1. Raskolnikov, el personaje principal del relato, quien era estudiante
de derecho, redactó y luego publicó un artículo en un diario local en el que proponía y buscaba convencer que a veces el crimen era necesario y totalmente justificable. Raskolnikov, influenciado por un filósofo muy controversial llamado Nietzche, el cual hablaba de la idea de un superhombre, estableciendo la diferencia entre los hombres: ordinarios y extraordinarios. Los primeros, son aquellos que siguen las normas establecidas y actúan de acuerdo a lo “políticamente correcto”. Por otra parte, los hombres extraordinarios, eran hombres superiores, quienes tenían licencias para transgredir las normas. De esta forma se defiende la idea que muchas veces es necesario dar muerte de forma directa a muchísimas personas, sin importar estas, ya que el bien que se obtenía era mucho mayor que las muertes de esas personas. En el libro “Crimen y Castigo”, se expone una idea expuesta por el protagonista, en donde el explicaba las razones que lo conducían a no sentir culpas morales por el asesinato de la “anciana”: “-Oye -dijo el estudiante, cada vez más acalorado-, quiero exponerte una cuestión seria. Naturalmente, he hablado en broma, pero escucha. Por un lado tenemos una mujer imbécil, vieja, enferma, mezquina, perversa, que no es útil a nadie, sino que, por el contrario…” ( A través de esas líneas, podemos notar como Raskolnikov, influenciado por Nietzsche, consideraba que se justificaba la muerte de la “anciana”, porque traería beneficios personales y además para su familia y muchas personas más.
2. Siguiendo las ideas de uno de los inspiradores del personaje
principal del libro, quien entendía a la moral, como una fuerza terrible y engañadora que corrompe a la humanidad entera, quien consideraba que era una gran mentira, impuesta por la historia y quienes siempre han estado en las mejores posiciones sociales, desconociendo la realidad y sirviendo como escudo para su propio bienestar. Nietzsche sostiene y propone como alternativa; el nihilismo: que significaba aceptar la vida y la nada y vivir “Más allá del bien y del mal”. Rechazando todos los valores y normas morales y religiosas, puesto que han sido los culpables de la desigualdad social, por ende, permitiría vivir de una forma más justa y libre, sin importar el camino para esa satisfacción.