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TEMA 11: Consecución de las capacidades generales de la etapa mediante los

objetivos y contenidos de las áreas del currículo de Educación Infantil.

ÍNDICE

1. Introducción

2. Características de la Educación Infantil

3. Las capacidades

4. El currículo

5. Qué enseñar: objetivos y contenidos

6. Cómo y cuándo enseñar: la metodología

7. Qué, cómo y cuándo evaluar

8. Conclusión

9. Bibliografía

10. Webgrafía

Antes de desarrollar mi tema, destaco que lo haré basándome en la legislación


vigente, comenzando por la Constitución Española de 6 de diciembre de 1978, que
recoge en su artículo 27 el derecho de las personas a recibir una educación. Siguiendo
este principio, se encuentra a nivel nacional la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de
Educación (LOE). En el caso de la Educación Infantil (EI), menciono el Real Decreto
1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del
segundo ciclo de dicha etapa educativa (BOE 4 de enero de 2007, artículo 5, punto 1,
contenidos del primer ciclo), así como el Real Decreto 132/2010, de 12 de febrero, por
el que se establecen los requisitos mínimos de los centros que impartan las enseñanzas
del segundo ciclo de la Educación Infantil, Primaria y Secundaria. De todo ello deriva,
en nuestro caso, la Ley 17/2007, de 10 de diciembre, de educación de Andalucía
(LEA), la Orden de 5 de agosto de 2008, por la que se desarrolla el Currículo de EI en
Andalucía (CAA), el Decreto 428/2008, de 29 de julio, por el que se establece la
ordenación y las enseñanzas correspondientes a la EI en Andalucía, y la Orden de 29
de diciembre de 2008, por la que se establece la ordenación de la evaluación en la EI
en Andalucía.

El tema que a continuación desarrollaré, es de gran importancia puesto que trata


sobre la consecución de las capacidades generales de etapa mediante el currículo de
EI, aspecto que, según la legislación nombrada, es necesario conocer bien.

2. Características de la Educación Infantil


El título I de la LOE, que establece la ordenación de las enseñanzas y sus
etapas. En el caso de la EI, se concibe como una etapa única, organizada en dos ciclos
(0-3 años, y 3-6 años). En el segundo ciclo se fomentará la aproximación a la
lectoescritura, habilidades lógico-matemáticas, lengua extranjera, uso de las tecnologías
de la información y la comunicación (TIC), y lenguajes artísticos. Algunos de estos
principios se recogen en el artículo 14 de la LOE, cuyas ideas principales son:
división de la etapa en dos ciclos (por razones evolutivas, sociales, estructurales del
sistema educativo, metodológicas, organizativas, y de estructuración curricular),
organización de los contenidos en base a experiencias, fomento de una aproximación a
las destrezas anteriormente mencionadas, aplicación de los métodos de trabajo en climas
afectivos y de confianza, y determinación de los contenidos por parte de las
Administraciones educativas.

3. Las capacidades

Tal y como menciona el artículo 2 de la LOE, uno de los fines de la educación


es el “pleno desarrollo de la personalidad y las capacidades de los alumnos”, definidas
estas últimas como aquellas aptitudes que el alumno ha de alcanzar para conseguir un
desarrollo integral como persona. El currículo se orienta a lograr este desarrollo en los
planos físico y motórico, emocional y afectivo, social, y cognitivo. Unos conceptos
relacionados con las capacidades son: conocimiento (comprender un saber desde su
lógica interna), capacidad (relacionar este conocimiento con un contexto de la realidad
y ampliar el campo cognoscitivo), habilidades (la capacidad se manifiesta y permite
aplicar el conocimiento sobre una realidad específica), y competencia (seleccionar
entre todos los conocimientos, capacidades y habilidades relacionadas con una realidad
compleja).

4. El currículo

El artículo 6 de la LOE lo define como “el conjunto de objetivos, competencias


básicas, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación de cada una de las
enseñanzas reguladas en la Ley”. Los contenidos básicos de las enseñanzas mínimas
requerirán el 55% de los horarios escolares para las Comunidades Autónomas (CCAA)
que tengan lengua cooficical, y el 65% para aquellas que no la tengan. El currículo
cumple dos funciones: hacer explícitas las intenciones del sistema educativo, y servir
como guía para orientar la práctica educativa.

Existen diferentes niveles de concreción curricular, que son los siguientes:

- Primer nivel: recoge los términos generales de actuación educativa


comunes a nivel estatal. Su elaboración es competencia del Ministerio de Educación, y
se completa con las propuestas que hacen las CCAA en su ámbito territorial.

- Segundo nivel: Proyecto Educativo de Centro (PEC): se trata de la


adecuación de los términos generales del primer nivel a la realidad de cada centro
escolar en concreto. Lo elabora el equipo docente del centro.
- Tercer nivel: Programaciones: son concreciones del PEC a un grupo
determinado de alumnos, formadas por las diferentes unidades didácticas (UUDD) que
se trabajarán en el aula.

- Cuarto nivel: Adaptaciones curriculares: algunos autores consideran este


cuarto nivel, aunque no se hable normalmente de él. Se trata de adaptaciones de las
programaciones de aula a uno o varios alumnos que, por unas características
particulares, necesiten que se les adapte el currículo.

El currículo contiene, pues, una serie de elementos derivados de las


disposiciones generales estatales, que son: qué enseñar (objetivos y contenidos),
cuándo enseñar (selección y secuenciación), cómo enseñar (metodología), y qué,
cómo y cuándo evaluar (evaluación). En nuestro caso, la LEA aporta información
sobre el currículo: principios que lo orientan, competencias básicas de las enseñanzas
obligatorias, educación en valores, y cultura andaluza.

5. Qué enseñar: objetivos y contenidos

En primer lugar, los objetivos se caracterizan por: referirse a capacidades y no


a conductas, responder al PEC de cada centro, enunciarse en términos de procesos, y
referirse a los 3 tipos de contenidos (conceptuales, procedimentales y actitudinales).
Existen dos procesos: selección de los objetivos (en función de las características
psicológicas y evolutivas de los alumnos, la estructura de la materia, y los
conocimientos previos de los alumnos), y secuenciación (considerando la estructura
lógica de los aprendizajes a realizar, el ritmo de aprendizaje de los alumnos, y los
métodos y técnicas de enseñanza).

En segundo lugar, los contenidos son el conjunto de formas culturales y


saberes seleccionados que se consideran necesarios para el desarrollo de la personalidad
de los niños. Los contenidos educativos de la EI se organizan en áreas correspondientes
a ámbitos de la experiencia y el desarrollo infantil, que son: área de conocimiento de sí
mismo y autonomía personal, área de conocimiento del entorno, y área de lenguajes:
comunicación y representación. Asimismo, como ya he dicho, se distinguen 3 tipos de
contenidos: conceptuales (hechos, datos, etc.), procedimentales (habilidades, técnicas,
etc.), y actitudinales (normas, valores, etc.). Debe quedar claro el carácter globalizador
de dichos contenidos.

6. Cómo y cuándo enseñar: la metodología

La metodología se refiere al conjunto de métodos, estrategias, etc., que el


maestro empleará para el aprendizaje de sus alumnos. La LOE establece en su artículo
13 los siguientes principios pedagógicos para desarrollar una metodología: la atención a
la diversidad, el enfoque globalizador, el aprendizaje significativo, el juego, la actividad
infantil, el ambiente escolar, la organización de espacios y tiempos, los materiales como
elementos mediadores, el centro de EI, la EI como tarea compartida, y la evaluación por
observación. Si hablamos de “cuándo enseñar”, hace referencia a la organización
temporal del proceso de enseñanza-aprendizaje, que debe hacerse en conjunto.

7. Qué, cómo y cuándo evaluar

La evaluación ha de tener por objeto informar acerca de los avances de los


alumnos, así como del propio proceso de enseñanza-aprendizaje. En el caso de
Andalucía, el Decreto 428/2008, de 29 de julio, establece que la evaluación debe tener
carácter individual, y ser global, formativa y continua. La principal técnica de
evaluación será la observación directa y sistemática. ¿Qué evaluaremos? Los
aprendizajes (en el primer ciclo, el proceso madurativo del niño; en el segundo, las
capacidades, procesos, valores, etc.), y la enseñanza (en relación con el logro de
objetivos de etapa y áreas). ¿Cómo evaluaremos? A través de entrevistas con las
familias, la observación directa y sistemática, y el análisis de las producciones de los
niños. ¿Cuándo evaluar? Se plantea la evaluación con carácter global (abarcar las
distintas dimensiones del desarrollo personal), continuo (durante todo el proceso de
enseñanza-aprendizaje), y formativo (comprobar que la metodología utilizada funciona
y, en su caso, corregirla). Es recomendable que el maestro evalúe al final de cada
trimestre, a final de curso, y a final de ciclo, con un informe individualizado.

8. Conclusión

Como conclusión de todo lo expuesto, puedo señalar la gran importancia de que


los docentes conozcan bien el currículo, en nuestro caso de EI, para poder establecer un
plan de acción educativa con el que conseguir el pleno desarrollo de los niños en esta
etapa. Esto supone una ardua tarea que deberá llevar a cabo el equipo docente en
conjunto y, por supuesto, atendiendo a la realidad de cada centro y sus alumnos.

9. Bibliografía

- “Psicología del niño”, Piaget. Morata Ediciones: Madrid.

- “Enciclopedia de la Educación Infantil”, Gallego Ortega y Fernández de Haro.


Ediciones Aljibe: Málaga.

10. Webgrafía

www.profes.net, www.educacioninfantil.com, www.guiainfantil.com

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