y jurídica:

a) Ante el Tribunal Primero de Sentencia de la ciudad de Cochabamba, se celebró


la audiencia de juicio oral dentro del proceso penal seguido por el Ministerio
Público y la acusación particular de Rocío Peñaranda Gamarra y otros, en contra de
Jorge Arteaga Maldonado por los delitos de Asesinato y Homicidio en Grado de
Tentativa, donde se pronunció la Sentencia condenatoria de 7 de febrero de 2012,
con la pena de quince años de prisión, sin derecho a indulto, aspecto que habría
sido acreditado por la prueba testifical de cargo y descargo de Rocío Peñaranda
Gamarra, Elaine Ruth Bishop Urzagaste, David Aguilar Aguilar, Juan Emilio Pardo
Saavedra, Rocío Lizeth Gonzales Vargas, Beatriz Magaly Sainz Balderrama, María
del Carmen Cárdenas Covarrubias y Paola Andrea Arteaga Cárdenas.

b) Se demostró que la Ministra de Justicia Cecilia Ayllón Quinteros, visitó la


Presidencia del Tribunal Departamental de Justicia, uno de los días en que se
llevaba a cabo el referido juicio oral donde coincidieron con la querellante Rocío
Peñaranda Gamarra conforme atestiguaron las testigos de descargo Beatriz Magaly
Saenz Balderrama, Paola Andrea Arteaga Cárdenas, Rocío Lizeth Gonzales Vargas
y María del Carmen Cárdenas Covarrubias y Juan Emilio Pardo Saavedra; sin
embargo, dicho aspecto, de ninguna manera acreditó de que el motivo haya sido
para influenciar en los jueces que conocían el proceso, resultando que la impresión
que se tuviera al respecto es subjetiva y no se halla respaldada con fundamento
sólido y acreditado.

c) Con relación a la prueba “D-1”, las apelaciones restringidas presentadas por el


Ministerio Público, así como por la parte querellante demostrarían que son
idénticas en algunas líneas y signos de puntuación que harían inferir plagio por
alguna de las partes, que fue expuesto de forma pública en la prensa por el
imputado, así como que la querellante es mandataria de la Ministra de Justicia,
que presentó y denunció públicamente por medios de comunicación, rodeados de
circunstancias distintas de las verdaderas que hicieron aparecer como delictuoso lo
que no lo sería, mostrando una conducta subjetivamente falsa y de dolo en grado
de seguridad, acusando la conducta de la querellante dentro de un consorcio de
abogados, fiscales, autoridades judiciales y ejecutivas, debido supuestamente a su
influencia emergente de la relación jurídica de apoderada legal de la Ministra de
Justicia, sin que se haya considerado que la Sentencia que le inculpó derivaría de
un proceso penal en su contra, acusando falazmente a la querellante Rocío
Peñaranda Gamarra, de la comisión del delito previsto por el art. 174 del CP,
afectando su reputación pública y directa, atacando su honra y crédito
presentando una conducta excesiva e injusta cuando se comunicó de manera
directa la supuesta mala fe de la acusadora de acuerdo a la prueba de cargo “A-
11” y “A-14”.
d) En cuanto a la excepción de verdad, prevista por el art. 286 del CP, para que
ésta proceda se requiere que el sujeto pasivo sea un funcionario público y la
imputación se refiera a sus funciones y por otro que el ofendido a su vez
querellante, solicite la prueba de la imputación. Lo que en el caso de autos no se
cumpliría con ninguno de los casos al no haberse acreditado que la querellante sea
funcionaria pública, tampoco en juicio demandó la prueba de la imputación.

II.3. Contra este fallo, el imputado Jorge Arteaga Maldonado interpuso recurso de apelación
restringida, alegando dos motivos: por un lado la inobservancia o errónea aplicación de
la ley sustantiva conforme el art. 370 inc. 1) del CPP; y por otro, que la Sentencia
resulta contradictoria y basada en hechos inexistentes o no acreditados o en valoración
defectuosa de la prueba conforme las previsiones del art. 370 incs. 5) y 6) del CPP.

II.4. Por Auto de Vista de 6 de enero de 2014, la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, declaró procedente el recurso de apelación
restringida, anuló la Sentencia apelada y ordenó la reposición del juicio por otro Juez
de Sentencia de la capital previo sorteo computarizado, señalando entre otros aspectos
que: i) Advierte contradicción entre los fundamentos de los hechos probados y la
valoración intelectiva, que se añadieron enunciados que no fueron señalados por las
partes, en consecuencia la fundamentación no es coherente e infringe la regla lógica
de razón suficiente resultando ser la argumentación insatisfactoria por insuficiente
argumentación parcial, en consecuencia se habría vulnerado el principio procesal de
congruencia; y, ii) Que, al existir vulneración a las reglas del debido proceso en cuanto
a la tutela judicial y el derecho al recurso efectivo reconocido en el art. 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, concluye que la impugnación en
relación al defecto de Sentencia previsto en el inc. 1) del art. 370 del CPP y éste con
relación a la falta de fundamentación y defectuosa valoración de la prueba, tendría
mérito y que “amerita” (sic), disponer la anulación de la Sentencia impugnada en
conformidad al art. 413 del CPP.

III. VERIFICACIÓN DE LA EXISTENCIA DE CONTRADICCIÓN

A través del presente recurso, la acusadora particular Rocío Peñaranda Gamarra denuncia
que el Auto de Vista impugnado no está debidamente fundamentado ni realizó una valoración
integral de las cuestiones denunciadas en apelación, además de confundir la errónea
aplicación o inobservancia de la ley sustantiva y la ley procesal, cuando ambos aspectos son
diferentes; a cuyo fin invoca varios procedentes, correspondiendo en consecuencia a este
Tribunal precisar los criterios asumidos por los Autos Supremos 515 de 16 de noviembre de
2006, 308 de 25 de agosto de 2006, 164/2012 de 4 de julio, 418 de 10 de octubre de 2006,
329 de 29 de agosto de 2006, 431 de 11 de octubre de 2006 y 236 de 7 de marzo de 2007, a
los fines de verificar la existencia de la contradicción alegada en el recurso.

III.1. De los precedentes contradictorios.

El Auto Supremo 515 de 16 de noviembre de 2006, estableció como doctrina legal


aplicable: “Que existe una línea jurisprudencia con relación a la valoración de la prueba
que es de competencia del Juez o Tribunal de Sentencia, porque son ellos los que se
encuentran presentes en la producción de la prueba y perciben directamente dicho acto
trascendental que luego servirá como plataforma objetiva para la apreciación de la prueba
producida; el Tribunal de Apelación entre sus competencias está el de revisar si la prueba fue
valorada conforme las reglas de la sana crítica, en caso de que la apreciación de la prueba no
sea coherente y que los juicios vertidos sobre la prueba no respondan a un procedimiento
lógico, razonable, valorativo o teleológico, entonces debe anular totalmente o parcialmente la
Sentencia reponiendo el juicio con otro Tribunal de Sentencia. Todo acto, como la
valoración de la prueba por el Tribunal de Alzada, que contravenga los principios
constitucionales del debido proceso, seguridad jurídica, derecho a la defensa y
tutela judicial efectiva, constituyen defecto absoluto susceptible de ser
enmendado una vez que se ha dejado sin efecto la resolución que originó dicho
defecto, para recomponer el acto que vulnero los principios constitucionales
mencionados”.

La citada resolución fue emitida dentro de un proceso penal seguido por la comisión del delito
de Abigeato, en el que inicialmente se emitió la Sentencia absolviendo a los imputados, que
apelada dicha determinación, por Auto de Vista se admitió el recurso y declaró a los
imputados autores y culpables del delito, que recurrido de casación, se impugnó que el Auto
de Vista se basa en un documento de desistimiento que fue introducido para su lectura en el
juicio, de manera que el Tribunal de Apelación ha valorado la prueba; advirtiendo la entonces
Corte Suprema de Justicia que en el Auto de Vista impugnado valoró la prueba, sin ser
competente para ello, por lo que se dejó sin efecto el Auto de Vista y se determinó que se
dicte uno nuevo.

Aspectos de los que se concluye que el precedente invocado no es símil al caso de autos, por
cuanto la doctrina legal aplicable citada se refiere a la valoración por parte del Tribunal ad
quem de una prueba no ofrecida en juicio, aspecto no denunciado en el presente caso.

El Auto Supremo 308 de 25 de agosto de 2006, estableció como doctrina legal aplicable: “El
espíritu de la normativa penal, en consonancia con la doctrina penal contemporánea,
establece que la apelación restringida constituye el único medio legal para impugnar una
Sentencia, por lo tanto los Tribunales de apelación deben fundamentar sus
decisiones expresando los motivos de hecho y de derecho en que se basan, no
pudiendo ésta ser reemplazada por la simple relación de las pruebas o
requerimientos de las partes vulnerando, de tal manera, derechos
constitucionales. Ante eventuales denuncias de defectuosa valoración de la
prueba o errónea aplicación de la ley sustantiva, es menester que los Tribunales
de alzada, realicen un efectivo control del sistema de valoración de la prueba y se
pronuncien, de manera expresa, absolviendo los fundamentos del recurso de
apelación en análisis. Nuestro ordenamiento penal acoge el sistema de la Sana Crítica,
pretendiendo explicar que sus contenidos y fines son el sometimiento de la prueba a las leyes
o reglas que regulan el razonamiento deductivo, los fenómenos materiales y las conductas
frente a la sociedad de acuerdo a lo admitido por ella misma para hacer viable la existencia y
verificación de sus comunes objetivos, todo cumplido en forma "sana", esto es, bajo la
premisa de reglas generales admitidas como aplicables, y "crítica" es decir que, con base en
los "criterios de verdad" otorgados a cada elemento de prueba, los hechos probados sean
confrontados para establecer si una acción determinada pudo suceder o si ello fue posible de
una u otra manera explicable dentro de las reglas de la lógica, la ciencia y la experiencia,
postulados generales que rigen el razonamiento, las transformaciones materiales y la vida
social, formal y dialécticamente comprendidos. La máxima expresión del sistema emerge del
juicio de mérito y se traduce en la resolución del a quo, quien debe analizar en su integridad
los elementos probatorios introducidos legalmente al proceso para, con fundamento y límite
en la sana crítica, colegir cuáles ameritan probar un hecho y cuáles no, labor intelectual que
obliga a una apreciación, inicialmente individual pero, acto seguido, como en todo proceso
analítico, una actividad confrontativa con el universo probatorio, única forma de establecer la
verdad procesal, pues el grado de certeza no puede ser abstracto sino referido a un objeto
determinado, esto es, que el juicio probatorio, imprescindiblemente, debe fundamentarse en
los medios de prueba dinamizados en la correspondiente actividad procesal. En un primer
momento, a partir de la inmediación y de la percepción directa de la prueba, el juez o
Tribunal, de manera subjetiva, adquiere convicción. Posteriormente, debe expresar ese
razonamiento y darle el necesario soporte racional al juicio que realizó sobre la prueba en el
que se le exige que traduzca, de manera objetiva, el valor asignado a cada elemento de la
misma y explique la operación lógica realizada para llegar a determinada conclusión; esta
actividad debe ser expresa de manera que garantice a las partes el control del razonamiento
del Juez o Tribunal y la correcta aplicación del sistema de valoración de la prueba, para el
posible control de legalidad ulterior. Este control, en consecuencia, debe incluir la
verificación de la correcta motivación de las Sentencias y recae primeramente en
el ad quem quien, ante la oscuridad, contradicción o falta de motivación de las
resoluciones judiciales, debe disponer lo que corresponda, conforme la previsión
de los artículos 413 y 414 del Código de Procedimiento Penal”.

La citada doctrina, fue efectuada dentro de un proceso penal seguido por la comisión del
delito de Despojo, en el que mediante Sentencia se declaró al imputado culpable de la
comisión del delito, que apelada ésta determinación fue resuelta mediante Auto de Vista que
confirmó la Sentencia, contra el que se interpuso recurso de casación denunciando que
durante el juicio penal no se logró demostrar que su conducta se subsumió en el tipo penal
atribuido, existiendo errónea aplicación de la ley sustantiva penal de acuerdo al inc. 1) del
art. 370 del CPP, asimismo la Sentencia incurrió en el defecto previsto por el inc. 5) del citado
artículo, que se basó en hechos no acreditados y en una defectuosa valoración de la prueba,
de acuerdo a los arts. 173 y 370, inc. 6), ambos del CP P, omitiéndose la valoración de la
prueba de descargo, resultando la pena excesiva al no haberse considerado las atenuantes
teniendo presente los arts. 38 y 40 del CP. Señalando también que el Auto de Vista
impugnado citó una norma legal incorrectamente y que se pronunció sobre la inconcurrencia
de defectos absolutos convalidables sin tener presente que los fundamentos de la
impugnación fueron otros; que del análisis de ése Auto de Vista impugnado el Tribunal
Supremo advirtió que la Sentencia contiene una relación de los medios probatorios
incorporados al juicio, y de los hechos probados, señalando que otorga "valor pleno a las
declaraciones, pruebas literales y la inspección judicial...” (sic), determinando que existe
ambigüedad en la valoración de la prueba, no siendo posible la coexistencia de pruebas con
idéntico valor siendo contrarias entre sí vulnerándose, de este modo, las reglas lógicas,
concluyéndose que existió una mala praxis del sistema de la sana crítica. También verificó
que en la resolución se hace referencia a la existencia y consideración de atenuantes como la
inexistencia de antecedentes penales, el hecho de tratarse de un primer delito y la naturaleza
del hecho, sin considerar la relación de afinidad entre la demandante y el demandado; bajo
estas circunstancias, discurriendo que el delito tiene una pena indeterminada, por lo que el a
quo no habría realizado una adecuada determinación de la pena y, que el Tribunal de alzada
tampoco ha ejercido un control sobre la referida actuación jurisdiccional, en consecuencia la
pena impuesta, fue excesiva. Asimismo el Auto de Vista impugnado efectuó una relación de la
parte resolutiva de la Sentencia, la forma en la que se llegó a las conclusiones; omitiendo
considerar el recurso de apelación restringida restringiendo así el derecho a la defensa e
impugnación de las resoluciones jurisdiccionales.

El precedente invocado es símil al presente caso en análisis, por cuanto es dejado sin efecto
el Auto de Vista impugnado, debido a que no efectuó el respectivo control de la actuación del
a quo, limitándose a efectuar una relación de la Sentencia, omitiendo pronunciarse sobre los
puntos apelados, vulnerando de ésa forma el derecho a la defensa y el principio de
impugnación, siendo resaltada con negrillas la parte pertinente a ser aplicada al presente
proceso, aspectos que precisamente son denunciados por la ahora recurrente en el inciso 1)
del acápite I.1.1. de la presente resolución.

El Auto Supremo 164/2012 de 4 de julio, señaló como doctrina legal aplicable: “Se considera
que existe incongruencia omisiva (citra petrita o ex silentio) cuando en el Auto de
Vista no se resolvieron todos y cada uno de los puntos denunciados en el recurso
de apelación restringida, los cuales deben ser absueltos uno a uno con la debida
motivación y en base de argumentos jurídicos individualizados y sólidos, a fin de
que se pueda inferir una respuesta con los criterios jurídicos correspondientes al
caso en concreto; cumpliendo con los parámetros de especificidad, claridad, completitud,
legitimidad, logicidad, lo contrario constituye infracción del principio tantum devolutum
quantum apellatum, y al deber de fundamentación que vulnera lo establecido por los
arts. 124 y 398 del Código de Procedimiento Penal, siendo obligación del Tribunal
de Apelación, realizar adecuada motivación en las resoluciones que pronuncie
revisando de manera prolija los antecedentes y las denuncias propias de la causa”.
La citada doctrina, fue establecida dentro de un proceso penal seguido por la comisión del
delito de Difamación e injuria, que primeramente por Sentencia se absolvió de culpa y pena a
la imputada, fallo que posteriormente por Auto de Vista fue confirmado, contra el que se
interpuso recurso de casación, bajo los agravios referidos a la falta de fundamentación,
incongruencia entre la parte considerativa y la resolutiva, además de haberse referido a
aspectos no denunciados, no hubo concurrencia del Ministerio Público siendo una acción
privada, constituyéndose en defectos absolutos los imputados no configuran su conducta a
los elementos constitutivos del tipo penal, lo cual coadyuva la fundamentación infringiendo el
principiotantum devolutum quantum apellatum, al no haber resuelto fundamentadamente los
puntos apelados, vulnerándose el derecho a la defensa y debido proceso, asimismo el Auto
de Vista impugnado no se habría referido fundadamente a un delito impugnado; sin embargo,
del análisis de esta última resolución, el Tribunal Supremo advirtió que incurrió en
incongruenciaomisiva ex silentio; al declarar el recurso de apelación restringida improcedente
y confirmar la Sentencia, sin entrar a resolver ninguna de las acusaciones planteadas en el
recurso interpuesto, sino que fundamentó con argumentos que no correspondían al proceso,
en vulneración de los derechos del recurrente y de los arts. 124 y 398 del CPP, olvidando su
obligación de circunscribir la decisión a los puntos acusados por los apelantes a los que se
hallan compelidos, por lo que el Auto de Vista impugnado carecía de correcta y adecuada
fundamentación, en infracción del principio tantum devolutum quantum apellatum; en
consecuencia, el referido Auto Supremo dejó sin efecto el Auto de Vista impugnado
ordenando que se dicte uno nuevo.

Del precedente invocado se extrae que fue pronunciado dentro de un caso símil al presente
proceso, ya que el Auto de Vista fue dejado sin efecto al no pronunciarse sobre los aspectos
apelados, al contrario se refirió a otros ajenos, por lo que carece de la debida
fundamentación, hecho que precisamente se acusa en el presente caso de autos en el inciso
1) del acápite I.1.1. de la presente resolución, siendo resaltada con negrillas la parte
pertinente a ser aplicada al presente proceso.

El Auto Supremo 418 de 10 de octubre de 2006, determinó la siguiente doctrina legal


aplicable: “El Tribunal de apelación se encuentra en el deber de cuidar que los actos
procesales y los actuados jurisdiccionales se encuentren dentro del marco del imperio de la
legalidad, además de precautelar que dichos actos no afecten los derechos y garantías
constitucionales. El control y tutela jurisdiccional debe ser efectivo, riguroso, exento de
contradicciones, cuidando que no afecte los principios procesales, sustanciales y/o
constitucionales. Cuando el Tribunal de Apelación detecte un defecto absoluto de
procedimiento, Sentencia, vicio sustantivo y/o constitucional, debe ponderar el
acto que ocasiona el defecto, calificar el defecto si es absoluto o relativo, en
cualquier de los casos debe describir con precisión el acto señalado como defecto;
asimismo evidenciar si afecta a derechos y garantías constitucionales; para luego
comprobar si es imprescindible la realización de un nuevo juicio o prescindir de él
y resolver directamente; finalmente el Tribunal de Apelación resuelve asuntos de
puro derecho tomando en cuenta hechos comprobados en el juicio oral y
contradictorio, debiendo necesariamente llevar la resolución que dicte el Tribunal
de Alzada el fundamento jurídico correspondiente”.

Esta resolución fue emitida dentro de un proceso penal seguido por la comisión del delito de
Despojo, en el que inicialmente se emitió la Sentencia declarando al imputado culpable de la
comisión del delito acusado, apelado este fallo, se dictó el último Auto de Vista por el que se
anuló la Sentencia recurrida y dispuso la reposición del juicio por otro juez, siendo recurrido
de casación el auto de vista bajo el argumento que se inobservó los arts. 398 y 407 del CPP,
no se hizo reserva de apelación durante la tramitación del juicio oral, haciendo inviable el
recurso de apelación restringida; se observó que el a quo no se pronunció sobre un
documento, cuando no tenía que hacerlo porque no fue propuesto, ni producido como prueba
de descargo, ni podía ser valorado. Se denunció también la inobservancia del art. 407 del
CPP, resultando ser obligación del ad quem cumplir el art. 398 del CPP, resolviendo los
puntos impugnados sin que se aumente otro aspecto ajeno; sin embargo la entonces Corte
Suprema de Justicia advirtió que el Auto de Vista impugnado extraña la valoración de un
documento que no fue ofrecido como prueba de descargo, afectando los derechos del
querellante, constituyendo un defecto absoluto que atenta los principios de seguridad
jurídica, debido proceso y tutela judicial efectiva, razones por las que se dispuso dejar sin
efecto el Auto de Vista impugnado ordenando que se dicte uno nuevo.

El precedente invocado es símil al caso de autos en el aspecto de que el Auto de Vista


extraña defectos sin verificar los antecedentes previamente, y sin precisar los hechos
irregulares de la autoridad jurisdiccional incurriendo en un defecto absoluto que atenta los
principios de seguridad jurídica, debido proceso y tutela judicial efectiva, lo cual también es
denunciado en el presente recurso de casación donde se observa la presencia de defectos
absolutos en el Auto de Vista impugnado no susceptibles de convalidación, siendo resaltada
con negrillas la parte pertinente a ser aplicada al presente proceso.

El Auto Supremo 329 de 29 de agosto de 2006, estableció la siguiente doctrina legal


aplicable: “La calificación del delito en el Código de Procedimiento Penal, se
entiende como la apreciación que cada una de las partes hace de los hechos, de
las leyes aplicables y de la resultante relacionada al acusado, y, cuando no se la
califica adecuadamente, se genera una errónea aplicación de la ley sustantiva, por
la errónea calificación de los hechos (tipicidad), porque la adecuación de la
conducta humana a la descripción objetiva del o de los delitos endilgados, debe
ser correcta y exacta. Por otra parte, conviene recordar que el Auto Supremo Nº 417/03
de 19 de agosto de 2003, estableció que la "tipicidad, es la adecuación de la conducta del
sujeto al tipo penal, es decir que el hecho se adecua al tipo". Que la parte final del Art. 413
del Código de Procedimiento Penal, atribuye al Ad-quem, la facultad de que "cuando sea
evidente, que para dictar una nueva Sentencia, no es necesaria la realización de un nuevo
juicio, resolverá directamente", se refiere al caso sometido a su conocimiento, con la
jurisdicción y competencia que le asignan los artículos 42, 43, inc. 2, y, 51, numeral 2), del
mismo Código, por lo que corresponde regularizar el procedimiento y determinar que el
Tribunal de Alzada dicte una nueva Sentencia conforme a la doctrina legal aplicable”.

La citada doctrina fue pronunciada dentro de un proceso penal seguido por la comisión del
delito de Tráfico de sustancias controladas, donde inicialmente se dictó Sentencia
condenatoria, que fue confirmada mediante Auto de Vista, determinación que fue recurrida
de casación con el argumento que su conducta no se adecua al tipo penal por el cual ha sido
acusado, juzgado y condenado, sino a otro, incurriéndose en consecuencia en errónea
aplicación del tipo penal; sin embargo por Auto Supremo concluyó luego de realizar un
análisis de los hechos y del tipo delictivo y la circunstancia agravante del delito impugnado,
que la conducta se subsume a la prescripción del tipo delictivo por el cual fue procesado el
acusado, sino a otro delito, por lo que habría existido errónea aplicación de la ley sustantiva
penal, en consecuencia dejó sin efecto el Auto de Vista impugnado ordenando que se dicte
uno nuevo.

El precedente invocado fue pronunciado dentro de proceso símil al presente proceso, ya que
el Auto de Vista fue dejado sin efecto, al no haberse advertido que el juez a quo incurrió en
errónea aplicación de la ley sustantiva, aspecto que en el caso de autos, es denunciado en el
inc. 2) del acápite I.1.1. de la presente resolución, siendo resaltada con negrillas la parte
pertinente para el presente proceso.

El Auto Supremo 431 de 11 de octubre de 2006, señalo como doctrina legal aplicable: “que la
calificación del hecho a un tipo penal determinado es en razón a describir
primeramente el hecho para luego comparar las características de la conducta
ilícita con los elementos constitutivos del delito; es necesario tomar en cuenta que la
conducta general descrita por el tipo penal se encuentra en la norma, mientras que la
conducta particular se identifica por la descripción de sus peculiaridades, si estas se
subsumen a todos los elementos constitutivos de un tipo penal, recién podrá calificarse el
hecho como delito incurso en tal normativa; en caso de que falte la adecuación de un
elemento constitutivo del tipo penal, el hecho no constituye delito o en su caso se adecua a
tentativa u otra figura delictiva”.

La citada doctrina fue pronunciada dentro de un proceso penal seguido por la comisión del
delito de sustancias controladas, donde inicialmente se dictó Sentencia condenatoria, que fue
confirmada mediante Auto de Vista, el cual fue impugnado debido a que no se advirtió que se
infringió la Ley Sustantiva referido al tipo delictivo; que por Auto Supremo se concluye que el
Tribunal de alzada no tomó en cuenta el análisis de la conducta ilícita del imputado, y la
subsunción del delito, concluyendo en ésta instancia que la conducta ilícita del imputado se
subsumió al delito de tentativa de suministro de sustancias controladas; razones por las que
el referido Auto Supremo dispuso dejar sin efecto el Auto de Vista impugnado ordenando que
se dicte uno nuevo.

El precedente invocado fue pronunciado dentro de un proceso cuya denuncia es símil al


presente caso en análisis, ya que el Auto de Vista fue dejado sin efecto, al no haberse
considerado el análisis de la conducta ilícita del imputado y la subsunción al tipo, aspecto que
en el caso de autos, es denunciado en el inc. 2) del acápite I.1.1. de la presente resolución,
siendo resaltada con negrillas la parte pertinente para el presente proceso.

El Auto Supremo 236 de 7 de marzo de 2007, determinó como doctrina legal aplicable la
siguiente: “El debido proceso se manifiesta en que las partes procesales gocen de
los derechos y garantías previstas para que la investigación y juzgamiento se
desarrollen en el marco del respeto a los derechos fundamentales de la persona,
sea aquella el acusador particular o público, y el acusado; precepto al que se suma el
derecho a la seguridad jurídica, debiendo la actividad jurisdiccional esmerarse para brindar a
los administrados la seguridad que las decisiones se enmarquen en los preceptos establecidos
en la Constitución Política del Estado, Los Tratados y Convenios Internacionales, y la Ley. Los
delitos para ser considerados como tales, deben reunir todas las condiciones exigidas para
cada tipo en el Código Penal y ser probado en juicio oral, público, contradictorio y continuo, y
en la fase de subsunción legal los Tribunales y Jueces de Sentencia, y
excepcionalmente los Tribunales de Apelación, deben tener el cuidado de observar
que a la ausencia de alguno de los elementos configurativos del tipo penal, no
existe delito”.

La citada doctrina fue pronunciada dentro de un proceso penal seguido por la comisión del
delito de peculado, falsedad material, uso de instrumento falsificado, estafa y engaño a
personas incapaces, donde se impugna la trasgresión a sus derechos a la legítima defensa y
el debido proceso, la intervención del fiscal adjunto sin competencia viciando de nulidad sus
actos, además de la inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva, sin embargo su
conducta no se adecua a dicha figura penal, y que la conducta se adecuaría a otro tipo penal,
denuncia también que existiría falta de enunciación del hecho objeto del juicio o su
determinación circunstanciada, y no explica aspectos cuestionados, limitándose a referir que
el hecho fue probado con el término "indudablemente", inc. 3) del art. 370 del CPP,
arguyendo que se hubiera incorporado prueba documental para su lectura, vulnerando las
normas del art. 370 inc. 4) del CPP, también observa la carencia de fundamentación de la
sentencia o la contradicción de la misma, art. 370 inc. 5) del CPP, que constituirían un
defecto absoluto, de acuerdo al art. 169 inc. 4) de la indicada Ley, fijándose la pena sin
observar los arts. 38 y 40 del CP, que luego de un análisis la entonces Corte Suprema de
Justicia, determinó que la recurrente incurrió en defectos en la presentación y consideración
del recurso de casación, teniendo como único argumento la equivocada apreciación en la
convalidación del delito en el Auto de Vista impugnado.

El precedente invocado es símil al presente caso de autos, por cuanto de acuerdo a la


doctrina legal aplicable los delitos para ser considerados como tales, deben reunir todas las
condiciones exigidas para cada tipo en el Código Penal y ser probado en juicio oral, público,
contradictorio y continuo, y excepcionalmente los Tribunales de apelación, deben tener el
cuidado de observar que ante la ausencia de alguno de los elementos configurativos del tipo
penal, no existe delito; aspecto que en el caso de autos, es denunciado en el inc. 2) del
acápite I.1.1. de la presente resolución, siendo resaltada con negrillas la parte pertinente al
presente proceso.

De la revisión de los precedentes invocados se evidencia que dejan claro que el Tribunal de
alzada a través del Auto de Vista, no se encuentra facultado para la valoración de la prueba,
siendo esta labor de los Jueces y Tribunales de Sentencia; y, en caso de anularse la
Sentencia y disponerse el reenvío, se debe precautelar los derechos de las partes caso
contrario constituye un defecto absoluto que atenta contra los principios de seguridad
jurídica, debido proceso y tutela judicial efectiva, al no comprobar previamente el
cumplimiento de reglas procedimentales de su trámite en cuanto al ofrecimiento e
introducción de la prueba a juicio en resguardo del debido proceso, tampoco se debe dejar
de lado que en esa labor también los tribunales de alzada, deben emitir pronunciamiento y
fundamentación sobre todos los aspectos cuestionados en el recurso. Asimismo con relación a
la calificación del delito, cuando ésta no se la realiza de forma adecuada, genera una errónea
aplicación de la ley sustantiva, por la errónea calificación de los hechos en cuyo caso
corresponderá su análisis al Tribunal de alzada y en caso de advertir una infracción a lo
señalado, emitir una nueva Sentencia.

III.2. De los fallos de un Tribunal de Alzada, al no expresarse sobre todos los


agravios planteados (citra petita o ex silentio).

Este tribunal respecto a los autos de vista que no se expresan sobre todos los agravios
planteados, señaló en el Auto Supremo 12/2012 de 30 de enero, que: “Es una premisa
consolidada que todo Auto de Vista se encuentre debidamente fundamentado y motivado,
cumpliendo con los parámetros mencionados y desarrollados supra (especificidad, claridad,
completitud, legitimidad y logicidad); respondiendo y emitiendo los criterios jurídicos sobre
cada punto impugnado que se encuentre en el recurso de apelación restringida, además de
revisar de oficio si existen defectos absolutos, en cuyo caso, es necesario que en la
fundamentación se vierta los criterios jurídicos del porque dicho acto se considera defecto
absoluto y que principios, derechos o garantías constitucionales fueron afectados.
Por lo que no existe fundamentación en el Auto de Vista cuando en el mismo se evidencia
que el tribunal de Alzada no se pronunció sobre todos los motivos en los que se fundaron el
recurso de apelación restringida deducido por el o los procesados, lo cual constituye un vicio
de incongruencia omisiva (citra petita o ex silentio) que vulnera el art. 124 del Código de
Procedimiento Penal debido a que dicho precepto legal exige la fundamentación de las
resoluciones y prohíbe que aquella fundamentación sea remplazada por la simple relación de
los documentos o la mención de los requerimiento de las partes, debiendo los Tribunales de
Alzada circunscribir sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la resolución impugnada,
ello en estricto cumplimiento del art. 398 del citado Código de Procedimiento Penal. Por lo
que la omisión de pronunciamiento de un aspecto reclamado se constituye en un defecto
absoluto inconvalidable que vulnera el derecho a la defensa, al debido proceso y a la tutela
judicial efectiva”.

III.3. La labor de subsunción penal y su control por el Tribunal de alzada.

El Tribunal Supremo de Justicia a través del Auto Supremo 134/2013-RRC de 20 de mayo,


respecto a la labor de subsunción penal y el control que debe ejercer al respecto el Tribunal
de alzada, ha señalado: “Una vez desarrollada la audiencia en sus distintas fases, incluida la
actividad probatoria de las partes, corresponde al Juez o Tribunal de Sentencia resolver
aquellas cuestiones relativas a la comisión del hecho punible que determine en su caso la
absolución o la condena del imputado, debiendo la Sentencia contener la exposición de los
motivos de hecho y de derecho en que se funda conforme se tiene establecido en el art.
360.3) del CPP. En este ámbito, debe tenerse en cuenta que la labor de subsunción, es una
labor lógica del aplicador, para determinar si el hecho específico legal, o la consecuencia
jurídica establecida por la norma coincide o difiere, consecuentemente, lo que debe hacer el
juzgador es encuadrar el hecho específico concreto en el hecho específico legal. Por tal razón,
toda Sentencia condenatoria se compone de dos operaciones, sin perjuicio de que las mismas
se descompongan en otras varias. Una primera operación se concentra en determinar el
hecho probado, y la segunda, una vez conocido el hecho se ocupa de la labor de subsunción
del hecho en alguno o algunos preceptos penales. A la primera se la llama juicio histórico o
fundamentación fáctica y la segunda es conocida como juicio jurídico o fundamentación
jurídica y ambas deben gozar de una adecuada fundamentación. Esta exigencia de la
motivación tiene un fundamento de carácter constitucional y permite que la Sentencia se
justifique objetivamente; además, de exteriorizar una ineludible convicción judicial. Esto
implica que la Sentencia ha de ser racional, de manera que la convicción del juez no puede
basarse en la intuición o sospecha, sino que el mismo debe proceder de la prueba practicada
en el juicio. Solo una convicción derivada de la prueba es atendible, por lo que cualquier otra
convicción que procede de un motivo ajeno no es adecuada al razonamiento judicial y es
pura arbitrariedad, por lo que la motivación sirve de control para evitar que se dicten las
Sentencias basadas únicamente en certidumbres subjetivas del juez, pero carentes de todo
sustento probatorio. En cuanto al control de la subsunción jurídica, corresponde precisar que
la exteriorización del razonamiento efectuado por el Juez o Tribunal de Sentencia, permite su
control al Tribunal de apelación, por ello la motivación de la Sentencia debe reflejar el
razonamiento encaminado a la aplicación de la norma general al caso juzgado, trasladando la
valoración genérica que el legislador ha expresado en la norma general a un supuesto de
hecho concreto. La legitimidad de este procedimiento depende de la corrección con la que se
haya inferido la decisión jurídica. Por otra parte, debe tenerse presente que en el juicio sobre
la observancia de la ley sustantiva existen limitaciones, como la falta o insuficiencia de
determinación del hecho que sirve de sustento a la calificación jurídica, que impide constatar
si la ley ha sido bien o mal aplicada, y fundamentalmente los problemas ligados a la
interpretación de los conceptos jurídicos que integran la ley sustantiva y a la subsunción
jurídica. Para superar estas limitaciones, el Tribunal de apelación al realizar la labor de control
de la subsunción debe partir del hecho acusado, para saber si corresponde o no subsumirlo
en el tipo o tipos penales acusados, siendo además importante interpretar los conceptos
jurídicos que integran la ley sustantiva; de ese modo, el Tribunal de casación podrá cumplir
con su labor de uniformar la jurisprudencia, estableciendo criterios rectores que permitan la
aplicación del principio de seguridad jurídica. Además, cabe recordar la necesidad de que las
resoluciones en general y las resoluciones judiciales en particular, estén debidamente
motivadas, por ser este un principio básico que informa el ejercicio de la función
jurisdiccional; y, al mismo tiempo, un derecho de los justiciables a obtener de los órganos
judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones
oportunamente propuestas; de tal manera, los jueces o tribunales cualquiera sea la instancia
a la que pertenezcan, están obligados a expresar la argumentación jurídica que los ha llevado
a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de administrar justicia
se haga en sujeción a la ley; pero también, con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio
del derecho de defensa de los justiciables. Con base a lo expuesto, se establece que ante la
formulación de recurso de apelación restringida, corresponde al Tribunal de apelación en
ejercicio de la competencia que la ley le asigna, de controlar a partir de los elementos
constitutivos de cada delito, si el Juez a quo realizó la adecuada subsunción del hecho a los
tipos penales acusados, realizando al efecto la correspondiente motivación”.

III.4. Análisis del caso concreto.

En el caso presente cabe precisar antes del análisis de los motivos alegados en casación por la parte
recurrente, que si bien ambos se fundan en la actuación del Tribunal de alzada al resolver el recurso de
apelación restringida por la parte imputada, no es menos evidente que la decisión contenida en el Auto de
Vista impugnado de anular la Sentencia condenatoria y ordenar la reposición del juicio por otro Juez
de Sentencia, le genera un agravio, más cuando en esencia se alega que la determinación asumida por el
Tribunal de apelación no está debidamente fundamentada e incurre en una serie de defectos
que se detallan a continuación.

En el primer motivo, la denuncia de la recurrente está referida a que el Auto de Vista


impugnado, respecto al reclamo del imputado sobre la concurrencia de los defectos de la
Sentencia, previstos por los incs. 1), 5) y 6) del art. 370 del CPP, no se encuentra
debidamente fundamentado, no es completo, exhaustivo, ni lógico, pues no realiza una
exposición clara y suficiente sobre los justificativos y análisis de su conclusión sobre la
existencia del defecto de Sentencia previsto por el inc. 1) del art. 370 del CPP y que con
relación a los defectos de la Sentencia establecidos por los incs. 5) y 6) del art. 370 del CPP,
tampoco realizó una valoración de las cuestiones denunciadas de modo integral; en cuanto al
defecto previsto por el inc. 5), existe omisión de la valoración de la prueba y jurídica, porque
no se citan e interpretan las normas jurídicas. Y con relación al defecto previsto por el inc. 6)
del CPP, el tribunal debió fundamentar su resolución determinando si se aplicaron o no
correctamente las reglas de la sana crítica.

Ahora bien, de la revisión de antecedentes, se establece que el Tribunal de Alzada mediante


el Auto de Vista impugnado, declaró procedente el recurso de apelación restringida planteada
por el imputado en el caso de autos, conforme se detalla en el acápite II.4 de la presente
Resolución, habiendo anulado la Sentencia apelada, y ordenando la reposición del juicio por
otro Juez de Sentencia de la capital previo sorteo computarizado; fallo que se limitó a realizar
un resumen extenso de la apelación restringida, citas normativas, transcripción de Autos
Supremos y de partes de la Sentencia apelada, para luego concluir que advirtió contradicción
entre los fundamentos de los hechos probados y la valoración intelectiva, sin precisar a qué
contradicciones se refiere, cuál el análisis y fundamento legal como motivación que le
llevaron a asumir dicha determinación, pues concluyó que se vulneraron las reglas del debido
proceso en cuanto a la tutela judicial y el derecho al recurso y dispone la anulación de la
Sentencia impugnada, al amparo del art. 413 del CPP, desconociéndose las razones, actos
procesales y demás determinaciones, con las cuales advirtió la vulneración de los derechos
mencionados.

Con esta precisión, se evidencia en consecuencia que, el Auto de Vista impugnado no se


pronunció acerca de los incs. 1), 5) y 6) del art. 370 del CPP, tampoco existe fundamentación
en la determinación de si se aplicaron o no correctamente las reglas de la sana crítica, por
consiguiente al no circunscribirse a los aspectos cuestionados, el Tribunal de alzada infringió
el art. 398 del CPP y el art. 17.II de la Ley del Órgano Judicial, resultando ser contradictorio
con los precedentes invocados contenidos en los Autos Supremos 164/2012 de 4 de julio, 308
de 25 de agosto de 2006 y 418 de 10 de octubre de 2006, cuyas doctrinas aplicables fueron
destacadas en el punto III.1 de la presente Resolución y la jurisprudencia establecida al
respecto en el Auto Supremo 12/2012 de 30 de enero, precisado en el punto III.2 del
presente fallo, al haberse incurrido en incongruencia omisiva.

En el segundo motivo, también denuncia la acusadora particular, la falta de logicidad del


Auto de Vista por confundir la subsunción del hecho al tipo penal y el control del iter lógico o
razonamiento emergente de la valoración de la prueba resolviendo ambos, de manera
conjunta y relacionada, cuando se tratan de aspectos diferentes que debieron ser resueltos
independientemente, dando lugar a la falta de fundamentación, porque no responde con
criterios lógicos a cada uno de los puntos impugnados.

En cuanto a este motivo, se debe tener presente que el Tribunal de apelación se refiere que
habría advertido que en la fundamentación probatoria intelectiva del juez a quo existiría
contradicción entre los fundamentos de los hechos probados y la valoración intelectiva, y
señala que inclusive se habría añadido enunciados que no han sido indicados por las partes,
por lo que la fundamentación no sería coherente infringiendo la lógica de la razón suficiente,
y que si se parte de premisas falsas no se argumenta bien, resultando ser la argumentación
insatisfactoria e insuficiente, por consiguiente se estaría ante una argumentación parcial,
considerando que la decisión judicial estará justificada si deriva de premisas de razonamiento
y fácticas verdaderas, por lo que concluye que se habría vulnerado el principio procesal de
congruencia, y que la impugnación del defecto de la sentencia previsto en el numeral 1) del
art. 370 del CPP y este con relación a la falta de fundamentación y defectuosa valoración de
la prueba estaría justificada, por lo que dispone la anulación de la sentencia impugnada de
acuerdo al art. 413 del CPP; sin embargo, el análisis confuso que realiza el Tribunal de
alzada, se desprende que no se refiere a que si existió o no inobservancia o errónea
aplicación de la ley sustantiva, por cuanto lo que debió realizar era la labor de control de la
subsunción partiendo del hecho acusado, para establecer si corresponde o no subsumirlo en
el tipo o tipos penales acusados, siendo además importante interpretar los conceptos
jurídicos que integran la ley sustantiva, lo cual no aconteció en el presente caso de autos al
confundir la subsunción del hecho al tipo penal con el razonamiento emergente de la
valoración de la prueba, por consiguiente el Auto de Vista impugnado también incurre en
contradicción con los precedentes invocados, Autos Supremos 329 de 29 de agosto de 2006 y
431 de 11 de octubre de 2006, y la jurisprudencia contenida en el Auto Supremo 134/2013,
citados en los acápites III.1 y 3 de la presente resolución.

Por las razones expuestas, este Tribunal llega a la conclusión de que el Tribunal de apelación
no obró correctamente, correspondiendo dejar sin efecto la resolución impugnada.

POR TANTO

La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, con la facultad conferida por el art. 419 del
CPP, declara FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Rocío Peñaranda Gamarra, de
fs. 661 a 67; y, en aplicación del art. 419 del CPP, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista de 6
de enero de 2014, disponiendo que la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, previo sorteo y sin espera de turno, pronuncie nuevo Auto de Vista,
en conformidad a la doctrina legal establecida en la presente Resolución.

A los efectos de lo previsto por el art. 420 del CPP, hágase conocer mediante fotocopias
legalizadas el presente Auto Supremo a los Tribunales Departamentales de Justicia del Estado
Plurinacional, para que por intermedio de sus Presidentes, pongan en conocimiento de los
Jueces en materia Penal de su jurisdicción.

En aplicación del art. 17.IV de la Ley del Órgano Judicial, por Secretaría de Sala,
comuníquese el presente Auto Supremo al Consejo de la Magistratura.

Regístrese, hágase saber y cúmplase.

Firmado

Magistrada Relatora Dra. Maritza Suntura Juaniquina


Magistrada Dra. Norka N. Mercado Guzmán
Secretario de Sala Cristhian G. Miranda Dávalos
SALA PENAL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA DEL ESTADO PLURINACIONAL
DE BOLIVIA

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