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CONTAMINACIÓN
CONTAMINACIÓN
FACULTAD DE ECOLOGÍA
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA AMBIENTAL
CICLO : I
MOYOBAMBA – PERU
2017
INTRODUCCIÓN
Conocer las causas del problema más grande que afronta en los últimos tiempos el
planeta, y como estos han provocado un daño irreversible, que, si no tomamos cartas
en el asunto, este, nuestro planeta será una bomba de tiempo que la activamos
nosotros.
MARCO TEÓRICO
El cambio climático
El efecto invernadero.
El agujero de la capa de ozono.
La acidificación del suelo y el agua.
La contaminación de las aguas.
La contaminación de los suelos.
Los residuos urbanos.
Los residuos industriales.
Los residuos sanitarios.
Los residuos agrícolas y ganaderos.
El deterioro del medio natural.
La pérdida de la biodiversidad en el mundo.
El agotamiento y contaminación de los recursos hídricos.
La deforestación y desertificación.
1. CONTAMINACIÓN HÍDRICA
Se entiende por contaminación del medio hídrico o contaminación del agua a la acción
o al efecto de introducir materiales o inducir condiciones sobre el agua que, de modo
directo o indirecto, impliquen una alteración perjudicial de su calidad en relación a sus
usos posteriores o sus servicios ambientales.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el agua está contaminada cuando
su composición se haya alterado de modo que no reúne las condiciones necesarias
para el uso al que se la hubiera destinado, en su estado natural. En los cursos de
agua, los microorganismos descomponedores mantienen siempre igual el nivel de
concentración de las diferentes sustancias que puedan estar disueltas en el medio.
Este proceso se denomina auto depuración del agua. Cuando la cantidad de
contaminantes es excesiva, la autodepuración resulta imposible. Los mares son un
sumidero. De forma constante, grandes cantidades de fangos y otros materiales,
arrastrados esa tierra, se vierten en los océanos.
Hoy en día, sin embargo, a los aportes naturales se añaden cantidades cada vez
mayores de desechos generados por nuestras sociedades, especialmente aguas
residuales cargadas de contaminantes químicos y de productos de desecho
procedentes de la industria, la agricultura y la actividad doméstica, pero también de
residuos radiactivos y de otros tipos.
En realidad, los océanos operan como gigantescas plantas de tratamiento de
residuos, a condición de no superar el umbral de lo que pueden tolerar. De lo contrario,
se generan destrucción y muerte de la fauna y de la flora, e inconvenientes
económicos, crisis sanitarias y envenenamientos de la población humana. Esto, a
corto plazo. A largo plazo, las consecuencias podrían ser catastróficas. Basta pensar
únicamente en los efectos que la contaminación biológica –como consecuencia del
incremento de fertilizantes- podría acarrear si la proliferación de formas microscópicas
fuera tan grande que se redujera significativamente el nivel de oxígeno disuelto en el
agua oceánica. La contaminación tiende a concentrarse en los lugares próximos a las
zonas habitadas y más industrializadas. sí, la contaminación marina de origen
atmosférico es, en determinadas zonas adyacentes a Europa (Báltico, mar del Norte,
Mediterráneo), por termino general, diez veces mayor que mar adentro, en el propio
Atlántico norte; cien veces superior que en el Pacífico norte y mil veces más elevada
que en el Pacífico sur. Sin embargo, y como consecuencia de la circulación general
de los aires y de las aguas, cada año se detectan nuevos contaminantes en zonas tan
apartadas como la Antártida –se ha encontrado DDT en la grasa de los pingüinos
antárticos o las fosas oceánicas.
La contaminación química del medio marino provocada por el hombre es muy
superior a la atribuible a causas naturales. Las tasas de aporte de algunos elementos
son elocuentes: el mercurio llega al océano a un ritmo dos veces y media superior al
que sería debido únicamente a factores naturales; el manganeso multiplica por cuatro
dichos ritmos naturales; el cobre, el plomo y el cinc por doce; el antimonio por treinta
y el fósforo por ochenta. Algunos de los metales pesados, como el mercurio y el plomo,
junto con el cadmio y el arsénico, son contaminantes graves, pues penetran en
las cadenas alimentarias marinas, y, a través de ellas, se concentran. Así, por ejemplo,
la enfermedad de Minamata –descubierta en los años 20 en la bahía japonesa de
mismo nombre ha provocado, en Japón y en Indonesia, miles de muertes y un número
mucho mayor de enfermos con lesiones cerebrales. La causa que la produjo fue el
consumo de atún y otros peces con contenidos elevados de mercurio procedente de
los vertidos industriales de aquella zona costera. Igualmente, productos químicos
como el DDT y los PCB son otros contaminantes químicos muy peligrosos.
2. CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA
Se entiende por contaminación atmosférica a la presencia en el aire de materias o
formas de energía que impliquen riesgo, daño o molestia grave para las personas y
bienes de cualquier naturaleza, así como que puedan atacar a distintos materiales,
reducir la visibilidad o producir olores desagradables.
El nombre de la contaminación atmosférica se aplica por lo general a las alteraciones
que tienen efectos perniciosos en los seres vivos y los elementos materiales, y no a
otras alteraciones inocuas. Los principales mecanismos de contaminación atmosférica
son los procesos industriales que implican combustión, tanto en industrias como en
automóviles y Calefacción calefacciones residenciales, que generan dióxido de
carbono dióxido y monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y azufre, entre otros
contaminantes. Igualmente, algunas industrias emiten gases nocivos en sus procesos
productivos, como cloro o hidrocarburos que no han realizado combustión completa.
La contaminación atmosférica puede tener carácter local, cuando los efectos ligados
al foco se sufren en las inmediaciones del mismo, o planetario, cuando por las
características del contaminante, se ve afectado el equilibrio del planeta y zonas
alejadas a las que contienen los focos emisores.
El efecto invernadero
La energía solar que llega a la Tierra, al tomar contacto con el suelo, se refleja sólo
en parte, siendo el resto absorbido por el suelo. El efecto de esta absorción es un
calentamiento del mismo y se manifiesta por una emisión de calor hacia el exterior
de la Tierra. Sin embargo, al viajar hacia la atmósfera se encuentra con ciertos
gases, que actúan de freno, produciéndose un choque y una vuelta hacia la Tierra.
Esto evita que la energía se escape hacia el exterior, calentando más el aire en las
zonas bajas de la atmósfera.
Un ejemplo muy cercano a nosotros en el que se manifiesta el efecto invernadero se
produce en el interior de los vehículos cuando están expuestos al sol. Bajo estas
circunstancias, puede observarse que la temperatura en el interior del vehículo es
muy superior a la temperatura ambiente que le rodea.
El efecto que esto produce es un calentamiento global del planeta (se calcula que,
aproximadamente, la temperatura media aumentará unos cuatro grados en los
próximos 100 años). Como consecuencia del mismo, se producirá un deshielo d las
zonas polares, aumentando el nivel medio de mares y océanos. Esto tendrá a la
larga graves consecuencias que ya comienzan a sufrir determinados lugares, como:
inundaciones, ciclones, pérdida de la zona costera litoral.
Los principales gases que provocan el efecto invernadero son:
– Dióxido de carbono (CO2): procede de la combustión del petróleo y sus derivados
(emisiones desde vehículos, industrias, etc.).
– Metano (CH4): Proceden de los residuos ganaderos y agrícolas.
– Clorofluorocarbonos (CFC y HFC): Son gases usados aún en muchos países en
aerosoles, climatizadores, refrigeradores, etc.
Conociendo las fuentes emisoras de estos gases, podremos realizar acciones
correctoras que reduzcan, en la medida de lo posible, las consecuencias que lo
producen: ahorro y uso racional en el consumo de combustibles, reducción de las
emisiones a la atmósfera mediante filtros, utilización de transportes alternativos, etc.
La ampliación de espacios arbolados es otra medida correctora, ya que los árboles
actúan absorbiendo el CO2, responsable del efecto invernadero.
El agujero de la capa de ozono
En capas altas de la atmósfera, estratosfera abunda el gas ozono (O3) que,
actuando como un filtro, disminuye la llegada a la tierra de la luz ultravioleta.
Los rayos UVA son perjudiciales para la vida. El uso de algunos compuestos
artificiales, así como fertilizantes, reduce la concentración de ozono en la atmósfera;
esto provoca que llegue más cantidad de rayos ultravioletas a través de la misma.
La disminución de la capa de ozono tiene graves consecuencias para el desarrollo
de la vida en la Tierra, y está provocando un aumento en el número de cánceres de
piel, mutaciones genéticas, etc.
Los principales causantes de la destrucción de la capa de ozono son:
– Fuentes artificiales de Cloro y Bromo, presentes en los circuitos de refrigeradores
industriales y domésticos, aerosoles, etc.
Al igual que en el caso anterior, al conocer cuáles son los gases causantes de este
efecto, deben tomarse medidas para atajar el problema con la mayor prontitud
posible. La sustitución de las sustancias que agotan la capa de ozono debe ser
apoyada por los ciudadanos, a los que no debería importar re- alizar un gasto
mayor para adquirir productos sin este tipo de gases.
4. CONTAMINACIÓN LUMÍNICA
La contaminación lumínica puede definirse como la emisión de flujo luminoso de
fuentes artificiales
nocturnas en intensidades, direcciones, rangos espectrales u horarios innecesarios
para la realización de las actividades previstas en la zona en la que se instalan las
luces.
Un ineficiente y mal diseñado alumbrado exterior, la utilización de proyectores y
cañones láser, la inexistente regulación del horario de apagado de iluminaciones
publicitarias, monumentales u ornamentales, etc., generan este problema cada vez
más extendido.
La contaminación lumínica tiene como manifestación más evidente el aumento del
brillo del cielo nocturno, por reflexión y difusión de la luz artificial en los gases y en las
partículas del aire, de forma que se altera su calidad y condiciones naturales hasta el
punto de hacer desaparecer estrellas y demás objetos celestes.
Es indudable que el alumbrado exterior es un logro que hace posible desarrollar
múltiples actividades en la noche, pero es imprescindible iluminar de forma adecuada,
evitando la emisión de luz directa a la atmósfera y empleando la cantidad de luz
estrictamente necesaria allí donde necesitamos ver. Toda luz enviada lateralmente,
hacia arriba o hacia los espacios en donde no es necesaria no proporciona seguridad
ni visibilidad y es un despilfarro de energía y dinero.
Sobre este grave problema, hasta el momento, existe escasa conciencia social, pese
a que genera numerosas y perjudiciales consecuencias como son el aumento del
gasto energético y económico, la intrusión lumínica, la inseguridad vial, el dificultar el
tráfico aéreo y marítimo, el daño a los ecosistemas nocturnos y la degradación del
cielo nocturno, patrimonio natural y cultural, con la consiguiente pérdida de percepción
del Universo y los problemas causados a los observatorios astronómicos.
Estos perjuicios no se limitan al entorno del lugar donde se produce la contaminación
—poblaciones, polígonos industriales, áreas comerciales, carreteras, etc.—, sino que
la luz se difunde por la atmósfera y su efecto se deja sentir hasta centenares de
kilómetros desde su origen.
Desde comienzos de los años 1980 existen diferentes movimientos organizados de
gente preocupada por este problema y que promueven campañas de prevención de
la contaminación lumínica. Es posible aplicar medidas que, manteniendo un correcto
nivel de iluminación, llevarían a prevenir el problema de la contaminación lumínica
como las siguientes:
a) Impedir que la luz se emita por encima de la horizontal y dirigirla sólo allí donde es
necesaria. Emplear de forma generalizada luminarias apantalladas cuyo flujo luminoso
se dirija únicamente hacia abajo.
b) Usar lámparas de espectro poco contaminante y gran eficiencia energética,
preferentemente de vapor de sodio a baja presión (VSBP) o de vapor de sodio a alta
presión (VSAP), con una potencia adecuada al uso.
c) Iluminar exclusivamente aquellas áreas que lo necesiten, de arriba hacia abajo y
sin dejar que la luz escape fuera de estas zonas
d) Ajustar los niveles de iluminación en el suelo a
los recomendados por organismos como el Instituto Astrofísico de Canarias o la
Comisión Internacional de Iluminación.
e) Regular el apagado de iluminaciones ornamentales, monumentales y publicitarias.
f) Prohibir los cañones de luz o láser y cualquier proyector que envíe la luz hacia el
cielo.
g) Reducir el consumo en horas de menor actividad, mediante el empleo de reductores
de flujo en la red pública o el apagado selectivo de luminarias. Apagar totalmente
las luminarias que no sean necesarias.
Para medir la calidad del cielo, se utilizan escalas cómo por ejemplo la escala de cielo
oscuro de Bortle.
El 20 de abril de 2007 se promulgó la Declaración de la Palma por el derecho a
observar las estrellas, con el apoyo de la Unesco.
5. CONTAMINACIÓN VISUAL
La contaminación visual es un tipo de contaminación que parte de todo aquello que
afecte o perturbe la visualización de sitio alguno o rompan la estética de una zona o
paisaje, y que puede incluso llegar a afectar a la salud de los individuos o zona donde
se produzca el impacto ambiental.
Se refiere al abuso de ciertos elementos “no arquitectónicos” que alteran la estética,
la imagen del paisaje tanto rural como urbano, y que generan, a menudo, una sobre
estimulación visual agresiva, invasiva y simultánea.
Dichos elementos pueden ser carteles, cables, chimeneas, antenas, postes y otros
elementos, que no provocan contaminación de por sí; pero mediante la
manipulación indiscriminada del hombre (tamaño, orden, distribución) se convierten
en agentes contaminantes.
Una salvaje sociedad de consumo en cambio permanente que actúa sin conciencia
social, ni ambiental es la que avala (o permite) la aparición y sobresaturación de estos
contaminantes. Esto se evidencia tanto en poblaciones rurales como en
aglomeraciones urbanas de mayor densidad. Pero lógicamente es en las metrópolis,
donde todos estos males se manifiestan más crudamente.
Todos estos elementos descriptos influyen negativamente s o b r e e l h o m b r e y e l
a m b i e n t e disminuyendo la calidad de vida.
Esta situación no sólo atenta contrala belleza del espacio urbano, sino también sobre
la lectura poco clara que tienen los individuos del mismo, dificultando la identificación
del habitante con su ciudad.
Una ciudad con contaminación visual denota un estado con falta de política para la
ciudad, con una regulación deficitaria o inexistente del espacio público y privado. Así
las ciudades se convierten en escenarios de millones de decisiones individuales
despreocupadas por su entorno, que conviven formando un caos difícil de asimilar por
el ojo humano.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA