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Perón y los contratos petroleros de

1955
En su segundo libro en el exilio, Los Vendepatrias, editado en Caracas a fines
de 1957, Juan Domingo Perón criticaba la política económica de la dictadura
que lo había derrocado. Entre otras cosas, criticaba la “dialéctica capciosa” de
la política dictada por Raúl Prebisch, donde “el capital extranjero aparece como
una especie de ungüento curalotodo que se ofrece gratuitamente para eliminar
nuestros males”.

No pocos le recordaron a Perón que tan sólo dos años antes, el 6 de mayo de
1955, había firmado el decreto 6.688 con la Compañía California Argentina. En
el período en que había gobernado el país, la actividad petrolera había
aumentado, pero no se había alcanzado el autoabastecimiento. Esto se debió,
pese al aumento de la producción de YPF, a la caída en 33% de la producción
del sector privado. Esto llevaba a la necesidad de importar combustibles,
afectando la crítica balanza de pagos y comercial y, afectando, la existencia de
dólares para seguir incorporando al país la maquinaria necesaria para
continuar la sustitución de importaciones.

La situación de carencia energética llevó a Perón, en 1955, a firmar los


contratos de explotación con la subsidiaria de la Standard Oil de California. Se
entregaba una extensa porción de territorio, se le permitía establecer un precio
mayor al del petróleo importado y se condecía autoridad jurisdiccional a la
compañía. La decisión le valió incluso las duras críticas de sectores del mismo
oficialismo. Se llegó a hablar de traición al artículo 40 de la Constitución de
1949, que mencionaba el carácter inalienable e imprescriptible de los derechos
soberanos de la Nación sobre sus recursos naturales.

Una vez que la dictadura de Lonardi, Aramburu y Rojas asumió el poder, se


anularon dichos contratos, por considerarlos “inadmisibles”. Perón respondió
desde el exilio en su libro La fuerza es el derecho de las bestias, aduciendo
que su propuesta se justificaba en la necesidad de tener una empresa petrolera
estatal propia, nacional, que pudiera colaborar -por necesidad- en la
explotación del recurso natural, en beneficio del pueblo argentino.
En la fecha de la firma de estos polémicos contratos, recordamos aquellas
palabras de Perón y su propuesta donde, consciente de las limitaciones de
YPF, justificaba la necesidad de llamar al capital extranjero especializado, para
que colaborasen en la producción y se distribuyeran las ganancias.
Fuente: Juan Domingo Perón, La fuerza es el derecho de las bestias, Buenos
Aires, Instituto Nacional Juan Domingo Perón, 2006, págs. 115-120.
“Los sistemas empleados en la Argentina distan mucho de los nuevos métodos de
exploración, prospección, cateo y explotación racional de los yacimientos
modernos. Es menester reconocer que no estamos en condiciones de explotar
convenientemente los pozos de grandes profundidades que se terminan de
descubrir en Salta (...) Si la capacidad organizativa y técnica de los Yacimientos
Petrolíferos Fiscales son insuficientes, la capacidad financiera es tan limitada para
encarar la producción en gran escala que podemos afirmar, a priori, su absoluta
impotencia. Descartando la posibilidad de la provisión de materiales y maquinaria
(solo hipotéticamente, porque sabemos que no es así), ni el Estado argentino está
en condiciones de un esfuerzo financiero semejante. (...) Y pretender que los
inversores extranjeros inviertan su dinero en compañías argentinas de petróleo es
simplemente angelical (...) Si ha de resolverse el problema energético argentino
por el único camino posible -el del petróleo- es necesario contratar su extracción
por compañías capacitadas por su organización, por su técnica, por sus
posibilidades financieras, por la disponibilidad de maquinaria, etc. De lo contrario,
será necesario detener el ritmo de crecimiento del país. (...) El contrato con la
Standard Oil de California, que el PE sometió a la aprobación del
Congreso, contrataba con esta compañía la locación de servicios para la
extracción de petróleo para YPF mediante el pago del uno por ciento de
beneficio justo. Esa misma compañía se encargaría de la construcción de los
oleoductos correspondientes, a amortizar con el transporte del
combustible. Estos son los ‘tratos inadmisibles’ que desean insinuar la
entrega del petróleo al extranjero. Como si la locación de servicios diera
algún derecho de posesión. (...) El compromiso por Standard Oil de California
era de llegar a satisfacer en tres años las necesidades del país, trabajando
conjuntamente con YPF (...) También se comprometían a incrementar su
producción en los años sucesivos, en forma de mantener el abastecimiento interno
y aún comenzar la exportación de petróleo y sus derivados, para poder aumentar
así la disponibilidad de divisas (...) Los tiranos de mi país, ignorantes e inexpertos,
creen que resolverán la financiación con YPF mediante empréstitos. ¿Es que
ignoran lo que esto representa? (...) Con este empréstito disminuido y nominal
llegarán sólo a YPF los materiales: ellos deberán encarar todo el trabajo y sus
altos costos. Yo me pregunto: ¿No es más conveniente traer las compañías
especializadas, darles trabajo, dividir las ganancias por mitades y dedicar esas
ganancias al pueblo argentino?”
Juan Domingo Perón

Fuente: Juan Domingo Perón, La fuerza es el derecho de las bestias, Buenos


Aires, Instituto Nacional Juan Domingo Perón, 2006, págs. 115-120.
Fuente: www.elhistoriador.com.ar
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El 27 de agosto de 1958, el Gobierno de Arturo Frondizi pone en vigencia la nueva Ley


de Asociaciones Profesionales. Están presentes Eleuterio Cardoso, Andrés Framini y
Adolfo Cavalli. En la imagen: Fabrica tomada por trabajadores peronistas. Circa 1961

Fotografía 1: Nota ilustrada: "Cada cinco minutos se edificaba una vivienda con el
crédito oficial. Realizaciones del peronismo"
Fuente: Línea Dura, Año II n° 16, Buenos Aires, 14/4/1958, p. 2.
Fotografía 2:: "Asiste al acto la hija del general Valle. La asamblea rindió homenaje a
los caídos en junio de 1956". Segundo epígrafe: "Un sector del Luna Park que se vio
colmado de obreros". Tercer epígrafe: "Directivos de las 62 Organizaciones mientras se
entona el Himno Nacional". Cuarto epígrafe (recortado): "José Rucci, metalúrgico,
informó sobre los planes represivos que tienden a aniquilar a nuestra industria para
facilitar las importaciones extranjeras".
Fuente: "Con gases lacrimógenos fue disuelta la asamblea obrera", en Norte, Año X n°
695, San Martín, 12/12/1957, p. 4.

Fotografía 3:: "El General Perón durante su reportaje concedido a María Granata,
directora de 'Línea Dura'".
Fuente: "'Línea Dura' con Perón en Ciudad Trujillo", en Línea Dura, Año II n° 35,
Buenos Aires, 21/8/1958, p. 1.
Fotografía 4:: "Nuestro Jefe, el General Juan Perón, posa frente a la Secretaría de
Trabajo de Ciudad Trujillo en compañía del director de 'Norte', don Alberto Manuel
Campos, y nuestro colaborador especial señor Américo Barrios _ (Servicio especial de
Norte)"
Fuente: Norte, Año X n° 720, Buenos Aires, 19/6/1958, p. 1.

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