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Los Céstodos

(Céstoda, del latín cestum, "cinta" y del griego eidés, "con el aspecto de"). Los cestodos
o gusanos planos constituyen una clase del Phylum Platyhelminthes del reino
Animalia. Los adultos de céstodos parásitos humanos tienen todo un cuerpo que
puede definirse como plano y acintado. Los gusanos vivos son de color blanco o
amarillento. El cuerpo del cestodo está formado por un órgano anterior de fijación,
el escólex o cabeza, que pueden tener o no una unidad retráctil llamada róstelo;
seguida por una cadena de segmentos o proglótides, conocida también como
estróbilo o cuerpo. Después del escólex presenta el cuello, zona germinal o
proliferativa de los proglótidos. El estróbilo crece durante toda la vida del cestodo,
por la formación continuada de nuevos segmentos o proglótides en la región
inmediatamente posterior al escólex. Los segmentos de nueva formación se
denominan inmaduros, pues aun no contienen estructuras internas
completamente desarrolladas. Los segmentos maduros son más anchos, se
encuentran hacia la mitad de la cadena, y cada uno de ellos puede albergar uno o
dos juegos de órganos reproductores tanto masculinos como femeninos. La
porción terminal del estróbilo está formada por los anillos maduros o grávidos,
generalmente repletos de huevos. Los huevos están dentro del útero, una
estructura cuya forma y tamaño varía en las diferentes especies de cestodos. La
forma del útero es bastante característica y sirve como dato importante para el
diagnóstico. Los proglótides terminales de algunas especies pueden ser liberados
en el intestino y salen al exterior con las heces; algunos pueden ser demasiados
pequeños para verlos en un examen directo.

Los cestodos adultos viven en el intestino delgado, donde se encuentran ligados


en la mucosa. No tienen aparato digestivo ni circulatorio; absorben sus alimentos
del intestino del hospedador. La fijación se lleva a cabo por medio del escólex, un
órgano que varía en morfología de unas especies a otras. Con la excepción, de
Diphyllobothrium latum, todos los cestodos parásitos humanos tienen en el
escólex, cuatro ventosas musculares en forma de copa- Además de las ventosas,
el escólex puede tener una estructura alargada y protráctil, el róstelo, que se sitúa
en el centro del escólex. En algunas especies, el róstelo lleva ganchos
denominándose armado. El escólex de cada especie es bastante característico y
suficiente para un diagnóstico específico.

Los cestodos que parasitan al hombre tienen ciclos de vida complejos que
incluyen, generalmente, dos hospedadores, definitivo e intermediario. Algunas
especies utilizan al hombre solo como su hospedador definitivo, desarrollándose
en el intestino hasta el estado adulto, tras la ingestión de la fase larvaria infectiva
(ejemplo Diphyllobothrium latum, Taenia saginata, Himenolepis diminuta, etc.).
Para algunas especies, el hombre es adecuado tanto para hospedador definitivo
como para intermediario (ejemplo, Taenia solium, Hymenolepis nana). Los huevos
de los cestodos varían considerablemente en el aspecto de su cubierta externa,
así como en el número y grosor de sus membranas embrionarias. Estas
membranas sirven como cubiertas protectoras del embrión, que se denomina
oncósfera y lleva seis ganchos alargados.

Taenia solium

Reino: Animalia

Phylum: Platyhelminthes

Clase: Cestoda

Orden: Cyclophyllidea

Familia: Taeniidae

Género: Taenia

Especie: solium

La tenia humana del cerdo se encuentra en aquellos lugares donde el hombre


ingiere carne de cerdo cruda o insuficientemente cocinada. La parasitación por
Taenia solium es frecuente en México, Latinoamérica, la península ibérica, países
eslavos (Rusia, Bielorrusia, república checa, Bulgaria, macedonia, Montenegro,
Croacia, Eslovenia, Eslovaquia, Polonia, bosnia-Herzegovina), África, India,
Sudeste Asiático (Tailandia, malasia, Vietnam, laos) y China. El ciclo de vida de
esta tenia requiere de un hospedador intermediario, el cerdo, Los huevos
embrionados, cuando son ingeridos por el cerdo, se desarrollan hasta la larva
infestiva o cisticerco en la musculatura. Un cisticerco es esencialmente una
vesícula con una pared delgada que contiene un escólex. Estas larvas tienen 0.5
cm o más de diámetro. El hombre adquiere el parasitismo al comer carne de cerdo
conteniendo estas larvas. Cuando la carne infestada con cisticercos es ingerida
por el hombre, todo se digiere salvo la porción del escólex que se fija por si mismo
en la pared del intestino y comienza a desarrollar una cadena de proglótides.
Aunque no está demostrado, se piensa que el retroperistaltismo puede llevar
contenido intestinal con huevos a las porciones altas del duodeno, donde las
oncósferas eclosionan y penetran directamente en la pared intestinal. Por estas
razones, la parasitación por los adultos de T. solium es peligrosa tanto para el
paciente como para los que entran en contacto con él. Es por ello, esencial
administrar un tratamiento eficaz y precoz para disminuir la posibilidad de una
inversión del peristaltismo.

El adulto de T. solium puede alcanzar una longitud de varios metros (3-4


mts). El escólex es muscular y lleva además de las cuatro ventosas una doble
corona de ganchos prominentes, cuya función es la fijación a la mucosa intestinal.
Cada proglótido es una unidad de reproducción autofecundante e independiente,
que produce huevos que contienen embriones infestantes; los proglótidos más
distales, que son los grávidos, presentan ramas uterinas llenas de huevos que le
dan aspecto arboriforme, cada uno contiene un promedio de 50.000 a 60.000
huevos y habitualmente se desprenden del estróbilo en cadenas cortas que son
eliminadas con las heces. Los huevos son esféricos, miden de 30 a 45 µm y
presentan varias membranas, como el vitelo, que sólo se presenta en los huevos
inmaduros y que permite la obtención de nutrientes. El vitelo cubre al embrióforo
formando una cubierta con bloques embriofóricos, estos bloques están unidos por
una proteína cementante, lo que le da al huevo una apariencia física radiada; la
membrana oncosferal recubre a la oncosfera o embrión hexacanto, llamado así
por presentar tres pares de ganchos.Los segmentos maduros son más anchos que
largos y contienen un juego de órganos reproductores masculinos y femeninos.
Los segmentos grávidos son generalmente más largos que anchos y contienen un
útero ramificado lleno de huevos. Una rama uterina central se extiende a lo largo
del segmento grávido. De ella parten ramas menores, que se proyectan
lateralmente y se extienden hacia el margen lateral del proglótide. Estas ramas
laterales pueden tener un número variable de pequeñas ramas secundarias. En T.
solium el número de ramas principales a cada lado de la rama uterina central,
varía de 7 a 13. El diagnóstico específico de T. solium se hace contando el
número de ramas uterinas laterales, lo cual puede hacerse en especímenes vivo o

en preparaciones teñidas.
Aunque en las muestras fecales pueden encontrarse segmentos grávidos y
huevos, la identificación específica no puede hacerse solo en base a los huevos,
pero si por el examen de los proglótides grávidos. Los huevos de tenia pueden
encontrarse libres en las heces.
La oncósfera está envuelta en una cubierta radialmente estriada llamada el
embrióforo, generalmente de color marrón oscuro. La cubierta radialmente
estriada, es sin embargo, suficientemente característica, por lo que los huevos de
tenia no pueden confundirse con ninguno de los huevos de otros helmintos de
parásitos humanos.

Desarrollo de la tenia.

a= embrión; b=embrión libre (oncósfera); c=cisticerco; d=cisticerco con el escólex


desvaginado.

El escólex de taenia solium tiene ganchos lo que permite diferenciarlo de T.


saginata.

Sintomatología

La tenia adulta probablemente no causa síntomas en la mayoría de los pacientes.


Se ha señalado malestar abdominal vago, dolor del estómago vacío e indigestión
crónica. Con frecuencia aparece una eosinofilia moderada.

Tratamiento

La Niclosamida (Niclocide) es efectiva al igual que la quinacrina clorhídrica y el


praziquantel. Con este último fármaco puede esperarse un 100% de curación. Un
purgante salino aproximadamente una hora después del antihelmíntico facilita la
recogida de la tenia y la seguridad de la curación. La niclosamida actúa a nivel
mitocondrial inhibiendo la fosforilación oxidativa del parásito. El escólex y los
segmentos próximos, al morir tras el contacto con el fármaco se desligan y pueden
ser digeridos por el hospedador. El fármaco se administra vía oral, después de un
desayuno ligero. La dosis de adultos es de 2 gramos en dosis única; 1.5 gramos
para niños que pesan más de 35 kilos y 1.0 gramo para niños entre 10-35
kilogramos de peso. La quinacrina es también eficaz, su principal inconveniente
radica en el hecho de que a la dosis necesaria produce nauseas en un alto
porcentaje de los pacientes, ello puede controlarse con una pre medicación con
fármacos antieméticos como la proclorperacina.

El praziquantel se toma en dosis única de 25 mg/kilogramo de peso con la


recomendación posterior de un purgante salino para expulsar los vermes y
demostrar la curación.

Cysticercosis

La fase larvaria de los cestodos del género Taenia se denominan cysticercus o


gusano vesícula. Se reconoce también con el nombre de Cysticercus cellulosae
porque se desconocía su relación con las larvas adultas.

El ciclo de vida de T. solium incluye generalmente al cerdo como hospedador


intermediario. Los huevos tras ser eliminados con las heces pueden permanecer
viables en el suelo durante muchas semanas. Tras ser ingeridos por cerdos o por
hombres, la cubierta externa se deshace en el intestino delgado y la larva que
contenía la oncósfera es capaz de invadir la pared intestinal y penetrar en un vaso
sanguíneo a través de los 6 ganchitos que posee. Puede ser trasportada por la
circulación sanguínea a cualquier parte del cuerpo y alojarse en cualquier tejido,
pero lo más frecuente es que evolucione en la musculatura voluntaria. La larva
completa su desarrollo en unos dos meses. Es semitransparente, de color blanco
opalescente y de forma oval. Puede alcanzar una longitud de 0.6 a 1.8 cm. La
vesícula está llena de líquido y en un lado se observa un área densa que contiene
el escólex.
CICLO BIOLOGICO

Sus huevos, se diseminan al medio ambiente cuando son liberados desde las
heces de las personas infectadas. La composición de los huevos es tal que les
permite sobrevivir en el medio ambiente, aún en condiciones extremas como
sequedad, ya que sus embrióforos están formados de una estructura cementante
que recubre a todo el huevo y contiene en su interior al embrión u oncósfera.
Luego, en caso de que los huevos sean ingeridos por el huésped intermediario, en
este caso cerdos y jabalíes, dicho material cementante es digerido por las
condiciones microambientales del tracto digestivo y el embrión es liberado, se
convierte en una oncósfera. Posteriormente, la oncósfera migra a través del tejido
intestinal y alcanza la sangre o la linfa e invade la musculatura o el sistema
nervioso central y allí se establece y desarrolla hasta alcanzar la fase larvaria o
intermedia denominada cisticerco. Esta forma larvaria es una vesícula que alcanza
tamaños hasta de 5 cm y en su interior aloja al escólex invaginado, que contiene la
porción cefálica armada necesaria para que la solitaria se fije al intestino. Luego,
cuando los cisticercos son ingeridos por el hombre, desde la carne de cerdo
infectada cruda o mal cocida, el escólex evagina y se fija al intestino mediante el
soporte que le brinda su doble corona de ganchos y las cuatro ventosas que lo
forman. Luego, al cabo de aproximadamente 3 meses de fijación al intestino, el
parásito adulto también conocido como taenia se desarrolla y alcanza su madurez.
La solitaria es un gusano que tiene la forma de un largo tallarín dividido en
múltiples segmentos, conocidos como proglótidos, y dado que el gusano es
hermafrodita se autofecunda y da origen a los huevos que se concentran en los
proglótidos terminales, los cuales son arrojados en la materia fecal de los
individuos infectados y con ello se completa el ciclo de vida del parásito.
Ciclo de vida de los cestodos y su transmision. Gómez-Priego A, Ruenes-Meza MT, Flisser A.
Depto. de Microbiología y Parasitología, Facultad de Medicina, UNAM.
SINTOMATOLOGIA Y PATOGENIA

Las infestaciones ligeras con cisticercos pueden ser asintomáticas en el hombre, a


no ser que el quiste se aloje en un área vital. En parasitaciones altas, son mayores
las probabilidades de que la larva se desarrolle en el cerebro o en el ojo, donde es
mucho más probable que provoque síntomas. En el músculo los quistes
frecuentemente se calcifican sin producir trastornos, sin embargo, puede
producirse una pseudohipertrofia muscular. Esta se acompaña generalmente de
miositis (inflamación de un músculo voluntario), fiebre alta y eosinofilia. En el
cerebro los cisticercos pueden desarrollarse en los ventrículos (cavidades
internas del cerebro llenas de LCR invaginados por los mechones vasculares
“plexos coroideos”, los ventrículos se denominan laterales, tercero y cuarto) (a los
que llegan a través del
plexo vascular
coroideo), en las
cisternas
subaracnoideas o en
el parénquima. Dentro
de los ventrículos, la
presencia de cisticercos
puede conducir a una
hidrocefalia obstructiva
(se ha descrito como
causa de muerte la
presencia de un
cisticerco en el cuarto
ventrículo), en tanto que los cisticercos cisternales pueden dar lugar a una
meningitis aguda, subaguda o crónica, con hodrocefalia obstructiva y
posiblemente con implicación de los nervios craneales. La demencia puede
también formar parte del cuadro
clínico. Las lesiones parenquimales
pueden provocar ataques,
malfunciones neurológicas focales o
ambas cosas a la vez. La
compresión del tronco encefálico
superior puede dar lugar a síntomas
inespecíficos y signos como letargia,
reflejos tendinosos hiperactivos,
limitación parcial de visión
ascendente y pupilas dilatadas poco
reactivas. La cisticercosis de la
médula espinal es rara, pero puede dar lugar a aracnoiditis (inflamación de la
membrana aracnoides).
Los quistes que se desarrollan en el ojo pueden conducir a una disminución de la
agudeza visual o a otras dificultades visuales, que son variables dependiendo de
la posición que tenga el cisticerco en el ojo. Los
quistes que se desarrollan en localizaciones
oculares pueden dar lugar a defectos en el campo
visual.

La muerte de los cisticercos suele conducir a


menudo a una exacerbación de los síntomas y a
una reacción inflamatoria extensa alrededor de
los parásitos muertos o moribundos. Se ha
sugerido que ello no solo sea una consecuencia
secundaria a la liberación de sustancias
antigénicas por el cisticerco muerto, sino al cese
de la inmunosupresión activa que produce, que al parecer provoca depleción del
complemento, suprime la actividad linfocitaria, reduce la de los eosinófilos y
presenta una fuerte actividad citotóxica.

Diagnóstico

Se hace en base a la extirpación quirúrgica de los nódulos subcutáneos, la


demostración radiográfica de los quistes calcificados en la musculatura, o a la
visualización del cisticerco en la órbita ocular. Los signos y síntomas de una lesión
por ocupación de espacio en el sistema nervioso central, puede ser altamente
sugestiva de cisticercosis, en presencia de cisticercos demostrables en cualquier
parte del cuerpo, o si se ha demostrado una serología positiva a cisticercosis. Las
pruebas serológicas son sin embargo, negativos en la cisticercosis del SNC. El
diagnóstico depende de todos modos en última instancia, de la demostración del
organismo tras la extirpación quirúrgica de los quistes. Para ello la tomografía axial
computarizada es útil para la localización de los parásitos.
Tratamiento

Directa de los quistes ventriculares, la aplicación de procedimientos de desvío


para disminuir la hidrocefalia y la extirpación de los quistes por medio de una
endoscopia estereotáxica (neurocirugía). Hoy, con el praziquantel, se dispone de
un fármaco que puede matar a los cisticercos tanto en tejido muscular o
subcutáneo como en el SNC. La dosis recomendada para la neurocisticercosis es
de 50 mg/Kg, en tres dosis fraccionadas diariamente y durante 15 días. Muchos
especialistas aconsejan la administración conjunta de dexametasona para impedir
la inflamación alrededor de los cisticercos moribundos. Si los síntomas persisten
puede repetirse el tratamiento, pero lo que no puede esperarse es la desaparición
de los síntomas que sean debidos a los quistes calcificados. El praziquantel no
debe utilizarse en el tratamiento de pacientes con cisticercosis intraocular. En
estos casos muchas veces es posible realizar una extirpación quirúrgica.

Control.

La cocción completa de la carne de cerdo o su congelación a -20°C durante 12


horas, mata a las larvas, si ello se practicara de modo universal, el resultado sería
la eliminación de este parasitismo tanto en el hombre como en el cerdo.
La Himenolepiasis
Es una parasitosis de localización intestinal causada por los céstodos del género
Hymenolepis, con dos especies: Hymenolepis nana e Hymenolepis diminuta.

Epidemiología

La himenolepiasis es frecuente en países de climas templados con frecuencias del


27% y se pueden agrupar dentro de las helmintiasis trasmitidas por fecalismo. La
forma infectante es la ingestión del huevo de Hymenolepis nana excretado por la
materia fecal y por contaminación fecal.

HYMENOLEPIS NANA

Hymenolepis nana, la taenia enana


del hombre es un parásito habitual del
ratón casero y se encuentra como
parásito humano en todo el mundo. El
parasitismo se observa con mayor
frecuencia en niños, pero también se
da en adultos.

Los adultos de Hymenolepis nana son


cestodos relativamente pequeños de
solo unos pocos centímetros de
longitud. El escólex tiene cuatro
ventosas y un róstelo armado con un
círculo de ganchos. Todos los anillos
son más anchos que largos. Los
proglótides maduros tienen un juego
de órganos reproductores masculino y otro femenino. Los segmentos grávidos
contienen un útero sacciforme repleto de huevos. Los huevos generalmente se
liberan del segmento grávido antes de que éste se desligue del resto del estróbilo.
Los huevos son generalmente ovoides, tienen una cubierta externa delgada y lisa
y miden de 30 a 47 µm. Contienen la oncósfera hexacanta dentro de una
membrana rígida. Esta membrana presenta dos engrosamientos o protuberancias
polares, de las cuales parten de cuatro a ocho filamentos delgados y largos,
denominados filamentos polares. La presencia de estos filamentos polares es
diagnóstica y sirve para diferenciar a H. nana de otra especie, H. diminuta que no
los presenta.
Características de Hymenolepis spp.
Especie Hymenolepis nana Hymenolepis diminuta

Tamaño 2 - 4 cm 20 - 60 cm

0. 3 mm
0.2 mm – 0.4 mm
Escólex Rostelo armado con 20 – 30
Rostelo inerme
ganchos

Oval 30 – 47 µm Esférico 60 – 80 µm
Embrión hexacanto Embrión hexacanto
Huevo Embrióforo con protuberancias Embrióforo sin
polares protuberancias
4 – 8 filamentos polares Sin filamentos

Proglótidos 100 - 200 800 – 1 000

Huevo de H. nana con los filamentos polares


Ciclo Biológico

El ciclo biológico de Hymenolepis nana puede ser de dos tipos: directo e


indirecto. El directo no requiere de un huésped intermediario, mientras que el
indirecto si necesita o pasa por uno. Para el ciclo biológico directo situamos a un
adulto de Hymenolepis en el intestino delgado de un hombre. Como consecuencia
del metabolismo y de la vida del parásito, cuando están en condiciones
adecuadas, los últimos segmentos o proglótides grávidos se desprenden de la
cadena estrobilar, quedando libres en la luz intestinal. Estos proglótidos se
desintegran o se destruyen, soltando los huevos que estaban en el interior de su
útero. Los huevos son arrastrados con el contenido intestinal y salen al medio
externo con la materia fecal, estando ya embrionados. Mediante contaminación
con materia fecal, un individuo ingiere los huevos de Hymenolepis nana, éstos
descienden la parte alta del tubo digestivo y la cubierta se rompe en el intestino
delgado, liberando al embrión, oncósfera o hexacanto. Este embrión penetra en
las vellosidades intestinales, donde se trasforma en la forma larvaria, que en esta
ocasión se denomina cisticercoide. En este lugar va madurando hasta que está
en condiciones de convertirse en adulto. Cuando esto ocurre, sale de la vellosidad
intestinal para fijarse con su escólex a la pared del intestino delgado donde crece
hasta formar una cadena estrobilar, la cual ya está totalmente formada.
Nuevamente libera proglótidos grávidos, cerrándose de esta manera el ciclo
biológico. Una vez que el huevo se encuentra libre en el intestino delgado, puede
eclosionar ahí mismo de tal forma que se suelta el embrión y penetra la vellosidad
intestinal. Esto sucede sin que salga al medio ambiente, fenómeno denominado
mecanismo de autoinfección interna, lo cual garantiza que un individuo pueda
llegar a tener una hymenolepiasis masiva o severa, aunque no se está
reinfectado del medio ambiente. Esta es una peculiaridad que no hemos visto en
otros parásitos.

En lo que respecta al ciclo indirecto, los huevos de Hymenolepis nana, al ser


excretados con la materia fecal, quedan libres en el medio ambiente, llega un
díptero y los ingiere. En su intestino, los huevos sueltan la oncósfera, misma que
tienen la particularidad de poder penetrar en los tejidos del artrópodo (escarabajo
de los cereales), en los cuales se transforma en un cisticercoide y ahí permanece
sin poder llegar nunca al estadio adulto, porque no es el huésped adecuado. Lo
que sucede es que ahora requiere de un mamífero, particularmente el hombre,
para que ingiera al artrópodo, el cual se puede encontrar en algún alimento. Al ser
ingerido, sale el cisticercoide, el cual se fija en la pared intestinal y forma poco
tiempo después un estróbilo. De esta manera un individuo tiene un adulto de
Hymenolepis. El huésped intermediario más importante para el hombre es el
género Xenopsilla, también conocido como pulga. Cabe señalar que el ciclo
también se puede desarrollar dentro de un roedor, en donde sí se puede
desarrollar los adultos y se eliminan los huevos larvados infectantes en las heces
del roedor.

En el caso de Hymenolepis diminuta solo existe ciclo indirecto, no puede haber


ciclo directo. Por esta razón se presenta con menor frecuencia en el hombre, dado
que la mayoría de los humanos no llegan a comer artrópodos en forma rutinaria.

Sintomatología.

Las parasitaciones leves son asintomáticas. Cuando existen muchos parásitos


pueden producir dolor abdominal, diarrea, cefalea, mareos, anorexia y otros
síntomas inespecíficos. Patogénicamente uno de los elementos más importantes
en la himenlepiasis son los productos que se liberan como consecuencia de su
metabolismo. Son productos que resultan tóxicos para el ser humano. El embrión
libera gránulos con sustancias líticas que producen deformidad, aplanamiento y
destrucción de vellosidades intestinales. Otros productos se absorben a nivel de la
pared intestinal provocando un fenómeno tóxico alérgico que provoca disfunción
intestinal, además del proceso inflamatorio como consecuencia de la fijación de la
oncósfera con sus ganchos.

Tratamiento

El Praziquantel, tiene indudables ventajas sobre la niclosamida, para el


tratamiento tanto de las fases tisulares como lumenales. La dosis es única de 10 a
20 mg/kilogramo. La niclosamida debe darse diariamente durante cinco o seis
días, cuatro comprimidos para adultos (2 gramos diarios), tres para niños de unos
34 kilogramos de peso y dos comprimidos para niños más pequeños de peso
superior de 11 kilogramos. Mejores antiparasitarios son el praziquantel, albendazol
(400 mg diarios por siete días) y nitazoxanida (en adultos 500 mg dos veces al día
por tres días y para los menores de doce años 200 mg, dos veces al día por tres
días).

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