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ff lntroduceiin'! 1, De la diferencia del conocimienta puro ¥ el empirica No hay duda de que todo nuestro conocimiento com -nza por la experien- ciat pues si no fuese asi, qué despertaria a muestra facullad cognoscili- $a; prt: qué Se pisidra er ¢jarciein’ si no aconteciora eels’ por medio’ de objelos que mueven nuestros senlidos, ¥ on parte produc on por si miss represenlaciones, yen parle ponen en movimiento la actividad de nues- lo enlendimiento para compararlis a éstas, conectarlas o separarlas. y aborar asi la materia bruta de las impresiones sensibles y hacer de ella un expericneia? Segda el Hempa. -onovimienta de objetos, que se Ham: pues. ningiin conocimiento precede en nesutros a la experiencia, y con ésta comienza lade [onocimicnto]. Pero aunque todo nuestro conocimicnto comience con La experien= cia, no por eso surge todo él de fa experiencia, Pues bien podria ser que hueste conocinienta de experiencia fucse, él mismo, un compuesto formade por lo que: cecibimos mediante impresiones. y lo que nues- tra propia facultacl cognoseitiva (iemanco de las impresiones sensibles sdlo be ucwsidn ps este anadide no lo 1 ello) produce por sf misma distinguimos de aquella ff materia fundamental sino cuando un prolon- cio nos ha Hamardo la atencién: sobre: & gado ejere yonos ha dade ta hal ilidacl para separarlo. Por consiguiente, es una cue lién que por Lom toe US require davia una investigacién mas precisa, y que fe se puede despachar en seguida segén la primera apariencia, la [evestiéu] de si hay tal onocimiento independiente de la experieneia y aun de todas las im: presiones de los seulides. Tales canocimientos se Ilaman a. priori, y se distinzuen de los empéricos, que tienen sus luentes e posteriori, a sabe en lu experiencia. [BI] [B2I Itroduceién Ja la segunda edicin| Aquelli: expresiin, empero, no es tadavia suficientemente deterniina- da para designar el sentido complero de manera adecuada a la cuestin planteadia. Pues de algunos conocimientos derivados de fuentes de la experienc: se suele decir que somos a priori capaces de ellos, o que participamos de ellos a priari, porque na los deducimas inmediatamente de laexperiencia, sino de una regle universal que, sin embargo, hemos oblenidy de la experiencia. Asi, de alguien que socavase los cimicntos de su easa, s¢ dice que pude haber sabidle a priori que ella se vendria abajo; es decir no precisuba espe la experiencia de que efectivamente cayera, Pero tampoco podia saber esto, sin embargo, enteramente a priori. Pues que les cuerpos son pesados, y que caen cuando se les sustrue el apoyo, esto lendria que haberlo sabide amtes, por experiencia, Por consiguiente. en lo que sigue no entenderemos por conocimientos a priori aquellos que tienen lugar independie lemente de esta o aquella xperiencia, sino los que Gicnen lugar independientemente de tora « periencia en absolute. A ellos se oponern los conocimicntos empiricas, © st aquellos que sdlo sun posibles a pasteriari, es deci, por experiencia. Entre los conocimientos ¢ priori Hamanse puros aquellos en los que no est mezclado nada empfrien: Asi. p. ej. la proposicidn: toda mudanza tie- ne SU causa, C8 U proposicién « privet, pero no pura, porque mudanza es um concepto que s6lo puede ser extraide de la experienc! H. Esternias en po seston de clertas conocimientos a priori, ls yann ef entendimiento comin no carece nunca de ellos Se trata aqui de una caracteristiea gracias a la cual pocamos distinguir, con seguridad, un conecimicnte puro. de uno empirico. La experiencia nos ensefia, por cierto, que algo estd constituido de tal o cual manera: pera no, que no pueda ser de otra manera. Por consiguiente, si se encuentra, en ier lugar, una proposicién que sen pensada a la vex con su necesidad, e 183] Intreduccién [a la segunda edicién| @llaves un juicid @ priort: si adermds no 6s dexivada sino de alguna que a sé necesaria, nionces su vez es vdlida como propos Juna proposi- cién] absolutamente a priori, En segundo lugar: la experiencia nunca les daa sus juicios universufided verdadera. o estricta, sino sélo supueslt o comparutiva (por induceidn}: ee modo que propiamente debe decirse: ea lo-que hemos ff percibide hasta ahora. no se encuentra excepeidn alguna devesta 0 aquella regla. Por tanto, si un juicio es pensade con universa- lidad estricta, es decir, de tal manera, que no se admita, como posible, ninguna excepeidn, entonces no es derivado de la experiencia. sine que vélido absolutamente a priori. Lu universalidad empirica es. pues, sélouna inerementieidn ucbitraria de la valideg, a partir de aquella que fale en la mayoria de los casos, a aquella que vale en tndos ellos; come p. cuando ej_ en la proposicidn: txlos los cuerpos son pesados, pare cont raric ja universalidact cstricta pertenec: esencialmente a un juicio, ella setiala una particular fuente de conocimiento de él, a saber una facultad del conocimiento a priori. La necesidad y la universalidad estricta son, per tanto, sefiales scyuras de un cond niento a priori, y sontambién insepa- | :a de lus juicios, que la conlingeneia en ellos, rables unw de la otra. Pero como en el uso de cllas' a veces es mas [i mostrar la limitacién empiri o también a veces es mas convincente mostrar la universalidad ilimilada que nosotros alribuimos a un juice que la necesidad de él, por ello es aconsejuble scrvirse por separado de los dos 6 cionadas, cada uno de los cuales es. de por sf, infalibl Es facil mostrar que hay efeclivamente, cn el conocimiento humane, tales juicios necesarios y universales cn sentide estricte, y por Lunto, jut clus purog 4 priori. Si xe desea uti jemplo tomade de las ciencias, basta considerar lndas las: proposiciones de la matematicas si se desea uno lomade del use mas vulgar /fdel entendimiento, puede servir para elle | ¢ tener una causa. ¥ en esta Ghima proposicidn de que toda mudanze de! [propasicién| el concepto mismo de una causa contione tan manifiests [By

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