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VILLA CAPRA (villa Capra, o villa Capra-Valmarana)

Fue edificada entre el año 1567 – 1570, en un paisaje ideal, construida como mansión de un funcionario del Vaticano, llamado Paolo Almerico, al servicio de Pío
IV y Pío V, regresó a Vicenza, cargado de dinero. Su nombre, Rotonda (redonda), deriva de su planta, un círculo perfecto dentro de un cuadrado, formando una
composición totalmente simétrica, con un pórtico tradicional de templo delante de cada fachada. Tras la muerte del arquitecto en 1580, los nuevos propietarios,
la familia Capra encargó a Vicenzo Samozzi la construcción de nuevas dependencias. En el siglo XX, fue adquirida y restaurada por la familia Valmarana
de Venecia.
Situación. -
Situada en Vicenza, una colina sensiblemente elevada al plano y a las afueras de la urbe de Italia, con el fin de una distinción religiosa y de mayor proximidad a
Dios.
Concepto. -
Inspiración en funcionalidad y construcción del Phanteon romano, con elementos pictóricos medievales influidos por el poder de la iglesia, donde Dios es el
centro de toda cosa existente en el mundo y en la vida. Consigue la armonía entre arquitectura y paisaje, entre la civilización y la naturaleza.
Análisis Estilístico. -
La obra se sitúa en la época del cinquecento italiano, cuando el poder eclesiástico decide tomar el control de las artes, con el cambio de capitalidad de esta
disciplina de Florencia a Roma. La casa en sí es una residencia suburbana que servía como punto de encuentro para la aristocracia de la zona de Vicenza y para
la celebración de actividades ocio – literarias correspondientes a dicha clase pero no tenían la función agrícola, es así que luego se encargó a Vicenzo Scamozzi
el plan de inclusión para satisfacer esta necesidad.
 La Cúpula (Vemos representado la Religión, Benignidad, Moderación y Castidad)
 Clásico
Una gran escalinata central a modo de templo romano sirve como acceso
Las galerías con una pronaos de columnas jónicas, entablamento y fino decorado en su cúspide con esculturas clásicas, todo reinventado del arte clásico. Este
esquema se repite en las cuatro fachadas que están precedidas por una gran escalinata. Todos los laterales tienen el mismo esquema por lo cual podemos
hablar de una simetría doble. Además la edificación fue rotada 45º con respecto a los puntos cardinales para que cada estancia tuviera iluminación apropiada.

 Habitaciones (ala oeste, es llamada “Habitación de la Religión”, precisamente por el tipo de representación de los frescos pintados en el techo,
mientras que en la habitación del ala este se representa la alegoría de Paolo Almerico sobre el arrepentimiento, coronada por la máxima celebridad y
rodeada de la Fidelidad, Afabilidad, Persuasión y hasta de Europa, símbolo de la razón respecto a Dios y hacia éste)
Descripción. –
Representa el modelo de construcción típica de la aristocracia del cinquecento renacentista: Planta de cruz griega, cuatro fachadas idénticas y rotó la palanta a
45° con respecto a los cuatro puntos cardinales.
El estilo arquitectónico de construcción de la Villa Rotonda influyó en general en la arquitectura neoclásica de los siglos XVIII – XIX, sobretodo y posteriormente
en Estados Unidos, donde muchas casas de gente o clase social adinerada se construyeron de esa forma o semejantemente, como es el caso de la propia Casa
Blanca.
Parámetros. –
En la Rotonda, Palladio armoniza la naturaleza y el cálculo de proporciones de la villa, con lo que consigue una auténtica obra maestra que, con sus cuatro
elegantes peristilos jónicos de acceso nos traslada al clasicismo más puro.
La altura y la longitud del edificio están perfectamente delimitadas por un sistema de proporción que deriva de Alberti y, en última instancia de Vitrubio.
Esta combinación de cuadrado (la planta) y círculo (cúpula) es característica del Renacimiento, aunque como resultado final se obtiene, gracias a los pórticos, la
forma de cruz griega. El conjunto del edificio refleja simetría, perfección, armonía, en definitiva, los parámetros del Renacimiento.
Espacios. –
La casa se erige en la cima de una colina sobre un basamento, quedando los sótanos para las cocinas y la administración.
En esta villa, el cuerpo del edificio es un cubo dentro del que se inscribe una sala circular, rotonda, alrededor de la cual se agrupan las diferentes estancias
cuadrangulares. En cada una de las caras del cubo sobresale un pórtico porticado, de orden jónico y con un amplio frontón, que da a la planta figura de cruz
griega.
Terraza y dormitorios
Sobre la terraza a la que se sube por cuatro monumentales escaleras orientadas a cada uno de los puntos cardinales, se levanta la casa de planta cuadrada, que
tiene los dormitorios en los ángulos y en el centro una gran sala circular cubierta con una gran cúpula.
Entradas
Cada una de las cuatro entradas conduce, a través de un pasillo corto, al cuarto principal del piano noble, un salón central circular, cuyo diámetro equivale a la
anchura del pórtico, cubierto por una cúpula realizada a base anillos superpuestos.

Espacios. –
Las cuatro escalinatas cuentan con sus correspondientes columnatas jónicas, sostienen sendos frontones triangulares, con decoración y esculturas de Lorenzo
Rubini, claramente inspiradas en las fachadas de los templos clásicos, que en este caso serían hexástilas. Esto es un aspecto novedoso, ya que se le da a una
vivienda el tratamiento de un edificio religioso, siendo la primera vez que se usa una cúpula para un edificio que no sea religioso.
Las amplias escalinatas, delimitadas por muros laterales, conducen a los pórticos que sobresalen del cubo. Un estrecho pasillo abovedado conduce, desde cada
una de las cámaras, al espacio central de planta circular, cuyo diámetro equivale a la anchura del pórtico.
Pórticos
Los pórticos, de orden jónico con sus correspondientes volutas laterales, pasan de la vertical de las columnas a la horizontal de la cornisa y la base del frontón.
En el frontón, enmarcado por una sólida cornisa, se encuentran dos ventanas ovales, que flanquean el escudo.
Sala central
El centro de la sala lo marca la figura de una cabeza de león incrustada en el suelo, en medio de una circunferencia con radios rojos y blancos. Esta sala central se
encuentra cubierta con una magnífica cúpula semiesférica.
Tanto la disposición de la planta como la vista exterior son totalmente simétricas y muestran una concordancia perfecta, las cuatro fachadas son iguales, tienen
exactamente las mismas proporciones y recuerdan a los templos de la Antigüedad clásica con una escalinata y un peristilo jónico.

Espacios. –
Ladrillo estucado y piedra fueron utilizados para la mayor parte de la construcción.
Las villas de Palladio se construyeron con obra de ladrillo revestida de estuco, la mayor parte de los elementos, incluidas columnas, eran de ese material. La
piedra se reservaba para los detalles más refinados, como basas y capiteles de las columnas y marcos o guarniciones de huecos.
Usó suelos de estuco en Villa Rotonda.
Como datos complementarios, los estucos de la cúpula y los techos son obra de Augusto Rubino, Ruggiero Bascape y Domenico Fontana, y los frescos de la
cúpula son hechos por Alessandro Maganza.
Sant’Andrea al Quirinale, (San Andrés en el Quirinal), es una iglesia barroca diseñada por Gian Lorenzo Bernini y Giovanni de’ Rossi en el siglo XVI. Fue construida
para la orden Jesuita en la colina del Quirinal en Roma, Italia.
Existen referencias a una posible iglesia de San Andrés primitiva en una bula papal del siglo XI y en el Catalogus of Cencius Camerarinus, del siglo XII. A finales de
la edad media la zona había perdido la mayor parte de su población.

Las siete colinas de Roma


El Catalogo del Signorili, documento de 1425, muestra la relación del nombre de esta iglesia, Sancto Andree de Caballo, con la figura de un caballo. En algún
momento de la Edad Media las esculturas de mármol llamadas Los domadores de caballos, originales del Templo de Serapis y que están situadas hoy en día en la
Plaza del Quirinale, fueron llevadas a la colina. Así pasó ésta a llamarse Monte Cavallo, y por consiguiente la iglesia, Sancto Andree de Caballo. Las estatuas se
movieron a su ubicación actual en 1591.
Esta fue la tercera iglesia Jesuita, orden fundada por Ignacio de Loyola en 1540, que se construyó en Roma, después de la Iglesia del Gesù y la de San Ignacio. La
iglesia servía como sede del noviciado desde su creación en 1566 gracias a la donación de la antigua iglesia a los Jesuitas, cuya organización estaba entonces bajo
el mando de St. Francisco Borgia, por parte de Giovanni Andrea Croce, obispo de Tivoli.
Uno de los novicios de la orden, Giovanni Tristano, con estudios de arquitectura, reconstruyó la antigua iglesia y le añadió un convento para los novicios. Los
trabajos se completaron en 1568 gracias a la aportación económica de la Duquesa de Tagliacozzo, Giovanna d’Aragona, que poseía tierras en el lado sur de la
colina, donde más tarde se fundaría Santa Clara en el Quirinal. Las Clarisas serían vecinas de los Jesuitas hasta finales del siglo XIX.
El crecimiento de la orden Jesuita hizo necesaria la adición de la antigua Basílica de San Vitale al conjunto en 1598. En 1622 la orden recibió el permiso papal
para reconstruir el conjunto, pero por problemas económicos esto no se llevó a cabo hasta 1653, cuando el Cardenal Francesco Adriano Ceva prometió donar los
fondos necesarios para las obras. El Papa Inocencio XI no quería que nuevas construcciones taparan la vista del Palacio del Quirinal, por lo que la obra tuvo que
esperar una vez más a ser realizada. Tras la muerte del papa, el arquitecto Francesco Borromini fue designado por el nuevo papa para el proyecto. Sin embargo,
éste había tenido un desencuentro con el cardenal Camillo Francesco Maria Pamphili a causa de la obra de Sant’Agnese in Agone, por lo que
finalmente Bernini recibió el encargo de manos del cardenal Pamphili, contando con la aprobación del Papa Alejandro VII, en 1658.

Plano de Bernini
Bernini fue el arquitecto principal del proyecto aunque dejó parte de su realización en manos de un grupo de arquitectos y artistas entre los que se encontraban
Mattia de’ Rossi y Antonio Raggi. Uno de los requisitos del papa era que la fachada de la iglesia quedara oculta tras un gran muro. El grupo de arquitectos dejó la
finalización de la fachada para el último momento y gracias a ello, tras la muerte del papa, pudieron construirla sin necesidad de añadir el muro que la hubiera
tapado. La construcción de la iglesia terminó en 1661, aunque la decoración interior no se completó hasta 1670. La iglesia fue consagrada el 2 de febrero de
1678 por el Cardenal Marcantonio Colonna.
La iglesia ha sido sede de la orden de los jesuitas desde entonces exceptuando dos periodos de tiempo. Entre 1773 y 1814 en el que la orden fue prohibida, y en
1873 cuando los jesuitas fueron expulsados de allí y la corona italiana usó el noviciado como residencia de oficiales que trabajaban en el Palacio del Quirinale,
donde el rey residía por aquel entonces. El noviciado sufrió algunos cambios desafortunados en 1888 debido a que estos oficiales estaban acostumbrados a vivir
con más comodidades que los novicios jesuitas. Los alrededores también han sufrido cambios a lo largo de su historia, incluyendo el paso de la Via Piacenza por
los jardines de la iglesia, y aunque estos fueron reconstruidos más tarde, el paso directo hasta San Vitale quedó destruido para siempre. A mediados del siglo XX
los jesuitas retomaron el control de la iglesia. Desde el año 2007 sirve de sede principal del cardenal de origen brasileño Odilo Scherer.
Cinco de las ocho de las iglesias vecinas han sido demolidas a lo largo de los años, pero la fama de Bernini ha salvado a Sant’Andrea al Quirinale de su ruina. Esta
iglesia forma, junto con San Carlo alle Quattro Fontane de Francesco Borromini, cada uno con su propio estilo, uno de los conjuntos arquitectónicos barrocos
más impresionantes del mundo. Para Bernini esta obra fue una de sus mejores, según recordó su hijo años después, y solía pasarse horas sentado en el interior
apreciando su gran logro artístico.
Situación
La iglesia se sitúa en una de las siete colinas de Roma, Italia, la del Quirinal, en el número 30 de la Vía del Quirinale. Frente a ella se encuentra el Palacio del
Quirinal y sus jardines. Al oeste se encuentra la Villa de Carlo Alberto al Quirinale, la Plaza del Quirinal y los jardines de Montecaballo. Hacia el este y muy cerca
se halla la iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane, obra de Francesco Borromini .
Concepto
El proyecto de Bernini aúna diferentes formas artísticas en una síntesis en harmonía. Arquitectura, pintura y escultura se unen para contar la historia de San
Andrés y hacer que el feligrés se sumerja en ella. Así Berninitrata de trasmitir al visitante la espiritualidad de la orden de los jesuitas.
Esta iglesia es considerada uno de los mejores ejemplos del barroco en Roma. Son destacables el uso del color en los materiales y el de la luz para crear efectos
teatrales que apoyen la explicación de la historia de San Andrés.
La planta, de forma elíptica, se organiza respecto a su eje corto por lo que recorriendo poca distancia el visitante se coloca en el centro del espacio. El altar
mayor es lo primero que el visitante ve, tras lo cual su mirada se alza hacia la cúpula situada encima del centro de la iglesia. Este recorrido visual es acompañado
por el recorrido en la historia del santo que preside la iglesia. El altar mayor sobresale de los límites interiores de la iglesia como si de un arco de triunfo se
tratara.
El recorrido por la vida de San Andrés termina con su ascensión al cielo, representado aquí por la cúpula dorada. Ésta está hecha con casetones de estuco
dorado siguiendo un patrón hexagonal, en el centro de los cuales hay rosas. Los ejes de la cúpula compuestos por detalles vegetales simbolizan los rayos de luz
que parten del cielo. La cúpula cuenta también con una linterna con cristales amarillos que refuerzan el efecto teatral de la luz en el espacio interior. El centro de
la linterna está rematado por la representación del espíritu santo, una paloma, coincidiendo también con uno de los símbolos de la familia Pamphili, mecenas
del proyecto.
Espacios
La iglesia de Sant’Andrea al Quirinale se configura a base de líneas rectas y formas curvas en tensión, como la elipse que da forma a la planta del edificio. En ella
también hay la combinación y contraste entre diferentes materiales, órdenes (dórico, jónico y corintio) y tratamientos de la luz natural.
Fachada
La iglesia presenta su fachada a la Vía del Quirinale, anteriormente denominada Vía Pía. El edificio se retira de la línea de la calle dejando a ambos lados de la
iglesia un espacio cerrado por unos muros curvos. En los extremos de estos muros hay dos entradas. Una de ellas, la de la izquierda da a los jardines del
noviciado. La fachada está coronada por un gran frontón apoyado sobre grandes pilastras corintias. La entrada se sitúa bajo un porche semicircular y está
enmarcada por dos columnas jónicas. El visitante tiene que ascender unos cuantos escalones para entrar debido a la posición elevada de la iglesia. En el centro
de la fachada se encuentra el escudo heráldico de la familia Pamphili, ya que el cardenal Camillo Pamphili aportó fondos para la construcción de la iglesia. En
éste se pueden ver las llaves características del Vaticano, una paloma y flores de Liz acompañadas de guirnaldas, una concha y una corona. Tras este conjunto
puede verse un arco bajo el cual hay una ventana que deja pasar la luz al interior de la iglesia. Un detalle peculiar del exterior de la iglesia son las grandes volutas
que unen la cúpula con la base del edificio y que están rematadas por tejas.
Interior
La entrada de la iglesia está situada en el eje corto de la planta y encarando el altar mayor. El espacio interior se compone de una gran zona central, delimitada
por la pared con pilastras corintias y el entablamento, y una serie de capillas situadas alrededor de esta.

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Sobre el centro se encuentra la cúpula dorada. Dos parejas de grandes columnas corintias enmarcan el espacio del altar mayor que está algo retirado respecto al
espacio para la congregación. A diferencia de las capillas, que están poco iluminadas, el altar mayor cuenta con una fuente de luz natural que hace que éste se
convierta en el principal foco de atención en el interior de la iglesia. De esta manera se consigue el efecto teatral que los feligreses pueden apreciar en el que se
muestra la historia de San Andrés, la cual termina en el espacio de la cúpula. Encima del altar mayor también se encuentra una pintura de 1668 hecha por el
pintor francés Guillaume Courtois titulada el Martirio de San Andrés. En ella se muestra la crucifixión del santo. San Andrés aparece una vez más representado
en la decoración de la iglesia. En la base de la cúpula sobresale una escultura de mármol blanco, obra de Antonio Raggi, que representa al santo en su ascensión
hacia el cielo, representada en la iglesia por la cúpula dorada. En el centro de la ésta se puede ver como un conjunto de querubines rodean la figura del espíritu
santo sobre un fondo dorado.
La historia de San Andrés es contada aquí a través no solo de la arquitectura sino también a través de la pintura y la escultura para crear un conjunto en armonía
que muestra la espiritualidad de la historia del santo. Esta combinación de diferentes ramas artísticas, que Bernini también utilizó con el Éxtasis de Santa Teresa
en la iglesia de Santa Maria della Vittoria, ha llegado a llamarse la unidad de las artes visuales.
1-Entrada principal
2-Capilla de San Francisco Javier
3-Capilla de la pasión
4-Capilla de San Stanislas Kostka
5-Capilla de San Ignacio de Loyola
6-Altar mayor
7-Entrada al noviciado, a las estancias de San Stanislas Kostka y a la sacristía.
La capilla de San Francisco Javier alberga tres cuadros de 1705, obra de Baciccio, que representan el bautizo, la predicación y la muerte de San Francisco Javier.
El techo está ocupado por una pintura de Filippo Bracci que muestra la Gloria de San Francisco Javier.
La capilla de la pasión, o de la flagelación, contiene tres pinturas de 1682 de Giacinto Brandi en las que se muestra la pasión de Jesús en tres escenas: el arresto,
la flagelación y el camino al calvario.
La capilla de San Stanislaus Kostka alberga el santuario del santo, una urna hecha con lapislázuli y bronce en 1716. Sobre este se encuentra un cuadro de 1687,
obra de Carlo Maratta, que muestra al santo junto a la Virgen María y el niño Jesús. El fresco del techo es obra de Giovanni Odazzi y muestra la Gloria de los
Santos.
La capilla de San Ignacio de Loyola incluye los cuadros Madona con niño y los Santos y La adoración de los reyes y los pastores, ambos obra de Ludovico
Mazzanti. En el techo se encuentra la Gloria de los ángeles, de Giuseppe Chiari.
Entre el altar mayor y la capilla de San Stanislaus Kostka hay una capilla con un gran crucifijo donde se encuentra la tumba del rey Carlos Manuel IV de Sardina y
Piamonte. El rey abdicó en 1815 para unirse a los Jesuitas. Vivió en el noviciado hasta su muerte en 1819.
La iglesia alberga tres tumbas, la de San Stanislaus Kostka, la de Carlos Manuel IV y la de Emmanuel Théodose de La Tour d’Auvergne, cardenal de Bouillon.
Junto a la iglesia se han reconstruido las habitaciones de San Stanislaus Kostka, donde se encuentra una escultura de mármol policromado de 1702-1703, obra
de Pierre Legros, que muestra los últimos momentos del santo. Las habitaciones también cuentan con pinturas de Fr. Andrea Pozzo en las que se ven diferentes
escenas de la vida del santo. El fresco deteriorado del techo fue cubierto en 1825 por la pintura de Tommaso Minardi.
Estructura
La planta de la iglesia, de forma elíptica, está organizada sobre el eje corto de ésta, a diferencia de lo que es habitual. La cúpula de casetones hexagonales, y la
linterna que la corona, se apoyan sobre la base de la iglesia. Los empujes estructurales de éstas son transmitidos a la base a través de unas grandes volutas de
ladrillo situadas en el exterior entre capilla y capilla. La estructura de la iglesia está hecha a base de muros de carga de mampostería y piedra tallada.
Materiales
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La fachada está realizada por completo en piedra caliza. La estructura está hecha de mampostería y piedra tallada. En el exterior también podemos ver detalles
en tejas, sobre las grandes volutas de la parte superior.
En el interior vemos mármoles de diferentes colores. Las columnas de las capillas están hechas de mármol de Cottanello, proveniente de la provincia de Rieti
en Italia. Este material se caracteriza por su color rojizo veteado en blanco. La misma piedra es usada en las columnas que enmarcan el altar
mayor. Berniniconsiguió estas piedras de una cantera en desuso desde la época romana, por lo que pudo conseguir piedras de un aspecto muy similar para el
conjunto de la iglesia.
Las pilastras del interior son de mármol de Carrara, de la provincia de Massa en Italia. El entablamento que recorre la iglesia, con su arquitrabe, friso y cornisa, es
de mármol de Carrara, de Cottanello y de Carrara respectivamente.
Los capiteles de las pilastras dóricas que enmarcan las capillas también son de mármol de Carrara, así como los frontones del interior de las capillas.
Los balcones situados alrededor de la iglesia tienen balaustradas de mármol de Carrara y mamparas de bronce para asegurar el anonimato de los cantantes, ya
que para los jesuitas el canto debe acompañar la liturgia y no ser una representación centrada en la figura del cantante.

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