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Patología de Las Cimentaciones
Patología de Las Cimentaciones
Este trabajo pretende presentar de manera sucinta los problemas de durabilidad, debidos
a la gravedad del medio, mas comunes que afectan a las estructuras de concreto en
contacto con el suelo y el agua.
En el mundo moderno, nadie pretende que las estructuras sean “eternas”. La dinámica del
crecimiento las renovará o reemplazará probablemente en el lapso de 100 años, lo que si
se pretende es que las estructuras sena durables, es decir que mantengan las
características de servicio y resistencia, para las que fueron diseñada, por lo menos por el
lapso de su vida útil prevista.
Para lograr este propósito, es indispensable que las estructuras, además de ser diseñadas
por resistencia, se diseñen por durabilidad.
En muchos casos el deterioro se evita tomando medidas preventivas, que requieren para
ser adecuadas, del conocimiento de los agentes agresivos y de la interacción de los
factores que afecta la durabilidad. El deterioro, la generalidad de las veces e s
“consecuencia de una elección imperfecta, al casar al concreto elegido, para ser usado en
un medio determinado, con las características de ese medio”. Una de las ventajas del
concreto es la posibilidad de poder obtener propiedades determinadas con la selección
apropiada de cemento, agregado y aditivos y sus proporciones. La perfomance del
concreto estará influenciada además, por el diseño y las prácticas constructivas. Ver
figura N° 1.
¿QUÉ ATENTA CONTRA LA DURABILIDAD?
La durabilidad de una estructura puede ser comprometida por varios factores reconocidos
de degradación del concreto que van desde los superficiales por desgaste, hasta los
químicos que afectan la masa misma del concreto y que se pueden agrupar en: (Ver
Tabla 1).
a. Agentes físico-mecánico como la abrasión – sea ésta por sólidos o líquidos el impacto,
la vibración, y los ciclos de congelamiento y deshielo.
b. Agresión química, tal es el caso de la corrosión del concreto por ataque de ácidos, de
sulfatos y otros elementos o compuestos presentes en el medio.
En este trabajo se presentan las características del mecanismo de deterioro que más
pérdidas produce, la corrosión del concreto por ataque químico y la agresión electo
química o corrosión del refuerzo.
La corrosión por factores internos se da por las reacciones entre los componentes del
concreto. Entre ellas tenemos, la reacción álcali – agregado – es decir la reacción de los
agregados o por reacción de los cementos. La reacción álcali – agregado no se ha dado
en Perú o por lo menos no esta documentada su ocurrencia; la reacción de los agregados
se debe al ácido sulfúrico que se forma por oxidación de sulfuros de fierro, esta reacción
tampoco está documentada en el Perú; la reacción del cemento se da por exceso de caída
libre o por exceso de magnesio, esta ocurrencia es cosa del pasado por que las normas de
fabricación de cementos ponen límites severos al contenido de ambos productos.
La corrosión del concreto por factores externos es un fenómeno químico que se produce
por la reacción de sustancias agresivas externas con los álcalis del concreto, producto de
la hidratación del cemento. En este tipo de corrosión la que nos interesa tratar en estas
notas. La corrosión por factores internos la mencionaremos muy sucintamente.
Es importante notar que la actividad nociva de los sulfatos y de los ácidos sólo ocurre en
presencia de humedad. Por lo general solo las sustancias químicas que están en solución
son agresivas al concreto y su grado de agresividad dependerá de su concentración en la
solución.
Debe tenerse encuentra también la ocurrencia de agua de desecho industrial; éstas por lo
general tienen concentraciones muy altas de ácidos y son difíciles de manejar. En la
cercanía a plantas industriales que procesan o producen sustancias químicas, se
encuentra con frecuencia suelos altamente contaminados son sustancias que pueden ser
destructivas del concreto.
La vulnerabilidad del concreto será mayor cuando las soluciones agresivas se encuentran
bajo presión y son forzadas a penetrar en las porosidades y fisuras del concreto.
El agua de mar tiene un alto contenido de sales disueltas las principales son cloruros
(alrededor de 18000 ppm) y sulfatos (alrededor de 2000 ppm). A pesar del alto contenido
de sulfatos, el agua de mar, en condiciones normales, tiene agresividad moderada sobre el
concreto de buena calidad. Algunos investigadores piensan que la poca agresividad es
debida al efecto inhibidor de las otras sales en especial la de cloruros. Es importante notar
que en algunos lugares, tales como estuarios, radas de puerto y cuerpos de agua, donde
existe obstrucción de las corrientes de la marea, puede ocurrir mayor concentración de
sales e incluso de compuestos orgánicos agresivos, en particular cuando hay
contaminación por desechos orgánicos, minerales u otros. En el puerto del Callao
tenemos ejemplos muy recientes de destrucción de pilotes de concreto por severa
agresión química y electo – química. La experiencia en estructuras marinas, en aguas no
contaminadas, muestra que la exposición atmosférica en las zonas de manera y de
salpicadura, es el ambiente más corrosivo. En aguas contaminadas el ataque químico
ocurre también en el cuerpo del pilote permanente sumergido.
ATAQUE QUÍMICO
El ataque químico de cemento Pórtland se manifiesta por:
Lixiviación
El paso del agua a través del concreto – por filtración o por presión – produce la disolución
y extracción de la cal libre con la consecuente pérdida de volumen y de resistencia. La
disolución de la cal del concreto ocurre también por contacto con aguas blandas debido al
bajo contenido de sales que tienen estas (2).
Los ácidos fuertes y algunas sales pueden reaccionar con los hidratos e hidróxidos del
cemento.
Cristalización de sales
En este trabajo nos ocupamos sólo de la corrosión del concreto producida por sulfatos y
por aguas ácidas por ser las sustancias agresivas más comunes en los suelos.
Los sulfatos más comunes que se encuentran de manera natural en aguas subterráneas
son: a) el sulfato de calcio o yeso (CaSO4); b) el sulfato de magnesio (Mg SO4) y c) el
sulfato de sodio (Na SO4). Los sulfatos de sodio y magnesio son muy solubles en agua y
por tanto pueden encontrarse en concentraciones mucho mayores que con sulfato de
calcio. A igualdad de concentraciones en sulfato de magnesio es mucho más agresivo que
los sulfatos de sodio, calcio y potasio; su agresión tiene mayor alcance, ya que además de
reaccionar con los hidróxidos de calcio y los aluminatos, descompone los silicatos de
calcio hidratados, es decir la pasta de cemento.
Los sulfatos pueden producir la desintegración del concreto al reaccionar con los
hidróxidos de calcio (cal hidratada) liberados en el proceso de hidratación del cemento, y
forman sulfato de calcio (yeso). Este a su vez reacciona con el aluminato hidratado de
calcio para formar el sulfo aluminiato de calcio (etringita). Estas dos reacciones dan
productos sólidos de mayor volumen que el original y son causantes de las expansiones y
rupturas del concreto.
El efecto será mas grave y destructivo cuando las sales penetran en la masa del concreto
arrastrada por la presión del líquido, como ocurre en las estructuras de contención de
suelos o de agua. El daño en estos casos se concentra en la superficie opuesta, en las
fisuras por donde ocurre la filtración por la acumulación de sales en las superficies.
a. Del tipo y concentración de ácido presente, los ácidos orgánicos como los inorgánicos,
excepción del ácido fosfórico, al descomponer la cal del cemento, forman sales de calcio
como cloruros, nitratos y sulfatos, que son solubles en agua.
Se produce por la reacción química de los álcalis del concreto, particularmente el hidróxido
de calcio, con el anhídrido carbónico del aire, que da como resultado el carbonato de
calcio. En esta reacción, el pH del concreto cae a valores por debajo del nivel de
protección, dejando a las barras en unos ambientes neutros y expuestos a la oxidación
directa en presencia de humedad y oxígeno. La corrosión de las barras en estos casos es
generalizada. El ritmo de avance de la carbonatación depende, en gran medida, en la
calidad del concreto, en particular en su permeabilidad, y en el estado de fisuración de las
superficies.
Los cloruros pueden también estar presentes en la masa del concreto, introducidos en el
proceso de preparación de la mezcla, con los agregados con el agua de mezcla o con los
aditivos del concreto.
Pueden ingresar al concreto inducidas por equipos tales como motores eléctricos no
aislados, sistemas de puesta a tierra defectuosos, trenes eléctricos etc. Cuando dichas
corrientes, al recorrer el concreto, encuentran discontinuidad eléctrica en la armadura y
esta no tiene una descarga a directa a tierra, se produce corrosión localizada en los puntos
de salida de la corriente de cada barra.
El efecto de las corrientes vagabundas será mas grave en concretos de baja resistividad,
tales como concretos con contenidos altos de humedad o concretos contaminados con
cloruros. La corrosión por corrientes vagabundas es una ocurrencia muy frecuente en
edificaciones industriales con procesos húmedos y en los que los equipos no están
aislados del concreto. Ocurre también en estructuras enterradas en suelos de baja
resistividad eléctrica – por lo general suelos húmedos con alto contenido de sales –
cuando hay sistemas de puesta a tierra de equipos industriales o de sistemas eléctricos
como son las centrales de trasformación eléctrica.
Efectos de la corrosión
La corrosión del refuerzo genera óxidos de fierro en la superficie de las barras que
producen fuerzas expansivas muy altas, que eventualmente destruyen al concreto que
forma el recubrimiento y dejan a las barras expuestas directamente al medio y a la
corrosión atmosférica.
Las características de la destrucción dependerán del tipo de corrosión, de si éstas es
localizada o generalizada, de la disposición de la armadura y su ubicación en la sección
del elemento, etc.
Una vez que se conoce el medio, debe identificarse a los agentes agresivos en base a la
experiencia propia o bibliográfica para luego establecer los mecanismos de deterioro a los
que podría estar sujeta la estructura y para definir las medidas de prevención más
convenientes.
MECANISMO DE ATAQUE
El conocimiento de los mecanismos de ataque al concreto es indispensable para poder
definir las medidas de prevención mas convenientes para cada caso. Debe tenerse en
cuenta que la generalidad de las veces la destrucción del concreto se da por una
combinación de factores que se superponen y se suceden unos a consecuencia de los
primeros. En el numeral 4.0 de este trabajo se describen los mecanismos de ataque mas
frecuentes que deben tenerse en cuenta.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
La prevención contra deterioro involucra a todas las actividades de un proyecto, desde el
diseño y detallado, selección de materiales, procesos constructivos, protección y
mantenimiento.
Las medidas de prevención deben ser mas severas en estructuras en las que será difícil o
imposible su inspección periódica, tal es el caso de las cimentaciones, estructurales
enterradas o de las estructuras sumergidas.
Hay una serie de medidas de prevención contra la corrosión del concreto y corrosión del
acero que son comunes, hay otras que tiene un carácter más específico al tipo de agresión
que se desea combatir. Las medidas de prevención comunes están relacionadas con la
calidad del concreto y en especial con su permeabilidad.
En cimentaciones y otras estructuras en contacto con el suelo y el agua son más las
medidas de prevención comunes que las específicas. Porque en medios agresivos la
corrosión del concreto, al no poder ser controladas pro falta de inspección, llevará
necesariamente a la corrosión del refuerzo.
Debe tenerse presente que solamente las estructuras bien diseñadas por durabilidad,
construidas con materiales de la mas alta calidad, asociada con una ejecución rígidamente
controlada, pasarán la prueba del tiempo en medio agresivo.
El espesor del recubrimiento debe ser compatible con las características agresivas del
medio. La norma técnica nacional E – 060, Estructuras de Concreto Armado, establece los
recubrimientos mínimos y llama la atención sobre los ambientes corrosivos y otras
condiciones severas de exposición.
b. Control de fisuración
Los agentes agresivos del medio penetran al concreto a través de las superficies. Cuando
menor sea la superficie expuesta menor será la contaminación del concreto. En
consecuencia, en el diseño debe buscarse secciones de perímetro mínimo. Será mejor,
en este aspecto, las secciones rectangulares que las secciones con patín, y una sección
rectangular ancha que dos angostas, etc. (ver figura N° 3).
Las estructuras masivas son menos vulnerables al ataque químico que las estructuras de
secciones pequeñas, por la menor relación del área superficial a volumen expuesto. Sin
embargo, problemas de otro tipo, ligados a la fisuración térmica, que pueden ocurrir en
estructuras masivas si no se tiene cuidado en la selección de los materiales y en el curado.
Los bordes y las esquinas son más susceptibles al ataque. Debe proveerse drenajes para
la excavación de aguas sean éstas de cualquier origen. El agua acumulada ingresa a la
masa de concreto y al hacerlo disminuye su resistividad, facilitando los procesos de
corrosión galvánica. El agua debe drenar sin grandes recorridos horizontales y sin
humedecer innecesariamente las superficies verticales. El diseño de los drenes debe
evitar el humedecimiento del concreto por capilaridad. Los drenes que atraviesan el
concreto deben ser de materiales libre de corrosión (fig. 4).
Las aguas del subsuelo deben drenarse o desviarse de manera que las estructuras
enterradas no sirvan de elementos contenedores de su flujo. La presión de agua contra la
superficie de concreto forzará el ingreso del agua a la masa del concreto y con ella de las
sales y soluciones ácidas.
Las ventajas que se logran con concreto de permeabilidad baja son múltiples:
Diversas normas ponen límites a la relación A/C. La norma técnica E – 060 limita dicha
relación para el concreto expuesto a diversas concentraciones de sulfatos, ver tabal 2. El
código ACI 318 – 89 limita la relación agua / cemento máximo a 0.40 y estipula la
resistencia mínima a la compresión en concreto expuesto a diversos tipos de
agresividad. Así, para concretos expuestos a corrosión fija como resistencia mínima 330
kg/ cm2 con lo cual pretende fijar un nivel mínimo de protección alcalina demás de
asegurar un contendido de cemento que permita la posibilidad de concretos densos.
Para atender el problema de la reacción química, por sulfatos, será necesario emplear
cementos resistentes a los sulfatos. El tipo de cemento recomendado dependerá de la
concentración de sulfatos en el medio, suelo o agua, en el contacto con el concreto.
Los cementos de producción nacional que ofrecen protección contra el ataque de sulfatos
son el cemento puzolánico IP. El cemento tipo II y el cemento tipo V. Estos se emplearán
de acuerdo a las recomendaciones dadas en la tabla 2.
El contenido total de cloruros no debe exceder del límite dado en la norma E – 060 (ver
tabla 4) para cloruros solubles en agua de una muestra de concreto endurecido. En dicha
tabla el contenido de cloruros se expresa como porcentaje del cemento en la mezcla.
El agua en muchos casos puede ser un ingrediente que adiciona cantidades apreciables
de cloruros. En centros urbanos por efecto del tratamiento, el agua ya tiene cloruros y
debe establecerse su contenido. El agua de pozo debe también ser analizada. Cuando
ésta está cercana al mar, por lo general, el agua tiene salinidad alta y no es recomendable
emplearla sin un análisis que establezca el contenido de sales y en particular cloruros.
(***) Debe haberse comprobado que la puzolana es adecuada para mejorar la resistencia
del concreto a la acción de los sulfatos, cuando ella es empleada en concretos que
contienen cemento Pórtland Tipo V.
0.45
a. Sardineles, cunetas, secciones delgadas
0.50
b. Otros elementos
0.45
Si el recubrimiento mínimo se incrementa en 15
mm
(*) la resistencia f´c no deberá se menor de 245 kg/ cm2 por razones de durabilidad.
El medio mas efectivo para lograr la durabilidad deseado en una estructura de concreto, es
asegurar que el concreto desarrolle su calidad potencial. Será de particular importancia no
solo el logro de la resistencia a la compresión, sino también, su densidad, su baja
permeabilidad entre otras propiedades. Para asegurar esto, los procesos constructivos de
mezclado, transporte y colocación, consolidación deben ceñirse a la buena práctica
constructiva establecida en norma como el ACI 318, ACI 301 y norma técnica nacional E –
060 y deben ser controlados en todos sus aspectos.
b.2. Curado
Del curado del concreto dependerá no solo el logro de la resistencias del concreto sino
también la calidad de sus superficies, en gran medida su fisuración y su permeabilidad,
(Whiting (10) sostiene que si el concreto no es curado por la vía húmeda por lo menos 7
días, la permeabilidad crecerá 4 veces).
Mezclas muy sueltas propician el asentamiento del concreto plástico, por debajo de la
armadura superior, generando vacíos en le concreto que debilitan la sección, lo hacen
menos denso y llevan a la fisuración del concreto superficial.
b.4. Encofrados
Los elementos de fijación de los encofrados que atraviesan el concreto deben ser
removibles. No debiendo quedar por ningún concepto elementos metálicos, alambres u
otros, sin el recubrimiento especificad. La práctica común de fijar los encofrados con
alambre amarrado a la armadura, para luego del desencofrado cortar dichos alambres
picando el concreto localmente y resanándolo, es tremendamente dañina. Además del
daño estético y estructural que se ocasiona con el picado, el resane, la generalidad de las
veces, no tendrá la misma calidad del concreto del origen. Se fisurará y será el camino
para la corrosión del refuerzo.
En este aspecto debe tenerse en cuenta que el aislamiento del concreto del medio
agresivo, es una solución temporal por cuando los revestimientos tienen vida
limitada. Siempre será mejor solución, especialmente en cimentaciones que son casi
imposible de inspeccionar, buscar la protección en el mismo concreto: haciéndolo denso y
muy baja permeabilidad.
Gracias a: