LA MEDUSA

Medusa era una mujer muy hermosa, envidiada por su belleza. Tenía un hermoso cabello
y unos grandes ojos que encantaban a todos.
En una ocasión, una mujer llamada Atenea, sintió envidia de Medusa y terminó
convirtiéndola en un monstruo aterrador. Lo que antes era cabellos se había convertido
en serpientes, las manos y pies en garras y sus dientes en colmillos como de cocodrilo.
Medusa tenía la habilidad de convertir a sus víctimas en piedra al momento en el que la
miraban a los ojos, por eso nadie podía verla a los ojos.
La corrieron del pueblo donde vivía y ahora Medusa tuvo que vivir en el bosque, apartada
de todas las personas para vivir con las bestias.
Pasaron los años. Medusa tuvo que vivir así, iba convirtiendo a las personas en piedra
cada vez que la miraban a los ojos. De hecho, cuando la gente miraba su horrible aspecto
se asustaba y gritaba de miedo.
Un valiente hombre que se llamaba Perseo, decidió ir a buscar a la Medusa hasta el
bosque. Llevaba una espada y un escudo tan reluciente que parecía espejo. Se escondió
entre los árboles y cuando vio que la Medusa se acercaba salió corriendo hacia ella
cubriéndose la cara con el escudo, para que la Medusa terminara viendo en el escudo, su
propio reflejo. Al ocurrir esto, la Medusa terminó convertida en piedra y nunca más se
volvió a saber de ella.
LA MEDUSA