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La Primera Guerra Mundial y el período entreguerras
14 de febrero de 1917 Es el día número 69 que me encuentro en estas frías y oscuras trincheras, de verdad no se a quien le escribo esto, no sé si alguien algún día va a tomarse el tiempo de leer estas desalmadas palabras escritas con dolor y mucha sangre, incluso no sé si este pequeño libro que llevo conmigo desde que el teniente Rodgers me dijo que nuestra próxima misión seria tratar de acabar con el enemigo desde las trinchera de Gallipoli, no sé si quedara algún registro o un mínimo trozo de papel sobre lo que he escrito día tras día.
La Primera Guerra Mundial y el período entreguerras
14 de febrero de 1917 Es el día número 69 que me encuentro en estas frías y oscuras trincheras, de verdad no se a quien le escribo esto, no sé si alguien algún día va a tomarse el tiempo de leer estas desalmadas palabras escritas con dolor y mucha sangre, incluso no sé si este pequeño libro que llevo conmigo desde que el teniente Rodgers me dijo que nuestra próxima misión seria tratar de acabar con el enemigo desde las trinchera de Gallipoli, no sé si quedara algún registro o un mínimo trozo de papel sobre lo que he escrito día tras día.
La Primera Guerra Mundial y el período entreguerras
14 de febrero de 1917 Es el día número 69 que me encuentro en estas frías y oscuras trincheras, de verdad no se a quien le escribo esto, no sé si alguien algún día va a tomarse el tiempo de leer estas desalmadas palabras escritas con dolor y mucha sangre, incluso no sé si este pequeño libro que llevo conmigo desde que el teniente Rodgers me dijo que nuestra próxima misión seria tratar de acabar con el enemigo desde las trinchera de Gallipoli, no sé si quedara algún registro o un mínimo trozo de papel sobre lo que he escrito día tras día.
La Primera Guerra Mundial y el período entreguerras
14 de febrero de 1917 Es el día número 69 que me encuentro en estas frías y oscuras
trincheras, de verdad no se a quien le escribo esto, no sé si alguien algún día va a tomarse el tiempo de leer estas desalmadas palabras escritas con dolor y mucha sangre, incluso no sé si este pequeño libro que llevo conmigo desde que el teniente Rodgers me dijo que nuestra próxima misión seria tratar de acabar con el enemigo desde las trinchera de Gallipoli, no sé si quedara algún registro o un mínimo trozo de papel sobre lo que he escrito día tras día. La verdad ya las ganas de pelear se han ido disminuyendo al pasar los días y las noches aburridas, pero no podemos dejar que el imperio alemán y todos sus aliados se quedaran con esta batalla. Al comienzo no entendíamos el porqué de esto, no sabíamos con qué objetivo estábamos aquí luchando contra otros hombres como nosotros, pero luego el teniente Rodgers justo 3 días antes de su muerte nos aclaró que era necesario entrar a esta guerra, ¿por qué? Pues Alemania deicidio volver a atacar a los submarinos sin restricciones en las aguas costeras alrededor de las islas británicas, esto implicaba que atacarían a cada uno de los buques marítimos que cruzaran por ahí incluyendo nuestras embarcaciones. Aparte de estas acciones tomadas por Alemania, no pude creer lo buen estratega que era el ministro alemán Zimmerman, mando un telegrama directo a México para que se uniera en esa lucha de ellos y se pusieran contra nuestra hermosa nación. En este telegrama le ofrecían a México un gran apoyo financiero para entrar en guerra contra nosotros y recuperar los territorios de Texas, Arizona y Nuevo México conquistados por nosotros en el siglo XX. No quiero entrar mucho en el tema del porque estamos aquí, porque no creo que nada va a hacer que nos regresemos a casa y que mucho menos nos rindamos. Simplemente quiero hacerle saber a cualquiera que se encuentre estos escritos que la guerra entre trincheras es muy devastadora y el aburrimiento y la melancolía no podían ocultarse. Siempre aprovecho el momento cuando estoy en posición de espera, simplemente con mi fusil con la bayoneta calada a la espera de alguna señal, mientras dos de mis compañeros se encuentran exponiendo su vida a la muerte, uno usa su periscopio para observas los lejanos movimientos del enemigo, mientras que el otro subido en la montura que lo cubre de la línea de fuego dispara a la señal de mi teniente. Prácticamente todo esto es el diario vivir, ya se volvió costumbre que todo el día francotiradores y artillería enemiga iban a estar tratando de eliminar la guarnición de la primera línea de la trinchera ya destruir el alambre de espino. Aunque debo reconocer que me gustan más las noches, son más movidas porque la oscuridad crea un ambiente curioso y tanto nuestras tropas como las suyas vamos a tratar de movernos y de reconocer las defensas del enemigo. No debo negarlo, le tengo miedo a la muerte, cada día morían compañeros de nuestra tropa incluso mi primo Will Carter Stevenson, fue capturado por un centinela enemigo encargado de detectar y secuestrar patrullas enemigas, todo esto con el fin de sacar información sobre nuestro método de defensa. Sabíamos que había una seria de alianzas y que teníamos socios que nos ayudaban como Italia, Japón y un grupo llamado algo así como triple entente que los conformaban Inglaterra, Francia y el imperio ruso. Esta guerra no es nada fácil he vivido los peores momentos de mi vida, simplemente con salir de las trincheras mucha gente ha muerto y no es muy fácil sacarme esas imágenes de la cabeza, es como un juego de quien saldrá vivo. 19 de febrero de 1917 Día número 74, en este día especial quiero escribirle esta carta a mi madre y mi hermana que se encuentras a miles de kilómetros de aquí donde estoy, en estos momentos estamos muy asustados y desesperados, con ganas de volver a casa y poder verlas y abrazarlas, ese sería uno de mis mayores deseos aparte de que acabe esta maldita guerra, lo único que me mantiene con fuerzas es el amor de ustedes y el saber que si todo sale bien podré verlas y compartir. Quiero decirles que las amo, no sé qué pasara con nosotros, vienen dos guerras importantes, la de Verdún y la de Somme, ya la tropa cada vez es menor, compañeros muertes y nosotros con frio y hambre. ¿Recuerdas a Thomas? El hijo de la vecina samanta murió salvándome de un francotirador que me tenía en la mira simplemente fue horrible ver como caía en mis brazos y se me venía a la mente el día en que la Señora samanta fue a despedirnos y me pidió que cuidara de él. Pasan los días, las horas, los minutos y los segundos y no sé qué pasara con nosotros, solo sé que no puede escribirles tan a menudo, ya han fusilado a 3 hombres por estar escribiendo cartas a escondidas. Son muy pocos los lugares en los cuales puedo aprovechar para escribir, pero antes que nada quiero que nunca olviden lo valiente que fui y que di todo por mi patria, nunca olviden ese amor que les tengo y que espero seguir compartiendo con ustedes, ya no puedo seguir escribiendo espero que estén bien y siempre tengan fe en que todo saldrá bien. ¡LAS AMOOOO! Desde el frente de Verdún, sargento Dominic Rivera Westh.