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Hermenéutica y critica de las ideologias EL DEBATE al que se alude con este tftulo supera considerablemente los !{mi- tes de una discusién acerca de la fundamentacién de las ciencias sociales. Po- ne en juego lo que yo llamarfa el gesto filoséfico de base. ;Es este gesto el re- conocimiento de las condiciones histéricas a las que est4 sometida toda comprensién humana bajo el régimen de la finitud? O bien este gesto es, en tiltima instancia, un gesto de desafio, un gesto critico, indefinidamente reto- mado ¢ indefinidamente dirigido contra la falta conciencia, contra las distor- siones de la comunicacién humana detrds de las cuales se disimula el ejerci- cio permanente de la dominacién y de la violencia? Esta es la propuesta filosdfica para un debate que parece en primer lugar entablarse en el plano de la epistemologta de las llamadas ciencias del espiritu, y que se enunciarfa en los términos de una alternativa: o la conciencia hermenéutica o la con- ciencia critica. Pero, es realmente asf? No habré que rechazar la alternativa misma? ;Es posible una hermenéutica que haga justicia a la critica de las ideologfas, quiero decir, que muestre su necesidad desde el fondo mismo de sus propias exigencias? Se presiente que la apuesta es importante. No vamos a abordarla de entrada en términos tan generales y con una actitud tan am- biciosa; tomaremos mds bien como eje de referencia una discusién contem- pordnea que tiene la ventaja de presentar el problema en forma de alternati- va. Si ésta debe ser finalmente superada, no lo ser4 al menos en la ignorancia de las dificultades que hay que vencer. Los dos protagonistas de la alternativa son: del lado hermenéutico, Hans Georg Gadamer; del lado critico, Jiirgen Habermas. Hoy se halla publicamen- te documentada la polémica, parcialmente reproducida en el pequefio volu- men Hermeneutik und Ideologiekritik, publicado por Suhrkamp en 1971.! De 1 La siguiente es, a grandes rasgos, la historia del debate. En 1965 aparece la segunda edicién de Wahrheit und Methode de H. G. Gadamer [traduccién castellana: Verdad y Método, ob. cit.], publicado por primera vez en 1960. Esta edicién contiene un prefacio que responde a 307 308 IDEOLOGIA, UTOPIA Y POLITICA este documento extraeté las Iineas de fuerza del conflicto que opone herme- néutica y teoria critica de las ideologtas. Tomaré como piedra de toque del debate la apreciacién de la tradicién en una y otra filosofia; a la apreciacién positiva de la hermenéutica responde la aproximacién recelosa de la teorfa de las ideologias, que no quiere ver en ella mas que la expresién sistematicamen- te distorsionada de la comunicacién bajo los efectos de un ejercicio no reco- nocido de la violencia. La eleccién de esta piedra de toque tiene la ventaja de poner inmediatamente en evidencia una confrontacién relativa a la reivindi- cacién de universalidad de la hermenéutica. En efecto, si la critica de las ideo- logias tiene algiin interés, es en la medida en que es una disciplina no hetme- néutica, que se inscribe fuera de la esfera de competencia de una ciencia o de una filosofia de la interpretacién, y que le marca su limite fundamental. Me limitaré en la primera parte de este ensayo a presentar las partes del documento; lo haré en los términos de una alternativa simple: o la herme- néutica o la critica de las ideologfas. Reservaré pata la segunda parte una re- flexién de cardcter més personal, centrada en las dos preguntas siguientes: 1) gEn qué condiciones una filosofia hermenéutica puede dar cuenta en sf misma de la demanda leg{tima de una critica de las ideologtas? :Es al pre- cio de su reivindicacién de universalidad y de una reestructuracién suficien- temente profunda de su programa y de su proyecto? un primer grupo de crfticas. Habermas lanza un primer ataque en 1967, en su Logica de las ciencias humanas, ataque ditigido contra la seccién de Verdad y Método sobre la cual nos con- centraremos: la rehabilitacién del prejuicio, de la autoridad y de la tradicién, y la famosa teo- rfa de la “conciencia histérica eficiente”. Gadamer publica el mismo afio, en Kleine’ Schriften |, una conferencia de 1965 titulada “La universalidad del problema hermenéutico” {eraduccién castellana: en H. G. Gadamer, Verdad y Método If, Salamanca, Ediciones Sigueme, 1992, p. 213] de la que hay una traduccién francesa en los Archives de philasophie de 1970 (pp. 3-17), asi como otro ensayo, “Retérica, hermenéutica y critica de las ideologfas” [en H. G. Gada- mer: Verdad y Método 1, ob. cit., p. 225) igualmente traducido en los Archives de philosophie de 1971 (pp. 207-230). Habermas responde en un largo ensayo, “Reivindicacién de la uni- versalidad de la hermenéutica”, publicado en la Festchrift en honor de Gadamer, titulado Hermentutica y dialéctica |, 1970. Pero la obra principal de Habermas que nosotros conside- raremos se titula Erkenntnis und Interesse (1968; traduccién francesa, Connaisance et Interét, Parfs, Gallimard, 1976 (traduccién castellana: Conocimiento e interés, Madrid, Taurus}). Es- ta obra contiene, en el apéndice, una importante exposicién de principio y de método pu- blicada en 1965 bajo el titulo de “Perspectivas”. Su concepcién de las formas actuales de la ideologia se encuentra en La técnica y la ciencia como ideologla (traduccién francesa, Paris, Gallimard, 1973), oftecido a Herbert Marcuse en su 70° aniversario en 1968. HERMENEUTICA Y CRITICA DE LAS IDEOLOGIAS 309 2) En qué condiciones es posible una critica de las ideologfas? Puede, en dikima instancia, estar desprovista de presupuestos hermenéuticos? Quiero aclarar que ningin propésito de anexién, ningun sincretismo di- rigird este debate. Estoy dispuesto a decir, siguiendo a Gadamer por otra parte, que cada una de las dos teorfas habla desde un lugar diferente, pero que cada una puede reconocer la pretensién de universalidad de la otra de una manera tal que el lugar de una esté inscripto en la estructura de la otra. I. La alternativa 1. Gadamer: la hermenéutica de las tradiciones Se puede ir directamente al punto critico ~al Brennpunkt— que Habermas ataca desde su Légica de las ciencias sociales, a saber, la concepcién de la conciencia histérica y la rehabilitacién en forma de provocacién de tres conceptos vincu- lados: prejuicio, autoridad y tradicién. En efecto, este texto no es ni secunda- rio, accesorio ni marginal. Se vincula directamente con la experiencia central 0, como acabo de decitlo, con el lugar desde donde habla esta hermenéutica y desde donde eleva su reivindicacién de universalidad. Esta experiencia es la del escéndalo que constituye, segiin la escala de la conciencia moderna, la es- pecie de distanciamiento alienante —de Verfremdung- que es, mucho més que un sentimiento o que un humor, el supuesto ontoldgico que sostiene la con- ducta objetiva de las ciencias humanas. La metodologla de estas ciencias im- plica ineluctablemente un distanciamiento que a su vez. presupone la des- truccién de la relacién primordial de pertenencia ~Zugehirigkeit— sin la cual no existirfa relacién con lo histérico como tal. Este debate entre distancia miento alienante y experiencia de pertenencia es seguido por Gadamer en las tres esferas en las que se divide la experiencia hermenéutica: esfera estéti- ca, esfera histérica, esfera lingiiistica. En la esfera estética, la experiencia de ser embargado es lo que siempre precede y hace posible el ejercicio crftico del juicio cuya teorfa ha hecho Kant con el titulo de juicio del gusto. En la esfera histérica, es la conciencia de ser sostenido por tradiciones que me pre- ceden la que hace posible todo ejercicio de una metodologia histérica en el nivel de las ciencias humanas y sociales. Finalmente, en la esfera del lenguaje, que en cierto modo atraviesa las dos precedentes, la copertenencia a las cosas dichas por las grandes voces de los creadores de discursos precede y hace posi-

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