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EL MUNDO MEDIEVAL: CONTEXTO INICIAL EN LA FORMACIÓN DEL

SISTEMA CAPITALISTA.

NOMBRE: Fredy Alfaro Pozo

En las últimas décadas se han realizado importantes avances en el conocimiento del


mundo medieval. Una de ellas es la relacionada con la periodificación de la historia
universal y el marco cronológico que utiliza, dividiéndola en cuatro edades: Antigua,
Media, Moderna y Contemporánea. Esa clasificación, ligada a una historia tradicional,
se convierte en medieval o moderna.

Este no es el único problema de esa periodificación, sino que además tiene carácter
europeo céntrico.

Es una elaboración de europeos y adecuado a los europeos, donde las civilizaciones


asiáticas, africanas y latinoamericanas quedan marginadas. Más grave aún, los
términos "moderna" y "contemporánea" equivalen a lo mismo, es decir, lo actual.

Esa periodificación en edades limita nuestra comprensión de los fenómenos históricos.

En el caso de la edad media, el problema se ve agravado por una situación que se da


en el mundo occidental desde fines del siglo XV. El arzobispo Bussi, denominó edad
media al período existente entre la desaparición del imperio romano de occidente y las
transformaciones que tenían lugar en la Europa del renacimiento.

Los intelectuales de ese período (XV-XVI), desconocían mucho de lo conocido en los


siglos anteriores. Los siglos siguientes, especialmente la Ilustración del siglo XVII,
agudizaron sus críticas a ese período y esa visión negativa se ha mantenido hasta
nuestros días. En el siglo XX se ha dado enormes avances en la investigación del
período medieval, lo que ha permitido tener una mejor visión de ese período, pero esos
conocimientos se han difundido limitadamente a nuestro medio.

Las raíces del mundo medieval se pueden remontar a la crisis del bajo imperio romano,
estaba dividido en dos partes: Oriente, urbano y más próspero y Occidente,
considerado como la fuerza dominante. La mencionada crisis afecta las diferentes
áreas de la vida romana: en lo económico, tanto en la baja de los rendimientos
agrícolas, como en las dificultades comerciales. En lo social: el descenso demográfico
relacionado con plagas y epidemias, afecta las actividades militares y económicas. En
lo político: se inician largas luchas por la ascensión al poder que crean inestabilidad
interna. En lo militar: es cada vez más difícil reclutar soldado y de allí la necesidad de
acudir a los bárbaros para la defensa de las fronteras.
El caso de Roma ha interesado mucho más que otros casos. Se reconoce el papel
importante de lo político, un componente importante ha sido el religioso, porque nuevos
credos religiosos adquieren mayor fuerza en este período. El caso del cristianismo se
destaca porque su fuerza se encontraba inicialmente entre las clases menos
privilegiadas, luego ingresa en los estratos superiores de la ciudad, pero nunca logra un
dominio total. Los valores del cristianismo en cuanto a costumbres y a la mayor
espiritualidad han sido muy importantes porque fomentaron la fe, la claridad, el amor al
prójimo. Sin embargo, afectó la ideología que ligaba la política a la religión, impidiendo
que se mantuvieran objetivos como el culto al emperador, la necesidad de las guerras
de conquistas, fomentó una nueva visión del mundo que dificultaba la aceptación de la
cultura clásica.

INICIOS DE LA EDAD MEDIA

En los siglos iniciales del medioevo crearon un espacio más amplio, se fueron
integrando territorios con mayor o menor grado de romanización, de tal manera que a
finales del siglo X se había conformado un nuevo espacio europeo, más ligado a las
regiones septentrionales de Europa, costas más extensas y quebradas, la variedad y
discontinuidad en su relieve, el gran número de penínsulas, sistemas fluviales y mares
que junto con el Océano Atlántico ejercían considerable influencia en las diferentes
áreas de la vida de la época. La fauna era bastante diferente a la actual, eran muy
abundantes los animales salvajes. En cuanto a la flora, destacaban las zonas boscosas
y selvas.

Los siglos iniciales nos permiten comprender la importancia que ha tenido para la
conformación del espacio europeo y de la elaboración de una sociedad que integraba
los elementos procedentes del mundo romanizado y de las poblaciones bárbaras.

El mundo romano dejó como herencia el sistema dominical, ligado a la villa o gran
propiedad. El mundo bárbaro contribuyó con un importante sistema de relación entre
los jefes y guerreros. Esta forma de relación no implicaba labores manuales y se
establecía mediante ceremonias; un homenaje o compromiso personal entre el señor y
el vasallo, quien mediante la investidura recibía un beneficio: armas o caballos
inicialmente y más tarde un cargo o una tierra. La fe o fidelidad, el juramento sobre un
objeto religioso.

Los monarcas cuentan con "derechos reales" o regalía y que corresponden a lo militar,
judicial, fiscal, monetario y religioso, constituyendo los elementos reales de la potestad
pública.

En el período carolingio, el palacio fue el punto de partida de la administración y el


lugar de formación del futuro personal. Hoy día se conoce mucho mejor la economía
carolingia, se puede notar la importancia que tienen el transporte fluvial y terrestre, el
desarrollo de puertos gribereños, los mercados y el comercio de demanda y abasto, la
adquisición de recursos minerales.

Las tendencias a monetizar los derechos en los grandes dominios. La tecnología de la


época desempeñó su papel como el uso de molinos de agua, grúas, etcétera.
Sabemos la importancia que tienen los mercaderes dependientes de los grandes
dominios religiosos transportando sal, cereales, maderas, metales, textiles, vinos, etc.
Se visibilizar que este período el origen de la economía europea.

El período que transcurre entre finales del siglo VIII e inicios del siglo IX, no solamente
se interesa por lo escrito, sino que además da lugar a la creación de un tipo de letra: la
llamada carolingia que unificó el mundo medieval y se difundió por los siglos siguientes
y ha llegado hasta nosotros. Su objetivo era la comprensión de libros sagrados y su
difusión entre los miembros del clero. Este movimiento de renovación tiene
limitaciones, ha restringido el estudio, creación de talleres, bibliotecas y escuelas.

En Europa, a partir del siglo XIX, Carlomagno va a convertirse en el patrón laico de las
escolares y desempeña un papel importante en las últimas décadas del siglo XX en la
construcción de la unidad europea.

LA REVOLUCIÓN DEL AÑO MIL

Es importante conocer que la Europa a fines del siglo X era diferente de aquella de los
inicios de la alta edad media, por la desintegración del imperio carolingio.

En este período los poderes locales, es decir, los señores se apoderaron de la regalía o
derechos del monarca. La iglesia poseía estructuras administrativas con gran cohesión
y sus miembros cuentan con prestigio en lo religioso y cultural. A finales del siglo X,
tuvo que enfrentarse a problemas muy graves como tráfico de objetos sagrados, el
nicolaísmo (doctrina que defendía el concubinato de los religiosos), etc.

Sabemos poco de esas sociedades que han sufrido variaciones respecto de los siglos
anteriores y en términos generales todavía padece las dificultades propias del mundo
preindustrial. Esta población cuyas cifras son difíciles de precisar presenta cierta
homogeneización étnica.

En esa sociedad jerarquizada y diferenciada la división entre libres, libertos, siervos y


esclavos, favorecen la formación de una real dependencias personales muy
complicadas.

La economía de este período está ligada al mundo rural y en la que probablemente se


ha hecho sentir el impacto de la inestabilidad climática del siglo X. Se reconoce el papel
que tenían los sistemas de dependencia a los que se veían sometidos la mayor parte
de habitantes de la época.
En esas sociedades las actitudes de los poderosos se muestran interesados en "tomar,
dar y disfrutar", y es posible que la inestabilidad que ha caracterizado a esas
sociedades esté relacionada con elementos fisiológicos como la falta de higiene física,
el régimen alimenticio deficiente o a la atracción por el contacto humano. Esa sociedad
busca la paz material y espiritual y a la búsqueda de una mayor justicia, se ve más
marcada por la influencia monástica.

LA EDAD DE LA EXPANSIÓN (1000-1270)

En este período se consolida y triunfa el sistema feudo-vasallatico y marca todos los


ámbitos de la vida de la época. Desde fines del siglo X e inicios del siglo XI desaparece
la coyuntura desfavorable, de tal manera que durante los siglos siguientes tuvo
profundas modificaciones demográficas, socio-económicas, con su respectivo impacto
político, cultural, mental, es decir, fue una época de expansión.

Ese marco cronológico debe ser complementado con la referencia geográfica. Durante
siglos se ha considerado la importancia de la geografía como ciencia auxiliar de la
historia, y así se van aclarando una serie de interrogantes sobre lo que ocurrió entre los
siglos X al XIII, gracias a la ayuda de diferentes disciplinas como la palinología, la
dendrocronología entre otras, y los aportes de los historiadores y científicos sociales.

Todavía no es posible determinar sus características con toda exactitud, a medida que
se van presentando los resultados de nuevas investigaciones podemos afirmar la
estabilidad que marcó este período.

Al hablar de la edad de la expansión es importante señalar los profundos cambios que


se dieron en el espacio europeo, sea por acción de la naturaleza como por acción de
los grupos humanos.

DEMOGRAFÍA Y SOCIEDAD

Nuestra preocupación debe dirigirse a conocer mejor los aspectos demográficos y


sociales. Nuestras informaciones son bastante limitadas para territorios tan amplios y
en tiempo tan extenso. Sabemos que para población aumentó alrededor del año 1000
consiguiendo lentamente una homogeneización en lo étnico y al parecer es
numéricamente importante, de ninguna manera ese crecimiento puede ser considerado
suficiente ni uniforme para llenar los extensos territorios de Europa occidental. A la
limitación en cuanto a relación numérica y espacio geográfico, se arganda otros
problemas que la afectan, como el clima con inviernos muy fríos o veranos muy
calurosos en ciertas regiones, la alimentación carente de equilibrio necesario, las
enfermedades ye la hambruna.
Debemos tener en cuenta un logro importante en este período, la disminución de la
subalimentación crónica que había caracterizado al período conocido como alta edad
media.

Al iniciarse la edad de la expansión, los factores de diferenciación social de la sociedad


europea occidental siguen relacionados con los criterios jurídicos romanos. A todo lo
anterior se unen condiciones que proceden del mundo clásico y bárbaro, los lazos de
dependencia personal, modificados por las condiciones de inseguridad existentes tanto
en lo político, económico, social y mental hasta llegar a formar una compleja red de
relaciones.

La inseguridad vivida a finales del siglo X e inicios del siglo XI ha consolidado


consolidado el poder de los señores feudales, pero en la guerra, combate o la rapiña no
pueden ser sus únicas fuentes de ingreso, más aún si ellos son poseedores de
enormes territorios y que necesitan mano de obra para hacerlos producir.

La inseguridad social mencionada, se encuentra también agravada en lo económico


por la estrecha dependencia que tenían las sociedades con la naturaleza, pese a
ciertas perturbaciones climáticas entre los siglos XI y XIII.

Desde finales del imperio carolingio, se había notado ciertas mejoras y difusiones de
elementos: como el molino, el arado, la herradura, entre otros. Es sobre todo a partir
del siglo X en adelante que su difusión fue mayor en los territorios europeos.

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