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traducción de

STELLA MASTRANGELO CONOCER EL MUNDO,


traducción del capítulo 15 SABER EL MUNDO:
ROBERTO BRICEÑO
HEINZ R. SONNTAG EL FIN DE LO APRENDIDO
Una ciencia social para el siglo XXI

por

IMMANUEL WALLERSTEIN

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siglo
veintiuno
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siglo xxi editores, s.a. de c.v,
CERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS, 04310, M~XICO, D. F.

siglo xxi editores, s.a.


TUCUMÁN 1621, 7° N, Cl0S0AAG, BUENOS AIRES, ARGENTINA

siglo xxi de españa editores, s.a,


MENÉNDEZ PIDAL 3 BIS. 28038, MADRID, ESPAflA
En EL r-lUNDO DEL SIGLO XXI se publican algunas obras
significativas de pensadores contemporáneos que, desde
distintos espacios sociales, políticos y académicos, es-
tudian los problemas locales, nacionales, regionales y
global.es que constituyen la compleja agenda de nuestro
tiempo.

Las primeras veinte obras que reúne esta colección son


una muestra de la variedad de puntos de vista con que
se observan y analizan la condición global del mundo y
los intensos cambios experimentados en los últimos
decenios en la sociedad, la economía, la política y la
cultura.

portada de maría luisa martínez passarge

primera edición en español, 2001


tercera edicón en español, 2007
ce) siglo xxi editores. s.a. de c.v.
en coedición con el centro de investigaciones
mterdiscipimarias en ciencias y humanidades, unam

isbn 10: 968-23-23U4-5


isbn 13: 978-968-23-2304-1

primera edición en inglés. 1999


© rcgents 01' the university of miunesota, minncapolis
publicado por university of minnesota press
litulo original: the end ofthe world as lVeknow it, social science
for the twenty-first century

derechos reservados conforme a la ley


impreso y hecho eu méxico/priuted and made in rnexico
[vii]
I 66
EL MUNDO DEL CAPITALISMO

tados Unidos. Por supuesto tendremos otro ciclo de Kondratieff,


pero no cabe duda de que su gloriosa fase A sólo hará más aguda la
crisis estructural, en lugar de anularla.
En este caso, podemos considerar que nos encontramos en lo que
4. mSTADOS? ¿SOBERANÍA?
Los dilemas de los capitalistas en una época de transicián"

los científicos de la complejidad llan.EinLII~;~~'!Jif!:1!c~ci~¿",dur~-nte-la


cuat-ersísrema mundial estaráen estado "caótico", en el sentido téc-
nico de que habrá simultáneamente muchas soluciones posibles para
todas las ecuaciones del sistema mundial, y por lo tanto ninguna pre- Ha habido largos debates, como todos sabemos, sobre la relación
decibilidad de los patrones de COrto plazo. Sin embargo de ese siste- entre los estados individuales y los capitalistas. Las posiciones va-
ma saldrá algún nuevo "orden", absolutamente indeterminado (en el rían entre los que destacan el grado en que los capitalistas manipu-
sentido de que es imposible de predecir) pero muy sujeto a la "agen- lan a los estados para servir a sus intereses individuales y colectivos
cia" (en el sentido de que incluso pequeños impulsos pueden tener y los que destacan la medida en que los estados son actores autóno-
efectos enormes sobre el curso del sistema en crisis).
mos que se relacionan con los capitalistas como un grupo de inte-
Desde este punto de vista, la crisis de Asia oriental es un signo rés entre varios o muchos. También ha habido debates sobre el grado
anunciador. No es el primero. El primero fue la revolución mundial en que los capitalistas pueden escapar al control de la maquinaria
de 1968. Pero en la medida en que los neoliberales afirman haber estatal y muchos sostienen que su capacidad de hacerlo ha aumen-
encontrado el secreto para volver a estabilizar el sistema, la crisis de tado en forma considerable en las últimas décadas, con el surgi-
Asia oriental habrá demostrado la esterilidad e irrelevancia de su miento de las empresas transnacionales y la llamada globalización.
teoría. Eso es lo que causa pánico a quienes, como el Financial Ti- Además ha habido largos debates acerca de la relación de los lla-
mes y Henry Kissinger, se preocupan por los efectos políticos del mados estados soberanos entre sí. Las posiciones varían entre los
"pánico" de los inversionistas financieros. Los especialistas tienen que destacan la soberanía efectiva de los distintos estados y los que
razón en sus críticas al FMI, pero ellos a su vez tienen muy poco que se muestran cínicos acerca de la capacidad de los llamados estados
ofrecernos, porque creen que tienen que sostener que el sistema débiles para resistir a las presiones (ya los halagos) de los llamados
histórico en el que vivimos es inmortal, y en consecuencia tienen estados fuertes. Ese debate con frecuencia se mantiene separado del
que evitar el análisis de sus dilemas. Sin embargo, ningún sistema debate sobre la relación de los estados individuales con los capita-
es inmortal, y ciertamente no el que ha generado la mayor polariza- listas, como si estuviéramos hablando de dos cuestiones diferentes.
ción económica y social en la historia de la humanidad.
Sin embargo, a mí me parece difícil examinar estos problemas en
forma inteligente sin verlos como un tándem, debido a la peculiar

I
!
estructura del moderno sistema mundial.
El moderno sistema mundial, que por lo menos en parte del glo-
bo existe desde el lejano siglo XVI, es una economía-mundo capita-
lista. Esto significa varias cosas. Un sistema es capitalista cuando la
dinámica primaria de la actividad social es la acumulación intermi-

I nable de capital. Esto en ocasiones se llama ley del valor. Por su-
puesto, no todos están necesariamente motivados para dedicarse a

I
tal acumulación interminable, y de hecho sólo unos pocos logran
hacerlo con éxito. Pero un sistema es capitalista si los que se dedi-
can a esa actividad tienden a prevalecer a mediano plazo sobre los
* Discurso principal pronunciado en la conferencia "State and Sovereignty in the
World Econorny", Universidad de California en Irvine, 21-23 de febrero de 1997.

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68 EL ~IU:'\DO DEL CAPJT:\L1S~tO ¿ESTAllOS? iSOIlER.\l':Í.V 69

que siguen otras dinámicas. La acumulación interminable de capi- nórneno que se inició como máximo en la década de 1970, de hecho
tal a su vez requiere una creciente mercancificación de todo, y una las cadenas de mercancías transnacionalcs abundaron desde e! surgi-
economía-mundo capitalista debería presentar una tendencia conti- miento mismo del sistema, y las globales desde la segunda mitad del
nua en esa dirección, cosa que el moderno sistema mundial cierta- siglo XIX. Desde luego, e! progreso de la tecnología ha hecho posible
mente hace. transportar mayores cantidades y diferentes tipos de artículos en
Esto conduce entonces al segundo requisito, que las mercancías grandes distancias, pero yo sostengo que no ha habido ningún cam-
estén ligadas en las llamadas cadenas de mercancías, no sólo porque bio fundamental en la estructuración y las operaciones de esas cade-
esas cadenas son "eficientes" (lo que quiere decir que constituyen nas de mercancías en el siglo XX, y que no es probable que se produz-
un método que minimiza los costos en términos de producción), si- ca ninguno debido a la llamada revolución de la información.
no también porque son "opacas" (para emplear el término de Brau- Sin embargo, el crecimiento dinámico de la economía-mundo ca-
del). La opacidad de la distribución de! plusvalor en una cadena de pitalista en quinientos años ha sido extraordinario y muy impresio-
mercancías larga es la forma más efectiva de minimizar la oposición nante, y desde luego estamos deslumbrados por las máquinas cada
política, porque oscurece la realidad y las causas de la polarización vez más notables y otras formas de conocimiento científico aplicado
aguda de la distribución que es la consecuencia de la acumulación que han aparecido. La afirmación básica de la economía neoclásica
interminable de capital, polarización que hoyes más aguda que en es que ese crecimiento económico yesos logros tecnológicos son re-
cualquier sistema histórico previo. sultado de la actividad empresarial capitalista, y que ahora que las
La extensión de la cadena de mercantilización determina los lími- últimas barreras que quedaban a la acumulación interminable de ca-
tes de la división de! trabajo de la economía-mundo. Cuán extensa pital están siendo eliminadas, el mundo irá de una gloria a otra, de
sea está en función de varios factores: el tipo de materias primas la riqueza a más riqueza, y por lo tanto de satisfacción en satisfac-
que es necesario incluir en la cadena, e! estado de la tecnología de ción. Los economistas neoclásicos, y sus asociados en otras discipli-
transporte y comunicaciones, y -quizá lo más importante- e! grado nas, pintan un cuadro totalmente color de rosa del futuro, a condi-
en que las fuerzas dominantes en la economía-mundo capitalista tie- ción de que se acepten sus fórmulas, y otro muy sombrío si esas
nen la fuerza política necesaria para incorporar áreas adicionales a fórmulas son rechazadas () incluso obstaculizadas.
su red. Ya he afirmado que podemos ver que la geografía histórica Pero hasta los economistas neoclásicos admitirán que los últimos
de nuestra estructura actual tiene tres momentos principales. El pri- quinientos años no han sido en realidad años de ilimitado "flujo li-
mero fue el periodo de su creación original, entre 1450 y 1650, du- bre de los factores de producción". De hecho, eso es lo que nos dice
rante el cual el moderno sistema mundial llegó a incluir principal- ese hablar de "globalización". Aparentemente es sólo hoy, y ni si-
mente la mayor parte de Europa (pero no Rusia ni e! imperio quiera todavía hoy, cuando estamos viendo ese flujo verdaderamen-
otomano) más algunas partes de América. El segundo momento fue te libre. Si es así, debemos preguntarnos cómo es que los empresa-
el de la gran expansión, de 1750 a 1850, en que se incorporaron rios capitalistas han podido tener tanto éxito antes de las últimas
principalmente los imperios ruso y otomano, Asia meridional y par- décadas, puesto que personas de prácticamente todas las posiciones
tes de Asia sudoriental, grandes partes de África occidental y el res- intelectuales y políticas parecen estar de acuerdo en que realmente
to de las Américas, La tercera y última expansión se produjo en e! los empresarios capitalistas, como grupo, han tenido un gran éxito
periodo 18;:)0-1900, cuando principalmente Asia oriental, pero tam- en estos últimos siglos en términos de su capacidad de acumular ca-
bién varias zonas más de África, el resto de Asia sudoricntal y Ocea- pital. Para explicar esta aparente anomalía debemos volvernos hacia
nía fueron incorporadas a la división del trabajo. En ese punto la una parte de la historia que los economistas neoclásicos desde AI-
economía-mundo capitalista llegó por primera vez a ser verdadera- fred Marshall se han esforzado por excluir de toda consideración, la
mente global. Fue el primer sistema histórico cuya geografía abarcó historia política y social. Y aquí es donde entran los estados.
al globo entero. El estado moderno es una entidad peculiar, puesto que esos esta-
Aunque hoy está de moda hablar de la globalización como un fe- dos llamados soberanos están dentro de un sistema interestatal. Yo
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EL MUNDO DEL CAPITALISMO ¿ESTADOS? ¿SOBERANíA? 71
sostengo que las estructuras políticas que existían en sistemas no ca-
moderno sistema mundial en comparación con otros tipos de siste-
pitalistas no funcionaban de la misma manera y que cualitativamen-
mas mundiales?
te constituían un tipo diferente de institución. ¿Cuáles son entonces
En realidad, el concepto de soberanía fue formulado en Europa
las peculiaridades del estado moderno? Ante todo y sobre todo, que
occidental en una época en que las estructuras estatales eran real-
afirma poseer soberanía. La soberanía, tal como se ha definido des-
mente débiles. Los estados tenían burocracias pequeñas e inefica-
de el siglo XVI, es una afirmación que no se refiere al estado sino al
ces, fuerzas armadas que no controlaban muy bien, y tenían que li-
sistema interestatal. Es una doble afirmación, que mira a la vez ha-
diar con toda clase de autoridades locales fuertes y jurisdicciones
cia adentro y hacia afuera. La soberanía del estado, mirando hacia
superpuestas. El equilibrio empieza, apenas empieza, a restablecer-
adentro, es la afirmación de que, dentro de sus límites (que por lo
se con las llamadas nuevas monarquías de fines del siglo xv. La doc-
tanto necesariamente deben ser definidos con claridad y legitima-
trina del derecho absoluto de los monarcas era una afirmación teó-
dos en el sistema interestatal), el estado puede aplicar cualquier po-
rica de gobernantes débiles hacia una utopía lejana que esperaban
lítica que considere adecuada, decretar cualquier ley que considere
establecer. La diplomacia moderna, con su reconocimiento de ex-
necesaria, y que puede hacerlo sin que ningún individuo, grupo o
traterritorialidad y paso seguro para los diplomáticos, fue una in-
estructura subestatal tenga derecho a negarse a obedecer las leyes.
vención de Italia en el Renacimiento y sólo se difundió hacia Europa
La soberanía del estado, vista desde afuera, es el argumento de que
en el siglo XVI. El establecimiento de un sistema interestatal mínima-
ningún otro estado del sistema tiene derecho a ejercer autoridad al-
mente institucionalizado tardó más de un siglo para realizarse, con
guna, directa o indirectamente, dentro de las fronteras de ese esta-
la paz de Westfalia en 1648.
do, porque tal intento constituiría una violación de la soberanía de
La historia de los últimos quinientos años es la del lento pero
ese estado. No hay duda de que anteriores formas de estado tam-
constante incremento lineal, dentro del marco de la economía-mun-
bién afirmaron tener autoridad dentro de sus respectivos reinos, pe-
do capitalista, del poder interno de los estados y de la autoridad de
ro la "soberanía" incluye además el reconocimiento mutuo de las
las instituciones del sistema interestatal. Sin embargo, no debemos
afirmaciones de esos estados en un sistema interestatal. Es decir que
exagerar. Esas estructuras fueron de un punto muy bajo de la esca-
en el mundo moderno la soberanía es un concepto recíproco.
la a uno más alto, pero en ningún momento se han acercado a na-
Sin embargo, apenas ponemos esas afirmaciones en el papel, in-
da que pueda llamarse poder absoluto. Además, en todos los pun-
mediatamente vemos qué lejos están de describir cómo funciona
tos del tiempo, algunos estados (los que llamamos fuertes) tenían
realmente el mundo moderno. Ningún estado moderno ha sido
más poder interno y externo que la mayoría de los otros estados.
realmente soberano deJacto hacia adentro, porque siempre ha habi-
Por supuesto, debemos tener claro qué significa aquí poder. El po-
do resistencia interna a su autoridad. En realidad, en la mayoría de
der no es pompa y tampoco es (al menos, legalmente) una teórica
los estados esa resistencia ha conducido a la institucionalización de
autoridad ilimitada. El poder se mide por los resultados: el poder
limitaciones legales a la soberanía interna en la forma, entre otras,
tiene que ver con conseguir lo que uno quiere. Los verdaderos po-
de legislación constitucional. Asimismo, ningún estado ha sido nun-
derosos pueden ser (y generalmente son) personas respetuosas, que
ca verdaderamente soberano hacia afuera, puesto que la interferen-
hablan suave y manipulan calladamente; los verdaderos poderosos
cia de un estado en los asuntos de otro es COsa habitual, y puesto
tienen éxito. Los poderosos son los que son obedecidos, aun cuan-
que todo el corpus de derecho internaCional (especie reconocida-
do su legitimidad sólo se admita parcialmente. En la mayoría de los
mente débil) representa una serie de limitaciones a la soberanía ex-
casos la amenaza de la fuerza obvia la necesidad de usarla. Los ver-
terna. En todo caso, es notorio que los estados fuenes no son ple-
daderos poderosos son maquiavélicos. Saben que su capacidad de
namente recíprocos en el reconocimiento de la soberanía de los
utilizar la fuerza en el futuro normalmente disminuye en el proceso
estados más débiles. ¿Entonces por qué se expone una idea tan ab-
mismo de utilizarla realmente en el presente, y por lo tanto son su-
surda? ¿y por qué digo que esa afirmación de la soberanía dentro
mamente prudentes y ahorrativos en su uso.
de un sistema interesratal es la característica política peculiar del
Ese sistema político de estados soberanos dentro de un sistema

"
72 EL MUNDO Da. CAPITALISMO ¿ESTADOS? ¿SOBERANÍA? 73
interestatal, en que tanto los estados como el sistema interestatal tie- nantes fuertes, en sistemas no capitalistas. Sin duda la confiscación
nen un grado intermedio de poder, respondía perfectamente a las ha sido uno de los principales mecanismos por los que se impidió
necesidades de los empresarios capitalistas. Porque ¿qué necesitan que los capitalistas hicieran prevalecer la prioridad de la acumula-
las personas cuyo objetivo es la acumulación interminable de capi- ción interminable de capital. Es por eso por lo que la institucionali-
tal para alcanzar sus objetivos? O podríamos preguntar esto de otro zación de la ilegitimidad de la confiscación a través del establecí-
modo: ¿por qué el mercado libre no es suficiente para sus propósi- miento no sólo de los derechos de propiedad sino del "imperio de
tos? ¿Será que realmente les iría mejor en un mundo en el que no la ley" ha sido una condición necesaria de la construcción de un sis-
existiera autoridad política alguna? Al hacer esta pregunta vemos tema capitalista histórico. La confiscación era bastante corriente en
que ningún capitalista o apologista del capitalismo -ni siquiera Mil- los primeros tiempos del moderno sistema mundial, si no directa-
ton Friedrnan, ni siquiera Ayn Rand- la ha planteado nunca. Han mente entonces indirectamente a través de quiebras del estado (re-
insistido como mínimo en tener al llamado estado-sereno, o guar- cuérdcnse las cuatro quiebras sucesivas de los Habsburgo espaúo-
clia nocturno. les), y la confiscación por la vía de la socialización ha sido un
¿Qué hace un sereno? Se la pasa sentado en la penumbra, remo- fenómeno del siglo xx. Sin cmbargo, lo notable no es cuánta sino
lineando sus pulgares de aburrimiento, de vez en cuando rcmoli- cuán poca confiscación ha habido. En ningún otro sistema mundial
neando la porra o el revólver, cuando no está durmiendo, y espera. ha habido un nivel de seguridad comparable para los capitalistas, y
Su función es mantener alejados a los intrusos que quieren robarse de hecho esa seguridad contra la confiscación ha crecido con el
algo, y la cumple básicamente estando allí. De modo que llegamos tiempo. Incluso con frecuencia los procesos de confiscación se han
a lo básico, la universalmente reconocida demanda de scguridad pa- hecho "con compensación", y además, corno sabernos, muchas ve.
ra los derechos de propiedad. No tiene sentido acumular capital si ces han sido revertidos y por lo tanto, desde el punto de vista sisté-
uno no puede conservarlo. mico, han sido sólo transitorios. En todo caso, la expansión del im-
Los empresarios pueden perder capital acumulado en tres for- perio de la ley ha tendido a hacer más predecibles los niveles
mas principales, fuera de las operaciones del mercado. El capital futuros de ingresos, lo que permite a los capitalistas hacer inversio-
puede ser robado; puede ser confiscado; puede ser gravado. El ro- ncs más racionales y en consecuencia por último con mayores bene-
bo en una forma u otra es un problema persistente. Fuera del mo- ficios.
derno sistema mundial, la defensa básica contra el robo serio siem- En cuanto a los impuestos, por supuesto nadie quiere tener que
pre había sido invertir en sistemas privados de seguridad. Esto es pagarlos, pero los capitalistas como clase nunca se han opuesto a los
válido para la economía capitalista incluso en sus primeros días. Sin tributos que consideran razonables. Desde su punto ele vista, im-
embargo, existe una alternativa, que es transferir el papel de provee- puestos razonables son los que compran servicios del estado. Como
dor de seguridad contra robo a los estados; esto se llama gcnérica- en cualquier compra, los capitalistas prefieren pagar el precio más
mente la función policial. Las ventajas económicas de desplazar el bajo posible, pero no esperan obtener esos servicios gratis. Ade-
papel de seguridad de las manos privadas a las públicas están admi- más, como sabemos, los impuestos en el papel no son exactamente
rablcmcnte expuestas en el libro de Frederic Lanc, Profits[rom Po' iguales a los impuestos que realmente se pagan. Sin embargo, en
iocr, en el que inventa el término "renta ele protección" para descri- justicia hay que decir que la tasa de tributación real ha ido aumen-
bir los Ix-neficios aumentados derivados de ese viraje histórico, tando a lo largo de los siglos en la economía-mundo capitalista, pe-
beneficio del que algunos empresarios (situados en estados fuertes) ro esto es porquc los servicios han aumentado. No es nada seguro
se aprovecharon mucho más que otros. que para los capitalistas resultara menos gravoso asumir directa-
Pero para los verdaderamente ricos el robo probablemente ha si- mente los costos de esos servicios. En realidad yo diría que las tasas
clo un problema menor, históricamente, que la confiscación. La con- de imposición fiscal relativamente elevadas son convenientes para
fiscación siempre fue un arma política y económica de primera los capitalistas. porque buena parte, incluso la mayor parte, de ese
magnitud en manos de los gobernantes, especialmente los gober- dinero se recicla y vuelve a ellos de una manera u otra, lo que signi-
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EL MUNDO DEL CAPITALISMO 75
¿ESTADOS? ¿SOBERANíA?
fica que la fiscalidad estatal tiende a ser una forma de desplazar
plusvalor de las empresas pequeñas y la clase trabajadora hacia los Las prohibiciones son importantes para los empresarios, pero pa-
grandes capitalistas. recen violar gravemente buena parte de la retórica, de manera que
¿Qué servicios necesitan los capitalistas del estado? El primero y hay cierto grado de vacilación política acerca de su uso demasiado
principal servicio que requieren es protección contra el mercado li- frecuente. Otro instrumento del estado es la creación de monopo-
bre. El mercado libre es enemigo mortal de la acumulación de capi- lios que son un poco menos visibles y por lo tanto probablemente
tal. El mercado libre hipotético, tan caro a las elucubraciones de los más importantes. Es muy fácil para el estado distorsionar el merca-
economistas, un mercado con múltiples compradores y vendedores, do. Como el mercado supuestamente beneficia al más eficiente, y la
todos los cuales tienen información perfecta, sería por supuesto un eficiencia es una cuestión de reducir los costos por la misma pro-
desastre desde el punto de vista capitalista. éQuién podría hacer di- ducción, el estado puede simplemente asumir parte de los costos
nero en él? El capitalista se vería reducido al ingreso del proletario del empresario. Cada vez que subsidia en cualquier forma al empre-
hipotético del siglo XIX, viviendo de "la ley de hierro de los benefi- sario está absorbiendo parte de sus costos. El estado puede hacerlo
cios en un mercado libre", apenas lo suficiente para sobrevivir. Sa- directamente en un producto determinado, pero lo que es más im-
bemos que no es así como funciona, pero eso se debe a que el mer- portante, puede hacerlo para varios empresarios al mismo tiempo
cado que realmente existe no es en absoluto libre. de dos maneras. Puede construir lo que se llama infraestructura, lo
Obviamente, cualquier productor determinado podrá aumentar que por supuesto significa que determinados empresarios no ten-
sus ganancias en la medida en que monopolice el mercado. Pero el drán que cargar con esos costos. Esto generalmente se justifica ale-
mercado libre tiende a socavar los monopolios, cosa que por supues- gando que los costos son excesivos para cualquier empresario indi-
to siempre han dicho los voceros de los capitalistas. Si una actividad vidual y que ese gasto representa una distribución colectiva de esos
es ventajosa, y las actividades monopolizadas por definición lo son, costos que beneficia a todos. Pero esa explicación da por sentado
entonces otros empresarios entrarán al mercado si pueden, reducien- que todos los empresarios se benefician por igual, lo que raras ve-
do así el precio al que se vende en el mercado determinado artículo. ces ocurre, ciertamente no en el nivel transnacional y pocas veces
"iSi pueden!" El mercado mismo impone muy escasas limitaciones a aun dentro de las fronteras del estado. En todo caso, generalmente
esa entrada. Esas limitaciones se llaman eficiencia. Si el que entra los costos no se imponen a la colectividad de beneficiarios sino a to-
puede igualar la eficiencia de los productores existentes, el mercado dos los contribuyentes, e incluso en forma desproporcionada a los
le da la bienvenida. Las limitaciones de la entrada realmente signifi- no usuarios.
cativas son obra del estado, o mejor dicho de los estados. y esa asunción directa de los costos a través de la infraestructu-
Los estados tienen principalmente tres mecanismos que transfor- ra no es la mayor de las formas de asistencia que el estado propor-
man las transacciones económicas del mercado. El más obvio es la ciona. Los estados ofrecen a los empresarios la posibilidad de no pa-
fuerza de la ley. Los estados pueden crear monopolios o prohibir- gar los costos de la reparación de daños causados por ellos a cosas
los, o inventar Cuotas. Los métodos más utilizados Son las limitacio- que no son de su propiedad. Cuando un empresario contamina un
nes a la importación/exportación y, aún más importante, las paten- río y no paga los costos de evitar la contaminación o bien de devol-
tes. Cuando esos monopolios se rebautizan "propiedad intelectual", ver ese río a su estado prístino, de Jacto el estado está permitiendo la
la idea es que nadie notará hasta qué punto esa idea es incompati- transmisión de ese costo a la sociedad en su conjunto, y con frecuen-
ble con el concepto de un mercado libre, o quizá nos permite ver cia esa cuenta no se paga por generaciones, pero eventualmente al-
hasta qué punto el concepto de propiedad es incompatible con el de guien tendrá que pagarla. Mientras tanto, la ausencia de imposicio-
un mercado libre. Después de todo, la frase inicial clásica de los nes al empresario, su capacidad de "externalizar" costos, es un
asaltantes, "La bolsa o la vida", ofrece una alternativa de mercado subsidio de importancia considerable.
libre. Lo mismo puede decirse de la clásica amenaza terrorista: "Ha- y el proceso tampoco termina ahí. Ser un empresario en un es-
ga x porque si no..." tado fuerte tiene una ventaja especial de la que no disfrutan igual-
mente los empresarios en otros estados. Y aquí vemos la ventaja de
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la ubicación de los estados dentro de un sistema interestatal desde Desde luego, el monopolio no es la única ventaja que los capita-
el punto de vista de los empresarios. Los estados fuertes pueden im- listas pueden obtener de! estado. La otra gran ventaja que siempre
pedir que otros estados otorguen ventajas monopólicas contrarias a se señala es e! mantenimiento del orden. Orden dentro del estado
determinados empresarios, en general ciudadanos de esos mismos significa ante todo orden contra la insurgencia de las clases trabaja-
estados. doras. Esto es algo más que la función policial contra el robo; es e!
La proposición es muy sencilla. El verdadero lucro, el tipo de ga- pape! del estado en reducir la eficacia de la lucha de clase de los tra-
nancias que permite la acumulación interminable de capital en se- bajadores. Esto se hace a través ele una combinación de fuerza, en-
rio, sólo es posible con monopolios relativos, por e! tiempo que du- gaño y concesiones. Cuando decimos estado liberal queremos decir
rcn, Además, e! sistema de múltiples estados dentro de un sistema un estado en que la cantidad de fuerza es reducida y la cantidad de
inrerestatal ofrece una gran ayuda a los empresarios al asegurarse engaño y concesiones es mayor. Esto funciona mejor, por cierto, pe-
de que los estados se limiten a ayudarlos y no se pasen de la raya y ro no siempre es posible, especialmente en zonas periféricas de la
los perjudiquen, El curioso sistema interesiatal permite a los empre- economía-mundo, donde el excedente disponible es demasiado po-
sarios, en particular los grandes, esquivar a los estados que se quie- co para que el estado pueda destinar mucho a concesiones. Sin em-
ren agrandar demasiado buscando e! patrocinio de otros estados, o bargo, aun en el estado más liberal hay serias restricciones legales
utilizando un mecanismo del estado para dominar a otro mecanis- para acciones de las clases trabajadoras, y en conjunto esas restric-
lllO del estado. ciones son mayores, normalmente mucho mayores, que las recípro-
Esto nos lleva al tercer modo en que los estados pueden impedir camente impuestas a los patrones. Ningún sistema legal es totalmen-
que el mercaelo funcione libremente. Los estados son grandes com- te ciego a la clase, aunque, como resultado de la actividad política
pradores en sus mercados nacionales, y los estados grandes son res- de los trabajadores en los últimos dos siglos, después de 1945 la si-
ponsables de una proporción impresionante de las compras en e! tuación tendió a ser un poco mejor de lo que era antes. Esa mejora
mercado mundial. Con frecuencia son monopsonistas, o casi mo- en la posición de las clases trabajadoras es lo que la ideología con-
nopsonistas, para algunos bienes muy caros, por ejemplo, hoy, para servadora resurgente en todo el mundo viene combatiendo desde
armamentos o superconductores. Desde luego podrían utilizar ese los años setenta.
poder para bajar los precios para sí mismos en cuanto comprado- Pero ¿y qué hay con el orden interestatal? Schumpeter, en uno de
res, pero en cambio en su mayoría parece que lo utilizan para per- sus pocos momentos de ingenuidad, insistió en que el desorden in-
mitir que los productores monopolicen porciones más o menos terestatal era una negativa desde el punto de vista de los empresa-
iguales del mercado y eleven sus precios en forma escandalosa. rios y un atavismo social. Tal vez no fue sólo ingenuidad lo que lle-
Pero, dirán ustedes, ¿entonces por qué se agitaba tanto Adam vó a Schumpetcr a insistir en eso; tal vez fue simplemente su
SmiLh? ¿No clamaba contra e! poder del estado de crear monopo- desesperada necesidad de no aceptar la lógica económica de Lenin
lios? ¿No pedía laissez-faire, laissez-passer? Sí, lo hacía, hasta cierto en El imperialismo. En todo caso, a mí me parece bastante claro que
punto. Pero lo más importante es comprender por qué. Obviamen- la posición de los capitalistas en general hacia la guerra es la misma
te, el monopolio ele un hombre es e! veneno de otro. Y los empre- quc hacia los impuestos. Su actitud depende ele las circunstancias
sarios siempre esuin compitiendo ante todo entre e!los. Por lo tan- particulares. La guerra contra Saddam Hussein puede parecer posi-
to, los que están afuera siempre están clamando contra los tiva en términos de preservélr ciertas posibilidades de acumulación
monopolios inducidos por el estado. Adam Smith era e! portavoz de de capital para algunos capitalistas. Hasta las guerras mundiales
esos pobres inocentes oprimidos. Por supuesto, después de que des- fueron provechosas para algunos capitalistas, casi siempre a condi-
truyen los monopolios de los que no formaban parte, los oprimidos ción de que estuvieran al servicio de los triunfadores y fuera de la
pas<Jn alegremente a crear otros nuevos, pero suyos, y en ese punto línea directa de fuego, o en caso de que su producción estuviese
dcjan de citar a Adam Smith y en cambio empiezan a financiar fun- particularmente ligada a las necesidades bélicas de cualquiera de los
daciones neoconservadoras. lados.
78
EL MUNDO DEL CAPITALISMO ¿ESTADOS? ¿SOBERANíA? 79
Sin embargo, hay algo de validez general en lo que dice Schumpe-
ter, en cuanto el desorden interestatal excesivo o demasiado prolon- pulares se producen repetidamente, y algunas de ellas incluso tie-
gado hace difícil predecir la situación del mercado y lleva a la destruc- nen relación con procesos culturales revolucionarios que cuestio-
ción insensata de propiedades. Además hace imposibles, o por lo nan esos mitos básicos.
menos muy difíciles, ciertos tipos de transacciones económicas, al in- Por lo tanto, la legitimidad necesita explicación. La tipología we-
terferir con rutas previas de cadenas de mercancías. En suma, si el sis- beriana nos permite comprender las diferentes formas en que la
tema mundial estuviera Continuamente en un estado de "guerra gente legitima sus estados. Lo que Weber llama legitimación racio-
mundial", el capitalismo probablemente no funcionaría muy bien. nal-legal es por supuesto la forma que la ideología liberal prefiere.
Por lo tanto, los estados son necesarios para evitar eso. O más bien es En gran parte del mundo moderno esa forma ha llegado a prevale-
necesario tener una potencia hegemónica capaz de instituir cierto cer, si no todo el tiempo por lo menos gran parte del tiempo. ¿Pe-
grado de regulación en el sistema, lo cual aumenta la predecibilidad ro por qué prevalece? Insisto no sólo en la importancia de esta cues-
y minimiza las pérdidas inesperadas. Pero, de nuevo, el orden que im- tión sino en el hecho de que la respuesta está lejos de ser evidente
pone una potencia hegemónica siempre es mejor para algunos capi- por sí misma. Vivimos en un mundo sumamente desigual. Un mun-
talistas que para otros. La unidad colectiva de las clases capitalistas do en el que la polarización va aumentando constantemente y en el
no es muy fuerte en ese sentido. Podríamos resumir esto diciendo que incluso los estratos medios no están siguiendo el paso de los
más altos, a pesar de todas las mejoras de su situación absoluta. En-
que en muchos momentos del tiempo y para algunos capitalistas ha-
cer la guerra es un gran servicio, aun cuando esto no siempre es cier- tonces, ¿por qué tantas personas toleran esta situación e incluso la
to. Desde luego, no quiero sugerir que los capitalistas, individual o defienden?
colectivamente, inicien o terminen las guerras. Los capitalistas son Me parece que hay dos tipos de respuestas posibles. Uno es la pri-
poderosos en una economía-mundo capitalista, pero no lo controlan vación relativa: es posible que a nosotros nos vaya mal, o por lo me-
todo. En el cuadro de la decisión respecto a las guerras entran otros. nos no del todo bien, pero a ellos les va realmente mal. Por lo tanto,
En este punto debemos examinar la llamada autonomía de los vamos a no sacudir el bote, y sobre todo vamos a impedir que ellos
estados. Los capitalistas buscan acumular capital. Los políticos, en sacudan el bote. Me parece que el hecho de que este tipo de psico-
su mayoría, buscan principalmente obtener cargos y permanecer logía colectiva desempeña un papel muy importante es ampliamen-
en ellos. Podríamos verlos como pequeños empresarios que, sin te aceptado, tanto por los que lo aplauden hablando de una clase
embargo, ejercen un poder considerable más allá de su capital media considerable como base de la estabilidad democrática como
propio. Permanecer en el cargo es función del apoyo -apoyo de por los que lo lamentan y hablan de una aristocracia de los trabaja-
los estratos capitalistas, por supuesto, pero también apoyo de los dores que tiene una falsa conciencia, y tanto si pensamos que esto
estratos populares de ciudadanos/votantes. Este último apoyo es opera principalmente dentro de los estados o en el conjunto del sis-
el que posibilita la legitimidad mínima de una estructura estatal. tema mundial. Esta explicación es estructural, es decir, es una argu-
Sin esa legitimidad mínima, permanecer en el cargo tiene un cos- mentación que cierta psicología colectiva deriva de la estructura
to muy alto y se limita la estabilidad a largo plazo de la estructura misma de la economía-mundo capitalista. Si ese aspecto de la estruc-
estatal. tura se mantiene intacto, es decir, si seguimos teniendo una estruc-
¿Qué es lo que legitima a un estado dentro de la economía- tura jerárquica que tiene muchas posiciones en la escala, entonces
mundo capitalista? Seguramente no es la equidad de la distribución el grado de legitimación derivado de la estructura debería mante-
del plusvalor, ni siquiera de la aplicación de las leyes. Si decimos nerse constante. Por el momento la realidad de la estructura jerár-
que son los mitos que cada estado utiliza acerca de su historia, sus quica de posiciones parece mantenerse intacta, y por lo tanto la ex-
orígenes o sus especiales virtudes, todavía tenemos que preguntar plicación estructural no puede explicar ninguna variación en la
por qué la gente cree esos mitos. No es evidente por sí mismo que legitimación.
deban hacerlo. y en todo caso sabemos que las insurrecciones po- Sin embargo, parece haber un segundo factor importante que ex-
plica la continuada legitimación de las estructuras del estado. Ese
80 EL MUNDO DEL CAPiTALISMO ¿ESTADOS? ¿SOBERANtA? 81

factor es más coyuntural, lo que significa que puede variar, y de he- cidental y Norteamérica- los liberales ofrecían un programa de re-
cho ha variado. Antes del siglo XIX, el grado de legitimación de la formas de tres puntos: sufragio, e! comienzo de un estado de bie-
economía-mundo capitalista era sin duda muy bajo, y en la mayoría nestar y un nacionalismo racista políticamente integrador.
de las zonas periféricas se mantuvo bajo hasta muy adelantado e! si- El programa de tres puntos funcionó extraordinariamente bien,
glo xx. La continua mercanti.lización de las transacciones producti- y para 1914 las clases peligrosas originales, e! proletariado urbano
vas dieron la impresión de traer cambios, mucho e incluso la mayo- de Europa occidental y Nortearnérica, ya no eran peligrosas. Pero
ría de los cuales fueron negativos desde e! punto de vista de los en ese momento los liberales se encontraron enfrentados a un nue-
productores directos. Sin embargo, después de la Revolución fran- vo grupo de "clases peligrosas": las fuerzas populares de! resto del
cesa la situación empezó a cambiar. No es que los efectos de la mer- mundo. En el siglo xx los liberales trataron de aplicar un programa
cantilización se hayan vuelto menos negativos, por lo menos para la de reformas similar en el nivel interestatal. La autodeterminación
gran mayoría, sino que su inquietud adoptó la forma de insistir en de las naciones operó como equivalente funcional de! sufragio uni-
que no se podía hablar de la soberanía como una mera definición versal, y e! desarrollo económico de las naciones subdesarrolladas
de autoridad y poder legítimo. Era preciso preguntar: ¿Quién ejer- fue propuesto como equivalente de! estado de bienestar nacional.
ce ese poder? ¿Quién es soberano? Si la respuesta no había de ser Pero el tercer punto era imposible de trasladar porque, si se trata de
que un monarca absoluto, ¿qué alternativa había? Como sabemos, incluir a todo e! mundo, no queda ningún grupo exterior contra e!
la nueva respuesta que empezó a ser ampliamente aceptada era "el cual construir un nacionalismo racista integrador.
pueblo". Sin embargo, la versión del siglo xx del liberalismo en el nivel
Decir que el pueblo es soberano no es decir nada preciso, puesto mundial también pareció funcionar hasta cierto punto y por algún
que todavía hay que decidir quién es el pueblo y por qué medios pue- tiempo, especialmente en los "gloriosos" años siguientes a 1945.
de <::jercer colectivamente esa autoridad. Sin embargo, simplemente Fue alrededor de 1968 cuando la fórmula empezó a fallar. La au-
sugerir que existe una entidad como "e! pueblo" y que es capaz de todetenninación de las naciones, por supuesto, no presentó mayo-
ejercer poder soberano tuvo implicaciones radicales para los que ejer- res problemas, pero la redistribución a escala mundial, incluso en
cían la autoridad deJacto. El resultado ha sido la gran agitación políti- grado modesto, amenazaba con afectar seriamente la acumulación
co-cultural de los siglos X1X Yxx en torno a la cuestión de cómo inter- interminable de capital. Y e! tercer programa estaba totalmente
pretar, y domar, e! ejercicio de la soberanía por e! pueblo. ausente. Alrededor de 1970, el liberalismo global ya no parecía
La historia de esa doma es la historia de la ideología liberal: su viable.
invención, su ascenso triunfal en e! siglo XIX como geocultura de la Para comprender por qué esto es tan devastador para e! sistema,
economía-mundo capitalista, su capacidad de transformar a las dos tenemos que entender qué era lo que e! liberalismo había ofrecido
ideologías rivales (el conservadurismo, por un lado, y el radicalis- y por qué en consecuencia había logrado estabili.zar políticamente
mo/socialismo, por el otro) en avatares de! liberalismo. Cómo ocu- e! sistema por tanto tiempo. El programa de tres puntos que los li-
rrió eso lo he examinado extensamente en mi libro Después del libe- berales habían utilizado para domar a las clases peligrosas no ofre-
ralismo. Permítanme solamente resumir lo esencial. cía a las clases peligrosas lo que querían y lo que pedían inicialmen-
El liberalismo se presentó como una doctrina centrista. Los libe- te, que se resume fácilmente en el lema clásico de la Revolución
rales predicaban que el progreso es deseable e inevitable y que la francesa: "libertad, igualdad, fraternidad". Si se hubiera respondi-
mejor manera de obtenerlo sería instituir un proceso de reforma ra- do a esas demandas ya no habría habido economía-mundo capitalis-
cional, controlado por especialistas que podrían, con base en análi- ta, puesto que habría sido imposible asegurar la acumulación
sis informados, llevar a cabo las reformas necesarias en todo e! sis- incesante de capital. Por lo tanto, lo que los liberales ofrecieron fue
tema histórico, utilizando la autoridad de los estados como palanca la mitad del pastel, o más exactamente alrededor de un séptimo del
política básica. Enfrentados a las impetuosas demandas de las "cla- pastel: un nivel de vida razonable para una minoría de la población
ses peligrosas" del siglo XIX -el proletariado urbano de Europa oc- del mundo (los famosos estratos medios). Ese pedacito de pastel era
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EL MUNDO DEL CAPITALISMO ¿ESTADOS? ¿SOBERANIA? 83
sin duda mucho más de lo que ese séptimo tenía antes, pero estaba esos movimientos, una vez que estaban en el poder, iban ellos mis-
muy lejos de ser una porción igual del pastel, y para los otros seis mos en contra de las impetuosas demandas de sus seguidores, y ten-
séptimos no significaba casi nada.
dían a hacerlo con tanta o más severidad que sus predecesores.
Dar eso no reducía significativamente las posibilidades de acu- Aparte de que el sedante de la esperanza era mucho más efectivo
mular capital para los grandes capitalistas, pero logró el objetivo cuando el que lo recomendaba era un líder revolucionario certifica-
político de detener la fermentación revolucionaria a mediano plazo. do. Si el futuro les pertenecía, las masas populares razonaban que
El séptimo que se benefició materialmente estaba en su mayoría podían darse el lujo de esperar un poco, especialmente si tenían un
agradecido, especialmente cuando veían las condiciones de los que
estado "progresista". Por lo menos sus hijos heredarían la tierra.
habían quedado atrás. (Recuérdese la imagen de Tawney de los ta-
El de 1968 fue algo más que un choque momentáneo. El choque
lentosos que "alcanzan la orilla nadando, sin que los disuada el pen-
del 68 fue la comprensión de que toda la geocultura del liberalismo,
samiento de sus compañeros que se ahogan").) Lo más interesante y en particular la construcción del optimismo histórico por los mo-
es la reacción de los "compañeros que se ahogan": llegaron a inter- vimientos antisistémicos, estaban contaminados, o más bien eran un
pretar la capacidad de los talentosos para nadar hasta la playa como
fraude, y que los hijos de las masas populares no estaban designa-
prueba de que había esperanza para ellos, lo cual es psicológica- dos para heredar la tierra; en realidad lo más probable era que sus
mente comprensible, pero analíticamente imprudente.
hijos estuvieran aún peor que ellos. Y en consecuencia esas masas
El liberalismo ofrecía el opio de la esperanza y se lo tragaron ente- populares empezaron a abandonar esos movimientos antisistémi-
ro. No fueron los últimos en tragarlo los dirigentes de los movimien- cos, y más allá de los movimientos, todo reformismo liberal, y por
tos antisistémicos del mundo, que se movían con base en la promesa
lo tanto abandonaron las estructuras estatales como vehículo para
de esperanza. Afirmaban que iban a alcanzar la buena sociedad me- su mejoramiento colectivo.
diante la revolución, aunque por supuesto en realidad querían decir Abandonar un camino de esperanza ya muy recorrido no es algo
por medio de reformas, que ellos, como especialistas sustitutivos de que se haga con el corazón alegre. Porque no se sigue que los seis
los propuestos por las autoridades presentes, administrarian en cuan- séptimos de la humanidad estuvieran dispuestos a aceptar tranqui-
to llegaran a controlar las palancas del poder estatal. Supongo que si lamente su destino como seres humanos oprimidos y sin posibilida-
uno se está ahogando y alguien le ofrece esperanza, no es irracional des de realizarse. Muy al contrario. Cuando uno abandona las pro-
agarrarse a cualquier Cosa que le extiendan como salvavidas. No es
mesas de esperanza aceptadas, busca otros caminos. El problema es
posible regañar retrospectivamente a las masas populares del mundo
que no son tan fáciles de encontrar. Pero hay algo peor. Los estados
por dar su apoyo y su energía moral a los múltiples movimientos an- no ofrecían mejoramiento a largo plazo para la mayoría de las po-
tisistémicos que expresaban sus agravios.
blaciones del mundo, pero sí ofrecían cierto grado de seguridad a
Los que estaban en el poder, enfrentados a movimientos antisis- corto plazo contra la violencia. Sin embargo, si las poblaciones ya
témicos volubles, vigorosos y denunciatorios, podían reaccionar de no legitiman a los estados, tienden a desobedecer a sus policías y a
dos maneras. Si estaban asustados, y con frecuencia lo estaban, po- no pagar sus impuestos. Y en consecuencia los estados tienen menos
dían tratar de cortarle la cabeza a lo que veían como víboras. Pero
capacidad para ofrecer seguridad a corto plazo contra la violencia.
como eran más bien hidras, los defensores del statu quo más sofisti- En ese caso los individuos (y las empresas) tienen que volver a la an-
cados comprendieron que hacían falta respuestas más sutiles, y lle- tigua solución de proveer su propia seguridad.
garon a darse cuenta de que los movimientos antisistémicos de he- Pero apenas la seguridad privada vuelve a ser un ingrediente so-
cho servían, en una forma perversa, a los intereses del sistema. cial importante, la confianza en el imperio de la ley tiende a desin-
Movilizar a las masas significaba canalizar a las masas, y el poder es- tegrarse, y lo mismo ocurre con la conciencia civil (o cívica). Surgen
tatal para 10f dirigentes tenía efectos muy conservadores. Además
(o resurgen) grupos cerrados como único refugio seguro, y los gru-
pos cerrados tienden a ser intolerantes, violentos e inclinados a las
I R. H. Tawney, Eqllafily, 4a. ed., Londres, George Allen & Unwin, 1952, p. 109. purificaciones zonales. A medida que la violencia intergrupal au-

--......-::.:.-
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menta, la dirigencia tiende a irse convirtiendo cada vez más cn una Aquí vemos lo que podríamos llamar la línea oficial. El mercado
especie de mafia, en el sentido de que combina la insistencia mus- es objetivo y por lo tanto "disciplinador". Lo que disciplina, al pare-
cular en la obediencia acrítica dentro de! grupo con el apro- cer, son los instintos perversos de todos de tomar decisiones socia-
vechamiento venal. Esto lo vemos a nuestro alrededor por todas par- les con base en cualquier cosa que no sea la maximización de los be-
tes hoy y veremos mucho más en las décadas que se avecinan. neficios. Cuando los estados toman decisiones sociales en esa forma
En la actualidad la hostilidad al estado está de moda y se va ex- están siendo arbitrarios.
tendiendo. Los temas antiestatales que habían sido comunes al con- Pero dije que los estados intentan no ser "arbitrarios" cuando es-
servadurismo, el liberalismo y e! radicalismo/socialismo y que en la tán en juego intereses capitalistas importantes y oirá el griterío. En
práctica habían sido ignorados durante más de ciento cincuenta 1990, cuando instituciones financieras de las mayores de Estados
años, ahora están hallando una resonancia profunda en el compor- Unidos estaban en peligro de quebrar, Henry Kaufman publicó un
tamiento político en todos los campos. ¿No deberían alegrarse los "editorial de opinión" en el New' York Times en que decía:
estratos capitalistas? Parece dudoso que lo hagan, porque ellos nc-
cesitan al estado, al estado fuerte, mucho más de lo que nunca ha Las instituciones financieras son las tenedoras, y por lo tanto las guardia-
admitido su retórica oficial. nas, de los ahorros y fondos temporales de los cstadunidcnses, con una res-
No hay duda de que no quieren que los estados periféricos inter- ponsabilidad pública única. Permitir realmente que el mercado discipline
fieran con los flujos ele transacciones de la economía-mundo, y aho- al sistema financiero significaría aceptar una avalancha de potenciales fra-
ra que los movimientos antisistémicos están en dificultades serias casos.é
los grandes capitalistas pueden utilizar al FMI y otras instituciones
p,u'a imponer esas preferencias. Sin embargo, una cosa es que el es- Ahí está claramente expuesto. Está muy bien que el mercado dis-
tado ruso ya no pueda impedir la entrada a los inversionistas extran- cipline a los estados cuando son arbitrarios, pero si los estados per-
jeros y otra muy diferente que e! estado ruso sea incapaz de garan- miten que el mismo mercado discipline a los bancos son irrespon-
tizar la seguridad personal de los empresarios que visitan Moscú. sables. Una decisión social de mantener el bienestar social es
En un número reciente de CEPAL Review, Juan Carlos Lerda hace irresponsable, pero la decisión social de salvar a los bancos no lo es.
una evaluación muy cautelosa de la pérdida de autonomía de las au- Debemos tener siempre claramente presente no sólo que el mo-
toridades estatales frente a la globalización. Sin embargo, insiste en nopolio (o la decisión arbitraria) de un hombre es el veneno de
lo que cree que es un aspecto brillante en el aumento del vigor de otro, sino que los capitalistas dependen de la intervención de los es-
las fuerzas mercantiles mundiales: tados en tal multitud de formas que cualquier debilitamiento real
de la autoridad estatal es desastrosa para ellos. Lo que hemos veni-
El fenómeno de la globalización efectivamente restringe la libertad de mo- do sosteniendo aquí es que la globalización de hecho no está afec-
vimientos de los gobiernos nacionales. Sin embargo, la fuerza disciplinante tando en forma significativa la capacidad de los estados para fun-
de la competencia internacional que subyace a por lo menos gran parte del cionar, y tampoco es ésa la intención de los grandes capitalistas. Sin
proceso podría tener efectos benéficos considerables en el curso futuro de embargo, los estados, por primera vez en quinientos años, van ca-
la política pública de los países de la región. Así, cuando se habla de "pér-
dida de autonomía" es preciso tener cuidado de investigar si no se trata más
sas de cambio, o a los prolongados déficit públicos ,dlos- afecta realmente la ,1I1t0-
bien de una benéfica "reducción del nivel de arbitrariedad" con que a ve- nomía de las autoridades internas (aprcuuido las restricciones a los gobiernos) o si
ces se aplica la política pública." no es más bien una fuerza benéfica que impedid males mayores en el futuro (como
la acumulación de grandes diferencias en las tasas de callibio que dar.in origen a
~Juau Carlos Lcrcla. "Clobalizat iou and t he Loss 01' Autonomy by t he Fiscal, Ban- traumas financieros con efectos negati"os considerables en la esfera real de la eco-
king and Mouct ary Authoritics", ClP.\L Review SR. abril de 199fi, pp, 76-77, El texto nomía cuando se produzca la inevitable devaluación)."
continúa: "Vale la pena preguntar. por ejemplo, si la creciente intolerancia de los 3 Henry Kaufman, "Aftcr Drcxcl, Wall Sueet Is Hended for Darkcr Days", Interna-
mercados financieros internacionales -frente a la manipulación arbitraria de las ta- tional Herald Tribune, 24-25 de febrero de [~)90 (rcimpr. del Nrio rmk Times).
H7
86 EL MUNDO DEL CAPITALISMO ¿ESTADOS? ¿SOBERANÍA?

yendo en picada en términos de su soberanía, interna y externa. Es- les en el mantenimiento de los empresarios. Los principales son la
asunción de parte de los costos de producción, la garantía de cuasi-
to no se debe a una transformación de las estructuras económicas
monopolios para aumentar las tasas de beneficio y sus esfuerzos
mundiales sino a una transformación de la geocultura, y ante todo
a la pérdida de esperanza de las masas populares en el reformismo tanto por restringir la capacidad de las clases trabajadoras ele defen-
der sus intereses como por suavizar el descontento mediante redis-
liberal y sus encarnaciones en la izquierda.
Desde luego, la transformación de la geocultura es consecuencia tribuciones parciales de plusvalor.
Sin embargo, este sistema histórico, como cualquier otro, tiene
de transformaciones en la economía-mundo, principalmente el he-
cho de que muchas de las contradicciones internas del sistema han sus contradicciones, Y cuando esas contradicciones llegan a cierto
punto (o, dicho de otro modo, cuando la trayectoria se ha alejado
llegado a puntos en los que ya es imposible hacer ajustes que resuel-
mucho del equilibrio), el funcionamiento normal del sistema se
van una vez más el problema de modo que veamos una renovación
cíclica del proceso capitalista. Esos dilemas críticos del sistema in- vuelve imposible. El sistema llega a un punto de bifurcación. Hay
cluyen entre otros la desruralización del mundo, el alcance de los lí- muchos indicios de que hoy hemos llegado a ese punto. La desrura-
lización, el agotamiento ecológico y la democratización, cada uno a
mites de la degradación ecológica y las crisis fiscales de los estados,
su modo, reducen la capacidad de acumular capital. Lo mismo ha-
provocadas por la democratización del terreno político y el consi-
ce el hecho de que, por primera vez en quinientos años, la fuerza ele
guiente ascenso de los niveles mínimos de demanda de educación y
servicios de salud." los estados está declinando, no debido al aumento de la fuerza ele
las empresas transnacionales, como se suele afirmar, sino debido a
La soberanía de los estados -su soberanía interna y externa den-
la disminución de la legitimidad concedida a los estados por sus po-
tro del marco del sistema interestatal- es un pilar fundamental de
blaciones, como resultado de haber perdido la fe en las perspecti-
la economía-mundo capitalista. Si cae o declina seriamente, el capi-
vas de mejoramiento gradual. El estado todavía es importante, so-
talismo como sistema es insostenible. Concuerdo en que hoy está
bre todo para los empresarios. Y debido a la declinación ele la
declinando, por primera vez en la historia del moderno sistema
fuerza de los estados, las transnacionales se encuentran en graves
mundial. Éste es el principal signo de la crisis aguda del capitalismo
dificultades, ya que por primera vez enfrentan una compresión de sus
como sistema histórico. El problema fundamental de los capitalis-
beneficios a largo plazo y los estados no están en posición de resca-
tas, individualmente y como clase, es si aprovechar a corto plazo el
debilitamiento de los estados o tratar a corto plazo de reparar o res- tarlas.
Hemos entrado en tiempos revueltos. El desenlace es incierto.
taurar la legitimidad de las estructuras estatales, o dedicar sus ener-
No podemos estar seguros de qué tipo de sistema histórico rempla-
gías al intento de construir un sistema alternativo. Detrás de la retó-
zará a este en el que nos encontramos. Lo que podemos saber con
rica, defensores inteligentes del statu quo tienen conciencia de esa
certeza es que e! muy peculiar sistema en que vivimos, y en el que
situación crítica. Mientras tratan de que todos los demás sigamos
los estados han desempeí1ado un pape! crtlcial apoyando los proce-
hablando de los seudotemas de la globalización, por lo menos algu-
sos de acumulación interminable de capital, ya no puede continuar
nos de ellos están tratando de imaginar cómo podría ser un sistema
sustitutivo y cómo mover las cosas en esa dirección. Si no queremos funcionando.
vivir en el futuro con la solución desigualitaria que ellos promue-
ven, nosotros deberíamos estar haciéndonos la misma pregunta.
Permítaseme resumir mi posición. Una economía-mundo capitalis-
ta requiere una estructura en la que hay estados soberanos unidos
en un sistema interestatal. Esos estados desempeñan papeles crucia-
4 Véase el detallado análisis de la crisis de las estructuras de la economía-mundo
capitalista en Terence K. Hopkíns e Immanue\ Wallerstein (eds.), The Age o/ Transi-
tion: Trajectory o/ the World.Syste~n, 1945-2025, Londres, Zed Press, 1996.

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