Presentado por:
Curso:
Psicología educativa
Ciclo:
VIII – B
- Impulsividad: Se trata de una respuesta muy rápida ante una situación dada sin
considerar las informaciones disponibles que podrían llevar al niño a modificar su
comportamiento. Interviene tanto en el plano motor como en el social o cognitivo. De
tal modo, zambullirse en una piscina profunda sin saber nadar o absorber el contenido
de un frasco de productos domésticos constituyen el tipo de accidentes a los que a
menudo se exponen los niños hiperactivos. Frecuentemente realizan intervenciones
intempestivas o carentes de tacto en la escuela o el medio familiar y soportan
difícilmente esperar su turno en un juego de salón. No toman el tiempo para reflexionar
antes de responder y no consiguen inhibir sus respuestas motoras o verbales.
3.- Disgrafía
- Paratonia: es una anomalía del tono de fondo. Consiste en una imposibilidad para
realizar a pedido un relajamiento muscular. En vez de la relajación deseada, se
produce una contractura tanto más irreductible cuanto más esfuerzos hace el sujeto
para intentar dominarla. A partir del noveno mes el niño puede balancear los
miembros. La maniobra clásica para ponerla de manifiesto es la prueba del
relajamiento braquial en la cual se pide al niño «dejar los brazos flojos como una
muñeca de trapo», y en la que se observan las resistencias opuestas al movimiento
pasivo conferido al brazo. Cuando este último es llevado a la posición horizontal y se
lo priva de todo apoyo, no cae de inmediato o dicha caída se ve frenada. También
puede emplearse el examen de la extensibilidad de los miembros.
Los tics motores simples pueden involucrar la cabeza (parpadeos, desviación ocular,
blefarospasmo, muecas, sacudidas de la cabeza, protrusión de la lengua, movimiento
de los labios), el cuello, los hombros (alzamiento). Los movimientos anormales que
aparecen en los miembros inferiores y superiores deben, en su mayor parte,
considerarse como estereotipias motoras; la noción de tics motores complejos se
utiliza a veces sin mayor discernimiento. El DSM IV consigna como ejemplos de tics
motores complejos, comportamientos tales como tironearse la ropa, saltar, tocar,
patalear, oler objetos.
Los tics vocales simples son numerosos: carraspeo, gruñido, resoplidos, tos,
ronquidos, ladridos, gritos agudos, expiración ruidosa, silbidos, risas, suspiros, sonidos
guturales, succión, escupitajos, rugidos, chasquidos, aullidos, regurgitaciones y
vómitos. Los tics vocales complejos comprenden la repetición de palabras o frases
fuera de contexto, la coprolalia (uso de palabras obscenas), la repetición de palabras o
de sonidos emitidos por el mismo sujeto (palilalia) u oídos por él (ecolalia).
Un cierto número de factores agravan los tics, tales como la ansiedad, el cansancio y
el aburrimiento, mientras que el sueño, la relajación, la fiebre, la concentración en una
actividad agradable, la práctica de un deporte o de un instrumento musical producen el
efecto contrario
- Estereotipias motoras
Los niños con inestabilidad motriz, son niños que a nivel escolar, representan un factor
complejo de manejo. Los maestros se quejan de su bajo rendimiento académico y su
mal comportamiento, pues regularmente no atienden a las actividades e instrucciones
y realizan en cambio acciones que perturban la atención de otros niños. Son niños
incapaces de realizar un esfuerzo constate, reflejando una incapacidad para inhibir los
movimientos. Así mismo presentan alteraciones en su coordinación, hiperactividad,
déficit de atención, problemas de memoria y se asocian además el desinterés por el
aprendizaje y los problemas de percepción, lenguaje y comprensión.