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En esta época de la humanidad no es cosa de otro mundo hablar de los grandes avances
tecnológicos ocurridos hasta hoy, entre estos se suele relacionar a la experiencia vivida en las
proyecciones 3D. Sin embargo, la realidad es que esta técnica apareció hace más de un siglo.
Prehistoria
Si hablamos sobre la aparición y desarrollo de la microscopia, es indispensable mencionar una
característica que presentan los vertebrados y entre estos los humanos, me estoy refiriendo a
la “visión binocular”; en líneas generales esta se fundamenta en dos imágenes muy similares,
pero con una ligera diferencia llamada “disparidad”. En el caso de los humanos, la disparidad
esta ocasionada por los 65 mm de separación que hay entre ojo y ojo. Dichas imágenes son
enviadas desde cada uno de los dos ojos por separado, y el cerebro es el encargado de unificar
la información, resultando así una “percepción de profundidad”,
Esta percepción mencionada fue fundamental para la evolución del ser humano, ya que esta
nos permite medir distancias, y ese era una herramienta fundamental para el hombre
prehistórico, al momento de cazar. Milenios más tarde, cuando el hombre ya tenía un cerebro
desarrollado, nuestros antepasados tuvieron la idea de plasmar su día a día en dibujos en las
rocas, con el fin de dejar un legado para sus futuras generaciones, es ahí donde sintieron la
necesidad de medir distancias en sus pinturas. Para ello pintaban animales pequeños (aquellos
que estaban lejos) junto a animales grandes (aquellos más cercanos). Por supuesto no estamos
hablando de estereoscopia, pero si empezamos a ver ese “gusto por el realismo” es la
percepción del entorno.
Fig. 2. Pinturas rupestres europeas donde se plasman las cacerías del hombre antiguo
Esta técnica para plasmar la profundidad fue decayendo hasta desaparecer, hasta que durante
el renacimiento; la pintura sufrió una autentica revolución. Hablamos de la “perspectiva
aérea”, quizás la técnica pictórica más importante hasta nuestros días a la hora de plasmar la
“percepción de la profundidad”
Primeros Descubrimientos
Al pasar los años surgió en el hombre una nueva necesidad de “dotar a la imagen más realismo
y sensación de profundidad”. Entonces apareció en el año 1833 el primer aparato
estereoscópico “The Mirrorrescope”, invención del físico británico Charles Wheatstone. La
idea era sencilla proporcionar al cerebro dos imágenes similares, pero con una ligera
“disparidad”. Wheatstone pensó que, al reflejar dos imágenes 2D en dos espejos que
reflejaran cada uno a un ojo, conseguirían emular la visión binocular humana.
Fue en junio de 1915, cuando se dio la primera proyección 3D, este fue en el teatro neoyorkino
Astor. Se trataba de cortos grabados y emitidos de manera estereoscópica.
Fue desde ese entonces que la popularidad del cine 3D estuvo en auge en ciertos momentos
de la historia cinematográfica como en los años 20, después en los 50, más tarde en los 80 y
por último en nuestra época, que es más conocida como la era digital.